Reconocemos que para cumplir nuestra
misión es esencial la existencia de una comunidad central, compuesta por sacerdotes y por candidatos que se preparan al ministerio
ordenado.
Para responder a esta exigencia, hemos formado la Comunidad Nazaret que está compuesta precisamente por
los miembros de la comunión sacerdotes y candidatos a las órdenes sagradas, que compartimos la vida común, la oración y la
misma misión.
Esta comunidad constituye el corazón de nuestra comunión, porque sus miembros nos sentimos llamados a
encarnar con intensidad particular todos los elementos propios de nuestra identidad espiritual y apostólica y, a través de
la entrega total de nuestras vidas, reconocemos tener la responsabilidad de ser intérpretes y modelo del estilo de vida que
debemos asumir.
La característica fundamental de los miembros de esta comunidad es la radicalidad en la disponibilidad
total para que la Palabra de Dios se cumpla plenamente en la vida de cada uno. De
allí se derivan la actitud de comunión con Dios, de humildad, de servicio, de apertura, de libertad y de integridad de vida.