LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE AGOSTO 2011

 

Agosto 2011

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1 de Agosto: LUNES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO


Nm 11,4b-15 / Sal 80 / Mt 14,13-21                                                            Verde

6. Primera Lectura: Nm 11,4b-15
Lectura del libro de los Números
Los israelitas, se pusieron a llorar y a decir: “¡Ojalá tuviéramos carne para comer! ¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comíamos gratis en Egipto! Y también comíamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora nos estamos muriendo de hambre, y no se ve otra cosa que maná.”
(El maná era parecido a la semilla del cilantro; tenía un color amarillento, como el de la resina, y sabía a tortas de harina con aceite. La gente salía a recogerlo, y luego lo molían o machacaban, y lo cocinaban o lo preparaban en forma de panes. Por la noche, cuando caía el rocío sobre el campamento, caía también el maná.)
Moisés oyó que los israelitas y sus familiares lloraban a la entrada de sus tiendas. El Señor estaba muy enojado. Y Moisés también se disgustó, y le dijo al Señor: —¿Por qué me tratas mal a mí, que soy tu siervo? ¿Qué tienes contra mí, que me has hecho cargar con este pueblo? ¿Acaso soy yo su padre o su madre para que me pidas que los lleve en brazos, como a niños de pecho, hasta el país que prometiste a sus antepasados? ¿De dónde voy a sacar carne para dar de comer a toda esta gente? Vienen llorando a decirme: ‘Danos carne para comer.’ Yo no puedo ya encargarme de llevar solo a todo este pueblo; es una carga demasiado pesada para mí. Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida, si es que de veras me estimas. Así no tendré que verme en tantas dificultades. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
- “Mi pueblo no quiso oírme; ¡Israel no quiso obedecerme! Por eso los dejé seguir con su capricho, y vivieron como mejor les pareció. R.
-¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos, en un                                                                                                                  abrir y cerrar de ojos yo habría humillado a sus enemigos y castigado a sus contrarios!” R.
- Los que odian al Señor caerían aterrados, y su condenación quedaría sellada. Dios alimentaría a su pueblo con lo mejor del trigo, y con miel silvestre apagaría su sed. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 13-21
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se retiró él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó: —No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: —Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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2 de Agosto: MARTES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 12, 1-13 / Sal 50 / Mt 14, 22-36                                                            Verde

6. Primera Lectura: Nm 12, 1-13

Lectura del libro de los Números
María y Aarón empezaron a hablar mal de Moisés, porque este se había casado con una mujer etíope. Además dijeron: “El Señor no ha hablado solamente con Moisés; también ha hablado con nosotros.” Y el Señor lo oyó.
En realidad, Moisés era el hombre más humilde del mundo. Por eso el Señor les dijo a Moisés, Aarón y María: “Vayan ustedes tres a la tienda del encuentro.”
Los tres fueron allá. Entonces el Señor bajó en una espesa nube y se colocó a la entrada de la tienda; luego llamó a Aarón y a María, y cuando ellos se presentaron el Señor les dijo: “Escuchen esto que les voy a decir: Cuando hay entre ustedes un profeta de mi parte, yo me comunico con él en visiones y le hablo en sueños; pero con mi siervo Moisés no lo hago así. Él es el más fiel de todos mis siervos, y con él hablo cara a cara y en un lenguaje claro. Y si él me ve cara a cara, ¿cómo se atreven ustedes a hablar mal de él?”
El Señor se enojó mucho con ellos, y se fue. Y en cuanto la nube se alejó de la tienda, María se puso leprosa, con la piel toda blanca. Cuando Aarón se volvió para mirar a María, y vio que estaba leprosa, le dijo a Moisés: “Por favor, mi señor, no nos castigues por este pecado que tontamente hemos cometido. No permitas que ella quede como una criatura muerta antes de nacer, que sale con la piel medio deshecha.”
Entonces Moisés suplicó al Señor: “Por favor, oh Dios, te ruego que la sanes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
- Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
- Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio. R.
- Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 22-36
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente.  Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: — ¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles: — ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
—Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: — ¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: — ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: — ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!
Cruzaron el lago y llegaron a tierra en Genesaret.La gente del lugar reconoció a Jesús, y la noticia se extendió por toda la región. Le llevaban los enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 de Agosto: MIÉRCOLES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 13, 1-2.25-33; 14, 1.26-29.34-35 / Sal 105 / Mt 15, 21-28                   Verde

6. Primera Lectura: Nm 13, 1-2.25-33; 14, 1.26-29.34-35
Lectura del libro de los Números
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Envía unos hombres a que exploren la tierra de Canaán, que yo voy a dar a los israelitas. Envía de cada tribu a uno que sea hombre de autoridad.”
Después de explorar la tierra durante cuarenta días, regresaron a Cadés, en el desierto de Parán. Allí estaban Moisés, Aarón y todos los israelitas. Y les contaron lo que habían averiguado y les mostraron los frutos del país. Le dijeron a Moisés: —Fuimos a la tierra a la que nos enviaste. Realmente es una tierra donde la leche y la miel corren como el agua, y estos son los frutos que produce. Pero la gente que vive allí es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas. Además de eso, vimos allá descendientes del gigante Anac. En la región del Négueb viven los amalecitas, en la región montañosa viven los hititas, los jebuseos y los amorreos, y por el lado del mar y junto al río Jordán viven los cananeos.
Entonces Caleb hizo callar al pueblo que estaba ante Moisés, y dijo: —¡Pues vamos a conquistar esa tierra! ¡Nosotros podemos conquistarla!
Pero los que habían ido con él respondieron: —¡No, no podemos atacar a esa gente! Ellos son más fuertes que nosotros.
Y se pusieron a decir a los israelitas que el país que habían ido a explorar era muy malo. Decían: –La tierra que fuimos a explorar mata a la gente que vive en ella, y todos los hombres que vimos allá eran enormes. Vimos también a los gigantes, a los descendientes de Anac. Al lado de ellos nos sentíamos como langostas, y así nos miraban ellos también.
Entonces los israelitas comenzaron a gritar, y aquella noche se la pasaron llorando.
El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: —¿Hasta cuándo voy a tener que soportar las habladurías de estos malvados israelitas? Ya les he oído hablar mal de mí. Pues ve a decirles de mi parte: ‘Yo, el Señor, juro por mi vida que voy a hacer que les suceda a ustedes lo mismo que les he oído decir. Todos los mayores de veinte años que fueron registrados en el censo y que han hablado mal de mí, morirán, y sus cadáveres quedarán tirados en este desierto. Ustedes estuvieron cuarenta días explorando el país; pues también estarán cuarenta años pagando su castigo: un año por cada día. Así sabrán lo que es ponerse en contra de mí.’ Yo, el Señor, lo afirmo: Así voy a tratar a este pueblo perverso que se ha unido contra mí. En este desierto encontrarán su fin; aquí morirán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Señor, acuérdate de mí por amor a tu pueblo.
- Hemos pecado igual que nuestros padres; nos hemos pervertido; hemos hecho lo malo. Nuestros padres, allá en Egipto, no dieron importancia a tus grandes hechos. R.
- Pero muy pronto olvidaron los hechos de Dios, y no esperaron a conocer sus planes. Allá, en la soledad del desierto, pusieron a prueba a Dios exigiéndole que les cumpliera sus deseos. R.
- Olvidaron a Dios, su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, que había hecho maravillas en el país de Cam y cosas sorprendentes en el Mar Rojo. R.
- Dios habló de destruirlos; pero Moisés, su escogido, se interpuso y calmó el furor de Dios, evitando que los destruyera. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 15, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se dirigió a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando: —¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: –Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
Jesús dijo: —Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: —¡Señor, ayúdame!
Jesús le contestó: -No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros. 
Ella le dijo: —Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces le dijo Jesús: —¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres.
Y desde ese mismo momento su hija quedó sana. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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4 de Agosto: JUEVES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 20,1-13 / Sal 94 / Mt 16, 13-23                                                             Verde

6. Primera Lectura: Nm 20,1-13
Lectura del libro de los Números
En el primer mes del año, los israelitas llegaron al desierto de Sin, y se quedaron por un tiempo en Cadés. Allí murió María, y allí fue enterrada.
Como la gente no tenía agua, se reunieron todos para protestar contra Moisés y Aarón, y le dijeron a Moisés: —¡Ojalá hubiéramos muerto junto con los otros israelitas que hizo morir el Señor! ¿Para qué trajeron ustedes al pueblo del Señor a este desierto? ¿Acaso quieren que muramos nosotros y nuestro ganado? ¿Para qué nos sacaron de Egipto y nos trajeron a este lugar tan horrible? Aquí no se puede sembrar nada; no hay higueras, ni viñedos, ni granados; ¡ni siquiera hay agua para beber!
Moisés y Aarón se alejaron del pueblo y se fueron a la entrada de la tienda del encuentro, y allí se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces la gloria del Señor se les apareció, y el Señor le dijo a Moisés: —Toma el bastón y, con la ayuda de tu hermano Aarón, reúne a la gente. Luego, delante de todos, ordénale a la roca que les dé agua, y verás que de la roca brotará agua para que beban ellos y el ganado.
Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, tal como él se lo ordenó; luego Moisés y Aarón reunieron a la gente delante de la roca, y Moisés les dijo: —Escuchen, rebeldes: ¿acaso tendremos que sacar agua de esta roca para darles de beber?
Y diciendo esto, Moisés levantó la mano y golpeó dos veces la roca con el bastón, y brotó mucha agua. Así la gente y el ganado se pusieron a beber. Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: –Puesto que ustedes no tuvieron confianza en mí ni me honraron delante de los israelitas, no entrarán con esta gente en el país que les he dado.
Ese es el manantial de Meribá, donde los israelitas le hicieron reclamaciones al Señor y él les mostró su santidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Sal 94
R. Cantemos al Señor con alegría.
Vengan, cantemos al Señor con alegría; cantemos a nuestro protector y Salvador. Entremos a su presencia con gratitud, y cantemos himnos en su honor. R.
Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de sus prados.  R.
“No endurezcan su corazón, como en Meribá; como aquel día en Masá, en el desierto, cuando me pusieron a prueba sus antepasados, aunque habían visto mis obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 13-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta. —Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia;  y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: —¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Apártate de mí, Satanás,  pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 de Agosto: VIERNES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 4,32-40 / Sal 76 / Mt 16, 24-28                                                               Verde

6. Primera Lectura: Dt 4,32-40
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés dijo al pueblo: “Busquen en los tiempos anteriores a ustedes, y desde los tiempos antiguos, cuando Dios creó al hombre en el mundo; vayan por toda la tierra y pregunten si alguna vez ha sucedido o se ha sabido de algo tan grande como esto. ¿Existe algún pueblo que haya oído, como ustedes, la voz de Dios hablándole de en medio del fuego, y que no haya perdido la vida? ¿Ha habido algún dios que haya escogido a un pueblo de entre los demás pueblos, con tantas pruebas, señales, milagros y guerras, desplegando tan gran poder y llevando a cabo tales hechos aterradores, como los que realizó ante ustedes y por ustedes el Señor su Dios en Egipto? Esto les ha sido mostrado para que sepan que el Señor es el verdadero Dios, y que fuera de él no hay otro. Él les habló desde el cielo para corregirlos, y en la tierra les mostró su gran fuego, y oyeron sus palabras de en medio del fuego. Él amó a los antepasados de ustedes y escogió a sus descendientes, liberándolos de Egipto por medio de su gran poder. Arrojó de la presencia de ustedes a naciones más numerosas y poderosas que ustedes, con el fin de que ustedes ocuparan sus países y los recibieran en propiedad, como ahora está sucediendo.
“Por lo tanto, grábense bien en la mente que el Señor es Dios, tanto en el cielo como en la tierra, y que no hay otro más que él. Cumplan sus leyes y mandamientos que yo les doy en este día, y les irá bien a ustedes y a sus descendientes, y vivirán muchos años en el país que el Señor su Dios les va a dar para siempre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 76
R. Recuerdo las maravillas del Señor.
- Recordaré las maravillas que hizo el Señor en otros tiempos; pensaré en todo lo que ha hecho. R.
- Oh Dios, tú eres santo en tus acciones; ¿qué dios hay tan grande como tú? ¡Tú eres el Dios que hace maravillas! ¡Diste a conocer tu poder a las naciones! R.
- Con tu poder rescataste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Oh Dios, cuando el mar te vio, tuvo miedo, y temblaron sus aguas más profundas. Dirigiste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y de Aarón. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 24-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean al Hijo del hombre venir a reinar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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6 de Agosto: SÁBADO – LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Dn 7,9-10.13-14/ Sal 96 / 2Pe 1,16-19 / Mt 17, 1-9                                  Blanco

6. Primera Lectura: Dn7,9-10.13-14
Lectura del libro del Profeta Daniel
“Miré, hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión. Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Sal 96
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
- ¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono. R.
- Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
- Pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. R.
8. Segunda Lectura: 2Pe 1,16-19
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pedro
Hermanos: La enseñanza que les dimos sobre el poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo, no consistía en cuentos inventados ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza. Lo vimos cuando Dios el Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios le habló de aquella gloriosa manera: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.” Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con el Señor en el monte sagrado. Esto hace más seguro el mensaje de los profetas, el cual con toda razón toman ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el corazón. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 17, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y se fue aparte con ellos a un cerro muy alto. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su cara brillaba como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. En esto vieron a Moisés y a Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: —Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Mientras Pedro estaba hablando, una nube luminosa se posó sobre ellos, y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo.”
Al oír esto, los discípulos se postraron con la cara en tierra, llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: —Levántense; no tengan miedo.
Y cuando miraron, ya no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó: —No cuenten a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 de Agosto: DOMINGO – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Re 19, 9a.11-13a / Sal 84 / Rm 9, 1-5 / Mt 14, 22-33                       Verde

5. Oración Colecta
+ Dios eterno y todopoderoso a quien confiadamente podemos llamar Padre, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos tuyos, para que podamos gozar, de la herencia que nos has prometido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: 1 Re 19, 9a.11-13a

Lectura del primer libro de los Reyes
Al llegar al monte Horeb, Elías entró en una cueva, y allí pasó la noche.
Y el Señor le dijo: “Sal fuera y quédate de pie ante mí, sobre la montaña.”
En aquel momento pasó el Señor, y un viento fuerte y poderoso desgajó la montaña y partió las rocas ante el Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto; pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Y tras el terremoto hubo un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

8. Segunda Lectura: Rm 9, 1-5
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Como creyente que soy en Cristo, estoy diciendo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: tengo una gran tristeza y en mi corazón hay un dolor continuo, pues hasta quisiera estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi propia raza. Son descendientes de Israel, y Dios los adoptó como hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia gloriosa, y les dio las alianzas, la ley de Moisés, el culto y las promesas. Son descendientes de nuestros antepasados; y de su raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 22-33
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: —¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
—Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: —¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: —¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: — ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios! Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, para que, acordándose de su promesa, escuche la oración de los que nos hemos reunido en su nombre. Respondemos a cada petición: Te lo pedimos Señor, óyenos.
- Por la paz que desciende del cielo, por la unión de las Iglesias y por nuestra salvación, roguemos al Señor. R.
- Por los que trabajan por el bien de los pobres, por los que ayudan a los ancianos y por los que cuidan a niños y desvalidos, roguemos al Señor. R.
- Por los que están abatidos o sometidos a una prueba, por el retorno de los extraviados y por la libertad de los encarcelados, roguemos al Señor. R.
- Por todos nosotros, por los que han pedido nuestras oraciones y por el reposo eterno de nuestros hermanos difuntos, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Señor, nuestras oraciones y guía a tu Iglesia peregrina en el mundo; sostenla con el alimento que da la vida eterna para que, perseverando en la fe, contemple el resplandor de tu rostro. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu amor y nos ayude a perseverar en la vida del Espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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10 de Agosto: LUNES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 10, 12-22 / Sal 147 / Mt 17, 21-26                                                          Verde

6. Primera Lectura: Dt 10, 12-22
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló así al pueblo: “Israelitas, ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplan sus mandamientos y sus leyes, para que les vaya bien. Tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, el Señor prefirió a los antepasados de ustedes y los amó, y después escogió a los descendientes de ellos, que son ustedes, de entre todos los demás pueblos, tal como se puede ver hoy.
“Pongan en su corazón la marca de la alianza, y no sigan siendo tercos, porque el Señor su Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre ustedes. Ustedes, pues, amen al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
“Honren al Señor su Dios, y adórenlo solo a él; séanle fieles, y cuando tengan que hacer un juramento, háganlo en su nombre. Porque él es el motivo de la alabanza de ustedes; él es su Dios, que ha hecho por ustedes estas cosas grandes y maravillosas que han visto. Cuando los antepasados de ustedes llegaron a Egipto, eran solo setenta personas, pero ahora el Señor su Dios los ha hecho aumentar en número como las estrellas del cielo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Jerusalén, alaba a tu Dios.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 17, 21-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará.
Esta noticia los llenó de tristeza.
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron: —¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo?
—Sí, lo paga —contestó Pedro.
Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo: —¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros?
Pedro le contestó: —A los extranjeros.
Jesús añadió: —Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 de Agosto: MARTES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 31, 1-8 / Sal 32 / Mt 18, 1-5.10.12-14                                                     Verde

6. Primera Lectura: Dt 31, 1-8
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló de nuevo a todo Israel, y dijo lo siguiente: “Yo tengo ciento veinte años, y ya no tengo fuerzas para andar de un lado para otro. Además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. Pero el Señor su Dios marchará delante de ustedes, y al paso de ustedes destruirá estas naciones, para que ocupen su territorio. Josué irá al frente de ustedes, como jefe, tal como lo ha dicho el Señor. El Señor hará con estas naciones lo mismo que hizo con Sihón y con Og, reyes de los amorreos, y con sus países, a los cuales destruyó. Y cuando el Señor haga que estas naciones caigan en poder de ustedes, deben hacer con ellas todo lo que les he ordenado. Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor su Dios está con ustedes y no los dejará ni los abandonará.”
Después llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: “Ten valor y firmeza, porque tú tienes que llevar esta gente al país que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría, y tú serás quien los haga tomar posesión. El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Bendice, Señor, a tu pueblo.
- Cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! La palabra del Señor es verdadera. R.
- Él junta y almacena las aguas del mar profundo. R.
- Honren al Señor todos en la tierra; ¡hónrenlo todos los habitantes del mundo! R.
- Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 18, 1-5.10.12-14         
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: — ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:—Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.
“No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
“¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Agosto: MIÉRCOLES – SAN LORENZO MÁRTIR

2 Cor 9, 6-10 / Sal 111 / Jn 12, 24-26                                                         Rojo

6. Primera Lectura: 2 Cor 9, 6-10
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice: “Ha dado abundantemente a los pobres, su generosidad permanece para siempre.” Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111
R. Dichoso el hombre que se compadece y presta.
- ¡Aleluya! Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
- El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios; por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! R.
- No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos. R.
- Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 12, 24-26
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Agosto: JUEVES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jos 3, 7-10a.11.13-17 / Sal 113a / Mt 18, 21-35; 19, 1-2ª                          Verde

6. Primera Lectura: Jos 3, 7-10a.11.13-17
Lectura del libro de Josué
El Señor le dijo a Josué: “A partir de hoy te haré cada vez más importante a los ojos de los israelitas. Así ellos verán que yo estoy contigo como estuve con Moisés. Tú, por tu parte, ordena a los sacerdotes que llevan el arca de la alianza que, cuando lleguen a la orilla del Jordán, se paren dentro del río.”
Entonces Josué les dijo a los israelitas: “Vengan y escuchen lo que dice el Señor su Dios. Esta será la prueba de que el Dios viviente  está en medio de ustedes.
Entonces Jefté fue con ellos, y el pueblo lo nombró su jefe y caudillo. En Mispá, Jefté repitió ante el Señor lo que antes había dicho. Y el rey de los amonitas les contestó a los mensajeros de Jefté: “Cuando ustedes los israelitas salieron de Egipto, nos quitaron nuestras tierras, desde el río Arnón hasta los ríos Jaboc y Jordán. Ahora, pues, devuélvemelas por las buenas.”
Jefté envió entonces otros mensajeros al rey de los amonitas, con este mensaje: “Esta es la respuesta de Jefté: Nosotros los israelitas no les hemos quitado tierras ni a los moabitas ni a los amonitas. Cuando salimos de Egipto, cruzamos el desierto hasta el Mar Rojo, y llegamos hasta Cadés. Entonces mandamos unos mensajeros al rey de Edom pidiéndole que nos dejara pasar por sus territorios, pero él no nos dejó pasar. Se lo pedimos también al rey de Moab, pero él tampoco nos dejó pasar. Por eso nos quedamos en Cadés. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 113a
R. Bendigamos al Señor.
- Cuando Israel, la casa de Jacob, salió de Egipto, del país extraño, Judá llegó a ser el santuario del Señor; Israel llegó a ser su dominio. R.
- Cuando el mar vio a Israel, huyó, y el río Jordán se hizo atrás. ¡Los cerros y las montañas saltaron como carneros y corderitos! R.
- ¿Qué te pasó, mar, que huiste? ¿Qué te pasó, Jordán, que te hiciste atrás? ¿Qué les pasó, cerros y montañas, que saltaron como carneros y corderitos? R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 18, 21-35; 19, 1-2a
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Pedro fue y preguntó a Jesús: —Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó: —No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
“Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: ‘Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.’ Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad. Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: ‘¡Págame lo que me debes!’ El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’” Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: ‘¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tú también debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti.’ Y tanto se enojó el rey, que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía.”
Jesús añadió: —Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano. Después de decir estas cosas, Jesús se fue de Galilea y llegó a la región de Judea que está al oriente del Jordán. Mucha gente lo siguió. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 de Agosto: VIERNES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jos 24, 1-13 / Sal 135 / Mt 19, 3-12                                                            Verde

6. Primera Lectura: Jos 24, 1-13
Lectura del libro de Josué
Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel. Llamó a los ancianos, jefes, jueces y oficiales y, en presencia del Señor, dijo a todo el pueblo: —Esto dice el Señor y Dios de Israel: ‘Antiguamente, Térah y sus hijos Abraham y Nahor, antepasados de ustedes, vivían a orillas del río Éufrates y adoraban a otros dioses. De las orillas del Éufrates tomé a Abraham, y lo hice andar por toda la región de Canaán. Lo hice crecer en número, dándole primero a su hijo Isaac, y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le di la región montañosa de Seír, pero Jacob y sus hijos se fueron a Egipto. Entonces yo envié a Moisés y Aarón, y herí de muerte a los egipcios, hasta que los saqué a ustedes de allí. Cuando los antepasados de ustedes salieron de Egipto, los egipcios los persiguieron con carros de guerra y caballos, hasta el Mar Rojo. Ellos me llamaron, y yo puse una gran oscuridad entre ellos y los egipcios, e hice que el mar cayera sobre los egipcios y los cubriera. Ustedes fueron testigos de lo que hice en Egipto.
‘Después pasaron ustedes mucho tiempo en el desierto, hasta que los traje a la tierra de los amorreos, en el lado oriental del Jordán. Ellos pelearon contra ustedes, pero yo los hice caer en manos de ustedes, y ustedes los derrotaron y se adueñaron de la región. Después Balac, hijo de Sipor, rey de los moabitas, vino a pelear contra ustedes. Balac mandó a buscar a Balaam, el hijo de Beor, para que los maldijera a ustedes. Pero yo no dejé que Balaam los maldijera, y tuvo que bendecirlos. Así los salvé a ustedes. Entonces ustedes cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Jericó. Los que vivían en Jericó (amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos) pelearon contra ustedes, pero yo hice que ustedes los derrotaran. A los dos reyes amorreos no los derrotaron ustedes con espadas ni con arcos, sino que yo envié mi pánico delante de ustedes, de modo que ellos huyeron antes que ustedes llegaran. Yo les di a ustedes tierras que no habían trabajado y ciudades que no habían construido. Ahora viven en ellas, y comen uvas y aceitunas que no plantaron.’ ”
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 135
R. Demos gracias al Señor porque su amor es eterno.
- Den gracias al Señor, porque él es bueno. Den gracias al Señor de señores, porque su amor es eterno. R.
- Al que llevó a su pueblo por el desierto. Al que hirió de muerte a grandes reyes. Al que a reyes poderosos quitó la vida. R.
- Al que repartió la tierra de esos reyes, y la dio como herencia a su siervo Israel. Al que nos libra de nuestros enemigos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 3-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron: —¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?
Jesús les contestó: —¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, ‘hombre y mujer los creó’? Y dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.’ Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
Ellos le preguntaron: —¿Por qué, pues, mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así?
Jesús les dijo: —Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.
Le dijeron sus discípulos: —Si este es el caso del hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.
Jesús les contestó: —No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 de Agosto: SÁBADO – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jos 24, 14-29 / Sal 15 / Mt 19, 13-15                                                      Verde

6. Primera Lectura: Jos 24, 14-29
Lectura del libro de Josué
Josué dijo al pueblo: —Respeten al Señor y sírvanle con sinceridad y lealtad. Apártense de los dioses que sus antepasados adoraron a orillas del río Éufrates y en Egipto, y sirvan al Señor. Pero si no quieren servir al Señor, elijan hoy a quién van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
Entonces el pueblo dijo: —¡No permita el Señor que lo abandonemos por servir a otros dioses! El Señor fue quien nos sacó a nosotros y a nuestros antepasados de Egipto, donde éramos esclavos. Él fue quien hizo tantas maravillas delante de nuestros ojos, y quien nos protegió y nos defendió durante el camino, cuando pasamos entre tantos pueblos. Él echó de delante de nosotros a todos los pueblos que estaban en nuestro camino, y a los amorreos que vivían aquí. Por todo esto, nosotros también serviremos al Señor, pues él es nuestro Dios.
Pero Josué les dijo: —Ustedes no van a poder servir al Señor, porque él es un Dios santo y celoso, que no va a tolerar las rebeliones y pecados de ustedes. Si ustedes lo abandonan y sirven a otros dioses, el Señor responderá haciéndoles mal, y los destruirá a pesar de haberles hecho tanto bien.
El pueblo le contestó: —Eso no va a pasar. Nosotros serviremos al Señor.
Entonces Josué dijo: —Ustedes son sus propios testigos de que han escogido servir al Señor.
—Lo somos —respondieron ellos.
Les dijo Josué: —Quiten entonces todos los otros dioses que hay entre ustedes, y vuélvanse de todo corazón al Señor y Dios de Israel.
Y el pueblo respondió: —Nosotros serviremos al Señor nuestro Dios, y haremos lo que él nos diga.
Aquel mismo día, allí en Siquem, Josué hizo un pacto con el pueblo, y les dio leyes y decretos, los cuales escribió en el libro de la ley de Dios. Después tomó una gran piedra y la puso debajo de la encina que estaba en el santuario del Señor, y le dijo a todo el pueblo: —Esta piedra va a servirnos de testimonio, pues ella es testigo de todo lo que el Señor nos ha dicho. Será un testimonio contra ustedes, para que no sean falsos con su Dios.
Después Josué mandó a cada uno a su territorio.
Poco después murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 15
R. Bendeciré al Señor, porque él me guía.
¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección! Yo te he dicho: “Tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti.”. R.
Tú, Señor, eres mi todo; tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos. R.
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches. Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. R.
Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 13-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Entonces Jesús dijo: —Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.
Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel lugar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 de Agosto: DOMINGO – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 56, 1.6-7 / Sal 66 / Rm 11, 13-15.29-32 / Mt 15, 21-28                           Verde

5. Oración Colecta
+ Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no nos podemos ni siquiera imaginar y has prometido a los que te aman. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 56, 1.6-7
Lectura del libro del Profeta Isaías
El Señor dice: “Practiquen la justicia, hagan lo que es recto, porque pronto voy a llevar a cabo la liberación; voy a mostrar mi poder salvador.
Y a los extranjeros que se entreguen a mí, para servirme y amarme, para ser mis siervos, si respetan el sábado y no lo profanan y se mantienen firmes en mi alianza, yo los traeré a mi monte sagrado y los haré felices en mi casa de oración.
“Yo aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi casa será declarada casa de oración para todos los pueblos.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Que el Señor tenga compasión y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

 

8. Segunda Lectura: Rm 11, 13-15.29-32
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Tengo algo que decirles a ustedes, que no son judíos. Puesto que Dios me ha enviado a los no judíos, yo tengo en gran estima este servicio. Quiero que algunos de mi propia raza sientan celos de ustedes, y así llevarlos a la salvación. Pues si el rechazo de los judíos ha traído al mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no traerá el que sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos! Pues lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco su llamamiento. En tiempos pasados, ustedes desobedecieron a Dios, pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de ustedes. De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de ustedes y para que, también ahora, tenga compasión de ellos. Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia, con el fin de tener compasión de todos por igual. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 15, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se dirigió a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando: —¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: —Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
Jesús dijo: —Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: —¡Señor, ayúdame!
Jesús le contestó: —No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le dijo: —Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces le dijo Jesús:—¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres. Y desde ese mismo momento su hija quedó sana. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos al Señor que escuche a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos. A cada petición respondemos: Escúchanos, Padre
- Pidamos por los enfermos y por los que no han venido a celebrar con nosotros el domingo: que el Señor les dé su gracia y su bendición. Roguemos al Señor. R.
- Roguemos por los que ayudan a los pobres, que el Señor multiplique lo que comparten y se los convierta en premio de vida eterna. Roguemos al Señor. R.
- Roguemos por los viajeros y emigrantes, que Dios los proteja de todo peligro y  les conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares. Roguemos al Señor. R.
- Roguemos por nosotros mismos, que el Señor nos ayude a perseverar en la fe y a practicar el Evangelio de Cristo. Roguemos al Señor. R.
+ Señor, que cada domingo nos invitas como amigos a tu mesa, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, proclame al mundo el Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Tú que nos has hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacrame transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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15 de Agosto: LUNES – GLORIFICACIÓN DE SANTA MARÍA

Ap 11, 19a; 12,1-6a.10ab/Sal 44/1Cor 15,20-26/Lc 1, 39-56                  Blanco

5. Oración Colecta:
+ Dios todopoderoso y eterno, que has elevado a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ap 11, 19a; 12, 1-6a.10ab
Lectura del libro del Apocalipsis
Se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en el templo se veía el arca de su alianza. Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar.
Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 44
R. De pie, a tu derecha, está la reina.
- Escucha, hijita; fíjate bien en lo que voy a decirte: Olvídate de tu familia y de tu gente. R.
- El rey desea tu belleza; él es tu señor, y debes obedecerlo. R.
- Avanzan con gran alegría; alegres entran en el palacio del rey. R.
8. Segunda Lectura: 1 Cor 15, 20-26
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre vino la muerte, también por causa de un hombre viene la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, cuando Cristo vuelva, los que son suyos. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo tiene que reinar hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 39-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: — ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.”
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Señor, que en el día de hoy ha ensalzado a santa María por encima de los coros de los ángeles y de los santos, y pidámosle que escuche nuestra oración. Todos respondemos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que todos los hijos de la Iglesia, unidos a la gloriosa santa María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se alegren en Dios, su salvador. R.
Que la misericordia del Señor llegue a sus fieles de generación en generación, y todos los pueblos feliciten a aquélla en la cual Dios ha hecho obras grandes. R.
Que el Señor, enaltezca a los humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, como lo había prometido a los antiguos padres, roguemos al Señor. R.
Que Cristo, que ha enaltecido a María como madre de la nueva creación, nos conceda como a ella, la plenitud del Reino preparado desde la creación. R.
+ Oremos: Padre, que constituiste a la Madre de tu Hijo en Madre y modelo nuestro; escucha nuestra oración y haz que, ayudados por su intercesión, participemos desde ahora de la felicidad eterna. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Después de recibir la comunión que nos salva, te rogamos, Señor, que, por intercesión de la Virgen María, que ha sido glorificada, lleguemos a la gloria de la resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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16 de Agosto: MARTES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 6, 11-24a / Sal 84 / Mt 19, 23-30                                                        Verde

6. Primera Lectura: Jue 6, 11-24a
Lectura del libro de los Jueces
Vino el ángel del Señor y se sentó bajo la encina que estaba en Ofrá, y que pertenecía a Joás, que era del clan de Abiézer. Gedeón, el hijo de Joás, estaba limpiando el trigo  a escondidas, en el lugar donde se pisaba la uva para hacer vino, para que los madianitas no lo vieran.
El ángel del Señor se le apareció y le dijo: —¡El Señor está contigo, hombre fuerte y valiente!
Y Gedeón contestó: —Perdón, señor, pero si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos pasa todo esto? ¿Dónde están todos los milagros de que nos hablan nuestros antepasados, cuando dicen que el Señor nos sacó de Egipto? El Señor nos ha abandonado, y nos ha entregado al poder de los madianitas.
El Señor lo miró, y le dijo: —Usa la fuerza que tienes, para ir a salvar a Israel del poder de los madianitas. Yo soy el que te envía.
Pero Gedeón volvió a contestar: —Una vez más, perdón, señor, pero ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más pobre de toda la tribu de Manasés, y yo soy el más pequeño de mi familia.
Y el Señor le respondió: —Podrás hacerlo porque yo estaré contigo. Derrotarás a los madianitas como quien derrota a un solo hombre.
Entonces Gedeón dijo: —Si me he ganado tu favor, dame una prueba de que realmente eres tú quien habla conmigo. Por favor, no te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda que te quiero presentar.
Y el Señor le aseguró: —Aquí estaré esperando tu regreso.
Gedeón se fue y preparó un cabrito, y con unos veinte litros de harina hizo unos panes sin levadura; luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla, y se lo llevó todo hasta la encina. El ángel de Dios le mandó poner sobre una roca la carne y los panes sin levadura, y derramar el caldo. Después que Gedeón hizo lo que se le había mandado, el ángel tocó la carne y los panes con la punta del bastón que tenía en la mano, y de la roca salió fuego, el cual consumió la carne y los panes; luego el ángel del Señor desapareció de su vista. Al darse cuenta Gedeón de que se trataba del ángel del Señor, dijo:
—¡Ay Señor, Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!
Pero el Señor le contestó:—No tengas miedo, que no vas a morir. Recibe mi paz.
Entonces Gedeón construyó allí un altar en honor del Señor, y lo llamó “El Señor es la paz” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. El Señor anuncia la paz a su pueblo.
- Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles, para que no vuelvan a hacer locuras. R.
- El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
- El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él y le preparará el camino. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 23-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Les repito que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
Al oírlo, sus discípulos se asombraron más aún, y decían: —Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó: —Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.
Pedro le dijo entonces: —Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir?
Jesús les respondió: —Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Agosto: MIÉRCOLES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 9, 6-15 / Sal 20 / Mt 20, 1-16ª                                                             Verde

6. Primera Lectura: Jue 9, 6-15

Lectura del libro de los Jueces
Todos los de Siquem y de Bet-miló se reunieron junto a la encina y la piedra sagrada que había en Siquem, y nombraron rey a Abimélec. Cuando Jotam lo supo, subió al monte Guerizim, y desde allí gritó bien fuerte, para que todos le oyeran: “¡Óiganme bien, hombres de Siquem! ¡Y así Dios los oiga a ustedes!
“En cierta ocasión los árboles quisieron tener rey, y le pidieron al olivo que fuera su rey. Pero el olivo les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar aceite, el cual sirve para honrar tanto a los hombres como a Dios.
“Entonces los árboles le pidieron a la higuera que fuera su rey. Pero la higuera les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar sus dulces y sabrosos higos.
“Entonces los árboles le pidieron a la vid que fuera su rey. Pero la vid les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar su vino, el cual sirve para alegrar tanto a los hombres como a Dios.
“Por fin, los árboles le pidieron a un espino que fuera su rey. Y el espino les dijo que, si de veras querían que él fuera su rey, todos tendrían que ponerse bajo su sombra; pero si no querían que él fuera su rey, saldría de él un fuego que destruiría los cedros del Líbano. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 20
R. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
- Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas; ¡está muy alegre porque le has dado la victoria! Has cumplido sus deseos; no le has negado sus peticiones. R.
- Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
- Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 20, 1-16ª
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús propuso esta parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con el dueño de una finca, que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viñedo. Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día, y los mandó a trabajar a su viñedo. Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza desocupados. Les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo, y les daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les preguntó: ‘¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?’ Le contestaron: ‘Porque nadie nos ha contratado.’ Entonces les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo.’
“Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: ‘Llama a los trabajadores, y págales comenzando por los últimos que entraron y terminando por los que entraron primero.’ Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: ‘Estos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.’ Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?’
“De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Agosto: JUEVES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 11, 29-39a / Sal 39 / Mt 22, 1-14                                                          Verde

6. Primera Lectura: Jue 11, 29-39a
Lectura del libro de los Jueces
El espíritu del Señor vino sobre Jefté, y este recorrió Galaad y Manasés, pasando por Mispá de Galaad, para invadir el territorio de los amonitas. Y Jefté le hizo esta promesa al Señor: “Si me das la victoria sobre los amonitas, yo te ofreceré en holocausto a quien primero salga de mi casa a recibirme cuando yo regrese de la batalla.”
Jefté invadió el territorio de los amonitas, y los atacó, y el Señor le dio la victoria. Mató Jefté a muchos enemigos, y conquistó veinte ciudades entre Aroer, Minit y Abel-queramim. De este modo los israelitas dominaron a los amonitas.
Cuando Jefté volvió a su casa en Mispá, la única hija que tenía salió a recibirlo bailando y tocando panderetas. Aparte de ella, no tenía otros hijos, así que, al verla, se rasgó la ropa en señal de desesperación y le dijo: —¡Ay, hija mía, qué gran dolor me causas! ¡Y eres tú misma la causa de mi desgracia, pues le he hecho una promesa al Señor, y ahora tengo que cumplírsela!
Y ella le respondió: —Padre mío, haz conmigo lo que le prometiste al Señor, ya que él ha cumplido su parte al darte la victoria sobre tus enemigos los amonitas. Te ruego, sin embargo, que me concedas dos meses para andar por los montes, con mis amigas, llorando por tener que morir sin haberme casado.
Jefté le concedió los dos meses, y en ese tiempo ella anduvo por los montes, con sus amigas, llorando porque iba a morir sin haberse casado. Después de ese tiempo volvió a donde estaba su padre, y él cumplió la promesa que le había hecho al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
- ¡Feliz el hombre que confía en el Señor y no busca a los insolentes ni a los que adoran a dioses falsos! R.
- Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
- A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
- En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 22, 1-14
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús volvió a hablarles por medio de parábolas. Les dijo: “Sucede con el reino de los cielos como con un rey que hizo un banquete para la boda de su hijo. Mandó a sus criados que fueran a llamar a los invitados, pero estos no quisieron asistir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles: ‘Digan a los invitados que ya tengo preparada la comida. Mandé matar mis reses y animales engordados, y todo está listo; que vengan al banquete.’ Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a sus terrenos, otro se fue a sus negocios, y los otros agarraron a los criados del rey y los maltrataron hasta matarlos. Entonces el rey se enojó mucho, y ordenó a sus soldados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su pueblo. Luego dijo a sus criados: ‘El banquete está listo, pero aquellos invitados no merecían venir. Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten al banquete a todos los que encuentren.’ Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y así la sala se llenó de gente.
“Cuando el rey entró a ver a los invitados, se fijó en un hombre que no iba vestido con traje de boda. Le dijo: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí, si no traes traje de boda?’ Pero el otro se quedó callado. Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas: ‘Átenlo de pies y manos y échenlo a la oscuridad de afuera. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.’ Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Agosto: VIERNES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Rut 1,1.3-6.14b-16.22 / Sal 145 / Mt 22,34-40                                           Verde

6. Primera Lectura: Rut 1,1.3-6.14b-16.22
Lectura del libro de Rut
En el tiempo en que Israel era gobernado por caudillos, hubo una época de hambre en toda la región. Entonces un hombre de Belén de Judá, llamado Elimélec, se fue a vivir por algún tiempo al país de Moab. Con él fueron también su esposa Noemí y sus dos hijos, Mahlón y Quilión.
Pero sucedió que murió Elimélec, el marido de Noemí, y ella se quedó sola con sus dos hijos. Más tarde, ellos se casaron con dos mujeres moabitas; una de ellas se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero al cabo de unos diez años murieron también Mahlón y Quilión, y Noemí se encontró desamparada, sin hijos y sin marido.
Un día Noemí oyó decir en Moab que el Señor se había compadecido de su pueblo y que había puesto fin a la época de hambre. Entonces decidió volver a Judá y, acompañada de sus nueras, salió del lugar donde vivían; pero en el camino les dijo: —Anden, vuelvan a su casa, con su madre. Orfá se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí le dijo:
—Mira, tu concuñada se vuelve a su país y a sus dioses. Vete tú con ella.
Pero Rut le contestó: —¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Así fue como Noemí volvió de Moab con Rut, su nuera moabita. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de la cebada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145
R. Que todo mi ser alabe al Señor.
- Feliz quien recibe ayuda del Dios de Jacob, quien pone su esperanza en el Señor su Dios. Él hizo cielo, tierra y mar, y todo lo que hay en ellos. R.
- Él siempre mantiene su palabra. Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos. R.
- El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; el Señor protege a los extranjeros. R.
- Sostiene a los huérfanos y a las viudas, pero hace que los malvados pierdan el camino. Oh Sión, el Señor reinará por siempre; tu Dios reinará por todos los siglos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 22,34-40
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había hecho callar a los saduceos, y uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa, le preguntó: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
Jesús le dijo: —‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 de Agosto: SÁBADO – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Rut 2, 1-3.8-11; 4, 13-17 / Sal 127 / Mt 23, 1-12                                  Verde

6. Primera Lectura: Rut 2, 1-3.8-11; 4, 13-17
Lectura del libro de Rut
Noemí tenía un pariente por parte de su esposo Elimélec, que se llamaba Booz y era muy rico e influyente.
Un día Rut le dijo a Noemí: —Déjame que vaya al campo, a ver si algún segador me permite ir detrás de él recogiendo espigas.
—Ve, hija mía —le respondió su suegra.
Rut, pues, fue al campo y se puso a recoger las espigas que dejaban los segadores. Y tuvo la suerte de que aquel campo fuera de Booz, el pariente de Elimélec.
Entonces Booz le dijo a Rut: —Escucha, hija mía, no vayas a recoger espigas a ningún otro campo. Quédate aquí, con mis criadas, y luego síguelas a donde veas que los segadores están trabajando. Ya he dado órdenes a mis criados para que nadie te moleste. Cuando tengas sed, ve a donde están las vasijas del agua y toma de la que ellos sacan.
Rut se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le preguntó a Booz: —¿Por qué se ha fijado usted en mí y es tan amable conmigo, siendo yo una extranjera?
Booz respondió: —Sé muy bien todo lo que has hecho por tu suegra desde que murió tu marido, y también sé que dejaste a tus padres y a tu patria por venir a vivir con nosotros, que éramos gente desconocida para ti.
Así fue como Booz se casó con Rut. Y se unió a ella, y el Señor permitió que quedara embarazada y que tuviera un hijo.
Entonces las mujeres decían a Noemí: —¡Alabado sea el Señor, que te ha dado hoy un nieto para que cuide de ti! ¡Ojalá tu nieto sea famoso en Israel! Él te dará ánimos y te sostendrá en tu vejez, porque es el hijo de tu nuera, la que tanto te quiere y que vale para ti más que siete hijos.
Noemí tomó al niño en su regazo y se encargó de criarlo. Al verlo, las vecinas decían: —¡Le ha nacido un hijo a Noemí!
Y le pusieron por nombre Obed. Este fue el padre de Jesé y abuelo de David. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Sal 127
R. ¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión!
Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. R.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. R.
¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión! ¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida! ¡Que llegues a ver a tus nietos! ¡Que haya paz en Israel! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 23, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: “Los maestros de la ley y los fariseos enseñan con la autoridad que viene de Moisés. Por lo tanto, obedézcanlos ustedes y hagan todo lo que les digan; pero no sigan su ejemplo, porque ellos dicen una cosa y hacen otra. Atan cargas tan pesadas que es imposible soportarlas, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo. Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas tiras, y ponerse ropas con grandes borlas. Quieren tener los mejores lugares en las comidas y los asientos de honor en las sinagogas, y desean que la gente los salude con todo respeto en la calle y que los llame maestros.
“Pero ustedes no deben pretender que la gente los llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solamente un Maestro. Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. Ni deben pretender que los llamen guías, porque Cristo es su único Guía. El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 de Agosto: DOMINGO – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 22, 19-23 / Sal 137 / Rm 11, 33-36 / Mt 16, 13-20                           Verde

5. Oración Colecta
+ Dios nuestro, Tú que puedes darnos un mismo querer y un mismo sentir, concédenos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, podamos encontrar la felicidad verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

6. Primera Lectura: Is 22, 19-23
Lectura del libro del Profeta Isaías
Esto dice el Señor al mayordomo del palacio: “Yo te quitaré de tu puesto, te retiraré de tu oficio. En ese día llamaré a mi siervo, a Eliaquim, hijo de Hilquías; lo vestiré con tu túnica, le pondré tu cinturón de honor y le daré tu autoridad. Será como un padre para los habitantes de Jerusalén y para el pueblo de Judá. En sus hombros le pondré la llave de la casa de David; nadie podrá cerrar lo que él abra ni abrir lo que él cierre. Él será como un trono de honor para la familia de su padre. Yo haré que quede firme en su lugar, como si fuera un clavo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Señor, tu amor perdura eternamente.
Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde, y de lejos reconoce al orgulloso. Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! R.

8. Segunda Lectura: Rm 11, 33-36
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones, ni llegar a comprender sus caminos. Pues “¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá darle consejos? ¿Quién le ha dado algo antes, para que él tenga que devolvérselo?” Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 13-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: — ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? 
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+  Pidamos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración, implorando: Te lo pedimos Señor, óyenos.
- Para que el Señor se acuerde de todos los que anuncian la palabra de Dios; bendiga a los ministros y servidores y a todos los fieles, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra lluvias oportunas y buenas cosechas, dé acierto a los que enseñan, docilidad y constancia a los que estudian y otorgue a todos aquello que necesitan en cada momento, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores el arrepentimiento, les conceda el perdón y la enmienda de su vida, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor conceda sus dones a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos los que recordamos, roguemos al Señor. R.
+ Señor Dios, que por medio de Cristo, el Verbo eterno, nos has hecho descubrir tu amor, escucha nuestras oraciones e ilumina a tus fieles con la luz del Espíritu Santo, para que nada nos aleje de Cristo, el único que tiene palabras de vida eterna, y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Completa, Señor, en nosotros la obra redentora de tu amor y danos la fortaleza y generosidad necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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22 de Agosto: LUNES – SANTA MARÍA, REINA

Zac 2,10-13 / Lc 1,46-49 / Jn 2,1-11                                                         Blanco

6. Primera Lectura: Zac 2, 10-13
Lectura del libro del Profeta Zacarías
El Señor afirma: “¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!” Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.” Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Lucas 1
R. Mi alma alaba la grandeza del Señor
“Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. R.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichos. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 2, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:-Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.
Ella dijo a los que estaban sirviendo: —Hagan todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes: —Llenen de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo: —Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo: —Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloriaati,Señor Jesús.


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23 de Agosto: MARTES – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Tes 2, 1-8 / Sal 138 / Mt 23, 23-26                                                         Verde

6. Primera Lectura: 1 Tes 2, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Ustedes mismos, hermanos, saben que nuestra visita a ustedes no fue en vano. Más bien, aunque, como ya saben, antes habíamos sido insultados y maltratados en Filipos, Dios nos ayudó a anunciarles a ustedes su evangelio, con todo valor y en medio de una fuerte lucha. Porque no estábamos equivocados en lo que predicábamos, ni tampoco hablábamos con malas intenciones ni con el propósito de engañar a nadie. Al contrario, Dios nos aprobó y nos encargó el evangelio, y así es como hablamos. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros corazones. Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto. Nunca hemos buscado honores de nadie: ni de ustedes ni de otros. Aunque muy bien hubiéramos podido hacerles sentir el peso de nuestra autoridad como apóstoles de Cristo, nos hicimos como niños entre ustedes. Como una madre que cría y cuida a sus propios hijos, así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
- Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! R.
- Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la conoces. Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí. Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance; ¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 23, 23-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo: ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Agosto: MIÉRCOLES – SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL

Ap 21, 9b-14 / Sal 144 / Jn 1, 45-51                                                              Rojo

6. Primera Lectura: Ap 21, 9b-14
Lectura del libro del Apocalipsis
El ángel me dijo: “Ven, que te voy a enseñar a la novia, la esposa del Cordero.” Y en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo era como el de una piedra preciosa, como un diamante, transparente como el cristal. Alrededor de la ciudad había una muralla grande y alta, que tenía doce puertas, y en cada puerta había un ángel; en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. La muralla de la ciudad tenía doce piedras por base, en las que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Señor, que todos tus fieles te bendigan.
- ¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
- ¡Que se haga saber a los hombres tu poder y el gran esplendor de tu reino! Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. R.
- El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 45-51
† Lectura del Evangelio según san Juan
Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en los libros de la ley, y de quien también escribieron los profetas. Es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret.
Dijo Natanael: —¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno?
Felipe le contestó: —Ven y compruébalo.
Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo: —Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Natanael le preguntó: —¿Cómo es que me conoces?
Jesús le respondió: —Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.
Natanael le dijo: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!
Jesús le contestó: —¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.
También dijo Jesús: —Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 de Agosto: JUEVES – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Tes 3, 7-13 / Sal 89 / Mt 24, 42-51                                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Tes 3, 7-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: Realicen su trabajo de buena gana, como un servicio al Señor y no a los hombres. Pues deben saber que cada uno, sea esclavo o libre, recibirá del Señor según lo que haya hecho de bueno.
Y ustedes, amos, pórtense del mismo modo con sus siervos, sin amenazas. Recuerden que tanto ustedes como ellos están sujetos al Señor que está en el cielo, y que él no hace discriminaciones. Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea. Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, llénanos de tu amor.
- Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
- Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
- Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 24, 42-51
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Manténganse ustedes despiertos, porque no saben qué día va a venir su Señor. Pero sepan esto, que si el dueño de una casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Por eso, ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
“¿Quién es el criado fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. Les aseguro que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. Pero si ese criado es un malvado, y pensando que su amo va a tardar comienza a maltratar a los otros criados, y se junta con borrachos a comer y beber, el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los hipócritas. Entonces vendrán el llanto y la desesperación. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Agosto: VIERNES – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Tes 4, 1-8 / Sal 96 / Mt 25, 1-13                                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Tes 4, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Ahora, hermanos, les rogamos y encargamos esto en el nombre del Señor Jesús: que sigan ustedes progresando cada día más en la manera de comportarse que aprendieron de nosotros para agradar a Dios, como ya lo están haciendo.
Ustedes conocen las instrucciones que les dimos por la autoridad del Señor Jesús. Lo que Dios quiere es que ustedes lleven una vida santa, que nadie cometa inmoralidades sexuales y que cada uno sepa dominar su propio cuerpo en forma santa y respetuosa, no con pasión y malos deseos como las gentes que no conocen a Dios. Que nadie abuse ni engañe en este asunto a su prójimo, porque el Señor castiga duramente todo esto, como ya les hemos advertido. Pues Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad. Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96
R. Alegrémonos con el Señor.
- ¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! La justicia y el derecho sostienen su trono R.
- Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
- El Señor ama a los que odian el mal; protege la vida de los que le son fieles; los libra de caer en manos de malvados. R.
- La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. ¡Alégrense en el Señor, hombres buenos y alaben su santo nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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27 de Agosto: SÁBADO – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Tes 4,9-11 / Sal 97 / Mt 25,14-30                                                          Verde

6. Primera Lectura: 1Tes 4,9-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: En cuanto al amor entre hermanos, no tienen necesidad de que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros. Pues así hacen ustedes con todos los hermanos que viven en toda Macedonia. Pero les rogamos, hermanos, que su amor aumente todavía más. Procuren vivir tranquilos y ocupados en sus propios asuntos, trabajando con sus manos como les hemos encargado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Canten al Señor una canción nueva!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
Que brame el mar y todo lo que contiene, el mundo y sus habitantes; que aplaudan los ríos; que se unan las montañas en gritos de alegría. R.
Delante del Señor, que viene a gobernar la tierra. Él gobernará a los pueblos del mundo con rectitud e igualdad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,14-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
“Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: ‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.’ El jefe le contestó: ‘Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 de Agosto: DOMINGO – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jr 20, 7-9 / Sal 62 / Rm 12,1-2/ Mt 16, 21-27                                             Verde

5. Oración Colecta
+ Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, ilumínanos con tu amor y acércanos más a Ti, a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Jr 20, 7-9
Lectura del libro del profeta Jeremías
Señor, tú me engañaste, y yo me dejé engañar; eras más fuerte, y me venciste. A todas horas soy motivo de risa; todos se burlan de mí. Siempre que hablo es para anunciar violencia y destrucción; continuamente me insultan y me hacen burla porque anuncio tu palabra.
Si digo: “No pensaré más en el Señor, no volveré a hablar en su nombre”, entonces tu palabra en mi interior se convierte en un fuego que devora, que me cala hasta los huesos. Trato de contenerla, pero no puedo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré. R.
Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
Pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta. R.

8. Segunda Lectura: Rm 12,1-2
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos  
Hermanos míos: Les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 21-27
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo:—¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.
Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles,y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo.
A cada petición responderemos: Escúchanos, Padre.
- Oremos por la Iglesia santa, católica y apostólica, para que el Señor la haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor. R.
- Oremos por los pecadores, por los encarcelados, por los enfermos y por los que están lejos de sus hogares, para que el Señor los proteja, los libre, les devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor. R.
- Oremos por los difuntos, para que Dios, en su bondad, los tenga en su gloria con el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al Señor. R.
- Pidamos también por nuestra comunidad, para que el Señor perdone las culpas de los que vamos a participar de sus sacramentos, otorgue sus bendiciones a los que ejercen los diversos ministerios y dé la salvación a todos aquellos por los que oramos. R.
+ Mira, Señor, a tu familia, reunida el domingo para celebrar la resurrección de tu Hijo, y escucha con benevolencia sus súplicas; no permitas que te honremos solo con los labios, mientras nuestro corazón está lejos de Ti, ni que, dejando a un lado tu voluntad, nos aferremos a la tradición de los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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29 de Agosto: LUNES – MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA

Jer 1, 17-19 / Sal 70 / Mc 6, 17-29                                                              Rojo

6. Primera Lectura: Jer 1, 17-19
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor me dijo: “Y tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque de otra manera yo te haré temblar delante de ellos.
“Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán porque yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Mi boca contará tu auxilio.
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Líbrame, ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme, y sálvame. R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti. ¡Tú me hiciste nacer! R.
Todo el día anunciaré con mis labios que tú nos has salvado y nos has hecho justicia. Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud, y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 17-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.”
Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré.
Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba. Ella salió, y le preguntó a su madre: — ¿Qué pediré?
Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.
La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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30 de Agosto: MARTES – SANTA ROSA DE LIMA

1 Tes 5, 1-6.9-11 / Sal 26 / Lc 4, 31-37                                                   Blanco

6. Primera Lectura: 1 Tes 5, 1-6.9-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no necesitan que les escribamos. Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como un ladrón que llega de noche. Cuando la gente diga: “Todo está en paz y tranquilo”, entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está encinta; y no podrán escapar. Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el día del regreso del Señor los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad; por eso no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio. Porque Dios no nos destinó a recibir el castigo, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Jesucristo murió por nosotros, para que, ya sea que sigamos despiertos o que nos durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él. Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
- El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
- Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
- Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Lc 4, 31-37
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús fue a Cafarnaúm, un pueblo de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Y la gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque hablaba con plena autoridad.
En la sinagoga había un hombre que tenía un demonio o espíritu impuro, el cual gritó con fuerza: -¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.
Jesús reprendió a aquel demonio, diciéndole: —¡Cállate y deja a este hombre!
Entonces el demonio arrojó al hombre al suelo delante de todos, y salió de él sin hacerle ningún daño. Todos se asustaron, y se decían unos a otros:
— ¿Qué palabras son estas? Con toda autoridad y poder este hombre ordena a los espíritus impuros que salgan, ¡y ellos salen! Y se hablaba de Jesús por todos los lugares de la región. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 de Agosto: MIÉRCOLES – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Col 1, 1-8 / Sal 51 / Lc 4, 38-44                                                                  Verde

6. Primera Lectura: Col 1, 1-8
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, junto con el hermano Timoteo, saluda a los del pueblo santo que están en Colosas, fieles hermanos en Cristo. Que Dios nuestro Padre derrame su gracia y su paz sobre ustedes. Siempre que oramos por ustedes damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen a todo el pueblo santo, animados por la esperanza de lo que a ustedes se les ha reservado en el cielo. De esto ya oyeron hablar al escuchar el mensaje de la verdad contenido en el evangelio que llegó hasta ustedes. Este mensaje está creciendo y dando fruto en todas partes del mundo, igual que ha sucedido entre ustedes desde que oyeron hablar de la bondad de Dios y reconocieron su verdad. Esto les enseñó nuestro querido Epafras, quien ha trabajado con nosotros y en quien ustedes tienen un fiel servidor de Cristo. Él nos ha traído noticias de ustedes y del amor que el Espíritu les inspira. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 51
R. Confío para siempre en el amor de Dios.
- Yo soy como un olivo verde en el templo de Dios; ¡siempre confiaré en su amor! R.
- Oh Dios, siempre te daré gracias por lo que has hecho; esperaré en ti delante de tus fieles, porque eres bueno. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 38-44
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con mucha fiebre, y rogaron por ella a Jesús. Jesús se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre se le quitó. Al momento, ella se levantó y comenzó a atenderlos.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diferentes enfermedades los llevaron a Jesús; y él puso las manos sobre cada uno de ellos, y los sanó. De muchos enfermos también salieron demonios, que gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Al amanecer, Jesús salió fuera de la ciudad, a un lugar solitario. Pero la gente lo buscó, y llegaron a donde él estaba. Querían detenerlo, para que no se fuera, pero Jesús les dijo: —También tengo que anunciar la buena noticia del reino de Dios a los otros pueblos, porque para esto fui enviado.
Así iba Jesús anunciando el mensaje en las sinagogas del país de los judíos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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