LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE JUNIO 2011

 

Junio 2011

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1 de Junio: MIÉRCOLES – 6ª Semana de Pascua


Hch 17, 15.22-18,1 / Sal 148 / Jn 16, 12-15                                     Blanco

6. Primera Lectura: Hch 17, 15.22-18,1
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los que acompañaban a Pablo fueron con él hasta la ciudad de Atenas. Luego volvieron con instrucciones para que Silas y Timoteo se le reunieran lo más pronto posible.
 Pablo se levantó en medio de ellos en el Areópago, y dijo: “Atenienses, por todo lo que veo, ustedes son gente muy religiosa. Pues al mirar los lugares donde ustedes celebran sus cultos, he encontrado un altar que tiene escritas estas palabras: ‘A un Dios no conocido’. Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles.
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por los hombres, ni necesita que nadie haga nada por él, pues él es quien nos da a todos la vida, el aire y las demás cosas.
“De un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir, para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarlo, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también algunos de los poetas de ustedes dijeron: ‘Somos descendientes de Dios.’ Siendo, pues, descendientes de Dios, no debemos pensar que Dios sea como las imágenes de oro, plata o piedra que los hombres hacen según su propia imaginación. Dios pasó por alto en otros tiempos la ignorancia de la gente, pero ahora ordena a todos, en todas partes, que se vuelvan a él. Porque Dios ha fijado un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por medio de un hombre que él ha escogido;  y de ello dio pruebas a todos cuando lo resucitó.”
Al oír eso de la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: —Ya te oiremos hablar de esto en otra ocasión.
Entonces Pablo los dejó. Pero algunos lo siguieron y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, que era uno de los miembros del Areópago, y también una mujer llamada Dámaris, y otros más. Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 148
R. El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo! R.
¡Los reyes del mundo y todos los pueblos! ¡Todos los jefes y gobernantes del mundo! ¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos! ¡Alaben todos, el nombre del Señor, pues solo su nombre es altísimo! R.
¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra! ¡Él ha dado poder a su pueblo! R.
¡Alabanza de todos sus fieles, de los israelitas, su pueblo cercano! ¡Aleluya! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 16, 12-15
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Tengo mucho más que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes. Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 de Junio: JUEVES – 6ª Semana de Pascua

Hch 18,1-8 / Sal 97 / Jn 16,16-20                                                       Blanco

6. Primera Lectura:Hch 18,1-8
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Allí se encontró con un judío llamado Áquila, que era de la región del Ponto. Poco antes, Áquila y su esposa Priscila habían llegado de Italia, de donde tuvieron que salir porque el emperador Claudio había ordenado que todos los judíos salieran de Roma. Pablo fue a visitarlos y, como tenía el mismo oficio que ellos, que era hacer tiendas de campaña, se quedó con ellos para trabajar juntos. Y cada sábado Pablo iba a la sinagoga, donde hablaba y trataba de convencer tanto a los judíos como a los no judíos.
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó por completo a anunciar el mensaje y a probar a los judíos que Jesús era el Mesías. Pero ellos comenzaron a ponerse en contra suya y a insultarlo; así que Pablo sacudió su ropa en señal de protesta, y les dijo: —De ustedes será la culpa de su propia perdición; yo no me hago responsable. De hoy en adelante me iré a los que no son judíos.
Salió de la sinagoga y se fue a casa de un hombre llamado Ticio Justo, que adoraba a Dios y que vivía al lado de la sinagoga. Y Crispo, el jefe de la sinagoga, con toda su familia, creyó en el Señor. Y también muchos de los de Corinto, al oír el mensaje, creyeron y fueron bautizados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡El Señor salva a las naciones!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría,  habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 16,16-20
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Dentro de poco, ustedes ya no me verán, pero un poco más tarde me volverán a ver.” 
Entonces algunos de sus discípulos se preguntaron unos a otros: — ¿Qué quiere decir con esto? Nos dice que dentro de poco ya no lo veremos, y que un poco más tarde lo volveremos a ver, y que es porque se va a donde está el Padre. ¿Qué quiere decir con eso de ‘dentro de poco’? No entendemos de qué está hablando.
Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas, y les dijo: —Yo les he dicho que dentro de poco ya no me verán, y que un poco más tarde me volverán a ver. ¿Es esto lo que se están preguntando ustedes? Les aseguro que ustedes llorarán y estarán tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en alegría. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 de Junio: VIERNES – 6ª Semana de Pascua

Hch 18, 9-18 / Sal 46 / Jn 16, 20-23a                                                      Blanco

6. Primera Lectura: Hch 18, 9-18
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Una noche, estando en Corinto, el Señor le dijo a Pablo en una visión: “No tengas miedo; sigue anunciando el mensaje y no calles. Porque yo estoy contigo y nadie te puede tocar para hacerte daño, pues mi pueblo es muy grande en esta ciudad.” Así que Pablo se quedó un año y medio en Corinto, enseñando entre ellos el mensaje de Dios.
Pero en los días en que Galión era gobernador de Acaya, los judíos se juntaron contra Pablo; lo llevaron al tribunal y dijeron al gobernador: —Este hombre anda convenciendo a la gente de que deben adorar a Dios en una forma que va contra la ley.
Pablo ya iba a hablar, cuando Galión dijo a los judíos: —Si se tratara de algún delito o algún crimen grave, yo, naturalmente, me tomaría la molestia de oírlos a ustedes los judíos; pero como se trata de palabras, de nombres y de la ley de ustedes, arréglenlo ustedes mismos, porque yo no quiero meterme en esos asuntos. Y los echó del tribunal. Entonces agarraron todos a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon allí mismo, delante del tribunal. Pero a Galión no le importaba nada de esto.
Pablo se quedó todavía muchos días en Corinto. Después se despidió de los hermanos y, junto con Priscila y Áquila, se embarcó para la región de Siria. En Cencreas, antes de embarcarse, se rapó la cabeza, para cumplir una promesa que había hecho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 46
R. Dios es el rey del mundo.
¡Aplaudan, pueblos todos! ¡Aclamen a Dios con gritos de alegría! Porque el Señor, el Altísimo, es terrible; es el gran Rey de toda la tierra. R.
¡Canten un poema a Dios, porque él es el Rey de toda la tierra! ¡Dios es el Rey de las naciones! ¡Dios está sentado en su santo trono! R.
Los hombres importantes de las naciones se unen al pueblo del Dios de Abraham, pues de Dios son los poderes del mundo. ¡Él está por encima de todo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 16, 20-23a
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que ustedes llorarán y estarán tristes, mientras que la gente del mundo se alegrará. Sin embargo, aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, se aflige porque le ha llegado la hora; pero después que nace la criatura, se olvida del dolor a causa de la alegría de que haya nacido un hombre en el mundo. Así también, ustedes se afligen ahora; pero yo volveré a verlos, y entonces su corazón se llenará de alegría, una alegría que nadie les podrá quitar.
“En aquel día ya no me preguntarán nada. Les aseguro que el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Hasta ahora, ustedes no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría sea completa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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4 de Junio: SÁBADO – 6ª Semana de Pascua

Hch 18, 23-28 / Sal 46 / Jn 16,23b-28                                               Blanco

6. Primera Lectura: Hch 18, 23-28
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Al cabo de algún tiempo, Pablo salió de nuevo a recorrer uno por uno los lugares de Galacia y Frigia, animando a todos los creyentes.
Por aquel tiempo llegó a Éfeso un judío llamado Apolo, que era de la ciudad de Alejandría. Era muy elocuente y conocía muy bien las Escrituras. Estaba instruido en el camino del Señor, y hablaba con mucho entusiasmo enseñando con claridad acerca de Jesús, aunque solo conocía el bautismo de Juan. Apolo se puso a hablar abiertamente en la sinagoga; pero cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo llevaron aparte y le explicaron más exactamente el camino de Dios. Cuando Apolo quiso pasar a la región de Acaya, los hermanos le dieron su apoyo, y escribieron una carta a los creyentes de allá para que lo recibieran bien. Cuando llegó a Acaya, ayudó mucho a los que, por la bondad de Dios, habían creído, pues delante de todos contradecía a los judíos con razones que ellos no podían negar, y basándose en las Escrituras demostraba que Jesús era el Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 46
R. Dios es el Señor del universo.
¡Aplaudan, pueblos todos! ¡Aclamen a Dios con gritos de alegría! Porque el Señor, el Altísimo, es terrible; es el gran Rey de toda la tierra. R.
¡Canten un poema a Dios, porque él es el Rey de toda la tierra! ¡Dios es el Rey de las naciones! ¡Dios está sentado en su santo trono! R.
Los hombres importantes de las naciones se unen al pueblo del Dios de Abraham, pues de Dios son los poderes del mundo. ¡Él está por encima de todo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 16,23b-28
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Hasta ahora, ustedes no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
“Les he dicho estas cosas poniéndoles comparaciones; pero viene la hora en que ya no les pondré más comparaciones, sino que les hablaré claramente acerca del Padre. Aquel día, ustedes le pedirán en mi nombre; y no digo que yo voy a rogar por ustedes al Padre, porque el Padre mismo los ama. Los ama porque ustedes me aman a mí, y porque han creído que yo he venido de Dios. Salí de la presencia del Padre para venir a este mundo, y ahora dejo el mundo para volver al Padre.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 de Junio: ASCENSIÓN DEL SEÑOR

Hch 1, 1-11 / Sal 46 / Ef 1,17-23 / Mt 28,16-20                                       Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios todopoderoso, llena nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa Ascensión de Jesucristo, tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria; pues a donde llegó él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros que somos miembros de su cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

6. Primera Lectura: Hch 1, 1-11
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En mi primer libro, excelentísimo Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús había hecho y enseñado desde el principio y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse, por medio del Espíritu Santo dio instrucciones a los apóstoles que había escogido respecto a lo que debían hacer. Y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios.
Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo:—Esperen a que se cumpla la promesa que mi Padre les hizo, de la cual yo les hablé. Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.
Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron:—Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel?
Jesús les contestó:—No les corresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.
Dicho esto, mientras ellos lo estaban mirando, Jesús fue levantado, y una nube lo envolvió y no lo volvieron a ver. Y mientras miraban fijamente al cielo, viendo cómo Jesús se alejaba, dos hombres vestidos de blanco se aparecieron junto a ellos y les dijeron:—Galileos, ¿por qué se han quedado mirando al cielo? Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 46
R. ¡El Señor ha subido a su trono, entre aclamaciones!
¡Aplaudan, pueblos todos! ¡Aclamen a Dios con gritos de alegría! Porque el Señor, el Altísimo, es terrible; es el gran Rey de toda la tierra. R.
¡Dios el Señor ha subido a su trono entre gritos de alegría y toques de trompeta! ¡Canten, canten himnos a Dios! ¡Canten, canten himnos a nuestro Rey! R.
¡Canten un poema a Dios, porque él es el Rey de toda la tierra! ¡Dios es el Rey de las naciones! ¡Dios está sentado en su santo trono! R.

8. Segunda Lectura: Ef 1,17-23
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente. Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe, tanto en este tiempo como en el venidero. Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 28,16-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los once discípulos se fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado. Y cuando vieron a Jesús, lo adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo:—Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos y hermanas, acudamos con confianza a Jesucristo, el Señor, que subió al cielo y allí vive cerca del Padre para orar por nosotros. Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia de Dios: que alcance la unidad que quiso para ella Cristo y, fiel a su misión, anuncie el Evangelio a toda criatura, roguemos al Señor. R.
Por todos los pueblos del universo: para que reconozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo, roguemos al Señor. R.
Por los enfermos: para que el Padre que glorificó el cuerpo de su Hijo, cure también los dolores de sus cuerpos, roguemos al Señor. R.
Por nuestra comunidad, para que reconozca la presencia del Reino y viva siempre en la unidad de la Iglesia, roguemos al Señor. R.
+ Señor Jesucristo, que subiste al cielo ante tus apóstoles; concédenos tu ayuda y, permanece con nosotros. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Dios todopoderoso, que ya desde este mundo nos haces participar de tu vida divina; aviva en nosotros el deseo de la patria eterna, donde nos aguarda Cristo, Hijo tuyo y hermano nuestro. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


PERIPLOS DEL O
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6 de Junio: LUNES – 7ª Semana de Pascua

Hch 19,1-8 / Sal 67/ Jn 16,29-33                                                        Blanco

6. Primera Lectura: Hch 19,1-8
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo cruzó la región montañosa y llegó a Éfeso, donde encontró a varios creyentes. Les preguntó: — ¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando se hicieron creyentes?
Ellos le contestaron: —Ni siquiera habíamos oído hablar del Espíritu Santo.
Pablo les preguntó: —Pues ¿qué bautismo recibieron ustedes?
Y ellos respondieron: —El bautismo de Juan.
Pablo les dijo: —Sí, Juan bautizaba a los que se volvían a Dios, pero les decía que creyeran en el que vendría después de él, es decir, en Jesús.
Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús; y cuando Pablo les impuso las manos, también vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas extrañas, y comunicaban mensajes proféticos. Eran entre todos unos doce hombres.
Durante tres meses, Pablo estuvo yendo a la sinagoga, donde anunciaba el mensaje sin ningún temor, y hablaba y trataba de convencer a la gente acerca del reino de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 67
R. Todos los pueblos, alaben al Señor.
Cuando Dios entra en acción, sus enemigos se dispersan; los que le odian huyen de su presencia; desaparecen como el humo en el aire, se derriten como la cera en el fuego; ¡ante Dios están perdidos los malvados! R.
Pero los buenos se alegran; ante Dios se llenan de gozo, ¡saltan de alegría! Canten ustedes a Dios, canten himnos a su nombre; alaben al que cabalga sobre las nubes. ¡Alégrense en su presencia! R.
Dios, que habita en su santo templo, es padre de los huérfanos y defensor de las viudas; Dios da a los solitarios un hogar donde vivir, libera a los prisioneros y les da prosperidad R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 16,29-33
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, los discípulos le dijeron a Jesús: —Ahora sí estás hablando claramente, sin usar comparaciones. Ahora vemos que sabes todas las cosas y que no hay necesidad de que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que has venido de Dios.
Jesús les contestó: — ¿Así que ahora creen? Pues ya llega la hora, y es ahora mismo, cuando ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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7 de Junio: MARTES – 7ª Semana de Pascua

Hch 20, 17-27 / Sal 67 / Jn 17, 1-11a.                                                     Blanco

6. Primera Lectura: Hch 20, 17-27
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Estando en Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Éfeso. Cuando llegaron les dijo: “Ustedes saben cómo me he portado desde el primer día que vine a la provincia de Asia. Todo el tiempo he estado entre ustedes sirviendo al Señor con toda humildad, con muchas lágrimas y en medio de muchas pruebas que me vinieron por lo que me querían hacer los judíos. Pero no dejé de anunciarles a ustedes nada de lo que era para su bien, enseñándoles públicamente y en sus casas. A judíos y a no judíos les he dicho que se vuelvan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora voy a Jerusalén, obligado por el Espíritu, sin saber lo que allí me espera. Lo único que sé es que, en todas las ciudades a donde voy, el Espíritu Santo me dice que me esperan la cárcel y muchos sufrimientos. Para mí, sin embargo, mi propia vida no cuenta, con tal de que yo pueda correr con gozo hasta el fin de la carrera y cumplir el encargo que el Señor Jesús me dio de anunciar la buena noticia del amor de Dios.
“Y ahora estoy seguro de que ninguno de ustedes, entre quienes he anunciado el reino de Dios, me volverá a ver. Por esto quiero decirles hoy que no me siento culpable respecto de ninguno, porque les he anunciado todo el plan de Dios, sin ocultarles nada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 67
R. Todos los pueblos, alaben al Señor.
Oh Dios, tú hiciste llover en abundancia; tu pueblo estaba agotado, y tú le diste fuerza. Tu pueblo se estableció allí y tú, oh Dios, por tu bondad, le diste al pobre lo necesario. R.
¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día lleva nuestras cargas! Nuestro Dios es un Dios que salva y que puede librarnos de la muerte. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 17, 1-11a.
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús miró al cielo y dijo: “Padre, la hora  ha llegado: glorifica  a tu Hijo, para que también él te glorifique a ti. Pues tú has dado a tu Hijo autoridad sobre todo hombre, para dar vida eterna a todos los que le diste. Y la vida eterna consiste en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.
“Yo te he glorificado aquí en el mundo, pues he terminado la obra que tú me confiaste. Ahora, pues, Padre, dame en tu presencia la misma gloria que yo tenía contigo desde antes que existiera el mundo. 
“A los que escogiste del mundo para dármelos, les he hecho saber quién eres. Eran tuyos, y tú me los diste, y han hecho caso de tu palabra. Ahora saben que todo lo que me diste viene de ti; pues les he dado el mensaje que me diste, y ellos lo han aceptado. Se han dado cuenta de que en verdad he venido de ti, y han creído que tú me enviaste.
“Yo te ruego por ellos; no ruego por los que son del mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío; y mi gloria se hace visible en ellos.
“Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Junio: MIÉRCOLES – 7ª Semana de Pascua

Hch 20, 28-38 / Sal 67 / Jn 17, 11b-19                                                   Blanco

6. Primera Lectura: Hch 20, 28-38
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo a los principales de la iglesia de Éfeso: “Estén atentos y cuiden de toda la congregación, en la cual el Espíritu Santo los ha puesto como pastores para que cuiden de la iglesia de Dios, que él compró con su propia sangre. Sé que cuando yo me vaya vendrán otros que, como lobos feroces, querrán acabar con la iglesia. Aun entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los creyentes los sigan. Estén alerta; acuérdense de que durante tres años, de día y de noche, no dejé de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.
“Ahora, hermanos, los encomiendo a Dios y al mensaje de su amor. Él tiene poder para hacerlos crecer espiritualmente y darles todo lo que ha prometido a su pueblo santo. No he querido para mí mismo ni el dinero ni la ropa de nadie; al contrario, bien saben ustedes que trabajé con mis propias manos para conseguir lo necesario para mí y para los que estaban conmigo. Siempre les he enseñado que así se debe trabajar y ayudar a los que están en necesidad, recordando aquellas palabras del Señor Jesús: ‘Hay más dicha en dar que en recibir.’ ”
Después de decir esto, Pablo se puso de rodillas y oró con todos ellos. Todos lloraron, y abrazaron y besaron a Pablo. Y estaban muy tristes, porque les había dicho que no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 67
R. Todos los pueblos, alaben al Señor.
Dios mío, demuestra tu poder; ¡reafirma lo que has hecho por nosotros! Desde tu alto templo, en Jerusalén, adonde los reyes te traen regalos. R.
¡Canten a Dios, reinos de la tierra, canten himnos al Señor, al que cabalga en los cielos, en los cielos eternos! Escuchen cómo resuena su voz, su voz poderosa. Reconozcan el poder de Dios. R.
Su majestad se extiende sobre Israel, su poder alcanza el cielo azul. Maravilloso es Dios en su santuario; el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 17, 11b-19
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Cuando yo estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura.
“Ahora voy a donde tú estás; pero digo estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo. Yo les he comunicado tu palabra, pero el mundo los odia porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, ellos tampoco son del mundo. Conságralos a ti mismo por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. Como me enviaste a mí entre los que son del mundo, también yo los envío a ellos entre los que son del mundo. Y por causa de ellos me consagro a mí mismo,  para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 de Junio: JUEVES – 7ª Semana de Pascua

Hch 22, 30; 23, 6-11 / Sal 15 / Jn 17, 20-26                                           Blanco

6. Primera Lectura: Hch 22, 30; 23, 6-11
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, el comandante, queriendo saber con exactitud de qué acusaban los judíos a Pablo, le quitó las cadenas y mandó reunir a los jefes de los sacerdotes y a toda la Junta Suprema. Luego sacó a Pablo y lo puso delante de ellos.
 Pablo, dándose cuenta de que algunos de la Junta eran del partido saduceo y otros del partido fariseo, dijo en voz alta: —Hermanos, yo soy fariseo, de familia de fariseos; y se me está juzgando porque espero la resurrección de los muertos.
En cuanto Pablo dijo esto, los fariseos y los saduceos comenzaron a discutir entre sí, y se dividió la reunión. Porque los saduceos dicen que los muertos no resucitan, y que no hay ángeles ni espíritus; en cambio, los fariseos creen en todas estas cosas. Todos gritaban; y algunos maestros de la ley, que eran del partido fariseo, se levantaron y dijeron: —Este hombre no ha hecho nada malo; tal vez le ha hablado un espíritu o un ángel.
Como el alboroto era cada vez mayor, el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo, por lo cual mandó llamar a unos soldados para sacarlo de allí y llevarlo otra vez al cuartel.
A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: “Ánimo, Pablo, porque así como has dado testimonio de mí aquí en Jerusalén, así tendrás que darlo también en Roma.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 15
R. ¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección!
¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección! Yo te he dicho: Tú, Señor, eres mi todo; tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos. R.
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches. Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. R.
Por eso, dentro de mí, mi corazón está lleno de alegría. Todo mi ser vivirá confiadamente, pues no me dejarás en el sepulcro, ¡no abandonarás en la fosa a tu amigo fiel! R.
Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 17, 20-26
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús dijo: “No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí.
“Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo  donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Junio: VIERNES – 7ª Semana de Pascua

Hch 25, 13-21 / Sal 102 / Jn 21, 15-19                                                    Blanco

6. Primera Lectura: Hch 25, 13-21
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, el rey Agripa y Berenice fueron a Cesarea a saludar a Festo. Como estuvieron allí varios días, Festo contó al rey el caso de Pablo. Le dijo: —Hay aquí un hombre que Félix dejó preso. Cuando estuve en Jerusalén, los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos me presentaron una demanda contra él, pidiéndome que lo condenara. Yo les contesté que la autoridad romana no acostumbra condenar a muerte a nadie sin que antes el acusado pueda verse cara a cara con los que lo acusan, para defenderse de la acusación. Por eso, cuando ellos vinieron acá, no perdí tiempo, sino que al día siguiente ocupé mi asiento en el tribunal y mandé traer al hombre. Pero los que se presentaron para acusarlo no alegaron en contra suya ninguno de los delitos que yo había pensado. Lo único que decían contra él eran cosas de su religión, y de un tal Jesús que murió y que Pablo dice que está vivo. Como yo no sabía qué hacer en este asunto, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para ser juzgado de esas cosas. Pero él ha pedido que lo juzgue Su Majestad el emperador, así que he ordenado que siga preso hasta que yo pueda mandárselo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor ha puesto su trono en el cielo.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. R.
El Señor ha puesto su trono en el cielo, y su reino domina sobre todo. ¡Bendigan al Señor, ángeles poderosos! Ustedes, que cumplen sus órdenes. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 21, 15-19
† Lectura del Evangelio según san Juan
Habiéndose aparecido a sus discípulos, terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis corderos.
Volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro le contestó: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.
Por tercera vez le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó: —Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir.
Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo: — ¡Sígueme! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Junio: SÁBADO – Misa Matutina: SAN BERNABÉ, APÓSTOL

Hch 11, 21b-26; 13, 1-3 / Sal 97/ Mt 10, 7-13                                       Rojo

6. Primera Lectura: Hch 11, 21b-26. 13,1-3
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días muchos dejaron sus antiguas creencias y creyeron en el Señor.
Los de la iglesia de Jerusalén, al conocer esta noticia, mandaron a Bernabé a Antioquia. Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Les aconsejó a todos que con corazón firme siguieran fieles al Señor.
Porque Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y así mucha gente se unió al Señor.
Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquia. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquia donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos.
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes, el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: “Sepárenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual los he llamado.”
Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. El Señor revela a las naciones su justicia.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.
Canten himnos al Señor al son del arpa, al son de los instrumentos de cuerda. Canten con alegría ante el Señor, el Rey, al son de los instrumentos de viento. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 7-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los apóstoles: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
“No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento.
“Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Junio: SÁBADO – Vigilia de Pentecostés - 12 de Junio: DOMINGO DE PENTECOSTÉS

11 de Junio: SÁBADO – Vigilia de Pentecostés
pentecostes010Gn 11,1-9 / Sal 103 / Rm 8,22-27 / Jn 7,37-39                                           Rojo

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios misericordioso que has querido que celebráramos el misterio pascual durante cincuenta días, renueva entre nosotros el prodigio de Pentecostés, para que los pueblos divididos por el odio y el pecado, se reúnan por medio de tu Espíritu y confiesen tu nombre en la diversidad de sus lenguas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Gn 11,1-9
Lectura del libro del Génesis
En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinary allí se quedaron a vivir. Un día se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego.” Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Después dijeron: “Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.”
Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: “Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos.”
Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 103
R. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra.
¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! ¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; te has envuelto en un manto de luz. R.
¡Cuántas cosas has hecho, Señor! Todas las hiciste con sabiduría; ¡la tierra está llena de todo lo que has creado! grandes y pequeños. R.
Todos ellos esperan de ti que les des su comida a su tiempo. Tú les das, y ellos recogen; abres la mano, y se llenan de lo mejor. R.
Si les quitas el aliento, mueren y vuelven a ser polvo. Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra. R.

8. Segunda Lectura: Rom 8,22-27
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. Y no solo ella sufre, sino también nosotros, que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos. Con esa esperanza hemos sido salvados. Solo que esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues, ¿quién espera lo que ya está viendo? Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo sufriendo con firmeza.
De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 7,37-39
† Lectura del Evangelio según san Juan
El último día de la fiesta era el más importante. Aquél día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte:—Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.
Con esto, Jesús quería decir que los que creyeran en él recibirían el Espíritu; y es que el Espíritu todavía no estaba, porque Jesús aún no había sido glorificado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos a Dios Padre, que por la muerte y resurrección de Cristo, nos ha dado el Espíritu Santo y a cada petición, responderemos diciendo: R. Envíanos, Señor, tu Espíritu Santo.
Por la Iglesia, para que impulsada por el Espíritu Santo, ilumine a todos con la luz y el amor del Evangelio, roguemos al Señor. R.
Por todos los pueblos, para que el Espíritu Santo abra sus corazones al Evangelio, y los guíe hasta la verdad plena, roguemos al Señor. R.
Por el mundo, para que el Espíritu Santo, promueva la esperanza de un futuro mejor y reconozca la presencia de Jesucristo, roguemos al Señor. R.
Por nosotros, aquí reunidos; para que iluminados y fortalecidos por el Espíritu Santo, demos testimonio de nuestra fe, roguemos al Señor. R.
+ Dios padre, nuestro; escucha la oración de tu Iglesia, y concédenos lo que el mismo Espíritu nos sugiere pedirte.Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Dios eterno y todopoderoso, haz brillar sobre nosotros tu salvación y concédenos que Cristo, luz de luz, encienda los corazones de quienes hemos renacido a una nueva vida, con el fuego del Espíritu Santo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
12 de Junio: DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Hch 2, 1-11 / Sal 103 / 1 Cor 12, 3b-7.12-13 / Jn 20, 19-23                      Rojo

pentecostes0205. Oración Colecta
+ Oremos: Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones; concede al mundo entero los dones de tu Espíritu Santo y continúa realizando hoy, en el corazón de tus fieles, la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Hch 2, 1-11
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. De repente, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban. Y se les aparecieron lenguas como de fuegoque se repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una. Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que hablaran.
Vivían en Jerusalén judíos cumplidores de sus deberes religiosos, que habían venido de todas partes del mundo. La gente se reunió al oír aquel ruido, y no sabía qué pensar, porque cada uno oía a los creyentes hablar en su propia lengua. Eran tales su sorpresa y su asombro, que decían:–¿Acaso no son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestras propias lenguas? Aquí hay gente de Partia, de Media, de Elam, de Mesopotamia, de Judea, de Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene. Hay también gente de Roma que vive aquí; unos son judíos de nacimiento y otros se han convertido al judaísmo. También los hay venidos de Creta y de Arabia. ¡Y los oímos hablar en nuestras propias lenguas de las maravillas de Dios! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 103
R. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra.
¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! ¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; ¡Cuántas cosas has hecho, Señor! ¡La tierra está llena de todo lo que has creado! R.
Si les quitas el aliento, mueren y vuelven a ser polvo. Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra. R.
¡La gloria del Señor es eterna! ¡El Señor se alegra en su creación! Quiera el Señor agradarse de mis pensamientos, pues solo en él encuentro mi alegría. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 12, 3b-7.12-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Nadie puede decir: “¡Jesús es Señor!”, si no está hablando por el poder del Espíritu Santo.
Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.
El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

9. Aleluya.  

 

10. Evangelio: Jn 20, 19-23
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al llegar la noche del día de la resurrección, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: — ¡Paz a ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús les dijo otra vez: ¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Y sopló sobre ellos, y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

13. Oración de los Fieles
+ En este día de Pentecostés, pidamos, al Padre que por su Hijo Jesucristo, que nos envíe el Espíritu Santo. Respondemos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia de Dios: para que, llena de los dones del Espíritu, sea congregada en la unidad, roguemos al Señor. R.
Por los obispos, los presbíteros, los ministros y servidores: para que reciban el espíritu de sabiduría y santidad, roguemos al Señor. R.
Por los que trabajan por la paz y la concordia entre los pueblos: que logren reunir a los seres humanos en el amor, roguemos al Señor. R.
Por el pueblo de Dios aquí reunido: para que la fuerza del Espíritu nos haga crecer a todos en la fe y en la unidad, roguemos al Señor. R.
+ Oh, Señor, que has derramado tu Espíritu sobre la humanidad; escucha las oraciones de tu Iglesia para que, todos los pueblos lleguen finalmente a la unidad en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

21. Oración después de la Comunión 

+ Señor, tú que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos haga vivir desde ahora la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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13 de Junio: LUNES – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 6, 1-10 / Sal 97 / Mt 5, 38-42                                                             Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 6, 1-10
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. Porque él dice en las Escrituras: “En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.” Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!
En nada damos mal ejemplo a nadie, para que nuestro trabajo no caiga en descrédito. Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las dificultades, los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre. También lo demostramos por nuestra pureza de vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero, por nuestro mensaje de verdad y por el poder de Dios en nosotros. Usamos las armas de la rectitud, tanto para el ataque como para la defensa. Unas veces se nos honra, y otras veces se nos ofende; unas veces se habla bien de nosotros, y otras veces se habla mal. Nos tratan como a mentirosos, a pesar de que decimos la verdad. Nos tratan como a desconocidos, a pesar de que somos bien conocidos. Estamos medio muertos, pero seguimos viviendo; nos castigan, pero no nos matan. Parecemos tristes, pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. El Señor da a conocer su victoria.
- ¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
- El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
- ¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 38-42       
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo les digo: No resistas al que te haga algún mal; al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra y si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que se lleve también tu capa. Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos. A cualquiera que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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 14 de Junio: MARTES – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 8, 1-9 / Sal 145 / Mt 5, 43-48                                                             Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 8, 1-9
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Ahora, hermanos, queremos contarles cómo se ha mostrado la bondad de Dios en las iglesias de Macedonia. A pesar de las pruebas por las que han tenido que pasar, son muy felices; y a pesar de ser muy pobres, sus ofrendas han sido tan generosas como si fueran ricos. Yo soy testigo de que han ofrendado espontáneamente según sus posibilidades, y aun más allá de ellas. Por su propia iniciativa nos rogaron mucho que les permitiéramos tomar parte en esta ayuda para el pueblo de Dios. Y hasta hicieron más de lo que esperábamos, pues se ofrendaron a sí mismos, primero al Señor y luego a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. Por eso hemos rogado a Tito que recoja entre ustedes esta bondadosa colecta que él comenzó antes a recoger. Pues ustedes, que sobresalen en todo: en fe, en facilidad de palabra, en conocimientos, en buena disposición para servir y en amor que aprendieron de nosotros, igualmente deben sobresalir en esta obra de caridad.
No les digo esto como un mandato; solamente quiero que conozcan la buena disposición de otros, para darles a ustedes la oportunidad de demostrar que su amor es verdadero. Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145
R. Alaba, alma mía, al Señor.
- Alabaré al Señor mientras yo viva; cantaré himnos a mi Dios mientras yo exista. R.
- Feliz quien recibe ayuda del Dios de Jacob, quien pone su esperanza en el Señor su Dios. Él hizo cielo, tierra y mar, y todo lo que hay en ellos. Él siempre mantiene su palabra. R.
- Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos. R.
- El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; el Señor protege a los extranjeros y sostiene a los huérfanos y a las viudas. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 43-48
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “También han oído que se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.’ Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así. Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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 15 de Junio: MIÉRCOLES – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 9, 6-11 / Sal 111 / Mt 6, 1-6.16-18                                                    Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 9, 6-11
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice: “Ha dado abundantemente a los pobres, y su generosidad permanece para siempre.” Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. Así tendrán ustedes toda clase de riquezas y podrán dar generosamente. Y la colecta que ustedes envíen por medio de nosotros, será motivo de que los hermanos den gracias a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111
R. Dichosos quienes temen al Señor.
- Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
- En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. Brilla una luz en la oscuridad para los hombres honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. R.
- Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 6,1-6. 16-18
† Lectura del Evangelio según san Mateo
 Jesús dijo a la multitud: “No hagan sus buenas obras delante de la gente solo para que los demás los vean. Si lo hacen así, su Padre que está en el cielo no les dará ningún premio.
“Por eso, cuando ayudes a los necesitados, no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente hable bien de ellos. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Cuando tú ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu amigo más íntimo; hazlo en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio.
“Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio.
“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no note que estás ayunando. Solamente lo notará tu Padre, que está en lo oculto, y tu Padre que ve en lo oculto te dará tu recompensa.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 de Junio: JUEVES – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 11, 1-11 / Sal 110 / Mt 6, 7-15                                                         Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 11, 1-11
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: ¡Ojalá me soportaran ustedes un poco de locura! Como quiera que sea, sopórtenme. Porque el celo que siento por ustedes es un celo que viene de Dios. Yo los he comprometido en casamiento  con un solo esposo, Cristo, y quiero presentarlos ante él puros como una virgen. Pero temo que, así como la serpiente engañó con su astucia a Eva, también ustedes se dejen engañar, y que sus pensamientos se aparten de la actitud sincera y pura hacia Cristo. Ustedes soportan con gusto a cualquiera que llega hablándoles de un Jesús diferente del que nosotros les hemos predicado; y aceptan de buena gana un espíritu diferente del Espíritu que ya recibieron y un evangelio diferente del que ya han aceptado. Pues bien, yo no me siento inferior en nada a esos super apóstoles que vinieron después. Aunque yo sea torpe en mi modo de hablar,  no lo soy en cuanto a conocimientos; y esto se lo hemos demostrado a ustedes siempre y en todos nuestros hechos.
¿Será que hice mal en anunciarles el evangelio de Dios sin cobrarles nada, humillándome yo para enaltecerlos a ustedes? Les he quitado su dinero a otras iglesias, al aceptar que ellos me pagaran para poder servirles a ustedes. Y cuando estando entre ustedes necesité algo, nunca fui una carga para ninguno; pues los hermanos que llegaron de Macedonia me dieron lo que necesitaba.  Procuré no ser una carga para ustedes, y así seguiré haciéndolo. Tan seguro estoy que conozco la verdad de Cristo, como de que nadie me va a quitar este motivo de orgullo en toda la región de Acaya. ¿Por qué hablo así? ¿Será porque no los quiero a ustedes? ¡Dios sabe que sí los quiero! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 110
R. Justas y verdaderas son tus obras, Señor.
- Alabaré al Señor de todo corazón en la reunión de los hombres honrados, en la comunidad entera. Las obras del Señor son grandes, y quienes las aman, las estudian. R.
- Su obra es bella y esplendorosa, y su justicia permanece para siempre. Ha hecho inolvidables sus maravillas. El Señor es tierno y compasivo. R.
- Lo que él hace es justo y verdadero; se puede confiar en sus mandamientos, pues son firmes hasta la eternidad y están hechos con verdad y rectitud. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 6, 7-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. Ustedes deben orar así:
‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.
Danos hoy el pan que necesitamos.
Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal.
No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno.’
“Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Junio: VIERNES – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 11, 18.21b-30 / Sal 33 / Mt 6, 19-23                                          Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 11, 18.21b-30
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios 
¡Ya que hay tantos que se glorían de sus propios méritos, también yo me gloriaré! Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atreveré, aunque esto sea una locura. ¿Son ellos hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? Yo también. ¿Son siervos de Cristo? Yo lo soy más que ellos, aunque al decir esto hablo como un loco. Yo he trabajado más que ellos, me han encarcelado más veces que a ellos, he sido azotado más que ellos, y muchas veces he estado en peligro de muerte. En cinco ocasiones los judíos me castigaron con los treinta y nueve azotes. Tres veces me apalearon, y una me apedrearon. En tres ocasiones se hundió el barco en que yo viajaba, y, a punto de ahogarme, pasé una noche y un día en alta mar. He viajado mucho, y me he visto en peligros de ríos, en peligros de ladrones, y en peligros entre mis paisanos y entre los extranjeros. También me he visto en peligros en la ciudad, en el campo y en el mar, y en peligros entre falsos hermanos. He pasado trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el frío y por la falta de ropa.
Además de estas y otras cosas, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias. Si alguien enferma, también yo enfermo; y si hacen caer a alguno, yo me indigno. Si de algo hay que gloriarse, me gloriaré de las cosas que demuestran mi debilidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: DelSalmo 33
R. Alabemos juntos la grandeza del Señor.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 6, 19-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.
“Los ojos son la lámpara del cuerpo; así que, si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra será la oscuridad misma! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Junio: SÁBADO – 11ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Cor 12,1-10 / Sal 33 / Mt 6,24-34                                                     Verde

6. Primera Lectura: 2 Cor 12,1-10
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Nada gana uno con gloriarse de sí mismo. Sin embargo, tengo que hablar de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. Conozco a un seguidor de Cristo, que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu; Dios lo sabe. Pero sé que ese hombre (si en cuerpo o en espíritu, no lo sé, solo Dios lo sabe) fue llevado al paraíso, donde oyó palabras tan secretas que a ningún hombre se le permite pronunciarlas. Yo podría gloriarme de alguien así, pero no de mí mismo, a no ser de mis debilidades. Aunque si quisiera yo gloriarme, eso no sería ninguna locura, porque estaría diciendo la verdad; pero no lo hago, para que nadie piense que soy más de lo que aparento o de lo que digo, juzgándome por lo extraordinario de esas revelaciones. Por eso, para que yo no me crea más de lo que soy, he tenido un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás vino a maltratarme. Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; pero el Señor me ha dicho: “Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.” Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 33
R. Vengan, voy a enseñarles a honrar al Señor.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.
Honren al Señor, los consagrados a él, pues nada faltará a los que lo honran. Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre, pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien. R.
Vengan, hijos míos, y escúchenme: voy a enseñarles a honrar al Señor. ¿Quieres vivir mucho tiempo? ¿Quieres gozar de la vida? R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 6,24-34
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.
“Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
“¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo:  no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Con qué vamos a vestirnos?’ Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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DOMINGO, 19 JUNIO: SANTÍSIMA TRINIDAD

Ex 34, 4b-6.8-9 / Dn 3 / 2 Cor 13, 11-13 / Jn 3, 16-18                             Blanco

5. Oración Colecta:
+ Oremos: Dios, Padre todopoderoso, que al enviar al mundo el Verbo de la verdad y el Espíritu de la santidad revelaste a los seres humanos tu admirable misterio; concédenos profesar la fe verdadera, reconocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar  la unidad de su majestad omnipotente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ex 34, 4b-6.8-9
Lectura del libro del Éxodo.
En aquel entonces, Moisés, muy temprano, tomó las dos tablas de piedra y subió al monte Sinaí, tal como el Señor se lo había ordenado. Entonces el Señor bajó en una nube y estuvo allí con Moisés, y pronunció su propio nombre. Pasó delante de Moisés, diciendo en voz alta: — ¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios tierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad!
Rápidamente Moisés se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y adoró al Señor diciendo:— ¡Señor! ¡Señor! Si en verdad me he ganado tu favor, acompáñanos. Esta gente es realmente muy terca, pero perdónanos nuestros pecados y maldad, y acéptanos como tu pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Daniel 3
R. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros antepasados, digno de honor y de toda alabanza por siempre. Bendito tu nombre santo y glorioso, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de todo honor y de toda gloria por siempre. Bendito eres tú, que te sientas en trono de rey, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
Bendito eres tú, que estás sentado sobre querubines y con tu mirada penetras los abismos, digno de honor y de toda alabanza por siempre. Bendito eres en la bóveda del cielo, digno de alabanza y de gloria por siempre. R.

8. Segunda Lectura: 2 Cor 13, 11-13 
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Deseo que vivan felices y que busquen la perfección en su vida. Anímense y vivan en armonía y paz; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes. Salúdense los unos a los otros con un beso santo. Todos los hermanos en la fe les mandan saludos.
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Jn 3, 16-18
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.  Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.”
“El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre que, por Jesucristo nos ha revelado su amor y que nos  escucha cuando el Espíritu intercede por nosotros, respondiendo: Escúchanos, Señor.
- Para que Dios Padre, lleve al mundo a su plenitud y haga nacer el cielo nuevo y la tierra nueva que nos ha prometido, roguemos al Señor. R.
- Para que el Hijo Unigénito de Dios, que se hizo hombre para entregarse por la Iglesia, infunda en ella su amor, roguemos al Señor. R.
- Para que el Espíritu del Señor, que enriquece al mundo con sus dones, sea padre para los pobres y fuerza para los decaídos, roguemos al Señor. R.
- Para que los que conocemos el misterio de la vida íntima de Dios, uno en tres Personas, tengamos valor para anunciarlo, roguemos al Señor. R.
+ Dios Altísimo, que has querido que en las aguas del bautismo llegáramos a ser hijos en tu Hijo único; escucha al Espíritu que nos hace clamar «Padre» y haz que, obedientes al mandato de tu Hijo, seamos anunciadores de la salvación que ofreces a todos los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Oremos: Al confesar nuestra fe en la Trinidad santa y eterna y en su unidad indivisible, concédenos, Señor y Dios nuestro, encontrar la felicidad y la vida en el sacramento que hemos recibido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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20 de Junio: LUNES – 12ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 12, 1-9 / Sal 32 / Mt 7, 1-5                                                                     Verde

6. Primera Lectura: Gn 12, 1-9
Lectura del libro del Génesis
Un día el Señor le dijo a Abram: “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo.”
Abram salió de Harán tal como el Señor se lo había ordenado. Tenía setenta y cinco años cuando salió de allá para ir a la tierra de Canaán. Con él se llevó a su esposa Sarai y a su sobrino Lot, y también todas las cosas que tenían y la gente que habían adquirido en Harán. Cuando llegaron a Canaán, Abram atravesó toda esa región hasta llegar a Siquem, donde está la encina sagrada de Moré. Los cananeos vivían entonces en aquella región. Allí el Señor se le apareció y le dijo: “Esta tierra se la voy a dar a tu descendencia.”
Entonces Abram construyó un altar en honor del Señor, porque allí se le había aparecido. Luego se fue a la región montañosa que está al este de la ciudad de Betel, y allí puso su campamento. Betel quedaba al oeste de donde él había acampado, y la ciudad de Ai al este. En ese lugar Abram construyó otro altar e invocó el nombre del Señor. Después siguió su camino, poco a poco, hacia la región del Négueb. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. En el Señor está nuestra esperanza.
- Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres. R.
- Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.
- Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! ¡Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como esperamos de ti! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 7, 1-5
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “No juzguen a otros,  para que Dios no los juzgue a ustedes. Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes. ¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo’? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 de Junio: MARTES – 12ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 13, 2.5-18 / Sal 14 / Mt 7, 6.12-14                                                         Verde

6. Primera Lectura: Gn 13, 2.5-18
Lectura del libro del Génesis
Abram era muy rico, pues tenía oro, plata y muchos animales. Lot también era muy rico, pues, al igual que su tío Abram, tenía muchas ovejas y vacas, y gente que acampaba con él; pero el lugar donde estaban no bastaba para alimentar a tantos animales. Ya no podían vivir juntos, pues los que cuidaban el ganado de Abram se peleaban con los que cuidaban el ganado de Lot. Además, en aquel tiempo, los cananeos y ferezeos todavía vivían allí. Así que un día Abram le dijo a Lot: “Tú y yo somos parientes, así que no está bien que haya pleitos entre nosotros, ni entre tus pastores y los míos. Ahí está toda la tierra, para que escojas. Por favor, sepárate de mí. Si tú te vas al norte, yo me voy al sur, y si tú te vas al sur, yo me voy al norte.”
Lot miró por todo el valle del río Jordán y vio que, hasta el pueblecito de Sóar, el valle tenía bastante agua y era como un gran jardín. Se parecía a Egipto. (Esto era así antes de que el Señor destruyera las ciudades de Sodoma y Gomorra.) Entonces Lot escogió todo el valle del Jordán, y se fue al oriente del lugar donde estaban. De esta manera, Abram y Lot se separaron. Abram se quedó en Canaán, y Lot se fue a vivir a las ciudades del valle, cerca de la ciudad de Sodoma, donde toda la gente era muy mala y cometía horribles pecados contra el Señor.
Después que Lot se fue, el Señor le dijo a Abram: “Desde el lugar donde estás, mira bien al norte y al sur, al este y al oeste; yo te daré toda la tierra que ves, y para siempre será tuya y de tus descendientes. Yo haré que ellos sean tantos como el polvo de la tierra. Así como no es posible contar los granitos de polvo, tampoco será posible contar tus descendientes. ¡Levántate, recorre esta tierra a lo largo y a lo ancho, porque yo te la voy a dar!”
Así pues, Abram levantó su campamento y se fue a vivir al bosque de encinas de un hombre llamado Mamré, cerca de la ciudad de Hebrón. Allí construyó un altar en honor del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14
R. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
- Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie. R.
- El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor. R.
- El que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 7, 6.12-14
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No den las cosas sagradas a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los hagan pedazos. Y no echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen. Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes. Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 de Junio: MIÉRCOLES – SANTO TOMÁS MORO

Gn 15, 1-12.17-18 / Sal 104 / Mt 7, 15-20                                                Rojo

6. Primera Lectura: Gn 15, 1-12.17-18
Lectura del libro del Génesis
Después de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo:—No tengas miedo, Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande.
Pero Abram le contestó:—Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des recompensa, si tú bien sabes que no tengo hijos? Como no me has dado ningún hijo, el heredero de todo lo que tengo va a ser Eliézer de Damasco, uno de mis criados.
El Señor le contestó:—Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño.
Entonces el Señor llevó a Abram afuera, y le dijo:—Mira bien el cielo, y cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. Pues bien, así será el número de tus descendientes.
Abram creyó al Señor, y por eso el Señor lo aceptó como justo y le dijo:—Yo soy el Señor; yo te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra como herencia.
—Pero, Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de que voy a heredar esta tierra? —contestó Abram.
Y Dios le dijo:—Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, de tres años cada uno, y también una tórtola y un pichón de paloma.
Abram trajo todos estos animales a Dios, los partió por la mitad y puso una mitad frente a otra; pero no partió las aves. Y los buitres bajaban sobre los cuerpos de los animales muertos, pero Abram los espantaba. Cuando empezaba a anochecer, Abram se quedó profundamente dormido. De pronto lo rodeó una gran oscuridad y sintió mucho miedo.
Cuando ya era de noche y todo estaba oscuro, apareció un horno que echaba humo y una antorcha encendida que pasaba por en medio de los animales partidos. Aquel mismo día el Señor hizo una alianza con Abram y le dijo:—Esta tierra se la daré a tus descendientes, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. ¡Den gracias al Señor!
¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! R.
Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. R.
Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.
Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 7, 15-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Ustedes los pueden reconocer por sus acciones, pues no se cosechan uvas de los espinos ni higos de los cardos. Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. El árbol bueno no puede dar fruto malo, ni el árbol malo dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. De modo que ustedes los reconocerán por sus acciones. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 de Junio: JUEVES – 12ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 16, 1-12.15-16 / Sal 105 / Mt 7, 21-29                                                   Verde

6. Primera Lectura: Gn 16, 1-12.15-16
Lectura del libro del Génesis
Sarai no podía darle hijos a su esposo Abram, pero tenía una esclava egipcia que se llamaba Agar. Entonces le dijo a Abram: —Mira, el Señor no me ha permitido tener hijos, pero te ruego que te unas a mi esclava Agar, pues tal vez tendré hijos por medio de ella.
Abram aceptó lo que Sarai le dijo, y entonces ella tomó a Agar la egipcia y se la dio como mujer a Abram, cuando ya hacía diez años que estaban viviendo en Canaán. Abram se unió a Agar, la cual quedó embarazada; pero cuando se dio cuenta de su estado comenzó a mirar a su señora con desprecio. Entonces Sarai le dijo a Abram: —¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo.
Y Abram le contestó: —Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca.
Entonces Sarai comenzó a maltratarla tanto, que Agar huyó. Pero un ángel del Señor la encontró en el desierto, junto al manantial que está en el camino de Sur, y le preguntó: -Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes, y a dónde vas?
—Estoy huyendo de mi señora Sarai —contestó ella.
Entonces el ángel del Señor le dijo: —Regresa al lado de tu señora, y obedécela en todo.
Además el ángel del Señor le dijo: “Aumentaré tanto tus descendientes, que nadie los podrá contar. Estás encinta y tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Ismael, porque el Señor escuchó tu aflicción. Será arisco como un potro salvaje; luchará contra todos, y todos contra él; pero él afirmará su casa aunque sus hermanos se opongan.” 
Y Agar le dio un hijo a Abram, y él lo llamó Ismael. Abram tenía ochenta y seis años cuando Ismael nació. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Demos gracias al Señor, porque es bueno.
- Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. ¿Quién podrá describir las victorias del Señor? ¿Quién podrá alabarlo como merece? R.
- Felices los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo. Acuérdate de mí, Señor, cuando hagas bien a tu pueblo. R.
- tenme presente cuando vengas a salvar, para que vea yo la dicha de tus escogidos, para que me alegre y enorgullezca con el pueblo que te pertenece. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 7, 21-29
† Lectura del Evangelio según Mateo
Jesús dijo a la multitud: “No todos los que me dicen: ‘Señor, Señor’, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. Aquel día muchos me dirán: ‘Señor, Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.’ Pero entonces les contestaré: ‘Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!’
“Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!”
Cuando Jesús terminó de hablar, toda la gente estaba admirada de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad, y no como sus maestros de la ley. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Junio: VIERNES – LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

Is 49, 1-6 / Sal 138 / Hch 13, 22-26 / Lc 1, 57-66.80               Blanco

5. Oración Colecta:
+ Dios nuestro, que enviaste a san Juan Bautista para prepararle a Cristo, el Señor, un pueblo dispuesto a recibirlo; alegra ahora a tu Iglesia con la abundancia de los dones del Espíritu y guíala por el camino de la salvación y de la paz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 49, 1-6
Lectura del libro del Profeta Isaías
Óiganme, países del mar, préstenme atención, naciones lejanas: El Señor me llamó desde antes de que yo naciera; pronunció mi nombre cuando aún estaba yo en el seno de mi madre.
Convirtió mi lengua en espada afilada, me escondió bajo el amparo de su mano, me convirtió en una flecha aguda y me guardó en su aljaba.
Me dijo: “Israel, tú eres mi siervo, en ti me mostraré glorioso.”
Y yo que había pensado: “He pasado trabajos en vano, he gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.”
En realidad mi causa está en manos del Señor, mi recompensa está en poder de mi Dios. He recibido honor delante del Señor mi Dios, pues él ha sido mi fuerza.
El Señor, que me formó desde el seno de mi madre para que fuera su siervo, para hacer que Israel, el pueblo de Jacob, se vuelva y se una a él, dice así: “No basta que seas mi siervo solo para restablecer las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo haré que seas la luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! R.
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado. R.
Es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido! No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto, mientras era formado en lo más profundo de la tierra. R.

8. Segunda Lectura: Hch 13,22-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo al pueblo: “Dios les dio por rey a David, de quien dijo: ‘He encontrado que David, hijo de Jesé, es un hombre que me agrada y que está dispuesto a hacer todo lo que yo quiero.’ Uno de los descendientes de este mismo David fue Jesús, a quien Dios envió para salvar a Israel, como había prometido. Antes que Jesús viniera, Juan anunciaba el mensaje a todo el pueblo de Israel, diciéndoles que debían volverse a Dios y ser bautizados. Y cuando Juan se iba acercando al fin de su vida, dijo: ‘Yo no soy lo que ustedes piensan; pero después de mí viene uno a quien yo ni siquiera merezco desatarle las sandalias de los pies.’ Hermanos descendientes de Abraham, y ustedes, los extranjeros que tienen temor de Dios: este mensaje de salvación es para nosotros.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,57-66.80
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Al cumplirse el tiempo en que Isabel debía dar a luz, tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. A los ocho días, llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre dijo: —No. Tiene que llamarse Juan.
Le contestaron: —No hay nadie en tu familia con ese nombre.
Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: ‘Su nombre es Juan.’ Y todos se quedaron admirados. En aquel mismo momento Zacarías volvió a hablar, y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. Todos los que lo oían se preguntaban a sí mismos: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él.
El niño crecía y se hacía fuerte espiritualmente, y vivió en los desiertos hasta el día en que se dio a conocer a los israelitas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Dios Padre, ha manifestado su misericordia para con el mundo enviando a Juan Bautista como precursor de Jesucristo. Confiadamente pidámosle por todos los seres humanos. Todos respondemos: R. Te rogamos Señor, óyenos.
– Para que la Iglesia de Dios anuncie a Cristo con tal convicción y entusiasmo, que los seres humanos se conviertan y crean en él, roguemos al Señor. R.
Para que el pueblo de Israel, escuchando la voz de Juan y los profetas, llegue a reconocer a Cristo como su Mesías y Salvador de todos, roguemos al Señor. R.
Para que quienes viven esclavizados por el pecado encuentren en su camino una voz que los llame a la conversión, roguemos al Señor. R.
Para que nosotros sigamos a Cristo con la misma fidelidad con que Juan lo precedió, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Bendice a tu pueblo, Señor y, por la intercesión de san Juan Bautista, concédele todo lo que con fe te ha pedido. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Señor, tú que has restaurado nuestras fuerzas con el banquete del Cordero celestial, haz que tu Iglesia, llena de gozo por la natividad de san Juan Bautista, reconozca a su Redentor en Aquél cuya venida inminente anunciaba el Precursor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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25 de Junio: SÁBADO – 12ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 18, 1-15 / Lc 1 / Mt 8, 5-17                                                                    Verde

6. Primera Lectura: Gn 18, 1-15
Lectura del libro del Génesis
El Señor se le apareció a Abraham en el bosque de encinas de Mamré, mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía. Abraham levantó la vista y vio que tres hombres estaban de pie frente a él. Al verlos, se levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y dijo: —Mi señor, por favor le suplico que no se vaya en seguida. Si a usted le parece bien, voy a pedir un poco de agua para que se laven los pies y luego descansen un rato bajo la sombra del árbol. Ya que han pasado por donde vive este servidor suyo, les voy a traer algo de comer para que repongan sus fuerzas antes de seguir su camino.
—Bueno, está bien —contestaron ellos.
Abraham entró en su tienda de campaña y le dijo a Sara: —¡Rápido! Toma unos veinte kilos de la mejor harina y haz unos panes.
Luego Abraham corrió a donde estaba el ganado, escogió el mejor de los becerros, y se lo dio a uno de sus sirvientes, quien lo preparó inmediatamente para la comida. Además del becerro, Abraham les ofreció cuajada y leche, y estuvo atento a servirles mientras ellos comían debajo del árbol.
Al terminar de comer, los visitantes le preguntaron a Abraham: —¿Dónde está tu esposa Sara?
—Allí, en la tienda de campaña —respondió él.
Entonces uno de ellos dijo: —El año próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo.
Mientras tanto, Sara estaba escuchando toda la conversación a espaldas de Abraham, a la entrada de la tienda. Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus periodos de menstruación. Por eso Sara no pudo aguantar la risa, y pensó: “¿Cómo voy a tener este gusto, ahora que mi esposo y yo estamos tan viejos?” Pero el Señor le dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que pueda tener un hijo a pesar de su edad? ¿Hay acaso algo tan difícil que el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para entonces Sara tendrá un hijo.
Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso negar. Por eso dijo: —Yo no me estaba riendo.
Pero el Señor le contestó: -Yo sé que te reíste. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Lucas 1
R. El Señor se acuerda de su misericordia.
- Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. R.
- Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! R.
- Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. R.
- Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 5-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Al entrar Jesús en Cafarnaúm, un capitán romano se le acercó para hacerle un ruego. Le dijo: —Señor, mi criado está en casa enfermo, paralizado y sufriendo terribles dolores.
Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
El capitán contestó: —Señor, yo no merezco que entres en mi casa; solamente da la orden, y mi criado quedará sano. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.
Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: —Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe como este hombre. Y les digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a comer con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos, pero los que deberían estar en el reino, serán echados a la oscuridad de afuera. Entonces vendrán el llanto y la desesperación. Luego Jesús dijo al capitán: —Vete a tu casa, y que se haga tal como has creído. En ese mismo momento el criado quedó sano.
Jesús fue a casa de Pedro, donde encontró a la suegra de este en cama y con fiebre. Jesús tocó entonces la mano de ella, y la fiebre se le quitó, así que ella se levantó y comenzó a atenderlo.
Al anochecer llevaron a Jesús muchas personas endemoniadas; y con una orden expulsó a los espíritus malos, y también sanó a todos los enfermos. Esto sucedió para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: “Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Junio: DOMINGO – CORPUS CHRISTI

Dt 8, 2-3.14b-16a / Sal 147 / 1 Cor 10, 16-17 / Jn 6, 51-59            Blanco

5. Oración Colecta:
+ Oremos: Señor nuestro Jesucristo, que en el sacramento admirable de la Eucaristía nos dejaste el memorial de tu pasión; concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

6. Primera Lectura: Dt 8, 2-3.14b-16a
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés dijo al pueblo: “Acuérdense de todo el camino que el Señor su Dios les hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años, para humillarlos y ponerlos a prueba, a fin de conocer sus pensamientos y saber si iban a cumplir o no sus mandamientos. Y aunque los hizo sufrir y pasar hambre, después los alimentó con maná, comida que ni ustedes ni sus antepasados habían conocido, para hacerles saber que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de los labios del Señor. No se olviden del Señor su Dios, que los sacó de Egipto, donde eran esclavos; que los hizo marchar por el grande y terrible desierto, lleno de serpientes venenosas y escorpiones, y donde no había agua. Pero él sacó agua de una dura roca y les dio de beber, y en el desierto los alimentó con maná.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147
R. Jerusalén, alaba al Señor.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 10, 16-17
Lectura de la Primera Carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cuando bebemos de la copa bendita por la cual bendecimos a Dios, participamos en común de la sangre de Cristo; cuando comemos del pan que partimos, participamos en común del cuerpo de Cristo. Aunque somos muchos, todos comemos de un mismo pan, y por esto somos un solo cuerpo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 51-59
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.”
Los judíos se pusieron a discutir unos con otros: — ¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne?
Jesús les dijo: —Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Antes de disponer la mesa santa, elevemos nuestras súplicas a Dios Padre con la plena confianza de ser escuchados, respondiendo: Te rogamos, Señor, óyenos.
- Para que cuando los ministros presidan la Eucaristía, el pueblo vea en ellos la imagen viva de Cristo, roguemos al Señor. R.
- Para que pronto llegue el día en que todos los cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de una sola Iglesia, roguemos al Señor. R.
- Para que los fieles que se encuentran a las puertas de la muerte dejen este mundo llenos de paz y, confiando en las promesas del Señor, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor fortalezca constantemente nuestra fe y acreciente nuestro amor, a fin de que adoremos siempre en espíritu y verdad a Cristo, realmente presente en el admirable sacramento de la Eucaristía, roguemos al Señor. R.
+ Padre santo, escucha a tu pueblo; purifica nuestros corazones para que, invitados a la mesa del Cordero, participemos de la Pascua eterna que nos has preparado en tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Concédenos, Señor, disfrutar eternamente del gozo de tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


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27 de Junio: LUNES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 18,16-33 / Sal102 / Mt 8,18-22                                                              Verde

6. Primera Lectura: Gn 18,16-33
Lectura del libro del Génesis
Después los visitantes se pusieron de pie y empezaron a caminar hacia la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañó para despedirse de ellos. Entonces el Señor pensó: “Debo decirle a Abraham lo que voy a hacer, ya que él va a ser el padre de una nación grande y fuerte. Le he prometido bendecir por medio de él a todas las naciones del mundo. Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obedezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que le he prometido.” Así que el Señor le dijo:—La gente de Sodoma y Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan grave, que ahora voy allá, para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré.
Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor. Se acercó un poco más a él, y le preguntó:—¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta? ¡No es posible que hagas eso de matar al inocente junto con el culpable, como si los dos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú, que eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia?
Entonces el Señor le contestó:—Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí.
Pero Abraham volvió a decirle: —Perdona que sea yo tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo no soy más que un simple hombre; 28pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Solo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad?
Y el Señor contestó:—Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré.
—Tal vez haya solo cuarenta inocentes ... —insistió Abraham.
—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad —dijo el Señor.
Pero Abraham volvió a suplicar:—Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta ...
Y el Señor volvió a decirle:—Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad.
Abraham siguió insistiendo:—Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes?
Y el Señor respondió:—Por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Todavía insistió Abraham:—Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez?
Y el Señor le dijo:—Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad.
Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. Bendeciré al Señor con toda mi alma.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura R.
El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno R.
No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8,18-22
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de pasar al otro lado del lago. Entonces se le acercó un maestro de la ley, y le dijo: —Maestro, deseo seguirte a dondequiera que vayas.
Jesús le contestó:—Las zorras  tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre  no tiene donde recostar la cabeza.
Otro, que era uno de sus discípulos, le dijo:—Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
Jesús le contestó:—Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


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28 de Junio: MARTES – SAN IRENEO, OBISPO

Gn 19, 15-29 / Sal 25 / Mt 8, 23-27                                                             Rojo

6. Primera Lectura: Gn 19, 15-29
Lectura del libro del Génesis
Como ya estaba amaneciendo, los ángeles le dijeron a Lot: —¡De prisa! Levántate y llévate de aquí a tu esposa y a tus dos hijas, si no quieres morir cuando castiguemos a la ciudad.
Pero como Lot se tardaba, los ángeles lo tomaron de la mano, porque el Señor tuvo compasión de él. También tomaron a su esposa y a sus hijas, y los sacaron de la ciudad para ponerlos a salvo. Cuando ya estaban fuera de la ciudad, uno de los ángeles dijo: —¡Corre, ponte a salvo! No mires hacia atrás, ni te detengas para nada en el valle. Vete a las montañas, si quieres salvar tu vida.
Pero Lot les dijo: —¡No, señores míos, por favor! Ustedes me han hecho ya muchos favores, y han sido muy buenos conmigo al salvarme la vida, pero yo no puedo ir a las montañas porque la destrucción me puede alcanzar en el camino, y entonces moriré. Cerca de aquí hay una ciudad pequeña, a la que puedo huir. ¡Déjenme ir allá para salvar mi vida, pues realmente es una ciudad muy pequeña!
Entonces uno de ellos dijo: —Te he escuchado y voy a hacer lo que me has pedido. No voy a destruir la ciudad de que me has hablado, pero ¡anda!, vete allá de una vez, porque no puedo hacer nada mientras no llegues a ese lugar.
Por eso aquella ciudad fue llamada Sóar.
Cuando ya había amanecido y Lot había llegado a Sóar, el Señor hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra; las destruyó junto con todos los que vivían en ellas, y acabó con todo lo que crecía en aquel valle. Pero la mujer de Lot, que venía siguiéndole, miró hacia atrás y allí mismo quedó convertida en una estatua de sal.
Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al lugar donde había estado hablando con el Señor; miró hacia Sodoma y Gomorra, y por todo el valle, y vio que de toda la región subía humo, como si fuera un horno. Así fue como Dios destruyó las ciudades del valle donde Lot vivía, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot del lugar de la destrucción. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 25
R. Tengo ante los ojos tu bondad, Señor.
- Examíname, ¡ponme a prueba!, ¡pon a prueba mis pensamientos y mis sentimientos más profundos! Yo tengo presente tu amor y te he sido fiel. R.
- No me quites la vida junto con los pecadores; no me hagas correr la suerte de los asesinos, de esos que tienen las manos llenas de maldad y soborno. R.
- Pero mi vida es intachable; ¡sálvame, ten compasión de mí! Mis pies están en terreno firme; ¡bendeciré al Señor en presencia de su pueblo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 23-27
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: — ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!
Él les contestó: — ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!
Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: — ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 de Junio: MIÉRCOLES – SANTOS PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES

Hch 12, 1-11 / Sal 33 / 2 Tim 4, 6-8.17-18 / Mt 16, 13-19                   Rojo

5. Oración Colecta:
+. Oremos: Dios nuestro, que nos llenas de alegría con la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos Apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Hch 12, 1-11
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Por aquel tiempo, el rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan; y como vio que esto había agradado a los judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió en los días de la fiesta en que se come el pan sin levadura. Después de arrestarlo, Herodes metió a Pedro en la cárcel, donde estaba vigilado por cuatro grupos de soldados, de cuatro soldados por grupo. Pensaba presentarlo ante el pueblo después de la Pascua. Así que Pedro estaba en la cárcel, bien vigilado, pero los de la iglesia seguían orando a Dios por él con mucho fervor.
La misma noche anterior al día en que Herodes lo iba a presentar ante el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, mientras otros soldados estaban en la puerta vigilando la cárcel. De pronto se presentó un ángel del Señor, y la cárcel se llenó de luz. El ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó, y le dijo: “¡Levántate en seguida!” Al instante, las cadenas cayeron de las manos de Pedro, y el ángel le dijo: “Vístete y ponte las sandalias.” Así lo hizo Pedro, y el ángel añadió: “Ponte tu capa y sígueme.”
Pedro salió tras el ángel, sin saber si era realidad o no lo que el ángel hacía. Más bien le parecía que estaba viendo una visión. Pero pasaron la primera guardia, luego la segunda, y cuando llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle, la puerta se abrió por sí sola. Salieron, y después de haber caminado una calle, el ángel lo dejó solo.
Pedro comprendió entonces, y dijo: “Ahora veo que verdaderamente el Señor ha enviado a su ángel para librarme de Herodes y de todo lo que los judíos querían hacerme.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. El Señor me libró de todas mis ansias.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

8. Segunda Lectura: 2 Tim 4, 6-8.17-18
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermanos: Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte. He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa. Pues el Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos. Así el Señor me libró de la boca del león, y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial. ¡Gloria a él para siempre! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 13-19
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: — ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

 

13. Oración de los Fieles
+ En la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, pidamos por la iglesia y por el mundo entero. Todos respondemos: Escúchanos, Señor.
Para que el obispo de Roma ejerza su ministerio con la sabiduría del Espíritu y con la firmeza de la fe apostólica, roguemos al Señor. R.
Para que Dios, que envió a Pablo a los paganos para anunciarles el mensaje de salvación, envíe también hoy misioneros que proclamen el Evangelio a los pueblos que lo desconocen, roguemos al Señor. R.
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos a Cristo, el Señor. R.
Para que perseveremos firmemente en la doctrina apostólica y en la integridad de la fe y anunciemos a Cristo al mundo, roguemos al Señor. R.
+ Protege, Señor, a este pueblo que te busca sinceramente y, por la intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo, concédele los bienes que te ha pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, haz, Señor, que la participación perseverante en el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, y la fidelidad a la doctrina de los Apóstoles nos conserven unidos en tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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30 de Junio: JUEVES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 22, 1-19 / Sal 114 / Mt 9, 1-8                                                                 Verde

6. Primera Lectura: Gn 22, 1-19
Lectura del libro del Génesis
Después de algún tiempo, Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre, y él contestó: —Aquí estoy.
Y Dios le dijo: —Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moria. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré.
Al día siguiente, muy temprano, Abraham se levantó y ensilló su asno; cortó leña para el holocausto y se fue al lugar que Dios le había dicho, junto con su hijo Isaac y dos de sus siervos. Al tercer día, Abraham alcanzó a ver el lugar desde lejos. Entonces les dijo a sus siervos: —Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante, adoraremos a Dios, y luego regresaremos.
Abraham tomó la leña para el holocausto y la puso sobre los hombros de Isaac; luego tomó el cuchillo y el fuego, y se fueron los dos juntos. Poco después Isaac le dijo a Abraham: —¡Padre!
—¿Qué quieres, hijo? —le contestó Abraham.
—Mira —dijo Isaac—, tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
—Dios se encargará de que haya un cordero para el holocausto, hijito —respondió su padre.
Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abraham construyó un altar y preparó la leña; luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña; pero en el momento de tomar el cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham!
—Aquí estoy —contestó él.
El ángel le dijo: —No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo.
Abraham se fijó, y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos entre las ramas de un arbusto; entonces fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. Después Abraham le puso este nombre a aquel lugar: “El Señor da lo necesario.” Por eso todavía se dice: “En el cerro, el Señor da lo necesario.”
El ángel del Señor llamó a Abraham desde el cielo por segunda vez, y le dijo: —El Señor ha dicho: ‘Puesto que has hecho esto y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo que te bendeciré mucho. Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. Además, ellos siempre vencerán a sus enemigos, y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de ellos, porque me has obedecido.’
Abraham regresó al lugar donde se habían quedado sus siervos. Después todos juntos se fueron a Beerseba, donde Abraham se quedó a vivir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 114
R. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
- Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas, porque me ha prestado atención. ¡Toda mi vida lo invocaré! R.
- La muerte me enredó en sus lazos, la angustia del sepulcro me alcanzó y me hallé preso del miedo y del dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor y le rogué que me salvara la vida. R.
- El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo ternura. El Señor cuida de los sencillos. Cuando yo estaba sin fuerzas, me salvó. R.
- Porque me ha librado de la muerte, porque me ha librado de llorar y de caer. Seré obediente al Señor en el mundo de los que viven. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un día, Jesús subió a una barca, pasó al otro lado del lago y llegó a su propio pueblo. Allí le llevaron un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: —Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley pensaron: “Lo que este ha dicho es una ofensa contra Dios.” Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: —¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El paralítico se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente tuvo miedo y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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