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LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA |
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IGLESIA EN MARCHA
EL PAN VIVO DE CADA DÍA |
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PERIPLOS D |
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LECTURAS DE AGOSTO
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1 AGOSTO – VIERNES – DÉCIMOSÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jr 26, 1-9 / Sal 68 / Mt 13, 54-58 – VERDE
6. Primera Lectura: Jr 26, 1-9
Lectura del libro del Profeta Jeremías
Al comienzo del reinado de Joaquim, hijo de Josías, en Judá, el Señor se dirigió a Jeremías y le dijo: “Párate en el atrio del templo, y di todo lo que te ordené que dijeras a la gente que viene de las ciudades de Judá para adorar en el templo. No dejes nada por decir. Quizá te hagan caso y dejen su mala conducta, y yo decida no castigarlos por sus malas acciones, como había pensado. Diles que yo, el Señor, digo: ‘Si no me hacen caso ni cumplen las instrucciones que les he dado, ni hacen caso a las advertencias de mis siervos los profetas, que una y otra vez les he enviado y a los que ustedes han desobedecido, entonces haré con este templo lo que hice con el de Siló. Haré de esta ciudad un ejemplo de maldición para todas las naciones de la tierra.’ ”
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron estas palabras que Jeremías pronunció en el templo. Y cuando él terminó de decir lo que el Señor le había ordenado, los sacerdotes, los profetas y el pueblo lo agarraron y le dijeron: “¡Vas a morir! ¿Cómo te atreves a decir en nombre del Señor que este templo quedará como el de Siló, y que esta ciudad será destruida y quedará sin habitantes?” Y todo el pueblo se agolpó en el templo, alrededor de Jeremías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme.
– Son más los que me odian sin motivo que los pelos de mi cabeza; han aumentado mis enemigos, los que sin razón me destruyen y me exigen que devuelva lo que no he robado. R.
– Por ti he soportado ofensas; mi cara se ha cubierto de vergüenza; ¡soy como un extraño y desconocido para mis propios hermanos! Me consume el celo por tu casa; en mí han recaído las ofensas de los que te insultan. R.
– Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 13, 54-58
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía: –¿Dónde aprendió este todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? ¿No es este el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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2 AGOSTO – SÁBADO – DÉCIMOSÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jr 26, 11-16.24 / Sal 68 / Mt 14, 1-12 – VERDE
6. Primera Lectura: Jr 26, 11-16.24
Lectura del libro del Profeta Jeremías
Los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: “Este hombre debe ser condenado a muerte porque ha hablado contra esta ciudad. Ustedes lo oyeron con sus propios oídos.”
Jeremías se dirigió a los jefes y al pueblo, y les dijo: “El Señor fue quien me envió a hablar en su nombre, y a decir contra este templo y esta ciudad todo lo que ustedes han oído. Mejoren su conducta y sus acciones, obedezcan al Señor su Dios y él no les enviará las calamidades que les ha anunciado. En cuanto a mí, estoy en manos de ustedes; hagan conmigo lo que les parezca. Pero, eso sí, sepan bien esto: si me matan, ustedes y los habitantes de esta ciudad serán culpables de matar a un inocente; porque en verdad fue el Señor quien me envió a anunciarles claramente todas esas cosas.”
Entonces los jefes y el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “No hay motivo para condenar a muerte a este hombre; nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios.”
Ahicam, hijo de Safán, habló en favor de Jeremías, y esto hizo que no lo entregaran al pueblo para que lo mataran. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. ¡Ponme a salvo de los que me odian y de las aguas profundas!
– ¡No dejes que me hunda en el lodo! ¡Ponme a salvo de los que me odian y de las aguas profundas! ¡No dejes que me arrastre la corriente! ¡No dejes que el profundo remolino me trague y se cierre tras de mí! R.
– Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud R.
– Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 14, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel mismo tiempo, Herodes, que gobernaba en Galilea, oyó hablar de Jesús y dijo a los que tenía a su servicio:
—Ese es Juan el Bautista. Ha resucitado, y por eso tiene poderes milagrosos.
Es que Herodes había hecho apresar a Juan, y lo había encadenado en la cárcel. Fue a causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo, pues Juan decía a Herodes: —No puedes tenerla por mujer.
Herodes quería matar a Juan, pero temía a la gente, porque todos tenían a Juan por profeta. En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías salió a bailar delante de los invitados, y le gustó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle cualquier cosa que le pidiera. Ella entonces, aconsejada por su madre, le dijo: —Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Esto entristeció al rey Herodes, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran. Envió, pues, a que cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. Luego la pusieron en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.
Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS D |
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3 AGOSTO – DOMINGO – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Is 55, 1-3 / Sal 144 / Rm 8, 35.37-39 / Mt 14, 13-21 – VERDE
5. Oración Colecta
Señor, tú que eres nuestro creador y quien amorosamente dispone toda nuestra vida, renuévanos conforme a la imagen de tu Hijo ayúdanos a conservar siempre tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.
6. Primera Lectura: Is 55, 1-3
Lectura del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Todos los que tengan sed, vengan a beber agua; los que no tengan dinero, vengan, consigan trigo de balde y coman; consigan vino y leche sin pagar nada. ¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan? ¿Por qué dar su salario por algo que no deja satisfecho?
Óiganme bien y comerán buenos alimentos, comerán cosas deliciosas. Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, cumpliendo así las promesas que por amor hice a David.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Abres, Señor, tu mano, y nos sacias de favores.
– El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
– Los ojos de todos esperan de ti que tú les des su comida a su tiempo. Abres tu mano, y con tu buena voluntad satisfaces a todos los seres vivos. R.
– El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.
8. Segunda Lectura: Rm 8, 35.37-39
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?
Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 14, 13-21
+ Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús recibió la noticia de la muerte de Juan el Bautista, se fue de allí él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: –Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó: —No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: —Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, al Padre, pidámosle que escuche nuestras oraciones y que venga en auxilio de nuestras necesidades. Respondemos: R. Señor, escúchanos.
– Oremos por todos los obispos, presbíteros y servidores para que el Señor los haga santos y les conceda el espíritu de sabiduría. Roguemos. R.
– Oremos por los que están lejos de sus hogares y por los que se encuentran en peligro, para que el Señor los proteja y los libre del mal. Roguemos. R.
– Oremos por todos los pueblos y por todas las religiones, que el Señor les revele su bondad y les lleve al conocimiento de la verdad plena. Roguemos. R.
– Oremos por nuestros hermanos que han muerto en el Señor; que Dios les esté haciendo gozar del lugar del descanso, de la luz y de la paz. Roguemos. R.
+ Señor, escucha nuestras súplicas y haz que nunca dejemos de buscarte por encima de todo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, estos dones y por medio del sacrificio de tu Hijo, transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.
21. Oración después de la Comunión
Protege, Señor, continuamente a quienes renuevas y fortaleces con esta Eucaristía y hazlos participar de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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4 AGOSTO – LUNES – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jr 28, 1-17 / Sal 118 / Mt 14, 13-21 – VERDE
6. Primera Lectura: Jr 28, 1-17
Lectura del libro del Profeta Jeremías
En el quinto mes del año cuarto del reinado de Sedequías en Judá, el profeta Hananías, hijo de Azur, del pueblo de Gabaón, se dirigió a Jeremías en el templo, delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, y le dijo: —El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: ‘Voy a romper el yugo del rey de Babilonia, y dentro de dos años haré que sean devueltos a este lugar todos los utensilios del templo que se llevó a Babilonia el rey Nabucodonosor. Y también haré que regresen a este lugar Jeconías, hijo de Joaquim, rey de Judá, y toda la demás gente que salió desterrada de Judá a Babilonia. Sí, yo romperé el yugo del rey de Babilonia. Yo, el Señor, lo afirmo.’
El profeta Jeremías respondió al profeta Hananías, delante de los sacerdotes y de todo el pueblo que se encontraba en el templo:— ¡Sí, ojalá el Señor haga eso! ¡Ojalá haga el Señor que se cumplan las palabras que has dicho, y que sean devueltos los utensilios del templo y regresen de Babilonia todos los desterrados! Pero escucha esto que te digo a ti y a todo el pueblo: Los profetas que hubo en tiempos pasados, antes que naciéramos tú y yo, anunciaron guerra, calamidad y peste contra numerosas naciones y reinos poderosos. Pero cuando un profeta anuncia prosperidad, solamente si se cumplen sus palabras se comprueba que realmente el Señor lo envió.
Entonces Hananías le quitó a Jeremías el yugo del cuello y lo hizo pedazos, al tiempo que decía delante de todo el pueblo: —El Señor dice: ‘De esta misma manera, dentro de dos años quitaré del cuello de todas las naciones el yugo del rey Nabucodonosor de Babilonia, y lo romperé.’
Y Jeremías se fue. Algún tiempo después de que Hananías le quitara a Jeremías el yugo que llevaba al cuello y lo rompiera, el Señor se dirigió al profeta Jeremías, y le dijo: “Ve y dile a Hananías que yo, el Señor, digo: Hiciste pedazos un yugo de madera, pero yo te he preparado un yugo de hierro. Porque yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, digo: He puesto sobre el cuello de todas esas naciones un yugo de hierro para que sirvan como esclavos al rey Nabucodonosor de Babilonia. Hasta a los animales salvajes los he puesto bajo su poder.”
Entonces dijo Jeremías a Hananías: — ¡Escucha, Hananías! El Señor no te ha enviado, y tú estás dando a este pueblo una falsa confianza. Por eso, el Señor dice: ‘Te voy a enviar, sí, pero para hacerte desaparecer de la tierra. Este año morirás, porque con tus palabras has llevado al pueblo a ponerse en contra mía.’
Y el profeta Hananías murió en el séptimo mes de aquel mismo año. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. ¡Enséñame, Señor, tus leyes!
– Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza. No quites de mi boca la palabra de verdad, pues he puesto mi esperanza en tus decretos. R.
– Que se reúnan conmigo los que te honran, los que conocen tus mandatos. Que mi corazón sea perfecto en tus leyes, para no tener de qué avergonzarme. R.
– Los malvados esperan el momento de destruirme, pero yo estoy atento a tus mandatos. R.
– No me he apartado de tus decretos porque tú eres quien me enseña. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 14, 13-21
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se retiró él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó: —No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: —Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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5 AGOSTO – MARTES – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jr 30, 1-2.12-15.18-22 / Sal 101 / Mt 14, 22-36 – VERDE
6. Primera Lectura: Jr 30, 1-2.12-15.18-22
Lectura del libro del Profeta Jeremías
Este es el mensaje que el Señor dirigió a Jeremías. Le dijo: “El Señor, el Dios de Israel, dice: Escribe en un libro todo lo que te he dicho.”
El Señor dice: “Tu herida es incurable, tu mal no tiene remedio. No hay quien se ocupe de ti; no hay quien te cure las heridas, y no tienes curación. Todos tus amantes te olvidaron; ya no se preocupan por ti. Y es que yo te herí, como si fuera tu enemigo, te castigué duramente por tus muchas maldades, por tus innumerables pecados. ¿Por qué te quejas de tus heridas? Tu dolor es incurable. Por tus muchas maldades y tus innumerables pecados, te he tratado así.”
El Señor dice: “Cambiaré la suerte de la nación de Jacob, tendré compasión de su país; las ciudades se reconstruirán sobre sus ruinas y los palacios en su debido lugar. De ellos saldrán cantos de gratitud y risas de alegría. No disminuirán, pues yo haré que aumenten. No los despreciarán, porque yo los honraré. Los israelitas serán como antes; su pueblo estará firme en mi presencia, y yo castigaré a sus opresores. De entre ellos saldrá su jefe: un gobernante saldrá de entre ellos mismos. Haré que se acerque a mí, pues, ¿quién se atrevería a acercárseme? Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 101
R. El Señor reconstruyó a Sión y apareció en su gloria.
–Todas las naciones y reyes de la tierra honrarán el nombre glorioso del Señor cuando él reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, cuando atienda a la oración del desam-
parado y no desoiga sus ruegos. R.
– Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte R.
– Darás seguridad a los descendientes de tus siervos; en tu presencia misma los establecerás, para que en Sión, en Jerusalén, se proclame y se alabe el nombre del Señor cuando gentes de todas las naciones se reúnan para adorarlo. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 14, 22-36
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Después de que dio de comer a la gente, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: — ¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles: — ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: — ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: — ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: — ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!
Cruzaron el lago y llegaron a tierra en Genesaret.La gente del lugar reconoció a Jesús, y la noticia se extendió por toda la región. Le llevaban los enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL O |
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6 AGOSTO – MIÉRCOLES – LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR |
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Dn 7,9-10.13-14/ Sal 96 / 2Pe 1,16-19 / Mt 17,1-9 – BLANCO
Cristo Jesús, el Hijo amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante Pedro, Santiago y Juan con el testimonio de la Ley y los Profetas. La gloria mostrada revela la transformación a la que, por la gracia, estamos todos llamados, por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios.
5. Oración Colecta
Dios nuestro, que en la Transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de Moisés y Elías y nos dejaste entrever la gloria que nos espera, como hijos tuyos, concédenos seguir el Evangelio de Cristo para compartir con él la herencia de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Dn7,9-10.13-14
Lectura del libro del Profeta Daniel
“Miré, hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó.
Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión. Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Sal 96
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
- ¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono. R.
- Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
- Pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. R.
8. Segunda Lectura: 2Pe 1,16-19
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pedro
Hermanos: La enseñanza que les dimos sobre el poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo, no consistía en cuentos inventados ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza. Lo vimos cuando Dios el Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios le habló de aquella gloriosa manera: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.” Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con el Señor en el monte sagrado. Esto hace más seguro el mensaje de los profetas, el cual con toda razón toman ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el corazón. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 17, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y se fue aparte con ellos a un cerro muy alto. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su cara brillaba como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. En esto vieron a Moisés y a Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: —Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Mientras Pedro estaba hablando, una nube luminosa se posó sobre ellos, y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo.”
Al oír esto, los discípulos se postraron con la cara en tierra, llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: —Levántense; no tengan miedo.
Y cuando miraron, ya no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó: —No cuenten a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te presentamos y, por la transfiguración de tu Hijo, haz que esta Eucaristía nos purifique de todos nuestros pecados. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Que la comunión que hemos recibido nos asemeje, Señor, cada día más a tu Hijo, cuya gloria quisiste manifestarnos en su Transfiguración. Por Jesucristo.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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7 AGOSTO – JUEVES – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jer 31, 31-34 / Sal 50 / Mt 16, 13-23 – VERDE
6. Primera Lectura: Jer 31, 31-34
Lectura del libro del Profeta Jeremías
El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!
– Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
– Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti. R.
– Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 16, 13-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: — ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Entonces Jesús le dijo: –Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: — ¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: — ¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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8 AGOSTO – VIERNES – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Nah 2, 1.3;3, 1-3.6-7 / Dt 32 / Mt 16, 24-28 – VERDE
6. Primera Lectura: Nah 2, 1.3; 3, 1-3.6-7
Lectura del libro del Profeta Nahum
¡Miren! ¡Ya viene sobre los montes el mensajero que trae noticias de paz! Celebra tus fiestas, Judá; cumple tus promesas. Nunca más te invadirán los malvados; han sido destruidos por completo.
Porque el Señor va a restaurar el orgullo de Jacob, el orgullo de Israel, como era antes de que lo saquearan y lo dejaran como vid sin ramas.
¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, llena de mentira y violencia; tu rapiña no tiene fin!
¡Chasquido de látigo, estruendo de ruedas! ¡Galopar de caballos, carros que saltan! ¡Carga de caballería! ¡Brillo de espada, resplandor de lanza! ¡Miles de heridos, montones de muertos! ¡Cadáveres sin fin! ¡La gente tropieza con ellos! Y echaré suciedad sobre ti; te cubriré de deshonra y haré de ti un espectáculo. Todos los que te vean huirán de ti diciendo: ‘¡Nínive está destruida! ¿Quién le tendrá compasión? ¿Dónde hallar quien la consuele?’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del Deuteronomio 32
R. Yo doy la vida, y la quito.
– Ya está cerca el día de su destrucción, ¡ya se les acerca la hora!’ “El Señor saldrá en defensa de su pueblo cuando vea que le faltan las fuerzas. R.
– Yo soy el único Dios; no hay otros dioses fuera de mí. Yo doy la vida, y la quito; yo causo la herida, y la curo. ¡No hay quien se libre de mi poder! R.
– Levanto mi mano al cielo, y juro por mi eternidad que cuando afile mi brillante espada y comience a impartir justicia, me vengaré de mis enemigos.¡Daré su merecido a los que me odian! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 16, 24-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean al Hijo del hombre venir a reinar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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9 AGOSTO – SÁBADO – DÉCIMOOCTAVA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Hab 1, 12-17; 2, 1-4 / Sal 9 / Mt 17, 14-19 – VERDE
6. Primera Lectura: Hab 1, 12-17; 2, 1-4
Lectura del libro del Profeta Habacuc
Señor, ¿acaso no existes tú eternamente, mi Dios santo e inmortal? Señor y protector mío, tú has dado fuerza a los caldeos para que ellos ejecuten tu justicia.
Tú eres demasiado puro para consentir el mal, para contemplar con agrado la iniquidad; ¿cómo, pues, contemplas callado a los criminales, y guardas silencio mientras el malvado destruye a los que son mejores que él? ¿Por qué tratas a los hombres como a peces del mar, como a animales sin gobierno?
Los caldeos se apoderan de otras naciones como el pescador se apodera del pescado: lo atrapa con anzuelos y con redes, y luego, al verlo todo junto, se llena de alegría. Por eso el pescador adora sus redes y anzuelos, y ofrece sacrificios y quema incienso en su honor, pues gracias a ellos tiene comida buena y abundante. Así, ¿seguirán los caldeos pescándonos con sus redes? ¿Seguirán matando sin compasión a la gente?
Estaré atento y vigilante, como lo está el centinela en su puesto, para ver qué me dice el Señor y qué respuesta da a mis quejas.
El Señor me contestó: “Escribe en tablas de barro lo que te voy a mostrar, de modo que pueda leerse de corrido. Aún no ha llegado el momento de que esta visión se cumpla; pero no dejará de cumplirse. Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso. Escribe que los malvados son orgullosos, pero los justos vivirán por su fidelidad a Dios.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 9
R. Señor, nunca abandonas a quienes te buscan.
– Pero el Señor es Rey por siempre; ha afirmado su trono para el juicio: juzgará al mundo con justicia, dictará a los pueblos justa sentencia. R.
– El Señor protege a los oprimidos; él los protege en tiempos de angustia. Señor, los que te conocen, confían en ti, pues nunca abandonas a quienes te buscan. R.
– Canten himnos al Señor, que reina en Sión; anuncien a los pueblos lo que ha hecho. Dios se acuerda de los afligidos y no olvida sus lamentos R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 17, 14-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, se acercó un hombre a Jesús, y arrodillándose delante de él le dijo: —Señor, ten compasión de mi hijo, porque le dan ataques y sufre terriblemente; muchas veces cae en el fuego o en el agua. Aquí se lo traje a tus discípulos, pero no han podido sanarlo.
Jesús contestó: — ¡Oh gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Traigan acá al muchacho.
Entonces Jesús reprendió al demonio y lo hizo salir del muchacho, que quedó sano desde aquel momento. Después los discípulos hablaron aparte con Jesús, y le preguntaron: — ¿Por qué no pudimos nosotros expulsar el demonio? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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10 AGOSTO – DOMINGO – DÉCIMONOVENA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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1 Re 19, 9a.11-13a / Sal 84 / Rm 9, 1-5 / Mt 14, 22-33 – VERDE
5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso a quien confiadamente podemos llamar Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor.
6. Primera Lectura: 1 Re 19, 9a.11-13a
Lectura del primer libro de los Reyes
Al llegar al monte Horeb, Elías entró en una cueva, y allí pasó la noche.
Y el Señor le dijo: “Sal fuera y quédate de pie ante mí, sobre la montaña.”
En aquel momento pasó el Señor, y un viento fuerte y poderoso desgajó la montaña y partió las rocas ante el Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto; pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Y tras el terremoto hubo un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
– Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
– El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
– El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.
8. Segunda Lectura: Rm 9, 1-5
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Como creyente que soy en Cristo, estoy diciendo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: tengo una gran tristeza y en mi corazón hay un dolor continuo, pues hasta quisiera estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi propia raza. Son descendientes de Israel, y Dios los adoptó como hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia gloriosa, y les dio las alianzas, la ley de Moisés, el culto y las promesas. Son descendientes de nuestros antepasados; y de su raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 14, 22-33
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando la hubo despedido, Jesús subió a un cerro, para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron, y gritaron llenos de miedo: —¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles: —¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!
Entonces Pedro le respondió: —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús.
Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: —¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: —¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: — ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios! Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, que tanto amó al mundo que le dio a su hijo único. A cada petición respondemos: Escúchanos, Padre
– Por la santa Iglesia de Dios: para que la unidad, la caridad mutua y el fervor reinen entre nosotros. Roguemos al Señor. R.
– Por la humanidad: para que cesen en el mundo las guerras, las divisiones, los odios y las miserias, y recuperemos la esperanza en el amor. Roguemos al Señor. R.
– Por los que conociendo el amor, sufren los frutos del egoísmo: para que en su camino encuentren quienes les comprendan y les ayuden. Roguemos al Señor. R.
– Por nosotros mismos: para que abandonando todos los ídolos: dinero, prestigio y consumismo, amemos al Señor con un corazón indiviso. Roguemos al Señor. R.
– Para que saliendo de nuestra mediocridad, sepamos llevar a plenitud la fe,
caminando hacia la santidad que Dios exige de nosotros. Roguemos al Señor. R.
+ Padre que imitemos a tu Hijo; que te amemos sobre todas las cosas y a nuestros hermanos como a nosotros mismos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, estos dones que has puesto en manos de tu Iglesia, y con tu poder conviértelos en el sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu amor y nos haga participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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11 AGOSTO – LUNES – DÉCIMONOVENA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 1, 2-5.24; 2, 1a / Sal 148 / Mt 17, 21-26 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 1, 2-5.24; 2, 1a
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
Yo, el sacerdote Ezequiel, estaba un día a orillas del río Quebar, en Babilonia, entre los que habían sido llevados al destierro. En esto se abrió el cielo, y vi a Dios en una visión. Era el día cinco del mes cuarto del año treinta, cinco años después que el rey Joaquín había sido llevado al destierro. El Señor puso su mano sobre mí. Entonces vi que del norte venía un viento huracanado; de una gran nube salía un fuego como de relámpagos, y en su derredor había un fuerte resplandor. En medio del fuego brillaba algo semejante al metal bruñido, y en el centro mismo había algo parecido a cuatro seres con aspecto humano. Y oí también el ruido que hacían las alas cuando avanzaban: era como el ruido del agua de un río crecido, como la voz del Todopoderoso, como el ruido de un gran ejército. Cuando se detenían, bajaban las alas. Luego oí una voz que me decía: “Tú, hombre, ponte de pie, que te voy a hablar.” Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 148
R. Alaben todos, el nombre del Señor.
– ¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo! R.
– ¡Los reyes del mundo y todos los pueblos! ¡Todos los jefes y gobernantes del mundo! ¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos! R.
– ¡Alaben todos el nombre del Señor, pues solo su nombre es altísimo! ¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra! R.
– ¡Él ha dado poder a su pueblo! ¡Alabanza de todos sus fieles, de los israelitas, su pueblo cercano! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 17, 21-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Mientras Jesús y sus discípulos andaban juntos por la región de Galilea, Jesús les dijo:—El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará. Esta noticia los llenó de tristeza.
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron:
— ¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo?
—Sí, lo paga —contestó Pedro.
Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo: — ¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros?
Pedro le contestó: —A los extranjeros.
Jesús añadió: —Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada. Pero, para no servir de tropiezo a nadie, vete al lago, echa el anzuelo y saca el primer pez que pique. En su boca encontrarás una moneda, que será suficiente para pagar mi impuesto y el tuyo; llévala y págalos. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.
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12 AGOSTO – MARTES – DÉCIMONOVENA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 2, 8-9;3,1-4 / Sal 118 / Mt 18, 1-5.10.12-14 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 2, 8-9;3,1-4
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
Así dice el Señor: Atiende bien lo que te digo, y no seas rebelde como ellos. Abre la boca y come lo que te voy a dar.
Entonces vi una mano extendida hacia mí, la cual tenía un escrito enrollado.
Entonces me dijo: “Tú, hombre, cómete este escrito, y luego ve a hablar a la nación de Israel.” Abrí la boca y él me hizo comer el escrito. Luego me dijo: “Trágate ahora este escrito que te doy, y llena con él tu estómago.” Yo me lo comí, y me supo tan dulce como la miel. Entonces me dijo: “Ve y comunica al pueblo de Israel lo que tengo que decirle.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Me alegraré en el camino de tus mandatos.
– Me alegraré en el camino de tus mandatos, más que en todas las riquezas. Yo me alegro con tus mandatos; ellos son mis consejeros. R.
– Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. R.
– Tu promesa es más dulce a mi paladar que la miel a mi boca. Mi herencia eterna son tus mandatos, porque ellos me alegran el corazón. R.
– Con gran ansia abro la boca, pues deseo tus mandamientos. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 18, 1-5.10.12-14
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: — ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:—Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.
“No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
“¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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13 AGOSTO – MIÉRCOLES – SAN HIPÓLITO, MÁRTIR |
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Dt 31, 1-8 / Sal 32 / Mt 18, 1-5.10.12-14 – ROJO
Hipólito fue presbítero romano y se opuso a los papas Ceferino y Calixto. Es considerado como el teólogo más importante del siglo III en la Iglesia occidental; es el primer comentarista de la Biblia, llamado por esa razón "padre de la exégesis cristiana". Escribe la "Refutación de todas las herejías", obra aún válida que contiene valiosos datos sobre el gnosticismo. Muere en el destierro, por su papel en la Iglesia romana.
5. Oración Colecta
Señor, que infundiste tu fuerza a san Hipólito para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria, vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Dt 31, 1-8
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló de nuevo a todo Israel, y dijo lo siguiente: “Yo tengo ciento veinte años, y ya no tengo fuerzas para andar de un lado para otro. Además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. Pero el Señor su Dios marchará delante de ustedes, y al paso de ustedes destruirá estas naciones, para que ocupen su territorio. Josué irá al frente de ustedes, como jefe, tal como lo ha dicho el Señor. El Señor hará con estas naciones lo mismo que hizo con Sihón y con Og, reyes de los amorreos, y con sus países, a los cuales destruyó. Y cuando el Señor haga que estas naciones caigan en poder de ustedes, deben hacer con ellas todo lo que les he ordenado. Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor su Dios está con ustedes y no los dejará ni los abandonará.”
Después llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: “Ten valor y firmeza, porque tú tienes que llevar esta gente al país que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría, y tú serás quien los haga tomar posesión. El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Bendice, Señor, a tu pueblo.
- Cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! La palabra del Señor es verdadera. R.
- Él junta y almacena las aguas del mar profundo. R.
- Honren al Señor todos en la tierra; ¡hónrenlo todos los habitantes del mundo! R.
- Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 18, 1-5.10.12-14
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: — ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:—Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
“¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza al mártir Hipólito para soportar los tormentos. Por Jesucristo nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que san Hipólito se mostró siempre fiele a tu servicio y vencedor en el tormento. Por Jesucristo nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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14 AGOSTO – JUEVES – DÉCIMONOVENA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 12, 1-12 / Sal 77 / Mt 18, 21-35; 19, 1 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 12, 1-12
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Tú, hombre, vives en medio de un pueblo rebelde. Tienen ojos para ver, pero no ven; y oídos para oír, pero no oyen, porque son un pueblo rebelde. Por eso, prepara lo necesario para salir al destierro y, a pleno día y a la vista de todos, sal de tu casa y vete a otro lugar; tal vez se den cuenta de que son un pueblo rebelde. A pleno día y a la vista de todos, saca tus cosas como para ir al destierro; y por la tarde, también a la vista de todos, sal como si fueras al destierro. Después, haz un boquete en el muro, a la vista de todos, y sal por él con tus cosas. Y cuando oscurezca, échate al hombro tus cosas y sal con ellas a la vista de todos. Tápate la cara, de modo que no puedas ver el país. Quiero que seas una señal de alarma para el pueblo de Israel.”
Yo preparé mis cosas tal como el Señor me lo había ordenado, y a pleno día salí con ellas, como quien va al destierro. Por la tarde hice con mis manos un boquete en el muro y, cuando oscureció, a la vista de todos me eché las cosas al hombro y salí con ellas. A la mañana siguiente, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Seguramente los israelitas, ese pueblo rebelde, te habrán preguntado qué estabas haciendo. Pues diles de mi parte que esto es un anuncio para el rey de Jerusalén y para todos los israelitas que allí viven. Diles que tú eres una señal de alarma para ellos, y que tendrán que hacer lo mismo que tú hiciste, porque serán llevados al destierro. El jefe que tienen habrá de echarse sus cosas al hombro, y cuando oscurezca saldrá con ellas por un boquete que harán en el muro. Irá con la cara tapada, para que nadie pueda verlo a él ni él pueda ver el país. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.
– Ellos pusieron a prueba al Dios altísimo rebelándose contra él y desobedeciendo sus mandatos; pues, lo mismo que sus padres, lo abandonaron y le fueron infieles; ¡se torcieron igual que un arco falso! R.
– Lo hicieron enojar con sus altares paganos; adorando ídolos, lo provocaron a celos. Dios se enojó al ver esto, y rechazó por completo a Israel R.
– Permitió que sus enemigos capturaran el símbolo de su gloria y su poder. Tan furioso estaba contra su pueblo, que los entregó a la espada del enemigo. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 18, 21-35; 19, 1
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Pedro fue y preguntó a Jesús: —Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó: —No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
“Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: ‘Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.’ Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad.
“Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: ‘¡Págame lo que me debes!’ El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.’” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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15 AGOSTO – VIERNES – LA ASUNCIÓN DE LA B. VIRGEN MARÍA |
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Ap 11, 19a; 12,1-6a.10ab/Sal 44/1Cor 15,20-26/Lc 1, 39-56 – BLANCO
Acabado el curso de su vida en la tierra, santa María fue exaltada a la gloria, habiendo sido asunta la cielo, para participar plenamente de los frutos de la redención y de la resurrección de Cristo.
5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que glorificaste a santa María, Madre de tu Hijo, exaltándola para que compartiera la plenitud de su resurrección, concédenos vivir en este mundo como Ella vivió, para participar de la misma gloria que Ella ha recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Ap 11, 19a; 12, 1-6a.10ab
Lectura del libro del Apocalipsis
Se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en el templo se veía el arca de su alianza. Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar. Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 44
R. De pie, a tu derecha, está la reina.
- Escucha, hijita; fíjate bien en lo que voy a decirte: Olvídate de tu familia y de tu gente. R.
- El rey desea tu belleza; él es tu señor, y debes obedecerlo. R.
- Avanzan con gran alegría; alegres entran en el palacio del rey. R.
8. Segunda Lectura: 1 Cor 15, 20-26
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre vino la muerte, también por causa de un hombre viene la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, cuando Cristo vuelva, los que son suyos. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo tiene que reinar hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Porque Dios lo ha sometido todo bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Lc 1, 39-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: — ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.” María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Señor, que hoy ha elevado a la Virgen María por encima de los ángeles y de los santos, y digámosle confiados: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
– Para que todos los hijos de la Iglesia, unidos a la gloriosa santa María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se alegren en Dios, su salvador. R.
– Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles y todos los pueblos feliciten a aquélla en la cual Dios ha hecho obras grandes. R.
– Para que el Señor, con las proezas de su brazo, enaltezca a los humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, roguemos al Señor. R.
– Para que Cristo, que ha enaltecido a María como madre de la nueva creación, nos conceda como a Ella, la gloria de su Reino, roguemos al Señor. R.
+ Señor, que constituiste a la Madre de tu Hijo en Madre y modelo nuestro; escúchanos y haz que, por su intercesión, participemos de tu gloria. Por Jesucristo.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio que te ofrecemos para celebrar la glorificación de santa María y ayúdanos, por su intercesión, a buscarte y a vivir siempre en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Tú, que nos has hecho partícipes de este sacramento de vida eterna, concédenos, Señor, por intercesión de santa María, en este día de su glorificación, alcanzar la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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16 AGOSTO – SÁBADO – DÉCIMONOVENA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 18, 1-10.13b.30-32 / Sal 50 / Mt 19, 13-15 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 18, 1-10.13b.30-32
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “¿Por qué en Israel no deja de repetirse
aquel refrán que dice: ‘Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes’? Yo, el Señor, juro por mi vida que nunca volverán ustedes a repetir este refrán en Israel. A mí me pertenece todo ser humano, lo mismo el padre que el hijo. Aquel que peque, morirá.
“El hombre recto es el que hace lo que es justo y recto: no participa en los banquetes que se celebran en las colinas para honrar a los ídolos, ni pone su confianza en los falsos dioses de Israel; no le quita la mujer a su prójimo, ni se une con su propia mujer cuando ella está en su periodo de menstruación; no oprime a nadie, sino que devuelve a su deudor lo que había recibido de él en prenda; no roba a nadie; comparte su pan con el hambriento y da ropa al desnudo; no presta dinero con usura ni exige intereses; no causa daño a nadie; es justo cuando juzga un pleito entre dos personas; actúa de acuerdo con mis leyes y cumple fielmente mis mandamientos. Ese hombre es verdaderamente recto, y por lo tanto vivirá. Yo, el Señor, lo afirmo.
“Pero si este hombre tiene un hijo violento y asesino, que hace cualquiera de esas cosas: ese hombre no podrá vivir. Después de haber hecho todas esas cosas que yo detesto, morirá sin remedio, y él mismo será responsable de su muerte. Yo los juzgo a cada uno de ustedes, israelitas, de acuerdo con sus acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Abandonen de una vez por todas sus maldades, para que no se hagan culpables de su propia ruina. Apártense de todas las maldades que han cometido contra mí, y háganse de un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel, si yo no quiero que nadie muera? Apártense del mal y vivirán. Yo, el Señor, lo afirmo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!
– Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
– Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti. R.
– Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 19, 13-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Entonces Jesús dijo: —Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.
Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel lugar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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17 AGOSTO – DOMINGO – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Is 56, 1.6-7 / Sal 66 / Rm 11, 13-15.29-32 / Mt 15, 21-28 – VERDE
5. Oración Colecta
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos ni siquiera imaginar y has prometido a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
6. Primera Lectura: Is 56, 1.6-7
Lectura del libro del Profeta Isaías
El Señor dice: “Practiquen la justicia, hagan lo que es recto, porque pronto voy a llevar a cabo la liberación; voy a mostrar mi poder salvador.
Y a los extranjeros que se entreguen a mí, para servirme y amarme, para ser mis siervos, si respetan el sábado y no lo profanan y se mantienen firmes en mi alianza, yo los traeré a mi monte sagrado y los haré felices en mi casa de oración. Yo aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi casa será declarada casa de oración para todos los pueblos.” Palabra de Dios.Te alabamos,Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Que el Señor tenga compasión y nos bendiga.
– Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
– Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
– Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.
8. Segunda Lectura: Rm 11, 13-15.29-32
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Tengo algo que decirles a ustedes, que no son judíos. Puesto que Dios me ha enviado a los no judíos, yo tengo en gran estima este servicio. Quiero que algunos de mi propia raza sientan celos de ustedes, y así llevarlos a la salvación. Pues si el rechazo de los judíos ha traído al mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no traerá el que sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos! Pues lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco su llamamiento. En tiempos pasados, ustedes desobedecieron a Dios, pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de ustedes. De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de ustedes y para que, también ahora, tenga compasión de ellos. Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia, con el fin de tener compasión de todos por igual. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 15, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se dirigió a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando: — ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí!
¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: –Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
Jesús dijo: –Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: —¡Señor, ayúdame!
Jesús le contestó: –No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le dijo: —Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces le dijo Jesús: –¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres. Y desde ese mismo momento su hija quedó sana. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda nuestras necesidades. A cada petición respondemos: Escúchanos, Padre
– Roguemos al Señor por quienes no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que gocen de la bendición del Señor. Roguemos al Señor. R.
– Roguemos por los que ayudan a los pobres, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen. Roguemos al Señor. R.
– Roguemos por los que viven fuera de su hogar o alejados de sus familiares, para que Dios los proteja de todo peligro. Roguemos al Señor. R.
– Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe y nos guarde de todo mal. Roguemos al Señor. R.
+ Señor Dios, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, proclame al mundo tu Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para esta Eucaristía a fin de que, a cambio de ofrecerte lo que tú nos has dado, podamos recibir de ti, tu misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Tú que nos hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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18 AGOSTO – LUNES – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 24, 15-24 / Dt 32 / Mt 19, 16-22 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 24, 15-24
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Voy a quitarte de un solo golpe a la persona que tú más quieres. Pero no te lamentes ni llores; no derrames lágrimas. Sufre en silencio y no guardes luto como se hace por los muertos. No andes con la cabeza descubierta ni vayas descalzo; no te cubras la cara en señal de dolor ni comas el pan que se come en tales casos.”
Por la mañana estuve hablando con la gente, y por la tarde murió mi esposa; a la mañana siguiente hice lo que el Señor me había ordenado. Entonces la gente del pueblo me dijo: “Explícanos qué quiere decir para nosotros eso que estás haciendo.”
Yo les dije: “El Señor se dirigió a mí, y me dijo: ‘Dile al pueblo de Israel: Esto dice el Señor: Voy a profanar mi templo, que a ustedes tanto les gusta mirar y tanto quieren, y que es su orgullo y su fuerza; los hijos e hijas que ustedes dejaron en Jerusalén morirán asesinados. Y diles: Ustedes harán lo mismo que yo he hecho: no podrán cubrirse la cara en señal de dolor, ni comer el pan que se come en tales casos. No podrán llevar la cabeza descubierta ni los pies descalzos. No se lamentarán ni llorarán. Quedarán sin fuerzas por culpa de sus maldades, y se pondrán a lamentarse unos con otros. Ezequiel será para ustedes un ejemplo, y todo lo que él hizo lo harán ustedes. Cuando esto suceda, reconocerán que yo soy el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del Deuteronomio 32
R. Olvidaste, Israel, al Dios que te dio la vida.
– Olvidaste, Israel, a tu padre y protector; olvidaste al Dios que te dio la vida. Y Dios se enojó al ver esto, y rechazó a sus hijos y a sus hijas. R.
– Dijo el Señor: ‘Voy a volverles la espalda, ¡y a ver en qué van a parar! Realmente son gente malvada, hijos en los que no se puede confiar. R.
– Me provocan a celos con un dios que no es dios, me irritan con sus dioses ilusorios; ¡pues yo los provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo, los haré enojar con un pueblo que no quiere entender! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 19, 16-22
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó: —Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?
Jesús le contestó: — ¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos. — ¿Cuáles? —preguntó el joven.
Y Jesús le dijo: –‘No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.’ —Todo eso ya lo he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?
Jesús le contestó: —Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque era muy rico. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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19 AGOSTO – MARTES – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 28, 1-10 / Dt 32 / Mt 19, 23-30 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 28, 1-10
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Tú, hombre, dile al rey de Tiro: ‘Esto dice el Señor: Tu corazón se llenó de orgullo, y te creíste un dios sentado en el trono de los dioses y rodeado por el mar.
Pero tú no eres un dios, sino un hombre que cree tener la inteligencia de un dios.
¿Acaso eres más sabio que Daniel? ¿Acaso ningún secreto te es desconocido?
Con tu sabiduría y tu habilidad has conseguido muchas riquezas, has llenado tus cofres de oro y plata. Con tu gran habilidad para el comercio has aumentado tus riquezas, y las riquezas te han vuelto orgulloso.
Por eso, el Señor dice: Ya que crees tener la inteligencia de un dios, voy a hacer que vengan extranjeros contra ti, gente de lo más cruel, que sacará la espada para atacarte, a ti, tan hermoso y tan sabio, y que dejará tu esplendor por el suelo. Te hundirán en el abismo, y tendrás una muerte violenta en alta mar.
¿Y seguirás creyendo que eres un dios, cuando estés ante tus verdugos?
¡En manos de los que te maten no serás más que un simple hombre!
Morirás a manos de extranjeros, como mueren los paganos. Yo, el Señor, he hablado; yo he dado mi palabra.’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del Deuteronomio 32
R. Yo doy la vida, y la quito.
– Yo había pensado dispersarlos y borrar de la tierra su memoria, pero no quise soportar las burlas del enemigo. R.
– No quise que se jactaran mis adversarios y que dijeran: “No fue el Señor quien hizo esto; lo hicimos nosotros con nuestro poder.” Israel es un pueblo que ha perdido el juicio. R.
– ¿Cómo es que uno solo hizo huir a mil? ¿Y cómo es que dos pusieron en fuga a diez mil? ¡Tan solo porque el Señor, su protector, decidió entregarlos al enemigo! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 19, 23-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Les repito que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
Al oírlo, sus discípulos se asombraron más aún, y decían: —Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó: —Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.
Pedro le dijo entonces: —Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir?
Jesús les respondió: —Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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20 AGOSTO – MIÉRCOLES – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 34, 1-11 / Sal 22 / Mt 20, 1-16ª – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 34, 1-11
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “Tú, hombre, habla en mi nombre contra los pastores de Israel, y diles: ‘Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se cuidan a sí mismos! Lo que deben cuidar los pastores es el rebaño. Ustedes se beben la leche, se hacen vestidos con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan el rebaño. Ustedes no ayudan a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las que tienen alguna pata rota, ni hacen volver a las que se extravían, ni buscan a las que se pierden, sino que las tratan con dureza y crueldad. Mis ovejas se quedaron sin pastor y se dispersaron, y las fieras salvajes se las comieron. Se dispersaron por todos los montes y cerros altos, se extraviaron por toda la tierra, y no hubo nadie que se preocupara por ellas y fuera a buscarlas. Así que, pastores, escuchen bien mis palabras. Yo, el Señor, lo juro por mi vida: Fieras salvajes de todas clases han robado y devorado a mis ovejas, porque no tienen pastor. Mis pastores no van a buscar a las ovejas. Los pastores cuidan de sí mismos, pero no de mi rebaño. Por eso, pastores, escuchen las palabras que yo, el Señor, les dirijo: Pastores, yo me declaro su enemigo y les voy a reclamar mi rebaño; les voy a quitar el encargo de cuidarlo, para que no se sigan cuidando ustedes mismos; rescataré a mis ovejas, para que ustedes no se las sigan comiendo.’ Yo, el Señor, digo: Yo mismo voy a encargarme del cuidado de mi rebaño.” Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor; nada me falta.
– El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
– Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
– Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
– Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 20, 1-16ª
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con el dueño de una finca, que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viñedo. Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día, y los mandó a trabajar a su viñedo. Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza desocupados. Les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo, y les daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les preguntó: ‘¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?’ Le contestaron: ‘Porque nadie nos ha contratado.’ Entonces les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo.’
“Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: ‘Llama a los trabajadores, y págale comenzando por los últimos que entraron y terminando por los que entraron primero.’ Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: ‘Estos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.’ Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?’ “De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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21 AGOSTO – JUEVES – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 36, 23-28 / Sal 50 / Mt 22, 1-14 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 36, 23-28
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
Así dice el Señor: Yo voy a mostrar ante las naciones la santidad de mi gran nombre, que ustedes han ofendido entre ellas; cuando yo lo haga, ellas reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor, lo afirmo. Yo los sacaré a ustedes de todas esas naciones y países; los reuniré y los haré volver a su tierra. Los lavaré con agua pura, los limpiaré de todas sus impurezas, los purificaré del contacto con sus ídolos; pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos; vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!
– Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
– Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti. R.
– Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada.
Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 22, 1-14
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a hablar a los judíos otra vez por medio de parábolas. Les dijo: “Sucede con el reino de los cielos como con un rey que hizo un banquete para la boda de su hijo. Mandó a sus criados que fueran a llamar a los invitados, pero estos no quisieron asistir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles: ‘Digan a los invitados que ya tengo preparada la comida. Mandé matar mis reses y animales engordados, y todo está listo; que vengan al banquete.’ Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a sus terrenos, otro se fue a sus negocios, y los otros agarraron a los criados del rey y los maltrataron hasta matarlos. Entonces el rey se enojó mucho, y ordenó a sus soldados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su pueblo. Luego dijo a sus criados: ‘El banquete está listo, pero aquellos invitados no merecían venir. Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten al banquete a todos los que encuentren.’ Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y así la sala se llenó de gente.
“Cuando el rey entró a ver a los invitados, se fijó en un hombre que no iba vestido con traje de boda. Le dijo: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí, si no traes traje de boda?’ Pero el otro se quedó callado. Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas: ‘Átenlo de pies y manos y échenlo a la oscuridad de afuera. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.’ Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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22 AGOSTO – VIERNES – SANTA MARÍA REINA |
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Zac 2,10-13 / Lc 1,46-49 / Jn 2,1-1 – BLANCO
En esta fiesta se recuerda que la Bienaventurada Virgen María, una vez asunta al cielo, en base al papel que el mismo Jesucristo le confió, sigue siendo, no solamente la que ha dado a luz a Dios, sino también la Madre de la Nueva Creación o de la Iglesia.
5. Oración Colecta
Dios todopoderoso, que has querido darnos como madre y reina a la Madre de tu Hijo, concédenos amarla y venerarla como verdaderos hijos suyos y participar, por su intercesión, de la gloria de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Zac 2, 10-13
Lectura del libro del Profeta Zacarías
El Señor afirma: “¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!” Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.” Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: De Lucas 1
R. Mi alma alaba la grandeza del Señor
– “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. R.
– Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichos. R.
– Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Jn 2, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:-Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.
Ella dijo a los que estaban sirviendo: —Hagan todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes: —Llenen de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo: —Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo: —Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para celebrar esta fiesta de santa María y concédenos que tu Hijo Jesucristo, que quiso ofrecerse por nosotros en la cruz, nos obtenga tu perdón y tu paz. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que quienes hemos participado de este sacramento, al celebrar hoy a santa María, participemos, por su intercesión, del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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23 AGOSTO – SÁBADO – VIGÉSIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Ez 43, 1-7a / Sal 84 / Mt 23, 1-12 – VERDE
6. Primera Lectura: Ez 43, 1-7a
Lectura del libro del Profeta Ezequiel
El hombre me llevó a la puerta oriental, y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente. Se oía un ruido muy fuerte, como el de un río caudaloso, y la tierra se llenó de luz. La visión era como la que yo tuve cuando el Señor vino a destruir Jerusalén, y como la que tuve junto al río Quebar. Me incliné hasta tocar el suelo con la frente, y la gloria del Señor entró hasta el templo por la puerta oriental. Entonces el poder de Dios me levantó y me llevó al atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo. El hombre se puso junto a mí, y oí que el Señor me hablaba desde el templo y me decía: “Este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo mis pies; aquí viviré en medio de los israelitas para siempre. Ni ellos ni sus reyes volverán a deshonrar con sus infidelidades mi santo nombre: no volverán a construir monumentos a sus reyes después de su muerte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. La gloria del Señor vivirá en nuestra tierra.
– Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
– El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
– El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 23, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: “Los maestros de la ley y los fariseos enseñan con la autoridad que viene de Moisés. Por lo tanto, obedézcanlos ustedes y hagan todo lo que les digan; pero no sigan su ejemplo, porque ellos dicen una cosa y hacen otra. Atan cargas tan pesadas que es imposible soportarlas, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo. Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas tiras, y ponerse ropas con grandes borlas. Quieren tener los mejores lugares en las comidas y los asientos de honor en las sinagogas, y desean que la gente los salude con todo respeto en la calle y que los llame maestros.
“Pero ustedes no deben pretender que la gente los llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solamente un Maestro. Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo. Ni deben pretender que los llamen guías, porque Cristo es su único Guía. El más grande entre ustedes debe servir a los demás. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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24 AGOSTO – DOMINGO – VIGÉSIMOPRIMERA SEMANA T. ORDINARIO |
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Is 22, 19-23 / Sal 137 / Rm 11, 33-36 / Mt 16, 13-20 – VERDE
5. Oración Colecta
Dios nuestro, concédenos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, pueda encontrar nuestro corazón la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.
6. Primera Lectura: Is 22, 19-23
Lectura del libro del Profeta Isaías
Esto dice el Señor al mayordomo del palacio: “Yo te quitaré de tu puesto, te retiraré de tu oficio. En ese día llamaré a mi siervo, a Eliaquim, hijo de Hilquías; lo vestiré con tu túnica, le pondré tu cinturón de honor y le daré tu autoridad. Será como un padre para los habitantes de Jerusalén y para el pueblo de Judá. En sus hombros le pondré la llave de la casa de David; nadie podrá cerrar lo que él abra ni abrir lo que él cierre. Él será como un trono de honor para la familia de su padre. Yo haré que quede firme en su lugar, como si fuera un clavo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Señor, tu amor perdura eternamente.
– Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
– Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
– Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde, y de lejos reconoce al orgulloso. Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! R.
8. Segunda Lectura: Rm 11, 33-36
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
¡Qué profundas son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento! Nadie puede explicar sus decisiones, ni llegar a comprender sus caminos. Pues “¿quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá darle consejos? ¿Quién le ha dado algo antes, para que él tenga que devolvérselo?” Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por él y para él. ¡Gloria para siempre a Dios! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 16, 13-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: — ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración, implorando: Te lo pedimos Señor, óyenos.
- Para que el Señor, bendiga a los obispos, presbíteros y servidores y a todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra buenas cosechas y dé sabiduría a los que enseñan, y estudian, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores el arrepentimiento y les conceda el perdón, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor bendiga a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos les dé salud y vida en el Espíritu, roguemos al Señor. R.
+ Señor, que por medio de Cristo, nos has hecho descubrir tu amor, escucha nuestras oraciones e ilumínanos con la luz del Espíritu Santo. Por Jesucristo.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de un sacrificio único, el de Cristo en la Cruz, nos has adoptado como hijos tuyos, concede siempre a tu Iglesia el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Completa, Señor, en nosotros la obra redentora de tu amor y danos la fortaleza y generosidad necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad. Por Jesucristo.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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25 AGOSTO – LUNES – VIGÉSIMOPRIMERA SEMANA T. ORDINARIO |
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2 Tes 1, 1-5.11b-12 / Sal 95 / Mt 23, 13-22– VERDE
6. Primera Lectura: 2 Tes 1, 1-5.11b-12
Comienzo de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la comunidad de los creyentes de la ciudad de Tesalónica, que están unidos a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.
Hermanos, siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, como es justo que hagamos, porque la fe de ustedes está creciendo y el amor que cada uno tiene por los otros es cada vez mayor. De modo que nosotros mismos hablamos de ustedes con satisfacción en las iglesias de Dios, por la fortaleza y la fe que ustedes muestran en medio de todas las persecuciones y aflicciones que sufren. Esto es una señal del justo juicio de Dios y muestra que él los ha juzgado dignos de entrar en su reino, por el cual están sufriendo, pidiendo a nuestro Dios que los haga dignos del llamamiento que les hizo, y que cumpla por su poder todos los buenos deseos de ustedes y los trabajos que realizan movidos por su fe. De esta manera, el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por causa de ustedes, y él los honrará conforme a la bondad de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Hablen de las maravillas del Señor ante todos los pueblos.
– Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
– Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
– Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza: ¡más terrible que todos los dioses! Los dioses de otros pueblos no son nada, pero el Señor hizo los cielos. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 23, 13-22
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús habló diciendo: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo.
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.
“¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: ‘Quien hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.’ ¡Tontos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro, o el templo por cuya causa el oro queda consagrado? También dicen ustedes: ‘Quien hace una promesa jurando por el altar, no se compromete a nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces sí queda comprometido.’ ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el altar por cuya causa la ofrenda queda consagrada? El que jura por el altar, no está jurando solamente por el altar, sino también por todo lo que hay encima; y el que jura por el templo, no está jurando solamente por el templo, sino también por Dios, que vive allí. Y el que jura por el cielo, está jurando por el trono de Dios, y a la vez por Dios, que se sienta en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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26 AGOSTO – MARTES – VIGÉSIMOPRIMERA SEMANA T. ORDINARIO |
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2Tes 2, 1-3a.13-16 / Sal 95 / Mt 23, 23-26 – VERDE
6. Primera Lectura: 2 Tes 2, 1-3a.13-16
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos, en cuanto al regreso de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les rogamos que no cambien fácilmente de manera de pensar ni se dejen asustar por nadie que diga haber tenido una revelación del Espíritu, o haber recibido una enseñanza dada de palabra o por carta, según la cual nosotros habríamos afirmado que el día del regreso del Señor ya llegó. No se dejen engañar de ninguna manera.
Nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los escogió para que fueran los primeros en alcanzar la salvación por medio del Espíritu que los hace santos y de la verdad en que han creído. Para esto los llamó Dios por medio del evangelio que nosotros anunciamos: para que lleguen a tener parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta. Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su bondad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. ¡El Señor viene a gobernar la tierra!
– Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” Él afirmó el mundo, para que no se mueva; él gobierna a los pueblos con igualdad. R.
– ¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! R.
– ¡Que griten de alegría los árboles del bosque, delante del Señor, que viene! ¡Sí, él viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 23, 23-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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27 AGOSTO – MIÉRCOLES – SANTA MÓNICA |
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Ecclo 26,1-4.16-21 / Sal 15 / Mt 11,25-30– BLANCO
Nació en una familia de fervor cristiano, adquiriendo valores como la fe y una gran piedad. Se casó con el pagano Patricio (que luego se convierte al cristianismo) y engendró 3 hijos: Agustín, Navigio y una hija. Santa Mónica se destaca por su mansedumbre, paciencia y maternal solicitud, que la premio con un hijo como San Agustín.
5. Oración Colecta
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta de santa Mónica, concede a los que celebramos su memoria imitar también los ejemplos de su vida santa. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura:Ecclo 26,1-4.16-21
Lectura del libro del Eclesiástico
¡Dichoso el esposo de una mujer buena: vivirá el doble! Una mujer ejemplar hace prosperar a su marido y le alegra los años de su vida. ¡Qué buena suerte es encontrar una buena mujer! Es un regalo que Dios da a quienes lo respetan. Sea rico o pobre, estará contento y siempre tendrá la cara alegre. Como el sol que brilla en lo alto del cielo, así es la mujer hermosa en un hogar bien cuidado. Como lámpara que alumbra en el candelabro del templo es un rostro hermoso en un cuerpo bien formado, y como columnas de oro sobre bases de plata son unas piernas hermosas sobre pies bien firmes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 15
R. Señor, ¿quién puede residir en tu santuario?
– Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie. R.
– El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor. R.
– El que cumple sus promesas aunque le vaya mal el que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 11,25-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Te presentamos, Señor, estas ofrendas en este día en que conmemoramos a santa Mónica, rogándote humildemente nos alcancen el perdón y la salvación. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso, te suplicamos que la eficacia divina de este sacramento nos transforme y, al recordar a tu sierva, santa Mónica, te pedimos que abundemos en los santos deseos y las buenas obras que caracterizaron su vida. Por Jesucristo.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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28 AGOSTO – JUEVES – SAN AGUSTÍN, OBISPO |
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2 Tim 4,1-8 / Sal 112 / Mt 5, 13-19 – BLANCO
Agustín, tuvo una adolescencia frívola e inquieta por cuestiones doctrinales, se convirtió a la fe católica y fue bautizado por san Ambrosio de Milán. Vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en África, fue modelo de su grey, la instruyó con abundantes sermones y escritos, con los que también combatió valientemente contra los errores de su tiempo e iluminó con sabiduría la recta fe (430).
5. Oración Colecta
Enciende, Señor, en nosotros el fuego con que inflamaste el corazón de san Agustín, a fin de que, sedientos como él de sabiduría y de amor, no descansemos hasta encontrarte a ti, verdad eterna e infinita bondad. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: 2 Tim 4,1-8
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermano: Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que solo les enseñen lo que ellos quieran oír. Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo. Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte. He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 112
R. Feliz el que honra al Señor.
– Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Brilla una luz en la oscuridad para los hombres honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. R.
– No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
–Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 5, 13-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.
“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.
“No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, que esta Eucaristía que vamos a celebrar, como memorial de nuestra redención y sacramento de tu misericordia, sea para nosotros signo de unidad y vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que hemos recibido en este sacramento, nos hagan participar, Señor, de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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29 AGOSTO – VIERNES – MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA |
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Jer 1, 17-19 / Sal 70 / Mc 6, 17-29 – ROJO
Herodes Antipas retuvo encarcelado a Juan en la fortaleza de Maqueronte. En el día de su cumpleaños lo mandó decapitar a petición de la hija de Herodías. De esta suerte, el Precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la vida como en la muerte, dio testimonio de la verdad.
5. Oración Colecta
Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista para preparar, con su predicación y ejemplo, la venida de Cristo y dar con su muerte testimonio de la verdad y la justicia, concédenos, por su intercesión, anunciar y atestiguar con nuestra vida toda la verdad del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Jer 1, 17-19
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor me dijo: “Tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque de otra manera yo te haré temblar delante de ellos.
“Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán porque yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Mi boca contará tu auxilio.
– Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Líbrame, ponme a salvo,
pues tú eres justo! Dígnate escucharme, y sálvame. R.
– Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
– Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti. ¡Tú me hiciste nacer! R.
– Todo el día anunciaré con mis labios que tú nos has salvado y nos has hecho justicia. Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud, y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mc 6, 17-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.”
Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré.
Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba. Ella salió, y le preguntó a su madre: — ¿Qué pediré? Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.
La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos dé fuerzas, Señor, para mantenernos fieles a la justicia y la verdad que san Juan Bautista anunció con su palabra y defendió con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Señor, comprender y venerar profundamente la Eucaristía que hemos celebrado en la conmemoración del martirio de san Juan Bautista y experimentar en nuestra vida sus frutos redentores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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30 AGOSTO – SÁBADO – SANTA ROSA DE LIMA |
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Cnt 8,6-7 / Sal 148,1-2.11-12.14 / Mt 25, 1-13 – BLANCO
Santa Rosa, todavía muy niña, destacó por su gran austeridad. Recibió en Lima, Perú, el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden Regular de Predicadores. Se entregó a la penitencia y a la oración. Ardiendo en celo por la salvación de los pecadores y los indígenas, se sometía de buena gana a toda clase de sufrimientos para ganarlos para Cristo. Su muerte tuvo lugar el día 24 de agosto de1617.
5. Oración Colecta
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a renunciar al mundo para consagrarse a una vida de austeridad por amor tuyo, enciéndenos con ese mismo amor para que, viviendo auténticamente nuestro cristianismo en el mundo, nos esforcemos en ganarlo para ti. Por nuestro Señor Jesucristo
6. Primera Lectura: Cnt 8,6-7
Lectura del Cantar de los Cantares
Llévame grabada en tu corazón, ¡llévame grabada en tu brazo! El amor es inquebrantable como la muerte; la pasión, inflexible como el sepulcro. ¡El fuego ardiente del amor es una llama divina! El agua de todos los mares no podría apagar el amor; tampoco los ríos podrían extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, burlas tan solo recibiría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 148
R. ¡Alaben todos, el nombre del Señor!
– ¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo! R.
– ¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos! ¡Alaben todos, el nombre del Señor, pues solo su nombre es altísimo! R.
– ¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra! ¡Él ha dado poder a su pueblo! ¡Alabanza de todos sus fieles, de los israelitas, su pueblo cercano! R.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 25, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Sucederá con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’ Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar hoy la fiesta de santa Rosa de Lima, y haz que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos ayude a encontrar en nuestros sufrimientos, aceptados por amor a Cristo y al prójimo, el camino para participar en tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Tú, que nos has hecho partícipes del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, enciéndenos, Señor, en su amor para que, a ejemplo de santa Rosa de Lima, seamos capaces de renunciar a cuanto pueda apartarnos de Cristo, que vive y reina por los siglos.
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PERIPLOS DEL OBISPO |
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31 AGOSTO – DOMINGO – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO |
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Jr 20, 7-9 / Sal 62 / Rm 12,1-2/ Mt 16, 21-27 – VERDE
5. Oración Colecta
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Jr 20, 7-9
Lectura del libro del profeta Jeremías
Señor, tú me engañaste, y yo me dejé engañar; eras más fuerte, y me venciste. A todas horas soy motivo de risa; todos se burlan de mí. Siempre que hablo es para anunciar violencia y destrucción; continuamente me insultan y me hacen burla porque anuncio tu palabra.
Si digo: “No pensaré más en el Señor, no volveré a hablar en su nombre”, entonces tu palabra en mi interior se convierte en un fuego que devora, que me cala hasta los huesos. Trato de contenerla, pero no puedo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
– ¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
– ¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré. R.
– Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
– Pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta. R.
8. Segunda Lectura: Rm 12,1-2
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos míos: Les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 16, 21-27
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo:—¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Apártate de mí, Satanás, pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.
Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles,y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que escuche las súplicas de su pueblo. A cada petición responderemos: Escúchanos, Padre.
- Por la Iglesia santa, católica y apostólica, para que el Señor la haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor. R.
- Por los pecadores, los encarcelados, los enfermos y los emigrantes, para que el Señor los proteja, los libre, les dé la salud y los consuele. Roguemos al Señor. R.
- Oremos por los difuntos, para que Dios, en su bondad, los tenga en su gloria con el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al Señor. R.
- Por nuestra comunidad, para que el Señor nos dé su perdón, bendiga a los que ejercen los diversos ministerios y dé la salvación a todos. R.
+ Mira, Señor, a tu familia, reunida el domingo para celebrar la resurrección de tu Hijo, y escucha con benevolencia sus súplicas. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestro prójimo. Por Jesucristo.
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