LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE NOVIEMBRE 2011

 

Noviembre 2011

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1 de Noviembre: MARTES – TODOS LOS SANTOS


Ap 7, 2-4.9-14 / Sal 23 / 1Jn 3, 1-3 / Mt 5, 1-12ª                                       Blanco

5. Oración Colecta
+ Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar en esta solemnidad la gloria de Todos los Santos; concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

6. Primera Lectura: Ap 7, 2-4.9-14
Lectura del libro del Apocalipsis del Apóstol san Juan
Yo, Juan, vi otro ángel que venía del oriente, y que tenía el sello del Dios viviente. Este ángel gritó con fuerte voz a los otros cuatro que habían recibido poder para hacer daño a la tierra y al mar: “¡No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, mientras no hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios!”
Y oí el número de los que así fueron señalados: ciento cuarenta y cuatro mil de entre todas las tribus israelitas. Después de esto, miré y vi una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos. Todos gritaban con fuerte voz: “¡La salvación se debe a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero!”
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios diciendo: “¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la gratitud, el honor, el poder y la fuerza sean dados a nuestro Dios por todos los siglos. ¡Amén!”
Entonces uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco, y de dónde han venido?” “Tú lo sabes, señor”, le contesté. Y él me dijo: “Estos son los que han pasado por la gran tribulación, los que han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Estos son los que te buscan, Señor.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado. R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

8. Segunda Lectura: 1Jn 3, 1-3
Lectura de la primera carta del Apóstol san Juan
Hermanos: Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 1-12ª
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: “Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.
“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos.
“Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
“Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
“Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ En comunión con tantos hermanos nuestros, que nos han precedido con la señal de la fe y gozan ya de la claridad de Dios, oremos a Dios Padre, diciendo: Te rogamos, Padre, escúchanos.
- Por la Iglesia: para que sea a los ojos del mundo imagen de la nueva humanidad, roguemos al Señor. R.
- Por los que gobiernan las naciones: para que trabajen por la paz, fruto de la justicia, roguemos al Señor. R.
- Por los pobres, los enfermos, los hambrientos, los perseguidos: para que puedan conseguir el consuelo, el alimento y la recompensa de Dios, roguemos al Señor. R.
- Por nuestra comunidad: para que el ejemplo de los santos, nos estimule a vivir las bienaventuranzas de Cristo, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Señor nuestras súplicas; es la oración de tu Iglesia, que peregrina por este mundo se une a los que han alcanzado la plenitud de la vida; y concédenos bondadosamente lo que te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos; haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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2 de Noviembre: MIÉRCOLES – TODOS LOS DIFUNTOS

Job 19, 1.23-27 / Sal 24 / Fil 3, 20-21 / Mc 15, 33-39.16,1-6                  Morado

5. Oración Colecta
+ Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Job 19, 1.23-27
Lectura del libro de Job
¿Hasta cuándo van a atormentarme y herirme con sus palabras?
¡Ojalá alguien escribiera mis palabras y las dejara grabadas en metal!
¡Ojalá alguien con un cincel de hierro las grabara en plomo o en piedra para siempre!
Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra.
Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios.
Con mis propios ojos he de verlo, yo mismo y no un extraño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. A ti, Señor, dirijo mi oración.
Señor, a ti dirijo mi oración; mi Dios, en ti confío: no dejes que me hunda en la vergüenza. ¡Que no se rían de mí mis enemigos! R.
¡Que no sea jamás avergonzado ninguno de los que en ti confían! ¡Que sean puestos en vergüenza los que sin motivo se rebelan contra ti! R.
Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! R.

8. Segunda Lectura: Fil 3, 20-21
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 15, 33-39.16,1-6
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?” (Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”)
Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: —Oigan, está llamando al profeta Elías.
Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo: —Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz.
Pero Jesús dio un fuerte grito, y murió. Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El capitán romano, que estaba frente a Jesús, al ver que este había muerto, dijo:—Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús. Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol, diciéndose unas a otras:— ¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande. Cuando entraron en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se asustaron, pero él les dijo: —No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
13. Oración de los Fieles
+ Elevemos nuestras súplicas a Dios Padre misericordioso, y oremos por toda la humanidad. A cada petición respondemos: Te rogamos, Señor óyenos.
- Por la santa Iglesia de Dios: para que la unidad y la caridad mutua reinen en la comunidad cristiana universal. Roguemos al Señor. R.
- Por todas las naciones y sus habitantes: para que puedan servir mejor a Dios Padre en la paz, en la justicia y en la prosperidad. Roguemos al Señor. R.
- Por los que padecen en su cuerpo o en su espíritu: para que el Señor alivie sus dolores y les conceda la paz y la esperanza del cielo. Roguemos al Señor. R.
- Por nuestros difuntos: para que el Señor les dé el descanso eterno, los tenga en su reino y los corone de gloria. Roguemos al Señor. R.
+ Te pedimos, Padre de misericordia, que ilumines benignamente a tu familia; para que, adhiriéndose a cuanto te agrada, obtenga de ti toda clase de bienes. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ En este memorial de la muerte y resurrección de Cristo en el que celebramos la comunión de los santos y la resurrección de los muertos, te pedimos que, nuestros hermanos difuntos, estén gozando de la plenitud de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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3 de Noviembre: JUEVES – SAN MARTÍN DE PORRES

Rm 14, 7-12 / Sal 26 / Lc 15, 1-10                                                           Blanco

6. Primera Lectura: Rm 14, 7-12
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que, tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos. Para eso murió Cristo y volvió a la vida: para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.
¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O tú, por qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos delante de Dios, para que él nos juzgue. Porque la Escritura dice: “Juro por mi vida, dice el Señor, que ante mí todos doblarán la rodilla y todos alabarán a Dios.” Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
- El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
- Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
- Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 15, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo: —Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les dijo esta parábola: “¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, contento la pone sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.’ Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
“O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido.’ Les digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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4 de Noviembre: VIERNES – 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Rom 15, 14-21 / Sal 97 / Lc 16, 1-8                                                            Verde

6. Primera Lectura: Rom 15, 14-21
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos míos, estoy convencido de que ustedes están llenos de bondad y de todo conocimiento, y que saben aconsejarse unos a otros; pero en esta carta me he atrevido a escribirles francamente sobre algunas cosas, para que no las olviden. Lo hago por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, de servir a Cristo Jesús para bien de los que no son judíos. El servicio sacerdotal que presto consiste en anunciar el evangelio de Dios, con el fin de presentar ante él a los no judíos, como ofrenda que le sea grata, santificada por el Espíritu Santo. Tengo razón para gloriarme en Cristo Jesús de mi servicio a Dios, porque no me atrevo a hablar de nada, aparte de lo que Cristo mismo ha hecho por medio de mí para llevar a los no judíos a obedecer a Dios. Esto se ha realizado con palabras y hechos, por el poder de señales y milagros y por el poder del Espíritu de Dios. De esta manera he llevado a buen término el anuncio del evangelio de Cristo, desde Jerusalén y por todas partes hasta la región de Iliria. Pero siempre he procurado anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre bases puestas por otros, sino más bien, como dice la Escritura: “Verán los que nunca habían tenido noticias de él; entenderán los que nunca habían oído de él.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. El Señor revela a las naciones su victoria.
- ¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
- El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
- ¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 16, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús contó esto a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un mayordomo; y fueron a decirle que este le estaba malgastando sus bienes. El amo lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es esto que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque ya no puedes seguir siendo mi mayordomo.’ El mayordomo se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me deja sin trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.’ Llamó entonces uno por uno a los que le debían algo a su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’ Le contestó: ‘Le debo cien barriles de aceite.’ El mayordomo le dijo: ‘Aquí está tu vale; siéntate en seguida y haz otro por cincuenta solamente.’ Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto le debes?’ Este le contestó: ‘Cien medidas de trigo.’ Le dijo: ‘Aquí está tu vale; haz otro por ochenta solamente.’ El amo reconoció que el mal mayordomo había sido listo en su manera de hacer las cosas. Y es que cuando se trata de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 de Noviembre: SÁBADO – 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Rm 16, 3-9.16.22-27 / Sal 144 / Lc 16, 9-15                                               Verde

6. Primera Lectura: Rm 16, 3-9.16.22-27
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Saluden a Prisca y Áquila, mis compañeros de trabajo en el servicio de Cristo Jesús. A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy las gracias, sino también todos los hermanos de las iglesias no judías. Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en casa de Prisca y Áquila. Saluden a mi querido amigo Epéneto, que en la provincia de Asia fue el primer creyente en Cristo. Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes. Saluden a mis paisanos Andrónico y Junias, que fueron mis compañeros de cárcel; se han distinguido entre los apóstoles, y se hicieron creyentes en Cristo antes que yo.
Saluden a Ampliato, mi querido amigo en el Señor. Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi querido Estaquis.
Salúdense los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo les mandan saludos.
Les manda saludos Timoteo, mi compañero de trabajo; y también Lucio, Jasón y Sosípatro, mis paisanos.
Yo, Tercio, que estoy escribiendo esta carta, también les mando saludos en el Señor.
Los saluda Gayo. Estoy alojado en su casa, que él pone a disposición de toda la iglesia. También los saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto.
Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes firmes conforme al evangelio que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su designio secreto, el cual estuvo oculto desde antes que el mundo existiera, pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno. Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan.
¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. ¡Alabaré tu nombre por siempre!
Diariamente te bendeciré; alabaré tu nombre por siempre. El Señor es grande y muy digno de alabanza; su grandeza excede nuestro entendimiento. R.
De padres a hijos se alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos. Se hablará de tu majestad gloriosa, y yo hablaré de tus maravillas. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos!. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 16, 9-15
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas.
“El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece?
“Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.”
Los fariseos, que eran amigos del dinero, oyeron todo esto y se burlaron de Jesús. Jesús les dijo: “Ustedes son los que se hacen pasar por justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones; pues lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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6 de Noviembre: DOMINGO – 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 6, 12-16 / Sal 62 / 1 Tes 4, 12-17 / Mt 25, 1-13                                   Verde

5. Oración Colecta
+ Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Sab 6, 12-16
Lectura del libro de la Sabiduría
La sabiduría resplandece con brillo que no se empaña; los que la aman, la descubren fácilmente, y los que la buscan, la encuentran; ella misma se da a conocer a los que la desean.
Quien madruga a buscarla no se cansa: la encuentra sentada a la puerta de su propia casa.
Tener la mente puesta en ella es prudencia consumada; el que trasnocha por hallarla, pronto se verá libre de preocupaciones.
Ella misma va de un lado a otro buscando a quienes son dignos de ella; se les manifiesta con bondad en el camino y les sale al encuentro en todo lo que piensan. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré R.
Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
Por las noches, ya acostado, te recuerdo y pienso en ti; pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! R.

8. Segunda Lectura:1 Tes 4, 12-17
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: No queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
Por esto les decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que murieron. Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero; después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre. Anímense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 1-13

† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús contó a sus discípulos esta parábola: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, por la humanidad y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad. Respondemos: Te rogamos Señor, óyenos.
- Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente y se extienda por todo el mundo, confortada por el Espíritu Santo, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor conceda sabiduría y prudencia a los que gobiernan, a fin de que rijan a sus pueblos buscando la justicia y la paz, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad, hambre y miseria, y auxilie a los que sufren, roguemos al Señor. R.
- Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor. R.
+ Señor, no permitas que a nadie le falte nunca ni la libertad ni el pan, y haz que todos aprendamos a ayudar a los necesitados, a ejemplo de tu Hijo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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7 de Noviembre: LUNES – SAN WILLIBRORDO

Is 52, 7-10 / Sal 96 / Heb 13, 7-9b.15-16 / Mt 9, 35-38                             Blanco

6. Primera Lectura: Is 52, 7-10
Lectura del libro del profeta Isaías
¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz, al que anuncia la liberación y dice a Sión: “Tu Dios es rey”!
¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión.
¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén!
El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones.
Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96
R. ¡Alégrense en el Señor, los buenos, y alaben su nombre!
¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! R.
Quedan humillados los que adoran ídolos, los que se sienten orgullosos de ellos. ¡Todos los dioses se inclinan ante él! R.
El Señor ama a los que odian el mal; protege la vida de los que le son fieles; los libra de caer en manos de malvados. R.
La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. R.

8. Segunda Lectura: Heb 13, 7-9b.15-16
Lectura de la carta de a los Hebreos
Hermanos: Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. No se dejen ustedes llevar por enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios que en seguir reglas sobre los alimentos. Por eso debemos alabar siempre a Dios por medio de Jesucristo. Esta alabanza es el sacrificio que debemos ofrecer. ¡Alabémoslo, pues, con nuestros labios! No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque estos son los sacrificios que agradan a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 35-38
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Noviembre: MARTES – 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 2, 23-24; 3, 1-9 / Sal 33 / Lc 17, 7-10                                                  Verde

6. Primera Lectura: Sab 2, 23-24; 3, 1-9
Lectura del libro de la Sabiduría
En verdad, Dios creó al hombre para que no muriera, y lo hizo a imagen de su propio ser; sin embargo, por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la sufren los que del diablo son.
Las almas de los buenos están en las manos de Dios, y el tormento no las alcanzará.
Los insensatos creen que los buenos están muertos; consideran su muerte como una desgracia, y como una calamidad el haberse alejado de nosotros.
Pero los buenos están en paz: aunque a los ojos de los hombres parecían castigados, abrigaban la esperanza de no tener que morir.
Después de sufrir pequeños castigos, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de él. Los probó como al oro en el crisol, y los aceptó como un sacrificio ofrecido en el altar.
El día en que el Señor venga a juzgarlos, resplandecerán como antorchas, como chispas que prenden entre el rastrojo. Juzgarán a las naciones y gobernarán a los pueblos, y el Señor reinará sobre ellos para siempre. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad, y los fieles permanecerán a su lado con amor, pues Dios es bueno y favorece a sus elegidos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Bendigamos al Señor a todas horas.
- Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
- El Señor cuida de los hombres honrados y presta oído a sus clamores. El Señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. R.
- El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 7-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo: “Si uno de ustedes tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena, y disponte a atenderme mientras yo como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’ Y tampoco le da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. Así también ustedes, cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir: ‘Somos servidores inútiles, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.’” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 de Noviembre: MIÉRCOLES – 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 6,1-11 / Sal 81 / Lc 17, 11-19                                                                Verde

6. Primera Lectura: Sab 6,1-11
Lectura del libro de la Sabiduría
Escuchen, reyes, y entiendan; aprendan, gobernantes de todo el mundo; pongan atención, ustedes que dominan multitudes y presumen de gobernar a muchos pueblos: El Señor, Dios altísimo, les ha dado poder y autoridad; él examinará las obras de ustedes e investigará sus intenciones, porque, estando al servicio del reino de Dios, no han juzgado con rectitud, ni han cumplido la ley, ni se han portado según la voluntad de Dios. El Señor vendrá sobre ustedes de manera terrible y repentina, porque él juzga con severidad a los poderosos. De los humildes tiene compasión y los perdona, pero a los fuertes les pedirá cuentas con rigor. Él es Señor de todos y no tiene preferencias por ninguno, ni siente miedo ante la grandeza. Él hizo a los grandes y también a los pequeños, y se preocupa de todos por igual; pero a los poderosos los examina con mayor rigor.
Esto se lo digo a ustedes, gobernantes, para que adquieran sabiduría y no pierdan el camino: Los que cumplen santamente las santas leyes, serán contados entre el pueblo santo; los que se dejaron instruir por ellas, tendrán cómo defenderse. Tengan, pues, vivos deseos de mis palabras; búsquenlas con avidez y recibirán instrucción. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 81
R. Ven, Señor, y haz justicia.
- ¡Hagan justicia al débil y al huérfano! ¡Hagan justicia al pobre y al necesitado! ¡Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados! R.
- Yo dije que ustedes son dioses; que todos son hijos del Altísimo. Sin embargo, morirán como todo hombre, ¡caerán como cualquier tirano!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 11-19
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él gritando: — ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!
Cuando Jesús los vio, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. Uno de ellos, al verse limpio, regresó alabando a Dios a grandes voces, y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle las gracias. Este hombre era de Samaria. Jesús dijo: — ¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?
Y le dijo al hombre: —Levántate y vete; por tu fe has sido sanado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Noviembre: JUEVES – 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 7, 22-30; 8,1 / Sal 118 / Lc 17, 20-25                                                  Verde

6. Primera Lectura: Sab 7, 22-30; 8,1
Lectura del libro de la Sabiduría
Hay en la sabiduría un espíritu inteligente, santo, único, multiforme, sutil, móvil, lúcido, puro, claro, inofensivo, amante del bien, penetrante, independiente, bienhechor, amigo del hombre, firme, seguro, tranquilo, que todo lo puede y a todo está atento, que penetra en todos los espíritus, los inteligentes, los puros y los más sutiles.
La sabiduría  se mueve mejor que el mismo movimiento, y, a causa de su pureza, todo lo atraviesa y lo penetra, porque es como el aliento del poder de Dios y una irradiación pura de la gloria del Todopoderoso; por eso, nada impuro puede entrar en ella. Es reflejo de la luz eterna, espejo sin mancha de la actividad de Dios e imagen de su bondad. Es única y, sin embargo, lo puede todo; sin cambiar ella misma, todo lo renueva, y al penetrar a lo largo de la historia en las almas santas, las hace amigas de Dios, para que hablen en nombre de él, pues nada es tan agradable a Dios como el hombre que vive con la sabiduría. Ella es más brillante que el sol y supera a todas las estrellas; comparada con la luz del día, es superior, pues a la luz sigue la noche, pero a la sabiduría no la puede dominar el mal. Ella se extiende con fuerza de un extremo a otro de la tierra, y gobierna bien todas las cosas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Tu palabra, Señor, es eterna.
- Señor, tu palabra es eterna; ¡afirmada está en el cielo! Tu fidelidad permanece para siempre; tú afirmaste la tierra, y quedó en pie. Todas las cosas siguen firmes, conforme a tus decretos, porque todas ellas están a tu servicio. R.
- La explicación de tus palabras ilumina, instruye a la gente sencilla. R.
- Mira con buenos ojos a este siervo tuyo, y enséñame tus leyes. Quiero vivir para alabarte; que tu justicia me ayude. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 20-25
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó: —La venida del reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver. No se va a decir: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’; porque el reino de Dios ya está entre ustedes.
Y dijo a sus discípulos: —Llegará el tiempo en que ustedes querrán ver siquiera uno de los días del Hijo del hombre, y no lo verán. Algunos dirán: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’; pero no vayan ni los sigan. Porque así como el relámpago, al brillar, ilumina el cielo de uno a otro lado, así será el Hijo del hombre en el día de su regreso. Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de este tiempo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Noviembre: VIERNES – SAN MARTÍN DE TOURS, OBISPO

Sab 13, 1-9 / Sal 18 / Lc 17, 26-37                                                            Blanco

6. Primera Lectura: Sab 13, 1-9
Lectura del libro de la Sabiduría
Faltos por completo de inteligencia son todos los hombres que vivieron sin conocer a Dios; los cuales, a pesar de ver tantas cosas buenas, no reconocieron al que verdaderamente existe; los cuales, a pesar de ver sus obras, no descubrieron al que las hizo. En cambio, tuvieron por dioses que gobiernan el mundo al fuego, al viento, al aire ligero, a las estrellas del firmamento, al agua caudalosa y a los astros del cielo.
Si con la belleza de esos seres tanto se encantaron que llegaron a tenerlos por dioses, deberían comprender que mucho más hermoso es el Señor de todos ellos, pues él, el autor de la belleza, fue quien los creó.
Si los asombró el poder y la actividad de aquellos seres, deberían saber que más poderoso es quien los hizo; pues, partiendo de la grandeza y la belleza de lo creado, se puede reflexionar y llegar a conocer a su creador.
A esos hombres, sin embargo, no se les puede culpar del todo, porque quizá se equivocaron en su afán mismo de buscar a Dios y querer encontrarlo. Pasan la vida en medio de las obras de Dios, tratando de estudiarlas, y se dejan engañar por su apariencia, ya que las cosas que ven son efectivamente bellas. Sin embargo, no tienen excusa, porque si fueron capaces de saber tanto, hasta el punto de investigar el universo, ¿por qué no descubrieron antes al Señor de todos? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Los cielos proclaman la gloria de Dios.
- El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. R.
- Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 26-37
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Como pasó en los tiempos de Noé, así pasará también en los días en que regrese el Hijo del hombre. La gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en la barca, y llegó el diluvio y todos murieron. Lo mismo sucedió en los tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, sembraba y construía casas; pero cuando Lot salió de la ciudad de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y todos murieron. Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca.
“En aquel día, el que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de conservar su vida, la perderá; pero el que la pierda, la conservará.
“Les digo que en aquella noche, de dos que estén en una misma cama, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra será dejada.”
Le preguntaron entonces: — ¿Dónde ocurrirá eso, Señor?
Y él les contestó: —Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 de Noviembre: SÁBADO – 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 18, 14-16; 19, 6-9 / Sal 104 / Lc 18, 1-8                                              Verde

6. Primera Lectura: Sab 18, 14-16; 19, 6-9
Lectura del libro de la Sabiduría
A la medianoche, cuando la paz y el silencio todo lo envolvían, tu palabra omnipotente, cual guerrero invencible, salió del cielo, donde tú reinas como rey, y cayó en medio de aquella tierra maldita. Llevando, como afilada espada, tu orden terminante, entró en acción y todo lo llenó de muerte; con su cabeza tocaba el cielo, y con sus pies, la tierra.
Toda la creación, obedeciendo tus órdenes, cambió por completo su naturaleza, para que tus hijos no sufrieran daño alguno. 
Se vio la nube cubrir con su sombra el campamento, y donde antes había agua, surgir la tierra seca; en el Mar Rojo apareció un camino despejado, y una verde llanura entre las impetuosas olas. Por allí pasó todo al pueblo, protegido por tu mano, presenciando prodigios asombrosos.
Parecían caballos que pastaban, saltaban de alegría como corderitos y te alababan a ti, Señor, que los habías librado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
- Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! R.
- ¡Hirió de muerte, en Egipto mismo, al primer hijo de toda familia egipcia! Dios sacó después a su pueblo cargado de oro y plata, y nadie entre las tribus tropezó. R.
- Pues se acordó de la santa promesa que había hecho a su siervo Abraham. Fue así como Dios sacó a su pueblo escogido, entre gritos de alegría R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 18, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: “Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.’ ”
Y el Señor añadió: “Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 de Noviembre: DOMINGO – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Prov 31,10-13.19-20.30-31/ Sal 127 / 1Tes 5, 1-6 / Mt 25,14-30      Verde

5. Oración Colecta
+ Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Prov 31,10-13.19-20.30-31
Lectura del libro de los Proverbios
Mujer ejemplar no es fácil hallarla; ¡vale más que las piedras preciosas!
Su esposo confía plenamente en ella y nunca le faltan ganancias.
Brinda a su esposo grandes satisfacciones todos los días de su vida.
Va en busca de lana y de lino, y con placer realiza labores manuales.
Con sus propias manos hace hilados y tejidos.
Siempre tiende la mano a los pobres y necesitados.
“Mujeres buenas hay muchas, pero tú eres la mejor de todas.”
Los encantos son una mentira, la belleza no es más que ilusión, pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza.
¡Alábenla ante todo el pueblo! ¡Denle crédito por todo lo que ha hecho! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 127
R. Feliz tú, que honras al Señor.
Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. R.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. R.
Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra. ¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión! ¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida! R.

8. Segunda Lectura: 1Tes 5, 1-6
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: En cuanto a las fechas y los tiempos, no necesitan que les escribamos. Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como un ladrón que llega de noche. Cuando la gente diga: “Todo está en paz y tranquilo”, entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está encinta; y no podrán escapar. Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el día del regreso del Señor los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. Por eso no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,14-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’
El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
“Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: ‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.’ El jefe le contestó: ‘Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.’ Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos al Señor, que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones. Respondemos: Te lo pedimos, Señor, óyenos.
- Que el Señor multiplique el número de fieles que, se consagren totalmente a Él en la vida religiosa, roguemos al Señor. R.
- Que el Señor conceda a los gobernantes su santo temor en el cumplimiento de su misión, para acertar en sus decisiones, roguemos al Señor. R.
- Que el Señor mire con misericordia a las criaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento necesario, roguemos al Señor. R.
- Que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para devolver bien por el mal, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que no dejas de velar por tu pueblo, escucha nuestras oraciones e infunde en nosotros tu Espíritu, para que, actuando con amor, esperemos sin desfallecer la manifestación gloriosa de tu Hijo, que viene para reunir a toda la humanidad en su Reino. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Señor, que nuestra participación en la Comunión, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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14 de Noviembre: LUNES – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Mac 1, 10-15.41-43.54-57,62-64 / Sal 118 / Lc 18, 35-43                       Verde

6. Primera Lectura: 1 Mac 1, 10-15.41-43.54-57,62-64
Lectura del libro primero de los Macabeos
Brotó un retoño, el malvado Antíoco Epífanes,  hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma y empezó a reinar el año ciento treinta y siete de la dominación griega.
Por aquel tiempo aparecieron en Israel renegados que engañaron a muchos diciéndoles: “Hagamos un pacto con las naciones que nos rodean, porque desde que nos separamos de ellas nos han venido muchas calamidades.” A algunos del pueblo les gustó esto, y se animaron a ir al rey, y este les dio autorización para seguir las costumbres paganas. Construyeron un gimnasio en Jerusalén, como acostumbran los paganos; se hicieron operaciones para ocultar la circuncisión, renegando así de la alianza sagrada; se unieron a los paganos y se vendieron para practicar el mal.
El rey publicó entonces en todo su reino un decreto que ordenaba a todos formar un solo pueblo, abandonando cada uno sus costumbres propias. Todas las otras naciones obedecieron la orden del rey, y aun muchos israelitas aceptaron la religión del rey, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
El día quince del mes de Quisleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey cometió un horrible sacrilegio, pues construyó un altar pagano encima del altar de los holocaustos. Igualmente, se construyeron altares en las demás ciudades de Judea. En las puertas de las casas y en las calles se ofrecía incienso. Destrozaron y quemaron los libros de la ley que encontraron, y si a alguien se le encontraba un libro de la alianza de Dios, o alguno simpatizaba con la ley, se le condenaba a muerte, según el decreto del rey.
Sin embargo, hubo muchos israelitas que tuvieron la fuerza y el valor para negarse a comer alimentos impuros. Prefirieron morir antes que profanarse comiendo tales alimentos y violar la alianza sagrada; y, en efecto, murieron. Fueron días de terribles calamidades para Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
- Los malvados que abandonan tu enseñanza me llenan de furor. Me han rodeado con trampas los malvados, pero no me he olvidado de tu enseñanza. R.
- Líbrame de la violencia humana, pues quiero cumplir tus preceptos. R.
- Están cerca mis crueles perseguidores, pero están lejos de tu enseñanza. No soporto a los traidores, a los que no obedecen tus mandamientos. R.
- Señor, mira cómo amo tus preceptos; ¡dame vida, por tu amor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 18, 35-43
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando ya se encontraba Jesús cerca de Jericó, un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le dijeron que Jesús de Nazaret pasaba por allí, y él gritó: — ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía: — ¡Hijo de David, ten compasión de mí!
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca, le preguntó:
—¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego contestó: —Señor, quiero recobrar la vista.
Jesús le dijo: —¡Recóbrala! Por tu fe has sido sanado.
En aquel mismo momento el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús alabando a Dios. Y toda la gente que vio esto, también alababa a Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 de Noviembre: MARTES – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Mac 6, 18-31 / Sal 3 / Lc 19, 1-10                                                            Verde

6. Primera Lectura: 2 Mac 6, 18-31
Lectura del libro segundo de los Macabeos
A Eleazar, uno de los principales maestros de la ley, hombre de avanzada edad y de presencia noble, se le quería obligar, abriéndole la boca, a comer carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida sin honor, voluntariamente se dirigió al lugar del suplicio después de haber escupido la carne. Se portó como deben portarse los que firmemente rechazan lo que no está permitido comer, ni aun por amor a la vida. Los que presidían esta comida prohibida por la ley, y que de tiempo atrás conocían a este hombre, tomándolo aparte le aconsejaron que se hiciera traer carne preparada por él, la cual estuviera permitida, y que fingiera comer de la carne ofrecida en sacrificio, como lo había ordenado el rey. Así evitaría la muerte, y ellos, por su antigua amistad con él, lo tratarían con bondad. Pero Eleazar, tomando una decisión honrosa y digna de su edad, de su venerable ancianidad y de sus cabellos blancos, que eran señal de sus trabajos y de su distinción, una decisión digna de su conducta intachable desde la niñez, y especialmente digna de la santa ley establecida por Dios, respondió en consecuencia: “Quítenme la vida de una vez. A mi edad no es digno fingir; no quiero que muchos de los jóvenes vayan a creer que yo, Eleazar, a los noventa años, abracé una religión extranjera, y que, a causa de mi hipocresía y por una corta y breve vida, ellos caigan por mi culpa en el error. Con esto atraería sobre mi ancianidad la infamia y la deshonra. Además, aunque ahora evitara el castigo de los hombres, ni vivo ni muerto podría escapar de las manos del Todopoderoso. Por lo tanto, abandono esta vida con valor, para mostrarme digno de mi ancianidad, y dejo a los jóvenes un noble ejemplo, mostrándome dispuesto a morir valientemente por nuestras venerables y santas leyes.”
Dicho esto, se encaminó directamente al lugar del suplicio. Los que lo conducían, al escuchar sus palabras, que ellos tenían por propias de un loco, cambiaron su anterior afabilidad en dureza. Pero Eleazar, ya a punto de morir a causa de los golpes, dijo suspirando: “El Señor lo conoce todo sin error. Él sabe que, aunque pude escapar de la muerte, sufro en mi cuerpo terribles dolores a causa de los azotes; pero sabe también que en mi interior sufro con alegría por la reverencia que le tengo.” Y de esta manera murió, dejando con su muerte, no solo a los jóvenes sino a la nación entera, un ejemplo de valentía y un recuerdo de virtud. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 3
R. El Señor me sostiene.
- Señor, muchos son mis enemigos, muchos son los que se han puesto en contra mía, ¡muchos son los que dicen de mí: “Dios no va a salvarlo”! R.
- Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien me reanima. A gritos pido ayuda al Señor y él me contesta desde su monte santo. R.
- Me acuesto y duermo, y vuelvo a despertar, porque el Señor me da su apoyo. No me asusta ese enorme ejército que me rodea dispuesto a atacarme. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús entró en Jericó y comenzó a atravesar la ciudad. Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Este quería conocer a Jesús, pero no conseguía verlo porque había mucha gente y Zaqueo era pequeño de estatura. Por eso corrió adelante y, para alcanzar a verlo, se subió a un árbol cerca de donde Jesús tenía que pasar. Cuando Jesús pasaba por allí, miró hacia arriba y le dijo: —Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa.
Zaqueo bajó aprisa, y con gusto recibió a Jesús. Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador. Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: —Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 de Noviembre: MIÉRCOLES – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

2 Mac 7, 1.20-31 / Sal 16 / Lc 19, 11-28                                                     Verde

6. Primera Lectura: 2 Mac 7, 1.20-31
Lectura del libro segundo de los Macabeos
Sucedió que siete hermanos con su madre fueron detenidos. El rey quería obligarlos, azotándolos con látigos y nervios de buey, a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. Muy admirable y digna de glorioso recuerdo fue la madre, quien, viendo morir a sus siete hijos en un solo día, lo sobrellevó todo con fortaleza de alma, sostenida por la esperanza en el Señor. Animaba a cada uno hablándole en su idioma materno y llena de nobles sentimientos, y uniendo un ardor varonil a sus reflexiones maternales, les decía: “No sé cómo aparecieron ustedes en mis entrañas; no fui yo quien les dio la vida y el aliento, ni quien organizó su cuerpo. Es el creador del mundo, que hizo todas las cosas, quien forma al hombre desde el primer momento. Él, en su misericordia, les devolverá la vida y el aliento, pues ustedes, por las leyes de Dios, no piensan en ustedes mismos.”
Antíoco creyó que ella se burlaba de él y sospechó que lo estaba insultando. Como el más joven estaba aún con vida, el rey no solo trataba de convencerlo, sino que con juramento se comprometió a hacerlo rico y dichoso, y a contarlo entre sus amigos  y confiarle altos cargos, si se apartaba de las leyes de sus antepasados. Pero el joven no hizo caso. Entonces el rey mandó a la madre que aconsejara al joven que salvara su vida. Tanto le insistieron, que ella al fin consintió en hablar a su hijo. Se inclinó hacia él y, burlándose del cruel tirano, dijo al hijo en su lengua materna: “Hijo, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en mi seno, que te di el pecho durante tres años, y que te he criado y educado hasta la edad que ahora tienes. Te ruego, hijo, que mires al cielo y a la tierra, que veas todo lo que hay en ellos y entiendas que de la nada Dios lo hizo todo; y que de la misma manera creó el género humano. No temas a este verdugo; muéstrate digno de tus hermanos y acepta la muerte, para que por la misericordia de Dios yo te recobre junto con ellos.”
Todavía estaba ella hablando, cuando el joven dijo: “¿Qué esperan ustedes? No obedezco las órdenes del rey; obedezco los mandamientos de la ley que Dios dio a nuestros antepasados por medio de Moisés. Y tú, rey, autor de todos los males que afligen a los judíos, no escaparás de las manos de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16
R. Escóndeme, Señor, bajo la sombra de tus alas.
- Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
- He seguido firme en tus caminos; jamás me he apartado de ellos. Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. R.
- Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas. Yo, en verdad, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 11-28
† Lectura del Evangelio según san Lucas
La gente estaba oyendo a Jesús, y él les contó una parábola, porque ya estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a llegar en seguida.
Les dijo: “Había un hombre de la nobleza, que se fue lejos, a otro país, para ser nombrado rey y regresar. Antes de salir, llamó a diez de sus empleados, entregó a cada uno de ellos una gran cantidad de dinero y les dijo: ‘Hagan negocio con este dinero hasta que yo vuelva.’ Pero la gente de su país lo odiaba, y mandaron tras él una comisión encargada de decir: ‘No queremos que este hombre sea nuestro rey.’
“Pero él fue nombrado rey, y regresó a su país. Cuando llegó, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: ‘Señor, su dinero ha producido diez veces más.’ El rey le contestó: ‘Muy bien; eres un buen empleado; ya que fuiste fiel en lo poco, te hago gobernador de diez pueblos.’ Se presentó otro y dijo: ‘Señor, su dinero ha producido cinco veces más.’ También a este le contestó: ‘Tú serás gobernador de cinco pueblos.’
“Pero otro se presentó diciendo: ‘Señor, aquí está su dinero. Lo guardé en un pañuelo; pues tuve miedo de usted, porque usted es un hombre duro, que recoge donde no entregó y cosecha donde no sembró.’ Entonces le dijo el rey: ‘Empleado malo, con tus propias palabras te juzgo. Si sabías que soy un hombre duro, que recojo donde no entregué y cosecho donde no sembré, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco, para devolvérmelo con los intereses a mi regreso a casa?’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle el dinero y dénselo al que ganó diez veces más.’ Ellos le dijeron: ‘Señor, ¡pero si él ya tiene diez veces más!’ El rey contestó: ‘Pues les digo que al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y en cuanto a mis enemigos que no querían tenerme por rey, tráiganlos acá y mátenlos en mi presencia.’ ” Después de decir esto, Jesús siguió su viaje a Jerusalén. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Noviembre: JUEVES – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Mac 2, 15-29 / Sal 49 / Lc 19, 41-44                                                        Verde

6. Primera Lectura: 1 Mac 2, 15-29
Lectura del libro primero de los Macabeos
Cuando los funcionarios del rey encargados de obligar a los judíos a renegar de su religión llegaron a la ciudad de Modín, para hacer que se ofrecieran los sacrificios, muchos israelitas se les juntaron. Pero Matatías y sus hijos hicieron un grupo aparte. Entonces los funcionarios del rey dijeron a Matatías: —Tú eres una persona de autoridad, respetada e importante en esta ciudad, y tienes el apoyo de tus hijos y de tus hermanos. Acércate, pues, para ser el primero en cumplir la orden del rey. Así lo han hecho en todas las naciones, y también los hombres de Judea y la gente que ha quedado en Jerusalén. De esta manera, tú y tus hijos formarán parte del grupo de los amigos del rey, y serán honrados con obsequios de oro y plata, y con muchos otros regalos.
Matatías respondió en alta voz: —Pues aunque todas las naciones que viven bajo el dominio del rey le obedezcan y renieguen de la religión de sus antepasados, y aunque acepten sus órdenes, yo y mis hijos y mis hermanos seguiremos fieles la alianza que Dios hizo con nuestros antepasados. ¡Dios nos libre de abandonar la ley y los mandamientos! ¡Nosotros no obedeceremos las órdenes del rey, ni nos apartaremos de nuestra religión en lo más mínimo!
Apenas había terminado Matatías de decir estas palabras, un judío se adelantó, a la vista de todos, para ofrecer un sacrificio sobre el altar pagano que había en Modín, tal como el rey lo había ordenado. Al verlo, Matatías se llenó de indignación, se estremeció interiormente y, lleno de justa ira, corrió y mató a aquel judío sobre el mismo altar; mató también al funcionario del rey que obligaba a los judíos a ofrecer esos sacrificios, y destruyó el altar. Estaba lleno de celo por la ley, como Finees contra Zimrí, hijo de Salú. En seguida gritó Matatías a voz en cuello en la ciudad: “¡Todo el que tenga celo por la ley y quiera ser fiel a la alianza de Dios, que me siga!”
Y él y sus hijos huyeron a las montañas, dejando en la ciudad todo lo que tenían.
Por esa época, muchos que querían llevar una vida recta de acuerdo con la ley, se iban a vivir al desierto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 49
R. Dios salva al que cumple su voluntad.
- El Señor, el Dios de los dioses, ha hablado; ha llamado a los que habitan la tierra del oriente al occidente. Dios resplandece desde Sión, la ciudad de belleza perfecta. R.
- “Reúnan a los que me son fieles, a los que han hecho una alianza conmigo ofreciéndome un sacrificio.” Y el cielo declara que Dios es juez justo. R.
- ¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios; cumple al Altísimo tus promesas! Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré, y tú me honrarás.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 41-44
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando Jesús llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: “¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz! Pero ahora eso te está escondido y no puedes verlo. Pues van a venir para ti días malos, en que tus enemigos harán un muro a tu alrededor, y te rodearán y atacarán por todos lados, y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes, y no dejarán en ti ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a visitarte.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Noviembre: VIERNES – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Mac 4, 36-37.52-59 / 1 Cr 29 / Lc 19, 45-48                                            Verde

6. Primera Lectura: 1 Mac 4, 36-37.52-59
Lectura del libro primero de los Macabeos
Judas y sus hermanos dijeron: “Ahora que nuestros enemigos han sido derrotados, vayamos a purificar y a consagrar el templo.” Todo el ejército se reunió y subió al monte Sión.
El día veinticinco del noveno mes (es decir, el mes llamado Quisleu) del año ciento cuarenta y ocho,  se levantaron muy temprano y ofrecieron, de acuerdo con la ley, un sacrificio sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido. En el aniversario del día en que los paganos habían profanado el altar, en ese mismo día, lo consagraron con cantos y música de cítaras, arpas y platillos. Todo el pueblo cayó de rodillas y se inclinó hasta el suelo para adorar a Dios y darle gracias por el éxito que les había concedido. Durante ocho días celebraron la consagración del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y sacrificios de reconciliación y de acción de gracias. Adornaron la fachada del santuario con coronas de oro y escudos decorativos, repararon las entradas y las habitaciones, y les pusieron puertas. Hubo gran alegría en el pueblo, porque se veían libres de la humillación que les habían causado los paganos. Judas con sus hermanos y con todo el pueblo de Israel reunido determinaron que la consagración del nuevo altar se debía celebrar cada año con gozo y alegría durante ocho días, a partir del día veinticinco del mes de Quisleu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De 1 Cr 29
R. Bendito seas, Señor, Dios nuestro.
- “¡Bendito seas para siempre, Señor, Dios de nuestro padre Israel! R.
- ¡Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el dominio y la majestad! Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo es también el reino, pues tú, Señor, eres superior a todos. R.
- De ti vienen las riquezas y la honra. Tú lo gobiernas todo. La fuerza y el poder están en tu mano, y en tu mano está también el dar grandeza y poder a todos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 45-48
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo, y les dijo: —En las Escrituras se dice: ‘Mi casa será casa de oración’, pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.
Todos los días Jesús enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y también los jefes del pueblo andaban buscando cómo matarlo. Pero no encontraban la manera de hacerlo, porque toda la gente estaba pendiente de lo que él decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Noviembre: SÁBADO – 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Mac 6, 1-13 / Sal 9 / Lc 20, 27-40                                                            Verde

6. Primera Lectura: 1 Mac 6, 1-13
Lectura del libro primero de los Macabeos
El rey Antíoco recorría las provincias de la altiplanicie. Allí se enteró de que en Persia había una ciudad llamada Elimaida, famosa por su riqueza, por su plata y su oro. Tenía un templo muy rico, donde había armaduras de oro, corazas y armas que había dejado allí el rey Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo, el primer rey de los griegos. Antíoco fue a aquella ciudad y trató de tomarla y saquearla, pero no pudo, porque los habitantes se enteraron del plan y le resistieron luchando, de modo que tuvo que huir y regresar con mucho pesar a Babilonia.
Estando todavía en Persia, le llegó la noticia de que las tropas que habían tratado de invadir Judea habían sido derrotadas; que a pesar de que Lisias había emprendido su campaña con un ejército muy poderoso, había sido derrotado por los israelitas, quienes se habían reforzado con las armas y el equipo y muchos otros bienes que habían capturado del ejército derrotado; que los judíos habían derribado también el altar sacrílego que él había mandado construir encima del altar de los holocaustos en Jerusalén, que habían rodeado el templo de altas murallas, lo mismo que antes, y que habían fortificado también la ciudad de Bet-sur. Cuando el rey oyó estas noticias, se angustió terriblemente, tanto que se enfermó de tristeza y cayó en cama, pues no le habían salido las cosas como él quería. Así estuvo muchos días, continuamente atacado de una profunda tristeza, y hasta pensó que iba a morir. Llamó entonces a todos sus amigos, y les dijo: “El sueño ha huido de mis ojos; la inquietud me oprime el corazón. Al principio me preguntaba: ¿Por qué habré llegado a tanta aflicción y me asalta esta terrible agitación, a mí, que en la plenitud de mi poder he sido dichoso y amado de todos? Pero ahora recuerdo los males que hice en Jerusalén, cuando me llevé todos los utensilios de plata y de oro que había allá, y mandé exterminar a todos los habitantes de Judea sin ningún motivo. Reconozco que por esa causa me han venido estas calamidades. ¡Aquí me tienen, muriendo de terrible tristeza en un país extranjero!” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 9
R. Cantemos al Señor, nuestro salvador.
- Oh Señor, quiero alabarte con todo el corazón y contar tus muchas maravillas. Oh Altísimo, por ti quiero gritar lleno de alegría; ¡quiero cantar himnos a tu nombre! R.
- Mis enemigos huyen delante de ti; caen y mueren. Has reprendido a los paganos, has destruido a los malvados, ¡has borrado su recuerdo para siempre! R.
- Los paganos caen en su propia trampa; sus pies quedan atrapados en la red que ellos mismos escondieron. Pues no siempre serán olvidados los pobres, ni para siempre se perderá su esperanza. R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Lc 20, 27-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Algunos saduceos fueron a ver a Jesús. Los saduceos niegan que los muertos resuciten; por eso le presentaron este caso: —Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para darle hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. Finalmente murió también la mujer. Pues bien, en la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa esta mujer, si los siete estuvieron casados con ella?
Jesús les contestó: —En la vida presente, los hombres y las mujeres se casan; pero aquellos que Dios juzgue que merecen gozar de la vida venidera y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, porque ya no pueden morir. Pues serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado. Hasta el mismo Moisés, en el pasaje de la zarza que ardía, nos hace saber que los muertos resucitan. Allí dice que el Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. ¡Y él no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos!
Algunos maestros de la ley le dijeron entonces: —Bien dicho, Maestro.
Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 de Noviembre: DOMINGO – CRISTO REY DEL UNIVERSO

Ez 34,11-12.15-17 / Sal 22 / 1Cor 15,20-26a.28 / Mt 25, 31-46    Blanco

5. Oración Colecta
+ Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda criatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ez 34, 11-12.15-17

Lectura del libro del profeta Ezequiel
“Yo, el Señor, digo: Yo mismo me encargaré del cuidado de mi rebaño. Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron un día oscuro y de tormenta. Yo mismo seré el pastor de mis ovejas; yo mismo las llevaré a descansar. Yo, el Señor, lo afirmo. Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido. “Yo, el Señor digo: Escuchen, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-26a.28
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre entró la muerte en el mundo, también por causa de un hombre entró la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, en el momento en que Cristo vuelva, los que le pertenecen. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo ha de reinar hasta que todos sus enemigos sean puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Cuando todo haya quedado sometido a Cristo, entonces Cristo mismo, que es el Hijo, se someterá a Dios, que es quien sometió a él todas las cosas. Así, Dios será todo en todo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 31-46
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: ‘Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.’ Entonces los justos preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.’
“Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: ‘Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme.’ Entonces ellos le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron.’ Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Con un corazón fiel, roguemos, queridos hermanos, al Padre del unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu Santo. Respondemos a cada petición: Te rogamos, Señor, óyenos.
- Por la Iglesia extendida por todo el universo: para que alcance la plenitud del amor de Dios. Roguemos al Señor. R.
- Por los sacerdotes consagrados al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero. Roguemos al Señor. R.
- Por los que gobiernan los pueblos: para que procuren la justicia y el bien. Roguemos al Señor. R.
- Por aquéllos que sufren en el alma y en el cuerpo: para que encuentren el consuelo y la fortaleza del Espíritu. Roguemos al Señor. R.
- Por todos nosotros, comunidad reunida en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: para que avancemos en la misma fe y en el mismo amor. Roguemos al Señor. R.
+ Oh Dios, que has infundido en el corazón de tus fieles los dones del Espíritu Santo, da a tus siervos el conocimiento de tu voluntad, para que con todas sus fuerzas te alaben y cumplan con amor cuanto te agrada. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Alimentados con el pan que da la vida eterna te pedimos, Señor, que quienes nos confesamos como discípulos de Cristo, rey del universo, vivamos constantemente con Él en su Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.  


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21 de Noviembre: LUNES – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 1, 1-6.8-20 /  Dn 3 / Lc 21, 1-4                                                               Verde

6. Primera Lectura: Dn 1, 1-6.8-20
Comienzo del libro del Profeta Daniel
Durante el tercer año del reinado de Joaquim, rey de Judá, el rey Nabucodonosor de Babilonia llegó a Jerusalén y rodeó la ciudad con su ejército. El Señor dejó que Nabucodonosor capturara a Joaquim, y que también cayeran en su poder gran parte de los utensilios del templo de Dios. Nabucodonosor se llevó los prisioneros a Babilonia, y puso los utensilios sagrados en el tesoro del templo de sus dioses; además, ordenó a Aspenaz, jefe del servicio de palacio, que de entre los israelitas de familia real y de familias distinguidas trajera jóvenes bien parecidos, sin ningún defecto físico, cultos e inteligentes, entendidos en todos los campos del saber y aptos para servir en el palacio real. A ellos se les enseñaría el lenguaje y la literatura de los caldeos. Nabucodonosor ordenó también que a esos jóvenes se les diera todos los días de los mismos alimentos y vinos que a él le servían, y que los educaran durante tres años, al cabo de los cuales quedarían a su servicio.
Entre estos jóvenes estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de la tribu de Judá. Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, y pidió al jefe del servicio de palacio que no le obligara a contaminarse con tales alimentos. Por obra de Dios, el jefe del servicio de palacio vio con buenos ojos a Daniel, pero le dijo: —Tengo miedo de mi señor, el rey. Él me ha dicho lo que ustedes deben comer y beber, y si los ve con peor aspecto que los otros jóvenes, serán ustedes la causa de que el rey me condene a muerte.
Daniel habló entonces con el mayordomo a quien el jefe del servicio de palacio había encargado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías, y le dijo: —Ruego a usted que haga una prueba con estos servidores suyos: ordene usted que durante diez días nos den de comer solamente legumbres, y de beber solamente agua. Pasado ese tiempo, compare usted nuestro aspecto con el de los jóvenes alimentados con la misma comida que se sirve al rey, y haga entonces con nosotros según lo que vea.
El mayordomo estuvo de acuerdo, y durante diez días hizo la prueba con ellos. Pasados los diez días, el aspecto de ellos era más sano y más fuerte que el de todos los jóvenes que comían de la comida del rey. Así pues, el mayordomo se llevaba la comida y el vino que ellos tenían que comer y beber, y les servía legumbres.
A estos cuatro jóvenes, Dios les dio inteligencia y entendimiento para comprender toda clase de libros y toda ciencia. Daniel entendía además el significado de toda clase de visiones y sueños. Al cumplirse el plazo que el rey había señalado para que le fueran presentados los jóvenes, el jefe del servicio de palacio los llevó a su presencia. El rey habló con ellos y, entre todos los jóvenes, no encontró ni uno solo que pudiera compararse con Daniel, Ananías, Misael y Azarías, quienes, por lo tanto, quedaron al servicio del rey. En todos los asuntos que requerían sabiduría e inteligencia, y sobre los cuales les preguntó el rey, los encontró diez veces más sabios que todos los magos y adivinos que había en su reino. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3
R. Bendito seas, para siempre, Señor.
- “Bendito eres, Señor, Dios de nuestros antepasados, digno de honor y de toda alabanza por siempre. Bendito tu nombre santo y glorioso, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de todo honor y de toda gloria por siempre. Bendito eres tú, que te sientas en trono de rey, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres tú, que estás sentado sobre querubines y con tu mirada penetras los abismos, digno de honor y de toda alabanza por siempre. Bendito eres en la bóveda del cielo, digno de alabanza y de gloria por siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 1-4

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús estaba viendo a los ricos echar dinero en los cofres de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre. Entonces dijo: —De veras les digo que esta viuda pobre ha dado más que todos; pues todos dan ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 de Noviembre: MARTES – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 2, 31-45 / Dn 3 / / Lc 21, 5-11                                                                Verde

6. Primera Lectura: Dn 2, 31-45

Lectura del libro del Profeta Daniel
Daniel dijo al rey Nabucodonosor: —No hay ningún sabio ni adivino, ni mago ni astrólogo, que pueda explicar a Su Majestad el misterio que desea conocer. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha hecho saber a Su Majestad lo que va a pasar en el futuro. Voy a explicarle a Su Majestad el sueño y las visiones que ha tenido mientras dormía: Su Majestad se hallaba en su cama; se puso a pensar en lo que va a pasar en el futuro, y el que revela los misterios se lo ha dado a conocer. También a mí me ha sido revelado este misterio, pero no porque yo sea más sabio que todos los hombres, sino para que yo explique a Su Majestad lo que el sueño significa, y que así Su Majestad pueda comprender los pensamientos que han venido a su mente.
“En el sueño, Su Majestad veía que en su presencia se levantaba una estatua muy grande y brillante, y de aspecto terrible. La cabeza de la estatua era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; las piernas, de hierro; y una parte de los pies era de hierro, y la otra de barro. Mientras Su Majestad la estaba mirando, de un monte se desprendió una piedra, sin que nadie la empujara, y vino a dar contra los pies de la estatua y los destrozó. En un momento, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro quedaron todos convertidos en polvo, como el que se ve en verano cuando se trilla el trigo, y el viento se lo llevó sin dejar el menor rastro. Pero la piedra que dio contra la estatua se convirtió en una gran montaña que ocupó toda la tierra.
“Este es el sueño. Y ahora voy a explicar a Su Majestad lo que el sueño significa. Su Majestad es el más grande de todos los reyes, porque el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la fuerza, el honor y el dominio sobre todos los lugares habitados por hombres, animales y aves; él lo ha puesto todo bajo el poder de Su Majestad, que es la cabeza de oro. Después del reino de Su Majestad habrá otro reino inferior al suyo, y luego un tercer reino de bronce, que dominará sobre toda la tierra. Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro; y así como el hierro lo destroza todo y lo destruye, así ese reino destrozará y destruirá a todos los otros reinos.
“Su Majestad vio también que una parte de los pies y de los dedos era de barro, y la otra, de hierro; esto quiere decir que será un reino dividido, aunque con algo de la fortaleza del hierro, pues Su Majestad vio que el hierro estaba mezclado con el barro. Los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro, y eso significa que el reino será fuerte y débil al mismo tiempo. Y así como Su Majestad vio el hierro mezclado con el barro, así los gobernantes de este reino se unirán por medio de alianzas matrimoniales; pero no podrán formar un solo cuerpo entre sí, como tampoco puede el hierro mezclarse con el barro. Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni dominado por ninguna otra nación, sino que acabará por completo con todos los demás reinos, y durará para siempre. Eso es lo que significa la piedra que Su Majestad vio desprenderse del monte, sin que nadie la hubiera empujado; piedra que convirtió en polvo el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha revelado a Su Majestad lo que va a pasar en el futuro. El sueño es verdadero, y su interpretación, cierta.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3

R. Bendito seas para siempre, Señor.
- “Bendigan al Señor, todas sus obras, canten en su honor eternamente. Bendíganlo, ángeles del Señor, canten en su honor eternamente. R.
- Bendice, cielo, al Señor, canta en su honor eternamente. Bendice al Señor, agua que estás encima del cielo, canta en su honor eternamente. Bendigan al Señor, todos sus astros, canten en su honor eternamente. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 5-11

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban. Jesús dijo: —Vendrán días en que de todo esto que ustedes están viendo no quedará ni una piedra sobre otra. Todo será destruido.
Entonces le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto? ¿Cuál será la señal de que estas cosas ya están a punto de suceder?
Jesús contestó: “Tengan cuidado para no dejarse engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: ‘Yo soy’, y ‘Ahora es el tiempo.’ Pero ustedes no los sigan. Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, aún no habrá llegado el fin.”
Siguió diciéndoles: “Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro. Habrá grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 de Noviembre: MIÉRCOLES – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 5, 1-6.13-14.16-17.23-28 / Dn 3 / Lc 21, 12-19                                     Verde

6. Primera Lectura: Dn 5, 1-6.13-14.16-17.23-28

Lectura del libro del Profeta Daniel
Belsasar, rey de Babilonia, invitó a un gran banquete a mil de las altas personalidades de la nación; y, durante la comida, el rey y sus invitados bebieron mucho vino. Excitado por el vino, el rey Belsasar mandó traer las copas y tazones de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del templo de Jerusalén. Las copas y tazones fueron traídos, y bebieron en ellos el rey, sus mujeres, sus concubinas y todos los demás asistentes al banquete. Todos bebían vino y alababan a sus ídolos, hechos de oro, plata, bronce, hierro, madera y piedra.
En aquel momento apareció una mano de hombre que, a la luz de los candiles, comenzó a escribir con el dedo sobre la pared blanca de la sala. Al ver el rey la mano que escribía, se puso pálido y, del miedo que le entró, comenzó a temblar de pies a cabeza.
Daniel fue llevado ante el rey, y el rey le preguntó: —¿Eres tú Daniel, uno de aquellos prisioneros judíos que mi padre, el rey Nabucodonosor, trajo de Judea? Me han dicho que el espíritu de Dios está en ti, que tienes una mente clara, y que eres muy inteligente y sabio.
Sin embargo, he oído decir que tú puedes aclarar dudas y resolver cuestiones difíciles. Si tú puedes leer esas palabras y decirme lo que significan, haré que seas vestido con ropas de púrpura, que te pongan una cadena de oro en el cuello y que ocupes el tercer lugar en el gobierno de mi reino.
Entonces Daniel le contestó: —Quédese Su Majestad con sus regalos, y ofrézcale a otro el honor de estar en su palacio. Yo le explicaré de todos modos a Su Majestad lo que quieren decir las palabras escritas en la pared.
Al contrario, Su Majestad se ha burlado del Señor del cielo mandando traerse a la mesa las copas y tazones del templo, y, junto con sus invitados, ha bebido vino en ellos y ha dado alabanza a dioses hechos de oro, plata, bronce, hierro, madera y piedra; dioses que no ven, ni oyen, ni saben nada. En cambio, no ha alabado al Dios en cuyas manos está la vida de Su Majestad y de quien depende todo lo que haga. Por eso, él envió la mano que escribió esas palabras, MENÉ, MENÉ, TEKEL y PARSÍN, las cuales significan lo siguiente: MENÉ: Dios ha medido los días del reinado de Su Majestad, y le ha señalado su fin; TEKEL: Su Majestad ha sido pesado en la balanza, y pesa menos de lo debido; PARSÍN: el reino de Su Majestad ha sido dividido, y será entregado a medos y persas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3

R. Bendito seas para siempre, Señor.
- Bendigan al Señor, sol y luna. Bendigan al Señor, estrellas del cielo. R.
- Bendigan al Señor, todas las lluvias y el rocío. Bendigan al Señor, todos los vientos. R.
- Bendigan al Señor, fuego y calor. Bendigan al Señor, frío y calor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 12-19

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo a sus discípulos: “A ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, los meterán en la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. A algunos de ustedes los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía; pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Noviembre: JUEVES – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 6, 11-27 / Dn 3 / Lc 21, 20-28                                                                Verde

6. Primera Lectura: Dn 6, 11-27

Lectura del libro del Profeta Daniel
En aquel tiempo, unos hombres entraron juntos en la casa de Daniel, y lo encontraron orando y alabando a su Dios. En seguida fueron a ver al rey para hablarle del decreto, y le dijeron: —Su Majestad ha publicado un decreto, según el cual, aquel que durante estos treinta días dirija una súplica a cualquier dios o a cualquier hombre que no sea Su Majestad, será arrojado al foso de los leones, ¿no es verdad?
—Así es —respondió el rey—. Y el decreto debe cumplirse conforme a la ley de los medos y los persas, que no puede ser anulada.
Entonces ellos siguieron diciendo: —Pues Daniel, uno de esos judíos desterrados, no muestra ningún respeto por Su Majestad ni por el decreto publicado, ya que lo hemos visto hacer su oración tres veces al día.
Al oír esto, el rey quedó muy triste, y buscó la manera de salvar a Daniel. Hasta la hora de ponerse el sol hizo todo lo posible para salvarlo, pero aquellos hombres se presentaron otra vez al rey y le dijeron: —Su Majestad sabe bien que, según la ley de los medos y los persas, ninguna prohibición o decreto firmado por el rey puede ser anulado.
Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel y lo echaran al foso de los leones. Pero antes que se cumpliera la sentencia, el rey le dijo a Daniel: —¡Que tu Dios, a quien sirves con tanta fidelidad, te salve!
En cuanto Daniel estuvo en el foso, trajeron una piedra y la pusieron sobre la boca del foso, y el rey la selló con su sello real y con el sello de las altas personalidades de su gobierno, para que también en el caso de Daniel se cumpliera estrictamente lo establecido por la ley. Después el rey se fue a su palacio y se acostó sin cenar y sin entregarse a sus distracciones habituales; además, no pudo dormir en toda la noche. Tan pronto como amaneció, se levantó y fue a toda prisa al foso de los leones. Cuando el rey estuvo cerca, llamó con voz triste a Daniel, diciendo: —Daniel, siervo del Dios viviente, ¿pudo tu Dios, a quien sirves con tanta fidelidad, librarte de los leones?
Y Daniel le respondió: —¡Que viva Su Majestad para siempre! Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones para que no me hicieran ningún daño, pues Dios sabe que soy inocente y que no he hecho nada malo contra Su Majestad.
Entonces el rey se alegró mucho y ordenó que sacaran del foso a Daniel. Cuando lo sacaron, no le encontraron ninguna herida, porque tuvo confianza en su Dios. Después, por orden del rey, fueron traídos los hombres que habían acusado a Daniel, y junto con sus mujeres y sus hijos fueron echados al foso de los leones; y aún no habían llegado al fondo cuando ya los leones se habían lanzado sobre ellos y los habían despedazado.
Entonces el rey Darío escribió a la gente de todas las naciones y lenguas de la tierra, diciéndoles: “Deseo a ustedes paz y prosperidad, y ordeno y mando que en todo mi imperio se respete y reverencie al Dios de Daniel. Porque él es el Dios viviente, y permanece para siempre. Su reino no será jamás destruido ni su poder tendrá fin. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3
R. Bendito seas para siempre, Señor.
- Bendigan al Señor, rocío y escarcha. Bendigan al Señor, hielo y frío. R.
- Bendigan al Señor, heladas y nieve. R.
- Bendigan al Señor, días y noches. Bendigan al Señor, luz y oscuridad. R.
- Bendigan al Señor, relámpagos y nubes. Bendice, tierra, al Señor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 20-28

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo a sus discípulos: “Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que pronto será destruida. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a las montañas; los que estén en Jerusalén, que salgan de la ciudad, y los que estén en el campo, que no regresen a ella. Porque serán días de castigo, en que se cumplirá todo lo que dicen las Escrituras.¡Pobres mujeres aquellas que en tales días estén embarazadas o tengan niños de pecho! Porque habrá mucho dolor en el país, y un castigo terrible contra este pueblo. Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros por todas las naciones; y los paganos pisotearán a Jerusalén hasta que se cumpla el tiempo que les ha sido señalado.
“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra las naciones estarán confusas y se asustarán por el terrible ruido del mar y de las olas. La gente se desmayará de miedo al pensar en lo que va a sucederle al mundo; pues hasta las fuerzas celestiales serán sacudidas. Entonces se verá al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 de Noviembre: VIERNES – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 7, 2-14 / Dn 3, 75-81 / Lc 21,29-33                                                        Verde

6. Primera Lectura: Dn 7, 2-14

Lectura del libro del Profeta Daniel
“Yo veía en mi sueño que los cuatro vientos soplaban y agitaban las aguas del gran mar. De repente, cuatro enormes monstruos, diferentes uno del otro, salieron del mar. El primero se parecía a un león, pero tenía alas de águila. Mientras yo lo estaba mirando, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo y lo apoyaron sobre sus patas traseras, poniéndolo de pie como un hombre, y su cerebro se convirtió en el de un ser humano.
“El segundo se parecía a un oso, alzado más de un lado que de otro, el cual tenía tres costillas entre los dientes; y oí que le decían: ‘¡Anda, come toda la carne que puedas!’
“El tercero se parecía a un leopardo, pero con cuatro alas en la espalda; también vi que tenía cuatro cabezas y que se le entregaba el poder.
“El cuarto monstruo que vi en mis visiones era terrible, espantoso, y de una fuerza extraordinaria. Tenía grandes dientes de hierro; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. Era un monstruo diferente de todos los que yo había visto en mi sueño, y tenía diez cuernos en la cabeza.
“Mientras yo estaba mirando los cuernos, vi que de entre ellos salía otro cuerno más pequeño, y entonces le arrancaron tres cuernos para dejar lugar al último que le había salido, el cual tenía ojos como los de un ser humano y una boca que hablaba con mucha arrogancia.
“Seguí mirando, hasta que fueron puestos unos tronos  y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión, y los libros fueron abiertos.
“Yo estaba mirando, atraído por las cosas tan arrogantes que el cuerno pequeño decía; y mientras estaba mirando, mataron al monstruo y lo despedazaron, y luego lo echaron al fuego para que se quemara. También a los otros monstruos se les quitó el poder, pero los dejaron seguir viviendo hasta que les llegara su hora.
“Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3,75-81

R. Bendito seas para siempre, Señor.
- Bendigan al Señor, montañas y colinas. Bendigan al Señor, todas las cosas que crecen en la tierra. R.
- Bendigan, manantiales, al Señor. Bendigan al Señor, mares y ríos. Bendigan al Señor, ballenas y demás animales del agua. R.
- Bendigan al Señor, todas las aves del cielo. Bendigan al Señor, todos los animales domésticos y salvajes. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 29-33
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les puso esta comparación a sus discípulos: “Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya está cerca.
“Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Noviembre: SÁBADO – 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dn 7, 15-27 / Dn 3 / Lc 21, 34-36                                                                Verde

6. Primera Lectura: Dn 7, 15-27
Lectura del libro del Profeta Daniel
“Yo, Daniel, sentí que el terror se apoderaba de mí; y muy preocupado por todo lo que había visto, me acerqué a uno de los que estaban allí de pie, y le pedí que me explicara todo aquello. Él aceptó explicármelo,  y me dijo: ‘Estos cuatro monstruos son cuatro reyes que dominarán el mundo. Pero después el reino será entregado al pueblo del Dios altísimo, y será suyo por toda la eternidad.’ 
“Yo quería saber más acerca del cuarto monstruo, que era tan diferente de los otros, pues su aspecto era horrible: tenía dientes de hierro y garras de bronce; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. También quería yo saber más acerca de sus diez cuernos, y del cuerno pequeño que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia, pues hasta parecía más grande que los otros cuernos, y tres cuernos habían caído para dejarle lugar. Entonces vi que este cuerno luchaba contra el pueblo de Dios, y lo vencía, hasta que llegó el Anciano e hizo justicia al pueblo del Dios altísimo,  pues se había cumplido el tiempo para que el pueblo de Dios tomara posesión del reino. Y dijo: ‘El cuarto monstruo será un cuarto reino que habrá sobre la tierra, diferente de todos los demás. Devorará toda la tierra, la pisoteará y la destrozará. Los diez cuernos son diez reyes que reinarán en ese reino. Después de ellos subirá otro al poder, que será muy diferente de los primeros y que derribará a tres de estos reyes. Insultará al Dios altísimo e irá acabando con su pueblo; tratará de cambiar la ley de Dios y las fiestas  religiosas, y el pueblo de Dios estará bajo su poder durante tres años y medio. Pero el tribunal celebrará un juicio, y se le arrebatará el poder, dejándolo completamente destruido. Y el reino, el poder y la gloria de todos los reinos de la tierra, serán dados al pueblo del Dios altísimo. Su reino permanecerá para siempre, y todos los pueblos de la tierra le servirán y le obedecerán.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Dn 3

R. Bendito seas para siempre, Señor.
- “Bendigan al Señor, seres humanos. Bendice, Israel, al Señor. R.
- Sacerdotes del Señor, bendíganlo. Siervos del Señor, bendíganlo. R.
- Bendigan al Señor, hombres de espíritu recto. Bendigan al Señor, santos y humildes de corazón. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 34-36

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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