LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE SEPTIEMBRE 2010

 

Septiembre 2010

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1 de Septiembre: MIÉRCOLES – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.


1 Cor 3, 1-9 / Sal 32 / Lc 4, 38-44                                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 3, 1-9
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Yo, hermanos, no pude hablarles como a gente madura espiritualmente, sino como a personas débiles, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di una enseñanza sencilla, igual que a un niño de pecho se le da leche en vez de alimento sólido, porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. ¡Y ni siquiera pueden digerirla ahora, porque todavía son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias, es que todavía son débiles y actúan con criterios puramente humanos. Porque cuando uno afirma: “Yo soy de Pablo”, y otro: “Yo soy de Apolo”, están manteniendo criterios puramente humanos.
A fin de cuentas, ¿qué es Apolo?, ¿qué es Pablo? Simplemente servidores, por medio de los cuales ustedes han llegado a la fe. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor le señaló: yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo crecer lo sembrado. De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado. Los que siembran y los que riegan son iguales, aunque Dios pagará a cada uno según su trabajo. Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenecen a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor.
Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres R.
Desde el lugar donde vive observa a los que habitan la tierra; él es quien formó sus corazones y quien vigila todo lo que hacen. R.
Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 38-44

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con mucha fiebre, y rogaron por ella a Jesús. Jesús se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre se le quitó. Al momento, ella se levantó y comenzó a atenderlos.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diferentes enfermedades los llevaron a Jesús; y él puso las manos sobre cada uno de ellos, y los sanó. De muchos enfermos también salieron demonios, que gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Al amanecer, Jesús salió fuera de la ciudad, a un lugar solitario. Pero la gente lo buscó, y llegaron a donde él estaba. Querían detenerlo, para que no se fuera, pero Jesús les dijo: —También tengo que anunciar la buena noticia del reino de Dios a los otros pueblos, porque para esto fui enviado.
Así iba Jesús anunciando el mensaje en las sinagogas del país de los judíos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 de Septiembre: JUEVES – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 3, 18-23 / Sal 23 / Lc 5, 1-11                                                        Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 3, 18-23
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se cree sabio según la sabiduría de este mundo, vuélvase como un ignorante, para así llegar a ser verdaderamente sabio. Pues la sabiduría de este mundo es pura tontería para Dios. En efecto, la Escritura dice: “Dios atrapa a los sabios en la propia astucia de ellos.” Y dice también: “El Señor sabe que los pensamientos de los sabios son tonterías.” Por eso, nadie debe sentirse orgulloso de lo que es propio de los hombres; pues todas las cosas son de ustedes: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Del Señor es el mundo entero.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado. R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la multitud que quería oír el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:—Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar.
Simón le contestó: —Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes.
Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: — ¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
Es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho. También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo a Simón: —No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres.
Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 de Septiembre: VIERNES – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 4, 1-5 / Sal 36 / Lc 5, 33-39                                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 4, 1-5

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36

R. La ayuda a los hombres buenos viene del Señor.

Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. R.
Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia. R.
La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 33-39
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Los fariseos y los maestros de la ley le dijeron a Jesús: —Los seguidores de Juan y de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos siempre comen y beben.
Jesús les contestó: — ¿Acaso pueden ustedes hacer ayunar a los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán.
También les puso esta comparación: —Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. Si lo hace así, echa a perder el vestido nuevo; además, el pedazo nuevo no quedará bien con el vestido viejo. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos. Y nadie que toma el vino añejo quiere después el nuevo, porque dice: ‘El añejo es más sabroso.’ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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4 de Septiembre: SÁBADO – 22ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 4, 6-15 / Sal 144 / Lc 6, 1-5                                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 4, 6-15

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios

Hermanos: Les hablo de estas cosas por su propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito, y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro. Pues, ¿quién te da privilegios sobre los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes, como si lo hubieras conseguido por ti mismo?
Al parecer, ustedes ya son ricos, y tienen todo lo que pueden desear, y se sienten como reyes que nada necesitan de nosotros. ¡Ojalá fueran reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en su reino! Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como si fuéramos condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos; mientras que ustedes, gracias a Cristo, pasan por inteligentes. Nosotros somos débiles, mientras que ustedes son fuertes. A nosotros se nos desprecia, y a ustedes se les respeta. Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos. A las maldiciones respondemos con bendiciones; somos perseguidos, y lo soportamos. Nos injurian, y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.
No les escribo esto para avergonzarlos, sino para darles un consejo, como a mis propios hijos, pues los amo. Pues aunque ustedes, como cristianos, tengan diez mil instructores, padres no tienen muchos. Padre de ustedes soy yo, pues les anuncié el evangelio por el cual quedaron incorporados a Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144

R. El Señor está cerca de los que lo invocan.

El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.
Él cumple los deseos de los que lo honran; cuando le piden ayuda, los oye y los salva. El Señor protege a los que lo aman, pero destruye a los malvados. R.
¡Que mis labios alaben al Señor! ¡Que todos bendigan su santo nombre, ahora y siempre! R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 1-5

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Un sábado, Jesús caminaba entre los sembrados. Sus discípulos arrancaban espigas de trigo, las desgranaban entre las manos y se comían los granos. Entonces algunos fariseos les preguntaron: — ¿Por qué hacen ustedes algo que no está permitido hacer en sábado?
Jesús les contestó: — ¿No han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Entró en la casa de Dios y tomó los panes consagrados a Dios, comió de ellos y dio también a sus compañeros, a pesar de que solamente a los sacerdotes se les permitía comer de ese pan.
Y añadió: —El Hijo del hombre tiene autoridad sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 de Septiembre: DOMINGO – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Sab 9, 13-19 / Sal 89 / Filemón 9b-10.12-17 / Lc 14, 25-33              Verde

http://www.webpersonal.net/diesdomini/frames/leccionario/indexgraf_cTO_files/23_to_c_t.jpg5. Oración Colecta:
+ Señor, tú que te has dignado redimirnos y hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y herencia eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Sab 9, 13-19
Lectura del libro de la Sabiduría
¿Qué hombre conoce los planes de Dios? ¿Quién puede imaginar lo que el Señor quiere? Débil es la inteligencia de los hombres, y falsas muchas veces sus reflexiones; el cuerpo mortal es un peso para el alma; estando hecho de barro, oprime la mente, en la que bullen tantos pensamientos. Con dificultad imaginamos las cosas de la tierra, y trabajosamente hallamos lo que está a nuestro alcance. Pero, ¿quién puede descubrir las cosas celestiales? Nadie puede conocer tus planes sino aquel a quien das sabiduría y sobre quien desde el cielo envías tu santo espíritu. Gracias a la sabiduría han podido los hombres seguir el buen camino y aprender lo que te agrada: fueron salvados gracias a ella. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo! R.

8. Segunda Lectura: Fil 9b-10.12-17

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Filemón
Hermano: Yo, Pablo, ya anciano, y ahora preso por causa de Cristo Jesús, te pido un favor para mi hijo Onésimo,  de quien he llegado a ser padre según la fe aquí en la cárcel.
Te lo envío de nuevo: es el hijo de mis entrañas. Yo hubiera querido que se quedara aquí conmigo, para que me sirviera en tu lugar mientras estoy preso por causa del evangelio. Pero no quiero hacer nada que tú antes no hayas aprobado, para que el favor que me haces no sea por obligación sino por tu propia voluntad. Tal vez Onésimo se apartó de ti por algún tiempo para que ahora lo tengas para siempre, ya no como un esclavo, sino como algo mejor que un esclavo: como un hermano querido. Yo lo quiero mucho, pero tú debes quererlo todavía más, no solo humanamente sino también como hermano en el Señor.
Así pues, si me tienes por hermano en la fe, recíbelo como si se tratara de mí mismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 14, 25-33

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Mucha gente seguía a Jesús; y él se volvió y dijo: “Si alguno viene a mí y no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun más que a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.’ O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil? Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo.” Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Pidamos hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras plegarias y atienda a nuestras peticiones, implorando: Escúchanos, Padre.
- Por la Iglesia de Dios, para que el señor le conceda la paz y la unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al Señor. R.
- Por la paz, para que cesen las rivalidades entre las naciones, renazca el amor y se arraigue entre los pueblos la comprensión, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error, devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de nuestra vida y nos haga partícipes de su Reino, roguemos al Señor. R.
+ Tú, Señor, que has elegido a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos de tu Reino, escucha nuestras oraciones y ayúdanos a proclamar con valentía tu Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Tú que nos has instruido con tu palabra y alimentado con tu Eucaristía, concédenos, Señor, aprovechar estos dones para que vivamos aquí unidos a tu Hijo y podamos, después, participar de su vida inmortal. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


PERIPLOS DEL O
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6 de Septiembre: LUNES – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 5, 1-8 / Sal 5 / Lc 6, 6-11                                                               Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 5, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra. Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y aún se hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante situación debe ser expulsado de entre ustedes. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi sentencia sobre aquel que así actúa. Cuando ustedes se reúnan, yo estaré con ustedes en espíritu, y también el poder de nuestro Señor Jesús estará con ustedes. Entonces, en el nombre de nuestro Señor Jesús, ese hombre deberá ser entregado a Satanás, para que su cuerpo sea destruido y su espíritu se salve cuando el Señor venga.
Ustedes no tienen razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” Así que echen fuera esa vieja levadura que los corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva. Ustedes son, en realidad, como el pan sin levadura que se come en los días de la Pascua. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros. Así que debemos celebrar nuestra Pascua con el pan sin levadura que es la sinceridad y la verdad, y no con la vieja levadura ni con la corrupción de la maldad y la perversidad. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 5
R. Señor, guíame en tu justicia.
No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. R.
Tú odias a los malhechores, destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. R.
Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría porque tú los proteges. Los que te aman, se alegran por causa tuya. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 6-11.
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había en ella un hombre que tenía la mano derecha tullida; y los maestros de la ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si lo sanaría en sábado, y así tener algún pretexto para acusarlo. Pero él, que sabía lo que estaban pensando, le dijo al hombre que tenía la mano tullida: —Levántate y ponte ahí en medio.
El hombre se levantó y se puso de pie, y Jesús dijo a los otros: —Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?
Luego miró a todos los que lo rodeaban, y le dijo a aquel hombre: -Extiende la mano.
El hombre lo hizo así, y su mano quedó sana. Pero los otros se enojaron mucho y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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7 de Septiembre: MARTES – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 6, 1-11 / Sal 149 / Lc 6, 12-19                                                      Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 6, 1-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿por qué va a pedir justicia a los jueces paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo? ¿Acaso no saben ustedes que el pueblo santo ha de juzgar al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no son capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños? ¿No saben que incluso a los ángeles habremos de juzgarlos nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida! Así que, si ustedes tienen pleitos por asuntos de la vida diaria, ¿por qué ponen por jueces a los que nada significan para la iglesia? Digo esto para que les dé vergüenza: ¿Acaso no hay entre ustedes ninguno con capacidad suficiente para juzgar un asunto entre sus hermanos? ¡No solo se pelean unos hermanos con otros, sino que llevan sus pleitos ante jueces paganos!
Ya el simple hecho de tener pleitos entre ustedes mismos es un grave defecto. ¿Por qué no, mejor, soportar la injusticia? ¿Por qué no, mejor, dejar que les roben? ¡Pero ustedes, al contrario, cometen injusticias y roban hasta a sus propios hermanos!
¿No saben ustedes que los que cometen injusticias no tendrán parte en el reino de Dios? No se dejen engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que se entregan a la prostitución, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los que roban, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los ladrones. Y esto eran antes algunos de ustedes; pero ahora ya recibieron el baño de la purificación, fueron santificados y hechos justos en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor se complace en su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios, ¡Esto será una honra para todos sus fieles! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 12-19
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a quienes llamó apóstoles. Estos fueron: Simón, a quien puso también el nombre de Pedro; Andrés, hermano de Simón; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; Simón, al que llamaban el celote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue quien traicionó a Jesús.
Jesús bajó del cerro con ellos y se detuvo en un llano. Se habían juntado allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían llegado para oír a Jesús y para que los curara de sus enfermedades. Los que sufrían a causa de espíritus impuros, también quedaban sanos. Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Septiembre: MIÉRCOLES – NATIVIDAD DE SANTA MARÍA.

Miq 5, 2-4 / Sal  12 / Mt 1, 18-23                                                          Blanco

6. Primera Lectura: Miq 5, 2-4
Lectura del libro del profeta Miqueas
Esto dice el Señor: “En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia.”
Ahora el Señor deja a los suyos, pero solo hasta que dé a luz la mujer que está esperando un hijo.
Entonces se reunirán con sus compatriotas los israelitas que están en el destierro. El rey se levantará para pastorear a su pueblo con el poder y la majestad del Señor su Dios, y ellos podrán vivir en paz, porque el Señor será engrandecido hasta el último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 12
R. Me llenaré de alegría en el Señor
Yo confío en tu amor; mi corazón se alegra porque tú me salvas. R.
¡Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho! R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 1, 18-23      
† Lectura del Evangelio según san Mateo
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por nombre Emmanuel” (que significa: “Dios con nosotros”). Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 de Septiembre: JUEVES – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 8, 1b-7.11-13 / Sal 138 / Lc 6, 27-38                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 8, 1b-7.11-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Es verdad lo que se dice: que todos tenemos el conocimiento de la verdad; pero el conocimiento hincha de orgullo, en tanto que el amor edifica la comunidad. Si alguien cree que conoce algo, todavía no lo conoce como lo debe conocer. Pero si alguien ama a Dios, Dios lo conoce a él.
En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos, bien sabemos que un ídolo no tiene valor alguno en el mundo, y que solamente hay un Dios. Pues aunque en el cielo y en la tierra existan esos llamados dioses (y en este sentido hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, en quien todo tiene su origen y para quien nosotros existimos. Y hay también un solo Señor, Jesucristo, por quien todas las cosas existen, incluso nosotros mismos.
Pero no todos conocen la verdad. Algunos que estaban acostumbrados a adorar ídolos, todavía comen de esos alimentos pensando que fueron ofrecidos a los dioses; y su conciencia, que es débil, los hace sentirse contaminados por el ídolo. Y así tú, por tu conocimiento, haces que se pierda tu hermano débil, por quien Cristo también murió. Al ofender la conciencia de los hermanos débiles en la fe, ofenden ustedes a Cristo mismo. Por eso, si por causa de mi comida hago caer en pecado a mi hermano, no debo comer carne nunca, para no ponerlo en peligro de pecar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Señor, guíame por el camino eterno.
Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! R.
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. R.
Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos; mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 27-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.
“Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado solo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
“No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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10 de Septiembre: VIERNES – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 9, 16-19.22b-27 / Sal 83 / Lc 6, 39-42                                        Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 9, 16-19.22b-27
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Para mí no es motivo de orgullo anunciar el evangelio, porque lo considero una obligación ineludible. ¡Y ay de mí si no lo anuncio! Por eso, si lo hiciera por propia iniciativa, tendría derecho a una recompensa; pero si lo hago por obligación, es porque estoy cumpliendo un encargo que Dios me ha dado. En este caso, mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir del anuncio del evangelio.
Aunque no soy esclavo de nadie, me he hecho esclavo de todos, a fin de ganar para Cristo el mayor número posible de personas. Cuando he estado con los que son débiles en la fe, me he vuelto débil como uno de ellos, para ganarlos también. Es decir, me he hecho igual a todos, para de alguna manera poder salvar a algunos. Todo lo hago por el evangelio, para tener parte en el mismo.
Ustedes saben que en una carrera todos corren, pero solamente uno recibe el premio. Pues bien, corran ustedes de tal modo que reciban el premio. Los que se preparan para competir en un deporte, evitan todo lo que pueda hacerles daño. Y esto lo hacen por alcanzar como premio una corona que en seguida se marchita; en cambio, nosotros luchamos por recibir un premio que no se marchita. Yo, por mi parte, no corro a ciegas ni peleo como si estuviera dando golpes al aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no quedar yo mismo descalificado después de haber enseñado a otros. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 83
R. ¡Cuán hermoso es tu santuario, Señor todopoderoso!
¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ¡Con todo el corazón canto alegre al Dios de la vida! R.
Aun el gorrión y la golondrina hallan lugar en tus altares donde hacerles nido a sus polluelos, oh Señor todopoderoso, Rey mío y Dios mío. R.
¡Felices los que viven en tu templo y te alaban sin cesar! ¡Felices los que en ti encuentran ayuda, los que desean peregrinar hasta tu monte! Cuando pasen por el valle de las. R.
Porque Dios el Señor nos alumbra y nos protege; el Señor ama y honra a los que viven sin tacha, y nada bueno les niega. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 39-42
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les puso a sus discípulos esta comparación: “¿Acaso puede un ciego servir de guía a otro ciego? ¿No caerán los dos en algún hoyo? Ningún discípulo es más que su maestro: cuando termine sus estudios llegará a ser como su maestro.
“¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tienes en el tuyo? Y si no te das cuenta del tronco que tienes en tu propio ojo, ¿cómo te atreves a decir a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo’? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu propio ojo, y así podrás ver bien para sacar la astilla que tiene tu hermano en el suyo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Septiembre: SÁBADO – 23ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 10, 14-22a / Sal 115 / Lc 6, 43-49                                               Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 10, 14-22a
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Mis queridos hermanos, huyan de la idolatría. Les hablo como a personas entendidas: juzguen ustedes mismos lo que les digo. Cuando bebemos de la copa bendita por la cual bendecimos a Dios, participamos en común de la sangre de Cristo; cuando comemos del pan que partimos, participamos en común del cuerpo de Cristo. Aunque somos muchos, todos comemos de un mismo pan, y por esto somos un solo cuerpo.
Fíjense en el pueblo de Israel: los que comen de los animales ofrecidos en sacrificio, participan en común del servicio en el altar. Con esto no quiero decir que el ídolo tenga valor alguno, ni que la carne ofrecida al ídolo sea algo más que otra carne cualquiera. Lo que digo es que cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, se lo ofrecen a los demonios, y no a Dios, y yo no quiero que ustedes tengan nada en común con los demonios. No pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios; ni pueden participar de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios. ¿O acaso queremos poner celoso al Señor? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Señor, en gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré tu nombre.
¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. R.
 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 43-49
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “No hay árbol bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto: no se cosechan higos de los espinos, ni se recogen uvas de las zarzas. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.
“¿Por qué me llaman ustedes, ‘Señor, Señor’, y no hacen lo que les digo? Voy a decirles a quién se parece el que viene a mí y me oye y hace lo que digo: se parece a un hombre que para construir una casa cavó primero bien hondo, y puso la base sobre la roca. Cuando creció el río, el agua dio con fuerza contra la casa, pero ni moverla pudo, porque estaba bien construida. Pero el que me oye y no hace lo que digo, se parece a un hombre que construyó su casa sobre la tierra y sin cimientos; y cuando el río creció y dio con fuerza contra ella, se derrumbó y quedó completamente destruida.” Palabra del Señor. Gloriaati,Señor Jesús.


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12 de Septiembre: DOMINGO – 24ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Ex 32,7-11.13-14 / Sal 50 / 1Tim 1, 12-17 / Lc 15, 1-32                     Verde

http://www.webpersonal.net/diesdomini/frames/leccionario/indexgraf_cTO_files/24_to_c_t.jpg5. Oración Colecta:

+ Míranos, Señor, con ojos de misericordia y haz que experimentemos vivamente tu amor para que podamos servirte con todas nuestras fuerzas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ex 32, 7-11.13-14

Lectura del libro de Éxodo
El Señor le dijo a Moisés:—Anda, baja, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha echado a perder. Muy pronto se han apartado del camino que yo les ordené seguir. Se han hecho un becerro de oro fundido, y lo están adorando y presentándole ofrendas; y dicen: ‘¡Israel, este es tu dios, que te sacó de Egipto!’
Además, el Señor le dijo a Moisés:—Me he fijado en esta gente, y me he dado cuenta de que son muy tercos. ¡Ahora déjame en paz, que estoy ardiendo de enojo y voy a acabar con ellos! Pero de ti voy a hacer una gran nación.
Moisés, sin embargo, trató de calmar al Señor su Dios con estas palabras:—Señor, ¿por qué vas a arder de enojo contra tu pueblo, el que tú mismo sacaste de Egipto con gran despliegue de poder?
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo y les dijiste: ‘Haré que los descendientes de ustedes sean tan numerosos como las estrellas del cielo, y toda esta tierra que les he prometido a ustedes se la daré como su herencia para siempre.’
El Señor renunció a la idea que había expresado de hacer daño a su pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.

8. Segunda Lectura: 1 Tim 1, 12-17
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermanos: Doy gracias a aquel que me ha dado fuerzas, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me ha considerado fiel y me ha puesto a su servicio, a pesar de que yo antes decía cosas ofensivas contra él, lo perseguía y lo insultaba. Pero Dios tuvo misericordia de mí, porque yo todavía no era creyente y no sabía lo que hacía. Y nuestro Señor derramó abundantemente su gracia sobre mí, y me dio la fe y el amor que podemos tener gracias a Cristo Jesús.
Esto es muy cierto, y todos deben creerlo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Jesucristo mostrara en mí toda su paciencia. Así yo vine a ser ejemplo de los que habían de creer en él para obtener la vida eterna. ¡Honor y gloria para siempre al Rey eterno, al inmortal, invisible y único Dios! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 15, 1-32
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo:—Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les dijo esta parábola: “¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, contento la pone sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.’ Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
“O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido.’ Les digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.”
Jesús contó esto también: “Un hombre tenía dos hijos, y el más joven le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca.’ Entonces el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se fue lejos, a otro país, donde todo lo derrochó llevando una vida desenfrenada. Pero cuando ya se lo había gastado todo, hubo una gran escasez de comida en aquel país, y él comenzó a pasar hambre. Fue a pedir trabajo a un hombre del lugar, que lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y tenía ganas de llenarse con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a pensar: ‘¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores.’ Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre.
“Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y besos. El hijo le dijo: ‘Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo.’ Pero el padre ordenó a sus criados: ‘Saquen pronto la mejor ropa y vístanlo; pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Vamos a celebrar esto con un banquete! Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.’ Comenzaron la fiesta.
“Entre tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando regresó y llegó cerca de la casa, oyó la música y el baile. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. El criado le dijo: ‘Es que su hermano ha vuelto; y su padre ha mandado matar el becerro más gordo, porque lo recobró sano y salvo.’ Pero tanto se enojó el hermano mayor, que no quería entrar, así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciera. Le dijo a su padre: ‘Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un cabrito para tener una comida con mis amigos. En cambio, ahora llega este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, y matas para él el becerro más gordo.’
“El padre le contestó: ‘Hijo mío, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero había que celebrar esto con un banquete y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.’ ” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos la misericordia de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de quienes hemos puesto la confianza en él. Respondemos: Escúchanos, Señor.
- Pidamos al Señor una vida santa para los obispos, los presbíteros y los diáconos, de forma que sean testigos del Evangelio, roguemos al Señor. R.
- Pidamos el espíritu de justicia para que los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos, roguemos al Señor. R.
- Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor fortaleza, a fin de que no se desanimen ante las dificultades y vivan alegres en la esperanza, roguemos al Señor. R.
- Para nosotros mismos y para nuestros familiares, amigos y bienhechores, pidamos al Señor que nos conserve y aumente los bienes que con tanta generosidad nos ha concedido, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, fortaleza de los pobres y auxilio de los que sufren, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo, para que demos testimonio del Evangelio constantemente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Que la gracia de esta comunión nos transforme, Señor, tan plenamente que no sea ya nuestro egoísmo, sino tu amor, el que impulse de ahora en adelante nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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13 de Septiembre: LUNES – SAN JUAN CRISÓSTOMO, OBISPO.

1 Cor 11,17-26 /Sal 39 / Lc 7, 1-10                                                    Blanco

6. Primera Lectura: 1 Cor 11,17-26
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Al escribirles lo que sigue, no puedo felicitarlos, pues parece que sus reuniones les hacen daño en vez de hacerles bien. En primer lugar, se me ha dicho que cuando la comunidad se reúne, hay divisiones entre ustedes; y en parte creo que esto es verdad. ¡No cabe duda de que ustedes tienen que dividirse en partidos, para que se conozca el valor de cada uno! El resultado de esas divisiones es que la cena que ustedes toman en sus reuniones ya no es realmente la Cena del Señor. Porque a la hora de comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras unos se quedan con hambre, otros hasta se emborrachan. ¿No tienen ustedes casas donde comer y beber? ¿Por qué menosprecian la iglesia de Dios y ponen en vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les voy a decir? ¿Que los felicito? ¡No en cuanto a esto!
Porque yo recibí esta tradición dejada por el Señor, y que yo a mi vez les transmití: Que la misma noche que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que muere en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.” Así también, después de la cena, tomó en sus manos la copa y dijo: “Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre. Cada vez que beban, háganlo en memoria de mí.” De manera que, hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39

R. Proclamen la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí. A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
Pero que todos los que te buscan se llenen de alegría; que cuantos desean tu salvación digan siempre: “¡El Señor es grande!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando Jesús terminó de hablar a la gente, se fue a Cafarnaúm. Vivía allí un capitán romano que tenía un criado al que estimaba mucho, el cual estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el capitán oyó hablar de Jesús, mandó a unos ancianos de los judíos a rogarle que fuera a sanar a su criado. Ellos se presentaron a Jesús y le rogaron mucho, diciendo:
—Este capitán merece que lo ayudes, porque ama a nuestra nación y él mismo hizo construir nuestra sinagoga.
Jesús fue con ellos, pero cuando ya estaban cerca de la casa, el capitán mandó unos amigos a decirle: “Señor, no te molestes, porque yo no merezco que entres en mi casa; por eso, ni siquiera me atreví a ir en persona a buscarte. Solamente da la orden, para que sane mi criado. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.”
Jesús se quedó admirado al oír esto, y mirando a la gente que lo seguía dijo: -Les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe como en este hombre.
Al regresar a la casa, los enviados encontraron que el criado ya estaba sano. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 de Septiembre: MARTES – 24ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 12, 12-14.27-31a /Sal 99/ Lc 7, 11-17                                        Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 12, 12-14.27-31a
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu.
Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular. Dios ha querido que en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros, y otras que curan enfermos, o que ayudan, o que dirigen, o que hablan en lenguas. No todos son apóstoles, ni todos son profetas. No todos son maestros, ni todos hacen milagros, ni todos tienen poder para curar enfermos. Tampoco todos hablan en lenguas, ni todos saben interpretarlas. Ustedes deben ambicionar los mejores dones. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99
R. ¡Somos pueblo suyo y ovejas de su prado!
Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! R.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! R.
Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre! R.
Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 11-17
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús se dirigió a un pueblo llamado Naín. Iba acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar cerca del pueblo, vio que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda. Mucha gente del pueblo la acompañaba. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: —No llores.
En seguida se acercó y tocó la camilla, y los que la llevaban se detuvieron. Jesús le dijo al muerto: —Joven, a ti te digo: ¡Levántate!
Entonces el que había estado muerto se sentó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a la madre. Al ver esto, todos tuvieron miedo y comenzaron a alabar a Dios, diciendo: —Un gran profeta ha aparecido entre nosotros.
También decían: —Dios ha venido a ayudar a su pueblo.
Y por toda Judea y sus alrededores se supo lo que había hecho Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 de Septiembre: MIÉRCOLES – SANTA MARÍA DE LOS DOLORES.

Heb 5, 7-9  / Sal 30 / Jn 19, 25-27                                                      Blanco

6. Primera Lectura: Heb 5, 7-9
Lectura de la carta a los Hebreos
Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
¡Sácame de la trampa que me han tendido, pues tú eres mi protector! En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! R.
Pero yo, Señor, confío en ti; yo he dicho: “¡Tú eres mi Dios!” Mi vida está en tus manos; ¡líbrame de mis enemigos, que me persiguen! R.
¡Qué grande es tu bondad para aquellos que te honran! La guardas como un tesoro y, a la vista de los hombres, la repartes a quienes confían en ti. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre:-Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 de Septiembre: JUEVES – SAN CIPRIANO, OBISPO Y MÁRTIR.

1 Cor 15, 1-11 / Sal 117 / Lc 7, 36-50                                                    Rojo

6. Primera Lectura: 1 Cor 15, 1-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Este es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.
Por último se me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. Pues yo soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado. Lo que importa es que, tanto yo como ellos, esto es lo que hemos predicado, y esto es lo que ustedes han creído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. Den gracias al Señor, porque él es bueno.
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Que digan los israelitas: “El amor del Señor es eterno.” R.
¡El poder del Señor es extraordinario! ¡El poder del Señor alcanzó la victoria!” ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho! R.
Te doy gracias y alabo tu grandeza, porque tú eres mi Dios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 36-50
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un fariseo invitó a Jesús a comer, y Jesús fue a su casa. Estaba sentado a la mesa, cuando una mujer de mala vida, que vivía en el mismo pueblo y que supo que Jesús había ido a comer a casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se puso junto a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas. Luego los secó con sus cabellos, los besó y derramó sobre ellos el perfume. El fariseo que había invitado a Jesús, al ver esto, pensó: “Si este hombre fuera de veras un profeta, se daría cuenta de qué clase de persona es esta que lo está tocando: una mujer de mala vida.” Entonces Jesús le dijo al fariseo: —Simón, tengo algo que decirte.
El fariseo contestó: —Dímelo, Maestro.
Jesús siguió: —Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y como no le podían pagar, el prestamista les perdonó la deuda a los dos. Ahora dime, ¿cuál de ellos le amará más?
Simón le contestó: —Me parece que el hombre a quien más le perdonó.
Jesús le dijo: —Tienes razón.
Entonces, mirando a la mujer, Jesús dijo a Simón: — ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; en cambio, esta mujer me ha bañado los pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me saludaste con un beso, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.
No me pusiste ungüento en la cabeza, pero ella ha derramado perfume sobre mis pies. Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra.
Luego dijo a la mujer: —Tus pecados te son perdonados.
Los otros invitados que estaban allí, comenzaron a preguntarse: — ¿Quién es este, que hasta perdona pecados? Pero Jesús añadió, dirigiéndose a la mujer:
—Por tu fe has sido salvada; vete tranquila. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Septiembre: VIERNES – 24ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 15, 12-20 / Sal 16 / Lc 8, 1-3                                                        Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 15, 12-20

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios

Hermanos: Si nuestro mensaje es que Cristo resucitó, ¿por qué dicen algunos de ustedes que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, el mensaje que predicamos no vale para nada, ni tampoco vale para nada la fe que ustedes tienen. Si esto fuera así, nosotros resultaríamos ser testigos falsos de Dios, puesto que estaríamos afirmando en contra de Dios que él resucitó a Cristo, cuando en realidad no lo habría resucitado si fuera verdad que los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes no vale para nada: todavía siguen en sus pecados. En este caso, también están perdidos los que murieron creyendo en Cristo. Si nuestra esperanza en Cristo solamente vale para esta vida, somos los más desdichados de todos.
Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16
R. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos.
Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. Dame una clara muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. R.
Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas. Pero yo, en verdad, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Lc 8, 1-3
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús anduvo por muchos pueblos y aldeas, anunciando la buena noticia del reino de Dios. Los doce apóstoles lo acompañaban, como también algunas mujeres que él había curado de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas iba María, la llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; también Juana, esposa de Cuza, el que era administrador de Herodes; y Susana; y muchas otras que los ayudaban con lo que tenían. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Septiembre: SÁBADO – 24ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

1 Cor 15, 35-37.42-49 / Sal 55 / Lc 8, 4-15                                           Verde

6. Primera Lectura: 1 Cor 15, 35-37.42-49
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Tal vez alguno preguntará: “¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?” ¡Vaya pregunta tonta! Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa. Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible. Lo que se entierra es despreciable; lo que resucita es glorioso. Lo que se entierra es débil; lo que resucita es fuerte. Lo que se entierra es un cuerpo material; lo que resucita es un cuerpo espiritual. Si hay cuerpo material, también hay cuerpo espiritual.
Así dice la Escritura: “El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente”; pero el último Adán se convirtió en espíritu que da vida. Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual. El primer hombre, hecho de tierra, era de la tierra; el segundo hombre es del cielo. Los cuerpos de la tierra son como aquel hombre hecho de tierra; y los del cielo son como aquel que es del cielo. Así como nos parecemos al hombre hecho de tierra, así también nos pareceremos a aquel que es del cielo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 55
R. Confío en Dios y no tengo miedo.
Mis enemigos se pondrán en retirada cuando yo te pida ayuda. Yo sé muy bien que Dios está de mi parte. R.
Confío en Dios y alabo su palabra; confío en el Señor y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? R.
Las promesas que te hice, oh Dios, te las cumpliré con alabanzas, porque me has salvado de la muerte, porque me has librado de caer, a fin de que yo ande en la luz de la vida,  en la presencia de Dios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 8, 4-15
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Muchos salieron de los pueblos para ver a Jesús, de manera que se reunió mucha gente. Entonces les contó esta parábola: “Un sembrador salió a sembrar su semilla. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y fue pisoteada, y las aves se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras; y cuando esa semilla brotó, se secó por falta de humedad. Otra parte de la semilla cayó entre espinos; y al nacer juntamente, los espinos la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra; y creció, y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla.”
Esto dijo Jesús, y añadió con voz muy fuerte: “¡Los que tienen oídos, oigan!” Los discípulos le preguntaron a Jesús qué quería decir aquella parábola. Les dijo: “A ustedes Dios les da a conocer los secretos de su reino; pero a los otros les hablo por medio de parábolas, para que por más que miren no vean, y por más que oigan no entiendan.
“Esto es lo que quiere decir la parábola: La semilla representa el mensaje de Dios; y la parte que cayó por el camino representa a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo y se lo quita del corazón, para que no crean y se salven. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero no tienen suficiente raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba fallan. La semilla que cayó entre espinos representa a los que escuchan, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, de modo que no llegan a dar fruto. Pero la semilla que cayó en buena tierra, son las personas que con corazón bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y, permaneciendo firmes, dan una buena cosecha.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Septiembre: DOMINGO – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Am 8, 4-7 / Sal 112 / 1 Tim 2, 1-8 / Lc 16, 1-13                        Verde

http://www.webpersonal.net/diesdomini/frames/leccionario/indexgraf_cTO_files/25_to_c_t.jpg5. Oración Colecta:

+ Dios nuestro, que en el amor a Ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte y amarte en nuestros hermanos para que podamos participar de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Am 8, 4-7

Lectura del libro del profeta Amós
Oigan esto, ustedes que oprimen a los humildes y arruinan a los pobres del país; ustedes que dicen: “¿Cuándo pasará la fiesta de la luna nueva, para que podamos vender el trigo? ¿Cuándo pasará el sábado, para que vendamos el grano a precios altos y usando medidas con trampa y pesas falsas? ¡Arruinaremos a los pobres hasta que ellos mismos se nos vendan como esclavos para pagar sus deudas, aunque solo deban un par de sandalias! ¡Venderemos hasta el desecho del trigo!” El Señor ha jurado por la gloria de Jacob: “Nunca olvidaré lo que han hecho.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112
R. El Señor levanta al pobre y al necesitado.
Siervos del Señor, ¡alaben su nombre! ¡Bendito sea ahora y siempre el nombre del Señor! R.
El Señor está por encima de las naciones; ¡su gloria está por encima del cielo Nadie es comparable al Señor nuestro Dios, que reina allá en lo alto; y que, sin embargo, se inclina para mirar el cielo y la tierra. R.
El Señor levanta del suelo al pobre, y saca del lugar más bajo al necesitado para sentarlo entre gente importante, entre la gente importante de su pueblo. R.

8. Segunda Lectura: 1 Tim 2, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermanos: Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Porque no hay más que un Dios, y un solo hombre que sea el mediador entre Dios y los hombres: Cristo Jesús. Porque él se entregó a la muerte como rescate por la salvación de todos y como testimonio dado por él a su debido tiempo. Para anunciar esto, yo he sido nombrado mensajero y apóstol, y se me ha encargado que enseñe acerca de la fe y de la verdad a los que no son judíos. Lo que digo es cierto; no miento.
Así pues, quiero que los hombres oren en todas partes, y que eleven sus manos  a Dios con pureza de corazón y sin enojos ni discusiones. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 16, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un mayordomo; y fueron a decirle que este le estaba malgastando sus bienes. El amo lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es esto que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque ya no puedes seguir siendo mi mayordomo.’ El mayordomo se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me deja sin trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.’ Llamó entonces uno por uno a los que le debían algo a su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’ Le contestó: ‘Le debo cien barriles de aceite.’ El mayordomo le dijo: ‘Aquí está tu vale; siéntate en seguida y haz otro por cincuenta solamente.’ Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto le debes?’ Este le contestó: ‘Cien medidas de trigo.’ Le dijo: ‘Aquí está tu vale; haz otro por ochenta solamente.’ El amo reconoció que el mal mayordomo había sido listo en su manera de hacer las cosas. Y es que cuando se trata de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz.
“Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas.
“El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece?
“Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.” Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Reunidos en nombre de Jesús y confiando en su promesa, pidamos por las necesidades de toda la humanidad. Respondemos: Escúchanos Padre.
Por los obispos, presbíteros y por todo el pueblo santo de Dios: para que anunciemos sin cesar la buena nueva del Evangelio. Oremos. R.
Por todas las naciones y sus gobernantes, por todos los que de distintos modos trabajan por la justicia, la libertad y la paz. Oremos R.
Por los pobres, los enfermos, los moribundos y por todos los que necesitan nuestra ayuda y nuestro amor. Oremos. R.
Por los religiosos y religiosas: para que sean ante el mundo signo vivo de la Buena Nueva de Jesucristo. Oremos. R.
Por los que celebramos esta Asamblea: para que aumenten los lazos de unión y nos sintamos responsables los unos de la suerte de los otros. R.
+ Escucha, Padre, la oración que te hemos presentado, y haz que caminemos unidos, los que profesamos una misma fe y un mismo amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 

+ Concede siempre tu ayuda, Señor, a quienes has alimentado con la Eucaristía, a fin de que la gracia recibida en este sacramento transforme continuamente nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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20 de Septiembre: LUNES – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Prov 3, 27-34 / Sal 14 / Lc 8, 16-18                                                       Verde

6. Primera Lectura: Prov 3, 27-34

Lectura del libro de los Proverbios

Hijo mío: Nunca niegues un favor a quien lo necesita, cuando en tu mano esté el hacerlo. No dejes para mañana la ayuda que puedas dar hoy. No hagas planes perversos contra el que vive confiado en ti. No busques pelea con nadie, si nadie te ha hecho daño. No envidies al desalmado ni trates de imitar su conducta; porque al Señor le repugnan los malvados, pero a los buenos les brinda su confianza
El Señor maldice la casa del malvado, pero bendice el hogar del hombre justo. El Señor se burla de los burlones, pero trata con bondad a los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14

R. Señor, ¿quién puede habitar en tu santo monte?

Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie. R.
El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor. R.
El que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 8, 16-18

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a la gente: “Nadie enciende una lámpara para después taparla con algo o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto, para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.
“Así pues, oigan bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 de Septiembre: MARTES – SAN MATEO, APÓSTOL.

Ef 4,1-7.11-13 / Sal 18 / Mt 9, 9-13                                                         Rojo

6. Primera Lectura: Ef 4,1-7.11-13
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que se porten como deben hacerlo los que han sido llamados por Dios, como lo fueron ustedes. Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor; procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Pero cada uno de nosotros ha recibido los dones que Cristo le ha querido dar. Y él mismo concedió a unos ser apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
- El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. R.
- Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 9-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: —Sígueme.
Entonces Mateo se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en la casa, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, llegaron y se sentaron también a la mesa junto con Jesús y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: —¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó y les dijo: —Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.


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22 de Septiembre: MIÉRCOLES – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Prov 30, 5-9 / Sal 118 / Lc 9, 1-6                                                            Verde

6. Primera Lectura: Prov 30, 5-9
Lectura del libro de los Proverbios
El Señor protege a los que en él confían; todas sus promesas son dignas de confianza. No añadas nada a lo que él diga; de lo contrario, te puede reprender y te hará quedar como mentiroso.
Solo dos cosas te he pedido, oh Dios; concédemelas antes de que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira, y no me hagas rico ni pobre; dame solo el pan necesario, porque si me sobra, podría renegar de ti y decir que no te conozco; y si me falta, podría robar y ofender así tu divino nombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino.

Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza. R.
Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. Señor, tu palabra es eterna; ¡afirmada está en el cielo! R.
He alejado mis pies de todo mal camino para cumplir tu palabra. De tus preceptos he sacado entendimiento; por eso odio toda conducta falsa. R.
Odio la mentira, no la soporto; pero amo tu enseñanza. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 1-6          

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús reunió a sus doce discípulos, y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Los envió a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Les dijo: —No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni ropa de repuesto. En cualquier casa donde lleguen, quédense hasta que se vayan del lugar. Y si en algún pueblo no los quieren recibir, salgan de él y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia.
Salieron ellos, pues, y fueron por todas las aldeas, anunciando la buena noticia y sanando enfermos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 de Septiembre: JUEVES – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Ecl 1, 2-11 / Sal 89 / Lc 9, 7-9                                                                 Verde

6. Primera Lectura: Ecl 1, 2-11
Lectura del libro del Eclesiastés
Estos son los dichos del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalén.
¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión!
¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar en este mundo?
Unos nacen, otros mueren, pero la tierra jamás cambia.
Sale el sol, se oculta el sol, y vuelve pronto a su lugar para volver a salir.
Sopla el viento hacia el sur, y gira luego hacia el norte. ¡Gira y gira el viento! ¡Gira y vuelve a girar!
Los ríos van todos al mar, pero el mar nunca se llena; y vuelven los ríos a su origen para recorrer el mismo camino.
No hay nadie capaz de expresar cuánto aburren todas las cosas; nadie ve ni oye lo suficiente como para quedar satisfecho. Nada habrá que antes no haya habido; nada se hará que antes no se haya hecho.
¡Nada hay nuevo en este mundo!
Nunca faltará quien diga: “¡Esto sí que es algo nuevo!”
Pero aun eso ya ha existido siglos antes de nosotros.
Las cosas pasadas han caído en el olvido, y en el olvido caerán las cosas futuras entre los que vengan después. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo! R.

10. Evangelio: Lc 9, 7-9
† Lectura del Evangelio según san Lucas
El rey Herodes oyó hablar de todo lo que sucedía; y no sabía qué pensar, porque unos decían que Juan había resucitado, otros decían que había aparecido el profeta Elías, y otros decían que era alguno de los antiguos profetas, que había resucitado. Pero Herodes dijo: —Yo mismo mandé que le cortaran la cabeza a Juan. ¿Quién será entonces este, de quien oigo contar tantas cosas? Por eso Herodes procuraba ver a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Septiembre: VIERNES – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Ecl 3, 1-11 / Sal 143 / Lc 9, 18-22                                                          Verde

6. Primera Lectura: Ecl 3, 1-11

Lectura del libro del Eclesiastés

En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre:
Un momento para nacer, y un momento para morir.
Un momento para plantar, y un momento para arrancar lo plantado.
Un momento para matar, y un momento para curar.
Un momento para destruir, y un momento para construir.
Un momento para llorar, y un momento para reír.
Un momento para estar de luto, y un momento para estar de fiesta.
Un momento para esparcir piedras, y un momento para recogerlas.
Un momento para abrazarse, y un momento para separarse.
Un momento para intentar, y un momento para desistir.
Un momento para guardar, y un momento para tirar.
Un momento para rasgar, y un momento para coser.
Un momento para callar, y un momento para hablar.
Un momento para el amor, y un momento para el odio.
Un momento para la guerra, y un momento para la paz.
¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar? Me doy cuenta de la carga que Dios ha puesto sobre los hombres para humillarlos con ella. Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 143

R. ¡Bendito sea el Señor, mi protector!
¡Bendito sea el Señor, mi protector! él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder. R.
Señor, ¿qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que tanto lo estimes? El hombre es como un suspiro; su vida pasa como una sombra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 18-22
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un día en que Jesús estaba orando solo, y sus discípulos estaban con él, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los antiguos profetas, que ha resucitado.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Y Pedro le respondió: —Eres el Mesías de Dios.
Pero Jesús les encargó mucho que no dijeran esto a nadie. Y les dijo:
—El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 de Septiembre: SÁBADO – 25ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Ecl 11, 9-10; 12, 1-8 / Sal 89 / Lc 9, 44b-45                                         Verde

6. Primera Lectura: Ecl 11, 9-10; 12, 1-8

Lectura del libro del Eclesiastés

Diviértete, joven, ahora que estás lleno de vida; disfruta de lo bueno ahora que puedes. Déjate llevar por los impulsos de tu corazón y por todo lo que ves, pero recuerda que de todo ello Dios te pedirá cuentas. Aleja de tu mente las preocupaciones y echa fuera de ti el sufrimiento, porque aun los mejores días de la juventud son vana ilusión.
Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles; ya vendrán años en que digas: “No me trae ningún placer vivirlos.” Hazlo ahora, cuando aún no se apaga la luz del sol, de la luna y de las estrellas, y cuando aún hay nubes después de la lluvia. Llegará un día en que tiemblen los guardianes del palacio y se doblen los valientes; quedarán tan pocas molineras, que dejarán de moler; las que miran por las ventanas, comenzarán a perder la vista. Cuando llegue ese día, se cerrarán las puertas que dan a la calle; el ruido del molino se irá apagando; las aves dejarán oír su canto, pero las canciones dejarán de oírse; la altura causará miedo, y en el camino habrá peligros.
El almendro comenzará a florecer, la langosta resultará una carga y la alcaparra no servirá para nada.
Pues el hombre va a su hogar eterno, y en la calle se escucha ya a los que lloran su muerte.
Acuérdate de tu Creador ahora que aún no se ha roto el cordón de plata ni se ha hecho pedazos la olla de oro; ahora que aún no se ha roto el cántaro a la orilla de la fuente ni se ha hecho pedazos la polea del pozo. Después de eso el polvo volverá a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio. Yo, el Predicador, repito: ¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 44b-45
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.” Pero ellos no entendían lo que les decía, pues todavía no se les había abierto el entendimiento para comprenderlo; además tenían miedo de pedirle a Jesús que se lo explicara. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Septiembre: DOMINGO – 26ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Am 6, 1a.4-7 / Sal 145 / 1Tim 6, 11-16 / Lc 16, 19-31             Verde

5. Oración Colecta:
http://www.webpersonal.net/diesdomini/frames/leccionario/indexgraf_cTO_files/26_to_c_t.jpg+ Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia nos das la prueba mejor de tu poder; apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por alcanzar tus promesas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Am 6, 1a.4-7
Lectura del libro del profeta Amós
Esto dice el Señor: ¡Ay de los que llevan una vida fácil en Sión! Recostados en lujosos divanes de marfil, se tienden a sus anchas en sus fiestas; banquetean con corderitos y gordos becerros; tocan la flauta sin ton ni son; imitan a David,  inventando instrumentos musicales; beben vino en grandes copas, usan los más finos perfumes, ¡y nada les importa la ruina del país!
Ustedes serán los primeros en ir al destierro, y se acabará el alboroto de sus banquetes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145
R. Alabaré al Señor con toda mi alma.
Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos. R.
El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; el Señor protege a los extranjeros y sostiene a los huérfanos y a las viudas. R.
El Señor hace que los malvados pierdan el camino. Él reinará por siempre; tu Dios reinará por todos los siglos. ¡Aleluya! R.

8. Segunda Lectura: 1 Tim 6, 11-16
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a Timoteo

Tú, hombre de Dios, huye de todo lo malo. Lleva una vida de rectitud, de piedad, de fe, de amor, de fortaleza en el sufrimiento y de humildad de corazón. Pelea la buena batalla de la fe; no dejes escapar la vida eterna, pues para eso te llamó Dios y por eso hiciste una buena declaración de tu fe delante de muchos testigos. Ahora, delante de Dios, que da vida a todo lo que existe, y delante de Jesucristo, que también hizo una buena declaración y dio testimonio ante Poncio Pilato, te mando que obedezcas lo que te ordeno,  manteniendo una conducta pura e irreprensible hasta la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. A su debido tiempo, Dios llevará esto a cabo, porque él es el único y bienaventurado Soberano, Rey de reyes y Señor de señores. Es el único inmortal, que vive en una luz a la que nadie puede acercarse. Ningún hombre lo ha visto ni lo puede ver. ¡A él pertenecen para siempre el honor y el poder! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 16, 19-31

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús dijo a los fariseos: “Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.
“Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: ‘¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.’ Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.’
“El rico dijo: ‘Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento.’ Abraham dijo: ‘Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!’ El rico contestó: ‘Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán.’ Pero Abraham le dijo: ‘Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.’” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos por la humanidad y por sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad. Respondemos: Te lo pedimos Señor, óyenos.
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor. R.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, la acojan con amor, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de la tentación, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, tu nuevo Israel, para que todos, enriquecidos con tus dones, proclamemos con valentía ante el mundo tus maravillas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Que esta Celebración renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu a fin de que podamos participar de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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27 de Septiembre: LUNES – 26ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Job 1, 6-22 / Sal 16 / Lc 9, 46-50                                                Verde

6. Primera Lectura: Job 1, 6-22
Lectura del libro de Job
Un día en que debían presentarse ante el Señor sus servidores celestiales, se presentó también el ángel acusador  entre ellos. El Señor le preguntó:—¿De dónde vienes?
Y el acusador contestó:—He andado recorriendo la tierra de un lado a otro.
Entonces le dijo el Señor:—¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, que me sirva tan fielmente y viva una vida tan recta y sin tacha, cuidando de no hacer mal a nadie.
Pero el acusador respondió:—Pues no de balde te sirve con tanta fidelidad. Tú no dejas que nadie lo toque, ni a él ni a su familia ni a nada de lo que tiene; tú bendices todo lo que hace, y él es el hombre más rico en ganado de todo el país. Pero quítale todo lo que tiene y verás cómo te maldice en tu propia cara.
El Señor respondió al acusador:—Está bien. Haz lo que quieras con todas las cosas de Job, con tal de que a él mismo no le hagas ningún daño.
Entonces el acusador se retiró de la presencia del Señor.
Un día, mientras los hijos y las hijas de Job estaban celebrando un banquete en casa del hermano mayor, un hombre llegó a casa de Job y le dio esta noticia:—Estábamos arando el campo con los bueyes, y las asnas estaban pastando cerca; de repente llegaron los sabeos,  y se robaron el ganado y mataron a cuchillo a los hombres. Solo yo pude escapar para venir a avisarte.
Aún no había terminado de hablar aquel hombre, cuando llegó otro y dijo:—Cayó un rayo y mató a los pastores y las ovejas. Solo yo pude escapar para venir a avisarte.
Aún no había terminado de hablar ese hombre, cuando llegó un tercero y dijo:—Tres grupos de caldeos  nos atacaron y se robaron los camellos, y mataron a cuchillo a los hombres. Solo yo pude escapar para venir a avisarte.
Aún no había terminado de hablar este hombre, cuando llegó uno más y dijo:—Tus hijos y tus hijas estaban celebrando un banquete en la casa de tu hijo mayor, cuando de pronto un viento del desierto vino y sacudió la casa por los cuatro costados, derrumbándola sobre tus hijos. Todos ellos murieron. Solo yo pude escapar para venir a avisarte.
Entonces Job se levantó, y lleno de dolor se rasgó la ropa, se rapó la cabeza  y se inclinó en actitud de adoración. Entonces dijo:—Desnudo vine a este mundo, y desnudo saldré de él.  El Señor me lo dio todo, y el Señor me lo quitó; ¡bendito sea el nombre del Señor!
Así pues, a pesar de todo, Job no pecó ni dijo nada malo contra Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16

R. Señor, atiende a mi clamor.

Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
¡Que venga de ti mi sentencia, pues tú sabes lo que es justo! Tú has penetrado mis pensamientos; de noche has venido a vigilarme; me has sometido a pruebas de fuego, y no has encontrado maldad en mí. No he dicho cosas indebidas. R.
Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. Dame una clara muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 46-50
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por entonces los discípulos comenzaron a discutir quién de ellos sería el más importante. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él y les dijo: —El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante.
Juan le dijo: —Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
Jesús le contestó: —No se lo prohíban, porque el que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 de Septiembre: MARTES – 26ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Job 3, 1-3.11-17.20-23 / Sal 87/ Lc 9, 51-56                                        Verde

6. Primera Lectura: Job 3, 1-3.11-17.20-23
Lectura del libro de Job
Job rompió el silencio, y maldijo el día en que había nacido.
¡Maldita sea la noche en que fui concebido! ¡Maldito sea el día en que nací!
¿Por qué no habré muerto en el vientre de mi madre, o en el momento mismo de nacer? ¿Por qué hubo rodillas que me recibieran y pechos que me alimentaran?
Si yo hubiera muerto entonces, ahora estaría durmiendo tranquilo, descansando en paz, con los reyes y ministros que se construyen grandes pirámides, o con los gobernantes que llenan sus palacios de oro y plata.
¿Por qué no me enterraron como a los abortos, como a los niños muertos antes de nacer? En la tumba tiene fin la agitación de los malvados, y los cansados alcanzan su reposo.
¿Por qué deja Dios ver la luz al que sufre? ¿Por qué le da vida al que está lleno de amargura, al que espera la muerte y no le llega, aunque la busque más que a un tesoro escondido?
La alegría de ese hombre llega cuando por fin baja a la tumba.
Dios lo hace caminar a ciegas, le cierra el paso por todos lados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 87
R. Señor, ¡atiende a mi plegaria!.
Señor, mi Dios y Salvador, día y noche te pido ayuda, ¡acepta mi oración!, ¡atiende a mi plegaria! R.
Estoy abandonado entre difuntos; soy como los que han muerto en combate y ya han sido enterrados; como los que han perdido tu protección y ya han sido olvidados por ti. R.
Me has echado en lo más hondo del hoyo, en lugares oscuros y profundos. Has descargado tu enojo sobre mí, ¡me has hundido bajo el peso de tus olas! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 51-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén. Envió por delante mensajeros, que fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque se daban cuenta de que se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron:
—Señor, ¿quieres que ordenemos que baje fuego del cielo, y que acabe con ellos?
Pero Jesús se volvió y los reprendió. Luego se fueron a otra aldea. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 de Septiembre: MIÉRCOLES – SANTOS ARCÁNGELES.

Ap 12,7-12a / Sal 137 / Jn 1, 47-51                                                    Blanco

6. Primera Lectura: Ap 12,7-12a
Lectura del libro del Apocalipsis
Hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido expulsado el acusador  de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. Nuestros hermanos lo han vencido con la sangre derramada del Cordero y con el mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir.”
¡Alégrense, pues, cielos, y ustedes que viven en ellos! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
Todos los reyes del mundo te alabarán al escuchar tus promesas. Alabarán al Señor por lo que él ha dispuesto, porque grande es la gloria del Señor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 47-51
† Lectura del Evangelio según san Juan
Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo:—Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Natanael le preguntó:— ¿Cómo es que me conoces?
Jesús le respondió:—Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.
Natanael le dijo:—Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!
Jesús le contestó:—¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.
También dijo Jesús:—Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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30 de Septiembre: JUEVES – 26ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Job 19, 21-27 / Sal 26 / Lc 10, 1-12                                                       Verde

6. Primera Lectura: Job 19, 21-27

Lectura del libro de Job

Job dijo: Tengan compasión de mí, ustedes mis amigos, porque Dios ha dejado caer su mano sobre mí.
¿Por qué me persiguen ustedes como Dios? ¿No me han mordido ya bastante?
¡Ojalá alguien escribiera mis palabras y las dejara grabadas en metal!
¡Ojalá alguien con un cincel de hierro las grabara en plomo o en piedra para siempre!
Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra.
Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios.
Con mis propios ojos he de verlo, yo mismo y no un extraño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26

R. Sé que veré la bondad del Señor a lo largo de mi vida.

A ti clamo, Señor: escúchame. Ten compasión de mí, ¡respóndeme! El corazón me dice: “Busca la presencia del Señor.” R.
Y yo, Señor, busco tu presencia. ¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres tú! R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, el Señor escogió a otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Les dijo: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: ‘Paz a esta casa.’ Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán. Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Pero si llegan a un pueblo y no los reciben, salgan a las calles diciendo: ‘¡Hasta el polvo de su pueblo, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos como protesta contra ustedes! Pero sepan esto, que el reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Les digo que en aquel día el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de Sodoma.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.



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