LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE AGOSTO 2013

 

Agosto 2013

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1 AGOSTO – JUEVES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO


Ex 40, 14-19.32-36 / Sal 83 / Mt 13, 47-53 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 40, 14-19.32-36
Lectura del libro del Éxodo
Moisés hizo todo tal como el Señor se lo había ordenado. Y así, al comenzar el segundo año después de la salida de Egipto, el día primero del mes primero, fue instalado el santuario. Moisés instaló el santuario y puso sus bases, colocó las tablas, puso los travesaños, levantó los postes, extendió la tienda de campaña sobre el santuario, y colocó la cubierta para la parte superior de la tienda, tal como el Señor se lo había ordenado.
Después Moisés tomó las tablas de la ley y las puso en el arca de la alianza; luego le puso al arca los travesaños, y su tapa para la parte superior, y la llevó al interior del santuario; colgó entonces el velo y cubrió el arca, tal como el Señor se lo había ordenado.
Al terminar Moisés la construcción, la nube cubrió la tienda del encuentro y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no podía entrar en la tienda del encuentro porque la nube se había asentado sobre ella y la gloria del Señor llenaba el santuario. Cuando la nube se levantaba de encima del santuario, los israelitas levantaban su campamento y seguían su camino, pero si no se levantaba la nube, tampoco ellos levantaban su campamento, sino que esperaban hasta que la nube se levantaba. A lo largo de todo el viaje de los israelitas, y a la vista de todos ellos, la nube del Señor estaba sobre el santuario durante el día, y durante la noche había un fuego sobre él. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 83
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
- ¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ¡Con todo el corazón canto alegre al Dios de la vida! R.
- Aun el gorrión y la golondrina hallan lugar en tus altares donde hacerles nido a sus polluelos, oh Señor todopoderoso, Rey mío y Dios mío. R.
- ¡Felices los que viven en tu templo y te alaban sin cesar! ¡Felices los que en ti encuentran ayuda, irán sus fuerzas en aumento. R.
- ¡Más vale estar un día en tus atrios, que mil fuera de ellos! Prefiero ser portero del templo de mi Dios, que vivir en lugares de maldad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 47-53
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Dijo Jesús a sus discípulos: “Sucede con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”
Jesús preguntó: — ¿Entienden ustedes todo esto? —Sí —contestaron ellos.
Entonces Jesús les dijo: —Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 AGOSTO – VIERNES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37 / Sal 80 / Mt 13, 54-58 – Verde

6. Primera Lectura: Lv 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37
Lectura del libro del Levítico
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Estas son las fechas especiales para celebrar las reuniones santas en honor del Señor, y en las cuales deberán reunirse: El día catorce del mes primero, al atardecer, se celebrará la Pascua en honor del Señor. El día quince del mismo mes se celebrará la fiesta de los panes sin levadura en honor del Señor. Durante siete días se comerá pan sin levadura. El primer día se celebrará una reunión santa. No hagan ninguna clase de trabajo pesado. Durante siete días deberán ustedes quemar ofrendas al Señor, y el día séptimo celebrarán una reunión santa. No deberán realizar ninguna clase de trabajo.”
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Di a los israelitas lo siguiente: Cuando hayan entrado ustedes en la tierra que yo les voy a dar, y hayan cosechado su trigo, deberán presentar al sacerdote el primer manojo de su cosecha. Al día siguiente del día de reposo, el sacerdote lo presentará al Señor como ofrenda especial, para que les sea aceptado. A partir del día en que lleven ustedes el manojo de trigo como ofrenda especial, es decir, a partir del día siguiente al día de reposo, deben contar siete semanas completas. Y con el día siguiente al séptimo día de reposo, se completarán cincuenta días. Entonces presentarán al Señor su ofrenda de trigo nuevo.
“El día diez del mismo mes séptimo será el Día del perdón. Deberán celebrar una reunión santa, y dedicar ese día al ayuno, y quemar una ofrenda en honor del Señor. El día quince del mismo mes séptimo, y durante siete días, se celebrará la fiesta de las Enramadas en honor del Señor, con una reunión santa el primer día. No hagan ninguna clase de trabajo. Durante esos siete días quemarán ofrendas en honor del Señor, y el octavo día celebrarán también una reunión santa y quemarán una ofrenda al Señor. Es un día de fiesta, y no deben hacer ninguna clase de trabajo pesado.
“Estas son las fechas especialmente dedicadas al Señor, a las que ustedes deben declarar reuniones santas y en las que presentarán al Señor ofrendas quemadas, holocaustos, ofrendas de cereales, sacrificios y ofrendas de vino, según el día que corresponda.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Aclamemos al Señor, nuestro Dios.
- Canten al son del pandero, de la dulce arpa y del salterio. Toquen la trompeta al llegar la luna nueva, y también al llegar la luna llena, que es el día de nuestra gran fiesta. R.
- Porque este es el mandamiento que el Dios de Jacob dio a Israel; es el mandato dado a José cuando Dios salió contra Egipto. R.
- No tengas dioses extranjeros; no adores dioses extraños. Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 54-58
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía: — ¿Dónde aprendió este todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? ¿No es este el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 AGOSTO – SÁBADO – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lv 25, 1.8-17 / Sal 66 / Mt 14, 1-12 – Verde

6. Primera Lectura: Lv 25, 1.8-17
Lectura del libro del Levítico
El Señor dijo a Moisés en el Sinaí: “Deben contar siete semanas de años, es decir, siete años multiplicados por siete, lo cual dará un total de cuarenta y nueve años, y el día diez del mes séptimo, que es el Día del perdón, harán sonar el cuerno de carnero en todo el país. El año cincuenta lo declararán ustedes año santo: será un año de liberación, y en él anunciarán libertad para todos los habitantes del país. Todo hombre volverá al seno de su familia y a la posesión de sus tierras. El año cincuenta será para ustedes año de liberación, y en él no deberán sembrar, ni cortar el trigo que nazca por sí mismo, ni podar los viñedos ni recoger sus uvas, porque es un año santo y de liberación para ustedes. Comerán solo lo que la tierra produzca por sí misma.
“En este año de liberación todos ustedes volverán a tomar posesión de sus tierras. Si alguien vende o compra a otra persona algún terreno, no trate de aprovecharse de ella; el que compra debe pagar según el tiempo transcurrido desde el año de liberación, y el que vende debe cobrar según los años de cosecha que aún falten: cuantos más años de cosecha falten, mayor será el precio; si quedan pocos años, el precio será menor, pues lo que se vende es el número de cosechas.
“No abuse nadie de nadie. Muestren reverencia por su Dios, pues yo soy el Señor su Dios.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
- Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
- Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
- La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel mismo tiempo, Herodes, que gobernaba en Galilea, oyó hablar de Jesús y dijo a los que tenía a su servicio:—Ese es Juan el Bautista. Ha resucitado, y por eso tiene poderes milagrosos. Es que Herodes había hecho apresar a Juan, y lo había encadenado en la cárcel. Fue a causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo, pues Juan decía a Herodes: —No puedes tenerla por mujer.
Herodes quería matar a Juan, pero temía a la gente, porque todos tenían a Juan por profeta. En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías salió a bailar delante de los invitados, y le gustó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle cualquier cosa que le pidiera. Ella entonces, aconsejada por su madre, le dijo: —Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Esto entristeció al rey Herodes, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran. Envió, pues, a que cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. Luego la pusieron en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.
Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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4 AGOSTO – DOMINGO – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ecl 1, 2; 2, 21-23 / Sal 89 / Col 3, 1-5.9-11 / Lc 12, 13-21 – Verde

5. Oración Colecta
Señor, tú que eres nuestro creador y quien amorosamente dispone toda nuestra vida, renuévanos conforme a la imagen de tu Hijo ayúdanos a conservar siempre tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: Ecl 1, 2; 2, 21-23
Lectura del libro de Eclesiastés.
Dice el Predicador: ¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión! Pues hay quien pone sabiduría, conocimientos y experiencia en su trabajo, tan solo para dejárselo todo a quien no trabajó para obtenerlo. ¡Y también esto es vana ilusión y una gran injusticia!
En fin, ¿qué saca el hombre de tanto trabajar y de tanto preocuparse en este mundo? Toda su vida es de sufrimientos, es una carga molesta; ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y esto también es vana ilusión! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó.¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo! R.

8. Segunda Lectura: Col 3, 1-5.9-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo. Cristo mismo es la vida de ustedes. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él llenos de gloria.
Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría). No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, y se han revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo hombre, que se va renovando a imagen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo plenamente. Ya no tiene importancia el ser griego o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y está en todos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 12, 13-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Uno de entre la gente le dijo a Jesús:—Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.
Y Jesús le contestó:—Amigo, ¿quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor?
También dijo:—Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.’ Y se dijo: ‘Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?’ Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, al Padre, pidámosle que escuche nuestras oraciones y que venga en auxilio de nuestras necesidades. Respondemos: R. Señor, escúchanos.
Oremos por todos los obispos, presbíteros y servidores para que el Señor los haga santos y les conceda el espíritu de sabiduría. Roguemos. R.
Oremos por los que están lejos de sus hogares y por los que se encuentran en peligro, para que el Señor los proteja y los libre del mal. Roguemos. R.
Oremos por todos los pueblos y por todas las religiones, que el Señor les revele su bondad y les lleve al conocimiento de la verdad plena. Roguemos. R.
Oremos por nuestros hermanos que han muerto en el Señor; que Dios les esté haciendo gozar del lugar del descanso, de la luz y de la paz. Roguemos. R.
+ Señor, escucha nuestras súplicas y haz que nunca olvidemos dejemos de buscarte por encima de todo. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, estos dones y por medio del sacrificio de tu Hijo, transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

 

21. Oración después de la Comunión
Protege, Señor, continuamente a quienes renuevas y fortaleces con esta Eucaristía y hazlos participar de  la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 AGOSTO – LUNES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 11,4b-15 / Sal 80 / Mt 14,13-21 – Verde

6. Primera Lectura: Nm 11,4b-15
Lectura del libro de los Números
Los israelitas, se pusieron a llorar y a decir: “¡Ojalá tuviéramos carne para comer! ¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comíamos gratis en Egipto! Y también comíamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora nos estamos muriendo de hambre, y no se ve otra cosa que maná.”
(El maná era parecido a la semilla del cilantro; tenía un color amarillento, como el de la resina, y sabía a tortas de harina con aceite. La gente salía a recogerlo, y luego lo molían o machacaban, y lo cocinaban o lo preparaban en forma de panes. Por la noche, cuando caía el rocío sobre el campamento, caía también el maná.)
Moisés oyó que los israelitas y sus familiares lloraban a la entrada de sus tiendas. El Señor estaba muy enojado. Y Moisés también se disgustó, y le dijo al Señor: —¿Por qué me tratas mal a mí, que soy tu siervo? ¿Qué tienes contra mí, que me has hecho cargar con este pueblo? ¿Acaso soy yo su padre o su madre para que me pidas que los lleve en brazos, como a niños de pecho, hasta el país que prometiste a sus antepasados? ¿De dónde voy a sacar carne para dar de comer a toda esta gente? Vienen llorando a decirme: ‘Danos carne para comer.’ Yo no puedo ya encargarme de llevar solo a todo este pueblo; es una carga demasiado pesada para mí. Si vas a seguir tratándome así, mejor quítame la vida, si es que de veras me estimas. Así no tendré que verme en tantas dificultades. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
- “Mi pueblo no quiso oírme; ¡Israel no quiso obedecerme! Por eso los dejé seguir con su capricho, y vivieron como mejor les pareció. R.
-¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos, en un abrir y cerrar de ojos yo habría humillado a sus enemigos y castigado a sus contrarios!” R.
- Los que odian al Señor caerían aterrados, y su condenación quedaría sellada. Dios alimentaría a su pueblo con lo mejor del trigo, y con miel silvestre apagaría su sed. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 13-21
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se retiró él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó: —No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: —No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: —Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


PERIPLOS DEL O
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6 AGOSTO – MARTES – LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Dn 7,9-10.13-14/ Sal 96 / 2Pe 1,16-19 / Lc 9, 28b-36 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que en la Transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de Moisés y Elías y nos dejaste entrever la gloria que nos espera, como hijos tuyos, concédenos seguir el Evangelio de Cristo para compartir con él la herencia de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dn7,9-10.13-14
Lectura del libro del Profeta Daniel
“Miré, hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó.
Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión. Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Sal 96
R. Reina el Señor, alégrese la tierra.
- ¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono. R.
- Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
- Pues tú, Señor altísimo, estás por encima de toda la tierra y mucho más alto que todos los dioses. R.

8. Segunda Lectura: 2Pe 1,16-19
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pedro
Hermanos: La enseñanza que les dimos sobre el poder y el regreso de nuestro Señor Jesucristo, no consistía en cuentos inventados ingeniosamente, pues con nuestros propios ojos vimos al Señor en su grandeza. Lo vimos cuando Dios el Padre le dio honor y gloria, cuando la voz de Dios le habló de aquella gloriosa manera: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.” Nosotros mismos oímos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con el Señor en el monte sagrado. Esto hace más seguro el mensaje de los profetas, el cual con toda razón toman ustedes en cuenta. Pues ese mensaje es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el corazón. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 28b-36 
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús subió a un cerro a orar, acompañado de Pedro, Santiago y Juan. Mientras oraba, el aspecto de su cara cambió, y su ropa se volvió muy blanca y brillante; y aparecieron dos hombres conversando con él. Eran Moisés y Elías, que estaban rodeados de un resplandor glorioso y hablaban de la partida de Jesús de este mundo, que iba a tener lugar en Jerusalén. Aunque Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. Cuando aquellos hombres se separaban ya de Jesús, Pedro le dijo:—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Pero Pedro no sabía lo que decía. Mientras hablaba, una nube se posó sobre ellos, y al verse dentro de la nube tuvieron miedo. Entonces de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo, mi elegido: escúchenlo.”
Cuando se escuchó esa voz, Jesús quedó solo. Pero ellos mantuvieron esto en secreto y en aquel tiempo a nadie dijeron nada de lo que habían visto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te presentamos y, por la transfiguración de tu Hijo, haz que esta Eucaristía nos purifique de todos nuestros pecados. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la comunión que hemos recibido nos asemeje, Señor, cada día más a tu Hijo, cuya gloria quisiste manifestarnos en su Transfiguración. Por Jesucristo.


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7 AGOSTO – MIÉRCOLES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 13, 1-2.25-33; 14, 1.26-29.34-35 / Sal 105 / Mt 15, 21-28 – Verde

6. Primera Lectura: Nm 13, 1-2.25-33; 14, 1.26-29.34-35
Lectura del libro de los Números
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Envía unos hombres a que exploren la tierra de Canaán, que yo voy a dar a los israelitas. Envía de cada tribu a uno que sea hombre de autoridad.”
Después de explorar la tierra durante cuarenta días, regresaron a Cadés, en el desierto de Parán. Allí estaban Moisés, Aarón y todos los israelitas. Y les contaron lo que habían averiguado y les mostraron los frutos del país. Le dijeron a Moisés: —Fuimos a la tierra a la que nos enviaste. Realmente es una tierra donde la leche y la miel corren como el agua, y estos son los frutos que produce. Pero la gente que vive allí es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas. Además de eso, vimos allá descendientes del gigante Anac. En la región del Négueb viven los amalecitas, en la región montañosa viven los hititas, los jebuseos y los amorreos, y por el lado del mar y junto al río Jordán viven los cananeos.
Entonces Caleb hizo callar al pueblo que estaba ante Moisés, y dijo: —¡Pues vamos a conquistar esa tierra! ¡Nosotros podemos conquistarla!
Pero los que habían ido con él respondieron: —¡No, no podemos atacar a esa gente! Ellos son más fuertes que nosotros. Y se pusieron a decir a los israelitas que el país que habían ido a explorar era muy malo. Decían: —La tierra que fuimos a explorar mata a la gente que vive en ella, y todos los hombres que vimos allá eran enormes. Vimos también a los gigantes, a los descendientes de Anac. Al lado de ellos nos sentíamos como langostas, y así nos miraban ellos también. Entonces los israelitas comenzaron a gritar, y aquella noche se la pasaron llorando.
El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: —¿Hasta cuándo voy a tener que soportar las habladurías de estos malvados israelitas? Ya les he oído hablar mal de mí. Pues ve a decirles de mi parte: ‘Yo, el Señor, juro por mi vida que voy a hacer que les suceda a ustedes lo mismo que les he oído decir. Todos los mayores de veinte años que fueron registrados en el censo y que han hablado mal de mí, morirán, y sus cadáveres quedarán tirados en este desierto. Ustedes estuvieron cuarenta días explorando el país; pues también estarán cuarenta años pagando su castigo: un año por cada día. Así sabrán lo que es ponerse en contra de mí.’ Yo, el Señor, lo afirmo: Así voy a tratar a este pueblo perverso que se ha unido contra mí. En este desierto encontrarán su fin; aquí morirán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Señor, acuérdate de mí por amor a tu pueblo.
- Hemos pecado igual que nuestros padres; nos hemos pervertido; hemos hecho lo malo. Nuestros padres, allá en Egipto, no dieron importancia a tus grandes hechos. R.
- Pero muy pronto olvidaron los hechos de Dios, y no esperaron a conocer sus planes. Allá, en la soledad del desierto, pusieron a prueba a Dios exigiéndole que les cumpliera sus deseos. R.
- Olvidaron a Dios, su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, que había hecho maravillas en el país de Cam y cosas sorprendentes en el Mar Rojo. R.
- Dios habló de destruirlos; pero Moisés, su escogido, se interpuso y calmó el furor de Dios, evitando que los destruyera. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 15, 21-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús se dirigió a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando: —¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!
Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: –Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
Jesús dijo: —Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: —¡Señor, ayúdame!
Jesús le contestó: -No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le dijo: —Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces le dijo Jesús: —¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres.
Y desde ese mismo momento su hija quedó sana. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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8 AGOSTO – JUEVES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Nm 20,1-13 / Sal 94 / Mt 16, 13-23 – Verde

6. Primera Lectura: Nm 20,1-13
Lectura del libro de los Números
En el primer mes del año, los israelitas llegaron al desierto de Sin, y se quedaron por un tiempo en Cadés. Allí murió María, y allí fue enterrada.
Como la gente no tenía agua, se reunieron todos para protestar contra Moisés y Aarón, y le dijeron a Moisés: —¡Ojalá hubiéramos muerto junto con los otros israelitas que hizo morir el Señor! ¿Para qué trajeron ustedes al pueblo del Señor a este desierto? ¿Acaso quieren que muramos nosotros y nuestro ganado? ¿Para qué nos sacaron de Egipto y nos trajeron a este lugar tan horrible? Aquí no se puede sembrar nada; no hay higueras, ni viñedos, ni granados; ¡ni siquiera hay agua para beber!
Moisés y Aarón se alejaron del pueblo y se fueron a la entrada de la tienda del encuentro, y allí se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. Entonces la gloria del Señor se les apareció, y el Señor le dijo a Moisés: —Toma el bastón y, con la ayuda de tu hermano Aarón, reúne a la gente. Luego, delante de todos, ordénale a la roca que les dé agua, y verás que de la roca brotará agua para que beban ellos y el ganado.
Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, tal como él se lo ordenó; luego Moisés y Aarón reunieron a la gente delante de la roca, y Moisés les dijo: —Escuchen, rebeldes: ¿acaso tendremos que sacar agua de esta roca para darles de beber?
Y diciendo esto, Moisés levantó la mano y golpeó dos veces la roca con el bastón, y brotó mucha agua. Así la gente y el ganado se pusieron a beber. Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: —Puesto que ustedes no tuvieron confianza en mí ni me honraron delante de los israelitas, no entrarán con esta gente en el país que les he dado.
Ese es el manantial de Meribá, donde los israelitas le hicieron reclamaciones al Señor y él les mostró su santidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Sal 94
R. Cantemos al Señor con alegría.
Vengan, cantemos al Señor con alegría; cantemos a nuestro protector y Salvador. Entremos a su presencia con gratitud, y cantemos himnos en su honor. R.
Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de sus prados.  R.
“No endurezcan su corazón, como en Meribá; como aquel día en Masá, en el desierto, cuando me pusieron a prueba sus antepasados, aunque habían visto mis obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 13-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta. —Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo: —Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia;  y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
Luego Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de entonces Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que él tendría que ir a Jerusalén, y que los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo harían sufrir mucho. Les dijo que lo iban a matar, pero que al tercer día resucitaría. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: —¡Dios no lo quiera, Señor! ¡Esto no te puede pasar!
Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Apártate de mí, Satanás,  pues eres un tropiezo para mí! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 AGOSTO – VIERNES – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 4,32-40 / Sal 76 / Mt 16, 24-28 – Verde

6. Primera Lectura: Dt 4,32-40
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés dijo al pueblo: “Busquen en los tiempos anteriores a ustedes, y desde los tiempos antiguos, cuando Dios creó al hombre en el mundo; vayan por toda la tierra y pregunten si alguna vez ha sucedido o se ha sabido de algo tan grande como esto. ¿Existe algún pueblo que haya oído, como ustedes, la voz de Dios hablándole de en medio del fuego, y que no haya perdido la vida? ¿Ha habido algún dios que haya escogido a un pueblo de entre los demás pueblos, con tantas pruebas, señales, milagros y guerras, desplegando tan gran poder y llevando a cabo tales hechos aterradores, como los que realizó ante ustedes y por ustedes el Señor su Dios en Egipto? Esto les ha sido mostrado para que sepan que el Señor es el verdadero Dios, y que fuera de él no hay otro. Él les habló desde el cielo para corregirlos, y en la tierra les mostró su gran fuego, y oyeron sus palabras de en medio del fuego. Él amó a los antepasados de ustedes y escogió a sus descendientes, liberándolos de Egipto por medio de su gran poder. Arrojó de la presencia de ustedes a naciones más numerosas y poderosas que ustedes, con el fin de que ustedes ocuparan sus países y los recibieran en propiedad, como ahora está sucediendo.
“Por lo tanto, grábense bien en la mente que el Señor es Dios, tanto en el cielo como en la tierra, y que no hay otro más que él. Cumplan sus leyes y mandamientos que yo les doy en este día, y les irá bien a ustedes y a sus descendientes, y vivirán muchos años en el país que el Señor su Dios les va a dar para siempre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 76
R. Recuerdo las maravillas del Señor.
- Recordaré las maravillas que hizo el Señor en otros tiempos; pensaré en todo lo que ha hecho. R.
- Oh Dios, tú eres santo en tus acciones; ¿qué dios hay tan grande como tú? ¡Tú eres el Dios que hace maravillas! ¡Diste a conocer tu poder a las naciones! R.
- Con tu poder rescataste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Oh Dios, cuando el mar te vio, tuvo miedo, y temblaron sus aguas más profundas. Dirigiste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y de Aarón. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16, 24-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Porque el Hijo del hombre va a venir con la gloria de su Padre y con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme a lo que haya hecho. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean al Hijo del hombre venir a reinar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 AGOSTO – SÁBADO – SAN LORENZO, MÁRTIR

2 Cor 9, 6-10 / Sal 111 / Jn 12, 24-26 – Rojo

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que hiciste resplandecer al diácono san Lorenzo por su fidelidad al servicio de los demás y su glorioso martirio, concédenos, por su intercesión, amar a Cristo como él lo amó y servirlo en los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Cor 9, 6-10
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice: “Ha dado abundantemente a los pobres, su generosidad permanece para siempre.” Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dará a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hará crecer, y hará que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111
R. Dichoso el hombre que se compadece y presta.
- ¡Aleluya! Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
- El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios; por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! R.
- No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos. R.
- Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 12, 24-26
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también el que me sirva. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar al diácono san Lorenzo y haz que este sacrificio eucarístico ayude a nuestra salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que esta Eucaristía, que hemos celebrado al conmemorar la fiesta de san Lorenzo, nos haga participar, Señor, más profundamente de los frutos de la redención. Por Jesucristo.


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11 AGOSTO – DOMINGO – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 18, 6-9 / Sal 32 / Heb 11, 1-2.8-19 / Lc 12, 23-48 – Verde

5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso a quien confiadamente podemos llamar Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Sab 18, 6-9
Lectura del libro de la Sabiduría
Lo que había de suceder, nuestros antepasados lo supieron de antemano, para que, teniendo tal seguridad, se sintieran animados por las promesas en que habían creído. Tu pueblo esperó al mismo tiempo la salvación de los inocentes y la perdición de sus enemigos, pues con los mismos medios castigaste a estos y nos honraste llamándonos a ti. Los piadosos herederos de tus bendiciones ofrecieron sacrificios a escondidas; de común acuerdo se comprometieron a cumplir la ley divina y a compartir la prosperidad y los peligros, y cantaron ya los himnos tradicionales. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo que el Señor, ha escogido como suyo.
Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos, la alabanza es hermosa. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. R.
Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.
Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! ¡Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como esperamos de ti! R.

8. Segunda Lectura: Heb 11, 1-2.8-19
Lectura de la carta de los Hebreos
Hermanos: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.
Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido.  Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad que tiene bases firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor.
Por fe también, aunque Sara no podía tener hijos y Abraham era demasiado viejo, este recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa. Así que Abraham, aunque ya próximo al fin de sus días, llegó a tener descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar. Todas esas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos, y las saludaron reconociéndose a sí mismos como extranjeros de paso por este mundo. Y los que dicen tal cosa, claramente dan a entender que todavía andan en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en la tierra de donde salieron, bien podrían haber regresado allá; pero ellos deseaban una patria mejor, es decir, la patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les tiene preparada una ciudad.
Por fe, Abraham, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac para ofrecerlo en sacrificio. Estaba dispuesto a ofrecer a su único hijo, a pesar de que Dios le había prometido: “Por medio de Isaac tendrás descendientes.” Es que Abraham reconocía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; y por eso Abraham recobró a su hijo, y así vino a ser un símbolo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

9. Aleluya.

10. Evangelio: 12, 23-48
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. La vida vale más que la comida, y el cuerpo más que la ropa. Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni troje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas?
“Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe! Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber. Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. Ustedes pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas cosas.
“No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.
“Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.”
Pedro le preguntó:—Señor, ¿dijiste esta parábola solamente para nosotros, o para todos?
Dijo el Señor: “¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en llegar, comienza a maltratar a los otros criados y a las criadas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los infieles.
“El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes.  A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, que tanto amó al mundo que le dio a su hijo único. A cada petición respondemos: Escúchanos, Padre
Por la santa Iglesia de Dios: para que la unidad, la caridad mutua y el fervor reinen entre nosotros. Roguemos al Señor. R.
Por la humanidad: para que cesen en el mundo las guerras, las divisiones, los odios y las miserias, y recuperemos la esperanza en el amor. Roguemos al Señor. R.
Por los que conociendo el amor, sufren los frutos del egoísmo: para que en su camino encuentren quienes les comprendan y les ayuden. Roguemos al Señor. R.
Por nosotros mismos: para que abandonando todos los ídolos: dinero, prestigio y consumismo, amemos al Señor con un corazón indiviso. Roguemos al Señor. R.
Para que saliendo de nuestra mediocridad, sepamos llevar a plenitud la fe, caminando hacia la santidad que Dios exige de nosotros. Roguemos al Señor. R.
+ Padre que imitemos a tu Hijo; que te amemos sobre todas las cosas y a nuestros hermanos como a nosotros mismos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, estos dones que has puesto en manos de tu Iglesia, y con tu poder conviértelos en el sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu amor y nos haga participar de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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12 AGOSTO – LUNES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 10, 12-22 / Sal 147 / Mt 17, 21-26 – Verde

6. Primera Lectura: Dt 10, 12-22

Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló así al pueblo: “Israelitas, ¿qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplan sus mandamientos y sus leyes, para que les vaya bien. Tengan en cuenta que del Señor su Dios son los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, el Señor prefirió a los antepasados de ustedes y los amó, y después escogió a los descendientes de ellos, que son ustedes, de entre todos los demás pueblos, tal como se puede ver hoy.
“Pongan en su corazón la marca de la alianza, y no sigan siendo tercos, porque el Señor su Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre ustedes. Ustedes, pues, amen al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
“Honren al Señor su Dios, y adórenlo solo a él; séanle fieles, y cuando tengan que hacer un juramento, háganlo en su nombre. Porque él es el motivo de la alabanza de ustedes; él es su Dios, que ha hecho por ustedes estas cosas grandes y maravillosas que han visto. Cuando los antepasados de ustedes llegaron a Egipto, eran solo setenta personas, pero ahora el Señor su Dios los ha hecho aumentar en número como las estrellas del cielo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 147

R. Jerusalén, alaba a tu Dios.
Jerusalén, alaba al Señor; Sión, alaba a tu Dios. Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad. R.
Él trae la paz a tu territorio y te satisface con lo mejor del trigo. Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa. R.
Él dio a conocer a Jacob, a Israel, su palabra, sus leyes y decretos. No hizo lo mismo con las otras naciones, las cuales nunca conocieron sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 17, 21-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará.
Esta noticia los llenó de tristeza.
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron: —¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo? —Sí, lo paga —contestó Pedro.
Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo: —¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros?
Pedro le contestó: —A los extranjeros.
Jesús añadió: —Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 AGOSTO – MARTES – SAN HIPÓLITO, MÁRTIR

Dt 31, 1-8 / Sal 32 / Mt 18, 1-5.10.12-14 – Rojo

5. Oración Colecta
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a los santos Hipólito y Ponciano para que pudieran soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria, vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dt 31, 1-8
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés habló de nuevo a todo Israel, y dijo lo siguiente: “Yo tengo ciento veinte años, y ya no tengo fuerzas para andar de un lado para otro. Además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. Pero el Señor su Dios marchará delante de ustedes, y al paso de ustedes destruirá estas naciones, para que ocupen su territorio. Josué irá al frente de ustedes, como jefe, tal como lo ha dicho el Señor. El Señor hará con estas naciones lo mismo que hizo con Sihón y con Og, reyes de los amorreos, y con sus países, a los cuales destruyó. Y cuando el Señor haga que estas naciones caigan en poder de ustedes, deben hacer con ellas todo lo que les he ordenado. Tengan valor y firmeza; no tengan miedo ni se asusten cuando se enfrenten con ellas, porque el Señor su Dios está con ustedes y no los dejará ni los abandonará.”
Después llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: “Ten valor y firmeza, porque tú tienes que llevar esta gente al país que el Señor juró a los antepasados de ustedes que les daría, y tú serás quien los haga tomar posesión. El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Bendice, Señor, a tu pueblo.
- Cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! La palabra del Señor es verdadera. R.
- Él junta y almacena las aguas del mar profundo. R.
- Honren al Señor todos en la tierra; ¡hónrenlo todos los habitantes del mundo! R.
- Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 18, 1-5.10.12-14         

† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: — ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo:—Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí.
“No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial.
“¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza a los mártires Hipólito y Ponciano para soportar los tormentos. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que los santos Hipólito y Ponciano se mostraron siempre fieles a tu servicio y vencedores en el tormento. Por Jesucristo nuestro Señor.


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14 AGOSTO – MIÉRCOLES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 34,1-12 / Sal 65 / Mt 18,15-20 – Verde

6. Primera Lectura: Dt 34,1-12
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés subió del desierto de Moab al monte Nebo, a la cumbre del monte Pisgá, que está frente a Jericó. Desde allí el Señor le hizo contemplar toda la región de Galaad hasta el territorio de Dan, las regiones de Neftalí, Efraín y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Mediterráneo, el Négueb, el valle del Jordán y la llanura de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Sóar. Y el Señor le dijo: “Este es el país que yo juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. He querido que lo veas con tus propios ojos, aunque no vas a entrar en él.”
Y así Moisés, el siervo de Dios, murió en la tierra de Moab, tal como el Señor lo había dicho, y fue enterrado en un valle de la región de Moab, frente a Bet-peor, en un lugar que hasta la fecha nadie conoce. Murió a los ciento veinte años de edad, habiendo conservado hasta su muerte buena vista y buena salud.
Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en el desierto de Moab, cumpliendo así los días de llanto y luto por su muerte. Y Josué, hijo de Nun, recibió de Moisés sabiduría, pues Moisés puso sus manos sobre él; así que los israelitas le obedecieron e hicieron como el Señor había ordenado a Moisés. Sin embargo, nunca más hubo en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor hablara cara a cara, o que hiciera todos los prodigios y maravillas que el Señor le mandó hacer en Egipto contra el faraón, sus funcionarios y todo su país, o que le igualara en poder y en los hechos grandes e importantes que hizo a la vista de todo Israel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Bendice, Señor, a tu pueblo.
- Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas. Díganle a Dios: “Tus obras son maravillosas. R.
- Vengan a ver las obras de Dios, las maravillas que ha hecho por los hombres: ¡Naciones, bendigan a nuestro Dios! ¡Hagan resonar himnos de alabanza! R.
- ¡Vengan todos ustedes, los que tienen temor de Dios! ¡Escuchen, que voy a contarles lo que ha hecho por mí! Con mis labios y mi lengua lo llamé y lo alabé. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 18, 15-20
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
“Les aseguro que lo que ustedes aten aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que ustedes desaten aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo. Esto les digo: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre que está en el cielo se lo dará. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 AGOSTO – JUEVES – LA GLORIFICACIÓN DE LA B. VIRGEN MARÍA

Ap 11, 19a; 12,1-6a.10ab/Sal 44/1Cor 15,20-26/Lc 1, 39-56 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que glorificaste a santa María, Madre de tu Hijo, exaltándola para que compartiera la plenitud de su resurrección, concédenos vivir en este mundo como Ella vivió, para participar de la misma gloria que Ella ha recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ap 11, 19a; 12, 1-6a.10ab
Lectura del libro del Apocalipsis
Se abrió el templo de Dios que está en el cielo, y en el templo se veía el arca de su alianza. Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar.
Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 44
R. De pie, a tu derecha, está la reina.
- Escucha, hijita; fíjate bien en lo que voy a decirte: Olvídate de tu familia y de tu gente. R.
- El rey desea tu belleza; él es tu señor, y debes obedecerlo. R.
- Avanzan con gran alegría; alegres entran en el palacio del rey. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 15, 20-26
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre vino la muerte, también por causa de un hombre viene la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, cuando Cristo vuelva, los que son suyos. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo tiene que reinar hasta que todos sus enemigos estén puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Porque Dios lo ha sometido todo bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 39-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: — ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.”
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Señor, que hoy elevado a la Virgen María por encima de los ángeles y de los santos, y digámosle confiados: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que todos los hijos de la Iglesia, unidos a la gloriosa santa María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se alegren en Dios, su salvador. R.
Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles y todos los pueblos feliciten a aquélla en la cual Dios ha hecho obras grandes. R.
Para que el Señor, con las proezas de su brazo, enaltezca a los humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, el Rey que ha enaltecido a María como madre de la nueva creación, nos conceda como a María, la su Reino, roguemos al Señor. R.
+ Señor, que constituiste a la Madre de tu Hijo en Madre y modelo nuestro; escúchanos y haz que, por su intercesión, participemos de tu gloria. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio que te ofrecemos para celebrar la glorificación de santa María y ayúdanos, por su intercesión, a buscarte y a vivir siempre en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú, que nos has hecho partícipes de este sacramento de vida eterna, concédenos, Señor, por intercesión de santa María, en este día de su glorificación, alcanzar la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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16 AGOSTO – VIERNES – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jos 24, 1-13 / Sal 135 / Mt 19, 3-12 – Verde

6. Primera Lectura: Jos 24, 1-13
Lectura del libro de Josué
Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel. Llamó a los ancianos, jefes, jueces y oficiales y, en presencia del Señor, dijo a todo el pueblo: —Esto dice el Señor y Dios de Israel: ‘Antiguamente, Térah y sus hijos Abraham y Nahor, antepasados de ustedes, vivían a orillas del río Éufrates y adoraban a otros dioses. De las orillas del Éufrates tomé a Abraham, y lo hice andar por toda la región de Canaán. Lo hice crecer en número, dándole primero a su hijo Isaac, y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le di la región montañosa de Seír, pero Jacob y sus hijos se fueron a Egipto. Entonces yo envié a Moisés y Aarón, y herí de muerte a los egipcios, hasta que los saqué a ustedes de allí. Cuando los antepasados de ustedes salieron de Egipto, los egipcios los persiguieron con carros de guerra y caballos, hasta el Mar Rojo. Ellos me llamaron, y yo puse una gran oscuridad entre ellos y los egipcios, e hice que el mar cayera sobre los egipcios y los cubriera. Ustedes fueron testigos de lo que hice en Egipto.
‘Después pasaron ustedes mucho tiempo en el desierto, hasta que los traje a la tierra de los amorreos, en el lado oriental del Jordán. Ellos pelearon contra ustedes, pero yo los hice caer en manos de ustedes, y ustedes los derrotaron y se adueñaron de la región. Después Balac, hijo de Sipor, rey de los moabitas, vino a pelear contra ustedes. Balac mandó a buscar a Balaam, el hijo de Beor, para que los maldijera a ustedes. Pero yo no dejé que Balaam los maldijera, y tuvo que bendecirlos. Así los salvé a ustedes. Entonces ustedes cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Jericó. Los que vivían en Jericó (amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos) pelearon contra ustedes, pero yo hice que ustedes los derrotaran. A los dos reyes amorreos no los derrotaron ustedes con espadas ni con arcos, sino que yo envié mi pánico delante de ustedes, de modo que ellos huyeron antes que ustedes llegaran. Yo les di a ustedes tierras que no habían trabajado y ciudades que no habían construido. Ahora viven en ellas, y comen uvas y aceitunas que no plantaron.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 135
R. Demos gracias al Señor porque su amor es eterno.
- Den gracias al Señor, porque él es bueno. Den gracias al Señor de señores, porque su amor es eterno. R.
- Al que llevó a su pueblo por el desierto. Al que hirió de muerte a grandes reyes. Al que a reyes poderosos quitó la vida. R.
- Al que repartió la tierra de esos reyes, y la dio como herencia a su siervo Israel. Al que nos libra de nuestros enemigos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 3-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron: —¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?
Jesús les contestó: —¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, ‘hombre y mujer los creó’? Y dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.’ Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
Ellos le preguntaron: —¿Por qué, pues, mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así?
Jesús les dijo:–Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió
divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.
Le dijeron sus discípulos: —Si este es el caso del hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.
Jesús les contestó: —No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 AGOSTO – SÁBADO – 19ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jos 24, 14-29 / Sal 15 / Mt 19, 13-15 – Verde

6. Primera Lectura: Jos 24, 14-29
Lectura del libro de Josué
Josué dijo al pueblo: —Respeten al Señor y sírvanle con sinceridad y lealtad. Apártense de los dioses que sus antepasados adoraron a orillas del río Éufrates y en Egipto, y sirvan al Señor. Pero si no quieren servir al Señor, elijan hoy a quién van a servir: si a los dioses a los que sus antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
Entonces el pueblo dijo: —¡No permita el Señor que lo abandonemos por servir a otros dioses! El Señor fue quien nos sacó a nosotros y a nuestros antepasados de Egipto, donde éramos esclavos. Él fue quien hizo tantas maravillas delante de nuestros ojos, y quien nos protegió y nos defendió durante el camino, cuando pasamos entre tantos pueblos. Él echó de delante de nosotros a todos los pueblos que estaban en nuestro camino, y a los amorreos que vivían aquí. Por todo esto, nosotros también serviremos al Señor, pues él es nuestro Dios.
Pero Josué les dijo: —Ustedes no van a poder servir al Señor, porque él es un Dios santo y celoso, que no va a tolerar las rebeliones y pecados de ustedes. Si ustedes lo abandonan y sirven a otros dioses, el Señor responderá haciéndoles mal, y los destruirá a pesar de haberles hecho tanto bien.
El pueblo le contestó: —Eso no va a pasar. Nosotros serviremos al Señor.
Entonces Josué dijo: —Ustedes son sus propios testigos de que han escogido servir al Señor. —Lo somos —respondieron ellos.
Les dijo Josué: —Quiten entonces todos los otros dioses que hay entre ustedes, y vuélvanse de todo corazón al Señor y Dios de Israel.
Y el pueblo respondió: —Nosotros serviremos al Señor nuestro Dios, y haremos lo que él nos diga.
Aquel mismo día, allí en Siquem, Josué hizo un pacto con el pueblo, y les dio leyes y decretos, los cuales escribió en el libro de la ley de Dios. Después tomó una gran piedra y la puso debajo de la encina que estaba en el santuario del Señor, y le dijo a todo el pueblo: —Esta piedra va a servirnos de testimonio, pues ella es testigo de todo lo que el Señor nos ha dicho. Será un testimonio contra ustedes, para que no sean falsos con su Dios.
Después Josué mandó a cada uno a su territorio.
Poco después murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 15
R. Bendeciré al Señor, porque él me guía.
¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección! Yo te he dicho: “Tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti.”. R.
Tú, Señor, eres mi todo; tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos. R.
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches. Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. R.
Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 13-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Entonces Jesús dijo: —Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.
Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel lugar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 AGOSTO – DOMINGO – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jr 38, 4-6.8-10 / Sal 39 / Heb 12, 1-4 / Lc 12, 49-53 – Verde

5. Oración Colecta
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos ni siquiera imaginar y has prometido a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: Jr 38, 4-6.8-10
Lectura del libro del profeta Jeremías
Durante el sitio de Jerusalén, los funcionarios dijeron al rey:—Hay que matar a Jeremías, pues con sus palabras desmoraliza a los soldados que aún quedan en la ciudad, y a toda la gente. Este hombre no busca el bien del pueblo, sino su mal.
El rey Sedequías les respondió:—Está bien, hagan con él lo que quieran. Yo nada puedo contra ustedes.
Entonces ellos se apoderaron de Jeremías y lo echaron en la cisterna del príncipe Malquías, que se encontraba en el patio de la guardia. Lo bajaron con sogas, y como en la cisterna no había agua, sino lodo, Jeremías se hundió en él. Entonces Ébed-mélec salió del palacio real y fue a decirle al rey:–Majestad, lo que esos hombres han hecho con Jeremías es un crimen. Lo han echado en una cisterna, y ahí se está muriendo de hambre, porque ya no hay pan en la ciudad.
En seguida el rey ordenó a Ébed-mélec que se llevara con él a treinta hombres para sacar a Jeremías de la cisterna, antes que muriera. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. El Señor se inclinó para escuchar mis gritos.
Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos. R.
Me salvó de la fosa mortal, me libró de hundirme en el pantano. Afirmó mis pies sobre una roca; dio firmeza a mis pisadas. R.
Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y pusieron su confianza en el Señor. R.
Y a mí, que estoy pobre y afligido, no me olvides, Señor. Tú eres quien me ayuda y me liberta; ¡no te tardes, Dios mío! R.

8. Segunda Lectura: Heb 12, 1-4
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios.
Por lo tanto, mediten en el ejemplo de Jesús, que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores; por eso, no se cansen ni se desanimen. Pues ustedes aún no han tenido que llegar hasta la muerte en su lucha contra el pecado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 12, 49-53
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo he venido a prender fuego en el mundo; y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por una terrible prueba, y ¡cómo sufro hasta que se lleve a cabo! ¿Creen ustedes que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división. Porque de hoy en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra su hijo y el hijo contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda nuestras necesidades. A cada petición respondemos: Escúchanos, Padre
Roguemos al Señor por quienes no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que gocen de la bendición del Señor. Roguemos al Señor. R.
Roguemos por los que ayudan a los pobres, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen. Roguemos al Señor. R.
Roguemos por los que viven fuera de su hogar o alejados de sus familiares, para que Dios los proteja de todo peligro. Roguemos al Señor. R.
Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe y nos guarde de todo mal. Roguemos al Señor. R.
+ Señor Dios, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, proclame al mundo tu Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para esta Eucaristía a fin de que, a cambio de ofrecerte lo que tú nos has dado, podamos recibir de ti, tu misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú que nos hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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19 AGOSTO – LUNES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 2, 11-19 / Sal 105 / Mt 19, 16-22 – Verde

6. Primera Lectura: Jue 2, 11-19
Lectura del libro de los Jueces
Los hechos de los israelitas fueron malos a los ojos del Señor, pues empezaron a adorar a las diferentes representaciones de Baal. Dejaron al Señor, el Dios de sus antepasados que los había sacado de Egipto, y se entregaron a adorar a los dioses de la gente que vivía alrededor, provocando así el enojo del Señor. Dejaron al Señor por adorar a Baal y a las diferentes representaciones de Astarté, y por eso el Señor se enojó contra Israel e hizo que los ladrones los despojaran de lo que tenían, y que sus enemigos de los alrededores los derrotaran sin que ellos pudieran hacerles frente. Cada vez que ellos marchaban a la batalla, el Señor se ponía en su contra y les iba mal, según él mismo se lo había anunciado. Sin embargo, aunque el Señor puso a los israelitas en aprietos, también hizo surgir caudillos que los libraran de quienes los despojaban. Pero los israelitas no hicieron caso a estos caudillos, sino que fueron infieles al Señor y adoraron a otros dioses. Sus antepasados habían obedecido los mandamientos del Señor; pero ellos no siguieron su ejemplo. Cada vez que el Señor hacía surgir un caudillo, también lo ayudaba, y durante la vida del caudillo libraba a los israelitas del poder de sus enemigos, pues sentía compasión de ellos al oírlos gemir por causa de la opresión que sufrían. Pero cuando el caudillo moría, ellos volvían a corromperse, y llegaban a ser peores que sus padres, sirviendo y adorando a otros dioses. No abandonaban sus malas prácticas, ni su terca conducta. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
- No destruyeron a los pueblos que el Señor había ordenado destruir. Por el contrario, se mezclaron con los paganos y aprendieron sus costumbres. R.
- Adoraron ídolos paganos, los cuales fueron causa de su ruina, pues ofrecieron a sus hijos y a sus hijas en sacrificio a esos demonios. R.
- Ellos se mancharon y prostituyeron con todas sus malas acciones. El Señor se enfureció contra su pueblo, y renegó de ellos, de los que eran suyos. R.
- Dios los salvó muchas veces, pero ellos se opusieron a sus planes. Sin embargo, al verlos angustiados, escuchó sus lamentos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 16-22
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó: —Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?
Jesús le contestó: –¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
— ¿Cuáles? —preguntó el joven.
Y Jesús le dijo:–‘No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.’ —Todo eso ya lo he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?
Jesús le contestó: —Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque era muy rico. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 AGOSTO – MARTES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 6, 11-24a / Sal 84 / Mt 19, 23-30 – Verde

6. Primera Lectura: Jue 6, 11-24a
Lectura del libro de los Jueces
Vino el ángel del Señor y se sentó bajo la encina que estaba en Ofrá, y que pertenecía a Joás, que era del clan de Abiézer. Gedeón, el hijo de Joás, estaba limpiando el trigo  a escondidas, en el lugar donde se pisaba la uva para hacer vino, para que los madianitas no lo vieran.
El ángel del Señor se le apareció y le dijo: —¡El Señor está contigo, hombre fuerte y valiente!
Y Gedeón contestó: —Perdón, señor, pero si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos pasa todo esto? ¿Dónde están todos los milagros de que nos hablan nuestros antepasados, cuando dicen que el Señor nos sacó de Egipto? El Señor nos ha abandonado, y nos ha entregado al poder de los madianitas.
El Señor lo miró, y le dijo: —Usa la fuerza que tienes, para ir a salvar a Israel del poder de los madianitas. Yo soy el que te envía.
Pero Gedeón volvió a contestar: —Una vez más, perdón, señor, pero ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más pobre de toda la tribu de Manasés, y yo soy el más pequeño de mi familia.
Y el Señor le respondió: —Podrás hacerlo porque yo estaré contigo. Derrotarás a los madianitas como quien derrota a un solo hombre.
Entonces Gedeón dijo: —Si me he ganado tu favor, dame una prueba de que realmente eres tú quien habla conmigo. Por favor, no te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda que te quiero presentar.
Y el Señor le aseguró: —Aquí estaré esperando tu regreso.
Gedeón se fue y preparó un cabrito, y con unos veinte litros de harina hizo unos panes sin levadura; luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla, y se lo llevó todo hasta la encina. El ángel de Dios le mandó poner sobre una roca la carne y los panes sin levadura, y derramar el caldo. Después que Gedeón hizo lo que se le había mandado, el ángel tocó la carne y los panes con la punta del bastón que tenía en la mano, y de la roca salió fuego, el cual consumió la carne y los panes; luego el ángel del Señor desapareció de su vista. Al darse cuenta Gedeón de que se trataba del ángel del Señor, dijo:
—¡Ay Señor, Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!
Pero el Señor le contestó:—No tengas miedo, que no vas a morir. Recibe mi paz.
Entonces Gedeón construyó allí un altar en honor del Señor, y lo llamó “El Señor es la paz” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. El Señor anuncia la paz a su pueblo.
- Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles, para que no vuelvan a hacer locuras. R.
- El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
- El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él y le preparará el camino. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 19, 23-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: —Les aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Les repito que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
Al oírlo, sus discípulos se asombraron más aún, y decían: —Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó: —Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.
Pedro le dijo entonces: —Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir?
Jesús les respondió: —Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 AGOSTO – MIÉRCOLES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Jue 9, 6-15 / Sal 20 / Mt 20, 1-16ª – Verde

6. Primera Lectura: Jue 9, 6-15
Lectura del libro de los Jueces
Todos los de Siquem y de Bet-miló se reunieron junto a la encina y la piedra sagrada que había en Siquem, y nombraron rey a Abimélec. Cuando Jotam lo supo, subió al monte Guerizim, y desde allí gritó bien fuerte, para que todos le oyeran: “¡Óiganme bien, hombres de Siquem! ¡Y así Dios los oiga a ustedes!
“En cierta ocasión los árboles quisieron tener rey, y le pidieron al olivo que fuera su rey. Pero el olivo les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar aceite, el cual sirve para honrar tanto a los hombres como a Dios.
“Entonces los árboles le pidieron a la higuera que fuera su rey. Pero la higuera les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar sus dulces y sabrosos higos.
“Entonces los árboles le pidieron a la vid que fuera su rey. Pero la vid les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar su vino, el cual sirve para alegrar tanto a los hombres como a Dios.
“Por fin, los árboles le pidieron a un espino que fuera su rey. Y el espino les dijo que, si de veras querían que él fuera su rey, todos tendrían que ponerse bajo su sombra; pero si no querían que él fuera su rey, saldría de él un fuego que destruiría los cedros del Líbano. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 20
R. De tu poder, Señor, se alegra el rey.
- Señor, el rey está alegre porque le has dado fuerzas; ¡está muy alegre porque le has dado la victoria! Has cumplido sus deseos; no le has negado sus peticiones. R.
- Lo recibiste con grandes bendiciones y le pusiste una corona de oro. Te pidió vida, y se la diste: vida larga y duradera. R.
- Gracias a tu ayuda, es grande su poder; le has dado honor y dignidad. Lo has bendecido para siempre; con tu presencia lo llenas de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 20, 1-16ª
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús propuso esta parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con el dueño de una finca, que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viñedo. Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día, y los mandó a trabajar a su viñedo. Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza desocupados. Les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo, y les daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les preguntó: ‘¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?’ Le contestaron: ‘Porque nadie nos ha contratado.’ Entonces les dijo: ‘Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo.’
“Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: ‘Llama a los trabajadores, y págales comenzando por los últimos que entraron y terminando por los que entraron primero.’ Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: ‘Estos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.’ Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?’
“De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 AGOSTO – JUEVES SANTA MARÍA REINA

Zac 2,10-13 / Lc 1,46-49 / Jn 2,1-1 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso, que has querido darnos como madre y reina a la Madre de tu Hijo, concédenos amarla y venerarla como verdaderos hijos suyos y participar, por su intercesión, de la gloria de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Zac 2, 10-13
Lectura del libro del Profeta Zacarías
El Señor afirma: “¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!” Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.” Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Lucas 1
R. Mi alma alaba la grandeza del Señor
“Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. R.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichos. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 2, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: —Ya no tienen vino.
Jesús le contestó:-Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía.
Ella dijo a los que estaban sirviendo: —Hagan todo lo que él les diga.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían de cincuenta a setenta litros de agua. Jesús dijo a los sirvientes: —Llenen de agua estas tinajas.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo: —Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde había salido; solo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo: —Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos para celebrar esta fiesta de santa María y concédenos que tu Hijo Jesucristo, que quiso ofrecerse por nosotros en la cruz, nos obtenga tu perdón y tu paz. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que quienes hemos participado de este sacramento, al celebrar hoy a santa María, participemos, por su intercesión, del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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23 AGOSTO – VIERNES – 20ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Rut 1,1.3-6.14b-16.22 / Sal 145 / Mt 22,34-40 – Verde

6. Primera Lectura: Rut 1,1.3-6.14b-16.22
Lectura del libro de Rut
En el tiempo en que Israel era gobernado por caudillos, hubo una época de hambre en toda la región. Entonces un hombre de Belén de Judá, llamado Elimélec, se fue a vivir por algún tiempo al país de Moab. Con él fueron también su esposa Noemí y sus dos hijos, Mahlón y Quilión. Pero sucedió que murió Elimélec, el marido de Noemí, y ella se quedó sola con sus dos hijos. Más tarde, ellos se casaron con dos mujeres moabitas; una de ellas se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero al cabo de unos diez años murieron también Mahlón y Quilión, y Noemí se encontró desamparada, sin hijos y sin marido.
Un día Noemí oyó decir en Moab que el Señor se había compadecido de su pueblo y que había puesto fin a la época de hambre. Entonces decidió volver a Judá y, acompañada de sus nueras, salió del lugar donde vivían; pero en el camino les dijo: —Anden, vuelvan a su casa, con su madre. Orfá se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí le dijo:
—Mira, tu concuñada se vuelve a su país y a sus dioses. Vete tú con ella.
Pero Rut le contestó: —¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Así fue como Noemí volvió de Moab con Rut, su nuera moabita. Llegaron a Belén cuando comenzaba la cosecha de la cebada. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145
R. Que todo mi ser alabe al Señor.
- Feliz quien recibe ayuda del Dios de Jacob, quien pone su esperanza en el Señor su Dios. Él hizo cielo, tierra y mar, y todo lo que hay en ellos. R.
- Él siempre mantiene su palabra. Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos. R.
- El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; el Señor protege a los extranjeros. R.
- Sostiene a los huérfanos y a las viudas, pero hace que los malvados pierdan el camino. Oh Sión, el Señor reinará por siempre; tu Dios reinará por todos los siglos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 22,34-40
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había hecho callar a los saduceos, y uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa, le preguntó: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
Jesús le dijo: —‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 AGOSTO – SÁBADO – SAN BARTOLOMÉ, APÓSTOL

Ap 21, 9b-14 / Sal 144 / Jn 1, 45-51 – Rojo

5. Oración Colecta
Fortalece, Señor, nuestra fe para que sigamos a Cristo con la misma sinceridad de san Bartolomé, apóstol, y concédenos, por su intercesión, que la iglesia sea instrumento eficaz de salvación para toda la humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ap 21, 9b-14
Lectura del libro del Apocalipsis
El ángel me dijo: “Ven, que te voy a enseñar a la novia, la esposa del Cordero.” Y en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo era como el de una piedra preciosa, como un diamante, transparente como el cristal. Alrededor de la ciudad había una muralla grande y alta, que tenía doce puertas, y en cada puerta había un ángel; en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. La muralla de la ciudad tenía doce piedras por base, en las que estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Señor, que todos tus fieles te bendigan.
- ¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
- ¡Que se haga saber a los hombres tu poder y el gran esplendor de tu reino! Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. R.
- El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 45-51
† Lectura del Evangelio según san Juan
Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en los libros de la ley, y de quien también escribieron los profetas. Es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret. Dijo Natanael: —¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: —Ven y compruébalo.
Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo: —Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Natanael le preguntó: —¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: —Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera. Natanael le dijo: —Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!
Jesús le contestó: —¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.
También dijo Jesús:–Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en la fiesta del apóstol san Bartolomé, nos obtenga, por su intercesión, la gracia de servirte con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que la comunión que hemos recibido, al celebrar la fiesta de san Bartolomé, nos dé fuerza, Señor, para imitar a Cristo y participar de la vida eterna. Por Jesucristo.


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25 AGOSTO – DOMINGO – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 66, 18-21 / Sal 116 / Heb 12, 5-7.11-13 / Lc 13, 22-30 – Verde

5. Oración Colecta
Dios nuestro, tú que puedes darnos un mismo querer y un mismo sentir, concédenos a todos amar lo que nos mandas y anhelar lo que nos prometes para que, en medio de las preocupaciones de esta vida, pueda encontrar nuestro corazón la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: Is 66, 18-21
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor afirma: “Vendré yo mismo a reunir a todos los pueblos y naciones, y vendrán y verán mi gloria. Yo les daré una señal: dejaré que escapen algunos y los enviaré a las naciones: a Tarsis, a Libia, a Lidia, país donde saben manejar el arco, a Tubal, a Grecia y a los lejanos países del mar, que nunca han oído hablar de mí ni han visto mi gloria; ellos anunciarán mi gloria entre las naciones. Harán venir de todas las naciones a todos los compatriotas de ustedes, a caballo, en carros, en literas, en mulas y en camellos. Serán una ofrenda para mí en Jerusalén, mi monte santo, como las ofrendas que traen los israelitas en vasos limpios a mi templo. Yo, el Señor, lo he dicho. A algunos de ellos los elegiré para que sean sacerdotes y levitas. Yo, el Señor, lo he dicho.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna!  R.

8. Segunda Lectura: Heb 12, 5-7.11-13
Lectura de la carta de los Hebreos
Hermanos: Ustedes aún no han tenido que llegar hasta la muerte en su lucha contra el pecado, y han olvidado ya lo que Dios les aconseja como a hijos suyos. Dice en la Escritura: “No desprecies, hijo mío, la corrección del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a quien él ama, y castiga a aquel a quien recibe como hijo.”
Ustedes están sufriendo para su corrección: Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no corrija? Ciertamente, ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, el resultado es una vida de paz y rectitud.
Así pues, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y de sus rodillas debilitadas, y busquen el camino derecho, para que sane el pie que está cojo y no se tuerza más. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 13, 22-30

† Lectura del Evangelio según san Lucas
En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba. Uno le preguntó:—Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Y él contestó:—Procuren entrar por la puerta angosta; porque les digo que muchos querrán entrar, y no podrán. Después que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, ustedes, los que están afuera, llamarán y dirán: ‘Señor, ábrenos.’ Pero él les contestará: ‘No sé de dónde son ustedes.’ Entonces comenzarán ustedes a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras calles.’ Pero él les contestará: ‘No sé de dónde son ustedes. ¡Apártense de mí, malhechores!’ Entonces vendrán el llanto y la desesperación, al ver que Abraham, Isaac, Jacob y todos los profetas están en el reino de Dios, y que ustedes son echados fuera. Porque va a venir gente del norte y del sur, del este y del oeste, para sentarse a comer en el reino de Dios. Entonces algunos de los que ahora son los últimos serán los primeros, y algunos que ahora son los primeros serán los últimos. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración, implorando: Te lo pedimos Señor, óyenos.
- Para que el Señor, bendiga a los obispos, presbíteros y servidores y a todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra buenas cosechas y dé sabiduría a los que enseñan, y estudian, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores el arrepentimiento y les conceda el perdón, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor bendiga a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos les dé salud y vida en el Espíritu, roguemos al Señor. R.
+ Señor, que por medio de Cristo, nos has hecho descubrir tu amor, escucha nuestras oraciones e ilumínanos con la luz del Espíritu Santo. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que por medio de un sacrificio único, el de Cristo en la Cruz, nos has adoptado como hijos tuyos, concede siempre a tu Iglesia el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Completa, Señor, en nosotros la obra redentora de tu amor y danos la fortaleza y generosidad necesarias para que podamos cumplir en todo tu santa voluntad. Por Jesucristo.


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26 AGOSTO – LUNES – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Tes 1, 1-5.8b-10 / Sal 149 / Mt 23, 13-22 – Verde

6. Primera Lectura: 1 Tes 1, 1-5.8b-10
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la comunidad de los creyentes de la ciudad de Tesalónica, que están unidos a Dios el Padre y al Señor Jesucristo. Que Dios derrame su gracia y su paz sobre ustedes.
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, y los recordamos en nuestras oraciones. Continuamente recordamos qué activa ha sido su fe, qué servicial su amor, y qué fuerte en los sufrimientos su esperanza en nuestro Señor Jesucristo, delante de nuestro Dios y Padre. Hermanos amados por Dios, sabemos que él los ha escogido. Pues cuando nosotros les anunciamos el evangelio, no fue solamente con palabras, sino que lo hicimos también con demostraciones del poder de Dios y de la actividad del Espíritu Santo, y con una gran abundancia de gracias. Bien saben cómo nos portamos entre ustedes, buscando su propio bien. Por todas partes, y se sabe de la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que ya no es necesario que nosotros digamos nada. Al contrario, ellos mismos hablan de nuestra llegada a ustedes y de cómo ustedes abandonaron los ídolos y se volvieron al Dios vivo y verdadero para servirle y esperar que vuelva del cielo Jesús, el Hijo de Dios, al cual Dios resucitó. Jesús es quien nos salva del terrible castigo que viene. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: DelSalmo 149
R. Canten al Señor un canto nuevo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria.  R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. R.
¡Esto será una honra para todos sus fieles!  R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 23, 13-22
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo.
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.
“¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: ‘Quien hace una promesa jurando por el templo, no se compromete a nada; pero si jura por el oro del templo, entonces sí queda comprometido.’ ¡Tontos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro, o el templo por cuya causa el oro queda consagrado? También dicen ustedes: ‘Quien hace una promesa jurando por el altar, no se compromete a nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces sí queda comprometido.’ ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el altar por cuya causa la ofrenda queda consagrada? El que jura por el altar, no está jurando solamente por el altar, sino también por todo lo que hay encima; y el que jura por el templo, no está jurando solamente por el templo, sino también por Dios, que vive allí. Y el que jura por el cielo, está jurando por el trono de Dios,  y a la vez por Dios, que se sienta en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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27 AGOSTO – MARTES – SANTA MÓNICA

1 Tes 2, 1-8 / Sal 138 / Mt 23, 23-26 – Blanco

5. Oración Colecta
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta de santa Mónica, concede a los que celebramos su memoria imitar también los ejemplos de su vida santa. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Tes 2, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Ustedes mismos, hermanos, saben que nuestra visita a ustedes no fue en vano. Más bien, aunque, como ya saben, antes habíamos sido insultados y maltratados en Filipos, Dios nos ayudó a anunciarles a ustedes su evangelio, con todo valor y en medio de una fuerte lucha. Porque no estábamos equivocados en lo que predicábamos, ni tampoco hablábamos con malas intenciones ni con el propósito de engañar a nadie. Al contrario, Dios nos aprobó y nos encargó el evangelio, y así es como hablamos. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros corazones. Como ustedes saben, nunca los hemos halagado con palabras bonitas, ni hemos usado pretextos para ganar dinero. Dios es testigo de esto. Nunca hemos buscado honores de nadie: ni de ustedes ni de otros. Aunque muy bien hubiéramos podido hacerles sentir el peso de nuestra autoridad como apóstoles de Cristo, nos hicimos como niños entre ustedes. Como una madre que cría y cuida a sus propios hijos, así también les tenemos a ustedes tanto cariño que hubiéramos deseado darles, no solo el evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias vidas. ¡Tanto hemos llegado a quererlos! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
- Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! R.
- Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la conoces. Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí. Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance; ¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 23, 23-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo: ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separan para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. ¡Ustedes, guías ciegos, cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Te presentamos, Señor, estas ofrendas en este día en que conmemoramos a santa Mónica, rogándote humildemente nos alcancen el perdón y la salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Dios todopoderoso, te suplicamos que la eficacia divina de este sacramento nos transforme y, al recordar a tu sierva, santa Mónica, te pedimos que abundemos en los santos deseos y las buenas obras que caracterizaron su vida. Por Jesucristo.


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28 AGOSTO – MIÉRCOLES – SAN AGUSTÍN, OBISPO

1 Tes 2, 9-13 / Sal 138 / Mt 23, 27-32 – Blanco

5. Oración Colecta
Enciende, Señor, en nosotros el fuego con que inflamaste el corazón de san Agustín, a fin de que, sedientos como él de sabiduría y de amor, no descansemos hasta encontrarte a ti, verdad eterna e infinita bondad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Tes 2, 9-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos, ustedes se acuerdan de cómo trabajábamos y luchábamos para ganarnos la vida. Trabajábamos día y noche, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes mientras les anunciábamos el evangelio de Dios.
Ustedes son testigos, y Dios también, de que nos hemos portado de una manera santa, recta e irreprochable con ustedes los creyentes. También saben que los hemos animado y consolado a cada uno de ustedes, como hace un padre con sus hijos. Les hemos encargado que se porten como deben hacerlo los que son de Dios, que los llama a tener parte en su propio reino y gloria.
Por esto, de nuestra parte, damos siempre gracias a Dios, pues cuando ustedes escucharon el mensaje de Dios que nosotros les predicamos, lo recibieron como mensaje de Dios y no como mensaje de hombres. Y en verdad es el mensaje de Dios, el cual produce sus resultados en ustedes los que creen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Condúcenos, Señor, por tu camino.
- ¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiría, lejos de tu presencia? Si yo subiera a las alturas de los cielos, allí estás tú; y si bajara a las profundidades de la tierra, también estás allí R.
- Si levantara el vuelo hacia el oriente, o habitara en los límites del mar occidental, aún allí me alcanzaría tu mano; ¡tu mano derecha no me soltaría! R.
- Si pensara esconderme en la oscuridad, o que se convirtiera en noche la luz que me rodea, la oscuridad no me ocultaría de ti, y la noche sería tan brillante como el día. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 23, 27-32
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza. Así son ustedes: por fuera aparentan ser gente honrada, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad. ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, y luego dicen: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en tiempos de nuestros antepasados, no habríamos tomado parte en la muerte de los profetas.’ Ya con esto, ustedes mismos reconocen que son descendientes de los que mataron a los profetas.¡Terminen de hacer, pues, lo que sus antepasados comenzaron!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que esta Eucaristía que vamos a celebrar, como memorial de nuestra redención y sacramento de tu misericordia, sea para nosotros signo de unidad y vínculo de amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que hemos recibido en este sacramento, nos hagan participar, Señor, de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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29 AGOSTO – JUEVES – MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA

Jer 1, 17-19 / Sal 70 / Mc 6, 17-29 – Rojo

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista para preparar, con su predicación y ejemplo, la venida de Cristo y dar con su muerte testimonio de la verdad y la justicia, concédenos, por su intercesión, anunciar y atestiguar con nuestra vida toda la verdad del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jer 1, 17-19
Lectura del libro del profeta Jeremías
El Señor me dijo: “Tú, ármate de valor; ve y diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque de otra manera yo te haré temblar delante de ellos.
“Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muralla de bronce, para que te enfrentes a todo el país de Judá: a sus reyes, jefes y sacerdotes, y al pueblo en general. Ellos te harán la guerra, pero no te vencerán porque yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Mi boca contará tu auxilio.
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Líbrame, ponme a salvo,
pues tú eres justo! Dígnate escucharme, y sálvame. R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti. ¡Tú me hiciste nacer! R.
Todo el día anunciaré con mis labios que tú nos has salvado y nos has hecho justicia. Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud, y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 17-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.”
Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré.
Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba. Ella salió, y le preguntó a su madre: — ¿Qué pediré? Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.
La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos dé fuerzas, Señor, para mantenernos fieles a la justicia y la verdad que san Juan Bautista anunció con su palabra y defendió con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Señor, comprender y venerar profundamente la Eucaristía que hemos celebrado en la conmemoración del martirio de san Juan Bautista y experimentar en nuestra vida sus frutos redentores. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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30 AGOSTO – VIERNES – SANTA ROSA DE LIMA

Cnt 8,6-7 / Sal 148,1-2.11-12.14 / Mt 25, 1-13 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que impulsaste a santa Rosa de Lima a renunciar al mundo para consagrarse a una vida de austeridad por amor tuyo, enciéndenos con ese mismo amor para que, viviendo auténticamente nuestro cristianismo en el mundo, nos esforcemos en ganarlo para ti. Por nuestro Señor Jesucristo

6. Primera Lectura: Cnt 8,6-7
Lectura del Cantar de los Cantares
Llévame grabada en tu corazón, ¡llévame grabada en tu brazo! El amor es inquebrantable como la muerte; la pasión, inflexible como el sepulcro. ¡El fuego ardiente del amor es una llama divina!  El agua de todos los mares no podría apagar el amor; tampoco los ríos podrían extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, burlas tan solo recibiría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 148
R. ¡Alaben todos, el nombre del Señor!
¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo! R.
¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos! ¡Alaben todos, el nombre del Señor, pues solo su nombre es altísimo! R.
¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra! ¡Él ha dado poder a su pueblo! ¡Alabanza de todos sus fieles, de los israelitas, su pueblo cercano! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Sucederá con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’ Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos al celebrar hoy la fiesta de santa Rosa de Lima, y haz que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos ayude a encontrar en nuestros sufrimientos, aceptados por amor a Cristo y al prójimo, el camino para participar en tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú, que nos has hecho partícipes del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, enciéndenos, Señor, en su amor para que, a ejemplo de santa Rosa de Lima, seamos capaces de renunciar a cuanto pueda apartarnos de Cristo, que vive y reina por los siglos.


PERIPLOS DEL OBISPO
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31 AGOSTO – SÁBADO – 21ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Tes 4,9-11 / Sal 97 / Mt 25,14-30 – Verde

6. Primera Lectura: 1Tes 4,9-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: En cuanto al amor entre hermanos, no tienen necesidad de que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros. Pues así hacen ustedes con todos los hermanos que viven en toda Macedonia. Pero les rogamos, hermanos, que su amor aumente todavía más. Procuren vivir tranquilos y ocupados en sus propios asuntos, trabajando con sus manos como les hemos encargado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Canten al Señor una canción nueva!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
Que brame el mar y todo lo que contiene, el mundo y sus habitantes; que aplaudan los ríos; que se unan las montañas en gritos de alegría. R.
Delante del Señor, que viene a gobernar la tierra. Él gobernará a los pueblos del mundo con rectitud e igualdad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,14-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
“Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: ‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.’ El jefe le contestó: ‘Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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