LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE JULIO 2013

 

Julio 2013

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1 JULIO – LUNES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.


Gn 18,16-33 / Sal102 / Mt 8,18-22 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 18,16-33
Lectura del libro del Génesis
Después los visitantes se pusieron de pie y empezaron a caminar hacia la ciudad de Sodoma. Abraham los acompañó para despedirse de ellos. Entonces el Señor pensó: “Debo decirle a Abraham lo que voy a hacer, ya que él va a ser el padre de una nación grande y fuerte. Le he prometido bendecir por medio de él a todas las naciones del mundo. Yo lo he escogido para que mande a sus hijos y descendientes que obedezcan mis enseñanzas y hagan todo lo que es bueno y correcto, para que yo cumpla todo lo que le he prometido.” Así que el Señor le dijo:—La gente de Sodoma y Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan grave, que ahora voy allá, para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré.
Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor. Se acercó un poco más a él, y le preguntó:—¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta? ¡No es posible que hagas eso de matar al inocente junto con el culpable, como si los dos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú, que eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia?
Entonces el Señor le contestó:—Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí.
Pero Abraham volvió a decirle: —Perdona que sea yo tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo no soy más que un simple hombre; 28pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Solo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad?
Y el Señor contestó:—Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré.
—Tal vez haya solo cuarenta inocentes ... —insistió Abraham.
—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad —dijo el Señor.
Pero Abraham volvió a suplicar:—Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta ...
Y el Señor volvió a decirle:—Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad.
Abraham siguió insistiendo:—Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes?
Y el Señor respondió:—Por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Todavía insistió Abraham:—Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez?
Y el Señor le dijo:—Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad.
Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. Bendeciré al Señor con toda mi alma.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura R.
El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno R.
No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8,18-22
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo
Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de pasar al otro lado del lago. Entonces se le acercó un maestro de la ley, y le dijo: —Maestro, deseo seguirte a dondequiera que vayas.
Jesús le contestó:—Las zorras  tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre  no tiene donde recostar la cabeza.
Otro, que era uno de sus discípulos, le dijo:—Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.
Jesús le contestó:—Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 JULIO – MARTES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO.

Gn 19, 15-29 / Sal 25 / Mt 8, 23-27 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 19, 15-29
Lectura del libro del Génesis
Como ya estaba amaneciendo, los ángeles le dijeron a Lot: —¡De prisa! Levántate y llévate de aquí a tu esposa y a tus dos hijas, si no quieres morir cuando castiguemos a la ciudad.
Pero como Lot se tardaba, los ángeles lo tomaron de la mano, porque el Señor tuvo compasión de él. También tomaron a su esposa y a sus hijas, y los sacaron de la ciudad para ponerlos a salvo. Cuando ya estaban fuera de la ciudad, uno de los ángeles dijo: —¡Corre, ponte a salvo! No mires hacia atrás, ni te detengas para nada en el valle. Vete a las montañas, si quieres salvar tu vida.
Pero Lot les dijo: —¡No, señores míos, por favor! Ustedes me han hecho ya muchos favores, y han sido muy buenos conmigo al salvarme la vida, pero yo no puedo ir a las montañas porque la destrucción me puede alcanzar en el camino, y entonces moriré. Cerca de aquí hay una ciudad pequeña, a la que puedo huir. ¡Déjenme ir allá para salvar mi vida, pues realmente es una ciudad muy pequeña!
Entonces uno de ellos dijo: —Te he escuchado y voy a hacer lo que me has pedido. No voy a destruir la ciudad de que me has hablado, pero ¡anda!, vete allá de una vez, porque no puedo hacer nada mientras no llegues a ese lugar.
Por eso aquella ciudad fue llamada Sóar.
Cuando ya había amanecido y Lot había llegado a Sóar, el Señor hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra; las destruyó junto con todos los que vivían en ellas, y acabó con todo lo que crecía en aquel valle. Pero la mujer de Lot, que venía siguiéndole, miró hacia atrás y allí mismo quedó convertida en una estatua de sal.
Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al lugar donde había estado hablando con el Señor; miró hacia Sodoma y Gomorra, y por todo el valle, y vio que de toda la región subía humo, como si fuera un horno. Así fue como Dios destruyó las ciudades del valle donde Lot vivía, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot del lugar de la destrucción. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 25
R. Tengo ante los ojos tu bondad, Señor.
- Examíname, ¡ponme a prueba!, ¡pon a prueba mis pensamientos y mis sentimientos más profundos! Yo tengo presente tu amor y te he sido fiel. R.
- No me quites la vida junto con los pecadores; no me hagas correr la suerte de los asesinos, de esos que tienen las manos llenas de maldad y soborno. R.
- Pero mi vida es intachable; ¡sálvame, ten compasión de mí! Mis pies están en terreno firme; ¡bendeciré al Señor en presencia de su pueblo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 23-27
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: — ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!
Él les contestó: — ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes!
Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: — ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen? Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 JULIO – MIÉRCOLES – SANTO TOMÁS, APÓSTOL.

Ef 2, 19-22 / Sal 116 / Jn 20, 24-29 – Rojo

5. Oración Colecta
Padre todopoderoso, tu que concediste a santo Tomas reconocer a Cristo como su Señor y su Dios; por intercesión de este apóstol, haz que crezcamos en la fe, para que creyendo firmemente en tu Hijo Jesucristo, podamos participar de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ef 2, 19-22
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal. En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio
- Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
- Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna!. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 24-29
† Lectura del Evangelio según san Juan
Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor.
Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: — ¡Paz a ustedes!
Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Tomás entonces exclamó: — ¡Mi Señor y mi Dios!
Jesús le dijo: — ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en esta festividad de santo Tomás, apóstol, y conserva en nosotros los dones de tu redención. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Padre misericordioso, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, haz que, junto con el apóstol Tomas, reconozcamos en Cristo a nuestro Señor y a nuestro Dios y demos testimonio con la vida de lo que creemos. Por Jesucristo.


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4 JULIO – JUEVES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 22, 1-19 / Sal 114 / Mt 9, 1-8 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 22, 1-19
Lectura del libro del Génesis
Después de algún tiempo, Dios puso a prueba la fe de Abraham. Lo llamó por su nombre, y él contestó: —Aquí estoy.
Y Dios le dijo:–Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y vete a la tierra de Moria. Una vez allá, ofrécelo en holocausto sobre el cerro que yo te señalaré.
Al día siguiente, muy temprano, Abraham se levantó y ensilló su asno; cortó leña para el holocausto y se fue al lugar que Dios le había dicho, junto con su hijo Isaac y dos de sus siervos. Al tercer día, Abraham alcanzó a ver el lugar desde lejos. Entonces les dijo a sus siervos: —Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante, adoraremos a Dios, y luego regresaremos.
Abraham tomó la leña para el holocausto y la puso sobre los hombros de Isaac; luego tomó el cuchillo y el fuego, y se fueron los dos juntos. Poco después Isaac le dijo a Abraham: —¡Padre!
—¿Qué quieres, hijo? —le contestó Abraham.
—Mira —dijo Isaac—, tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?
—Dios se encargará de que haya un cordero para el holocausto, hijito —respondió su padre.
Y siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, Abraham construyó un altar y preparó la leña; luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña; pero en el momento de tomar el cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham!
—Aquí estoy —contestó él.
El ángel le dijo: —No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo.
Abraham se fijó, y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos entre las ramas de un arbusto; entonces fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. Después Abraham le puso este nombre a aquel lugar: “El Señor da lo necesario.” Por eso todavía se dice: “En el cerro, el Señor da lo necesario.”
El ángel del Señor llamó a Abraham desde el cielo por segunda vez, y le dijo: —El Señor ha dicho: ‘Puesto que has hecho esto y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo que te bendeciré mucho. Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. Además, ellos siempre vencerán a sus enemigos, y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de ellos, porque me has obedecido.’
Abraham regresó al lugar donde se habían quedado sus siervos. Después todos juntos se fueron a Beerseba, donde Abraham se quedó a vivir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 114
R. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
- Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas, porque me ha prestado atención. ¡Toda mi vida lo invocaré! R.
- La muerte me enredó en sus lazos, la angustia del sepulcro me alcanzó y me hallé preso del miedo y del dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor y le rogué que me salvara la vida. R.
- El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo ternura. El Señor cuida de los sencillos. Cuando yo estaba sin fuerzas, me salvó. R.
- Porque me ha librado de la muerte, porque me ha librado de llorar y de caer. Seré obediente al Señor en el mundo de los que viven. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un día, Jesús subió a una barca, pasó al otro lado del lago y llegó a su propio pueblo. Allí le llevaron un paralítico, acostado en una camilla; y cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:–Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley pensaron: “Lo que este ha dicho es una ofensa contra Dios.” Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: —¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El paralítico se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente tuvo miedo y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 JULIO – VIERNES – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 23, 1-4.19; 24, 1-8. 62-67 / Sal 105 / Mt 9, 9-13 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 23, 1-4.19; 24, 1-8. 62-67
Lectura del libro del Génesis
Sara vivió ciento veintisiete años, y murió en Quiriat-arbá, o sea la ciudad de Hebrón, en la tierra de Canaán. Abraham lloró por la muerte de Sara y le guardó luto. Luego salió de donde estaba el cadáver de Sara y fue a decirles a los hititas  de aquel lugar:—Aunque soy un extranjero entre ustedes, véndanme un sepulcro para enterrar a mi esposa.
Después de esto Abraham enterró a Sara en la cueva que estaba en el terreno de Macpelá, al oriente de Mamré, lugar que también es conocido con el nombre de Hebrón, y que está en Canaán.
Abraham era ya muy viejo, y el Señor lo había bendecido en todo. Un día llamó al más viejo de sus siervos, el que estaba a cargo de todo lo suyo, y le dijo: —Pon tu mano debajo de mi muslo, y júrame por el Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo Isaac se case con una mujer de esta tierra de Canaán, donde yo vivo, sino que irás a mi tierra y escogerás una esposa para él entre las mujeres de mi familia.
El siervo le contestó:—Pero si la mujer no quiere venir conmigo, ¿qué hago? ¿Debo entonces llevar a su hijo a la tierra de donde usted salió?
Abraham le dijo:—¡No, no lleves allá a mi hijo! El Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mis parientes y me prometió dar esta tierra a mis descendientes, también enviará su ángel delante de ti para que traigas de allá una esposa para mi hijo. Si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este compromiso, pero ¡de ninguna manera lleves allá a mi hijo!
Isaac había vuelto del pozo llamado “El que vive y me ve”, pues vivía en la región del Négueb. Había salido a dar un paseo al anochecer. En esto vio que unos camellos se acercaban. Por su parte, Rebeca también miró y, al ver a Isaac, se bajó del camello y le preguntó al siervo:—¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros?
—Es mi amo —contestó el siervo.
Entonces ella tomó su velo y se cubrió la cara.
El siervo le contó a Isaac todo lo que había hecho. Luego Isaac llevó a Rebeca a la tienda de campaña de su madre Sara, y se casó con ella. Isaac amó mucho a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
- Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
- Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna!. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 9-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: —Sígueme.
Entonces Mateo se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en la casa, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, llegaron y se sentaron también a la mesa junto con Jesús y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: — ¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó y les dijo: —Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL O
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6 JULIO – SÁBADO – 13ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 27, 1-5.15-19 / Sal 134 / Mt 9, 14-17 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 27, 1-5.15-19
Lectura del libro del Génesis
Cuando Isaac estaba ya muy viejo, y se había quedado ciego. Un día llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: —¡Hijo mío!
—Dime, padre —contestó Esaú.
—Ya ves que estoy muy viejo —dijo Isaac—, y un día de estos me puedo morir. Por eso quiero que vayas al monte con tu arco y tus flechas para cazar algún animal. Prepara luego un guisado sabroso, como a mí me gusta, y tráelo para que yo lo coma. Entonces te daré mi bendición antes de morir.
Pero Rebeca estaba oyendo lo que Isaac le decía a Esaú. Por eso, en cuanto este se fue al monte a cazar algo para su padre, sacó la mejor ropa de Esaú, su hijo mayor, que estaba guardada en la casa, y se la puso a Jacob, su hijo menor. Luego, con la piel de los cabritos, le cubrió a Jacob los brazos y la parte del cuello donde no tenía pelo, y le dio el guisado y el pan que había preparado.
Entonces Jacob entró donde estaba su padre, y le dijo: —¡Padre!
—Aquí estoy. ¿Cuál de mis hijos eres tú? —preguntó Isaac.
—Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Ya hice lo que me dijiste. Levántate, por favor; siéntate y come del animal que he cazado, y dame tu bendición. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 134
R. Te alabamos, Señor, porque eres bueno.
- Alaben el nombre del Señor; alábenlo ustedes, siervos suyos, que están en el templo del Señor, en los atrios del templo del Dios nuestro. R.
- Alaben al Señor, porque él es bueno; canten himnos a su nombre, porque él es bondadoso. Pues escogió a Jacob, a Israel, para que fuera su tesoro propio. R.
- Yo sé muy bien que el Señor nuestro Dios es más grande que todos los dioses. El Señor hace todo lo que quiere, lo mismo en el cielo que en la tierra, lo mismo en el mar que en sus profundidades. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 14-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: —Nosotros y los fariseos ayunamos mucho, ¿por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó: — ¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; entonces sí ayunarán.
“Nadie arregla un vestido viejo con un remiendo de tela nueva, porque el remiendo nuevo se encoge y rompe el vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque los cueros se revientan, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos, para que así se conserven las dos cosas.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 JULIO – DOMINGO – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 66,10-14c / Sal 65 / Gal 6,14-18 / Lc 10,1-12.17-20 – Verde

 5. Oración Colecta
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría y, alcanzar la plenitud de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: Is 66,10-14c
Lectura del libro del profeta Isaías
“Alégrense con Jerusalén, llénense de gozo con ella todos los que la aman; únanse a su alegría todos los que han llorado por ella; y ella, como una madre, los alimentará de sus consuelos hasta que queden satisfechos. Porque yo, el Señor, digo: Yo haré que la paz venga sobre ella como un río, y las riquezas de las naciones como un torrente desbordado. Ella los alimentará a ustedes, los llevará en sus brazos y los acariciará sobre sus rodillas. Como una madre consuela a su hijo, así los consolaré yo a ustedes, y encontrarán el consuelo en Jerusalén.”
Cuando ustedes vean esto, su corazón se alegrará; su cuerpo se renovará como la hierba. El Señor dará a conocer su poder entre sus siervos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra.
Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas. Díganle a Dios: “Tus obras son maravillosas.” R.
Todo el mundo te adora y canta himnos a tu nombre. Vengan a ver las obras de Dios, las maravillas que ha hecho por los hombres. R.
Convirtió el mar en tierra seca, y nuestros antepasados cruzaron el río a pie; ¡alegrémonos en Dios! Con su poder, gobierna para siempre. R.
¡Vengan todos ustedes, los que tienen temor de Dios! ¡Escuchen, que voy a contarles lo que ha hecho por mí! ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor! R.

8. Segunda Lectura: Gal 6,14-18
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Gálatas
Hermanos: En cuanto a mí, de nada quiero gloriarme sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Pues por medio de la cruz de Cristo, el mundo ha muerto para mí y yo he muerto para el mundo. De nada vale estar o no estar circuncidados; lo que sí vale es el haber sido creados de nuevo. Reciban paz y misericordia todos los que viven según esta regla, y todos los del Israel de Dios. De ahora en adelante no quiero que nadie me cause más dificultades; pues llevo marcadas en mi cuerpo las señales de lo que he sufrido en unión con Jesús.
Hermanos, que nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia sobre todos ustedes. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10,1-12.17-20
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús escogió a setenta y dos discípulos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Les dijo: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Vayan ustedes; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie en el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: ‘Paz a esta casa.’ Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, ustedes nada perderán. Quédense en la misma casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Pero si llegan a un pueblo y no los reciben, salgan a las calles diciendo: ‘¡Hasta el polvo de su pueblo, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos como protesta contra ustedes! Pero sepan esto, que el reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Les digo que en aquel día el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de Sodoma.”
Los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo:—¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!
Jesús les dijo:—Sí, pues yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo. Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño. Pero no se alegren de que los espíritus los obedezcan, sino de que sus nombres ya están escritos en el cielo. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones, respondiendo: Escucha, Señor a tu pueblo.
- Oremos a Dios Padre por todos aquellos que sirven al pueblo de Dios, para que el Señor les dé fuerza y sabiduría para cumplir su misión. Oremos. R.
- Para que Dios nos conceda la paz; transmitiendo la paz del cielo a la tierra, tanto la paz espiritual como la paz social. Oremos. R.
- Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los mantenga en este santo propósito. Oremos. R.
- Oremos también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse y purificarse por medio de los sacramentos. Oremos. R.
- Oremos, finalmente, por los fieles difuntos, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, los tenga entre los santos. Oremos. R.
+ Oremos: escucha, Padre, nuestras oraciones e ilumínanos con la luz de tu Espíritu, para que experimentemos el poder de Cristo. Que vive y reina.

Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina.

21. Oración después de la Comunión
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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8 JULIO – LUNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 28, 10-22 / Sal 90 / Mt 9, 18-26 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 28, 10-22
Lectura del libro del Génesis
Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir. Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes. Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido.”
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: “En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.” Tuvo mucho miedo, y pensó: “Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!”
Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel. Allí Jacob hizo esta promesa: “Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 90
R. Señor, en ti confío.
- El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: “Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!” R.
- Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! R.
- “Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 18-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Mientras Jesús estaba hablando, un jefe de los judíos llegó, se arrodilló ante él y le dijo: —Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida.
Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él. Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: —Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada.
Y desde aquel mismo momento quedó sana.
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio que los músicos estaban preparados ya para el entierro y que la gente lloraba a gritos, les dijo: —Sálganse de aquí, pues la muchacha no está muerta, sino dormida. La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró y tomó de la mano a la muchacha, y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo que había pasado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 JULIO – MARTES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 32, 22-32 / Sal 16 / Mt 9, 32-38 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 32, 22-32
Lectura del libro del Génesis
En aquellos días, todavía de noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo lo que tenía. Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo: —Suéltame, porque ya está amaneciendo.
—Si no me bendices, no te soltaré —contestó Jacob.
—¿Cómo te llamas? —preguntó aquel hombre.
—Me llamo Jacob —respondió él.
Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
—Ahora dime cómo te llamas tú —preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó: —¿Para qué me preguntas mi nombre?
Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.” Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando. Por eso hasta el día de hoy los descendientes de Israel no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16
R. Señor, escucha nuestra súplica.
- Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
- ¡Que venga de ti mi sentencia, pues tú sabes lo que es justo! Tú has penetrado mis pensamientos; de noche has venido a vigilarme; me has sometido a pruebas de fuego, y no has encontrado maldad en mí. R.
- He seguido firme en tus caminos; jamás me he apartado de ellos. Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. Dame una clara muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. R.
- Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas. Pero yo, en verdad, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 32-38
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía:–¡Nunca se ha visto en Israel una cosa igual! Pero los fariseos decían: –Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos.
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 JULIO – MIÉRCOLES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a / Sal 32 / Mt 10, 1-7 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a
Lectura del libro del Génesis
Cuando los habitantes de Egipto comenzaron a tener hambre, fueron a pedirle trigo al faraón. Entonces el faraón les dijo a todos los egipcios: “Vayan a ver a José, y hagan lo que él les diga.”
Cuando el hambre se extendió por todo el país, José abrió todos los graneros donde había trigo, para venderlo a los egipcios; pues el hambre era cada vez peor. Y venían de todos los países a Egipto, a comprarle trigo a José. Los hijos de Israel fueron entre otros que también iban a comprar, porque en toda la tierra de Canaán había hambre.
José era el gobernador del país, y el que vendía trigo a la gente que llegaba de todas partes. Cuando sus hermanos se presentaron ante él, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y les preguntó en forma brusca: —¡Ustedes!, ¿de dónde vienen?
—Venimos de Canaán, a comprar trigo —contestaron ellos.
José los tuvo presos a todos ellos durante tres días, pero al tercer día les dijo: —Yo tengo temor de Dios. Hagan esto y se les perdonará la vida: si son de veras honrados, dejen en la cárcel a uno de sus hermanos, y los demás vayan y lleven trigo para que coman sus familias. Tráiganme luego a su hermano menor, y veremos si han dicho la verdad. Si no, morirán.
Ellos aceptaron, pero se decían el uno al otro: —Verdaderamente nos portamos muy mal con nuestro hermano, pues no le hicimos caso cuando nos rogaba que le tuviéramos compasión, aunque veíamos que estaba afligido. Por eso ahora nos ha venido esta aflicción.
Y Rubén les contestó: —Yo les dije que no le hicieran daño al muchacho; pero no me hicieron caso, y ahora tenemos que responder por su muerte.
Ellos no sabían que José les entendía, porque él había estado hablándoles por medio de un intérprete. José se apartó de ellos y se puso a llorar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
- Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio, cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! R.
- El Señor hace fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los proyectos del Señor permanecen firmes para siempre. R.
- Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 1-7
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: “No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 JULIO – JUEVES – SAN BENITO ABAD

Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5 / Sal 104 / Mt 10, 7-15 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que nos has dado en san Benito un maestro admirable de vida consagrada a ti, haz que, siguiendo su ejemplo, antepongamos tu amor a todas las cosas y procuremos el bien de los demás antes que el nuestro. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5

Lectura del libro del Génesis
Judá se acercó a José y le dijo: —Yo le ruego a usted, señor, que me permita decirle algo en secreto. Por favor, no se enoje conmigo, pues usted es como si fuera el mismo faraón. Usted nos preguntó si teníamos padre o algún otro hermano, y nosotros le contestamos que teníamos un padre anciano y un hermano todavía muy joven, que nació cuando nuestro padre ya era anciano. También le dijimos que nuestro padre lo quiere mucho, pues es el único hijo que le queda de la misma madre, porque su otro hermano murió. Entonces usted nos pidió que lo trajéramos, porque quería conocerlo. Nos dijo que si él no venía con nosotros, no volvería a recibirnos.
“Cuando regresamos junto a mi padre, le contamos todo lo que usted nos dijo. Entonces nuestro padre nos ordenó: ‘Regresen a comprar un poco de trigo’; pero nosotros le dijimos: ‘No podemos ir, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros; porque si él no nos acompaña, no podremos ver a ese señor.’ Y mi padre nos dijo: ‘Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos; uno de ellos se fue de mi lado, y desde entonces no lo he visto. Estoy seguro de que un animal salvaje lo despedazó. Si se llevan también a mi otro hijo de mi lado, y le pasa algo malo, ustedes tendrán la culpa de que este viejo se muera de tristeza.’
José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: “¡Salgan todos de aquí!” Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.
Entonces se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón. José les dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía?
Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo: —Por favor, acérquense a mí.
Cuando ellos se acercaron, él les dijo: —Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto; pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Recordemos los prodigios del Señor.
- Hizo venir hambre a aquella tierra, y les quitó todo alimento. Pero envió delante de ellos a José, al que habían vendido como esclavo. R.
- Le lastimaron los pies con cadenas; ¡lo aprisionaron con hierros! La palabra del Señor puso a prueba a José, hasta que se cumplió lo que José había anunciado. R.
- El rey, el que gobernaba a mucha gente, ordenó que le dieran libertad; lo nombró amo y señor de su casa y de todo cuanto tenía. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 7-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
“No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento. “Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán. Y si no los reciben ni los quieren oír, salgan de la casa o del pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. Les aseguro que en el día del juicio el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de la región de Sodoma y Gomorra.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad los dones que te presentamos en esta festividad de san Benito y haz que, a ejemplo suyo, te busquemos a ti únicamente a fin de que podamos alcanzar el don de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, haz que, a imitación de san Benito abad, te sirvamos fielmente y pongamos en práctica un sincero amor fraterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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12 JULIO – VIERNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 46, 1-7.28-30 / Sal 36 / Mt 10, 16-23 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 46, 1-7.28-30

Lectura del libro del Génesis

Israel se puso en camino con todo lo que tenía. Cuando llegó a Beerseba, ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Esa noche Dios habló con Israel en una visión, llamándolo por su nombre, Jacob. Y él contestó: —Aquí estoy.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación. Iré contigo a Egipto, y yo mismo sacaré de allí a tus descendientes. Además, cuando mueras, José estará a tu lado.
Después Jacob se fue de Beerseba. Los hijos de Israel pusieron a su padre, y a los hijos y mujeres de ellos, en las carretas que el faraón había enviado para llevarlos. Jacob y todos los suyos se fueron a Egipto, y se llevaron sus vacas y ovejas y todo lo que habían llegado a tener en Canaán. Todos sus hijos, hijas, nietos y nietas, se fueron con él.
Jacob envió antes a Judá a ver a José, para que viniera a recibirlo a la región de Gosen. Cuando llegaron a Gosen, José ordenó que prepararan su carro para ir a recibir a su padre. Cuando se presentó delante de su padre, lo abrazó y estuvo llorando largo rato sobre su hombro. Entonces Israel le dijo a José: —Después de verte personalmente y encontrarte vivo todavía, ¡ya puedo morirme! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36
R. La salvación del justo es el Señor.
- Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
- El Señor cuida de los que viven sin tacha, y la herencia de ellos durará para siempre. En épocas malas, cuando haya hambre, no pasarán vergüenza, pues tendrán suficiente comida. R.
- Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia. R.
- La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 16-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 JULIO – SÁBADO – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 49, 29-33; 50, 15-24 / Sal 104 / Mt 10, 24-33 – Verde

6. Primera Lectura: Gn 49, 29-33; 50, 15-24
Lectura del libro del Génesis
Un día, Jacob dio esta orden a sus hijos: “Ya me falta poco para morir. Entiérrenme junto a mis antepasados en la cueva que está en el terreno de Efrón el hitita, allá en la tierra de Canaán; es decir, la cueva que está en Macpelá, frente a Mamré, la que Abraham compró junto con el mismo terreno de Efrón, para que fuera el sepulcro de la familia. Allí enterraron a Abraham y a su esposa Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y allí también enterré a Lía. El terreno y la cueva que allí está fueron comprados a los hititas.”
Cuando Jacob terminó de dar estas instrucciones a sus hijos, volvió a acostarse y murió. Como Jacob había muerto, los hermanos de José pensaron: “Tal vez José nos odia, y se va a vengar de todo el mal que le hicimos.” Entonces le mandaron a decir: “Antes de que tu padre muriera, nos ordenó que te dijéramos: ‘Por favor, te pido que perdones la maldad y pecado de tus hermanos, que tan mal te trataron.’ Por eso te rogamos que perdones nuestra maldad, pues somos siervos del Dios de tu padre.”
Mientras los mensajeros le daban este mensaje, José lloraba. Entonces llegaron sus propios hermanos, se inclinaron delante de él hasta tocar el suelo con la
frente, y le dijeron: —Aquí nos tienes. Somos tus esclavos.
Pero José les contestó: —No tengan miedo. Yo no puedo ponerme en lugar de Dios. Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente. Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos.
Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño.
José y la familia de su padre siguieron viviendo en Egipto. José vivió ciento diez años, y llegó a ver a los bisnietos de Efraín. También alcanzó a recibir como miembros de la familia a los hijos de su nieto Maquir, que era hijo de Manasés.
Un día José les dijo a sus hermanos: “Me falta poco para morir, pero Dios vendrá a ayudarlos, y los sacará de este país para llevarlos a la tierra que les prometió a Abraham, Isaac y Jacob.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Cantemos la grandeza del Señor.
- ¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! R.
- Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. R.
- Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 24-33
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus apóstoles: “Ningún discípulo es más que su maestro, y ningún criado es más que su amo. El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si al jefe de la casa lo llaman Beelzebú, ¿qué dirán de los de su familia?
“No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.  “¿No se venden dos pajarillo por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
“Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 JULIO – DOMINGO – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Dt 30, 10-14 / Sal 68 / Col 1, 15-20 / Lc 10, 25-37  – Verde

5. Oración Colecta
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dt 30, 10-14
Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés dijo al pueblo: “El Señor su Dios les hará prosperar en todo lo que hagan, si le obedecen y cumplen sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y se vuelven a él con todo su corazón y con toda su alma.
“Este mandamiento que hoy les doy no es demasiado difícil para ustedes, ni está fuera de su alcance. No está en el cielo, para que se diga: ‘¿Quién puede subir al cielo por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?’ Tampoco está del otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo pongamos en práctica?’ Al contrario, el mandamiento está muy cerca de ustedes; está en sus labios y en su pensamiento, para que puedan cumplirlo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. Señor, por tu inmensa ternura, fíjate en mí.
Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! Señor, respóndeme; ¡tú eres bueno y todo amor! Por tu inmensa ternura, fíjate en mí. R.
Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud. R.
Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. R.
Pues Dios salvará a Sión y reconstruirá las ciudades de Judá. Los hijos de sus siervos heredarán la ciudad; allí vivirán y tomarán posesión de ella; ¡los que aman su nombre la habitarán! R.

8. Segunda Lectura: Col 1, 15-20
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado. En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder. Todo fue creado por medio de él y para él. Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo. Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino, y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 25-37
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó:—Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le contestó:—¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees?
El maestro de la ley contestó:—‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y, con toda tu mente’; y ‘ama a tu prójimo como a ti mismo.’
Jesús le dijo:—Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida.
Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús:—¿Y quién es mi prójimo?
Jesús entonces le contestó:—Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: ‘Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva.’ Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos?
El maestro de la ley contestó:—El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo:—Pues ve y haz tú lo mismo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos confiadamente nuestras súplicas ante el Señor. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios para los que proclaman la palabra divina y para todos los ministros que sirven a la Iglesia, roguemos al Señor. R.
Por  el pueblo de Israel, por todos los cristianos que no profesas la fe católica y apostólica y por los que no conocen al Dios vivo, roguemos al Señor. R.
Por los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución, roguemos al Señor. R.
Invoquemos con fe al Señor para que conceda paz y felicidad de los que ahora estamos aquí en la casa del Señor, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Padre todopoderoso, nuestras oraciones y concédenos que, llenos del Espíritu Santo, anunciemos al mundo, el Evangelio. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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15 JULIO – LUNES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 1, 8-14.22 / Sal 123 / Mt 10, 34-42; 11, 1 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 1, 8-14.22
Lectura del libro del Éxodo
Después hubo un nuevo rey en Egipto, que no había conocido a José, y que le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; así que debemos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque puede ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vayan de este país.”
Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que los egipcios les tenían mucho miedo.
Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. Les amargaron la vida sometiéndolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad. El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: “Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 123
R. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
- Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo diga ahora Israel—, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres se levantaron para atacarnos, nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros. R.
- Entonces las aguas nos habrían arrastrado; ¡un río habría pasado sobre nosotros! ¡Entonces las aguas turbulentas habrían pasado sobre nosotros! ¡Bendito sea el Señor, que no dejó que nos despedazaran con sus dientes! R.
- Nos hemos escapado de la trampa como un ave que escapa del cazador; la trampa se rompió, y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, creador del cielo y de la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 34-42; 11, 1
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus apóstoles: “No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes. “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío; y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.
“El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá igual premio que el profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá el mismo premio que el justo. Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio.”
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de aquella región.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 JULIO – MARTES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 2, 1-15a / Sal 68 / Mt 11, 20-24 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 2, 1-15a
Lectura del libro del Éxodo
Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu, la cual quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver ella que el niño era hermoso, lo escondió durante tres meses; pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo; además le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él.
Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo: —Este es un niño hebreo.
Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón:—¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño?
—Ve por ella —contestó la hija del faraón.
Entonces la muchacha fue por la madre del niño, y la hija del faraón le dijo: —Toma a este niño y críamelo, y yo te pagaré por tu trabajo.
La madre del niño se lo llevó y lo crió, y ya grande se lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó Moisés, pues dijo: —Yo lo saqué del agua.
Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Entonces miró bien a todos lados y, al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente volvió a salir, y vio que dos hebreos se estaban peleando. Entonces preguntó al que maltrataba al otro: —¿Por qué golpeas a uno de tu propia raza?
Y aquel hebreo le contestó: —¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso piensas matarme, como mataste al egipcio?
Al oír esto, Moisés tuvo miedo, pues se dio cuenta de que ya se había descubierto la muerte del egipcio. En efecto, en cuanto el faraón supo que Moisés había dado muerte a un egipcio, lo mandó buscar para matarlo; pero Moisés huyó y se fue a vivir a la región de Madián. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. Busquen al Señor y vivirán.
- Me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente. R.
- Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! R.
- Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud. R.
- Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 20-24
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían vuelto a Dios. Decía Jesús: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y ceniza. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ti será peor que para la región de Sodoma.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 JULIO – MIÉRCOLES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 1-6.9-12 / Sal 102 / Mt 11, 25-27 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 1-6.9-12
Lectura del libro del Éxodo
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián, y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, que se llama Horeb. Allí el ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio cuenta de que la zarza ardía con el fuego, pero no se consumía. Entonces pensó: “¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.”
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés!
—Aquí estoy —contestó Moisés.
Entonces Dios le dijo: —No te acerques. Y descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.
Y añadió: —Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Mira, he escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los maltratan mucho. Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
Entonces Moisés le dijo a Dios: —¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?
Y Dios le contestó: —Yo estaré contigo, y esta es la señal de que yo mismo te envío: cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en este monte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
- Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
- El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 25-27     
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 JULIO – JUEVES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 13-20 / Sal 104 / Mt 11, 28-30 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 13-20
Lectura del libro del Éxodo
Moisés le respondió al Señor: —El problema es que si yo voy y les digo a los israelitas: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes,’ ellos me van a preguntar: ‘¿Cómo se llama?’ Y entonces, ¿qué les voy a decir?
Y Dios le contestó:–YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a los israelitas: ‘YO SOY me ha enviado a ustedes.’
Además, Dios le dijo a Moisés: —Di también a los israelitas: ‘El Señor, el Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes.’ Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todos los siglos. Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: ‘El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo que ha puesto su atención en ustedes, y que ha visto el trato que les dan en Egipto. También me dijo que los va a librar de los sufrimientos en Egipto, y que los va a llevar al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra donde la leche y la miel corren como el agua.’ Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al rey de Egipto, y le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Por lo tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.’ Sin embargo, yo sé muy bien que el rey de Egipto no los dejará salir, si no es por la fuerza. Por lo tanto, yo mostraré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las cosas asombrosas que haré en su país; después de eso el faraón los dejará salir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor nunca olvida su alianza.
- ¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Recuerden sus obras grandes y maravillosas, y los decretos que ha pronunciado R.
- Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.
- Dios hizo grande en número a su pueblo, y más fuerte que los egipcios. Pero hizo que los egipcios se pusieran en contra de su pueblo y engañaran a los siervos de Dios. R.
- Entonces Dios envió a su siervo Moisés, y a Aarón, a quien había escogido, y ellos realizaron señales de Dios en el desierto: ¡grandes maravillas en la tierra de Cam! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 28-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 JULIO – VIERNES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 11, 10; 12, 1-14 / Sal 115 / Mt 12, 1-8 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 11, 10; 12, 1-14

Lectura del libro del Éxodo
Moisés y Aarón hicieron muchas maravillas delante del faraón, pero como el Señor lo había hecho ponerse terco, el faraón no dejó salir de Egipto a los israelitas.
El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo: “Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: ‘El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor, lo he dicho. ‘La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Cumpliré mis promesas al Señor.
- ¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
- Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. ¡Oh Señor, yo soy tu siervo! ¡Yo soy el hijo de tu sierva! Tú has roto los lazos que me ataban. R.
- En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 1-8            
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel tiempo, Jesús caminaba un sábado entre los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas de trigo y a comer los granos. Los fariseos lo vieron, y dijeron a Jesús: —Mira, tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado.
Él les contestó: — ¿No han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Pues entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados a Dios, los cuales no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes. ¿O no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes en el templo no cometen pecado aunque no descansen el sábado? Pues les digo que aquí hay algo más importante que el templo. Ustedes no han entendido el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Si lo hubieran entendido, no condenarían a quienes no han cometido ninguna falta. Pues bien, el Hijo del hombre tiene autoridad sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 JULIO – SÁBADO – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 12, 37-42 / Sal 135 / Mt 12, 14-2 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 12, 37-42
Lectura del libro del Éxodo
Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar. Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 135
R. Demos gracias al Señor, porque él es bueno.
- Al que nos recuerda cuando estamos abatidos, porque su amor es eterno. Al que nos libra de nuestros enemigos, porque su amor es eterno. R.
- Al que hirió al primer hijo de toda familia egipcia, porque su amor es eterno. Extendiendo su brazo con gran poder, porque su amor es eterno. R.
- Al que partió en dos el Mar Rojo, porque su amor es eterno. Al que hundió en el Mar Rojo al Faraón y su ejército, porque su amor es eterno. R

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 14-21     
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los fariseos comenzaron a hacer planes para matar a Jesús. Jesús, al saberlo, se fue de allí, y mucha gente lo siguió. Jesús sanaba a todos los enfermos, y les ordenaba que no hablaran de él en público. Esto fue para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: “Aquí está mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien me deleito. Pondré sobre él mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones. No protestará ni gritará; nadie oirá su voz en las calles. No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que apenas humea, hasta que haga triunfar la justicia. Y las naciones pondrán su esperanza en él.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 JULIO – DOMINGO – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 18, 1-10a / Sal 14 / Col 1, 24-28 / Lc 10, 38-42 – Verde

5. Oración Colecta
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Gn 18, 1-10a
Lectura del libro de Génesis
El Señor se le apareció a Abraham en el bosque de encinas de Mamré, mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía. Abraham levantó la vista y vio que tres hombres estaban de pie frente a él. Al verlos, se levantó rápidamente a recibirlos, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y dijo:—Mi señor, por favor le suplico que no se vaya en seguida. Si a usted le parece bien, voy a pedir un poco de agua para que se laven los pies y luego descansen un rato bajo la sombra del árbol. Ya que han pasado por donde vive este servidor suyo, les voy a traer algo de comer para que repongan sus fuerzas antes de seguir su camino. —Bueno, está bien —contestaron ellos.
Abraham entró en su tienda de campaña y le dijo a Sara:—¡Rápido! Toma unos veinte kilos de la mejor harina y haz unos panes.
Luego Abraham corrió a donde estaba el ganado, escogió el mejor de los becerros, y se lo dio a uno de sus sirvientes, quien lo preparó inmediatamente para la comida. Además del becerro, Abraham les ofreció cuajada y leche, y estuvo atento a servirles mientras ellos comían debajo del árbol.
Al terminar de comer, los visitantes le preguntaron a Abraham:—¿Dónde está tu esposa Sara? —Allí, en la tienda de campaña —respondió él.
Entonces uno de ellos dijo:—El año próximo volveré a visitarte, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14
R. Señor, ¿quién puede residir en tu santuario?
Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie. R.
El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor; el que cumple sus promesas aunque le vaya mal. R.
El que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.

8. Segunda Lectura: Col 1, 24-28

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Ahora me alegro de lo que sufro por ustedes, porque de esta manera voy completando, en mi propio cuerpo, lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la iglesia, que es su cuerpo. Dios ha hecho de mí un servidor de la iglesia, por el encargo que él me dio, para bien de ustedes, de anunciar en todas partes su mensaje, es decir, el designio secreto que desde hace siglos y generaciones Dios tenía escondido, pero que ahora ha manifestado al pueblo santo. A ellos Dios les quiso dar a conocer la gloriosa riqueza que ese designio encierra para todas las naciones. Y ese designio secreto es Cristo, que está entre ustedes y que es la esperanza de la gloria que han de tener.
Nosotros anunciamos a Cristo, aconsejando y enseñando a todos en toda sabiduría, para presentarlos perfectos en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 38-42
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús llegó a una aldea, donde una mujer llamada Marta lo hospedó. Marta tenía una hermana llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía. Pero Marta, que estaba atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo:—Señor, ¿no te preocupa nada que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.
Pero Jesús le contestó:—Marta, Marta, estás preocupada y te inquietas por demasiadas cosas, pero solo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la va a quitar. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Dios de misericordia que podamos invocar su nombre como él desea. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
Por la paz y concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por nuestra salvación, roguemos al Señor. R.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor. R.
– Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor. R.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, por los que hacen el bien a nuestra Comunión y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor. R.
+ Óyenos Señor, y haz que, al escuchar la palabra de tu Hijo y al comer su cuerpo, lo reconozcamos como el buen pastor. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y fortalécenos, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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22 JULIO – LUNES – SANTA MARÍA MAGDALENA

Cant 3, 1-4 / Sal 62 / Jn 20, 1.11-18 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuera la primera en recibir de tu Hijo unigénito el encargo de anunciar el gozo de la resurrección, concédenos, que siguiendo su ejemplo, demos a conocer a todos que Cristo vive y nos acompaña cada día por medio de su Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Cant 3, 1-4
Lectura del libro del Cantar de los Cantares
Así dice la esposa: En mi cama, por las noches, busqué al amor de mi vida. Lo busqué y no lo encontré. Entonces me levanté y recorrí la ciudad buscando al amor de mi vida por las calles y las plazas. Lo busqué y no lo encontré.
Pregunté a los guardias que hacen la ronda de la ciudad: “¿No han visto ustedes al amor de mi vida?”
Apenas me había alejado de ellos, cuando encontré al amor de mi vida. Lo tomé de la mano, y sin soltarlo lo llevé a las habitaciones de mi madre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré. R.
Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
Pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 1.11-18
† Lectura del Evangelio según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro, y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.  Los ángeles le preguntaron: —Mujer, ¿por qué lloras?
Ella les dijo: —Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él. Jesús le preguntó: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: —Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.
Jesús entonces le dijo: — ¡María!
Ella se volvió y le dijo en hebreo: — ¡Rabuni! (que quiere decir: “Maestro”).
Jesús le dijo: —No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, los dones que te presentamos y acéptalos con el mismo agrado con que tu Hijo Jesucristo aceptó el homenaje de amor de María Magdalena. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que el sacramento que hemos recibido encienda, Señor, en nosotros aquel mismo amor ardiente y fiel de santa María Magdalena a Cristo, su maestro, que vive y reina.


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23 JULIO – MARTES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 14, 21-31; 15, 1a / Ex 15 / Mt 12, 46-50 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 14, 21-31; 15, 1a
Lectura del libro Éxodo
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda. Toda la caballería y los carros del faraón entraron detrás de ellos, y los persiguieron hasta la mitad del mar; pero a la madrugada el Señor miró de tal manera al ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, que provocó un gran desorden entre ellos; descompuso además las ruedas de sus carros, de modo que apenas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: —Huyamos de los israelitas, pues el Señor pelea a favor de ellos y contra nosotros.
Pero el Señor le dijo a Moisés: —Extiende tu brazo sobre el mar, para que el agua regrese y caiga sobre los egipcios, y sobre sus carros y caballería.
Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al amanecer, el agua volvió a su cauce normal. Cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con el mar, y así el Señor los hundió en él. Al volver el agua a su cauce normal, cubrió los carros y la caballería, y todo el ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. Ni un solo soldado del faraón quedó vivo. Sin embargo, los israelitas cruzaron el mar por tierra seca, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda.
En aquel día el Señor salvó a los israelitas del poder de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. Al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado contra Egipto, mostraron reverencia ante el Señor y tuvieron confianza en él y en su siervo Moisés. Entonces Moisés y los israelitas entonaron un canto en honor del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Éxodo 15
R. Alabemos al Señor por su victoria.
- Soplaste con furia, y el agua se amontonó; las olas se levantaron como un muro; ¡el centro del mar profundo se quedó inmóvil! El enemigo había pensado: ‘Los voy a perseguir hasta alcanzarlos, y voy a repartir lo que les quite hasta quedar satisfecho. Sacaré la espada, y mi brazo los destruirá.’ R.
- Pero soplaste, y el mar se los tragó; se hundieron como plomo en el agua tempestuosa. Oh, Señor, ¡ningún dios puede compararse a ti! ¡Nadie es santo ni grande como tú! ¡Haces cosas maravillosas y terribles! ¡Eres digno de alabanza! ¡Desplegaste tu poder y se los tragó la tierra! R.
- Oh, Señor, llévanos a vivir a tu santo monte, al lugar que escogiste para vivir, al santuario que afirmaste con tus manos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 46-50
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo. 
Pero él contestó al que le llevó el aviso: —¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?

Entonces, señalando a sus discípulos, dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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24 JULIO – MIÉRCOLES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 16, 1-5.9-15 / Sal 77 / Mt 13, 1-9 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 16, 1-5.9-15
Lectura del libro Éxodo
Toda la comunidad israelita salió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí. Era el día quince del mes segundo después de su salida de Egipto. Allí, en el desierto, todos ellos comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón. Y les decían:—¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allá nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos hasta llenarnos, pero ustedes nos han traído al desierto para matarnos de hambre a todos.
Luego Moisés le dijo a Aarón:—Di a todos los israelitas que se acerquen a la presencia del Señor,  pues él ha escuchado sus murmuraciones.
En el momento en que Aarón estaba hablando con los israelitas, todos ellos miraron hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en una nube. Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:—He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: ‘Al atardecer, ustedes comerán carne, y por la mañana comerán pan hasta quedar satisfechos. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.’
Aquella misma tarde vinieron codornices, las cuales llenaron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se decían unos a otros: “¿Y esto qué es?” Y Moisés les dijo:—Este es el pan que el Señor les da como alimento. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. ¡Dios los trajo con su poder!  
Quisieron ponerle a prueba pidiendo comida a su antojo. Hablaron contra él, diciendo: “¿Acaso puede Dios servir una mesa en el desierto? R.
Sin embargo, Dios dio órdenes a las nubes y abrió las puertas del cielo; ¡hizo llover sobre su pueblo el maná, trigo del cielo, para que comieran! R.
¡El hombre comió pan de ángeles! ¡Dios les dio de comer en abundancia! El viento del este y el viento del sur soplaron en el cielo; ¡Dios los trajo con su poder! R.
Hizo llover carne sobre su pueblo; ¡llovieron aves como arena del mar! Dios las hizo caer en medio del campamento y alrededor de las tiendas de campaña. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas.
Les dijo: “Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 JULIO – JUEVES – SANTIAGO EL MAYOR, APÓSTOL

Hch 4,33; 5,12a. 27-33; 12, 1b-2 / Sal 66 / Mt 20, 20-28 – Rojo

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Hch 4, 33; 5,12ª.27-32; 12,1b-2

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los apóstoles daban un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. Por medio de los apóstoles se hacían muchas señales y milagros entre la gente.
Al llegar, los llevaron ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo: —Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.
El rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga!
¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 20, 20-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó: — ¿Qué quieres?
Ella le dijo: —Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Jesús contestó: —Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?
Ellos dijeron: —Podemos.
Jesús les respondió: —Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.
Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo: —Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y, por intercesión del apóstol Santiago, purifica nuestros corazones para que podamos participar dignamente del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

21. Oración después de la Comunión

Por intercesión del apóstol Santiago, en cuya festividad hemos recibido con alegría tus santos sacramentos, concédenos, Señor, tu protección y ayuda. Por Jesucristo.


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26 JULIO – VIERNES – SANTOS JOAQUÍN Y ANA

Ecclo 44, 1.10-15 / Sal 131 / Mt 13, 16-17 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios de nuestros padres, que concediste a san Joaquín y a santa Ana el privilegio de ser los padres de María, la madre del Salvador, ayúdanos, por su intercesión, a alcanzar la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo

6. Primera Lectura: Ecclo 44, 1.10-15
Lectura del libro del Eclesiástico
Voy a hacer el elogio de los hombres buenos, nuestros antepasados de épocas diversas. Aquellos, fueron hombres de bien, y su esperanza no terminará. Sus bienes se conservan en su descendencia, y su herencia se transmitió a sus nietos. Por su fidelidad a la alianza, se mantiene aún su descendencia, y gracias a ellos viven las generaciones siguientes.
Su recuerdo permanecerá siempre, y sus buenas acciones no se olvidarán.
Sus cuerpos fueron enterrados en paz, y su fama durará por todas las edades.
La asamblea celebrará su sabiduría, y el pueblo proclamará su alabanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 131
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
El Señor hizo a David un firme juramento, juramento del que no va a desdecirse: “Pondré en tu trono a uno de tus descendientes.” R.
¡El Señor ha escogido el monte Sión! ¡Lo ha elegido para vivir allí! “Este es el monte donde siempre quiero estar; en él viviré, porque así me agradó.” R.
“Allí haré que renazca el poder de David. Ya he preparado una lámpara para el rey que he escogido. A sus enemigos los llenaré de vergüenza, pero a él lo cubriré de esplendor.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 16-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y concédenos participar por él de la salvación prometida en Cristo, a Abraham y a su descendencia. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Padre santo, que quisiste que tu Unigénito se hiciera hermano nuestro para convertirnos en hijos tuyos, concede a quienes has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, un verdadero espíritu filial y una sincera caridad fraterna. Por Jesucristo.


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27 JULIO – SÁBADO – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 24,3-8 / Sal 49 / Mt 13,24-30 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 24,3-8
Lectura del libro del Éxodo
Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:—¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!
Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel. Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. Después tomó el libro de la alianza y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:—Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo: —Esta es la sangre que confirma la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, sobre la base de todas estas palabras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 49
R. Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré.
El Señor, el Dios de los dioses, ha hablado; ha llamado a los que habitan la tierra del oriente al occidente. Dios resplandece desde Sión, la ciudad de belleza perfecta. R.
“Reúnan a los que me son fieles, a los que han hecho una alianza conmigo ofreciéndome un sacrificio.” Y el cielo declara que Dios es juez justo. R.
¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios; cumple al Altísimo tus promesas! Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré, y tú me honrarás.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13,24-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les contó esta otra parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: ‘Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ El dueño les dijo: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Los trabajadores le preguntaron: ‘¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?’ Pero él les dijo: ‘No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.’ ” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 JULIO – DOMINGO – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 18, 20-32 / Sal 137 / Col 2, 12-14 / Lc 11, 1-13 – Verde

5. Oración Colecta
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

6. Primera Lectura: Gn 18, 20-32
Lectura del libro de Génesis
El Señor le dijo a Abraham:—La gente de Sodoma y Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan grave, que ahora voy allá, para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me ha dicho. Así lo sabré.
Dos de los visitantes se fueron de allí a Sodoma, pero Abraham se quedó todavía ante el Señor. Se acercó un poco más a él, y le preguntó:—¿Vas a destruir a los inocentes junto con los culpables? Tal vez haya cincuenta personas inocentes en la ciudad. A pesar de eso, ¿destruirás la ciudad y no la perdonarás por esos cincuenta? ¡No es posible que hagas eso de matar al inocente junto con el culpable, como si los dos hubieran cometido los mismos pecados! ¡No hagas eso! Tú, que eres el Juez supremo de todo el mundo, ¿no harás justicia?
Entonces el Señor le contestó:—Si encuentro cincuenta inocentes en la ciudad de Sodoma, por ellos perdonaré a todos los que viven allí.
Pero Abraham volvió a decirle:—Perdona que sea yo tan atrevido al hablarte así, pues tú eres Dios y yo no soy más que un simple hombre; pero tal vez falten cinco inocentes para completar los cincuenta. ¿Solo por faltar esos cinco vas a destruir toda la ciudad?
Y el Señor contestó:—Si encuentro cuarenta y cinco inocentes, no la destruiré.
—Tal vez haya solo cuarenta inocentes ... —insistió Abraham.
—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad —dijo el Señor.
Pero Abraham volvió a suplicar:—Te ruego que no te enojes conmigo por insistir tanto en lo mismo, pero tal vez encuentres solamente treinta ...
Y el Señor volvió a decirle:—Hasta por esos treinta, perdonaré a la ciudad.
Abraham siguió insistiendo:—Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes?
Y el Señor respondió:—Por esos veinte, no destruiré la ciudad.
Todavía insistió Abraham:—Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez?
Y el Señor le dijo:—Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Cuando te llamé, Señor, me respondiste.
Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde, y de lejos reconoce al orgulloso. Cuando me encuentro en peligro, tú me mantienes con vida. R.
Despliegas tu poder y me salvas de la furia de mis enemigos. ¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno;¡no dejes incompleto lo que has emprendido! R.

8. Segunda Lectura: Col 2, 12-14
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Al ser bautizados, ustedes fueron sepultados con Cristo, y fueron también resucitados con él, porque creyeron en el poder de Dios, que lo resucitó. Ustedes, en otro tiempo, estaban muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida juntamente con Cristo, en quien nos ha perdonado todos los pecados. Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 11, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Una vez, Jesús estaba orando en un lugar; cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:–Señor, enséñanos a orar, lo mismo que Juan enseñó a sus discípulos.
Jesús les dijo:—Cuando oren, digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación.’
También les dijo Jesús:—Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y que a medianoche va a su casa y le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa, y no tengo nada que darle.’ Sin duda el otro no le contestará desde adentro: ‘No me molestes; la puerta está cerrada, y mis hijos y yo ya estamos acostados; no puedo levantarme a darte nada.’ Les digo que, aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, lo hará por su impertinencia, y le dará todo lo que necesita. Así que yo les digo: Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.
“¿Acaso alguno de ustedes, que sea padre, sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado, o de darle un alacrán cuando le pide un huevo? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos que el Espíritu Santo, inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo, diciendo: Te rogamos, Señor, óyenos.
Pidamos la gracia al Señor, por los que desean la  recibir el bautismo y por los que preparan el bautismo de sus hijos. Roguemos al Señor. R.
Por nuestro pueblo, por todos los que habitan en él, y por todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor la paz y la prosperidad. Roguemos al Señor. R.
Por los que persiguen a la Iglesia y por los pecadores que viven intranquilos, pidamos para ellos la luz del Espíritu y la conversión. Roguemos al Señor. R.
Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe. Roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestras oraciones y haz que, en Cristo, compartamos el pan y el amor con los necesitados. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que tu generosidad ha puesto en nuestras manos, y concédenos que este sacrificio santifique toda nuestra vida y nos conduzca a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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29 JULIO – LUNES – SANTA MARTA

1Jn 4, 7-16 / Sal 33 / Jn 11, 19-27 – Blanco

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que concediste a santa Marta el privilegio de hospedar y servir en su casa a tu Hijo, Jesucristo, concédenos, por su intercesión, no cerrar nunca nuestras puertas a los que nos necesitan, y ser recibidos por ti en tu Reino. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1 Jn 4, 7-16 
Lectura de la Primera carta del Apóstol Juan
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.
Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Bendigo al Señor en todo momento
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 11, 19-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Muchos judíos habían ido a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirlo; pero María se quedó en la casa. Marta le dijo a Jesús:–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas. Jesús le contestó:–Tu hermano volverá a vivir.
Marta le dijo: —Sí, ya sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último.
Jesús le dijo entonces: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Ella le dijo: —Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, al proclamar las maravillas que realizaste en santa Marta, te pedimos humildemente que, así como te fue grato el homenaje de su amor, también te sean agradables las ofrendas con que te manifestamos nuestra entrega. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Que la recepción del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo nos ayude, Señor, a comprender, por intercesión de santa Marta, que muchas cosas nos preocupan e inquietan, pero una sola es necesaria: amarte y servirte a Ti. Por Jesucristo.


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30 JULIO – MARTES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28 / Sal 102 / Mt 13, 36-43 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28
Lectura del libro del Éxodo
Moisés tomó la tienda de campaña y la puso a cierta distancia fuera del campamento, y la llamó tienda del encuentro con Dios. Cuando alguien quería consultar al Señor, iba a la tienda, la cual estaba fuera del campamento. Y cuando Moisés iba a la tienda, toda la gente se levantaba y permanecía de pie a la entrada de su propia tienda de campaña, siguiendo a Moisés con la mirada hasta que este entraba en la tienda. En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la tienda, mientras el Señor hablaba a Moisés. Y cuando la gente veía que la columna de nube se detenía a la entrada de la tienda, cada uno se arrodillaba a la entrada de su propia tienda en actitud de adoración.
Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo, y después Moisés regresaba al campamento. Pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, nunca se apartaba del interior de la tienda.
Entonces el Señor bajó en una nube y estuvo allí con Moisés, y pronunció su propio nombre. Pasó delante de Moisés, diciendo en voz alta: —¡El Señor! ¡El Señor! ¡Dios tierno y compasivo, paciente y grande en amor y verdad! Por mil generaciones se mantiene fiel en su amor y perdona la maldad, la rebeldía y el pecado; pero no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, en los bisnietos y en los tataranietos.
Rápidamente Moisés se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y adoró al Señor diciendo: —¡Señor! ¡Señor! Si en verdad me he ganado tu favor, acompáñanos. Esta gente es realmente muy terca, pero perdónanos nuestros pecados y maldad, y acéptanos como tu pueblo.
Moisés se quedó allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Allí escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez mandamientos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.
- El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos reprende en todo tiempo ni su rencor es eterno. R.
- No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados; tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra. R.
- Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 36-43
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús despidió a la gente y entró en la casa, donde sus discípulos se le acercaron y le pidieron que les explicara la parábola de la mala hierba en el campo. Jesús les respondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo,  y los que recogen la cosecha son los ángeles. Así como la mala hierba se recoge y se echa al fuego para quemarla, así sucederá también al fin del mundo. El Hijo del hombre mandará a sus ángeles a recoger de su reino a todos los que hacen pecar a otros, y a los que practican el mal. Los echarán en el horno encendido, y vendrán el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, oigan. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 JULIO – MIÉRCOLES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 34, 29–35 / Sal 98 / Mt 13,44-45 – Verde

6. Primera Lectura: Ex 34,29-35
Lectura del libro del Éxodo
Bajó Moisés del monte Sinaí llevando las dos tablas de la ley; pero al bajar del monte no se dio cuenta de que su cara resplandecía por haber hablado con el Señor. Cuando Aarón y todos los israelitas vieron que la cara de Moisés resplandecía, sintieron miedo y no se acercaron a él. Pero Moisés los llamó, y cuando Aarón y todos los jefes de la comunidad volvieron a donde estaba Moisés, él habló con ellos. Poco después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les dio todas las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Luego que terminó de hablar con ellos, se puso un velo sobre la cara.
Cuando Moisés entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo y se quedaba así hasta que salía. Entonces comunicaba a los israelitas las órdenes que había recibido del Señor. Al ver los israelitas que la cara de Moisés resplandecía, él volvía a ponerse el velo sobre la cara, y se lo dejaba puesto hasta que entraba a hablar de nuevo con el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 98
R. ¡Alaben al Señor, nuestro Dios!
¡Alaben al Señor, nuestro Dios, y arrodíllense delante de sus pies! ¡Dios es santo! R.
Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes; Samuel está entre los que alabaron su nombre. El Señor les respondía cuando ellos pedían su ayuda. R.
Dios habló con ellos desde la columna de nube, y ellos cumplieron sus mandatos y la ley que les dio. R.
Alaben al Señor nuestro Dios, ¡arrodíllense ante su santo monte! ¡Nuestro Dios, el Señor, es santo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13,44-45
† Lectura del Evangelio según san Mateo
“El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
“Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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