LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE SEPTIEMBRE 2012

 

Septiembre 2012

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1 SEPTIEMBRE – SÁBADO VIGESIMOPRIMERA SEMANA T. ORDINARIO


1 Cor 1, 26-31 / Sal  32 / Mt 25, 14-30 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 1, 26-31
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Deben darse cuenta de que Dios los ha llamado a pesar de que pocos de ustedes son sabios según los criterios humanos, y pocos de ustedes son gente con autoridad o pertenecientes a familias importantes. Y es que, para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios. Pero Dios mismo los ha unido a ustedes con Cristo Jesús, y ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra liberación. De esta manera, como dice la Escritura: “Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo que el Señor, ha escogido como suyo.
Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres R.
El Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.
Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 14-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
“Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: ‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.’ El jefe le contestó: ‘Tú eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los intereses.’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.’” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 SEPTIEMBRE – DOMINGO VIGESIMOSEGUNDA SEMANA T. ORDINARIO

Dt 4,1-2.6-8/Sal 14/St 1,17-18. 21-22.27/Mc7,1-8.14-15.21-23 – VERDE

5. Oración Colecta
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dt 4,1-2.6-8

Lectura del libro del Deuteronomio
Moisés dijo al pueblo: “Ahora pues, israelitas, escuchen las leyes y decretos que les he enseñado, y pónganlos en práctica, para que vivan y ocupen el país que el Señor y Dios de sus antepasados les va a dar. No añadan ni quiten nada a lo que yo les ordeno; cumplan los mandamientos del Señor su Dios, que yo les ordeno. Porque, ¿qué nación hay tan grande que tenga los dioses tan cerca de ella, como tenemos nosotros al Señor nuestro Dios cada vez que lo invocamos? ¿Y qué nación hay tan grande que tenga leyes y decretos tan justos como toda esta enseñanza que yo les presento hoy? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14
R. Señor, ¿quién puede habitar en tu casa?
- Desde el cielo mira el Señor a los hombres para ver si hay alguien con entendimiento, alguien que busque a Dios. Pero todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. R.
- ¡Ya no hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno! No tienen entendimiento los malhechores, los que se comen a mi pueblo como quien come pan. R.
- Los que no invocan el nombre del Señor temblarán llenos de miedo, pues Dios está con los que lo obedecen. R.

8. Segunda Lectura: St 1,17-18. 21b-22.27
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Hermanos: Todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay variaciones ni oscurecimientos. Él, porque así lo quiso, nos dio vida mediante el mensaje de la verdad, para que seamos los primeros frutos de su creación. Acepten humildemente el mensaje que ha sido sembrado; pues ese mensaje tiene poder para salvarlos. Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos. La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7,1-8.14-15.21-23
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Se acercaron los fariseos a Jesús, con unos maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén. Estos, al ver que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin haber cumplido con la ceremonia de lavárselas, los criticaron. (Porque los fariseos y todos los judíos siguen la tradición de sus antepasados, de no comer sin antes lavarse las manos debidamente. Y cuando regresan del mercado, no comen sin antes cumplir con la ceremonia de lavarse. Y aun tienen otras muchas costumbres, como lavar los vasos, los jarros, las vasijas de metal y las camas.) Por eso, los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?
Jesús les contestó: —Bien habló el profeta Isaías acerca de lo hipócritas que son ustedes, cuando escribió: ‘Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto: sus enseñanzas son mandatos de hombres.’ Porque ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres.
Luego Jesús llamó a la gente, y dijo: —Escúchenme todos, y entiendan: Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro.
Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo. A cada petición responderemos: Escúchanos, Padre.
- Por la Iglesia santa, católica y apostólica, para que el Señor la haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor. R.
- Por los pecadores, los encarcelados, los enfermos y los emigrantes, para que el Señor los proteja, los libre, les dé la salud y los consuele. Roguemos al Señor. R.
- Oremos por los difuntos, para que Dios, en su bondad, los tenga en su gloria con el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al Señor. R.
- Por nuestra comunidad, para que el Señor no dé su perdón, bendiga a los que ejercen los diversos ministerios y dé la salvación a todos. R.
+ Mira, Señor, a tu familia, reunida el domingo para celebrar la resurrección de tu Hijo, y escucha con benevolencia sus súplicas. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestro prójimo. Por Jesucristo.


PERIPLOS D
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3 SEPTIEMBRE – LUNES – SAN GREGORIO DIALOGANTE, OBISPO

1 Cor 2, 1-5 / Sal 118 / Lc 4, 16-30 – BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que en la figura de san Gregorio Magno, obispo de Roma, has querido dar a tu Iglesia un modelo de buen pastor, concédenos, por su intercesión, ser apacentados con la grey de tus santos en la abundancia de los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Cor 2, 1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos, cuando yo fui a hablarles del designio secreto de Dios, lo hice sin hacer alardes de retórica o de sabiduría. Y, estando entre ustedes, no quise saber de otra cosa sino de Jesucristo y, más estrictamente, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo, y cuando les hablé y les prediqué el mensaje, no usé palabras sabias para convencerlos. Al contrario, los convencí haciendo demostración del Espíritu y del poder de Dios, para que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. ¡Cuánto amo tu enseñanza, Señor!
¡Cuánto amo tu enseñanza! ¡Todo el día medito en ella! Tus mandamientos son míos para siempre; me han hecho más sabio que mis enemigos. R.
Entiendo más que todos mis maestros porque pienso mucho en tus mandatos. Entiendo más que los ancianos porque obedezco tus preceptos. R.
He alejado mis pies de todo mal camino para cumplir tu palabra. No me he apartado de tus decretos porque tú eres quien me enseña. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 16-30

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras.  Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”
Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo:—Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.
Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de las cosas tan bellas que decía. Se preguntaban: — ¿No es este el hijo de José?
Jesús les respondió: —Seguramente ustedes me dirán este refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo.’ Y además me dirán: ‘Lo que oímos que hiciste en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu propia tierra.’
Y siguió diciendo: —Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. Verdaderamente, había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país; pero Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero no fue sanado ninguno de ellos, sino Naamán, que era de Siria.
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enojaron mucho. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús, llevándolo a lo alto del monte sobre el cual el pueblo estaba construido, para arrojarlo abajo desde allí. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, dirige tu mirada propicia sobre las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Gregorio Magno; que ellas nos merezcan tu perdón y glorifiquen tu piedad y tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro, que estos sacramentos enciendan en nosotros el fuego de amor que abrasó el corazón de san Gregorio Magno y le impulsó a entregarse sin reserva al servicio de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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4 SEPTIEMBRE – MARTES VIGESIMOSEGUNDA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 2, 10b-16 / Sal 144 / Lc 4, 31-37 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 2, 10b-16
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios.
¿Quién entre los hombres puede saber lo que hay en el corazón del hombre, sino solo el espíritu que está dentro del hombre? De la misma manera, solamente el Espíritu de Dios sabe lo que hay en Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado. Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría. Así explicamos las cosas espirituales con términos espirituales.
El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente. Pero aquel que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas, y nadie lo puede juzgar a él. Pues la Escritura dice: “¿Quién conoce la mente del Señor? ¿Quién podrá instruirle?” Sin embargo, nosotros tenemos la mente de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. El Señor es bueno para con todos.
El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
¡Que se haga saber a los hombres tu poder y el gran esplendor de tu reino! Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. R.
El Señor sostiene a los que caen y levanta a los que desfallecen. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 31-37
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús fue a Cafarnaúm, un pueblo de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Y la gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque hablaba con plena autoridad.
En la sinagoga había un hombre que tenía un demonio o espíritu impuro, el cual gritó con fuerza: —¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios.
Jesús reprendió a aquel demonio, diciéndole: —¡Cállate y deja a este hombre!
Entonces el demonio arrojó al hombre al suelo delante de todos, y salió de él sin hacerle ningún daño. Todos se asustaron, y se decían unos a otros:
— ¿Qué palabras son estas? Con toda autoridad y poder este hombre ordena a los espíritus impuros que salgan, ¡y ellos salen! Y se hablaba de Jesús por todos los lugares de la región. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 SEPTIEMBRE – MIÉRCOLES VIGESIMOSEGUNDA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 3, 1-9 / Sal 32 / Lc 4, 38-44 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 3, 1-9
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Yo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente madura espiritualmente, sino como a personas débiles, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di una enseñanza sencilla, igual que a un niño de pecho se le da leche en vez de alimento sólido, porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. ¡Y ni siquiera pueden digerirla ahora, porque todavía son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias, es que todavía son débiles y actúan con criterios puramente humanos. Porque cuando uno afirma: “Yo soy de Pablo”, y otro: “Yo soy de Apolo”, están manteniendo criterios puramente humanos.
A fin de cuentas, ¿qué es Apolo?, ¿qué es Pablo? Simplemente servidores, por medio de los cuales ustedes han llegado a la fe. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor le señaló: yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo crecer lo sembrado. De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado. Los que siembran y los que riegan son iguales, aunque Dios pagará a cada uno según su trabajo. Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenecen a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor.
Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres R.
Desde el lugar donde vive observa a los que habitan la tierra; él es quien formó sus corazones y quien vigila todo lo que hacen. R.
Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 4, 38-44
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con mucha fiebre, y rogaron por ella a Jesús. Jesús se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre se le quitó. Al momento, ella se levantó y comenzó a atenderlos.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diferentes enfermedades los llevaron a Jesús; y él puso las manos sobre cada uno de ellos, y los sanó. De muchos enfermos también salieron demonios, que gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Al amanecer, Jesús salió fuera de la ciudad, a un lugar solitario. Pero la gente lo buscó, y llegaron a donde él estaba. Querían detenerlo, para que no se fuera, pero Jesús les dijo: —También tengo que anunciar la buena noticia del reino de Dios a los otros pueblos, porque para esto fui enviado.

Así iba Jesús anunciando el mensaje en las sinagogas del país de los judíos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

PERIPLOS DEL O
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6 SEPTIEMBRE – JUEVES VIGESIMOSEGUNDA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 3, 18-23 / Sal 23 / Lc 5, 1-11 – VERDE
6. Primera Lectura: 1 Cor 3, 18-23
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se cree sabio según la sabiduría de este mundo, vuélvase como un ignorante, para así llegar a ser verdaderamente sabio. Pues la sabiduría de este mundo es pura tontería para Dios. En efecto, la Escritura dice: “Dios atrapa a los sabios en la propia astucia de ellos.” Y dice también: “El Señor sabe que los pensamientos de los sabios son tonterías.” Por eso, nadie debe sentirse orgulloso de lo que es propio de los hombres; pues todas las cosas son de ustedes: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Del Señor es el mundo entero.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 1-11
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la multitud que quería oír el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:—Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar.
Simón le contestó: —Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes.
Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: — ¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!

Es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho. También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo a Simón: —No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres. Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

PERIPLOS DEL OBISPO
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7 SEPTIEMBRE – VIERNES VIGESIMOSEGUNDA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 4, 1-5 / Sal 36 / Lc 5, 33-39 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 4, 1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36
R. La ayuda a los hombres buenos viene del Señor.
Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. R.
Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia. R.
La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

 9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 33-39
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Los fariseos y los maestros de la ley le dijeron a Jesús: —Los seguidores de Juan y de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos siempre comen y beben.
Jesús les contestó: — ¿Acaso pueden ustedes hacer ayunar a los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, entonces sí ayunarán.

También les puso esta comparación: —Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. Si lo hace así, echa a perder el vestido nuevo; además, el pedazo nuevo no quedará bien con el vestido viejo. Ni tampoco se echa vino nuevo en cueros viejos, porque el vino nuevo hace que se revienten los cueros, y tanto el vino como los cueros se pierden. Por eso hay que echar el vino nuevo en cueros nuevos. Y nadie que toma el vino añejo quiere después el nuevo, porque dice: ‘El añejo es más sabroso.’ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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8 SEPTIEMBRE – SÁBADO – NATIVIDAD B. VIRGEN MARÍA

Miq 5, 2-4 / Sal  12 / Mt 1, 18-23 – BLANCO

5. Oración Colecta
Al celebrar hoy el nacimiento de santa Maria, Madre de Cristo, nuestro Redentor, concédenos. Dios misericordioso, el don de tu alegría y de tu paz. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Miq 5, 2-4

Lectura del libro del profeta Miqueas
Esto dice el Señor: “En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia.”
Ahora el Señor deja a los suyos, pero solo hasta que dé a luz la mujer que está esperando un hijo. Entonces se reunirán con sus compatriotas los israelitas que están en el destierro. El rey se levantará para pastorear a su pueblo con el poder y la majestad del Señor su Dios, y ellos podrán vivir en paz, porque el Señor será engrandecido hasta el último rincón de la tierra. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 12
R. Me llenaré de alegría en el Señor
Yo confío en tu amor; mi corazón se alegra porque tú me salvas. R.
¡Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 1, 18-23             
† Lectura del Evangelio según san Mateo
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por nombre Emmanuel” (que significa: “Dios con nosotros”). Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, los dones que Te presentamos al celebrar el nacimiento de santa María, la purísima Madre de tu Hijo, y haz que este sacrificio nos limpie de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión

Que esta sagrada Eucaristía con que nos has renovado, nos llene, Señor, de júbilo en esta fiesta de la Natividad de la Virgen María, aurora de nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

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9 SEPTIEMBRE – DOMINGO VIGESIMOTERCERA SEMANA T. ORDINARIO

Is 35,4-7a / Sal 145 / St 2,1-5 / Mc 7,31-37 – VERDE
5. Oración Colecta
Señor, que te has dignado redimirnos y hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, obtengamos la verdadera libertad y la participación en tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 35,4-7a
Lectura del libro del Profeta Isaías
Digan a los tímidos: “¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!”
Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes. El desierto será un lago, la tierra seca se llenará de manantiales. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145
R. Todo mi ser alabe al Señor.
- Él siempre mantiene su palabra. Hace justicia a los oprimidos y da de comer a los hambrientos. El Señor da libertad a los presos. R.
- El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados; el Señor protege a los extranjeros. R.
- Sostiene a los huérfanos y a las viudas, pero hace que los malvados pierdan el camino. Oh Sión, el Señor reinará por siempre; tu Dios reinará por todos los siglos. R.

8. Segunda Lectura: St 2,1-5
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Ustedes, hermanos míos, que creen en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer discriminaciones entre una persona y otra. Supongamos que ustedes están reunidos, y llega un rico con anillos de oro y ropa lujosa, y lo atienden bien y le dicen: “Siéntate aquí, en un buen lugar”, y al mismo tiempo llega un pobre vestido con ropa vieja, y a este le dicen: “Tú quédate allá de pie, o siéntate en el suelo”; entonces están haciendo discriminaciones y juzgando con mala intención. Queridos hermanos míos, oigan esto: Dios ha escogido a los que en este mundo son pobres, para que sean ricos en fe y para que reciban como herencia el reino que él ha prometido a los que lo aman. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7,31-37
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús salió de la región de Tiro y, pasando por Sidón, llegó al Lago de Galilea, en pleno territorio de la Decápolis. Allí le llevaron un sordo y tartamudo, y le pidieron que pusiera su mano sobre él. Jesús se lo llevó a un lado, aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos y con saliva le tocó la lengua. Luego, mirando al cielo, suspiró y dijo al hombre: “¡Efatá!” (es decir: “¡Ábrete!”)
Al momento, los oídos del sordo se abrieron, y se le desató la lengua y pudo hablar bien. Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, tanto más lo contaban. Llenos de admiración, decían: “Todo lo hace bien. ¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!” Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras plegarias y atienda a nuestras peticiones, implorando: Escúchanos, Padre.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que el señor le conceda la paz y la unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al Señor. R.
- Por la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las naciones, renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos los pueblos la mutua comprensión, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error, devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de nuestra vida y, después de la muerte, nos admita en el reino de la felicidad, de la luz y de la paz, roguemos al Señor. R.
+ Tú, Señor, que has elegido a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos de tu Reino, escucha nuestras oraciones y ayúdanos a proclamar con valentía tu Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas, y unirnos fielmente a ti por la participación en esta Eucaristía. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Tú que nos has instruido con tu palabra y alimentado con tu Eucaristía, concédenos, Señor, aprovechar estos dones para que vivamos unidos a tu Hijo y participemos de su vida inmortal. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


PERIPLOS DEL OBISPO
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10 SEPTIEMBRE – LUNES VIGESIMOTERCERA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 5, 1-8 / Sal 5 / Lc 6, 6-11 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 5, 1-8
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra. Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y aún se hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante situación debe ser expulsado de entre ustedes. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi sentencia sobre aquel que así actúa. Cuando ustedes se reúnan, yo estaré con ustedes en espíritu, y también el poder de nuestro Señor Jesús estará con ustedes. Entonces, en el nombre de nuestro Señor Jesús, ese hombre deberá ser entregado a Satanás, para que su cuerpo sea destruido y su espíritu se salve cuando el Señor venga.
Ustedes no tienen razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” Así que echen fuera esa vieja levadura que los corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva. Ustedes son, en realidad, como el pan sin levadura que se come en los días de la Pascua. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros. Así que debemos celebrar nuestra Pascua con el pan sin levadura que es la sinceridad y la verdad, y no con la vieja levadura ni con la corrupción de la maldad y la perversidad. Palabra de Dios. Tealabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 5
R. Señor, guíame en tu justicia.
.No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. R.
.Tú odias a los malhechores, destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. R.
.Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría porque tú los proteges. Los que te aman, se alegran por causa tuya R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 6-11.
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había en ella un hombre que tenía la mano derecha tullida; y los maestros de la ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si lo sanaría en sábado, y así tener algún pretexto para acusarlo. Pero él, que sabía lo que estaban pensando, le dijo al hombre que tenía la mano tullida: —Levántate y ponte ahí en medio.
El hombre se levantó y se puso de pie, y Jesús dijo a los otros: —Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?
Luego miró a todos los que lo rodeaban, y le dijo a aquel hombre: -Extiende la mano.

El hombre lo hizo así, y su mano quedó sana. Pero los otros se enojaron mucho y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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11 SEPTIEMBRE – MARTES VIGESIMOTERCERA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 6, 1-11 / Sal 149 / Lc 6, 12-19 – VERDE
6. Primera Lectura: 1 Cor 6, 1-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿por qué va a pedir justicia a los jueces paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo? ¿Acaso no saben ustedes que el pueblo santo ha de juzgar al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no son capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños? ¿No saben que incluso a los ángeles habremos de juzgarlos nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida! Así que, si ustedes tienen pleitos por asuntos de la vida diaria, ¿por qué ponen por jueces a los que nada significan para la iglesia? Digo esto para que les dé vergüenza: ¿Acaso no hay entre ustedes ninguno con capacidad suficiente para juzgar un asunto entre sus hermanos? ¡No solo se pelean unos hermanos con otros, sino que llevan sus pleitos ante jueces paganos! Ya el simple hecho de tener pleitos entre ustedes mismos es un grave defecto. ¿Por qué no, mejor, soportar la injusticia? ¿Por qué no, mejor, dejar que les roben? ¡Pero ustedes, al contrario, cometen injusticias y roban hasta a sus propios hermanos!
¿No saben ustedes que los que cometen injusticias no tendrán parte en el reino de Dios? No se dejen engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que se entregan a la prostitución, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los que roban, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los ladrones. Y esto eran antes algunos de ustedes; pero ahora ya recibieron el baño de la purificación, fueron santificados y hechos justos en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor se complace en su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios, ¡Esto será una honra para todos sus fieles! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 12-19
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a quienes llamó apóstoles. Estos fueron: Simón, a quien puso también el nombre de Pedro; Andrés, hermano de Simón; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo; Simón, al que llamaban el celote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue quien traicionó a Jesús.

Jesús bajó del cerro con ellos y se detuvo en un llano. Se habían juntado allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían llegado para oír a Jesús y para que los curara de sus enfermedades. Los que sufrían a causa de espíritus impuros, también quedaban sanos. Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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12 SEPTIEMBRE – MIÉRCOLES VIGESIMOTERCERA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 7, 25-31 / Sal 44 / Lc 6, 20-26 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 7, 25-31
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: En cuanto a las mujeres no casadas, no tengo ningún mandato especial del Señor; pero doy mi opinión, como uno que es digno de confianza por la misericordia del Señor. A mí me parece que es preferible que cada uno se quede tal como está, por causa de los tiempos difíciles en que vivimos. Si tienes mujer, no la abandones; y si no tienes, no la busques. Si te casas, no cometes pecado; y si una mujer soltera se casa, tampoco comete pecado. Pero los que se casan van a tener los sufrimientos propios de la naturaleza humana, que yo quisiera evitarles.
Hermanos, lo que quiero decir es esto: Nos queda poco tiempo. Por lo tanto, los casados deben vivir como si no lo estuvieran; los que están de luto deben portarse como si estuvieran de fiesta, y los que están de fiesta deben portarse como si estuvieran de luto; los que compran deben vivir como si nada fuera suyo; y los que están usando de este mundo deben vivir como si no estuvieran sacando provecho de él, porque este mundo que vemos ha de terminar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 44
R. Escucha, hija; fíjate bien en lo que voy a decirte.
Escucha, hijita; fíjate bien en lo que voy a decirte: Olvídate de tu familia y de tu gente, pues el rey desea tu belleza; él es tu señor, y debes obedecerlo. R.
¡Aquí entra la princesa, en toda su hermosura! ¡Su vestido es de brocado de oro! Espléndidamente vestida la llevan ante el rey, seguida de sus damas de honor, del cortejo de sus amigas. R.
Avanzan con gran alegría; alegres entran en el palacio del rey. Tus hijos, oh rey, ocuparán el trono de tus antepasados, y harás que gobiernen en todo el país. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 20-26
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús miró a sus discípulos, y les dijo: “Dichosos ustedes los pobres, pues de ustedes es el reino de Dios.
“Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, pues quedarán satisfechos.
“Dichosos ustedes los que ahora lloran, pues después reirán.
“Dichosos ustedes cuando la gente los odie, cuando los expulsen, cuando los insulten y cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre. Alégrense mucho, llénense de gozo en ese día, porque ustedes recibirán un gran premio en el cielo; pues también así maltrataron los antepasados de esa gente a los profetas.
“Pero ¡ay de ustedes los ricos, pues ya han tenido su alegría!
“¡Ay de ustedes los que ahora están satisfechos, pues tendrán hambre!
“¡Ay de ustedes los que ahora ríen, pues van a llorar de tristeza!
“¡Ay de ustedes cuando todo el mundo los alabe, pues así hacían los antepasados de esa gente con los falsos profetas!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 SEPTIEMBRE – JUEVES – SAN JUAN CRISÓSTOMO, OBISPO

1 Cor 8, 1-13 / Sal 138 / Lc 6, 27-38  – BLANCO

5. Oración Colecta
Señor Dios, fortaleza de los que en ti confían, tú, que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su gran fortaleza en medio de los sufrimientos, haz que su sabiduría nos ilumine y que el ejemplo de su invencible constancia nos fortalezca. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

6. Primera Lectura: 1 Cor 8, 1b-7.11-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Es verdad lo que se dice: que todos tenemos el conocimiento de la verdad; pero el conocimiento hincha de orgullo, en tanto que el amor edifica la comunidad. Si alguien cree que conoce algo, todavía no lo conoce como lo debe conocer. Pero si alguien ama a Dios, Dios lo conoce a él.
En cuanto a esto de comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos, bien sabemos que un ídolo no tiene valor alguno en el mundo, y que solamente hay un Dios. Pues aunque en el cielo y en la tierra existan esos llamados dioses (y en este sentido hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, en quien todo tiene su origen y para quien nosotros existimos. Y hay también un solo Señor, Jesucristo, por quien todas las cosas existen, incluso nosotros mismos.
Pero no todos conocen la verdad. Algunos que estaban acostumbrados a adorar ídolos, todavía comen de esos alimentos pensando que fueron ofrecidos a los dioses; y su conciencia, que es débil, los hace sentirse contaminados por el ídolo. Y así tú, por tu conocimiento, haces que se pierda tu hermano débil, por quien Cristo también murió. Al ofender la conciencia de los hermanos débiles en la fe, ofenden ustedes a Cristo mismo. Por eso, si por causa de mi comida hago caer en pecado a mi hermano, no debo comer carne nunca, para no ponerlo en peligro de pecar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 138
R. Señor, guíame por el camino eterno.
Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! R.
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. R.
Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos; mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 6, 27-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.
“Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado solo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
“No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración de san Juan Crisóstomo y haz que, a ejemplo suyo, sepamos ofrecerte toda nuestra vida, unida al sacrificio de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

21. Oración después de la Comunión

Dios misericordioso, concédenos que el sacramento que hemos recibido en la festividad de san Juan Crisóstomo, nos confirme en tu amor y nos haga testigos fieles de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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14 SEPTIEMBRE – VIERNES – EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Fil 2,5-11 / Sal 78 / Jn 12,31-36 – ROJO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los humanos por medio de tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido este misterio, participar de los frutos de la redención. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Fil 2,5-11
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 78
R. Oh Dios, ¡ayúdanos, líbranos y perdónanos!
Oh Señor, ¿hasta cuándo estarás enojado? ¿Arderá siempre tu enojo como el fuego? R.
No nos hagas pagar a nosotros por la maldad de nuestros antepasados; ¡que venga tu ternura pronto a nuestro encuentro, porque estamos abatidos! R.
Oh Dios, Salvador nuestro, ¡ayúdanos, líbranos y perdónanos, por la gloria de tu nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 12,31-36
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús les dijo: Este es el momento en que el mundo va a ser juzgado, y ahora será expulsado el que manda en este mundo. Pero cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Con esto daba a entender de qué forma había de morir. La gente le contestó:—Por la ley sabemos que el Mesías vivirá para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?
Jesús les dijo:—Todavía estará entre ustedes la luz, pero solamente por un poco de tiempo. Anden, pues, mientras tienen esta luz, para que no les sorprenda la oscuridad; porque el que anda en oscuridad, no sabe por dónde va. Crean en la luz mientras todavía la tienen, para que pertenezcan a la luz. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que este sacrificio que Cristo te ofreció sobre la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique ahora de todo pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor nuestro Jesucristo, tu que nos has redimido por medio de tu Cruz y nos has hecho participes de tu Cuerpo y de tu Sangre, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tu, que vives y reinas por los siglos de los siglos.


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15 SEPTIEMBRE – SÁBADO – B. VIRGEN MARÍA DOLOROSA

Heb 5, 7-9  / Sal 30 / Jn 19, 25-27 – BLANCO

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo compartiera con Él, de pie junto a la cruz, sus sufrimientos, haz que todos nosotros, asociados con santa María a la pasión de Cristo, participemos también en la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Heb 5, 7-9
Lectura de la carta a los Hebreos
Mientras Cristo estuvo viviendo aquí en el mundo, con voz fuerte y muchas lágrimas oró y suplicó a Dios, que tenía poder para librarlo de la muerte; y por su obediencia, Dios lo escuchó. Así que Cristo, a pesar de ser Hijo, sufriendo aprendió lo que es la obediencia; y al perfeccionarse de esa manera, llegó a ser fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia
Señor, en ti busco protección; ¡no me defraudes jamás! ¡Ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme R.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
¡Sácame de la trampa que me han tendido, pues tú eres mi protector! En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! R.
Pero yo, Señor, confío en ti; yo he dicho: “¡Tú eres mi Dios!” Mi vida está en tus manos; ¡líbrame de mis enemigos, que me persiguen! R.
¡Qué grande es tu bondad para aquellos que te honran! La guardas como un tesoro y, a la vista de los hombres, la repartes a quienes confían en ti. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre:-Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad de santa María de los Dolores, a la que tu Hijo nos dio como madre, cuando celebró en la cruz el mismo sacrificio que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú, que nos has hecho partícipes del sacramento de nuestra redención en esta fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, ayúdanos, Señor, a aliviar los sufrimientos que Cristo sigue padeciendo en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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16 SEPTIEMBRE – DOMINGO VIGESIMOCUARTA SEMANA T. ORDINARIO

Is 50,5-9ª / Sal 114 / St 2,14-18 / Mc 8,27-35 – VERDE

5. Oración Colecta
Míranos, Señor, con ojos de misericordia y haz que experimentemos vivamente tu amor para que podamos servirte con todas nuestras fuerzas. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Is 50,5-9ª
Lectura del libro del Profeta Isaías
El Señor me ha dado entendimiento, y yo no me he resistido ni le he vuelto las espaldas. Ofrecí mis espaldas para que me azotaran y dejé que me arrancaran la barba. No retiré la cara de los que me insultaban y escupían. El Señor es quien me ayuda: por eso no me hieren los insultos; por eso me mantengo firme como una roca, pues sé que no quedaré en ridículo. A mi lado está mi defensor: ¿Alguien tiene algo en mi contra? ¡Vayamos juntos ante el juez! ¿Alguien se cree con derecho a acusarme? ¡Que venga y me lo diga! El Señor es quien me ayuda; ¿quién podrá condenarme? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 114
R. Caminaré en presencia del Señor.
- Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas, porque me ha prestado atención. ¡Toda mi vida lo invocaré! R.
- La muerte me enredó en sus lazos, la angustia del sepulcro me alcanzó y me hallé preso del miedo y del dolor. Entonces invoqué el nombre del Señor y le rogué que me salvara la vida. R.
- El Señor es justo y compasivo; nuestro Dios es todo ternura. El Señor cuida de los sencillos. Cuando yo estaba sin fuerzas, me salvó. R.
- Porque me ha librado de la muerte, porque me ha librado de llorar y de caer. Seré obediente al Señor en el mundo de los que viven. R.

8. Segunda Lectura: St 2,14-18
Lectura de la primera carta del apóstol Santiago
Hermanos míos: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; si uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran”, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta.
Uno podrá decir: “Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.” Palabra de Dios.Te alabamos,Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8,27-35
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Después, Jesús y sus discípulos fueron a las aldeas de la región de Cesarea de Filipo. En el camino, Jesús preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías.
Pero Jesús les ordenó que no hablaran de él a nadie. Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole: —¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres.
Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos la misericordia de Dios y pidámosle que escuche nuestras oraciones. Respondemos: Te lo pedimos Señor, óyenos.
- Pidamos al Señor una vida santa para los obispos, los presbíteros y los diáconos, de forma que sean testigos del Evangelio, roguemos al Señor. R.
- Pidamos el espíritu de justicia para que los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos, roguemos al Señor. R.
- Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor la fortaleza necesaria, a fin de que no se desanimen y vivan en la esperanza, roguemos al Señor. R.
- Para nosotros mismos, nuestros familiares y amigos, pidamos al Señor la gracia de reconocer los bienes que nos ha concedido, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo, para que demos testimonio del Evangelio con la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad, los dones y plegarias de tu pueblo y haz que lo que cada uno ofrece en tu honor, ayude a la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que la gracia de esta comunión nos transforme, Señor, tan plenamente, que no sea ya nuestro egoísmo, sino tu amor, el que impulse, de ahora en adelante, nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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17 SEPTIEMBRE – LUNES VIGESIMOCUARTA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 11,17-26 /Sal 39/ Lc 7, 1-10 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 11,17-26
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Al escribirles lo que sigue, no puedo felicitarlos, pues parece que sus reuniones les hacen daño en vez de hacerles bien. En primer lugar, se me ha dicho que cuando la comunidad se reúne, hay divisiones entre ustedes; y en parte creo que esto es verdad. ¡No cabe duda de que ustedes tienen que dividirse en partidos, para que se conozca el valor de cada uno! El resultado de esas divisiones es que la cena que ustedes toman en sus reuniones ya no es realmente la Cena del Señor. Porque a la hora de comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras unos se quedan con hambre, otros hasta se emborrachan. ¿No tienen ustedes casas donde comer y beber? ¿Por qué menosprecian la iglesia de Dios y ponen en vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les voy a decir? ¿Que los felicito? ¡No en cuanto a esto!
Porque yo recibí esta tradición dejada por el Señor, y que yo a mi vez les transmití: Que la misma noche que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que muere en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.” Así también, después de la cena, tomó en sus manos la copa y dijo: “Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre. Cada vez que beban, háganlo en memoria de mí.” De manera que, hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 39
R. Proclamen la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. Por eso he dicho: Aquí estoy. R.
Tal como el libro dice de mí. A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón! R.
En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! R.
Pero que todos los que te buscan se llenen de alegría; que cuantos desean tu salvación digan siempre: “¡El Señor es grande!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando Jesús terminó de hablar a la gente, se fue a Cafarnaúm. Vivía allí un capitán romano que tenía un criado al que estimaba mucho, el cual estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el capitán oyó hablar de Jesús, mandó a unos ancianos de los judíos a rogarle que fuera a sanar a su criado. Ellos se presentaron a Jesús y le rogaron mucho, diciendo:
—Este capitán merece que lo ayudes, porque ama a nuestra nación y él mismo hizo construir nuestra sinagoga.
Jesús fue con ellos, pero cuando ya estaban cerca de la casa, el capitán mandó unos amigos a decirle: “Señor, no te molestes, porque yo no merezco que entres en mi casa; por eso, ni siquiera me atreví a ir en persona a buscarte. Solamente da la orden, para que sane mi criado. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.”
Jesús se quedó admirado al oír esto, y mirando a la gente que lo seguía dijo: -Les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe como en este hombre.

Al regresar a la casa, los enviados encontraron que el criado ya estaba sano. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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18 SEPTIEMBRE – MARTES VIGESIMOCUARTA SEMANA T. ORDINARIO

1Cor 12, 12-14.27-31a / Sal 99/ Lc 7, 11-17 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 12, 12-14.27-31a
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu.
Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular. Dios ha querido que en la iglesia haya, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros, y otras que curan enfermos, o que ayudan, o que dirigen, o que hablan en lenguas. No todos son apóstoles, ni todos son profetas. No todos son maestros, ni todos hacen milagros, ni todos tienen poder para curar enfermos. Tampoco todos hablan en lenguas, ni todos saben interpretarlas. Ustedes deben ambicionar los mejores dones. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99
R. ¡Somos pueblo suyo y ovejas de su prado!.
Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! R.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! R.
Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre! R.
Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 11-17
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús se dirigió a un pueblo llamado Naín. Iba acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar cerca del pueblo, vio que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda. Mucha gente del pueblo la acompañaba. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: —No llores.
En seguida se acercó y tocó la camilla, y los que la llevaban se detuvieron. Jesús le dijo al muerto: —Joven, a ti te digo: ¡Levántate!
Entonces el que había estado muerto se sentó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a la madre. Al ver esto, todos tuvieron miedo y comenzaron a alabar a Dios, diciendo: —Un gran profeta ha aparecido entre nosotros.
También decían: —Dios ha venido a ayudar a su pueblo.

Y por toda Judea y sus alrededores se supo lo que había hecho Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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19 SEPTIEMBRE – MIÉRCOLES – SAN JENARO, MÁRTIR

1 Cor 12, 31. 13, 1-13 / Sal 32 / Lc 7, 31-35 – ROJO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has puesto a san Jenaro al frente de tu pueblo, te rogamos que la eficacia de su intercesión ayude a que tu pueblo alcance tu amor y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1 Cor 12, 31; 13, 1-13
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Ambicionen los carismas mejores. Voy a enseñarles un camino mucho mejor.
Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto.
Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí.
Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor.
Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio, cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! R.
La palabra del Señor es verdadera; sus obras demuestran su fidelidad. El Señor ama lo justo y lo recto; ¡su amor llena toda la tierra! R.
Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. ¡Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como esperamos de ti! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 31-35
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo: “¿A qué compararé la gente de este tiempo? ¿A qué se parece? Se parece a los niños que se sientan a jugar en la plaza y gritan a sus compañeros: ‘Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.’ Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y ustedes dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por todos sus resultados.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, dirige tu mirada propicia sobre las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Jenaro; que ellas nos merezcan tu perdón y glorifiquen tu piedad y tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión

Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Jenaro, nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas. Por Jesucristo.

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20 SEPTIEMBRE – JUEVES VIGESIMOCUARTA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 15, 1-11 / Sal 117 / Lc 7, 36-50 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 15, 1-11
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Este es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.
Por último se me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. Pues yo soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado. Lo que importa es que, tanto yo como ellos, esto es lo que hemos predicado, y esto es lo que ustedes han creído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. Den gracias al Señor, porque él es bueno.
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. Que digan los israelitas: “El amor del Señor es eterno.” R.
¡El poder del Señor es extraordinario! ¡El poder del Señor alcanzó la victoria!” ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho! R.
Te doy gracias y alabo tu grandeza, porque tú eres mi Dios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 36-50
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un fariseo invitó a Jesús a comer, y Jesús fue a su casa. Estaba sentado a la mesa, cuando una mujer de mala vida, que vivía en el mismo pueblo y que supo que Jesús había ido a comer a casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se puso junto a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas. Luego los secó con sus cabellos, los besó y derramó sobre ellos el perfume. El fariseo que había invitado a Jesús, al ver esto, pensó: “Si este hombre fuera de veras un profeta, se daría cuenta de qué clase de persona es esta que lo está tocando: una mujer de mala vida.” Entonces Jesús le dijo al fariseo: —Simón, tengo algo que decirte.
El fariseo contestó: —Dímelo, Maestro.
Jesús siguió: —Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y como no le podían pagar, el prestamista les perdonó la deuda a los dos. Ahora dime, ¿cuál de ellos le amará más?
Simón le contestó: —Me parece que el hombre a quien más le perdonó.
Jesús le dijo: —Tienes razón.
Entonces, mirando a la mujer, Jesús dijo a Simón: — ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; en cambio, esta mujer me ha bañado los pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me saludaste con un beso, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.
No me pusiste ungüento en la cabeza, pero ella ha derramado perfume sobre mis pies. Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra.
Luego dijo a la mujer: —Tus pecados te son perdonados.
Los otros invitados que estaban allí, comenzaron a preguntarse: — ¿Quién es este, que hasta perdona pecados? Pero Jesús añadió, dirigiéndose a la mujer:

—Por tu fe has sido salvada; vete tranquila. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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21 SEPTIEMBRE – VIERNES – SAN MATEO APÓSTOL

Ef 4,1-7.11-13 / Sal 18 / Mt 9, 9-13 – ROJO

5. Oración Colecta
Dios misericordioso, que elegiste a san Mateo, un recaudador de impuestos, para hacerlo apóstol tuyo, ayúdanos, por su intercesión, a cumplir nuestras responsabilidades en esta vida como verdaderos apóstoles de Cristo, que vive y reina.

6. Primera Lectura: Ef 4,1-7.11-13
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que se porten como deben hacerlo los que han sido llamados por Dios, como lo fueron ustedes. Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor; procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.
Pero cada uno de nosotros ha recibido los dones que Cristo le ha querido dar. Y él mismo concedió a unos ser apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. A toda la tierra alcanza su pregón.
- El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. R.
- Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 9-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: —Sígueme.
Entonces Mateo se levantó y lo siguió.
Sucedió que Jesús estaba comiendo en la casa, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, y otra gente de mala fama, llegaron y se sentaron también a la mesa junto con Jesús y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: —¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús lo oyó y les dijo: —Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo y, como fruto de esta Eucaristía, concede a tu Iglesia mantenerse fiel al Evangelio predicado por los apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

21. Oración después de la Comunión

Tú, que nos has hecho partícipes en esta Eucaristía del júbilo de san Mateo al recibir en su casa a Jesucristo, concédenos. Señor, la gracia de no separamos nunca de tu Hijo y de esforzarnos por darlo a conocer. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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22 SEPTIEMBRE – SÁBADO VIGESIMOCUARTA SEMANA T. ORDINARIO

1 Cor 15, 35-37.42-49 / Sal 55 / Lc 8, 4-15 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Cor 15, 35-37.42-49
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Tal vez alguno preguntará: “¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?” ¡Vaya pregunta tonta! Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa. Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible. Lo que se entierra es despreciable; lo que resucita es glorioso. Lo que se entierra es débil; lo que resucita es fuerte. Lo que se entierra es un cuerpo material; lo que resucita es un cuerpo espiritual. Si hay cuerpo material, también hay cuerpo espiritual.
Así dice la Escritura: “El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente”; pero el último Adán se convirtió en espíritu que da vida. Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual. El primer hombre, hecho de tierra, era de la tierra; el segundo hombre es del cielo. Los cuerpos de la tierra son como aquel hombre hecho de tierra; y los del cielo son como aquel que es del cielo. Así como nos parecemos al hombre hecho de tierra, así también nos pareceremos a aquel que es del cielo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 55
R. Confío en Dios y no tengo miedo.
Mis enemigos se pondrán en retirada cuando yo te pida ayuda. Yo sé muy bien que Dios está de mi parte. R.
Confío en Dios y alabo su palabra; confío en el Señor y alabo su palabra; confío en Dios y no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? R.
Las promesas que te hice, oh Dios, te las cumpliré con alabanzas, porque me has salvado de la muerte, porque me has librado de caer, a fin de que yo ande en la luz de la vida,  en la presencia de Dios. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 8, 4-15
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Muchos salieron de los pueblos para ver a Jesús, de manera que se reunió mucha gente. Entonces les contó esta parábola: “Un sembrador salió a sembrar su semilla. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y fue pisoteada, y las aves se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras; y cuando esa semilla brotó, se secó por falta de humedad. Otra parte de la semilla cayó entre espinos; y al nacer juntamente, los espinos la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra; y creció, y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla.”
Esto dijo Jesús, y añadió con voz muy fuerte: “¡Los que tienen oídos, oigan!” Los discípulos le preguntaron a Jesús qué quería decir aquella parábola. Les dijo: “A ustedes Dios les da a conocer los secretos de su reino; pero a los otros les hablo por medio de parábolas, para que por más que miren no vean, y por más que oigan no entiendan.

“Esto es lo que quiere decir la parábola: La semilla representa el mensaje de Dios; y la parte que cayó por el camino representa a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo y se lo quita del corazón, para que no crean y se salven. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero no tienen suficiente raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba fallan. La semilla que cayó entre espinos representa a los que escuchan, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, de modo que no llegan a dar fruto. Pero la semilla que cayó en buena tierra, son las personas que con corazón bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y, permaneciendo firmes, dan una buena cosecha.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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23 SEPTIEMBRE – DOMINGO VIGESIMOQUINTA SEMANA T. ORDINARIO

Sab 2,12.17-20 / Sal 53 / St 3,16-4,3 / Mc 9,30-37 – VERDE
5. Oración Colecta
Dios nuestro, que en el amor a ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte y amarte en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: Sab 2,12.17-20
Lectura del libro de la Sabiduría
Dijeron los malos: “Pongamos trampas al bueno, pues nos es molesto; se opone a nuestras acciones, nos reprocha que no cumplamos la ley y nos echa en cara que no vivamos según la educación que recibimos. Veamos si es cierto lo que dice y comprobemos en qué va a parar su vida. Si el bueno es realmente hijo de Dios, Dios lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a insultos y torturas, para conocer su paciencia y comprobar su resistencia. Condenémoslo a una muerte deshonrosa, pues, según dice, tendrá quien lo defienda.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 53
R. Que alaben al Señor todos sus siervos.
- ¡Sálvame, Dios mío, por tu nombre! ¡Defiéndeme con tu poder! Escucha, Dios mío, mi oración; presta oído a mis palabras. R.
- Pues gente arrogante y violenta se ha puesto en contra mía y quiere matarme. ¡No tienen presente a Dios! Sin embargo, Dios me ayuda; el Señor me mantiene con vida. R.
- Yo te ofreceré sacrificios voluntarios y alabaré tu nombre, porque eres bueno R.

8. Segunda Lectura: St 3,16-4,3
Lectura de la primera carta del Apóstol Santiago
Hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad; pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien. Y los que procuran la paz, siembran en paz para recoger como fruto la justicia. ¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9,30-37
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús estaba enseñando a sus discípulos. Les decía: —El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero tres días después resucitará.
Ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntarle.
Llegaron a la ciudad de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en casa, Jesús les preguntó: —¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?
Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.
Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo: —El que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Reunidos en nombre de Jesús y confiando en su promesa, pidamos por las necesidades de toda la humanidad. Respondemos: Escúchanos Padre.
- Por los obispos, presbíteros, religiosos y por todo el pueblo santo de Dios: para que anunciemos sin cesar la buena nueva del Evangelio. Oremos. R.
- Por todas las naciones y sus gobernantes, por todos los que de distintos modos trabajan por la justicia, la libertad y la paz. Oremos R.
- Por los pobres, los enfermos, los moribundos y por todos los que necesitan nuestra ayuda y nuestro amor. Oremos. R.
- Por los que celebramos esta Asamblea: para que aumenten los lazos de unión y nos sintamos responsables los unos de la suerte de los otros. R.
+ Escucha, Padre, la oración que te hemos presentado, y haz que tu pueblo camine unido. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos a fin de que, por medio de esta Eucaristía, podamos obtener las gracias de la redención. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión

Concede siempre tu ayuda, Señor, a quienes has alimentado con la Eucaristía, a fin de que la gracia recibida en este sacramento, transforme continuamente nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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24 SEPTIEMBRE – LUNES VIGESIMOQUINTA SEMANA T. ORDINARIO

Prov 3, 27-34 / Sal 14 / Lc 8, 16-18 – VERDE

6. Primera Lectura: Prov 3, 27-34
Lectura del libro de los Proverbios
Hijo mío: Nunca niegues un favor a quien lo necesita, cuando en tu mano esté el hacerlo. No dejes para mañana la ayuda que puedas dar hoy. No hagas planes perversos contra el que vive confiado en ti. No busques pelea con nadie, si nadie te ha hecho daño. No envidies al desalmado ni trates de imitar su conducta; porque al Señor le repugnan los malvados, pero a los buenos les brinda su confianza
El Señor maldice la casa del malvado, pero bendice el hogar del hombre justo. El Señor se burla de los burlones, pero trata con bondad a los humildes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14
R. Señor, ¿quién puede habitar en tu santo monte?
Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie R.
El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor R.
El que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 8, 16-18
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús dijo a la gente: “Nadie enciende una lámpara para después taparla con algo o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto, para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.

“Así pues, oigan bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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25 SEPTIEMBRE – MARTES VIGESIMOQUINTA SEMANA T. ORDINARIO

Prov 21, 1-6.10-13 / Sal 118 / Lc 8, 19-21 – VERDE

6. Primera Lectura: 21, 1-6.10-13
Lectura del libro de los Proverbios
La mente del rey, en manos del Señor, sigue, como los ríos, el curso que el Señor quiere.
Al hombre le parece bien todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones. Practica la rectitud y la justicia, pues Dios prefiere eso a los sacrificios. Ojos altivos, mente orgullosa; la luz de los malvados es pecado. Los planes bien meditados dan buen resultado; los que se hacen a la ligera causan la ruina. Las riquezas que se obtienen por medio de mentiras son ilusión pasajera de los que buscan la muerte. El malvado solo piensa en hacer el mal; jamás mira con bondad a sus semejantes. Del castigo al insolente, el imprudente aprende; el sabio aprende con la sola explicación. El Dios justo observa la casa del malvado, y entrega a los malvados a la ruina. El que no atiende a los ruegos del pobre tampoco obtendrá respuesta cuando pida ayuda. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Felices los siguen la enseñanza del Señor.
Felices los que se conducen sin tacha y siguen la enseñanza del Señor. R.
Dame entendimiento para seguir tus preceptos, pues quiero meditar en tus maravillas. He escogido el camino de la verdad y deseo tus decretos. R.
Dame entendimiento para guardar tu enseñanza; ¡quiero obedecerla de todo corazón! Llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él está mi felicidad. R.
¡Quiero poner en práctica tu enseñanza, siempre, por toda la eternidad! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 8, 19-21
† Lectura del Evangelio según san Lucas
La madre y los hermanos de Jesús se presentaron donde él estaba, pero no pudieron acercarse a él porque había mucha gente. Alguien avisó a Jesús:—Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren verte.

Él contestó: —Los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, esos son mi madre y mis hermanos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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26 SEPTIEMBRE – MIÉRCOLES – SANTOS COSME Y DAMIÁN, MÁRTIRES

Prov 30, 5-9 / Sal 118 / Lc 9, 1-6 – ROJO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno que concediste a los mártires Cosme y Damián la gracia de morir por Cristo, ayúdanos en nuestra debilidad para que, así como ellos no dudaron en morir por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Prov 30, 5-9
Lectura del libro de los Proverbios
El Señor protege a los que en él confían; todas sus promesas son dignas de confianza. No añadas nada a lo que él diga; de lo contrario, te puede reprender y te hará quedar como mentiroso.
Solo dos cosas te he pedido, oh Dios; concédemelas antes de que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira, y no me hagas rico ni pobre; dame solo el pan necesario, porque si me sobra, podría renegar de ti y decir que no te conozco; y si me falta, podría robar y ofender así tu divino nombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118

R. Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino.
Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza. R.
Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. Señor, tu palabra es eterna; ¡afirmada está en el cielo! R.
He alejado mis pies de todo mal camino para cumplir tu palabra. De tus preceptos he sacado entendimiento; por eso odio toda conducta falsa. R.
Odio la mentira, no la soporto; pero amo tu enseñanza. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 1-6 
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús reunió a sus doce discípulos, y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Los envió a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Les dijo: —No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni ropa de repuesto. En cualquier casa donde lleguen, quédense hasta que se vayan del lugar. Y si en algún pueblo no los quieren recibir, salgan de él y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia.
Salieron ellos, pues, y fueron por todas las aldeas, anunciando la buena noticia y sanando enfermos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Sea agradable a tus ojos, Señor, esta ofrenda que va a ser consagrada en la festividad gloriosa de tus mártires Cosme y Damián, para que nos purifique de nuestros pecados y te mueva a escuchar las plegarias de tu pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión

Alimentados con el pan del cielo, viviendo la unidad como miembros del Cuerpo de Cristo, te rogamos, Señor, que no nos separemos del amor de tu Hijo, y a ejemplo de tus mártires Cosme y Damián, logremos superar con valentía cualquier dificultad por aquel que nos amó sobre toda medida. Por Jesucristo nuestro Señor.

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27 SEPTIEMBRE – JUEVES VIGESIMOQUINTA SEMANA T. ORDINARIO

Ecl 1, 2-11 / Sal 89 / Lc 9, 7-9 – VERDE

6. Primera Lectura: Ecl 1, 2-11
Lectura del libro del Eclesiastés
Estos son los dichos del Predicador, hijo de David, que reinó en Jerusalén.
¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión!
¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar en este mundo?
Unos nacen, otros mueren, pero la tierra jamás cambia.
Sale el sol, se oculta el sol, y vuelve pronto a su lugar para volver a salir. Sopla el viento hacia el sur, y gira luego hacia el norte. ¡Gira y gira el viento! ¡Gira y vuelve a girar! Los ríos van todos al mar, pero el mar nunca se llena; y vuelven los ríos a su origen para recorrer el mismo camino.
No hay nadie capaz de expresar cuánto aburren todas las cosas; nadie ve ni oye lo suficiente como para quedar satisfecho. Nada habrá que antes no haya habido; nada se hará que antes no se haya hecho.
¡Nada hay nuevo en este mundo!
Nunca faltará quien diga: “¡Esto sí que es algo nuevo!”
Pero aun eso ya ha existido siglos antes de nosotros.
Las cosas pasadas han caído en el olvido, y en el olvido caerán las cosas futuras entre los que vengan después. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.
Llénanos de tu amor al comenzar el día, y alegres cantaremos toda nuestra vida. Que la bondad del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo! ¡Afirma, sí, nuestro trabajo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 7-9
† Lectura del Evangelio según san Lucas

El rey Herodes oyó hablar de todo lo que sucedía; y no sabía qué pensar, porque unos decían que Juan había resucitado, otros decían que había aparecido el profeta Elías, y otros decían que era alguno de los antiguos profetas, que había resucitado. Pero Herodes dijo: —Yo mismo mandé que le cortaran la cabeza a Juan. ¿Quién será entonces este, de quien oigo contar tantas cosas? Por eso Herodes procuraba ver a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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28 SEPTIEMBRE – VIERNES VIGESIMOQUINTA SEMANA T. ORDINARIO

Ecl 3, 1-11 / Sal 143 / Lc 9, 18-22 – VERDE

6. Primera Lectura: Ecl 3, 1-11
Lectura del libro del Eclesiastés
En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre:
Un momento para nacer, y un momento para morir.
Un momento para plantar, y un momento para arrancar lo plantado.
Un momento para matar, y un momento para curar.
Un momento para destruir, y un momento para construir.
Un momento para llorar, y un momento para reír.
Un momento para estar de luto, y un momento para estar de fiesta.
Un momento para esparcir piedras, y un momento para recogerlas.
Un momento para abrazarse, y un momento para separarse.
Un momento para intentar, y un momento para desistir.
Un momento para guardar, y un momento para tirar.
Un momento para rasgar, y un momento para coser.
Un momento para callar, y un momento para hablar.
Un momento para el amor, y un momento para el odio.
Un momento para la guerra, y un momento para la paz.
¿Qué provecho saca el hombre de tanto trabajar? Me doy cuenta de la carga que Dios ha puesto sobre los hombres para humillarlos con ella. Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 143
R. ¡Bendito sea el Señor, mi protector!
.¡Bendito sea el Señor, mi protector! él es mi escudo, y con él me protejo; él es quien pone a los pueblos bajo mi poder. R.
.Señor, ¿qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que tanto lo estimes? El hombre es como un suspiro; su vida pasa como una sombra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 9, 18-22
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un día en que Jesús estaba orando solo, y sus discípulos estaban con él, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los antiguos profetas, que ha resucitado.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Y Pedro le respondió: —Eres el Mesías de Dios.

Pero Jesús les encargó mucho que no dijeran esto a nadie. Y les dijo:—El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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29 SEPTIEMBRE – SÁBADO – SANTOS ARCÁNGELES

Ap 12,7-12a / Sal 137 / Jn 1, 47-51 – BLANCO
5. Oración Colecta
Dios todopoderoso, que con providencia admirable has confiado a los ángeles y a los seres humanos su misión particular, haz que quienes te sirven constantemente en el cielo nos protejan siempre en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Ap 12,7-12a
Lectura del libro del Apocalipsis
Hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra. Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: “Ya llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido expulsado el acusador  de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. Nuestros hermanos lo han vencido con la sangre derramada del Cordero y con el mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir.”
¡Alégrense, pues, cielos, y ustedes que viven en ellos! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
Todos los reyes del mundo te alabarán al escuchar tus promesas. Alabarán al Señor por lo que él ha dispuesto, porque grande es la gloria del Señor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 47-51
† Lectura del Evangelio según san Juan
Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo:—Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.
Natanael le preguntó:— ¿Cómo es que me conoces?
Jesús le respondió:—Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.
Natanael le dijo:—Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!
Jesús le contestó:—¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.
También dijo Jesús:—Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Haz, Señor, que tus ángeles lleven ante ti los dones que te presentamos y que este sacrificio sea para toda la humanidad fuente de vida y salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión

Que nos fortalezca. Señor, el pan de vida con que nos has alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la salvación bajo la fiel custodia de los ángeles. Por Jesucristo nuestro Señor.

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30 SEPTIEMBRE – DOMINGO VIGESIMOSEXTA SEMANA T. ORDINARIO

Nm 11,25-29 / Sal 18 / St 5,1-6 / Mc 9,38-43.45.47-48 – VERDE

5. Oración Colecta
Dios nuestro, que con tu perdón y tu misericordia, nos das la prueba más delicada de tu omnipotencia, apiádate de nosotros, pecadores, para que no desfallezcamos en la lucha por alcanzar la vida nueva que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Nm 11,25-29

Lectura del libro de los Números
El Señor bajó en la nube y habló con Moisés; luego tomó una parte del espíritu que Moisés tenía y se lo dio a los setenta ancianos. En cuanto el espíritu reposó sobre ellos, comenzaron a hablar como profetas; pero esto no volvió a repetirse.
Dos hombres, el uno llamado Eldad y el otro Medad, habían sido escogidos entre los setenta, pero no fueron a la tienda sino que se quedaron en el campamento. Sin embargo, también sobre ellos reposó el espíritu, y comenzaron a hablar como profetas en el campamento. Entonces un muchacho fue corriendo a decirle a Moisés: —¡Eldad y Medad están hablando como profetas en el campamento!
Entonces Josué, hijo de Nun, que desde joven era ayudante de Moisés, dijo: —¡Señor mío, Moisés, prohíbeles que lo hagan!
Pero Moisés le contestó:—¿Ya estás celoso por mí? ¡Ojalá el Señor le diera su espíritu a todo su pueblo, y todos fueran profetas! Palabra de Dios.Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Los mandatos del señor alegran el corazón.
- La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
- El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
- Son también advertencias a este siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas. ¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! R.

8. Segunda Lectura: St 5,1-6
Lectura de la primera carta del Apóstol Santiago
¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir! Sus riquezas están podridas; sus ropas, comidas por la polilla. Su oro y su plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra ustedes y los destruirá como fuego. Han amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores. Aquí en la tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! Ustedes han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9,38-43.45.47-48
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Juan le dijo a Jesús: -Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
Jesús contestó: —No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Cualquiera que les dé a ustedes aunque solo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio.
A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, por toda la humanidad y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad, diciendo: Te lo pedimos Señor.
- Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios conceda a los gobernantes y a los responsables de los pueblos el compromiso de trabajar por la justicia, roguemos al Señor. R.
- Para que quienes buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de la tentación, roguemos al Señor. R.
+ Señor, derrama tu Espíritu sobre la Iglesia, para que todos, llenos de tus dones, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Padre misericordioso, nuestros dones y conviértelos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fuente de toda bendición para tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión

Que esta Eucaristía renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu a fin de que podamos participar de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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