LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE FEBRERO 2012

 

Febrero 2012

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1 FEBRERO – MIÉRCOLES CUARTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO.


6. Primera Lectura: 2Sam 24, 2.9-17
Lectura del segundo libro de Samuel
El rey ordenó a Joab, jefe del ejército, que lo acompañaba:—Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba,  y haz el censo de la población, para que yo sepa cuántos habitantes hay.
Joab entregó al rey cifras del censo de la población, y resultó que había en Israel ochocientos mil hombres aptos para la guerra, y quinientos mil en Judá.
Pero David se sintió culpable por haber hecho el censo de la población, y confesó al Señor:—He cometido un grave pecado al hacer esto. Pero te ruego, Señor, que perdones ahora el pecado de este siervo tuyo, pues me he portado como un necio.
A la mañana siguiente, cuando se levantó David, dijo el Señor al profeta Gad, vidente al servicio de David: “Ve a ver a David, y dile de mi parte que le propongo tres cosas, y que escoja la que él quiera que yo haga.” Gad fue a ver a David, y le preguntó:—¿Qué prefieres: siete años de hambre en el país, tres meses huyendo tú de la persecución de tus enemigos, o tres días de peste en el país? Piensa y decide ahora lo que he de responder al que me ha enviado.
Y David contestó a Gad:—Estoy en un grave aprieto. Ahora bien, es preferible que caigamos en manos del Señor, pues su bondad es muy grande, y no en manos de los hombres.
Entonces mandó el Señor una peste sobre Israel, desde aquella misma mañana hasta la fecha indicada, y desde Dan hasta Beerseba murieron setenta mil personas. Y cuando el ángel estaba a punto de destruir Jerusalén, le pesó al Señor aquel daño y ordenó al ángel que estaba hiriendo al pueblo: “¡Basta ya, no sigas!”
En aquel momento el ángel del Señor  se encontraba junto al lugar donde Arauna el jebuseo trillaba el trigo. Y cuando David vio al ángel que hería a la población, dijo al Señor:—¡Yo soy quien ha pecado! ¡Yo soy el culpable! ¿Pero qué han hecho estos inocentes? ¡Yo te ruego que tu castigo caiga sobre mí y sobre mi familia! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 31
R. Feliz aquel a quien sus pecados le han sido perdonados.
Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna. R.
Te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste. R.
Por eso, en momentos de angustia los fieles te invocarán, y aunque las aguas caudalosas se desborden, no llegarán hasta ellos. R.
Tú eres mi refugio: me proteges del peligro, me rodeas de gritos de liberación. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 1-6
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús se fue a su propia tierra,  y sus discípulos fueron con él. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. Y muchos oyeron a Jesús, y se preguntaron admirados: —¿Dónde aprendió este tantas cosas? ¿De dónde ha sacado esa sabiduría y los milagros que hace? ¿No es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también aquí, entre nosotros?
Y no tenían fe en él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra, entre sus parientes y en su propia casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, aparte de poner las manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos. Y estaba asombrado porque aquella gente no creía en él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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2 FEBRERO – JUEVES – PRESENTACIÓN DEL SEÑOR AL TEMPLO

5. Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, mira a tus fieles reunidos hoy para celebrar la Presentación en el templo de tu Hijo Jesucristo, y concédenos que podamos presentarnos ante ti plenamente renovados en el espíritu. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Mal 3, 1-4
Lectura del libro del profeta Malaquías
El Señor todopoderoso dice: “Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean!”
Pero ¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas. El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Leví, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. ¡El Señor, es el Rey de la gloria!
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! R.
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el Rey de la gloria! R.

8. Segunda Lectura: Heb 2, 14-18
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Así como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo. De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida. Pues ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. Y para eso tenía que hacerse igual en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 22-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor.
Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.
También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sea agradable, Señor, el sacrificio de tu Hijo único, el Cordero sin mancha que tú quieres que la Iglesia te ofrezca por la salvación del mundo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que colmaste las esperanzas del anciano Simeón de no morir antes de ver al Mesías; completa en nosotros la obra de tu gracia por medio de esta comunión, para que sepamos buscar siempre a Cristo y, por tu gracia, participemos de la vida nueva de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PERIPLOS D
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3 FEBRERO – VIERNES – SAN BLÁS

Ecclo 47, 2-13 / Sal 17 / Mc 6, 14-29 – BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que en la figura de san Blas has querido dar a tu Iglesia un modelo de buen pastor, concédenos, por su intercesión, ser apacentados un día con la grey de tus santos en la abundancia de los gozos eternos. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Ecclo 47, 2-13
Lectura del libro del Eclesiástico
David  fue lo mejor de Israel, como la grasa es lo mejor de los animales que se ofrecen en sacrificio. Jugaba con los leones como si fueran cabritos, y con los osos como si fueran corderos.
Siendo un muchacho, mató al gigante y borró la deshonra del pueblo. Hizo girar la honda con su mano, y destrozó el orgullo de Goliat. Porque invocó al Dios altísimo, el cual dio fuerzas a su brazo para eliminar a aquel experto guerrero y alcanzar para su pueblo el triunfo. Por eso las muchachas le cantaban alabándolo por los diez mil que había matado. Una vez coronado rey, hizo la guerra y derrotó a los enemigos de alrededor, levantó fortalezas entre los filisteos y destruyó su poder hasta el día de hoy.
En todo lo que hacía daba gracias y honor al Dios altísimo. Amó de todo corazón a su Creador, y diariamente le cantaba salmos. Introdujo instrumentos de cuerda para cantar ante el altar, y estableció el canto de salmos con acompañamiento de arpas. Dio esplendor a las fiestas y ordenó las solemnidades del año, cuando se alababa el santo nombre de Dios con cantos en el templo, desde el alba. Así el Señor le perdonó su culpa y le concedió poder eterno, le dio el derecho de ser rey y estableció en Jerusalén su trono.
Gracias a David, el sabio hijo que le sucedió vivió con tranquilidad.
Salomón fue rey en tiempos tranquilos, y Dios le dio paz con sus vecinos; él fue quien levantó un templo al Señor y construyó un santuario para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 17
R. ¡Sea enaltecido Dios mi salvador!
El camino de Dios es perfecto; la promesa del Señor es digna de confianza; ¡Dios protege a cuantos en él confían! R.
¡Viva el Señor! ¡Bendito sea mi protector! ¡Sea enaltecido Dios mi salvador! Por eso te alabo entre las naciones y canto himnos a tu nombre. R.
Concedes grandes victorias al rey que has escogido; siempre tratas con amor a David y a su descendencia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 14-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, el rey Herodes oyó hablar de Jesús, cuya fama había corrido por todas partes. Pues unos decían: “Juan el Bautista ha resucitado, y por eso tiene este poder milagroso.” Otros decían: “Es el profeta Elías.” Y otros: “Es un profeta, como los antiguos profetas.”
Al oír estas cosas, Herodes decía: —Ese es Juan. Yo mandé cortarle la cabeza y ahora ha resucitado.
Es que, por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.”
Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré. Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba.
Ella salió, y le preguntó a su madre: —¿Qué pediré? Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.
La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, acepta las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Blas; que ellas nos merezcan tu perdón y glorifiquen tu piedad y tu nombre. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Blas, nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas. Por Jesucristo nuestro Señor.


PERIPLOS DEL OBISPO
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4 FEBRERO – SÁBADO CUARTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 3,4-13 / Sal 118 / Mc 6, 30-34 – VERDE

6. Primera Lectura: 1 Re 3, 4-13
Lectura del primer libro de los Reyes
Salomón amaba al Señor y cumplía las leyes establecidas por David, su padre, aun cuando él mismo ofrecía sacrificios e incienso en los lugares altos, e incluso iba a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquel era el lugar alto más importante; y ofrecía en aquel lugar mil holocaustos.
Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños  a Salomón y le dijo: “Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.”
Salomón respondió: “Tú trataste con gran bondad a mi padre, tu siervo David, pues él se condujo delante de ti con lealtad, justicia y rectitud de corazón para contigo. Por eso lo trataste con tanta bondad y le concediste que un hijo suyo se sentara en su trono, como ahora ha sucedido. Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia. Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?”
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición, y le dijo: “Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oír y gobernar, voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligencia  como nadie las ha tenido antes que tú ni las tendrá después de ti. Además, te doy riquezas y esplendor, cosas que tú no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Felices los que siguen la enseñanza del Señor.
¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia? ¡Viviendo de acuerdo con tu palabra! Yo te busco de todo corazón; no dejes que me aparte de tus mandamientos. R.
He guardado tus palabras en mi corazón para no pecar contra ti. ¡Bendito tú, Señor! ¡Enséñame tus leyes! R.
Con mis labios contaré todos los decretos que pronuncies. Me alegraré en el camino de tus mandatos, más que en todas las riquezas. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 30-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo: —Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.
Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 FEBRERO – DOMINGO QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Job 7,1-4.6-7/ Sal 146 / 1 Cor 9, 16-19.22-23 / Mc 1,29-39 – VERDE

5. Oración Colecta
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos.

5_to_b.jpg6. Primera Lectura: Job 7,1-4.6-7 
Lectura del libro de Job
Habló Job, diciendo: La vida del hombre aquí en la tierra es la de un soldado que cumple su servicio, la de un esclavo que suspira por la sombra, la de un peón que espera con ansias su salario.
Me ha tocado vivir meses enteros de desengaño, noche tras noche de sufrimiento. Me acuesto y la noche se me hace interminable; me canso de dar vueltas hasta el alba, y pienso: ¿Cuándo me levantaré?
Mis días se acercan a su fin, sin esperanza, con la rapidez de una lanzadera de telar. Recuerda, oh Dios, que mi vida es como un suspiro, y que nunca más tendré felicidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 146
R. ¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios!
¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios! ¡A él se le deben dulces alabanzas! El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel. R.
Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas. Él determina el número de las estrellas, y a cada una le pone nombre. R.
Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita. El Señor levanta a los humildes, pero humilla por completo a los malvados. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 9, 16-19.22-23
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Para mí no es motivo de orgullo anunciar el evangelio, porque lo considero una obligación ineludible. ¡Y ay de mí si no lo anuncio! Por eso, si lo hiciera por propia iniciativa, tendría derecho a una recompensa; pero si lo hago por obligación, es porque estoy cumpliendo un encargo que Dios me ha dado. En este caso, mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir del anuncio del evangelio.
Aunque no soy esclavo de nadie, me he hecho esclavo de todos, a fin de ganar para Cristo el mayor número posible de personas. Cuando he estado con los que son débiles en la fe, me he vuelto débil como uno de ellos, para ganarlos también. Es decir, me he hecho igual a todos, para de alguna manera poder salvar a algunos. Todo lo hago por el evangelio, para tener parte en el mismo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,29-39

† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y él se acercó, y tomándola de la mano la levantó; al momento se le quitó la fiebre y comenzó a atenderlos.
Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron todos los enfermos y endemoniados a Jesús, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente, y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba que los demonios hablaran, porque ellos lo conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar solitario. Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron: —Todos te están buscando.
Pero él les contestó: —Vamos a los otros lugares cercanos; también allí debo anunciar el mensaje, porque para esto he salido.
Así que Jesús andaba por toda Galilea, anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien. Respondemos todos: R. Señor ten piedad.
Para la Iglesia santa del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor. R.
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de la humanidad, pidamos el Espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus pueblos, roguemos al Señor. R.
Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús, el Salvador, roguemos al Señor. R.
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa muerte, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, que nos has confiado la misión de proclamar el Evangelio, escucha las oraciones de tu familia y susténtanos con tu Espíritu, para que tu palabra sea acogida por todos con corazón generoso y abierto y dé fruto abundante en todo el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan y de un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


PERIPLOS DEL O
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6 FEBRERO – LUNES QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 8,1-7.9-13 / Sal 131 / Mc 6, 53-56 – VERDE

6. Primera Lectura: 1Re 8,1-7.9-13
Lectura del primer libro de los Reyes
Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a las personas principales de las familias israelitas, para trasladar el arca de la alianza  del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Y en el día de la fiesta solemne, en el mes de Etanim, que es el séptimo mes del año, se reunieron con el rey Salomón todos los israelitas. Llegaron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca y la trasladaron junto con la tienda del encuentro con Dios y con todos los utensilios sagrados que había en ella, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. El rey Salomón y toda la comunidad israelita que se había reunido con él, estaban delante del arca ofreciendo en sacrificio ovejas y toros en cantidad tal que no se podían contar. Después llevaron los sacerdotes el arca de la alianza del Señor al interior del templo, hasta el Lugar Santísimo, bajo las alas de los seres alados, los cuales tenían sus alas extendidas sobre el sitio donde estaba el arca, cubriendo por encima tanto el arca como sus travesaños. En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés había puesto allí en Horeb, las tablas de la alianza que el Señor hizo con los israelitas cuando salieron de Egipto.
Al salir los sacerdotes del Lugar Santo, la nube llenó el templo del Señor, y por causa de la nube los sacerdotes no pudieron quedarse para celebrar el culto, porque la gloria del Señor había llenado su templo.
Entonces Salomón dijo: “Tú, Señor, has dicho que vives en la oscuridad. Pero yo te he construido un templo para que lo habites, un lugar donde vivas para siempre.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 131
R. ¡Vayamos al santuario del Señor!
En Efrata oímos hablar del arca de la alianza, y la encontramos en los campos de Jáar. ¡Vayamos al santuario del Señor! ¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies! R.
Levántate, Señor, con tu arca poderosa, y ven al monte donde has de descansar. Que tus sacerdotes se revistan de justicia; que tus fieles griten de alegría. Por consideración a David, tu siervo, no rechaces al rey que has escogido. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 53-56
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 FEBRERO – MARTES QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 8,22-23.27-30 / Sal 83 / Mc 7,1-13 – VERDE

6. Primera Lectura: 1Re 8,22-23.27-30
Lectura del primer libro de los Reyes
Salomón se puso delante del altar del Señor, en presencia de toda la comunidad israelita, y extendiendo sus manos al cielo, exclamó: “Señor, Dios de Israel: ni en el cielo ni en la tierra hay un Dios como tú, que cumples tu alianza y muestras tu bondad para con los que te sirven de todo corazón.
“Pero ¿será verdad que Dios puede vivir sobre la tierra? Si el cielo, en toda su inmensidad, no puede contenerte, ¡cuánto menos este templo que he construido para ti! No obstante, Señor y Dios mío, atiende mi ruego y mi súplica; escucha el clamor y la oración que este siervo tuyo te dirige hoy. No dejes de mirar, ni de día ni de noche, este templo, lugar donde tú has dicho que estarás presente. Escucha la oración que aquí te dirige este siervo tuyo. Escucha mis súplicas y las de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Escúchalas en el cielo, lugar donde vives, y concédenos tu perdón.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 83
R. ¡Cuán hermoso es tu santuario, Señor!
¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ¡Con todo el corazón canto alegre al Dios de la vida! R.
Aun el gorrión y la golondrina hallan lugar en tus altares donde hacerles nido a sus polluelos, oh Señor todopoderoso, Rey mío y Dios mío. ¡Felices los que viven en tu templo y te alaban sin cesar! R.
Mira, oh Dios, con buenos ojos a aquel que es nuestro escudo, a quien tú has escogido como rey. ¡Más vale estar un día en tus atrios, que mil fuera de ellos! Prefiero ser portero del templo de mi Dios, que vivir en lugares de maldad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, se acercaron los fariseos a Jesús, con unos maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén. Estos, al ver que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin haber cumplido con la ceremonia de lavárselas, los criticaron. (Porque los fariseos y todos los judíos siguen la tradición de sus antepasados, de no comer sin antes lavarse las manos debidamente. Y cuando regresan del mercado, no comen sin antes cumplir con la ceremonia de lavarse. Y aun tienen otras muchas costumbres, como lavar los vasos, los jarros, las vasijas de metal y las camas.) Por eso, los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?
Jesús les contestó: —Bien habló el profeta Isaías acerca de lo hipócritas que son ustedes, cuando escribió: ‘Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto: sus enseñanzas son mandatos de hombres.’ Porque ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres.
También les dijo: —Para mantener sus propias tradiciones, ustedes pasan por alto el mandato de Dios. Pues Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y ‘El que maldiga a su padre o a su madre, será condenado a muerte.’ Pero ustedes afirman que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: ‘No puedo ayudarte, porque todo lo que tengo es corbán’ (es decir: “ofrecido a Dios”); y también afirman que quien dice esto ya no está obligado a ayudar a su padre o a su madre. De esta manera ustedes anulan la palabra de Dios con esas tradiciones que se trasmiten unos a otros. Y hacen otras muchas cosas parecidas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 FEBRERO – MIÉRCOLES QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 10,1-10 / Sal 36 / Mc 7,14-23 – VERDE

6. Primera Lectura: 1Re 10,1-10
Lectura del primer libro de los Reyes
La reina de Sabá oyó hablar de la fama que Salomón había alcanzado para honra del Señor, y fue a Jerusalén para ponerlo a prueba con preguntas difíciles. Llegó rodeada de gran esplendor, con camellos cargados de perfumes y con gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando llegó ante Salomón, le preguntó todo lo que tenía pensado, y Salomón respondió a todas sus preguntas. No hubo una sola pregunta de la cual no supiera la respuesta. Al ver la reina de Sabá la sabiduría de Salomón, y el palacio que había construido, los manjares de su mesa, los lugares que ocupaban sus oficiales, el porte y la ropa de sus criados, sus coperos, y los holocaustos que ofrecía en el templo, se quedó tan asombrada que dijo al rey: “Lo que escuché en mi país acerca de tus hechos y de tu sabiduría, es verdad; pero solo he podido creerlo ahora que he venido y lo he visto con mis propios ojos. En realidad, no me habían contado ni la mitad, pues tu sabiduría y tus bienes son más de lo que yo había oído. ¡Qué felices deben de ser tus esposas, y qué contentos han de sentirse estos servidores tuyos, que siempre están a tu lado escuchando tus sabias palabras! ¡Bendito sea el Señor tu Dios, que te vio con agrado y te entregó el reino de Israel! ¡Por el amor que el Señor ha tenido siempre a Israel, te ha hecho rey para que gobiernes con rectitud y justicia!” 
Luego entregó ella al rey tres mil novecientos sesenta kilos de oro, y gran cantidad de perfumes y piedras preciosas. Nunca llegó a Israel tal cantidad de perfumes como la que regaló la reina de Sabá al rey Salomón. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36

R. El hombre bueno habla con sabiduría.
Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol de mediodía. R.
El hombre bueno habla con sabiduría; el hombre bueno habla con justicia. Lleva en el corazón la enseñanza de su Dios; ¡jamás resbalarán sus pies! R.
La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 14-23
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente, y dijo: —Escúchenme todos, y entiendan: Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro.
Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. Él les dijo: —¿Así que ustedes tampoco lo comprenden? ¿No entienden que nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, para después salir del cuerpo?
Con esto quiso decir que todos los alimentos son limpios. Dijo también: —Lo que sale del hombre, eso sí lo hace impuro. Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 FEBRERO – JUEVES QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 11,4-13 / Sal 105 / Mc 7,24-30 – VERDE

6. Primera Lectura: 1Re 11,4-13
Lectura del primer libro de los Reyes
Cuando Salomón ya era anciano, sus mujeres hicieron que su corazón se desviara hacia otros dioses, pues no se había entregado por completo al Señor su Dios, como lo había hecho David, su padre. Salomón rindió culto a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcom,  ídolo repugnante de los amonitas. Así pues, los hechos de Salomón fueron malos a los ojos del Señor, pues no siguió fielmente al Señor, como lo había hecho David, su padre.
Por aquel tiempo, Salomón construyó, en el monte que está al oriente de Jerusalén, un santuario a Quemós,  ídolo repugnante de Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los amonitas. Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales ofrecían incienso y sacrificios a sus dioses. El Señor, Dios de Israel, se enojó con Salomón, porque su corazón se había apartado de él, que se le había aparecido dos veces y que le había ordenado no rendir culto a otros dioses. Sin embargo, él no hizo caso de lo que el Señor le había ordenado. Por lo tanto, el Señor le dijo a Salomón: “Ya que te has comportado así, y no has cumplido la alianza y las leyes que te ordené, voy a quitarte el reino y a dárselo a uno de los que te sirven. Sin embargo, por consideración a David, tu padre, no lo haré mientras vivas; pero se lo quitaré a tu hijo. Aunque no le quitaré todo el reino: le dejaré una tribu, por consideración a tu padre y a Jerusalén, la ciudad que he escogido.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Acuérdate de mí, Señor, cuando hagas bien a tu pueblo.
Felices los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo. Acuérdate de mí, Señor, cuando hagas bien a tu pueblo; tenme presente cuando vengas a salvar R.
Por el contrario, se mezclaron con los paganos y aprendieron sus costumbres: adoraron ídolos paganos, los cuales fueron causa de su ruina R.
Pues ofrecieron a sus hijos y a sus hijas en sacrificio a esos demonios. El Señor se enfureció contra su pueblo, y renegó de ellos, de los que eran suyos R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 24-30
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, se dirigió Jesús a la región de Tiro. Entró en una casa, sin querer que nadie lo supiera; pero no pudo esconderse. Pronto supo de él la madre de una muchacha que tenía un espíritu impuro, la cual fue y se arrodilló a los pies de Jesús. La mujer no era judía, sino originaria de Sirofenicia. Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: —Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le respondió: —Pero, Señor, hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
Jesús le dijo: —Por haber hablado así, vete tranquila. El demonio ya ha salido de tu hija.
Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña en la cama; el demonio ya había salido de ella. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 FEBRERO – VIERNES – SANTA ESCOLÁSTICA

1Re 11,29-32;12,19 / Sal 80 / Mc 7,31-37 – BLANCO

5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que santa Escolástica, tu fiel esposa, suscite en nuestros corazones aquel fuego de amor que encendió, para gloria de tu Iglesia, en sus hermanas vírgenes. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: 1Re 11,29-32; 12,19
Lectura del primer libro de los Reyes
Por aquel entonces, un día en que Jeroboam salió de Jerusalén, se encontró en el camino con el profeta Ahías, el de Siló, que iba cubierto con una capa nueva. Los dos estaban solos en el campo, y tomando Ahías la capa nueva que llevaba puesta, la rasgó en doce pedazos y dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos, porque el Señor, Dios de Israel, te dice: ‘Voy a quitarle el reino a Salomón, y a darte a ti diez tribus. A Salomón le dejaré solo una tribu, por consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las ciudades de las tribus de Israel.
De este modo se rebeló Israel contra la dinastía de David hasta el día de hoy. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 80
R. Yo soy el Señor, tu Dios, escucha mi voz.
No tengas dioses extranjeros; no adores dioses extraños. Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto R.
“Pero mi pueblo no quiso oírme; ¡Israel no quiso obedecerme! Por eso los dejé seguir con su capricho, y vivieron como mejor les pareció.” R.
“¡Si mi pueblo me hubiera escuchado! ¡Si Israel hubiera seguido mis caminos, en un abrir y cerrar de ojos yo habría humillado a sus enemigos y castigado a sus contrarios!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7,31-37
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús volvió a salir de la región de Tiro y, pasando por Sidón, llegó al Lago de Galilea, en pleno territorio de la Decápolis. Allí le llevaron un sordo y tartamudo, y le pidieron que pusiera su mano sobre él. Jesús se lo llevó a un lado, aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos y con saliva le tocó la lengua. Luego, mirando al cielo, suspiró y dijo al hombre: “¡Efatá!” (es decir: “¡Ábrete!”)
Al momento, los oídos del sordo se abrieron, y se le desató la lengua y pudo hablar bien. Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, tanto más lo contaban. Llenos de admiración, decían: “Todo lo hace bien. ¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, hacer nuestro el fruto de esta ofrenda para que, a ejemplo de santa Escolástica, libres de la decrepitud del hombre viejo, recomencemos una nueva vida en continuo progreso espiritual. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

21. Oración después de la Comunión
Señor, que la comunión del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo nos aparte de las cosas caducas, para que, a ejemplo de santa Escolástica, crezcamos, a lo largo de la vida, en caridad sincera y podamos gozar de la visión eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.


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11 FEBRERO – SÁBADO QUINTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1Re 12,26-32;13,33-34 / Sal 105 / Mc 8, 1-10 – VERDE

6. Primera Lectura: 1Re12,26-32; 13,33-34
Lectura del primer libro de los Reyes
Jeroboam reconstruyó la ciudad de Siquem, que está en los montes de Efraín,
y se estableció en ella. Luego reconstruyó también Penuel. Pero pensó: “La dinastía de David puede recuperar el reino, si esta gente va a Jerusalén para ofrecer sacrificios en el templo del Señor. Volverán a sentir afecto por Roboam, rey de Judá, y entonces me matarán y se volverán a Roboam, rey de Judá.”
Después de haber consultado el asunto, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: “Ustedes, israelitas, ya han ido bastante a Jerusalén. Aquí tienen a sus dioses, que los sacaron de Egipto.” Entonces puso uno en Betel y el otro en Dan. Y esto fue causa de que Israel pecara, pues la gente iba a Betel y a Dan para adorarlos. Construyó también santuarios en lugares altos y nombró sacerdotes a gente del pueblo, que no eran levitas. Además estableció una fiesta religiosa el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y él mismo ofreció sacrificios sobre el altar. Esto lo hizo en Betel, ofreciendo sacrificios a los becerros que había fabricado y nombrando sacerdotes para los santuarios paganos que había construido.
A pesar de esto, Jeroboam no abandonó su mala conducta, sino que volvió a nombrar sacerdotes de entre el pueblo para los santuarios en lugares altos. A quien así lo deseaba, Jeroboam lo consagraba sacerdote de tales santuarios. Tal proceder fue la causa de que la descendencia de Jeroboam pecara, y que, por lo mismo, fuera exterminada por completo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 105
R. Acuérdate de mí, Señor, cuando hagas bien a tu pueblo.
Hemos pecado igual que nuestros padres; nos hemos pervertido; hemos hecho lo malo. Nuestros padres, allá en Egipto, no dieron importancia a tus grandes hechos; se olvidaron de tu gran amor R.
En el monte Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro fundido, y lo adoraron: ¡cambiaron al Dios glorioso por la imagen de un buey que come hierba! R.
Olvidaron a Dios, su Salvador, que había hecho grandes cosas en Egipto, que había hecho maravillas en el país de Cam y cosas sorprendentes en el Mar Rojo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un día en que se había juntado mucha gente y no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: —Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. Y si los mando sin comer a sus casas, pueden desmayarse por el camino, porque algunos han venido de lejos.
Sus discípulos le contestaron: —¿Pero cómo se les puede dar de comer en un lugar como este, donde no vive nadie?
Jesús les preguntó: —¿Cuántos panes tienen ustedes?
—Siete —contestaron ellos.
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y se los iba dando a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente, y así lo hicieron. Tenían también unos cuantos pescaditos; Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y también mandó repartirlos. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y recogieron los pedazos sobrantes en siete canastas. Los que comieron eran cerca de cuatro mil. Luego Jesús los despidió, subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 FEBRERO – DOMINGO SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lv 13,1-2.44-46 / Sal 31 / 1 Cor 10,31-11.1 / Mc 1,40-45 – VERDE

 

5. Oración Colecta
Señor, que prometiste venir y habitar en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida, para que podamos gozar de tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu.

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6. Primera Lectura: Lv 13,1-2.44-46
Lectura del libro del Levítico
El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: “Cuando alguien tenga hinchazones, erupciones o manchas en la piel del cuerpo, o llagas que parezcan de lepra, deberá ser llevado al sacerdote Aarón o a uno de los sacerdotes descendientes de él. Es un hombre impuro, y así lo declarará el sacerdote. “El que tenga llagas de lepra, deberá llevar rasgada la ropa y descubierta la cabeza, y con la cara semicubierta gritará: ‘¡Impuro!, ¡Impuro!’ Y mientras tenga las llagas será considerado hombre impuro; tendrá que vivir solo y fuera del campamento. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 31
R. Tú, Señor, eres mi refugio.
Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna. R.
Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste. R.
Alégrense en el Señor, hombres buenos y honrados; ¡alégrense y griten de alegría! R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 10,31-11.1
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: lo mismo si comen, que si beben, que si hacen cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. No den mal ejemplo a nadie; ni a los judíos, ni a los no judíos, ni a los que pertenecen a la iglesia de Dios. Yo, por mi parte, procuro agradar a todos en todo, sin buscar mi propio bien sino el de los demás, para que alcancen la salvación. Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1,40-45
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo: —Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él; lo tocó con la mano y dijo: —Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, y le recomendó mucho: —Mira, no se lo digas a nadie; solamente ve y preséntate al sacerdote, y lleva, por tu purificación, la ofrenda que ordenó Moisés, para que conste ante los sacerdotes.
Pero el hombre se fue y comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había gente; pero de todas partes acudían a verlo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos, al Dios de misericordia y pidámosle su ayuda para invocarlo con sentimientos que le agradan. Respondemos: R. Padre,escúchanos.
Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de la santa Iglesia y por la unión de todos los seres humanos, roguemos al Señor. R.
Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor. R.
Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor. R.
Por nuestros familiares y amigos que han muerto, para que Dios les conceda participar en la resurrección eterna, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Gracias, Señor, por escuchar benignamente nuestras súplicas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio, Señor, que vamos a ofrecerte, nos purifique, nos renueve y nos haga partícipes de la vida nueva de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Señor, que el pan eucarístico, por medio del cual nos has comunicado tú la vida verdadera, produzca abundantes frutos en nosotros. Por Jesucristo.


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13 FEBRERO – LUNES SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 1, 1-11 / Sal 118 / Mc 8, 11-13 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 1, 1-11
Comienzo de la carta del Apóstol Santiago
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de Israel esparcidas por todo el mundo. Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento. Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada. Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta. El hermano de condición humilde debe sentirse orgulloso de ser enaltecido por Dios; y el rico de ser humillado. Porque el rico es como la flor de la hierba, que no permanece.  Cuando el sol sale y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se cae y su belleza se pierde. Así también, el rico desaparecerá en medio de sus negocios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Señor: ¡enséñame tus leyes!
Antes de ser humillado cometí muchos errores, pero ahora obedezco tu palabra. Tú eres bueno, y haces el bien; ¡enséñame tus leyes! R.
Me hizo bien haber sido humillado, pues así aprendí tus leyes. Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. R.
Señor, yo sé que tus decretos son justos y que tienes razón cuando me afliges. ¡Que tu amor me sirva de consuelo, conforme a la promesa que me hiciste! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 11-13
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegaron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús. Y para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios. Jesús suspiró profundamente y dijo:
— ¿Por qué pide esta gente una señal milagrosa? Les aseguro que no se les dará ninguna señal. Entonces los dejó, y volviendo a entrar en la barca se fue al otro lado del lago. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 FEBRERO – MARTES  – SANTOS CIRILO Y METODIO

Is 61,1-3ª / Sal 117 / Jn 21,15-17 – BLANCO

5. Oración Colecta
O Dios, que has sacado a los pueblos infieles de las tinieblas a la luz mediante la predicación de los santos Cirilo y Metodio; concédenos, por su intercesión, permanecer firmes en la fe y constantes en la esperanza del Evangelio que ellos nos anunciaron. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura:Is 61,1-3a
Lectura del libro del profeta Isaías
El espíritu del Señor  está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; a anunciar el año favorable del Señor, el día en que nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos los tristes, a dar a los afligidos de Sión una corona en vez de ceniza, perfume de alegría en vez de llanto, cantos de alabanza en vez de desesperación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y proclamen el evangelio a toda criatura.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 21,15-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús le preguntó a Simón Pedro:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis corderos.
Volvió a preguntarle:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro le contestó:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas.
Por tercera vez le preguntó:—Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó:—Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira complacido, Padre, las ofrendas presentadas en el día en que conmemoramos a los santos Cirilo y Metodio, y haz que se conviertan en signo de una humanidad nueva, reconciliada contigo en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Padre de todos los pueblos, tú nos haces participar de un mismo pan y un mismo Espíritu como anticipo de la fiesta del cielo. Te pedimos, en esta conmemoración de los santos Cirilo y Metodio, que quienes formamos la multitud de tus hijos, nos mantengamos unidos en la fe y comprometidos con la justicia y la paz. Por Jesucristo.


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15 FEBRERO – MIÉRCOLES SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 1,19-27 / Sal 14 / Mc 8, 22-26 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 1, 19-27
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Hermanos: Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse. Porque el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios. Así pues, despójense ustedes de toda impureza  y de la maldad que tanto abunda, y acepten humildemente el mensaje que ha sido sembrado; pues ese mensaje tiene poder para salvarlos.
Pero no basta con oír el mensaje; hay que ponerlo en práctica, pues de lo contrario se estarían engañando ustedes mismos. El que solamente oye el mensaje, y no lo practica, es como el hombre que se mira la cara en un espejo: se ve a sí mismo, pero en cuanto da la vuelta se olvida de cómo es. Pero el que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta de la libertad, y permanece firme cumpliendo lo que ella manda, será feliz en lo que hace.
Si alguno cree ser religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve de nada. La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14
R. ¿Quién puede habitar en tu santo monte, Señor?.
Solo el que vive sin tacha y practica la justicia; el que dice la verdad de todo corazón; el que no habla mal de nadie R.
El que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino; el que mira con desprecio a quien desprecio merece, pero honra a quien honra al Señor R.
El que presta su dinero sin exigir intereses; el que no acepta soborno en contra del inocente. El que así vive, jamás caerá. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 22-26
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Llevaron un ciego a Jesús, y le rogaron que lo tocara. Jesús tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Le mojó los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó si podía ver algo. El ciego comenzó a ver, y dijo: —Veo a los hombres. Me parecen como árboles que andan.
Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el hombre miró con atención y quedó sano. Ya todo lo veía claramente. Entonces Jesús lo mandó a su casa, y le dijo: —No vuelvas al pueblo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 FEBRERO – JUEVES SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 2,1-9 / Sal 33 / Mc 8,27-33 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 2, 1-9
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Ustedes, hermanos míos, que creen en nuestro glorioso Señor  Jesucristo, no deben hacer discriminaciones entre una persona y otra. Supongamos que ustedes están reunidos, y llega un rico  con anillos de oro y ropa lujosa, y lo atienden bien y le dicen: “Siéntate aquí, en un buen lugar”, y al mismo tiempo llega un pobre vestido con ropa vieja, y a este le dicen: “Tú quédate allá de pie, o siéntate en el suelo”; entonces están haciendo discriminaciones y juzgando con mala intención.
Queridos hermanos míos, oigan esto: Dios ha escogido a los que en este mundo son pobres, para que sean ricos en fe y para que reciban como herencia el reino que él ha prometido a los que lo aman; ustedes, en cambio, los humillan. ¿Acaso no son los ricos quienes los explotan a ustedes, y quienes a rastras los llevan ante las autoridades? ¿No son ellos quienes hablan mal del precioso nombre que fue invocado sobre ustedes?
Ustedes hacen bien si de veras cumplen la ley suprema, tal como dice la Escritura: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Pero si hacen discriminaciones entre una persona y otra, cometen pecado y son culpables ante la ley de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Si el pobre grita al Señor, él lo libra de sus angustias.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8.27-33
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos fueron a las aldeas de la región de Cesarea de Filipo. En el camino, Jesús preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías.
Pero Jesús les ordenó que no hablaran de él a nadie.
Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole: —¡Apártate de mí, Satanás!  Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.


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17 FEBRERO – VIERNES SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 2, 14-24.26 / Sal 111/ Mc 8, 34-39 – VERDE


6. Primera Lectura: Sant 2, 14-24.26
Lectura de la Carta del Apóstol Santiago
Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; si uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman todo lo que quieran”, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta.
Uno podrá decir: “Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.” Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil. Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que él hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac. Y puedes ver que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe. Así se cumplió la Escritura que dice: “Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo.” Y Abraham fue llamado amigo de Dios. Ya ven ustedes, pues, que Dios declara justo al hombre también por sus hechos, y no solamente por su fe. En resumen: así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111
R. Feliz el que honra al Señor y se complace en sus mandatos.
Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos. Los descendientes del hombre honrado serán bendecidos y tendrán poder en la tierra. R.
En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. Brilla una luz en la oscuridad para los hombres honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. R.
El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios; por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 34-39
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo:—Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 FEBRERO – SÁBADO SEXTA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 3, 1-10 / Sal 11 / Mc 9, 1-12 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 3, 1-10
Lectura de la Carta del Apóstol Santiago
Hermanos míos, no haya entre ustedes tantos maestros, pues ya saben que quienes enseñamos seremos juzgados con más severidad. Todos cometemos muchos errores; ahora bien, si alguien no comete ningún error en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de controlar todo su cuerpo. Cuando ponemos freno en la boca a los caballos para que nos obedezcan, controlamos todo su cuerpo. Y fíjense también en los barcos: aunque son tan grandes y los vientos que los empujan son fuertes, los pilotos, con un pequeño timón, los guían por donde quieren. Lo mismo pasa con la lengua; es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz de grandes cosas. ¡Qué bosque tan grande puede quemarse por causa de un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego. Es un mundo de maldad puesto en nuestro cuerpo, que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo, y a su vez hace arder todo el curso de la vida. El hombre es capaz de dominar toda clase de fieras, de aves, de serpientes y de animales del mar, y los ha dominado; pero nadie ha podido dominar la lengua. Es un mal que no se deja dominar y que está lleno de veneno mortal. Con la lengua, lo mismo bendecimos a nuestro Señor y Padre, que maldecimos a los hombres creados por Dios a su propia imagen. De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 11
R. Tú, Señor, nos cuidarás.
Sálvanos, Señor, pues ya no hay creyentes fieles; ya no hay hombres sinceros. Unos a otros se mienten; hablan con hipocresía y doble sentido. R.
Arranca, Señor, de raíz a los hipócritas y fanfarrones, a los que dicen: “Con tener boca nos basta; nuestra lengua nos defiende. ¿Quién se atreve a darnos órdenes?” R.
Las promesas del Señor son puras; ¡son como la plata más pura, refinada en el horno siete veces! Tú, Señor, nos cuidarás; ¡siempre nos protegerás de tales gentes! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús le dijo a sus discípulos:—Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán hasta que vean el reino de Dios llegar con poder.
Seis días después, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarle por mucho que la lavara. Y vieron a Elías y a Moisés, que estaban conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Es que los discípulos estaban asustados, y Pedro no sabía qué decir. En esto, apareció una nube y se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado: escúchenlo.” Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar.  Le preguntaron a Jesús: — ¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
Él les contestó: —Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. ¿Y por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 FEBRERO – DOMINGO SÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 43,18-19.21-22.24b-25 / Sal 40 / 2Cor 1,18-22 / Mc 2,1-12 – VERDE

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu  para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos.

7_to_b.jpg6. Primera Lectura: Is 43,18-19.21-22.24b-25
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor a su pueblo: “Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. El pueblo que he formado para que proclame mi alabanza.
“Pero tú, Israel, pueblo de Jacob, no me invocaste, sino que te cansaste de mí. Me cansaste con tus pecados; me molestaste con tus maldades.
“Pero yo, por ser tu Dios, borro tus crímenes y no me acordaré más de tus pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 40
R. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Diariamente te bendeciré; alabaré tu nombre por siempre. El Señor es grande y muy digno de alabanza; su grandeza excede nuestro entendimiento. R.
De padres a hijos se alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos. Se hablará de tu majestad gloriosa, y yo hablaré de tus maravillas. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.

8. Segunda Lectura: 2 Cor 1,18-22
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Dios es testigo de que nosotros no les decimos a ustedes “sí” y “no” al mismo tiempo. Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre ustedes, no fue “sí” y “no” al mismo tiempo. Dios ha dado en Cristo para siempre su “sí”, pues en él se cumplen todas las promesas de Dios. Por esto, cuando alabamos a Dios, decimos “Amén” por medio de Cristo Jesús. Y Dios es el que a nosotros y a ustedes nos ha afirmado al unirnos a Cristo, y nos ha consagrado. Nos ha marcado con su sello, y ha puesto en nuestro corazón el Espíritu Santo como garantía de lo que vamos a recibir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 2,1-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando Jesús volvió a entrar en Cafarnaúm y se supo que estaba en casa, se juntó tanta gente que ni siquiera cabían frente a la puerta; y él les anunciaba el mensaje. Entonces, entre cuatro, le llevaron un paralítico. Pero como había mucha gente y no podían acercarlo hasta Jesús, quitaron parte del techo de la casa donde él estaba, y por la abertura bajaron al enfermo en la camilla en que estaba acostado. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo: —Hijo mío, tus pecados quedan perdonados.
Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados, pensaron: “¿Cómo se atreve este a hablar así? Sus palabras son una ofensa contra Dios. Solo Dios puede perdonar pecados.” Pero Jesús en seguida se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:
—¿Por qué piensan ustedes así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decirle: ‘Levántate, toma tu camilla y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces le dijo al paralítico: —A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El enfermo se levantó en el acto, y tomando su camilla salió de allí, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a Dios, diciendo: —Nunca hemos visto una cosa así. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos y hermanas: Invoquemos a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde que merezca obtener lo que pedimos. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el Señor la mantenga firme la fe y fuerte en el amor, roguemos al Señor. R.
Por los que tienen autoridad en el mundo: para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, roguemos al Señor. R.
Por quienes nos desprecian a causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor. R.
Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos orar: para que Dios nos conceda perseverar en la fe, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha, Señor, nuestras oraciones y danos un corazón nuevo: para que seamos capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio de acción de gracias y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos ayude, Señor, a reconocer la salvación eterna de la que nos haces partícipes por tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Padre, que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que nos has dado, en este sacramento, sean para todos nosotros prenda segura de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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20 FEBRERO – LUNES SÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 3, 13-18 / Sal 18 / Mc 9, 14-29 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 3, 13-18
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Hermanos: Si entre ustedes hay alguno sabio y entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la humildad que su sabiduría le da. Pero si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad. Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo. Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad; pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien. Y los que procuran la paz, siembran en paz para recoger como fruto la justicia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Los preceptos del Señor son justos y traen alegría al corazón.
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos R.
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9, 14-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos. Al ver a Jesús, todos corrieron a saludarlo llenos de admiración.
Él les preguntó:— ¿Qué están ustedes discutiendo con ellos?
Uno de los presentes contestó: —Maestro, aquí te he traído a mi hijo, pues tiene un espíritu que lo ha dejado mudo. Dondequiera que se encuentra, el espíritu lo agarra y lo tira al suelo; y echa espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que le saquen ese espíritu, pero no han podido.
Jesús contestó: —¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Traigan acá al muchacho.
Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero cuando el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, el cual cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. Jesús le preguntó al padre:— ¿Desde cuándo le sucede esto?
El padre contestó: —Desde que era niño. Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
Jesús le dijo: — ¿Cómo que ‘si puedes’? ¡Todo es posible para el que cree!
Entonces el padre del muchacho gritó: —Yo creo. ¡Ayúdame a creer más!
Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro, diciendo:—Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno que salgas de este muchacho y que no vuelvas a entrar en él.
El espíritu gritó, e hizo que le diera otro ataque al muchacho. Luego salió de él, dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se paró.
Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron a solas:— ¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu?
Y Jesús les contestó: —A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 FEBRERO – MARTES SÉPTIMA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sant 4, 1-10 / Sal 54 / Mc 9, 30-37 – VERDE

6. Primera Lectura: Sant 4, 1-10
Lectura de la carta del Apóstol Santiago
Hermanos: ¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres. ¡Oh gente infiel! ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios. Por algo dice la Escritura: “Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros. Pero Dios nos ayuda más con su bondad, pues la Escritura dice: “Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad a los humildes.” Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y este huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que quieren amar a Dios y al mundo a la vez! ¡Aflíjanse, lloren y laméntense! ¡Que su risa se cambie en lágrimas y su alegría en tristeza! Humíllense delante del Señor, y él los enaltecerá. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 54

R. Confía en el Señor, y él te mantendrá firme.
Digo: “Ojalá tuviera yo alas como de paloma; volaría entonces y podría descansar. Volando me iría muy lejos; me quedaría a vivir en el desierto. R.
Correría presuroso a protegerme de la furia del viento y de la tempestad.” Destrúyelos, Señor, confunde su lenguaje R.
Pues tan solo veo violencia y discordia, que día y noche rondan la ciudad. Hay en ella maldad e intrigas; hay en ella corrupción R.
Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9, 30-37
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando se fueron de allí, pasaron por Galilea. Pero Jesús no quiso que nadie lo supiera, porque estaba enseñando a sus discípulos. Les decía:—El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero tres días después resucitará. Ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntarle.
Llegaron a la ciudad de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en casa, Jesús les preguntó: — ¿Qué venían discutiendo ustedes por el camino?
Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:—Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.
Luego puso un niño en medio de ellos, y tomándolo en brazos les dijo:—El que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe, sino también a aquel que me envió. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 FEBRERO – MIÉRCOLES DE CENIZA

Jl 2, 12-18/ Sal 50 y 17/2Cor 5, 20-6,2/Mt 6,1-6.16-18 – MORADO

5. Oración Colecta
Que el día de penitencia con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio de una verdadera conversión a ti, para que podamos vencer el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo.

ceniza.jpg6. Primera Lectura: Jl 2, 12-18
Lectura del libro del profeta Joel 
“Ahora —lo afirma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón. ¡Ayunen, griten y lloren!” ¡Vuélvanse ustedes al Señor su Dios, y desgárrense el corazón en vez de desgarrarse la ropa! Porque el Señor es tierno y compasivo, paciente y todo amor, dispuesto siempre a levantar el castigo. Tal vez decida no castigarlos a ustedes, y les envíe bendición: cereales y vino para las ofrendas del Señor su Dios. ¡Toquen la trompeta en el monte Sión!
Convoquen al pueblo y proclamen ayuno; reúnan al pueblo de Dios, y purifíquenlo; reúnan a los ancianos, a los niños y aun a los niños de pecho.
¡Que hasta los recién casados salgan de la habitación nupcial!
Lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, y digan entre el vestíbulo y el altar: “Perdona, Señor, a tu pueblo; no dejes que nadie se burle de los tuyos; no dejes que otras naciones los dominen y que los paganos digan: ‘¿Dónde está su Dios?’ ”Entonces el Señor mostró su amor por su país; compadecido de su pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas. R.
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso. Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas. R.

8. Segunda Lectura: 2 Cor 5, 20-6, 2
Lectura de la segunda carta del apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios. Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado; para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo.
Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. Porque él dice en las Escrituras: “En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.” Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aclamación: Tu Palabra me da vida u otra.

10. Evangelio: Mt 6, 1-6.16-18
† Lectura del Evangelio según san Mateo 
Jesús dijo a sus discípulos: “No hagan sus buenas obras delante de la gente solo para que los demás los vean. Si lo hacen así, su Padre que está en el cielo no les dará ningún premio”.
“Por eso, cuando ayudes a los necesitados, no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente hable bien de ellos. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Cuando tú ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu amigo más íntimo; hazlo en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio”.
“Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio”.
“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no note que estás ayunando. Solamente lo notará tu Padre, que está en lo oculto, y tu Padre que ve en lo oculto te dará tu recompensa”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre la Ceniza
Después de la predicación, el celebrante ora sobre la ceniza:
Hermanos: Pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con su gracia esta ceniza, que vamos a imponer sobre nuestras cabezas en señal de penitencia.
Oremos: Tú que no quieres la muerte del pecador, sino su arrepentimiento, escucha, Señor, con bondad nuestras súplicas y bendice () esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestras cabezas en reconocimiento de que somos débiles y pecadores, a fin de que tu nos cambies los corazones y obtengamos el perdón de los pecados y una vida nueva a imagen de tu Hijo resucitado. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Y en silencio rocía con agua bendita las cenizas. Y luego impone la ceniza, diciendo:

Arrepiéntete y cree en el Evangelio.

13. Oración de los Fieles
+ Con la Iglesia penitente, que sigue las huellas de Cristo, modelo de una nueva humanidad, dirijamos al Padre nuestra humilde y perseverante oración. Respondemos: R. Oh Dios, danos un corazón nuevo.
Para que el rito de la ceniza, nos recuerde a todos que formamos parte de la Iglesia santa, pero siempre necesitada de penitencia, roguemos al Señor. R.
Para que nuestra comunidad una a la oración y a la penitencia la caridad fraterna, ayudando a los pobres y marginados, roguemos al Señor. R.
Para que todos los cristianos se renueven en su mentalidad y en sus obras, y reacciones ante la falta de compromiso moral y social, roguemos al Señor. R.
Para que seamos iluminados por el Evangelio, purificados por la penitencia y fortalecidos con el pan de la vida, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Oh Dios misericordioso, danos la alegría de sentirnos salvados y guíanos con la fuerza de tu Espíritu a la gran fiesta que tú preparas a los hijos pródigos que vuelven a ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, y concédenos que por medio de la caridad y la penitencia, venzamos nuestro egoísmo y, libres de pecado, podamos unirnos mejor a tu Hijo, que vive y reina.

21. Oración después de la Comunión
Que esta comunión abra, Señor, nuestro corazón a la justicia y a la caridad, para que, convertidos por tu gracia, experimentemos la salvación. Por Jesucristo.


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23 FEBRERO – JUEVES DE CENIZA

Dt 30,15-20 / Sal 1 / Lc 9,22-25 – MORADO

5. Oración Colecta
Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Dt 30,15-20
Lectura del libro del Deuteronomio
Esto dice el Señor: “Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal, por el otro. Si obedecen lo que hoy les ordeno, y aman al Señor su Dios, y siguen sus caminos, y cumplen sus mandamientos, leyes y decretos, vivirán y tendrán muchos hijos, y el Señor su Dios los bendecirá en el país que van a ocupar. Pero si no hacen caso de todo esto, sino que se dejan arrastrar por otros dioses para rendirles culto y arrodillarse ante ellos, en este mismo momento les advierto que morirán sin falta, y que no estarán mucho tiempo en el país que van a conquistar después de haber cruzado el Jordán. En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes, de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes; amen al Señor su Dios, obedézcanlo y séanle fieles, porque de ello depende la vida de ustedes y el que vivan muchos años en el país que el Señor juró dar a Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 1
R. Feliz quien ha puesto su confianza en el Señor.
Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. R.
Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien! R.
Con los malvados no pasa lo mismo, pues son como paja que se lleva el viento. Por eso los malvados caerán bajo el juicio de Dios y no tendrán parte en la comunidad de los justos. El Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malos lleva al desastre. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 9,22-25
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús dijo: —El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará.
Después les dijo a todos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad  estas ofrendas que te presentamos, para que nos alcancen tu perdón, y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en esta comunión, sean para nosotros fuente de perdón, de santidad y de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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24 FEBRERO – VIERNES DE CENIZA

Is 58,1-9a / Sal 50 / Mt 9,14-15 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Señor, tu gracia durante estos días de penitencia cuaresmal, para que a nuestras prácticas externas corresponda una verdadera renovación del espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 58,1-9a
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor me dijo: “Grita fuertemente, sin miedo, alza la voz como una trompeta; reprende a mi pueblo por sus culpas, al pueblo de Jacob por sus pecados.
Diariamente me buscan y están felices de conocer mis caminos, como si fueran un pueblo que hace el bien y que no descuida mis leyes; me piden leyes justas y se muestran felices de acercarse a mí, y, sin embargo, dicen: ‘¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos, si él no se da cuenta?’ El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores; el día de ayuno lo pasan en disputas y peleas y dando golpes criminales con los puños.
Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones. ¿Creen que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un junco y en acostarse con ásperas ropas sobre la ceniza? ¿Eso es lo que ustedes llaman ‘ayuno’, y ‘día agradable al Señor’? Pues no lo es.
El ayuno que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tiranía; en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes.
Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá. Entonces, si me llamas, yo te responderé; si gritas pidiendo ayuda, yo te diré: ‘Aquí estoy.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. ¡Tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti. R.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 9,14-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: —Nosotros y los fariseos ayunamos mucho, ¿por qué tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó: —¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio; entonces sí ayunarán. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, que el sacrificio que te ofrecemos en este tiempo de preparación para la Pascua nos haga agradables a tus ojos y más generosos en la práctica de la penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que nuestra participación en este sacramento nos libre, Señor, de todas nuestras culpas y nos obtenga de tu misericordia la conversión de nuestro espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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25 FEBRERO – SÁBADO DE CENIZA

Is 58, 9b-14 / Sal 85 / Lc 5, 27-32 – MORADO

5. Oración Colecta
Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad, y extiende tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 58, 9b-14
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros ni les levantas calumnias, si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía.
Yo te guiaré continuamente, te daré comida abundante en el desierto, daré fuerza a tu cuerpo y serás como un jardín bien regado, como un manantial al que no le falta el agua. Tu pueblo reconstruirá las viejas ruinas y afianzará los cimientos puestos hace siglos. Llamarán a tu pueblo ‘reparador de muros caídos’, ‘reconstructor de casa en ruinas’.
“Respeta el sábado; no te dediques a tus negocios en mi día santo.
Considera este día como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor; hónralo no dedicándote a tus asuntos, ni buscando tus intereses y haciendo negocios. Si haces esto, encontrarás tu alegría en mí, y yo te llevaré en triunfo sobre las alturas del país y te haré gozar de la herencia de tu padre Jacob.” El Señor mismo lo ha dicho. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 85
R. Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Estoy muy triste y pobre; protégeme, pues te soy fiel. Tú eres mi Dios; ¡salva a este siervo tuyo que en ti confía! R.
Señor, ten compasión de mí, que a ti clamo a todas horas. Señor, alegra el ánimo de este siervo tuyo, pues a ti dirijo mi oración. R.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas; eres todo amor con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, ¡atiende mi plegaria! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 5, 27-32
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús salió y se fijó en uno de los que cobraban impuestos para Roma. Se llamaba Leví, y estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos. Jesús le dijo: —Sígueme.
Entonces Leví se levantó, y dejándolo todo siguió a Jesús.
Más tarde, Leví hizo en su casa una gran fiesta en honor de Jesús; y muchos de los que cobraban impuestos para Roma, junto con otras personas, estaban sentados con ellos a la mesa. Pero los fariseos y los maestros de la ley del mismo partido comenzaron a criticar a los discípulos de Jesús. Les dijeron: —¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y pecadores?
Jesús les contestó: —Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se vuelvan a Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos purifique, Señor y nos renueve, para que todos nuestros pensamientos y acciones se apeguen a tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21. Oración después de la Comunión
Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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26 FEBRERO – DOMINGO PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

Gn 9, 8-15 / Sal 24 / 1 Pe 3, 18-22 / Mc 1,12-15 – MORADO

5. Oración Colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma  nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

1_cua_b.jpg6. Primera Lectura: Gn 9, 8-15
Lectura del libro del Génesis
Dios les dijo a Noé y a sus hijos: “Miren, yo voy a establecer mi alianza con ustedes y con sus descendientes, y con todos los animales que están con ustedes y que salieron del arca: aves y animales domésticos y salvajes, y con todos los animales del mundo. Mi alianza con ustedes no cambiará: no volveré a destruir a los hombres y animales con un diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio que destruya la tierra. Esta es la señal de la alianza que para siempre hago con ustedes y con todos los animales: he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal de la alianza que hago con la tierra. Cuando yo haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas.  Entonces me acordaré de la alianza que he hecho con ustedes y con todos los animales, y ya no volverá a haber ningún diluvio que los destruya. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. Muéstrame tus caminos, Señor.
Muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. R.
Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado, pero no te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 3, 18-22
Lectura de la primera carta del apóstol Pedro
Hermanos: Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana, murió; pero resucitó con una vida espiritual, y de esta manera fue a proclamar su victoria a los espíritus que estaban presos. Estos habían sido desobedientes en tiempos antiguos, en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía la barca, en la que algunas personas, ocho en total, fueron salvadas por medio del agua. Y aquella agua representaba el agua del bautismo, por medio del cual somos ahora salvados. El bautismo no consiste en limpiar el cuerpo, sino en pedirle a Dios una conciencia limpia;  y nos salva por la resurrección de Jesucristo, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, y al que han quedado sujetos los ángeles y demás seres espirituales que tienen autoridad y poder. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mc 1,12-15
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, el Espíritu llevó a Jesús al desierto. Allí estuvo cuarenta días, viviendo entre las fieras y siendo puesto a prueba por Satanás; y los ángeles le servían.
Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de toda la humanidad y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado. Respondemos: R. Te lo pedimos Padre,escúchanos.
Para que en este tiempo de Cuaresma, Dios nos conceda la fuerza para luchar contra el mal, convertirnos y seguir su camino, roguemos al Señor. R.
Para que quienes abundan en bienes de la tierra, sepan compartirlos y no vivan esclavizados por las riquezas, roguemos al Señor. R.
Para que quienes se han alejado de la Iglesia a causa de nuestros escándalos o de nuestra tibieza, regresen a la familia de Dios, y a nosotros el Señor nos perdone nuestros pecados, roguemos al Señor. R.
Para que nuestros corazones, por medio de la penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la palabra de Dios produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha, Señor, la voz de tu Iglesia que desde el desierto del mundo te invoca, extiende sobre nosotros tu mano misericordiosa y haz que, por medio de la penitencia, la austeridad y la oración, venzamos las tentaciones del Maligno. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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27 FEBRERO – LUNES PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

Lv 19, 1-2.11-18 / Sal 18 / Mt 25, 31-46 – MORADO

5. Oración Colecta
Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra para que esta Cuaresma nos sea provechosa. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Lv 19, 1-2.11-18
Lectura del libro del Levítico
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Dile a la comunidad israelita lo siguiente: Sean ustedes santos, pues yo, el Señor su Dios, soy santo. No roben. No mientan ni se engañen unos a otros. No hagas promesas falsas en mi nombre, pues profanas el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
“No uses la violencia contra tu prójimo ni le arrebates lo que es suyo. No retengas la paga del trabajador hasta el día siguiente. No maldigas al sordo. No pongas ningún tropiezo en el camino del ciego. Muestra tu reverencia a Dios. Yo soy el Señor.
“No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil, ni te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia. No andes con chismes entre tu gente. No tomes parte en el asesinato de tu prójimo. Yo soy el Señor.
“No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano. Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderlo. No te hagas cómplice de su pecado. No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. R.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. R.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos. R.
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 25, 31-46
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: ‘Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.’ Entonces los justos preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.’
“Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: ‘Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme.’ Entonces ellos le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron. Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que estas ofrendas que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti, santifiquen, Señor, con tu gracia, nuestra vida y nos obtengan el perdón de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Concédenos, Señor, encontrar en esta comunión fuerza para el cuerpo y para el espíritu a fin de que, renovados completamente, podamos participar de la plenitud de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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28 FEBRERO – MARTES PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

Is 55, 10-11 / Sal 33 / Mt 6,7-15 – MORADO

5. Oración Colecta
Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo que en estos días de Cuaresma se renueva a través de la oración, y haz que te agrademos con nuestro obrar. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 55, 10-11
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. El Señor atiende al clamor de los honrados.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.
El Señor cuida de los hombres honrados y presta oído a sus clamores. El Señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. R.
El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Mt 6,7-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan. Ustedes deben orar así: ‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.
Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal.
No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno.’
“Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida cotidiana en sacramento de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos terrenos y a buscar la justicia de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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29 FEBRERO – MIÉRCOLES PRIMERA SEMANA DE CUARESMA

Jon 3,1-10/ Sal 50 / Lc 11,29-32 – MORADO

 

5. Oración Colecta
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y concédele que la práctica de las buenas obras renueve su vida, ya que te quiere agradar en todo momento. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Jon 3,1-10
Lectura del libro de Jonás
El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás, y le dijo: “Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.”
Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y caminó todo un día, diciendo a grandes voces: “¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!”
Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, también él se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó en el suelo. Luego, el rey y sus ministros dieron a conocer por toda la ciudad el siguiente decreto: “Que nadie tome ningún alimento. Que tampoco se dé de comer ni de beber al ganado y a los rebaños. Al contrario, vístanse todos con ropas ásperas en señal de dolor, y clamen a Dios con todas sus fuerzas. Deje cada uno su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora tal vez Dios cambie de parecer y se calme su ira, y así no moriremos.”
Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado. Palabra de Dios. Te alabamos.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 50
R. ¡Tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! R.
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel! No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. R.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos! R.

9. Cántico Interleccional.

10. Evangelio: Lc 11,29-32
† Lectura del Evangelio según san Lucas
La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y él comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es malvada; pide una señal milagrosa, pero no va a dársele más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para la gente de Nínive, también el Hijo del hombre será una señal para la gente de este tiempo. En el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. También los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Te presentamos, Señor, este pan y este vino que tú mismo nos has dado para que te los ofreciéramos, a fin de que, al convertirlos en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos obtengan la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Tú Señor, que no cesas de invitarnos a tu mesa, concédenos que la recepción de este sacramento sea para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo.


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