LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

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EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE DICIEMBRE 2011

 

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27 NOVIEMBRE – DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO

Is 63, 16b-17.19b; 64,2-7/ Sal 79 / 1 Cor  1,3-9/Mc 13.33-37 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos para reconocer la presencia de Cristo, con la práctica de las obras de misericordia para que, podamos participar constantemente de la vida nueva de su Reino. Por el mismo Jesucristo.

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6. Primera Lectura: Is 63,16b-17.19b;64,2b-7
Lectura del libro del profeta Isaías
Tú, Señor, eres nuestro padre; desde siempre eres nuestro redentor. ¿Por qué, Señor, haces que nos desviemos de tus caminos, y endureces nuestros corazones para que no te respetemos?
Cambia ya, por amor a tus siervos y a las tribus que te pertenecen. Entonces tus enemigos conocerían tu nombre y las naciones temblarían ante ti.
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, cuando bajaste, las montañas temblaron ante ti. Jamás se ha escuchado ni se ha visto que haya otro dios fuera de ti que haga tales cosas en favor de los que en él confían.
Tú aceptas a quien hace el bien con alegría y se acuerda de hacer lo que tú quieres. Tú estás enojado porque hemos pecado; desde hace mucho te hemos ofendido. Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio; todos hemos caído como hojas marchitas, y nuestros crímenes nos arrastran como el viento.
No hay nadie que te invoque ni se esfuerce por apoyarse en ti; por eso te ocultaste de nosotros y nos has abandonado por causa de nuestra maldad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 79
R. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
Pastor de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines, ¡escucha! ¡Despierta y ven a salvarnos con tu poder! R.
Dios todopoderoso, regresa, por favor; mira atentamente desde el cielo y ten consideración de esta vid, de la vid que tú mismo plantaste, del retoño que tú afirmaste. R.
Ayuda al hombre que has escogido, al retoño de hombre que tú mismo afirmaste, y nunca más nos apartaremos de ti. ¡Danos vida, y solo a ti te invocaremos! R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 1,3-9
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz.
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia que Dios ha derramado sobre ustedes por medio de Cristo Jesús. Pues por medio de él Dios les ha dado toda riqueza espiritual, así de palabra como de conocimiento, ya que el mensaje acerca de Cristo se estableció firmemente entre ustedes. De este modo no les falta ningún don de Dios mientras esperan el día en que aparezca nuestro Señor Jesucristo. Dios los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda reprocharles nada cuando nuestro Señor Jesucristo regrese. Dios siempre cumple sus promesas, y él es quien los llamó a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 13.33-37
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús dijo a sus discípulos: “Manténganse ustedes despiertos y vigilantes, porque no saben cuándo llegará el momento. Deben hacer como en el caso de un hombre que, estando a punto de irse a otro país, encargó a sus criados que le cuidaran la casa. A cada cual le dejó un trabajo, y ordenó al portero que vigilara. Manténganse ustedes despiertos, porque no saben cuándo va a llegar el señor de la casa, si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana; no sea que venga de repente y los encuentre durmiendo. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos invoquemos a Dios Padre, origen de todo bien, para que nos ayude a esperar en la fe la venida del Salvador. Todos respondemos: R. Ven, Señor, y escúchanos.
– Por la Iglesia, extendida en el mundo: para que viva en actitud constante de pobreza y de servicio. Roguemos al Señor. R.
– Por los que aún no han recibido la Buena Noticia: para que la solidaridad de las comunidades cristianas los disponga para acoger más fácilmente a Cristo Jesús, el Salvador. Roguemos al Señor. R.
– Por la justicia y la paz del mundo: que los egoísmos y los intereses cedan el paso a la fraternidad verdadera. Roguemos al Señor. R.
– Por nosotros, reunidos en esta asamblea: que mantengamos una actitud de espera vigilante y serena ante la venida de Cristo. Roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Que tu Santo Espíritu, Señor, venga en ayuda de nuestra debilidad, y que nuestro compromiso evangélico ayude a que crezcan los cielos nuevos y la tierra nueva que Cristo ya ha hecho germinar. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos haga participar de la salvación eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.


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28 NOVIEMBRE – LUNES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 2, 1-5 / Sal 121 / Mt 8, 5-11 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Concédenos, Señor Dios nuestro permanecer vigilantes a la venida de tu Hijo Jesucristo, para que cuando venga y llame, nos encuentre velando en oración y dispuestos a dejarnos transformar por su Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

6. Primera Lectura: Is 2, 1-5
Lectura del libro del profeta Isaías
Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:—En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto, más alto que cualquier otro monte. Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo: “Vengan, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y podamos andar por sus senderos.” Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra. El Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos numerosos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra. ¡Vamos, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 121
R. ¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”!
¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”! Jerusalén, ¡ya estamos dentro de tus puertas! R.
Jerusalén, ciudad construida para que en ella se reúna la comunidad. A ella vienen las tribus del Señor R.
Y ahora, por mis hermanos y amigos diré: “Que haya paz en ti. Por el templo del Señor nuestro Dios, procuraré tu bien.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 5-11
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, un capitán romano se le acercó para hacerle un ruego. Le dijo: —Señor, mi criado está en casa enfermo, paralizado y sufriendo terribles dolores.
Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
El capitán contestó: —Señor, yo no merezco que entres en mi casa; solamente da la orden, y mi criado quedará sano. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.
Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: —Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe como este hombre. Y les digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a comer con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus mismos dones, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos haga participar de la salvación eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.

 


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29 NOVIEMBRE – MARTES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 11, 1-10 / Sal 71 / Lc 10, 21-24 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Señor, Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y concédenos tu ayuda en las tribulaciones para que, reanimados con la venida de tu Hijo, ya cercana, no volvamos a mancharnos con el pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 11, 1-10
Lectura del libro del profeta Isaías
En aquel día, del tronco de Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces.
El espíritu del Señor estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, conocimiento y temor del Señor.
Él no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores. Juzgará con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país. Sus palabras serán como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
Siempre irá revestido de justicia y verdad. Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora.
En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. ¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado!
Para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 21-24
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer.”
Volviéndose a los discípulos, les dijo a ellos solos: “Dichosos quienes vean lo que ustedes están viendo; porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar los valores del Reino. Por Jesucristo.

 


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30 NOVIEMBRE – MIÉRCOLES SAN ANDRÉS APÓSTOL

Rom 10, 9-18 / Sal 18 / Mt 4, 18-22 – ROJO
5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, tú que llamaste al apóstol san Andrés para que fuera, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Rom 10, 9-18
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermano: Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.
La Escritura dice: “El que confíe en él, no quedará defraudado.” No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan. Porque esto es lo que dice: “Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.” Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje? ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!”
Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: “Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro mensaje?” Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.
Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice: “La voz de ellos salió por toda la tierra, y hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 18
R. Su mensaje llega a toda la tierra.
El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. R.
Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. Allí Dios puso un lugar para el sol. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 35-42a
† Lectura del Evangelio según san Juan
Juan estaba con dos de sus seguidores. Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo:—¡Miren, ese es el Cordero de Dios!
Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó:—¿Qué están buscando?
Ellos dijeron:—Maestro, ¿dónde vives?
Jesús les contestó:—Vengan a verlo.
Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo:—Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo).
Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en la festividad de san Andrés, apóstol, y haz que esta Eucaristía sea para nosotros fuente de vida y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta Eucaristía nos fortalezca, Señor, para que, a ejemplo de san Andrés, participemos con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo y en su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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1 DICIEMBRE – JUEVES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO


Is 26,1-6 / Sal 117 / Mt 7, 21.24-27 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Muestra, Señor, tu poder y ven en nuestra ayuda para que la abundancia de tu misericordia apresure el momento de la salvación que nuestros pecados han retardado. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 26,1-6
Lectura del libro del profeta Isaías
En ese día se cantará este canto en la tierra de Judá: “Tenemos una ciudad fuerte; para salvarnos, el Señor levantó murallas y fortificaciones. Abran las puertas para que pase una nación justa que se mantiene fiel. Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti. Confíen siempre en el Señor, porque él es refugio eterno. Él hace caer a los orgullosos, y humilla a la ciudad soberbia derribándola hasta el suelo, para que los humildes y los pobres la pisoteen con sus pies.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117
R. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. R.
Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor confiar en el Señor que confiar en grandes hombres. R.
¡Abran las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias al Señor! Esta es la puerta del Señor, y por ella entrarán los que le son fieles. Te doy gracias, Señor, porque me has respondido y porque eres mi salvador. R.
Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 7, 21.24-27
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No todos los que me dicen: ‘Señor, Señor’, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. “ El que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estas ofrendas que hemos tomado de tus dones, y haz que esta Eucaristía que celebramos, nos haga participar de la salvación eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.


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2 DICIEMBRE – VIERNES PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 29, 17-24 / Sal 26 / Mt 9, 27-31 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Muestra, Señor, tu poder y ven a nosotros, para protegernos y salvarnos de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Tú que vives y reinas.

6. Primera Lectura: Is 29, 17-24
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: Dentro de poco tiempo el bosque se convertirá en campos de cultivo y los campos de cultivo parecerán un bosque.
En ese día los sordos podrán oír cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas. Los humildes volverán a alegrarse en el Señor, los más pobres se gozarán en el Dios Santo de Israel.
Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal, esos que acusan de crímenes a otros, y ponen trampas al juez, y con engaños niegan justicia al inocente.
Por eso, el Señor, el Dios de Israel, el que rescató a Abraham, dice: “De ahora en adelante Jacob no sentirá vergüenza, ni su rostro se enrojecerá, porque cuando sus descendientes vean lo que he hecho en su pueblo, reconocerán mi santidad y me temerán a mí, el Dios Santo de Israel. Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios, y los murmuradores aceptarán las enseñanzas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 27-31
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, al salir Jesús, dos ciegos lo siguieron, gritando: —¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
Cuando Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: —¿Creen ustedes que puedo hacer esto? —Sí, Señor —le contestaron.
Entonces Jesús les tocó los ojos, y les dijo: —Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen. Y recobraron la vista.
Jesús les advirtió mucho: — Procuren que no lo sepa nadie.
Pero, apenas salieron, contaron por toda aquella región lo que Jesús había hecho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo.


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3 DICIEMBRE – SÁBADO PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 30, 19-21.23-26 / Sal 146/  Mt 9,35 – 10 1.6-8 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Tu que para librarnos del pecado enviaste a este mundo a tu Hijo unigénito,  concédenos, Señor, a cuantos esperamos sinceramente su venida, la gracia de tu misericordia y el don de la verdadera libertad. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 30, 19-21.23-26
Lectura del libro del profeta Isaías
Esto dice el Señor: Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: “Por aquí es el camino, vayan por aquí.” El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu ganado tendrá lugar en abundancia para pastar. Hasta los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor y más exquisito forraje. Cuando llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las colinas elevadas. El Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete soles juntos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 146
R. Dichosos los que esperan en el Señor.
¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios! ¡A él se le deben dulces alabanzas! El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel. R.
Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas. Él determina el número de las estrellas, y a cada una le pone nombre. R.
Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita. El Señor levanta a los humildes, pero humilla por completo a los malvados. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Mt 9,35 –10 1.6-8
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: “Vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.
21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.

 


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4 DICIEMBRE – DOMINGO SEGUNDO DE ADVIENTO

Is 40,1-5.9-11 / Sal 84 / 2 Pe 3, 8-14 / Mc 1, 1-8 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, reconocer la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene de Ti, nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

2_adv_b.jpg6. Primera Lectura: Is 40,1-5.9-11
Lectura del libro del profeta Isaías
El Dios de ustedes dice: “Consuelen, consuelen a mi pueblo; hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados.”
Una voz grita: “Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa. Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho.”
Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia. Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: “¡Aquí está el Dios de ustedes!”
Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado.
Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos al Salvador.
Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

8. Segunda Lectura: 2 Pe 3, 8-14
Lectura de la segunda carta del apóstol Pedro
Queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. 
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno.
Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Principio de la buena noticia de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.
Está escrito en el libro del profeta Isaías: “Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: ‘Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto.’ ”
Y así se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volverse a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdonara sus pecados. Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán.
La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; y comía langostas y miel del monte. En su proclamación decía: “Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Salgamos al encuentro del Señor que se acerca a nosotros con designios de paz, y presentémosle confiados nuestra plegaria: A cada petición respondemos: R. Ven, Señor, no tardes.
Para que la Iglesia viva alegre sin inquietarse por nada y, llena de esperanza, crea que el Señor está cerca de ella. Roguemos al Señor. R.
Para que nuestra comunidad, con la ayuda de Dios, goce de seguridad, de alegría y de paz. Roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, con su venida, conforte los corazones abatidos y fortalezca las rodillas que se doblan. Roguemos al Señor. R.
Para que creamos en los dones que Dios nos promete y, nos dispongamos a recibir los auxilios que él nos envía. Roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, escucha nuestra oración y endereza nuestro camino hacia ti; para que celebremos con fe ardiente la venida de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 DICIEMBRE – LUNES SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO

Is 35, 1-10 / Sal 84 / Lc 5, 17-26 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Escucha, Señor, nuestras plegarias y ayúdanos a prepararnos a celebrar con verdadera fe y pureza de corazón el gran misterio de la encarnación de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos.

6. Primera Lectura: Is 35, 1-10
Lectura del libro del Profeta Isaías
Esto dice el Señor: —Que se alegre el desierto, tierra seca; que se llene de alegría, que florezca, que produzca flores como el lirio, que se llene de gozo y alegría. Dios lo va a hacer tan bello como el Líbano, tan fértil como el Carmelo y el valle de Sarón. Todos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados, digan a los tímidos: “¡Ánimo, no tengan miedo! ¡Aquí está su Dios para salvarlos, y a sus enemigos los castigará como merecen!”
Entonces los ciegos verán y los sordos oirán; los lisiados saltarán como venados y los mudos gritarán. En el desierto, tierra seca, brotará el agua a torrentes. El desierto será un lago, la tierra seca se llenará de manantiales. Donde ahora viven los chacales, crecerán cañas y juncos. Y habrá allí una calzada que se llamará “el camino sagrado”. Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él. Allí no habrá leones ni se acercarán las fieras. Por ese camino volverán los libertados, los que el Señor ha redimido; entrarán en Sión con cantos de alegría, y siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Oh Señor, ¡muéstranos tu amor, y sálvanos!
Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles, para que no vuelvan a hacer locuras. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 5, 17-26
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Un día en que Jesús estaba enseñando, se habían sentado por allí algunos fariseos y maestros de la ley venidos de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor se mostraba en Jesús sanando a los enfermos. Entonces llegaron unos hombres que llevaban en una camilla a uno que estaba paralítico. Querían llevarlo adentro de la casa y ponerlo delante de Jesús, pero no encontraban por dónde meterlo, porque había mucha gente; así que subieron al techo y, abriendo un hueco entre las tejas, bajaron al enfermo en la camilla, allí en medio de todos, delante de Jesús. Cuando Jesús vio la fe que tenían, le dijo al enfermo:—Amigo, tus pecados quedan perdonados.
Entonces los maestros de la ley y los fariseos comenzaron a pensar: “¿Quién es este que se atreve a decir palabras ofensivas contra Dios? Solo Dios puede perdonar pecados.”
Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó:—¿Por qué piensan ustedes así? ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decir: ‘Levántate y anda’? Pues voy a demostrarles que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados. Entonces le dijo al paralítico:—A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Al momento, el paralítico se levantó delante de todos, tomó la camilla en que estaba acostado y se fue a su casa alabando a Dios. Todos se quedaron admirados y alabaron a Dios, y llenos de miedo dijeron:—Hoy hemos visto cosas maravillosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.

 


PERIPLOS DEL O
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6 DICIEMBRE – MARTES – SAN NICOLÁS DE MIRA

Heb 13,7-17 / Sal 89 / Mt 25,14-23 – BLANCO
5. Oración Colecta
Oremos:  Señor y Dios nuestro, tú que concediste a tu obispo san Nicolás de Myra ser
agregado al número de los santos pastores, por su ardiente caridad y su fe insigne, concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para participar de la vida nueva de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Heb 13,7-17
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. No se dejen ustedes llevar por enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios que en seguir reglas sobre los alimentos; pues esas reglas nunca han sido de provecho. Nosotros tenemos un altar, del cual no tienen derecho a comer los sacerdotes del antiguo santuario. Pues el sumo sacerdote lleva la sangre de los animales al santuario, como ofrenda para quitar el pecado, pero los cuerpos de esos animales se queman fuera del campamento. Así también, Jesús sufrió la muerte fuera de la ciudad, para consagrar al pueblo por medio de su propia sangre. Vayamos, pues, con Jesús, fuera del campamento,  y suframos la misma deshonra que él sufrió. Pues en este mundo no tenemos una ciudad que permanezca para siempre, sino que vamos en busca de la ciudad futura. Por eso debemos alabar siempre a Dios por medio de Jesucristo. Esta alabanza es el sacrificio que debemos ofrecer. ¡Alabémoslo, pues, con nuestros labios! No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque estos son los sacrificios que agradan a Dios.
Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, porque ellos cuidan sin descanso de ustedes, sabiendo que tienen que rendir cuentas a Dios. Procuren hacerles el trabajo agradable y no penoso, pues lo contrario no sería de ningún provecho para ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, proclamaré que tu amor es eterno.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. R.
Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. Oh Señor, todos los seres celestiales alaban tu fidelidad y tus maravillas. R.
Señor, Dios todopoderoso, todo el poder es tuyo y la verdad te rodea; ¡no hay nadie igual a ti! R.
Oh Señor, feliz el pueblo que sabe alabarte con alegría y camina alumbrado por tu luz, que en tu nombre se alegra todo el tiempo y se entusiasma por tu rectitud. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,14-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “Sucederá con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad del obispo san Nicolás de Myra y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con fe nos obtenga plenamente tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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7 DICIEMBRE – MIÉRCOLES – SAN AMBROSIO DE MILÁN

2 Tim 4,1-8 / Sal 112 / Mt 5,13-19 – BLANCO
5. Oración Colecta
Oremos: Señor, tú, que hiciste del obispo san Ambrosio un insigne maestro de la fe católica y un valeroso sucesor de los Apóstoles, haz surgir en tu Iglesia pastores según tu corazón, que conduzcan a tu pueblo con valor y sabiduría. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 2 Tim 4,1-8
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a Timoteo
Hermano: Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que solo les enseñen lo que ellos quieran oír. Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo. Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte. He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112
R. Feliz quien honra al Señor.
Brilla una luz en la oscuridad para los hombres honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. R.
El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios; por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! R.
Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 13-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.
“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.
“No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que tu Iglesia te ofrece y haz que tu Espíritu Santo nos ilumine, para que podamos celebrar esta Eucaristía con la misma fe que infundió en san Ambrosio, para predicar sin descanso el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Tú que nos has reconfortado con este sacramento, haz, Señor, que a imitación de san Ambrosio cumplamos con valor tu voluntad y participemos de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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8 DICIEMBRE – JUEVES – CONCEPCIÓN DE LA B.V. MARÍA

Gn 3, 9-15.20 / Sal 97 / Ef  1,3-6. 11-12 / Lc 1, 26-38 – BLANCO
5. Oración Colecta
Oremos: Dios todopoderoso, que llenando de gracia a santa María, desde su concepción, preparaste una morada digna para tu Hijo y, en atención a los méritos de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de pecado, concédenos, por su maternal intercesión, vivir en tu presencia sin pecar. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Gn 3, 9-15.20
Lectura del libro del Génesis
Después que Adán comió del árbol, Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó: — ¿Dónde estás?
El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Entonces Dios le preguntó: — ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
El hombre contestó: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: — ¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió: —La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente: —Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

8. Segunda Lectura: Ef 1,3-6. 11-12
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Efesios
Hermanos: Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.
En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo:—¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:—María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel:-¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó:-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo:—Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ El Señor empezó en María la obra de santificación, pidámosle que la haga crecer hasta que Cristo se manifieste glorioso, diciendo: R. Ven, Señor, no tardes.
Para que el Señor, conceda a todos los miembros de la Iglesia ser reflejo de la santidad de la Madre de Jesucristo, roguemos al Señor. R.
Para que el Espíritu Santo, llene el mundo con su fuerza y haga nacer en todos el deseo vivo de la venida del Reino, roguemos al Señor. R.
Para que todos nosotros, como María, nos preparemos a recibir a Jesucristo y a celebrar santamente las fiestas de su nacimiento, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, escucha la oración de tu pueblo, que con gozo celebra la Purísima Concepción de la Virgen María, aurora de la salvación. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de salvación que vamos a ofrecerte en esta festividad de santa María, a la que, desde su concepción, llenaste de gracia e hiciste bendita entre las mujeres y, por tu misericordia, concédenos el perdón de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido, nos ayuden, Señor, a superar nuestra fragilidad, y, que la intercesión de santa María, la llena de gracia, nos ayude a entregarnos incondicionalmente a tu servicio. Por Jesucristo.

 


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9 DICIEMBRE – VIERNES SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO

Is 48, 17-19 / Sal 1 / Mt 11, 16-19 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Concédenos, Padre todopoderoso, prepararnos a la venida de tu Hijo para que, podamos salir a su encuentro, conforme a su palabra, con nuestras lámparas encendidas. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 48, 17-19
Lectura del libro del Profeta Isaías
Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel: “Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, yo te guío por el camino que debes seguir. ¡Ojalá hubieras hecho caso de mis órdenes! Tu bienestar iría creciendo como un río, tu prosperidad sería como las olas del mar, tus descendientes serían numerosos, incontables como la arena del mar; yo nunca los hubiera destruido, ni los hubiera apartado de mi vista.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 1
R. El Señor cuida el camino de los justos.
Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. R.
Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien! R.
Con los malvados no pasa lo mismo, pues son como paja que se lleva el viento. El Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malos lleva al desastre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 16-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la gente: “¿A qué compararé la gente de este tiempo? Se parece a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: ‘Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.’ Porque vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.


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10 DICIEMBRE – SÁBADO SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO

Eclo 48, 1-4.9-11 / Sal 79 / Mt 17, 10-13 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Concédenos, Padre todopoderoso, que Cristo, el resplandor de tu gloria, nazca en nuestros corazones, para que su venida disipe las tinieblas del pecado y ponga de manifiesto que somos hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Eclo 48, 1-4.9-11
Lectura del libro del Eclesiástico
Vino Elías, un profeta como un fuego, cuya palabra era como un horno ardiente. Él les quitó la provisión de pan y en su celo los redujo a un pequeño número.
Por orden de Dios hizo que no lloviera, y tres veces hizo que cayera fuego.
¡Qué terrible eras, Elías! ¡No hay nadie tan glorioso como tú!
Fuiste arrebatado al cielo en un torbellino, entre tropeles de fuego.
Está escrito que Dios te tiene reservado para el tiempo en que vuelvas para calmar la ira de Dios, antes de que venga el día del Señor, para hacer que padres e hijos se reconcilien, y para restablecer las tribus de Israel. ¡Dichoso el que te vea antes de morir, y más dichoso tú que vives todavía! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 79
R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, que guías a José como a un rebaño, ¡escucha! ¡Mira con buenos ojos a Efraín, Benjamín y Manasés! R.
Dios todopoderoso, regresa, por favor; mira atentamente desde el cielo y ten consideración de esta vid, de la vid que tú plantaste, del retoño que tú afirmaste. R.
Pero ayuda al hombre que has escogido, al retoño de hombre que tú mismo afirmaste, y nunca más nos apartaremos de ti. ¡Danos vida, y solo a ti te invocaremos! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 17, 10-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: —¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
Y Jesús contestó: —Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a sufrir a manos de ellos.
Entonces los discípulos se dieron cuenta de que Jesús les estaba hablando de Juan el Bautista. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


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11 DICIEMBRE – DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO

Is 61,1-2a.10-11 / Lc 1,46-54 1Ts 5,16-24 /Jn 1,6-8.19-28 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Mira, Señor, a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación con corazón nuevo e inmensa alegría. Por nuestro Señor Jesucristo.

3_adv_b.jpg6. Primera Lectura: Is 61,1-2a.10-11
Lectura del libro del profeta Isaías 
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; a anunciar el año favorable del Señor. ¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria!
Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas. Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Lc 1,46-54
R. Mi espíritu alaba la grandeza del Señor.
Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. R.
Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. R.

8. Segunda Lectura: 1 Ts 5,16-24
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
Hermanos: Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús. No apaguen el fuego del Espíritu. No desprecien el don de profecía. Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno. Apártense de toda clase de mal. Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y cumplirá todo esto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1,6-8.19-28
† Lectura del Evangelio según san Juan
Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera
testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él. Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías. Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron:
—Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Confortados por el anuncio de la venida del Señor oremos, mientras esperamos confiadamente nuestra liberación respondiendo: R. Escúchanos, Padre.
Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida y la gobierne con su asistencia, roguemos al Señor. R.
Para que con la protección divina nuestros tiempos sean tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor cure los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen y libre al mundo del mal, roguemos al Señor. R.
Para que quienes ahora recordamos con piedad la primera venida del Señor en la carne, participemos también con gozo de su gloriosa manifestación, recibiendo el Espíritu Santo, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha nuestra oración Señor, y haz que, avanzando por el camino de tus mandatos, anunciemos a todos la alegre noticia de la venida de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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12 DICIEMBRE – LUNES – B.V. MARÍA DE GUADALUPE

Zac 2,14-17 / Sal 95 / Lc 1, 39-45 – BLANCO
5. Oración Colecta
Oremos: Padre de misericordia, que has puesto a los pueblos indígenas y pobres de América Latina bajo la especial protección de santa María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestros pueblos por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Zac 2,14-17
Lectura del libro del profeta Zacarías
El Señor afirma: “¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!”
Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.” Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre; anuncien día tras día su salvación. R.
Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones, porque el Señor es grande y muy digno de alabanza: ¡más terrible que todos los dioses! R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! R.
¡Que griten de alegría los árboles del bosque, delante del Señor, que viene! ¡Viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 39-45
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta de santa María de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos ayude a vivir como Ella lo hizo. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento nos ayuden, Señor, por intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe, a reconocernos y amarnos todos como verdaderos hermanos. Por Jesucristo.

 


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13 DICIEMBRE – MARTES – SANTA LUCÍA

2 Cor 10,17-18;11,1-2 / Sal 45 / Mt 13,44-52 – ROJO

5. Oración Colecta
Oremos: Señor, que infundiste tu fuerza a santa Lucía para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2 Cor 10,17-18;11,1-2
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Si alguno quiere gloriarse, que se gloríe del Señor. Porque el hombre digno de aprobación no es el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. ¡Ojalá me soportaran ustedes un poco de locura! Como quiera que sea, sopórtenme. Porque el celo que siento por ustedes es un celo que viene de Dios. Yo los he comprometido en casamiento con un solo esposo, Cristo, y quiero presentarlos ante él puros como una virgen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. ¡Voy a recitar mi poesía ante el rey!
¡Eres el más hermoso de los hombres! ¡El encanto brota de tus labios! Por eso Dios te bendijo para siempre. R.
Tu gloria consiste en avanzar triunfante, luchando en favor de la verdad y haciendo justicia a los humildes. ¡Tu mano derecha realiza grandes proezas! R.
Los pueblos caen a tus pies, oh rey; tus flechas son agudas y se clavan en el corazón de tus enemigos. Tu reinado, oh Dios, es eterno, y es un reinado de justicia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13,44-52
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
“Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla.
“Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”
Jesús preguntó:—¿Entienden ustedes todo esto?
—Sí —contestaron ellos.
Entonces Jesús les dijo:—Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, santifica estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir con el fuego de tu amor que dio fuerza a santa Lucía ante el martirio. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que santa Lucía se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedora en el tormento. Por Jesucristo.


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14 DICIEMBRE – MIÉRCOLES TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 45,6b-8.18.21b-26 / Sal 84 / Lc 7, 19-23 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Concédenos, Dios todopoderoso, que la ya cercana celebración del nacimiento de tu Hijo, nos ayude en la vida presente y nos alcance la eterna felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Is 45, 6b-8.18.21b-26
Lectura del libro del profeta Isaías
“Yo soy el Señor, no hay otro. Yo creo la luz y la oscuridad, produzco el bienestar y la desgracia. Yo, el Señor, hago todas estas cosas.
“Yo enviaré de lo alto mi victoria, como rocío del cielo y lluvia de las nubes, y la tierra la recibirá; como fruto producirá la salvación y a su lado florecerá la justicia.”
El creador del cielo, el que es Dios y Señor, el que hizo la tierra y la formó, el que la afirmó, el que la creó, no para que estuviera vacía sino para que tuviera habitantes, dice: “Yo soy el Señor, y no hay otro. Hablen y presenten sus pruebas, consúltense, si quieren, unos con otros: ¿Quién predijo estas cosas desde el principio? ¿Quién las anunció desde hace tiempo? ¿No fui acaso yo, el Señor? Y no hay Dios fuera de mí. Fuera de mí no hay Dios victorioso y salvador. Vengan a mí, que yo los salvaré, pueblos del extremo de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo lo juré por mí mismo, hice una promesa de triunfo, y esa promesa se cumplirá: que ante mí todos doblarán la rodilla, y por mí jurarán todos y dirán: ‘Solamente en el Señor están la victoria y el poder.’ Todos los que me odian quedarán en ridículo. Gracias a mí, todo el pueblo de Israel saldrá triunfante y estará orgulloso de mí.” Palabra de Dios. Tealabamos.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84
R. Señor, ¡muéstranos tu amor, y sálvanos!
Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles, para que no vuelvan a hacer locuras. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 19-23
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Juan llamó a dos de sus discípulos y los envió al Señor, a preguntarle si él era de veras el que había de venir o si debían esperar a otro. Los enviados de Juan se acercaron, pues, a Jesús y le dijeron: -Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si tú eres el que ha de venir, o si debemos esperar a otro.
En aquel mismo momento Jesús curó a muchas personas de sus enfermedades y sufrimientos, y de los espíritus malignos, y dio la vista a muchos ciegos. Luego les contestó: —Vayan y díganle a Juan lo que han visto y oído. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no pierda su fe en mí! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Te pedimos, Señor, que este sacrificio, signo de nuestra total entrega a ti, lleve a cabo plenamente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta Eucaristía nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


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15 DICIEMBRE – JUEVES TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 54, 1-10 / Sal 29 / Lc 7, 24-30 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Señor, con el nacimiento de tu Hijo, que viene a salvarnos, danos tu perdón y llena de alegría nuestros corazones, entristecidos por haber pecado, apartándonos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 54, 1-10
Lectura del libro del profeta Isaías
Da gritos de alegría, mujer estéril y sin hijos; estalla en cantos de gozo, tú que nunca has dado a luz, porque el Señor dice: “La mujer abandonada tendrá más hijos que la mujer que tiene esposo.” Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives; alarga las cuerdas, clava bien las estacas, porque te vas a extender a derecha e izquierda; tus descendientes conquistarán muchas naciones y poblarán las ciudades ahora desiertas. No tengas miedo, no quedarás en ridículo; no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no te acordarás más de la deshonra de tu viudez, porque tu creador te tomará por esposa. Su nombre es Señor todopoderoso; tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra. Eras como una esposa joven abandonada y afligida, pero tu Dios te ha vuelto a llamar y te dice: “Por un corto instante te abandoné, pero con bondad inmensa te volveré a unir conmigo. En un arranque de enojo, por un momento, me oculté de ti, pero con amor eterno te tuve compasión.” Lo dice el Señor.
“Así como juré a Noé, cuando el diluvio, no volver a inundar la tierra. Así juro ahora no volver a enojarme contigo ni volver a amenazarte. Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se vengan abajo, mi amor por ti no cambiará ni se vendrá abajo mi alianza de paz.” Lo dice el Señor, que se compadece de ti. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 29
R. Señor, yo te alabo porque tú me libertaste.
Señor, yo te alabo porque tú me libertaste, porque no has permitido que mis enemigos se burlen de mí. Tú, Señor, me salvaste de la muerte; me diste vida, me libraste de morir. R.
Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!, ¡alaben su santo nombre! Porque su enojo dura un momento, pero su buena voluntad, toda la vida. Si lloramos por la noche, por la mañana tendremos alegría. R.
Señor, óyeme y ten compasión de mí; Señor, ¡ayúdame! Has cambiado en danzas mis lamentos; ¡te cantaré himnos de alabanza y siempre te daré gracias! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 7, 24-30
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando los enviados de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: “¿Qué salieron ustedes a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas lujosas? Ustedes saben que los que se visten lujosamente y viven en placeres, están en las casas de los reyes. En fin, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, de veras, y uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de quien dice la Escritura: ‘Yo envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino.’
Les digo que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él.”
Todos los que oyeron a Juan, incluso los que cobraban impuestos para Roma, se hicieron bautizar por él, cumpliendo así las justas exigencias de Dios; ,pero los fariseos y los maestros de la ley no se hicieron bautizar por Juan, despreciando de este modo lo que Dios había querido hacer en favor de ellos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estas ofrendas que te presentamos, y concédenos que esta Eucaristía que estamos celebrando, nos haga participar de la salvación eterna. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo.


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16 DICIEMBRE – VIERNES TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

Is 56,1-3a.6-8 / Sal 71 / Jn 5,33-36 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Que tu gracia, Señor, nos disponga y nos acompañe siempre a fin de que la venida de tu Hijo, que esperamos con ardiente deseo, nos ayude para la vida presente y la vida futura. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 56, 1-3a.6-8
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor dice: “Practiquen la justicia, hagan lo que es recto, porque pronto voy a llevar a cabo la liberación; voy a mostrar mi poder salvador. Dichoso el hombre que sigue estos mandatos y los cumple con fidelidad, que respeta el sábado y no lo profana, que tiene buen cuidado de no hacer nada malo.”
Si un extranjero  se entrega al Señor, no debe decir: “El Señor me tendrá separado de su pueblo.”
A los extranjeros que se entreguen a mí, para servirme y amarme, para ser mis siervos, si respetan el sábado y no lo profanan y se mantienen firmes en mi alianza, yo los traeré a mi monte sagrado y los haré felices en mi casa de oración. Yo aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi casa será declarada casa de oración para todos los pueblos. Yo haré que vuelvan y se reúnan los que aún están en el destierro.” Esto lo afirma el Señor, que hace que vuelvan a reunirse los israelitas que estaban dispersos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Que el Señor tenga compasión y nos bendiga.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 5, 33-36
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio testimonio a favor de la verdad. Pero yo no dependo del testimonio de ningún hombre. Solo digo esto para que ustedes alcancen la salvación. Juan era como una lámpara que ardía y alumbraba, y ustedes quisieron gozar de su luz por un corto tiempo. Pero tengo a mi favor un testimonio más valioso que el de Juan. Lo que yo hago, que es lo que el Padre me encargó que hiciera, comprueba que de veras el Padre me ha enviado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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17 DICIEMBRE – SÁBADO TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

Gn 49,2.8-10 / Sal 71 / Mt 1, 1-17 – MORADO
5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, creador y redentor de la humanidad, que quisiste que tu Verbo eterno tomara carne en el seno de santa María, escucha nuestras súplicas y concédenos que tu Hijo, que ha tomado nuestra naturaleza humana, nos haga participantes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Gn 49,2.8-10
Lectura del libro del Génesis
Jacob llamó a sus hijos y les dijo: “Acérquense para oír, hijos de Jacob, escuchen a su padre Israel.
“Judá, tus hermanos te alabarán. Tomarás por el cuello a tus enemigos, y tus propios hermanos te harán reverencias. ¡Tú, Judá, hijo mío!
Eres como un cachorro de león cuando deja de devorar a su víctima: se agacha, se echa en el suelo, como si fuera un león grande.
¿Y quién se atreverá a molestarlo? Nadie le quitará el poder a Judá ni el cetro que tiene en las manos, hasta que venga el dueño del cetro, a quien los pueblos obedecerán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que en sus días florezca la justicia, y abunde la paz.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 1, 1-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Esta es una lista de los antepasados de Jesucristo, que fue descendiente de David y de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac, este lo fue de Jacob y este de Judá y sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zérah, y su madre fue Tamar. Fares fue padre de Hesrón y este de Aram. Aram fue padre de Aminadab, este lo fue de Nahasón y este de Salmón. Salmón fue padre de Booz, cuya madre fue Rahab. Booz fue padre de Obed, cuya madre fue Rut. Obed fue padre de Jesé, y Jesé fue padre del rey David.
El rey David fue padre de Salomón, cuya madre fue la que había sido esposa de Urías. Salomón fue padre de Roboam, este lo fue de Abías y este de Asá. Asá fue padre de Josafat, este lo fue de Joram y este de Ozías. Ozías fue padre de Jotam, este lo fue de Acaz y este de Ezequías. Ezequías fue padre de Manasés, este lo fue de Amón y este de Josías. Josías fue padre de Jeconías y de sus hermanos, en el tiempo en que los israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia.
Después de la cautividad, Jeconías fue padre de Salatiel y este de Zorobabel. Zorobabel fue padre de Abihud, este lo fue de Eliaquim y este de Azor. Azor fue padre de Sadoc, este lo fue de Aquim y este de Eliud. Eliud fue padre de Eleazar, este lo fue de Matán y este de Jacob. Jacob fue padre de José, el marido de María, y ella fue madre de Jesús, al que llamamos el Mesías.
De modo que hubo catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta la cautividad de los israelitas en Babilonia, y otras catorce desde la cautividad hasta el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, los dones de tu Iglesia y danos en esta Eucaristía el pan de vida que renueva nuestras fuerzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu Espíritu, a fin de que brillemos, por nuestras buenas obras, dando testimonio de la presencia de Cristo, que vive y reina.


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18 DICIEMBRE – DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO

2Sa 7,1-5.8-12.14.16 / Sal 88 Rom 16,25-27 / Lc 1,26-38 – MORADO

4_adv_b.jpg5. Oración Colecta
Oremos: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 2Sa 7,1-5.8b-12.14a.16
Lectura del segundo libro de Samuel
Cuando el rey David estuvo ya instalado en su palacio, y el Señor le había concedido la paz con todos sus enemigos de alrededor, le dijo a Natán, el profeta: —Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios habita bajo simples cortinas.
Y Natán le contestó: —Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo del Señor.
Pero aquella misma noche, el Señor se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: ‘Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado gran fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo haré que te veas libre de todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Señor, proclamaré que tu amor es eterno.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. R.
Hiciste una alianza con David; prometiste a tu siervo escogido: “Haré que tus descendientes reinen siempre en tu lugar.” R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ Y yo le daré los derechos de hijo mayor, por encima de los reyes del mundo. Mi amor por él será constante, y mi alianza con él será firme. R.

8. Segunda Lectura: Rom 16,25-27
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes firmes conforme al evangelio que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su designio secreto, el cual estuvo oculto desde antes que el mundo existiera, pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno. Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan. ¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: —María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: — ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos el auxilio del Señor; para que, apiadado de los pobres, venga a salvar al mundo de sus males, respondiendo. R. Ven, Señor, a liberarnos.
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María, y, como ella, conserven su palabra en el corazón, roguemos al Señor. R.
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas, descubran la buena noticia del Evangelio, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos, y a vivir honradamente esperando la venida de Cristo, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, que elegiste a María para que se encarnara tu Hijo; escucha nuestras plegarias y haz acojamos espiritualmente a tu Hijo. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Que el mismo Espíritu que cubrió con su sombra y fecundó con su poder el seno de santa María, santifique, Señor, estas ofrendas que hemos depositado sobre tu altar. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Tú que nos has dado en este sacramento la prenda de nuestra salvación, concédenos, Padre todopoderoso, prepararnos cada día con mayor fervor para celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos.

 


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19 DICIEMBRE – LUNES CUARTA SEMANA DE ADVIENTO

Jue 13,2-7.24-25 / Sal 70 / Lc 1, 1-25 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que te dignaste manifestar al mundo el esplendor de tu gloria por medio del alumbramiento de santa María, concédenos venerar con fe íntegra y celebrar con sincera piedad el gran misterio de la encarnación de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Jue 13, 2-7.24-25a
Lectura del libro de los Jueces
En Sorá, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos, porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: “Tú nunca has podido tener hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño. Pero no tomes vino ni ninguna otra bebida fuerte, ni comas nada impuro, pues vas a tener un hijo al que no se le deberá cortar el cabello, porque ese niño estará consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer, para que sea él quien comience a librar a los israelitas del poder de los filisteos.”
La mujer fue a contárselo a su marido, y le dijo: “Un hombre de Dios vino a donde yo estaba, y me impresionó mucho, pues parecía el ángel mismo del Señor. Ni yo le pregunté quién era, ni tampoco él me lo dijo. Lo que sí me dijo fue que yo voy a tener un hijo, y que desde ahora no debo tomar vino ni ninguna otra bebida fuerte, ni comer nada impuro, porque el niño va a estar consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer y hasta su muerte.”
A su tiempo, la mujer tuvo un hijo, y le puso por nombre Sansón. El niño crecía, y el Señor lo bendecía. Y un día en que Sansón estaba en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol, el espíritu del Señor comenzó a manifestarse en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Que mi boca, Señor, no deje de alabarte.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti.
¡Tú me hiciste nacer! R.
Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho; ¡proclamaré que solo tú eres justo! Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud,  y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 5-25
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En el tiempo en que Herodes era rey del país de los judíos, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al turno de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, los dos eran ya muy ancianos.
Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le tocó el turno de oficiar delante de Dios, según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. En esto se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. Al ver al ángel, Zacarías se quedó sorprendido y lleno de miedo. Pero el ángel le dijo:—Zacarías, no tengas miedo, porque Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo, al que pondrás por nombre Juan. Tú te llenarás de gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque tu hijo va a ser grande delante del Señor. No tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. Hará que muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su Dios. Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
Zacarías preguntó al ángel: —¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy muy anciano y mi esposa también.
El ángel le contestó: —Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios; él me mandó a hablar contigo y darte estas buenas noticias. Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; no podrás hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.
Mientras tanto, la gente estaba afuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario. Cuando al fin salió, no les podía hablar; entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas; y siguió así, sin poder hablar.
Cumplido su servicio, Zacarías se fue a su casa. Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de su casa, pensando: “El Señor me ha hecho esto ahora, para que la gente ya no me desprecie.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos, para que tu poder consagre los dones de nuestra pobreza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Te damos gracias, Señor, por los bienes que nos has dado, y te rogamos que enciendas en nosotros el deseo de lo que nos has prometido, para que, con un espíritu renovado, podamos celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina.

 


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20 DICIEMBRE – MARTES CUARTA SEMANA DE ADVIENTO

Is 7, 10-14 / Sal 23 / Lc 1, 26-38 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: A ejemplo de santa María que, al aceptar tu voluntad, anunciada por el ángel, recibió en su seno a tu Hijo, fue cubierta con la gracia del Espíritu Santo y se convirtió en templo de la divinidad, concédenos, Padre todopoderoso, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Is 7, 10-14
Lectura del libro del profeta Isaías
El Señor dijo a Ahaz: “Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto.”
Ahaz contestó: “No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal.”
Entonces Isaías dijo: “Escuchen ustedes, los de la casa real de David. ¿Les parece poco molestar a los hombres, que quieren también molestar a mi Dios?
Pues el Señor mismo les va a dar una señal: La joven está encinta y va a tener un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado; el que no adora ídolos R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: —María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: — ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el único sacrificio que puede agradarte y, por nuestra participación en este sacramento, concédenos los bienes que la fe nos invita a esperar. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Protege, Señor, con tu poder a cuantos has alimentado con esta Eucaristía, y haz que encuentren en este sacramento la fuente de la paz verdadera. Por Jesucristo.


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21 DICIEMBRE – MIÉRCOLES CUARTA SEMANA DE ADVIENTO

Sof 3, 14-18a. / Sal 32 / Lc 1, 39-45 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que se alegra por la encarnación de tu Hijo; y concédenos que, reconociendo su retorno constante, a través de la celebración sacramental, participemos de la vida nueva de tu Reino. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: Sof 3, 14-18a.
Lectura del libro del Profeta Sofonías
¡Canta, ciudad de Sión! ¡Da voces de alegría, pueblo de Israel! ¡Alégrate, Jerusalén, alégrate de todo corazón! El Señor ha retirado la sentencia contra ti y ha rechazado a tus enemigos. El Señor, el Rey de Israel, está en medio de ti: ya no tendrás que temer mal alguno.
En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: “¡No tengas miedo, Sión, ni dejes que tus manos queden sin fuerzas!”
El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará! El Señor estará contento de ti. Con su amor te dará nueva vida; en su alegría cantará como en día de fiesta. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Nosotros confiamos en el Señor.
Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio, cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! R.
Los proyectos del Señor permanecen firmes para siempre. Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. R.
Nosotros confiamos en el Señor; ¡él nos ayuda y nos protege! Nuestro corazón se alegra en el Señor; confiamos plenamente en su santo nombre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 39-45
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, de tu Iglesia las ofrendas que tú mismo has puesto en nuestras manos y que tu poder convierte en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta comunión, Señor, proteja siempre a tu pueblo a fin de que, entregados plenamente a tu servicio, participemos de la salvación. Por Jesucristo.

 


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22 DICIEMBRE – JUEVES CUARTA SEMANA DE ADVIENTO

1Sam 1,24-28 / 1Sam 2,1-8 / Lc 1,57 66 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que al ver al ser humano caído y condenado a la muerte, quisiste rescatarlo con la venida de tu Hijo, concede a cuantos creemos en el misterio de su encarnación, participar desde ya de su vida inmortal. Por nuestro Señor.

6. Primera Lectura: 1Sm 1,24-28 
Lectura del primer libro de Samuel
Cuando Ana le quitó el pecho a Samuel, y siendo todavía él un niño pequeño, lo llevó consigo al templo del Señor en Siló. También llevó tres becerros, veintidós litros de trigo y un cuero de vino. Entonces sacrificaron un becerro y presentaron el niño a Elí. Y Ana le dijo:—Perdone usted, señor, pero tan cierto como que usted vive es que yo soy aquella mujer que estuvo orando al Señor aquí, cerca de usted. Le pedí al Señor que me diera este hijo, y él me lo concedió. Yo, por mi parte, lo he dedicado al Señor, y mientras viva estará dedicado a él. Entonces Elí se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, delante del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De 1Sm 2
R. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.
Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre! R.
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. R.
El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. R.
Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor; porque el Señor es el dueño de las bases de la tierra, y sobre ellas colocó el mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,46-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre!
Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.”
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Confiados, Señor, en tu misericordia, venimos a tu altar con nuestros dones, a fin de que la celebración de esta Eucaristía nos purifique de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que la recepción de este sacramento nos dé fuerza, Señor, para reconocer la constante venida de nuestro salvador para que podamos así, participar ininterrumpidamente de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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23 DICIEMBRE – VIERNES CUARTA SEMANA DE ADVIENTO

Mal 3,1-4.23-24 / Sal 24 / Lc 1,57 66 – MORADO

5. Oración Colecta
Oremos: Al acercarse las fiestas de la Navidad, te rogamos, Dios eterno y todopoderoso, que tu Verbo, que se hizo carne en el seno de santa María y habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

6. Primera Lectura: Mal 3, 1-4.23-24
Lectura del profeta Malaquías
El Señor todopoderoso dice: “Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean! ¿Quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas. El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Leví, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos.
“Miren ustedes: Voy a enviarles al profeta Elías, antes que llegue el día del Señor, que será un día grande y terrible. Y él hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendré y castigaré su país, destruyéndolo por completo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. Levántense, porque se acerca su salvación.
Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.
El siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus mandamientos. El Señor es amigo de quienes lo honran, y les da a conocer su alianza. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 57-66
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Al cumplirse el tiempo en que Isabel debía dar a luz, tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. A los ocho días, llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre dijo: —No. Tiene que llamarse Juan.
Le contestaron: —No hay nadie en tu familia con ese nombre.
Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: ‘Su nombre es Juan.’ Y todos se quedaron admirados. En aquel mismo momento Zacarías volvió a hablar, y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. Todos los que lo oían se preguntaban a sí mismos: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio de tu Hijo, que es el acto de culto más perfecto que podemos ofrecerte, nos devuelva, Señor, tu amistad para que podamos celebrar con un corazón puro su nacimiento, pues Él vive y reina por los siglos de los siglos.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: A quienes hemos participado de esta Eucaristía, concédenos, Señor, tu perdón y tu paz, para que estemos siempre preparados a recibir dignamente a tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.


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24 DICIEMBRE – SÁBADO – VIGILIA DE NAVIDAD

Is 9, 1-3.5-6 / Sal 95 / Tito 2,11-14 / Lc 2,1-14 – BLANCO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que hiciste resplandecer esta noche santísima con el nacimiento de Cristo, verdadera luz del mundo, concédenos que, iluminados en la tierra por la luz de este misterio, podamos también disfrutar de la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos.

nacim3.jpg6. Primera Lectura: Is 9, 1-3.5-6
Lectura del libro del profeta Isaías
Al principio Dios humilló a Galilea, tierra de Zabulón y de Neptalí, región vecina a los paganos, que se extiende desde el otro lado del Jordán hasta la orilla del mar; pero después le concedió mucho honor.
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas.
Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo.
Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas. Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. Palabra de Dios. Te alabamos.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que griten de alegría los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que viene! ¡Sí, él viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

8. Segunda Lectura: Tito 2, 11-14
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Tito
Hermanos: Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza, el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 67-79
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirino gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.
Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas.  De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos. Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.”
En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos, en esta noche en que se ha manifestado la bondad de Dios, nuestro Salvador, hecho hombre, elevemos nuestras súplicas al Padre. Respondemos: R. Escúchanos Padre.
Por la santa Iglesia de Dios: para que espere con fe y reciba con gozo a Jesucristo, a quien María concibió y dio a luz, roguemos al Señor. R.
Por los que sufren hambre, enfermedad o soledad: para que sean confortados por el nacimiento de Cristo, roguemos al Señor. R.
Por las familias de nuestra comunidad: para que aprendan a recibir a Cristo, acogiéndolo en los pobres, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, interceda por nosotros la Virgen María, que llevó en su seno a Dios, hecho hombre, Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos esta noche de Navidad, a fin de que, al recibirlas nosotros convertidas en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos transformes en él, en quien nuestra naturaleza está unida a la tuya. Por Jesucristo.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Tú, Señor, que nos has concedido el gozo de celebrar esta noche el nacimiento de tu Hijo, ayúdanos a vivir según su ejemplo para compartir con él la gloria de su Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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25 DICIEMBRE – DOMINGO – NAVIDAD

Is 52, 7-10 / Sal 97 / Heb 1,1-6 / Jn 1, 1-18 – BLANCO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que de modo admirable creaste al ser humano a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquél que ha querido participar de nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

Rel120.jpg6. Primera Lectura: Is 52, 7-10
Lectura del libro del profeta Isaías
¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz, al que anuncia la liberación y dice a Sión: “Tu Dios es rey”! ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión. ¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén!
El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones. Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado. Palabra de Dios. Te alabamos,Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. Toda la tierra ha visto al Salvador.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.
Canten himnos al Señor al son del arpa, al son de los instrumentos de cuerda. Canten con alegría ante el Señor, el Rey, al son de los instrumentos de viento. R.

8. Segunda Lectura: Heb 1, 1-6
Lectura de la carta a los Hebreos
En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos. Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.” Ni dijo tampoco de ningún ángel: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí.”
Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 1-18
† Lectura del Evangelio según san Juan
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.  Él estaba en el principio con Dios.  Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.  En él estaba la vida,  y la vida era la luz de la humanidad.  Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.
Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.  Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él,  les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios,  no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro, porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios;  el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, al Señor que, siendo rico, se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza. A cada petición respondemos: R. Ven, Señor, ven, Salvador.
Por la Iglesia, para que sus fieles anuncien con valentía el misterio del Hijo de Dios, único Señor y Salvador de toda la humanidad, roguemos al Señor. R.
Para que los que buscan la verdad descubran el Evangelio y acojan con alegría la buena nueva del nacimiento de Cristo, roguemos al Señor. R.
Por los que lloran la ausencia de los seres queridos, para que no pierdan la esperanza de reencontrarlos en el Reino de Dios, roguemos al Señor. R.
Por los que aún no han llegado a reconocer a Jesucristo como su salvador, para que lleguen a alcanzar la fe, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, haz que los que celebramos con gozo el nacimiento de tu Hijo consigamos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, en la fiesta solemne de la Navidad, esta ofrenda que nos reconcilia contigo de un modo perfecto, y encierra en sí la plenitud del culto que los humanos podemos tributarte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Concédenos, Dios misericordioso, que el salvador del mundo, que hoy nos ha nacido para comunicarnos su vida divina, nos dé también el don de su inmortalidad. El cual vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


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26 DICIEMBRE – LUNES – SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR

Hch 6, 8-10; 7, 54-59 / Sal 30 / Mt 10, 17-22 – ROJO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que concediste a san Esteban, protomártir, fortaleza para orar por sus verdugos, haz que, a imitación suya, sepamos perdonar de corazón a cuantos nos hayan ofendido o causado algún mal. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: Hch 6, 8-10; 7, 54-59
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo. Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban; pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo.
Cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron y rechinaron los dientes contra Esteban. Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Entonces dijo: —¡Miren! Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre a la derecha de Dios.
Pero ellos se taparon los oídos, y dando fuertes gritos se lanzaron todos contra él. Lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon; los que hacían de testigos contra él dejaron sus ropas al cuidado de un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oró, diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: “¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!”
Habiendo dicho esto, murió. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! He puesto mi confianza en el Señor. Tu amor me trae gozo y alegría. R.
Mira con bondad a este siervo tuyo, y sálvame, por tu amor. Con la protección de tu presencia los libras de los planes malvados del hombre R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 17-22
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús envió a sus apóstoles con estas instrucciones: “Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio de alabanza que te ofrecemos en memoria del mártir san Esteban, y confírmanos en la fe que él atestiguó con su propia sangre. Por Jesucristo.

 

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Que esta sagrada Eucaristía que hemos recibido, al celebrar hoy a san Esteban, el primero de tus mártires, nos llene, Señor, de alegría y de gratitud por el nacimiento de Cristo, nuestro salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 


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27 DICIEMBRE – MARTES – SAN JUAN EVANGELISTA

1 Jn 1, 1-4 / Sal 96 / Jn 20, 2-8 – BLANCO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que por medio del Apóstol san Juan, has querido descubrirnos la profundidad de la vida y del amor de tu Hijo, haz que seamos capaces de conocer y de amar cada día más a Jesucristo, nuestro redentor, que vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 1, 1-4
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
Queridos hermanos: Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida. Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes esta vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. Escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96
R. Alégrense, justos, con el Señor.
¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono. R.
Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. ¡Alégrense en el Señor, hombres buenos, y alaben su santo nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 2-8
† Lectura del Evangelio según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos; pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar, y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas; y además vio que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado, y creyó. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, los dones que te presentamos, y haz que, por esta Eucaristía, participemos del conocimiento profundo de tu Hijo que concediste a san Juan. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Por medio de este sacramento que hemos recibido en la fiesta de san Juan evangelista, concédenos, Señor, que habite siempre en nosotros tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 


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28 DICIEMBRE – MIÉRCOLES –SANTOS INOCENTES

1Jn 1,5-2, 2 / Sal 123 / Mt 2,13-18 – ROJO

5. Oración Colecta
Oremos: Dios nuestro, que concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo con nuestros labios, sino, con nuestra conducta diaria. Por nuestro Señor Jesucristo.

6. Primera Lectura: 1Jn 1,5-2, 2
Lectura de la primera carta del Apóstol Juan
Hermanos: Este es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad. Si decimos que estamos unidos a él, y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no hay verdad en nosotros; pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad. Si decimos que no hemos cometido pecado, hacemos que Dios parezca mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo. Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados;  y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 123
R. La ayuda nos viene del Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres se levantaron para atacarnos, nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros. R.
Entonces las aguas nos habrían arrastrado ¡un río habría pasado sobre nosotros! ¡Entonces las aguas turbulentas habrían pasado sobre nosotros! R.
Nos hemos escapado de la trampa como un ave que escapa del cazador; la trampa se rompió, y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, creador del cielo y de la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 2,13-18
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José, y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.”
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y salió con ellos de noche camino de Egipto, donde estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi Hijo.”
Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios lo habían engañado, se llenó de ira y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo que vivían en Belén y sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que le habían dicho los sabios. Así se cumplió lo escrito por el profeta Jeremías: “Se oyó una voz en Ramá, llantos y grandes lamentos. Era Raquel, que lloraba por sus hijos y no quería ser consolada porque ya estaban muertos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos con amor y, por este sacrificio de salvación, con el que redimes incluso a los que no te conocen, purifícanos de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Dios nuestro, que en virtud del nacimiento de Cristo otorgaste a los Santos Inocentes el premio de la gloria, concédenos, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, participar plenamente de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


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29 DICIEMBRE – JUEVES TIEMPO DE NAVIDAD

1 Jn 2,3-11 / Sal 95 / Lc 2, 22-35 – BLANCO
5. Oración Colecta
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, que con la venida de tu Hijo, luz verdadera, has disipado las tinieblas del mundo, míranos con amor y ayúdanos a celebrar con una vida renovada la gloria del nacimiento de tu Hijo, que vive y reina contigo.

6. Primera Lectura: 1 Jn 2,3-11 
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo. Pero si alguno dice: “Yo lo conozco”, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos unidos a él. El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió Jesucristo.
Queridos hermanos, este mandamiento que les escribo no es nuevo: es el mismo que ustedes recibieron desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron. Y, sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, que es verdad tanto en Cristo como en ustedes, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera. Si alguno dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano vive en la luz, y no hay nada que lo haga caer. Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Alégrese el cielo y goce la tierra.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
El Señor hizo los cielos. ¡Hay gran esplendor en su presencia! ¡Hay poder y belleza en su santuario! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 22-35
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, las ofrendas que te presentamos para esta Eucaristía, en la que se hace presente tu Reino en el mundo, a fin de que, al ofrecerte tus propios dones, podamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Concédenos, Dios todopoderoso que la gracia de estos sacramentos fortalezca cada día más nuestra vida cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


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30 DICIEMBRE – VIERNES SAGRADA FAMILIA

Eclo 3, 2-6.12.14 / Sal 127 / Col 3, 12-21 / Lc 2, 22-40 – BLANCO

5. Oración Colecta
Oremos: Señor y Dios nuestro, tú que nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo, el modelo perfecto para nuestras familias, concédenos practicar sus virtudes y estar unidos por los lazos de tu amor, para que compartamos la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo.

NAVID15.jpg6. Primera Lectura:Eclo 3, 2-6.12.14
Lectura del libro del Eclesiástico
El Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la madre sea respetada por ellos.
El que respeta a su padre alcanza el perdón de sus pecados, y el que honra a su madre reúne una gran riqueza.
El que respeta a su padre recibirá alegría de sus propios hijos; cuando ore, el Señor lo escuchará.
El que honra a su padre tendrá larga vida; el que respeta a su madre será premiado por el Señor, Hijo mío, empéñate en honrar a tu padre; no lo abandones mientras tengas vida. Socorrer al padre es algo que no se olvidará; será como ofrecer sacrificio por los pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 127
R. Dichoso el que honra al Señor y sigue sus caminos.
Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. R.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. R.
Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra. ¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión! ¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida! R.
8. Segunda Lectura: Col 3, 12-21
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Sobre todo revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión. Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
Que el mensaje de Cristo permanezca siempre en ustedes con todas sus riquezas. Instrúyanse y amonéstense unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos espirituales Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Esposas, sométanse a sus esposos, pues este es su deber como creyentes en el Señor. Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza.
Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto agrada al Señor. Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 22-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.
También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, a Jesucristo, quien para santificar la familia compartió la vida de un hogar humano. A cada petición respondemos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor, mantenga en paz y armonía a todas las familias cristianas, roguemos al Señor. R.
Para que los novios se preparen santamente para su matrimonio, roguemos al Señor. R.
Para que Dios ilumine y consuele a las familias desunidas, a los esposos que han de vivir separados por el trabajo, a los hijos de los divorciados, a los hogares sin hijos y a los que lloran la muerte de sus familiares, roguemos al Señor. R.
Para que nos esforcemos por vivir en paz con nuestros familiares y con los miembros de nuestra comunidad, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, que quisiste que tu Hijo, fuera miembro de una familia, escucha nuestras súplicas y haz que los padres participen de la generosidad de tu amor, y que sus hijos crezcan en sabiduría y gracia. Por Jesucristo.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y por intercesión de la Madre de tu Hijo y de san José, concede a nuestras familias, vivir siempre en tu amistad y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
Oremos: Padre lleno de amor, concede a los que acabamos de alimentarnos con este sacramento celestial, imitar siempre los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superando las pruebas de cada día, gocemos de la gloria de tu Reino. Por Jesucristo.

 


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31 DICIEMBRE – SÁBADO – SAN SILVESTRE I

Rom 12,3-13 / Sal 117 / Jn 21,15-17 – BLANCO
5. Oración Colecta
Señor, Dios nuestro, que en la figura de san Silvestre, obispo de Roma, has querido dar a tu Iglesia un modelo de buen pastor, concédenos, por su intercesión, ser apacentados un día con la grey de tus santos en la abundancia de los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
6. Primera Lectura: Rom 12,3-13
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, digo a todos ustedes que ninguno piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, cada uno piense de sí con moderación, según los dones que Dios le haya dado junto con la fe. Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo. Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; 8el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría. Ámense sinceramente unos a otros. Aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno. Ámense como hermanos los unos a los otros, dándose preferencia y respetándose mutuamente. Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con corazón ferviente. Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar. Hagan suyas las necesidades del pueblo santo; reciban bien a quienes los visitan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R. Vayan por todo el mundo y proclamen el evangelio a toda criatura.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 21,15-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús le preguntó a Simón Pedro:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis corderos.
Volvió a preguntarle:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro le contestó:—Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas.
Por tercera vez le preguntó:—Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó:—Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas
Señor, dirige tu mirada propicia sobre las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Silvestre; que ellas nos merezcan tu perdón y glorifiquen tu piedad y tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.

21. Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro, que estos sacramentos enciendan en nosotros el fuego de amor que abrasó el corazón de san Silvestre y le impulsó a entregarse sin reserva al servicio de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor.


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