Lecturas y celebraciones, Noviembre 2008  
 
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SÁBADO, 1 NOVIEMBRE: TODOS LOS SANTOS Regresar

 

Ap 7, 2-4.9-14/ Sal 23/1Jn 3, 1-3 / Mt 5, 1-12ª                                  Blanco

5. Oración Colecta
+ Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar en esta solemnidad la gloria de Todos los Santos; concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ap 7, 2-4.9-14

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan
También vi otro ángel que venía del oriente, y que tenía el sello del Dios viviente. Este ángel gritó con fuerte voz a los otros cuatro que habían recibido poder para hacer daño a la tierra y al mar: “¡No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, mientras no hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios!”
Y oí el número de los que así fueron señalados: ciento cuarenta y cuatro mil de entre todas las tribus israelitas. Después de esto, miré y vi una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos. Todos gritaban con fuerte voz:
“¡La salvación se debe a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero!”
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se inclinaron delante del trono hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios diciendo:
“¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la gratitud, el honor, el poder y la fuerza sean dados a nuestro Dios por todos los siglos. ¡Amén!”
Entonces uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco, y de dónde han venido?” “Tú lo sabes, señor”, le contesté. Y él me dijo: “Estos son los que han pasado por la gran tribulación, los que han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23

R. Estos son los que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe y sus habitantes; él la edificó sobre los mares, él la asentó sobre los ríos. R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio, el de manos puras y que no jura en falso. R.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Estos son los que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.

8. Segunda Lectura: 1Jn 3, 1-3

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 1-12ª

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
“Dichosos los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.
“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra prometida.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos.
“Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
“Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
“Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ En comunión con tantos hermanos nuestros, que nos han precedido con la señal de la fe y gozan ya de la claridad de Dios, oremos a Dios Padre, diciendo: Te rogamos, Padre, escúchanos.
- Por la Iglesia: para que sea a los ojos del mundo imagen de la nueva humanidad, roguemos al Señor. R.
- Por los que gobiernan las naciones: para que trabajen por la paz, fruto de la justicia, roguemos al Señor. R.
- Por los pobres, los enfermos, los que tienen hambre, los perseguidos: para que puedan experimentar el consuelo, la riqueza, el alimento y la recompensa de Dios, roguemos al Señor. R.
- Por nuestra comunidad: para que el ejemplo de los santos, nos estimule a vivir las bienaventuranzas de Cristo, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Señor nuestras súplicas; es la oración de tu Iglesia, que todavía peregrina por este mundo y que se une a los que han alcanzado la plenitud de la vida;   y concédenos bondadosamente lo que te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Dios nuestro, fuente única de toda santidad y admirable en todos tus santos; haz que este sacramento nos encienda en el fuego de tu amor y nos prepare para la alegría de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


DOMINGO 2 NOVIEMBRE: TODOS LOS DIFUNTOS Regresar

 

Job 19, 1.23-27 / Sal 24 / Fil 3, 20-21 / Mc 15, 33-39.16,1-6       Morado

5. Oración Colecta

+ Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en la resurrección de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Job 19, 1.23-27

Lectura del libro de Job

¿Hasta cuándo van a atormentarme y herirme con sus palabras?
¡Ojalá alguien escribiera mis palabras y las dejara grabadas en metal!
¡Ojalá alguien con un cincel de hierro las grabara en plomo o en piedra para siempre!
Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra.
Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios.
Con mis propios ojos he de verlo, yo mismo y no un extraño. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24

R. A ti, Señor, levanto mi alma.

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R.
Ensancha mi corazón oprimido y sácame de mis tribulaciones. Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos mis pecados. R.
Guarda mi vida y líbrame, no quede yo defraudado de haber acudido a ti. La inocencia y la rectitud me protegerán, porque espero en ti. R.

8. Segunda Lectura: Fil 3, 20-21

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses

Hermanos: Nosotros somos ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene para dominar todas las cosas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 15, 33-39.16,1-6

† Lectura del Evangelio según san Marcos

Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?” (Que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”)
Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron:
—Oigan, está llamando al profeta Elías.
Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo:
—Déjenlo, a ver si Elías viene a bajarlo de la cruz.
Pero Jesús dio un fuerte grito, y murió. Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El capitán romano, que estaba frente a Jesús, al ver que este había muerto, dijo:
—Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús. Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol, diciéndose unas a otras:
— ¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande. Cuando entraron en el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se asustaron, pero él les dijo: —No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.  Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Elevemos, hermanos, nuestras súplicas a Dios Padre misericordioso, y oremos por toda la humanidad. A cada petición respondemos: Te rogamos, Señor óyenos.
- Por la santa Iglesia de Dios: para que la unidad y la caridad mutua reinen en la comunidad cristiana universal. Roguemos al Señor. R.
- Por todas las naciones y por sus habitantes: para que puedan servir mejor a Dios Padre todopoderoso en la paz, en la justicia y en la prosperidad temporal. Roguemos al Señor. R.
- Por los que padecen en su cuerpo o están turbados en el espíritu: para que el Señor alivie sus dolores y les conceda la paz y la esperanza del cielo. Roguemos al Señor. R.
- Por nuestros difuntos: para que el Señor les dé el descanso eterno, los tenga en su reino y los corone de gloria. Roguemos al Señor. R.
+ Te pedimos, Padre de misericordia, que ilumines benignamente a tu familia; para que, adhiriéndose a cuanto te agrada, obtenga de ti toda clase de bienes. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión

+ En este memorial de la muerte y resurrección de Cristo en el que celebramos la comunión de los santos y la resurrección de los muertos, te pedimos que, nuestros hermanos difuntos, estén gozando de la plenitud de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


LUNES, 3 NOVIEMBRE: SAN MARTÍN DE PORRES Regresar

 

Flp 2, 1-4 / Sal 130 / Lc 14, 12-14                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Flp 2, 1-4

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses

Hermanos: Si Cristo les ha dado el poder de animar, si el amor los impulsa a consolar a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo, llénenme de alegría viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 130

R. Dame, Señor, la paz junto a ti.

Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo. R.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos. R.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 14, 12-14

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús dijo al hombre que lo había invitado:
—Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MARTES, 4 NOVIEMBRE: 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar


Flp 2, 5-11 / Sal 21 / Lc 14, 15-24                                                          Verde

6. Primera Lectura: Flp 2, 5-11

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses

Hermanos: Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21

R. Alabemos juntos al Señor.

Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles.  Los pobres comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan: su corazón ha de vivir para siempre. R.
Recordarán al Señor y volverán a Él desde los últimos lugares del mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de los pueblos. R.
Porque el Señor es rey, él gobierna a los pueblos y sólo ante él se postrarán todos los que mueren. R.
Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación, al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que él ha hecho. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 14, 15-24

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa le dijo a Jesús:
— ¡Dichoso el que participe del banquete del reino de Dios!
Jesús le dijo: —Un hombre dio una gran cena, y mandó invitar a muchas personas. A la hora de la cena mandó a su criado a decir a los invitados: ‘Vengan, porque ya la cena está lista.’ Pero todos comenzaron a disculparse. El primero dijo: ‘Acabo de comprar un terreno, y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes.’ Otro dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes.’ Y otro dijo: ‘Acabo de casarme, y no puedo ir.’ El criado regresó y se lo contó todo a su amo. Entonces el amo se enojó, y le dijo al criado: ‘Ve pronto por las calles y los callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los inválidos, los ciegos y los cojos.’ Más tarde, el criado dijo: ‘Señor, ya hice lo que usted me mandó, y todavía hay lugar.’ Entonces el amo le dijo al criado: ‘Ve por los caminos y los cercados, y obliga a otros a entrar, para que se llene mi casa. Porque les digo que ninguno de aquellos primeros invitados comerá de mi cena.’ Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MIÉRCOLES, 5 NOVIEMBRE: 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Flp 2, 12-18 / Sal 26 / Lc 14, 25-33                                                        Verde

6. Primera Lectura: Flp 2, 12-18

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses

Mis queridos hermanos, así como ustedes me han obedecido siempre, y no solo cuando he estado entre ustedes, obedézcanme más ahora que estoy lejos. Hagan efectiva su propia salvación con profunda reverencia; pues Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo.
Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones, para que nadie encuentre en ustedes culpa ni falta alguna, y sean hijos de Dios sin mancha en medio de esta gente mala y perversa. Entre ellos brillan ustedes como estrellas en el mundo, manteniendo firme el mensaje de vida. Así, cuando venga Cristo, yo podré sentirme orgulloso de ustedes, sabiendo que no he corrido ni trabajado en vano. Y aunque mi propia vida sea sacrificada para completar la ofrenda que ustedes hacen a Dios por su fe, yo me alegro y comparto esa alegría con todos ustedes. Alégrense ustedes también, y tomen parte en mi alegría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26

R. El Señor es mi luz y mi salvación.

  El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R.
Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 14, 25-33

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Mucha gente seguía a Jesús; y él se volvió y dijo: “Si alguno viene a mí y no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun más que a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.’ O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil? Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


JUEVES, 6 NOVIEMBRE: 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Flp 3, 3-8ª / Sal 104 / Lc 15, 1-10                                                           Verde

6. Primera Lectura: Flp 3, 3-8ª

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que adoramos a Dios movidos por su Espíritu, y nos gloriamos de ser de Cristo Jesús, y no ponemos nuestra confianza en las cosas externas. Aunque también yo tengo razones para confiar en tales cosas. Nadie tendría más razones que yo para confiar en ellas me circuncidaron a los ocho días de nacer, soy de raza israelita, pertenezco a la tribu de Benjamín, soy hebreo e hijo de hebreos. En cuanto a la interpretación de la ley judía, fui del partido fariseo; era tan fanático, que perseguía a los de la iglesia; y en cuanto a la justicia que se basa en el cumplimiento de la ley, era irreprochable. Pero todo esto, que antes valía mucho para mí, ahora, a causa de Cristo, lo tengo por algo sin valor. Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Salmo Responsorial: Del salmo 104

R. El que busca al Señor será dichoso.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos; del nombre del Señor enorgullézcanse, siéntanse felices los que lo buscan. R.
Recurran al Señor y a su poder, a su presencia acudan sin descanso. Recuerden los prodigios que hizo, sus portentos y sus justas decisiones. R.
Descendientes de Abrahán, su servidor; hijos de Jacob, su predilecto; escuchen: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra gobiernan sus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 15, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Todos los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama se acercaban a Jesús, para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban por esto, diciendo: —Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les dijo esta parábola: “¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, contento la pone sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.’ Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
“O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido.’ Les digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


VIERNES, 7 NOVIEMBRE: SAN WILLIBRORDO Regresar

 

Is 52, 7-10 / Sal 96 / Heb 13, 7-9b.15-16 / Mt 9, 35-38                    Blanco

6. Primera Lectura: Is 52, 7-10

Lectura del libro del profeta Isaías

¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz, al que anuncia la liberación y dice a Sión: “Tu Dios es rey”!
¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión.
¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén!
El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones.
Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96

R. ¡Alégrense en el Señor, los buenos, y alaben su santo nombre!

¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! R.
Quedan humillados los que adoran ídolos, los que se sienten orgullosos de ellos. ¡Todos los dioses se inclinan ante él! R.
El Señor ama a los que odian el mal; protege la vida de los que le son fieles; los libra de caer en manos de malvados. R.
La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. R.

8. Segunda Lectura: Heb 13, 7-9b.15-16

Lectura de la carta de a los Hebreos
Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. No se dejen ustedes llevar por enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios que en seguir reglas sobre los alimentos. Por eso debemos alabar siempre a Dios por medio de Jesucristo. Esta alabanza es el sacrificio que debemos ofrecer. ¡Alabémoslo, pues, con nuestros labios! No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque estos son los sacrificios que agradan a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 35-38

† Lectura del Evangelio según san Mateo

Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


SÁBADO, 8 NOVIEMBRE: 31ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Flp 4, 10-19 / Sal 111 / Lc 16, 9-15                                                        Verde

6. Primera Lectura: Flp 4, 10-19

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses

Me alegro mucho en el Señor de que ustedes hayan vuelto a pensar en mí. No quiero decir que me hubieran olvidado, sino que no tenían la oportunidad de ayudarme. No lo digo porque yo esté necesitado, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho que a tener hambre, a tener de sobra que a no tener nada. A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece. Sin embargo, ustedes hicieron bien compartiendo mis dificultades.
Cuando partí de Macedonia, al comenzar a anunciar el evangelio, fueron ustedes, los de la iglesia de Filipos, los únicos con quienes tuve este intercambio de bienes. Pues incluso estando yo en Tesalónica, más de una vez ustedes me enviaron ofrendas para mis necesidades. No es que yo esté cobrándoles nada; lo que quiero es que ustedes lleguen a tener más en su cuenta delante de Dios. Acuso recibo de todo, y hasta tengo de sobra. Con lo que me enviaron por medio de Epafrodito, tengo más que suficiente. Lo que me enviaron fue como una ofrenda de incienso perfumado, un sacrificio que Dios recibe con agrado. Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111

R. Dichosos los que temen al Señor.

Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes: Dios bendice a los hijos de los buenos. R.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás se desviarán: vivirá su recuerdo para siempre. R.
Firme está y sin temor su corazón, al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 16, 9-15

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús les dijo: “Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas.
“El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece?
“Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.”
Los fariseos, que eran amigos del dinero, oyeron todo esto y se burlaron de Jesús. Jesús les dijo: “Ustedes son los que se hacen pasar por justos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones; pues lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


DOMINGO, 9 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Sab 6, 13-17 / Sal 62 / 1 Tes 4, 12-17 / Mt 25, 1-13                            Verde

5. Oración Colecta
+ Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Sab 6, 13-17

 

Lectura del libro de la Sabiduría

La Sabiduría misma se da a conocer a los que la desean.
Quien madruga a buscarla no se cansa: la encuentra sentada a la puerta de su propia casa.
Tener la mente puesta en ella es prudencia consumada; el que trasnocha por hallarla, pronto se verá libre de preocupaciones.
Ella misma va de un lado a otro buscando a quienes son dignos de ella; se les manifiesta con bondad en el camino y les sale al encuentro en todo lo que piensan.
El comienzo de la sabiduría es el deseo sincero de instruirse; tener deseo de instruirse ya es amar la sabiduría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62

R. Señor, mi alma tiene sed de ti.

Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios. R.

8. Segunda Lectura: 1 Tes 4, 12-17

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses

Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
Por esto les decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que murieron. Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán primero; después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire; y así estaremos con el Señor para siempre. Anímense, pues, unos a otros con estas palabras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 1-13

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo

Jesús dijo: “Sucederá entonces con el reino de los cielos como lo que sucedió en una boda: diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran despreocupadas y cinco previsoras. Las despreocupadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; en cambio, las previsoras llevaron sus botellas de aceite, además de sus lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les dio sueño a todas, y por fin se durmieron. Cerca de la medianoche, se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’ Todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco despreocupadas dijeron a las cinco previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.’ Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Les aseguro que no las conozco.’
“Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+   Oremos, hermanos, por todos los humanos y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad. Respondemos: Te rogamos Señor, óyenos.
- Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente, se extienda por todo el mundo y persevere con alegría en la presencia del Señor, confortada por el Espíritu Santo, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor conceda a los que gobiernan el espíritu de sabiduría y de prudencia, a fin de que rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en el bien y la prosperidad de sus súbditos, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad, hambre y miseria, y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados injustamente, roguemos al Señor. R.
- Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor. R.
+ Señor Dios, que sustentas al huérfano y a la viuda, haces justicia a los oprimidos y das pan a los hambrientos, escucha las súplicas de tu pueblo, que confía en tu amor, no permitas que a nadie le falte nunca ni la libertad ni el pan, y haz que todos aprendamos a ayudar a los necesitados, a ejemplo de tu Hijo, que se entregó libremente para salvarlos a todos. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Te damos gracias, Señor, por habernos alimentado con el Cuerpo de tu Hijo y te rogamos que la fuerza del Espíritu Santo, que nos has comunicado en este sacramento, permanezca en nosotros y transforme toda nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


LUNES, 10 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Tit 1, 1-9 / Sal 23 / Lc 17, 1-6                                                                  Verde

6. Primera Lectura: Tit 1, 1-9
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Tito
Carta de Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, enviado por él para que los elegidos de Dios lleguen a la fe y al conocimiento de la verdad que se encuentra en nuestra religión, sostenidos por la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esta vida desde la eternidad, y ahora, a su debido tiempo, ha dado a conocer su mensaje por medio de la predicación que me ha sido confiada por mandato de Dios nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo en la fe común a los dos. Que Dios nuestro Padre y Jesucristo nuestro Salvador derramen su gracia y su paz sobre ti.
Cuando te dejé en la isla de Creta, lo hice para que arreglaras lo que quedaba por arreglar y para que, en cada pueblo, nombraras ancianos de la iglesia, de acuerdo con lo que yo te encargué. Un anciano debe llevar una vida irreprochable. Debe ser esposo de una sola mujer, y sus hijos deben ser creyentes y no estar acusados de mala conducta o de ser rebeldes. Pues el que preside la comunidad está encargado de las cosas de Dios, y por eso es necesario que lleve una vida irreprochable. No debe ser terco, ni de mal genio; no debe ser borracho, ni amigo de peleas, ni desear ganancias mal habidas. Al contrario, siempre debe estar dispuesto a hospedar gente en su casa, y debe ser un hombre de bien, de buen juicio, justo, santo y disciplinado. Debe apegarse al verdadero mensaje que se le enseñó, para que también pueda animar a otros con la sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Haz, Señor, que te busquemos.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos. R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 1-6

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús dijo a sus discípulos: “No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos. ¡Tengan cuidado!
“Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: ‘No lo volveré a hacer’, debes perdonarlo.”
Los apóstoles pidieron al Señor: —Danos más fe.
El Señor les contestó: —Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: ‘Arráncate de aquí y plántate en el mar’, y les haría caso.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MARTES, 11 NOVIEMBRE: SAN MARTÍN DE TOURS Regresar

 

Tit 2, 1-8.11-14 / Sal 36 / Lc 17, 7-10                                                 Blanco

6. Primera Lectura: Tit 2, 1-8.11-14

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Tito

Lo que digas debe estar siempre de acuerdo con la sana enseñanza. Los ancianos deben ser serios, respetables y de buen juicio; sanos en su fe, en su amor y en su fortaleza para soportar el sufrimiento. Igualmente, las ancianas deben portarse con reverencia, y no ser chismosas, ni emborracharse. Deben dar buen ejemplo y enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser juiciosas, puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sujetas a sus esposos, para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios.
Anima igualmente a los jóvenes a ser juiciosos en todo, y dales tú mismo ejemplo de cómo hacer el bien.  Al enseñarles, hazlo con toda pureza y dignidad, hablando de una manera sana, que nadie pueda condenar. Así sentirá vergüenza cualquiera que se ponga en contra, pues no podrá decir nada malo de nosotros.
Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36

R. Dios es nuestro Salvador.
Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra. Busca en el Señor tu alegría, y él te dará cuanto deseas. R.
Cuida el Señor la vida de los buenos y su herencia perdura. El Señor aprueba el camino de los justos, asegura todos sus pasos. R.
Apártate del mal, practica el bien y tendrás una casa eternamente; porque los justos heredarán la tierra y la habitarán para siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 7-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo: “Si uno de ustedes tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena, y disponte a atenderme mientras yo como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’ Y tampoco le da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. Así también ustedes, cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir: ‘Somos servidores inútiles, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.’” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MIÉRCOLES, 12 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar


Tit 3, 1-7 / Sal 22 / Lc 17, 11-19                                                              Verde

6. Primera Lectura: Tit 3, 1-7

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Tito
Recuerda a los otros que se sometan al gobierno y a las autoridades, que sean obedientes y que siempre estén dispuestos a hacer lo bueno. Que no hablen mal de nadie, que sean pacíficos y bondadosos, y que se muestren humildes de corazón en su trato con todos.
Porque antes también nosotros éramos insensatos y rebeldes; andábamos perdidos y éramos esclavos de toda clase de deseos y placeres. Vivíamos en maldad y envidia, odiados y odiándonos unos a otros. Pero Dios nuestro Salvador mostró su bondad y su amor por la humanidad, y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu Santo. Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo, para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir en herencia la vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial: Del salmo 22

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar; hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por barrancos oscuros, nada temo, porque tú estás conmigo: tu vara y tu cayado me dan seguridad. R.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y viviré en la casa del Señor por años sin término. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 11-19

† Lectura del Evangelio según san Lucas

En su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él gritando: — ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!
Cuando Jesús los vio, les dijo: —Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. Uno de ellos, al verse limpio, regresó alabando a Dios a grandes voces, y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle las gracias. Este hombre era de Samaria. Jesús dijo: — ¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?
Y le dijo al hombre: —Levántate y vete; por tu fe has sido sanado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


JUEVES, 13 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Flm 7-20 / Sal 145 / Lc 17, 20-25                                                Verde

6. Primera Lectura: Flm 7-20

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a Filemón

Estoy muy contento y animado por tu amor, ya que tú, hermano, has llenado de consuelo el corazón de los que pertenecen al pueblo santo.
Intervención a favor de Onésimo
Por eso, aunque en nombre de Cristo tengo derecho a ordenarte lo que debes hacer, prefiero rogártelo en nombre del amor Yo, Pablo, ya anciano, y ahora preso por causa de Cristo Jesús, te pido un favor para mi hijo Onésimo, de quien he llegado a ser padre según la fe aquí en la cárcel.
En otro tiempo, Onésimo fue para ti un esclavo inútil, pero ahora nos es útil tanto a ti como a mí. Te lo envío de nuevo: es el hijo de mis entrañas. Yo hubiera querido que se quedara aquí conmigo, para que me sirviera en tu lugar mientras estoy preso por causa del evangelio. Pero no quiero hacer nada que tú antes no hayas aprobado, para que el favor que me haces no sea por obligación sino por tu propia voluntad. Tal vez Onésimo se apartó de ti por algún tiempo para que ahora lo tengas para siempre, ya no como un esclavo, sino como algo mejor que un esclavo: como un hermano querido. Yo lo quiero mucho, pero tú debes quererlo todavía más, no solo humanamente sino también como hermano en el Señor.
Así pues, si me tienes por hermano en la fe, recíbelo como si se tratara de mí mismo. Si te ha hecho algún daño, o si te debe algo, cóbramelo a mí. Yo, Pablo, escribo esto con mi puño y letra: Yo lo pagaré. Por no decir que lo pongas a tu cuenta, ya que tú me debes tu propia persona. Sí, hermano, te pido este favor por amor al Señor; consuela mi corazón como hermano en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 145

R. El Señor levanta a los humillados.

El Señor siempre es fiel a su palabra y hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera a los cautivos. R.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y levanta a los humillados. Ama el Señor a los justos y toma al forastero a su cuidado. R.
A la viuda y el huérfano sustenta, trastorna los planes del malvado. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 20-25

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó: —La venida del reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver. No se va a decir: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’; porque el reino de Dios ya está entre ustedes.
Y dijo a sus discípulos: —Llegará el tiempo en que ustedes querrán ver siquiera uno de los días del Hijo del hombre, y no lo verán. Algunos dirán: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’; pero no vayan ni los sigan. Porque así como el relámpago, al brillar, ilumina el cielo de uno a otro lado, así será el Hijo del hombre en el día de su regreso. Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de este tiempo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


VIERNES, 14 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

2 Jn 4-9 / Sal 118 / Lc 17, 26-37                                                             Verde

6. Primera Lectura: 2 Jn 4-9

Lectura de la segunda carta del Apóstol Juan

Me he alegrado mucho de encontrar a algunos de los tuyos viviendo conforme a la verdad, como Dios el Padre nos ha mandado. Ahora, queridos hermanos, les ruego que nos amemos los unos a los otros. Esto que les escribo no es un mandamiento nuevo, sino el mismo que recibimos desde el principio. El amor consiste en vivir según los mandamientos de Dios, y el mandamiento, como ya lo han oído ustedes desde el principio, es que vivan en el amor.
Pues andan por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo vino como hombre verdadero. El que es así, es el engañador y el Anticristo. Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
Cualquiera que pretenda avanzar más allá de lo que Cristo enseñó, no tiene a Dios; pero el que permanece en esa enseñanza, tiene al Padre y también al Hijo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118

R. Dichoso el que cumple la ley del Señor.

Dichoso el que, con conducta intachable, cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón. R.
Con todo el corazón te voy buscando, no me dejes desviar de tus preceptos. En mi corazón guardaré tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya. R.
Favorece a tu siervo, para que viva y observe tus palabras. Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 17, 26-37

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo: “Como pasó en los tiempos de Noé, así pasará también en los días en que regrese el Hijo del hombre. La gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en la barca, y llegó el diluvio y todos murieron. Lo mismo sucedió en los tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, sembraba y construía casas; pero cuando Lot salió de la ciudad de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y todos murieron. Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca.
“En aquel día, el que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de conservar su vida, la perderá; pero el que la pierda, la conservará.
“Les digo que en aquella noche, de dos que estén en una misma cama, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra será dejada.”
Le preguntaron entonces: — ¿Dónde ocurrirá eso, Señor?
Y él les contestó: —Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


SÁBADO, 15 NOVIEMBRE: 32ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

3 Jn 5-8 / Sal 111 / Lc 18, 1-8                                                                 Verde

6. Primera Lectura: 3 Jn 5-8

Lectura de la tercera carta del Apóstol Juan
Querido hermano, te estás portando fielmente en el servicio que prestas a los demás hermanos, especialmente a los que llegan de otros lugares. Delante de la comunidad han hablado ellos de cuánto los amas. Por favor, ayúdalos en lo que necesiten para seguir su viaje, de manera agradable a Dios. Pues ellos han emprendido su viaje en el servicio de Jesucristo, y no han aceptado ninguna ayuda de gente pagana. Por eso nosotros debemos hacernos cargo de ellos, para ayudarlos en la predicación de la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111

R. Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. R.
En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. R.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 18, 1-8

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. Les dijo: “Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.’ ”
Y el Señor añadió: “Esto es lo que dijo el juez malo. Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


DOMINGO, 16 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Prov 31,10-13.19-20.30-31/ Sal 127 / 1Tes 5, 1-6 / Mt 25,14-30      Verde

5. Oración Colecta
+ Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Prov 31,10-13.19-20.30-31

Lectura del libro de los Proverbios
Mujer ejemplar no es fácil hallarla; ¡vale más que las piedras preciosas!
Su esposo confía plenamente en ella y nunca le faltan ganancias.
Brinda a su esposo grandes satisfacciones todos los días de su vida.
Va en busca de lana y de lino, y con placer realiza labores manuales.
Con sus propias manos hace hilados y tejidos.
Siempre tiende la mano a los pobres y necesitados.
“Mujeres buenas hay muchas, pero tú eres la mejor de todas.”
Los encantos son una mentira, la belleza no es más que ilusión, pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza.
¡Alabadla ante todo el pueblo! ¡Dadle crédito por todo lo que ha hecho! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 15

R. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R.
Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión; que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida”. R.

8. Segunda Lectura: 1Tes 5, 1-6

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses
En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no es necesario que yo os escriba. Sabéis muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se espere, como llega un ladrón en la noche. Cuando la gente diga “Todo está en paz y tranquilo”, vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como vienen los dolores de parto a una mujer encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no estáis en la oscuridad para que el día del regreso del Señor os sorprenda como un ladrón.  Todos vosotros sois de la luz y del día: no somos de la noche ni de la oscuridad. Por eso, no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25,14-30

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo

Jesús les dijo: “Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: ‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos y hermanas, al Señor, que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones. Respondemos: Te lo pedimos, Señor, óyenos.
- Para que el Señor, que inspira y lleva a término los buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, se consagren totalmente a Él en la vida religiosa, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los jefes de las naciones buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión, y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire con misericordia a las criaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento necesario, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver bien por el mal, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que no dejas de velar por tu pueblo, escucha nuestras oraciones e infunde en nosotros tu Espíritu, para que, actuando con amor, esperemos sin desfallecer la manifestación gloriosa de tu Hijo, que viene para reunir a toda la humanidad en su Reino. El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión

+ Señor, que nuestra participación en la Comunión, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


LUNES, 17 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 1, 1-4; 2, 1-5a / Sal 1 / Lc 18, 35-43                                                 Verde

6. Primera Lectura: Ap 1, 1-4; 2, 1-5a

Lectura del libro del Apocalipsis
Esta es la revelación que Dios hizo a Jesucristo, para que él mostrara a sus siervos lo que pronto ha de suceder. Jesucristo lo ha dado a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, y Juan ha dicho la verdad de todo cuanto vio y es testigo del mensaje de Dios confirmado por Jesucristo.
Dichoso el que lee, y dichosos los que escuchan la lectura de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque ya se acerca el tiempo.
Juan a las siete iglesias de la provincia de Asia. Recibid gracia y paz de parte del que es y era y ha de venir, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono
“Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso: ‘Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda en medio de los siete candelabros de oro: Yo sé todo lo que haces; conozco tu duro trabajo y tu constancia, y sé que no puedes soportar a los malos. También sé que has puesto a prueba a quienes dicen ser apóstoles y no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Has sido constante y has sufrido mucho por mi causa, sin cansarte. Pero tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio. Por eso, recuerda de dónde has caído, vuélvete a Dios y haz otra vez lo que hacías al principio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 1

R. El Señor protege al justo.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, ni anda en malos pasos, ni se burla del bueno, sino que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R.
Es como un árbol plantado junto al río: da fruto a su tiempo y nunca se marchita; en todo tendrá éxito. R.
En cambio los malvados serán como paja barrida por el viento; porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 18, 35-43

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Cuando ya se encontraba Jesús cerca de Jericó, un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le dijeron que Jesús de Nazaret pasaba por allí, y él gritó:
— ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía:
— ¡Hijo de David, ten compasión de mí!
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca, le preguntó:
—¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego contestó: —Señor, quiero recobrar la vista.
Jesús le dijo: —¡Recóbrala! Por tu fe has sido sanado.
En aquel mismo momento el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús alabando a Dios. Y toda la gente que vio esto, también alababa a Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MARTES, 18 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 3, 1-6.14-22 / Sal 14 / Lc 19, 1-10                                                    Verde

6. Primera Lectura: Ap 3, 1-6.14-22

Lectura del libro del Apocalipsis

“Escribe también al ángel de la iglesia de Sardes: ‘Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto aunque tienes fama de estar vivo. Despiértate, y refuerza lo que todavía queda y está a punto de morir, pues he visto que tus hechos no son perfectos delante de mi Dios. Recuerda la enseñanza que has recibido; síguela y vuélvete a Dios. Si no te mantienes despierto, iré a ti como un ladrón, cuando menos lo esperes. Sin embargo, ahí en Sardes tienes algunos que no han manchado sus vestidos; estos andarán conmigo vestidos de blanco, porque se lo merecen. Los vencedores serán vestidos de blanco, y no borraré sus nombres del libro de la vida sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles. ¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’
“Escribe también al ángel de la iglesia de Laodicea: ‘Esto dice el Amén, el testigo fiel que dice la verdad, el origen de todo lo que Dios creó: Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero como eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que nada te hace falta; y no te das cuenta de que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por eso te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego, para que seas realmente rico; y que compres de mí ropas blancas para vestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y colirio para aplicártelo a los ojos y que veas. Yo reprendo y corrijo a los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y vuélvete a Dios. Mira, yo estoy llamando a la puerta: si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos. A los vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 14

R. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?

El que procede honradamente y obra con justicia, el que es sincero en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino, quien no ve con aprecio a los malvados y honra a quienes temen al Altísimo. R.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes. Quien así procede será agradable a los ojos de Dios eternamente. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús entró en Jericó y comenzó a atravesar la ciudad. Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Este quería conocer a Jesús, pero no conseguía verlo porque había mucha gente y Zaqueo era pequeño de estatura. Por eso corrió adelante y, para alcanzar a verlo, se subió a un árbol cerca de donde Jesús tenía que pasar. Cuando Jesús pasaba por allí, miró hacia arriba y le dijo:
—Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa.
Zaqueo bajó aprisa, y con gusto recibió a Jesús. Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador. Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: —Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MIÉRCOLES, 19 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 4, 1-11 / Sal 150 / Lc 19, 11-28                                                         Verde

6. Primera Lectura: Ap 4, 1-11

Lectura del libro del Apocalipsis
Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo. Y aquella voz que yo había oído al principio, y que parecía un toque de trompeta, me dijo: “Sube acá y te mostraré las cosas que tienen que suceder después de estas.”
En aquel momento quedé bajo el poder del Espíritu, y vi un trono en el cielo, y alguien estaba sentado en el trono. El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de una piedra de jaspe o de cornalina, y alrededor del trono había un arco iris que brillaba como una esmeralda. También vi alrededor del trono otros veinticuatro tronos, en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos que iban vestidos de blanco y llevaban una corona de oro en la cabeza. Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos; y delante del trono ardían siete antorchas de fuego que son los siete espíritus de Dios. Delante del trono había algo parecido a un mar, transparente como el cristal.
En el centro, donde estaba el trono, y a su alrededor, había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primero de esos seres parecía un león; el segundo parecía un toro; el tercero tenía aspecto humano, y el cuarto parecía un águila volando. Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, y estaba cubierto de ojos por fuera y por dentro.  Y día y noche decían sin cesar:
“¡Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era y es y ha de venir!”
Cada vez que esos seres vivientes dan gloria y honor y gracias al que está sentado en el trono, al que vive por todos los siglos, los veinticuatro ancianos se arrodillan ante él y le adoran, y arrojando sus coronas delante del trono, dicen: “Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado todas las cosas; por tu voluntad existen y han sido creadas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 5

R. Alabemos al Señor con alegría.

Alabemos al Señor en su templo, alabémoslo en su augusto firmamento. Alabémoslo por sus obras magníficas, alabémoslo por su inmensa grandeza. R.
Alabémoslo tocando trompetas, alabémoslo con arpas y cítaras, alabémoslo con tambores y danzas, alabémoslo con cuerdas y flautas. R.
Alabémoslo con platillos sonoros, alabémoslo con platillos vibrantes. Que todo ser viviente alabe al Señor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 11-28

† Lectura del Evangelio según san Lucas
La gente estaba oyendo a Jesús decir estas cosas, y él les contó una parábola, porque ya estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a llegar en seguida.
Les dijo: “Había un hombre de la nobleza, que se fue lejos, a otro país, para ser nombrado rey y regresar. Antes de salir, llamó a diez de sus empleados, entregó a cada uno de ellos una gran cantidad de dinero y les dijo: ‘Hagan negocio con este dinero hasta que yo vuelva.’ Pero la gente de su país lo odiaba, y mandaron tras él una comisión encargada de decir: ‘No queremos que este hombre sea nuestro rey.’
“Pero él fue nombrado rey, y regresó a su país. Cuando llegó, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: ‘Señor, su dinero ha producido diez veces más.’ El rey le contestó: ‘Muy bien; eres un buen empleado; ya que fuiste fiel en lo poco, te hago gobernador de diez pueblos.’ Se presentó otro y dijo: ‘Señor, su dinero ha producido cinco veces más.’ También a este le contestó: ‘Tú serás gobernador de cinco pueblos.’
“Pero otro se presentó diciendo: ‘Señor, aquí está su dinero. Lo guardé en un pañuelo; pues tuve miedo de usted, porque usted es un hombre duro, que recoge donde no entregó y cosecha donde no sembró.’ Entonces le dijo el rey: ‘Empleado malo, con tus propias palabras te juzgo. Si sabías que soy un hombre duro, que recojo donde no entregué y cosecho donde no sembré, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco, para devolvérmelo con los intereses a mi regreso a casa?’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle el dinero y dénselo al que ganó diez veces más.’ Ellos le dijeron: ‘Señor, ¡pero si él ya tiene diez veces más!’ El rey contestó: ‘Pues les digo que al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y en cuanto a mis enemigos que no querían tenerme por rey, tráiganlos acá y mátenlos en mi presencia.’ ” Después de decir esto, Jesús siguió su viaje a Jerusalén.  Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


JUEVES, 20 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 5, 1-10 / Sal 149 / Lc 19, 41-44                                                         Verde

6. Primera Lectura: Ap 5, 1-10

Lectura del libro del Apocalipsis

En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por dentro y por fuera, y cerrado con siete sellos. Y vi un ángel poderoso que preguntaba a gran voz: “¿Quién es digno de abrir el rollo y romper sus sellos?” Pero ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra había nadie que pudiera abrir el rollo ni mirarlo. Y yo lloraba mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el rollo ni de mirarlo. Pero uno de los ancianos me dijo: “No llores más, pues el León de la tribu de Judá, el retoño de David, ha vencido; él abrirá el rollo y romperá sus siete sellos.”
Entonces, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero. Estaba de pie, aunque mostraba señales de haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Aquel Cordero fue y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono; y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron de rodillas delante del Cordero. Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los que pertenecen al pueblo santo. Y cantaban este nuevo canto: “Tú eres digno de tomar el rollo y romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y derramando tu sangre redimiste para Dios gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación. De ellos hiciste un reino, hiciste sacerdotes para nuestro Dios y reinarán sobre la tierra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149

R. Bendito sea el Señor.

Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo. R.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles.  El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes. R.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 41-44

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Cuando llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, Jesús lloró por ella, diciendo: “¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz! Pero ahora eso te está escondido y no puedes verlo. Pues van a venir para ti días malos, en que tus enemigos harán un muro a tu alrededor, y te rodearán y atacarán por todos lados, y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes, y no dejarán en ti ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a visitarte.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


VIERNES, 21 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 10, 8-11 / Sal 118 / Lc 19, 45-48                                                       Verde

6. Primera Lectura: Ap 10, 8-11

Lectura del libro del Apocalipsis

La voz que yo había oído, y que salía del cielo, volvió a hablarme diciendo: “Ve y toma el rollo abierto que tiene en la mano el ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.”
Fui al ángel y le pedí que me diera el pequeño rollo, y me contestó: “Toma y cómetelo. En tu boca será dulce como la miel, pero en tu estómago se volverá amargo.”
Tomé el pequeño rollo de la mano del ángel y me lo comí; en mi boca era dulce como la miel, pero cuando lo hube comido se volvió amargo en mi estómago. Entonces me dijeron: “Tienes que anunciar otra vez el mensaje profético acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118

R. Mi alegría es cumplir tus mandamientos.

Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas. Tus mandamientos, Señor, son mi alegría, ellos son también mis consejeros. R.
Para mí valen más tus enseñanzas que miles de monedas de oro y plata. ¡Qué dulces al paladar son tus promesas! Más que miel en la boca. R.
Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón. Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 19, 45-48

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Después de esto, Jesús entró en el templo y comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo, y les dijo: —En las Escrituras se dice: ‘Mi casa será casa de oración’, pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones.
Todos los días Jesús enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y también los jefes del pueblo andaban buscando cómo matarlo. Pero no encontraban la manera de hacerlo, porque toda la gente estaba pendiente de lo que él decía. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


SÁBADO, 22 NOVIEMBRE: 33ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 11, 4-12 / Sal 143 / Lc 20, 27-40                                                       Verde

6. Primera Lectura: Ap 11, 4-12

Lectura del libro del Apocalipsis

Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra. Si alguien intenta hacerles daño, echarán fuego por la boca, que quemará por completo a sus enemigos. Así morirá cualquiera que quiera hacerles daño. Estos testigos tienen poder para cerrar el cielo, para que no llueva durante el tiempo en que estén comunicando sus mensajes proféticos; también tienen poder para convertir el agua en sangre y para hacer sufrir a la tierra cuantas veces quieran y con toda clase de calamidades.
Pero cuando hayan acabado de dar su testimonio, el monstruo que sube del abismo los atacará, los vencerá y los matará. Sus cadáveres quedarán tendidos en las calles de la gran ciudad donde fue crucificado su Señor, la cual, en lenguaje figurado, se llama Sodoma y también Egipto. Por tres días y medio, gente de distintos pueblos, razas, lenguas y naciones verá sus cadáveres y no dejarán que los entierren. Los habitantes de la tierra se alegrarán de su muerte. Estarán tan contentos que se harán regalos unos a otros, porque aquellos dos profetas eran un tormento para ellos.
Pero al cabo de los tres días y medio, Dios los volverá a la vida y se levantarán otra vez, y todos los que los vean se llenarán de miedo. Entonces los dos testigos oyeron una fuerte voz del cielo, que les decía: “¡Subid acá!” Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 143

R. Bendito sea el Señor, mi fortaleza.

Bendito sea el Señor, mi roca firme, que adiestra mis manos y mis dedos para la pelea. R.
El es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde. R.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de cantarte; tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 20, 27-40

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Después algunos saduceos fueron a ver a Jesús. Los saduceos niegan que los muertos resuciten; por eso le presentaron este caso: —Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para darle hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. Finalmente murió también la mujer. Pues bien, en la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa esta mujer, si los siete estuvieron casados con ella?
Jesús les contestó: —En la vida presente, los hombres y las mujeres se casan; pero aquellos que Dios juzgue que merecen gozar de la vida venidera y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, porque ya no pueden morir. Pues serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado. Hasta el mismo Moisés, en el pasaje de la zarza que ardía, nos hace saber que los muertos resucitan. Allí dice que el Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. ¡Y él no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos!
Algunos maestros de la ley le dijeron entonces: —Bien dicho, Maestro.
Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


DOMINGO, 23 NOVIEMBRE: CRISTO, REY DEL UNIVERSO Regresar

 

Ez 34, 11-12.15-17/Sal 22/1Cor 15, 20-26a.28 / Mt 25, 31-46      Blanco

5. Oración Colecta
+ Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda criatura, liberada de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ez 34, 11-12.15-17

Lectura del libro del profeta Ezequiel

“Yo, el Señor, digo: Yo mismo me encargaré del cuidado de mi rebaño. Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron un día oscuro y de tormenta. Yo mismo seré el pastor de mis ovejas; yo mismo las llevaré a descansar. Yo, el Señor, lo afirmo. Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido. “Yo, el Señor digo: Escuchen, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22

R. El señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios me unges la cabeza de perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 15, 20-26a.28

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. Así como por causa de un hombre entró la muerte en el mundo, también por causa de un hombre entró la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida. Pero cada uno en el orden que le corresponda: Cristo en primer lugar; después, en el momento en que Cristo vuelva, los que le pertenecen. Entonces vendrá el fin, cuando Cristo derrote a todos los señoríos, autoridades y poderes, y entregue el reino al Dios y Padre. Porque Cristo ha de reinar hasta que todos sus enemigos sean puestos debajo de sus pies; y el último enemigo que será derrotado es la muerte. Cuando todo haya quedado sometido a Cristo, entonces Cristo mismo, que es el Hijo, se someterá a Dios, que es quien sometió a él todas las cosas. Así, Dios será todo en todo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 25, 31-46

† Lectura del santo Evangelio según san Juan
Jesús dijo: “Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: ‘Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme.’ Entonces los justos preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron.’
“Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: ‘Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme.’ Entonces ellos le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron.’ Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Con un corazón fiel, roguemos, queridos hermanos, al Padre del unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu Santo. Respondemos a cada petición: Te rogamos, Señor, óyenos.
- Por la Iglesia extendida por todo el universo: para que alcance la plenitud del amor de Dios. Roguemos al Señor. R.
- Por los sacerdotes consagrados al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero. Roguemos al Señor. R.
- Por los que gobiernan los pueblos: para que procuren la justicia y el bien. Roguemos al Señor. R.
- Por aquéllos que sufren en el alma y en el cuerpo: para que encuentren el consuelo y la fortaleza del Espíritu. Roguemos al Señor. R.
- Por todos nosotros, comunidad reunida en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: para que avancemos en la misma fe y en el mismo amor. Roguemos al Señor. R.
+ Oh Dios, que has infundido en el corazón de tus fieles los dones del Espíritu Santo, da a tus siervos el conocimiento de tu voluntad, para que con todas sus fuerzas te alaben y cumplan con amor cuanto te agrada. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Alimentados con el pan que da la vida eterna te pedimos, Señor, que quienes nos confesamos como discípulos de Cristo, rey del universo, vivamos constantemente con Él en su Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


LUNES, 24 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 14, 1-3.4b-5 / Sal 23 / Lc 21, 1-4                                                      Verde

6. Primera Lectura: Ap 14, 1-3.4b-5

Lectura del libro del Apocalipsis
Vi al Cordero, que estaba de pie sobre el monte Sión. Con él había ciento cuarenta y cuatro mil personas que tenían escritos en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Luego oí un sonido que venía del cielo; era como el sonido de una cascada, como el retumbar de un fuerte trueno; era un sonido como el de muchos arpistas tocando sus arpas. Cantaban un nuevo canto delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel canto, sino solamente los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron salvados de entre los de la tierra. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron salvados de entre los hombres como primera ofrenda para Dios y para el Cordero. No se encontró ninguna mentira en sus labios, pues son intachables. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23

R. Haz, Señor, que te busquemos.

Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos. R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 1-4

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús estaba viendo a los ricos echar dinero en los cofres de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre. Entonces dijo: —De veras les digo que esta viuda pobre ha dado más que todos; pues todos dan ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MARTES, 25 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 14, 14-19 / Sal 95 / Lc 21, 5-11                                                         Verde

6. Primera Lectura: Ap 14, 14-19

Lectura del libro del Apocalipsis

Miré, y vi una nube blanca, y sobre la nube, sentado, uno semejante a un hijo de hombre. Llevaba una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Y salió del templo otro ángel, gritando con fuerte voz al que estaba sentado en la nube: “¡Mete tu hoz y siega, porque ya llegó la hora y la mies de la tierra está madura!” El que estaba sentado en la nube pasó entonces su hoz sobre la tierra, y la tierra quedó segada.
Luego, del templo que está en el cielo salió otro ángel, que llevaba también una hoz afilada. Y del altar salió otro ángel, que tenía autoridad sobre el fuego y que llamó con fuerte voz al que llevaba la hoz afilada, diciendo: “¡Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas ya están maduras!” El ángel pasó su hoz sobre la tierra y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en un gran lagar para que fuesen pisadas. Esto representa el terrible castigo que viene de Dios.  Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Que todo se alegre ante el Señor.

«Reina el Señor» digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R.
Alégrense los cielos y la tierra; retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra; manifiesten los bosques regocijo. R.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 5-11

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas votivas que lo adornaban. Jesús dijo: —Vendrán días en que de todo esto que ustedes están viendo no quedará ni una piedra sobre otra. Todo será destruido.
Entonces le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto? ¿Cuál será la señal de que estas cosas ya están a punto de suceder?
Jesús contestó: “Tengan cuidado para no dejarse engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: ‘Yo soy’, y ‘Ahora es el tiempo.’ Pero ustedes no los sigan. Y cuando tengan noticias de guerras y revoluciones, no se asusten, pues esto tiene que ocurrir primero; sin embargo, aún no habrá llegado el fin.”
Siguió diciéndoles: “Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro. Habrá grandes terremotos, y hambres y enfermedades en diferentes lugares, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


MIÉRCOLES, 26 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 15, 1-4 / Sal 97 / Lc 21, 12-19                                                           Verde

6. Primera Lectura: Ap 15, 1-4

Lectura del libro del Apocalipsis

Vi en el cielo otra señal grande y asombrosa: siete ángeles con las siete últimas calamidades. Con ellos llegaba a su fin la ira de Dios.
Vi también lo que parecía ser un mar de cristal mezclado con fuego. En su orilla, con arpas que Dios les había dado, estaban aquellos que habían alcanzado la victoria sobre el monstruo y su imagen y sobre el número de su nombre. Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero. Decían: “Grande y maravilloso es todo lo que has hecho, Señor, Dios todopoderoso; rectos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones.
¿Quién no te temerá, Señor? ¿Quién no te alabará?
Pues solo tú eres santo, todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios han sido manifestados.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97

R. Señor, tus obras son maravillosas.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas: Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R.
El Señor ha dado a conocer su victoria, ha revelado a las naciones su justicia: una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos sus habitantes; los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. R.
Regocíjese todo ante el Señor, que ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 12-19

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les dijo: “A ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, los meterán en la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y sus amigos. A algunos de ustedes los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía; pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


JUEVES, 27 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 18, 1-2.21-23; 19,1-3.9a / Sal 99 / Lc 21, 20-28                             Verde

6. Primera Lectura: Ap 18, 1-2.21-23; 19,1-3.9a

Lectura del libro del Apocalipsis
Después de esto vi otro ángel que bajaba del cielo; tenía mucha autoridad, y la tierra quedó iluminada con su resplandor. Con fuerte voz gritaba: “¡Cayó, cayó la gran Babilonia! ¡Se ha vuelto vivienda de demonios, guarida de toda clase de espíritus impuros, nido de fieras impuras y odiosas! ¡Alégrate, cielo, por causa de esa ciudad! ¡Y alégrense ustedes, los que son del pueblo santo, y los apóstoles y los profetas, porque Dios, al condenarla, les ha hecho justicia!”
Un ángel poderoso levantó entonces una piedra, que era como una gran piedra de molino, la lanzó al mar y dijo: “Así, con violencia, serás derribada, Babilonia, la gran ciudad, y nunca más volverán a verte.
Nunca más se oirá en tus calles música de arpas, flautas y trompetas, ni habrá en ti artesanos de ningún oficio, ni se oirá en ti el ruido de la piedra del molino.
Nunca más brillará en ti la luz de una lámpara ni se oirá en ti el bullicio de las fiestas de bodas, aunque tus comerciantes eran los poderosos del mundo y engañaste a todas las naciones con tus brujerías.”
Después de esto oí las fuertes voces de una gran multitud, que decía en el cielo: “¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque juzga rectamente y con verdad; ha condenado a la gran prostituta que con su prostitución corrompía al mundo; ha vengado en ella la muerte de los siervos de Dios.”
Luego volvieron a decir: “¡Aleluya! El humo de su incendio subirá por siempre.”
El ángel me dijo: “Escribe: ‘Felices los que han sido invitados al banquete de las bodas del Cordero.’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99

R. Dichosos los invitados al banquete del Señor.

Alabe a Dios toda la tierra; sirvamos al Señor con alegría, con júbilo entremos en su templo. R.
Reconozcamos que el Señor es Dios; que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y su rebaño. R.
Entremos por sus puertas dando gracias; crucemos por sus atrios entre himnos, con alabanzas y bendiciéndolo. R.
El Señor es bueno, es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 20-28

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús les dijo: “Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que pronto será destruida. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a las montañas; los que estén en Jerusalén, que salgan de la ciudad, y los que estén en el campo, que no regresen a ella. Porque serán días de castigo, en que se cumplirá todo lo que dicen las Escrituras. ¡Pobres mujeres aquellas que en tales días estén embarazadas o tengan niños de pecho! Porque habrá mucho dolor en el país, y un castigo terrible contra este pueblo. Unos morirán a filo de espada y a otros los llevarán prisioneros por todas las naciones; y los paganos pisotearán a Jerusalén hasta que se cumpla el tiempo que les ha sido señalado.
“Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra las naciones estarán confusas y se asustarán por el terrible ruido del mar y de las olas. La gente se desmayará de miedo al pensar en lo que va a sucederle al mundo; pues hasta las fuerzas celestiales serán sacudidas. Entonces se verá al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


VIERNES, 28 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 20, 1-4.11-15; 21, 1-2 / Sal 83 / Lc 21, 29-33                                 Verde

6. Primera Lectura: Ap 20, 1-4.11-15; 21, 1-2
Lectura del libro del Apocalipsis
Vi un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Este ángel sujetó al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, donde lo encerró, y puso un sello sobre la puerta para que no engañase a las naciones hasta que pasaran los mil años, al cabo de los cuales será soltado por un poco de tiempo.
También vi tronos, y en ellos estaban sentados los que habían recibido autoridad para juzgar. Vi también, vivos, a aquellos a quienes habían cortado la cabeza por ser fieles al testimonio de Jesús y al mensaje de Dios. Ellos no habían adorado al monstruo ni a su imagen, ni se habían dejado poner su marca en la frente o en la mano. Y vi que volvieron a vivir y que reinaron con Cristo mil años. Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Ante su presencia desaparecieron completamente la tierra y el cielo, y no se los volvió a ver por ninguna parte. Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; y fueron abiertos los libros, y también otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con sus hechos, descritos en aquellos libros. El mar entregó sus muertos, y el reino de la muerte entregó los muertos que había en él; y todos fueron juzgados, cada uno conforme a lo que había hecho. Después el reino de la muerte fue arrojado al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. Y allí fueron arrojados los que no tenían su nombre escrito en el libro de la vida.
Vi después un cielo nuevo y una tierra nueva; el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

7. Salmo Responsorial: Del salmo 83
R. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R.
Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un nido cerca de tus altares, Señor de los ejércitos y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. Dichosos los que encuentran en ti su fuerza: caminan cada vez con más vigor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 29-33
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Jesús les puso esta comparación: “Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios ya está cerca.
“Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


SÁBADO, 29 NOVIEMBRE: 34ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO Regresar

 

Ap 22, 1-7 / Sal 94 / Lc 21, 34-36                                                           Verde

6. Primera Lectura: Ap 22, 1-7

Lectura del libro del Apocalipsis

El ángel me mostró un río limpio, de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza de la ciudad y a cada lado del río crecía el árbol de la vida, que da fruto cada mes, es decir, doce veces al año; y las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones. Ya no habrá allí nada puesto bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos le adorarán, le verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. No habrá noche en la ciudad; los que en ella vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y reinarán por todos los siglos.
El ángel me dijo: “Estas palabras son verdaderas y dignas de fe. El Señor, el Dios que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que pronto va a suceder.”
“¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que hace caso del mensaje profético escrito en este libro!” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 94

R. Demos gracias al Señor.

Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva; acerquémonos a él llenos de júbilo y démosle gracias. R.
Porque el Señor es un Dios grande, es rey de todos los dioses: en sus manos están los abismos de la tierra, son suyas las cumbres de las montañas; el mar es suyo, porque él lo hizo; también la tierra, modelada con sus manos. R.
Vengan, postrémonos de rodillas, adorando y bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; él es nuestro pastor, y nosotros sus ovejas. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 21, 34-36

† Lectura del Evangelio según san Lucas

Jesús les dijo: “Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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