- CANTO INICIAL.
- RITO DE APERTURA.
- + En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo. R/. Amen.
- Saludo: (se utiliza una
de las siguientes fórmulas)
i. El Dios de la esperanza, que con la acción del Espíritu Santo nos llena
de su alegría y de su paz, permanezca siempre con todos ustedes. R/. Amen
ii. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes. R/. Amen
iii. El Señor, que dirige nuestros corazones para que le amemos, esté con todos
ustedes. R/. Amen
iv. La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre, y de Jesucristo, el Señor,
estén con todos ustedes. R/. Amen
- ACTO PENITENCIAL.
- Invitación: (Se invita al arrepentimiento con una de la siguientes fórmulas)
i. Hermanos, humildemente, con corazón arrepentido,
reconozcamos nuestros pecados.
ii. El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Comunión, nos
llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
iii. Al comenzar esta celebración, pidamos a Dios que nos conceda la conversión
de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con nuestros hermanos.
iv. Humildes y penitentes, como el publicano en el templo, acerquémonos al Dios justo, y pidámosle
que tenga piedad de nosotros, que también nos reconocemos pecadores.
- Confesión de los pecados: (Se hace la confesión
de los pecados: cantando el “Señor ten piedad” , un canto peniten-cial adecuado o utilizando
una de las siguientes fórmulas)
i. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado
mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
ii. + Luz del mundo, que vienes a iluminar a todos los que viven en las tinieblas
del pecado: Señor ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
+ Buen pastor,
que vienes a guiar a tu rebaño por las sendas de la verdad y la justicia: Cristo,
ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
+ Hijo de Dios,
que volverás un día para dar cumplimiento a las promesas del Padre, Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
iii. + Tú que has enviado a sanar los corazones afligidos: Señor ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
+ Tú que has venido
a llamar a los pecadores:
Cristo ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
+ Tú que estás sentado a la derecha del Padre para
interceder por nosotros:
Señor ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
iv. + Señor, ten misericordia de nosotros.
R:/
Porque hemos pecado contra ti.
+ Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R:/ Y danos tu salvación.
- Oración conclusiva: (Se concluye con esta oración)
+ Dios todopoderoso tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
- GLORIA: (Se canta o se
recita el Gloria o un canto similar. Se omite en Adviento y en Cuaresma).
- ORACIÓN COLECTA: (Del
domingo o fiesta que se celebra.)
- PRIMERA LECTURA: (Del
domingo o fiesta que se celebra.)
- SALMO RESPONSORIAL: (Del
domingo o fiesta que se celebra.)
- SEGUNDA LECTURA: (Del domingo o fiesta que se celebra.)
- ALELUYA: (Se canta un Aleluya u otro canto adecuado. En Cuaresma se canta “Tu Palabra me da vida” u otro canto adecuado.)
- EVANGELIO: (Del domingo o fiesta que se celebra.)
- REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS: (Se prepara una explicación del mensaje que dan las lecturas de la Sagrada Escritura que se han leído, que ilumine
la vida de la Comunidad.)
- CREDO: (Se utiliza una
de las siguientes fórmulas.)
- CREDO BAUTISMAL:
+ ¿Creen en Dios,
Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra? R:/ Sí, creo.
+ ¿Creen en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está
sentado a la derecha del Padre?
R:/ Sí, creo.
+ ¿Creen en el
Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección
de los muertos y en la vida eterna? R:/ Sí, creo.
+ ¡Esta es nuestra
fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro!
- CREDO DE LOS APÓSTOLES:
Creo en Dios, Padre
todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de
venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón
de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
- CREDO NICENO:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del
cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras;
subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo recibe
una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso
que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
- ORACIÓN DE LOS FIELES: (A
las peticiones que se encuentran en el esquema, se pueden añadir otras que se adapten a las necesidades especiales de la comunidad.)
- OFRENDAS: (Se recogen
las ofrendas de la comunidad y antes de ello se hace una oración espontánea, pidiendo bendiciones para toda la comunidad.)
- ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS. (Se utiliza uno de los siguientes modelos. Los dos primeros son especiales
para Pascua, los demás para el tiempo ordinario)
- Modelos para el tiempo de Adviento:
i. + Te damos
gracias, Señor: Tú nos has creado para que podamos conocerte, amarte y vivir siempre contigo.
Muchas
veces has ofrecido a los hombres tu amistad
y por medio de los profetas nos has enseñado a esperar en tus promesas.
Cuando
llegó el tiempo, que tu pueblo había deseado tanto, nos mandaste a tu único Hijo como hermano mayor de nuestra familia, para
que todos pudiéramos vivir como amigos tuyos.
Cuando él vuelva al fin del mundo nos invitará a la fiesta de la vida en
la felicidad de su casa. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti, y con
los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
ii. + Señor, tú eres santo. Tú
eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo: Él es tu Palabra que nos mantiene despiertos; y en las cosas pequeñas y en las grandes nos ayuda
a descubrir las pruebas de tu amor y la alegría que viene de ti. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos
unimos a todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos
con gozo:
- Modelos para Navidad:
i. + Te damos gracias, Señor,
porque en tu amor creaste el mundo y no abandonaste en el mal a los humanos que habían pecado, sino que viniste a su encuentro.
Ahora
nos has mandado a tu querido Hijo Jesús,
como luz que resplandece en las tinieblas.
Él era rico y se hizo pobre por
nosotros, para que nosotros fuéramos ricos con su amor. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a
todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
ii. + Señor, tú eres santo. Tú
eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él es
la verdadera luz del mundo, que ha venido a iluminar a todos los que lo buscan sinceramente.
Él es el Príncipe de la paz,
que nos hace renacer como hijos de Dios, portadores de paz entre los hombres. Él es Dios con nosotros, que quiere que experimentemos
ya desde este mundo lo que será la alegría eterna del cielo. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos
a todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con gozo.
- Modelos para el tiempo de Cuaresma.
i. + Te damos gracias, Señor, porque
haces cosas maravillosas para darnos a conocer lo bueno que eres.
No sólo a los buenos sino también a los malos les concedes días repletos de flores, de frutos y de muchas cosas buenas, para que
las admiremos
y juntos gocemos de ellas.
Como Padre bueno tienes paciencia con los que caen en el pecado y esperas que
se conviertan y sean mejores. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti,
y con los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
ii. + Señor, tú eres santo. Tú
eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él llama
a todos los humanos para que se conviertan y crean en el Evangelio.
Ofreciendo su vida en la cruz nos ha librado del pecado
y de la muerte y nos ha dado un corazón nuevo para que vivamos como él. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias.
Nos unimos a todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
- Modelos para el tiempo de Pascua.
i. + Te damos gracias, Señor,
porque tú eres el Dios de los vivientes, que nos llamas a la vida y quieres que gocemos de una felicidad eterna. Tú has resucitado a Jesucristo de entre los muertos, el primero entre todos, y le has dado una vida nueva.
A nosotros
nos has prometido lo mismo: una vida
sin fin, sin penas ni dolores. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te
cantamos con gozo:
ii. + Señor, tú eres santo.
Tú eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él nos anunció la vida que
viviremos junto a ti en la luz y en la eternidad; nos enseñó también
el camino de esa vida, camino que hay que andar en el amor y que él recorrió primero. Por ello, Señor, te enaltecen el cielo y la tierra, y también nosotros, unidos a toda la Iglesia,
proclamamos el himno de tu gloria:
- Modelos para el tiempo ordinario.
i. + Te
damos gracias, Señor. Tú nos has creado para
que vivamos para ti y nos amemos los unos
a los otros.
Tú quieres que nos
miremos y dialoguemos como hermanos, de manera que podamos compartir las cosas buenas y también las difíciles. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos gracias.
Nos
unimos a todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
ii. + Señor,
tú eres santo. Tú eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él quiso venir al mundo porque los hombres se habían separado de ti y no lograban entenderse.
Él nos abrió los ojos para que veamos que todos somos hermanos y que tú eres el Padre de todos. Por ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte con los ángeles y los santos que te adoran en el cielo:
iii. + Te
damos gracias y te bendecimos, Dios santo y fuerte, porque diriges con sabiduría los destinos del mundo y cuidas
con amor de cada uno de nosotros.
Tú nos invitas a escuchar tu
palabra, que nos reúne en un solo cuerpo, y a mantenernos siempre
firmes
en el seguimiento de tu Hijo.
Porque sólo él es el camino que nos conduce hacia ti,
Dios invisible, la verdad que nos hace libres,
la vida
que nos colma de alegría.
Por eso, Padre, porque tu amor es grande para con nosotros, te
damos gracias, por medio de Jesús, tu Hijo amado, y unimos nuestras
voces a las de los ángeles, para cantar y proclamar tu gloria:
iv. + Te
damos gracias, Padre de bondad,
y
te glorificamos, Señor, Dios del universo, porque no cesas de convocar a
los seres humanos de toda raza y cultura, por medio del Evangelio
de tu Hijo, y los reúnes en un solo cuerpo, que es la Iglesia.
Esta Iglesia, vivificada
por tu Espíritu, resplandece como signo de la unidad de toda la humanidad, da testimonio de tu amor en el mundo y abre a todos
las puertas de la esperanza. De esta forma se convierte en un signo de fidelidad a la alianza, que has sellado con nosotros para siempre.
Por ello, Señor, te enaltecen el cielo
y la tierra, y también nosotros, unidos a toda la Iglesia, proclamamos el himno de tu gloria:
v. + En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta:
nuestro corazón está lleno de agradecimiento. Tú nos amas tanto, que nos das a tu Hijo, Jesús,
para que él nos acompañe hasta ti. Tú nos amas tanto, que nos reúnes con Jesús como a los hijos de una misma familia. Por ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte con
los ángeles y los santos que te adoran en el cielo:
- SANTO: (Se canta o se
recita.)
R:/ Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
- PADRE NUESTRO.
- INTRODUCCIÓN: (Se usa
una de las siguientes fórmulas.)
i. Antes de participar en la Comunión, signo de reconciliación y vínculo de
unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos lo enseñó.
ii. Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza,
digamos con confianza:
iii. Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
iv. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos
con fe y esperanza:
- ORACIÓN:
R: Padre nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada
día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
- ORACIÓN POR LA PAZ.
- + Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles, la paz les dejo, mi paz les doy, no mires nuestros pecados
sino la fe de tu Iglesia y conforme a tu Palabra, concédenos la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
- Saludo de paz (Todos los participantes de dan un saludo).
- CORDERO DE DIOS: (Se
canta o se recita el Cordero de Dios, mientras se coloca sobre el altar el copón con hostias consagradas.)
- Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
- RITO DE COMUNIÓN: (El
ministro presenta el pan consagrado diciendo)
+“Este es
el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los invitados a la cena del Señor”.
R/. Señor, no
soy digno de que vengas a mí, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
(Con toda libertad
comulgan quienes estén bien dispuestos a recibir al Señor sacramentado.)
- ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN. (Del domingo o fiesta que se celebra.)
- CONCLUSIÓN.
+
Que el Señor todopoderoso nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la vida eterna, en el nombre del Padre + y del
Hijo + y del Espíritu Santo.
R/. Amen.
+ Podemos
ir en la paz del Señor.
R/.Demos gracias a Dios.
- CANTO FINAL.