El domingo 7 de julio, por la mañana, en la sede central de la parroquia San Miguel Arcángel, ubicada en East Rancho Domínguez, California, se celebraron las actividades centradas en torno al retiro de acólitos de la parroquia.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, a todos los participantes.

Durante la homilía, el arzobispo recordó la vocación que tiene cada creyente a ser profeta y apóstol y cuál es la actitud que se debe tener para responder.

Por lo mismo, invitó a la oración, clamando del Señor la disponibilidad para recibir su don y cumplir la misión.

El momento más importante de toda la actividad parroquial se tuvo con la celebración de la divina liturgia, en la cual se actualiza y se extiende el misterio de la gloriosa encarnación de la Palabra viva de Dios.

Presidió el arzobispo y concelebró el padre Jorge Cerda.

El mismo dominto7, después del mediodía, en la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, inició el retiro para acólitos de las comunidades de la parroquia.

El arzobispo invitó a los mismos acólitos a presentarse y compartir aspectos de su experiencia como acólitos.

Después de la intervención de los acólitos, fue el arzobispo quien tuvo a su cargo una breve y sencilla meditación, dirigida a todos los participantes.

Explicó el sentido de la iturgia, como prolongación y actualización del misterio de la Encarnación de la Palabra Viva de Dios.

El final de la meditación, después de un tiempo de oración en silencio y de permitir que algunos de los acólitos compartieran su experiencia, invitó a los padres de familia a participar.

La intervención de estos fue iluminadora y de mucha importancia.

Finalmente, el retiro concluyó haciendo una recapitulación de lo que se había tratado y de los compromisos que se asumían en la vida personal, familiar y parroquial.

Todos mostraron mucha alegría y compromiso por el retiro.

El domingo 7, por la noche, el arzobispo llegó, nuevamente hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside, California.

En esta ocasión, la visita inició con un tiempo de formación para los fieles, acerca de la relación entreiluminación del Espíritu y la Sagrada Escritura.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que participaban en la iglesia.

Se invitó a confesarse pecadores, a la conversión y se administró la absolución.

Seguidamente, el arzobispo invitó a los acólitos de la comunidad de Guadalupe que habían participado en el retiro parroquial a acercarse para recibir la bendición.

Se trató de un momento de mucha alegría y profundamente significativo.

Finalmente, la visita concluyó con la celebración de la divina liturgia para los numerosos fieles que forman la comunidad Santa María de Guadalupe.

Es admirable el crecimiento de la comunidad, así como la fidelidad en la participación que tienen los miembros de la comunidad.

El martes 9 de julio, por la noche, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, East Rancho Domínguez, se tuvieron diversas actividades para el Consejo Pastoral parroquial.

Se inición con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los miembros del consejo pastoral.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en oración para implorar la fidelidad en el cuplimiento de la misión que ha sido confiada.

También se oró por todos los miembros de la parroquia, especialmente por aquellos que han sido llamados por el Señor y aún no se han involucrado en la vida parroquial.

Seguidamente, se celebró la divina liturgia. La misma fue presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Jorge Cerda.

Los hermanos participaron en toda la celebración con una actiud de profunda piedad y todos se acercaron a comulgar con los divinos misterios eucarísticos.

Terminada la parte litúrgica, se celebró la reunión mensual del Consejo Pastoral parroquial.

Se expusieron algunos de los desafíos que se afrontan a nivel de los fieles y de las comunidades, habiéndose reafirmado el compromiso de trabajar incansablemente, para sacar adelante la misión que el Señor nos ha confiado.

El miércoles 10 de julio, al caer el día, acompañado de los hermanos Edgar y Jaqueline, el arzobispo llegó hasta la comunidad Poder del Espíritu Santo.

La visita pastoral comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaron.

Durante la homilía, a la luz del profeta Oseas, el arzobispo explicó cómo el tener el corazón dividido es la fuente de la ruina en la relación con el Señor.

Por lo mismo, animó a los hermanos para implorar poder ser discípulos auténticos, como los apóstoles

En la comunidad Poder del Espíritu Santo, se ha incorporado, desde hace algún tiempo, el hermano Samuel, quien, después de una largatrayectoria, se ha encontrado con el Señor.

Por lo mismo, en esta ocasión, después de haber sido catequizado, hizo la primera reconciliación y la comunión solemne.

La visita a la comunidad Poder del Espíritu Santo culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción y, gracias al Señor, son cada vez más numerosos los que se preparan para poder recibir los divinos misterios.

Ya bien entrada la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino, ubicada también en el área considerada como centro histórico de Los Angeles.

El hermano Danilo, líder de la comunidad que, dado que se han incorporado algunos hermanos nuevos, se les bendijera, al igual que el templo en el que se reunen.

Después de la bendición del templo y del pueblo, el arzobispo animó a los hermanos a reconocerse pecadores y a humillarse en la presencia del Señor, para alcanzar su perdón.

Seguidamente, se administró la absolución, para la efusión del Espíritu Santo.

Después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a entrar en oración, clmanado del Señor, la gracia de renunciar a toda ambiguedad, para ser auténticos discípulos.

Los hermanos oraron con profundidad y con espíritu generoso.

La visita pastoral a la comunidad Pacto Divino concluyó con la celebración de la divina litugia. La misma fue presidida por el arzobispo y todos los hermanos se unieron en profunda oración.

El arzobispo recordó la centralidad del sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor, como fuente de vida eterna, que capacita para poder ser discípulos verdaderos.