El domingo 5 de noviembre, por la mañana, hermanos de Tzanixnam, Totonicapán, residentes en California, llegaron hasta la sede de la Parroquia de San Miguel Arcángel.

Se ha comenzado con ellos un ministerio, para tratar de reunirles y, en esta ocasión, se comenzó con la administración del sacramento de la reconcililiación.

Dado que en los días pasados se celebró el día de todos los difuntos, después de la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a orar por todos los vivos y difuntos que quisieran recordar.

Los hermanos entraron en oración profunda, sobre todo, asumiendo el compromiso de mantener viva la fe que ha recibido de sus antepasados y de dar testimonio de la misma.

El momento culminante del encuentro con los hermanos de Tanixnam, indudablemente lo constituyó la celebración de la divina liturgia, en la cual participaron con mucha devoción.

La divina liturgia fue presidida por el arzobispo y el padre Jorge concelebró.

Hacia el final de la mañana, inició la celebración litúrgica para hermanos de la comunidad parroquial de San Miguel Arcángel en la sede parroquial de East Rancho Domínguez.

Se administró el sacramento de la reconcilición y se invitó a asumir una actitud de humildad y servicio hacia todas las personas.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que todo el pueblo de Dios, redimido por la sangre del Señor, ha sido constituido en un pueblo sacerdotal y profético.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para suplicar del Señor la gracia de saber responder con generodiad al don maravillos para el que el Señor nos ha elegido.

Finalmente, se concluyó con la celebración de la divina liturgia, que revistió un carácter especialmente solemne, gracias a la ayuda de miembros de la comunidad Santa María de Guadalupe.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, el padre Jorge concelebró y los hermanos participaron con actitud de profunda devoción y acercándose a recibir los divinos misterios.

El domingo 5 de noviembre, después del mediodía, el arzobispo presidió el retiro para miembros de los diferentes ministerios de música de las comunidades de la parroquia.

El arzobispo, después de la oración, compartió una meditación acerca del sentido que tiene el ejercer el ministerio de música y de canto dentro de la celebración eclesial.

Después de un tiempo de silencio, el arzobispo invitó a los miembros de los ministerios de música a entrar en oración, para pedir del Señor la gracia de ejercer el ministerio como un auténtico don que viene del Señor.

Los hermanos estuvieron largo tiempo en oración, implorando del Señor la gracia de responder con generosidad a la elección del Señor a ejercer el ministerio de música.

El retiro concluyó con el testimonio que numerosos hermanos de los diferentes ministerios compartieron, acerca de lo que el Señor les pedía a lo largo del retiro.

Durante la próxima visita del arzobispo, tanto en la sede parroquial como en la comunidad Santa María de Guadalupe, se hará le bendición de todos los miembros de los ministerios de música.

El domingo 5, por la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santa María de Guadalupe de riverside, para realizar la visita pastoral que estaba programada.

La misma dio inicio con la formación que compartió el arzobispo, acerca de cómo fue que se fue elaborando el canon de la Sagrada Escritura a lo largo de muchos siglos.

Las celebraciones litúrgicas dieron inicio con la administración del sacramento de la reconciliación a los miembros d ela comunidad Santa María de Guadalupe.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y administró el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que todo el pueblo de Dios ha sido constituido en pueblo de sacerdotes y profetas, por la unción del Espíritu Santo.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar, para que tan precioso don, sea acogido con generosidad por cada creyente y produzca los frutos que se esperan.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración solemne de la divina liturgia, con los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe de riverside.

Los hermanos participaron con mucha entrega y devoción y fue muy numeroso el grupo de quienes se acercaron a comulgar con los divinos misterios.

El jueves 9, por la noche, después de una jornada de viaje, el arzobispo llegó hasta el aeropuerto de Cartagena de Indias en Colombia, para realizar la visita pastoral de la vicaría de Colombia.

Los padres dieron la bienvenida al arzobispo en la casa del padre Ariel, de donde salieron para el lugar en el que, poco más tarde, comenzarían los trabajos previstos para la jornada.

Después de llegar a un colegio de Turbaco, a donde el arzobispo había convocado a todo el presbiterio y los diáconos de la vicaría de Colombia, para celebrar una Asamblea, comenzaron los trabajos.

Se inició, después de la oración, con el estudio de la situación que vive la vicaría de Colombia y de los estatutos aprobados para la Iglesia en Colombia.

Seguidamente, se procedió a la elección de los cargos de quienes formarán, ante las autoridades de Colombia, la junta directiva de la Iglesia, con respecto a la organización civil.

Se eligió como representante legal al padre Ariel, como vicepresidente al padre Ricardo, como secretario al padre Franklin Daza, como tesorero al padre Jeiner, como vocal al padre Edisson Padilla y como vocales suplentes a los padres Franclin Silva y Martín Ruíz. Participaron también los diáconos Andrés Felipe y John Fredy.

Seguidamente, cada uno de los participantes hizo la presentación de la situación pastoral concreta en la que se encuentra cada una de las misiones que sirve.

El arzobispo hizo las recomendaciones debidas, insistiendo en la urgencia de consolidar los espacios físicos de cada una de las misiones, la identidad como iglesia y la proyección misionera.

La actividad concluyó con la firma que se hizo de las actas de la Asamblea, con lo cual se regularizará la situación de la Iglesia ante el Gobierno de Colombia.

Todos los momentos transcurrieron en armonía, sinceridad y comunión fraterna.

El mismo día viernes 10, por la noche, se celebró un encuentro con la comunidad que atiende el padre Dariel en la misma población de Tirbaco, Bolívar, Cartagena.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que participaron en las celebraciones.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos participantes a ponerse en oración, para implorar del Señor la gracia de responder y de ser fieles a la llamada que se ha recibido.

Los hermanos oraron con mucha intensidad y devoción.

Finalmente se celebró la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por todos los padres de la vicaría de Colombia que estaban presentes. El único padre que, por razones de saludo no pudo estar presente en la asamblea, fue el padre Martín Ruíz.

Todos los hermanos participaron con mucho provecho y sincera devoción y al final tomaron el tiempo necesario para compartir fraternalmente con el presbiterio.

Terminadas las celebraciones litúrgicas, los padres, al igual que los fieles, quisieron tener encuentros breves con el arzobispo.

El arzobispo animó a todos a seguir adelante, cada día con más firmeza y entrega, para ser capaces de cumplir plenamente la misión que el Señor nos ha confiado.

El sábado 11, por la mañana, el arzobispo emprendió viaje hacia Barranquilla, acompañado por el padre Ariel, Vicario de Colombia y por los padres Jeiner y Edisson, que ejercen el ministerio en el área.

El mismo día, comenzó la actividad pastoral, visitando la misión de Santa Marta, la cual del año pasado para el presente, ha logrado organizar un pequeño lugar en el que tiene su sede la misión.

Después de la bienvenida hecha al arzobispo, se entabló un diálogo con el arzobispo, acerca de cuestiones específicas que los hermanos querían que les fueran explicadas.

El diálogo se prolongó por más de una hora, sin embargo, todos se mostraron interesados en los temas abordados, habiendo aclarado algunas dudas que se tenían.

La parte litúrgica comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en las celebraciones.

Los hermanos se confesaron pecados, manifestaron su disponibilidad a la conversión y, el arzobispo, procvedió a impartirles la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo explicó la llamada que se tiene a ser luz del mundo, a través del dejar que el Señor resucitado se manifieste en las obras y en la vida de cada quien.

Por los mismo, al terminar, invitó a los hermanos a ponerse en oración, para implorar la gracia de experimentar una genuina conversión.

La actividad litúrgica en la misión Santa Marta concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual presidida por el arzobispo, fue concelebrada por los padres Ariel, Edisson y Jeiner.

Todos los hermanos participaron con mucha devoción y, en su mayoría, se acercaron para participar en la comunión sacramental.

Al final de la actividad y, antes de tener un ágape fraterno, varios hermanos se acercaron para encontrarse con el arzobispo y poder saludarlo personalmente.

El arzobispo saludó a los hermanos y se despidió animándoles a comprometerse en la construcción de un templo, con las carcterísticas necesaria para poder se erigida, en el futuro, en una paroquia.