El miércoles primero de noviembre, el arzobispo llegó hasta la ciudad de Los Angeles, California, para iniciar la visita pastoral de las comunidades.

El mismo día, por la noche, llegó hasta la comunidad Poder del Espíritu Santo, en donde comenzó la visita, con la administración del sacramento de la reconciliación.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó a los hermanos el sentido de la fiesta de Todos los Santos, invitó a los hermanos a entrar en oración.

Los hermanos, con devoción y humildad, se pusieron en oración, clamando del Señor, la gracia de poder ser realmente santos, como fruto del don del Espíritu Santo.

La visita concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

En esta ocasión, varios hermanos de la comunidad de la sede parroquial, acompañaron al arzobispo, para mostrar la unidad y solidaridad en toda la parroquia.

El mismo día 1 de noviembre, ya bien entrada la noche, el arzobispo visitó la comunidad Pacto Divino.

Después de llegar, invitó a los hermanos a reconocerse pecadores, para poder recibir el perdón de los pecados y la participación en la vida divna, por el don del Espíritu Santo.

Después de la homilía, los hermanos entraron en un tiempo de oración profunda, clamando del Señor, la gracia de poder ser genuinamente santos, como el Padre Celestial.

Los hermanos oraron intensamente también por todos los difuntos, especialmente, por los familiares y amigos.

La visita a la comunidad Pacto divino culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos, conscientes de la importancia de la comunión sacramental, para poder participar de los frutos de la celebración, se acercaron, en la medida de sus posibilidades, a comulgar con los divinos misterios.

El jueves 2 de noviembre, el arzobispo llegó hasta la comunidad El Pescador, para hacer la visita pastoral mensual que hace a las diferentes comunidades de la parroquia San Miguel Arcángel.

Después de explicar el sentido que tiene la reconciliación, al principio de la celebración, se procedió a confesarse pecadores y recibir la absolución de los pecados.

A la luz de la enseñanza que daban las diferentes lecturas bíblicas, con ocasión de la fiesta de todos los difuntos, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en oración profunda.

Se oró implorando del Señor la gracia de morir a sí mismos, para poder, por el Espíritu vivir con y en el Señor resucitado.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad El Pescador, en su sede en el sur centro de Los Ángeles.

Los hermanos participaron con mucha devoción, implorando del Señor que, por la participación sacramental en los divinos misterios, se tenga ya la experiencia de estar muertos y así mismos y resucitados para Cristo.

El viernes 3 de noviembre, por la noche, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación para servidores de la parroquia San Miguel Arcángel en East Rancho Domínguez, Los Ángeles.

Después de confesarse pecadores y expresar el sentido de conversión, fue administrada la absolución, para la efusión del Espíritu Santo y el perdón de los pecados.

Durante la homilía, el arzobispo explicó en qué sentido es indispensable tener un corazón sencillo y humilode, para poder recibir el don del Espíritu Santo.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para implorar del Señor la gracia de tener espíritu de pobre.

Después de hacer la profesión de la fe, el arzobispo invitó a que se acercaran quienes anhelaran recibir el sacramento de la unción de los enfermos.

Se oró sobre los hermanos que acudieron, para que recibiendo la efusión del Espíritu, se recibiera la sanación integral.

La celebración litúrgica culminó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Todos participaron en espíritu de profunda devoción y la mayoría pudo acercarse a recibir los divinos misterios.

Como sucede habitualmente, después de las celebraciones litúrgicas, el arzobispo impartió un breve tiempo de formación para los servidores y líderes de la comunidad.

Se dialogó acerca de la expectativa mesiánica que se vivía en tiempo del Señor y de cómo, especialmente en el norte de Israel esperaban la llegada de un nuevo Moisés.

Al final de todas las actividades pastorales, se tuvo el tiempo necesario para hacer la reunión mensual del consejo pastoral parroquial.

En general, se pudo constatar que se está trabajando con una actitud de profunda humildad y en espíritu de unidad, para beneficio de la parroquia.

El sábado 4 de noviembre, hacia el mediodía, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside, para celebrar la liturgia.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de que los hermanos habían confesado sus pecados y mostrado su deseo de conversión.

Cinco hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe: Alexis, Candelaria, Balbino, Antonio y Alex, fueron preparados para hacer la primera reconciliación y recibir la comunión solemne.

El arzobispo explicó a los jóvenes el sentido de la ceremonia y ellos se comprometieron a vivir como auténticos cristianos, dejando que el Señor sea el pastor de sus vidas.

La visita a la comunidad Santa María de Guadalupe culminó con la celebración de la divina liturgia.

Los hermanos participaron con mucha devoción y quienes hicieron la comunión solemne, se acercaron con espíritu de oración y mucha devoción personal.

El sábado 4 de noviembre, por la tarde, en el contexto de la presentación de los alumnos de la Escuela Santiago Baradeo, participaron varios de los alumnos.

Presentaron aspectos relacionados con las características y la teología de los escritos joánicos.

Seguidamente, el arzobispo impartió la formación correspondientes, sobre algunos versículos del Prólogo del Evangelio de San Juan.

Se habló acerca del sentido que tiene el término Palabra de Dios y sus consecuencias en el mundo, así como del concepto de mundo, en su aspectos positivo y negativo.

Al final, los alumnos tuvieron el tiempo correspondiente para hacer una serie de planteamientos y de cuestiones al arzobispo, sobre el tema estudiado.

Se dialogó sobre cuestiones relacionadas con la Sagrada Escritura y el sentido que tiene el Evangelio.

El mismo sábado 4 de noviembre, al caer el día, el arzobispo, en el cntexto de la Asamblea de la parroquia San Miguel Arcángel, tuvo un tiempo de formación.

Presentó cómo fue que, finalmente, se llegó al canon bíblico con el que se cuenta actualmente.

Durante la formación, el arzobispo enfatizó la prioridad que tiene la relación con el Señor resucitado y la participación en su Espíritu, para llegar a comprender el sentido de la biblia.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en un tiempo de oración profunda, que hiciera capaces de reconocer la presencia del Espíritu del Señor y de dejarse guiar por Él.

En el contexto de la Asamblea Parroquial, se administró el sacramento de la reconciliación a todos los que, con fe, se confesaron arrepentidos y pidieron perdón.

El arzobispo administró la absolución, para la efusión del Espíritu Santo.

Finalmente, se celebró la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Jorge.

Todos los hermanos participaron con una profunda devoción y, la gran mayoría, comulgó sacramentalmente con los divinos misterios.