El viernes 13 de octubre, al caer el día, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación para catequistas, jóvenes y servidores de la parroquia.

Después de exhortar a reconocer pecadores y a la conversión, el arzobispo impartió la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo explicó que es la fe y la actitud confiada lo que hace la diferencia ante los desafíos y problemas de la vida cotidiana.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a ponerse en oración, implorando la actitud de confianza para recibir el Reino. Igualmente se oró por la paz en Guatemala y en todo el mundo.

Después de explicar que la sanación interior, por la efusión del Espíritu Santo es la base para una sanación integral, el arzobispo administró el sacramento de la unción de los enfermos.

Se oró, muchos de los hermanos fueron ungidos y se tuvo una clara experiencia de sanación, a nivel comunitario.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue concelebrada por el padre Jorge Cerda, vicario de la parroquia local.

Los hermanos participaron con profunda devoción y, en su gran mayoría comulgaron con los divinos misterios.

El arzobispo impartió una breve formación para catequistas y para todos los participantes en la celebración del viernes.

Se explicó cuál es el sentido que se tiene cuando se hable de "hermanos del Señor". Se hizo énfasis en el aspecto de la virginidad perpetua de la Virgen y de que los textos bíblicos enseñas que se trataba de primos del Señor.

La reunió del consejo pastoral que inicialmente se tenía para el martes 10 de octubre, tuvo que ser pospuesta por el retraso en la llegada del vuelo del arzobispo.

El día 13, se tuvo la reunión, constando el espíritu de unidad, comunión y participación con que se está trabajando, así como el crecimiento que se está dando en la parroquia.

El sábado 14 de octubre, por la mañana, llegó hasta la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Domínguez, un grupo de hermanos de la parroquia San Miguel Arcángel de Tzanixnam, que reside en el área de California.

El arzobispo, al saber de su presencia les invitó a visitar y, como resultado se estableció que, con la ayuda de Dios, a partir del 5 de noviembre, cuando el arzobispo venga, se celebrará una misa para los hermanos de Tzanixnam que puedan participar en la liturgia, los domingos a las 8.30 de la mañana.

El mismo sábado 14 de diciembre, después de medio día, los alumnos de la Escuela de teología y formación ministerial Santiago Baradeo, hicieron la presentación de la formación precedente.

Con mucha diligencia prepararon los temas, los cuales fueron expuestos en forma satisfactoria.

Después de la presentación, el arzobispo comenzó el nuevo curso de formación sobre los Escritos de San Juan.

En esta ocasión, se hizo la introducción a los escritos, se explicó cuál es el contexto en que nacieron, a quienes se dirigieron y cuáles son sus características fundamentales.

Finalmente, los participantes en la formación tuvieron el tiempo necesario para plantear cuestiones sobre diversos temas relacionados con la formación.

También se animó a los alumnos a invitar a otros alumnos para que sigan la formación.

El sábado 14 de octubre, al caer el día, y en el marco de la Asamblea semanal, el arzobispo impartió formación para hermanos de la parroquia de San Miguel Arcángel.

En la formación se explicó el proceso que se tuvo para la escritura de los libros del Nuevo Testamento y la importancia de la iluminación del Espíritu Santo, para comprender su mensaje.

Después de la formación, el arzobispo invitó a los hermanos a entrar en oración, pidiendo al Señor la gracia de ser capaces de comprender su mensaje por la acción del Espíritu Santo.

Los hermanos oraron por esa intención, así como por la paz en Guatemala y en el mundo y por las necesidades de cada uno de los participantes en la celebración.

Seguidamente, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación a los participantes en la asamblea de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Después de invitar al humilde arrepentimiento, se administró la absolución a los presentes.

Una de las preocupaciones del arzobispo ha sido el fomentar que cada uno de los fieles, de acuerdo a los dones que ha recibido, se comprometa en un ministerio específico.

Por lo mismo, invitó a los niños Diego y Simón a prepararse para ser acólitos. El padre Jorge dará la formación y, con la ayuda de Dios el próximo mes serán bendecidos formalmente.

Las actividades concluyeron con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida pr el arzobispo y concelebró el Padre Jorge, vicario de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Los hermanos participaron con gran devoción, conscientes de que la divina liturgia es la celebración por la que el cielo baja sobre la tierra, para hacer a los hombres partícipues de la vida eterna.

El domingo 15 de octubre, hacia el final de la mañana, en la sede de la parroquia de San Miguel Arcángel, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación.

Se invitó al arrepentimiento y a la conversión y se oró para que se comunicara la efusión del Espíritu Santo sobre todos los fieles.

Durante la homilía el arzobispo explicó que el Señor, por su muerte y resurrección, ha llamado a todos los serese humanos a ser sus hijos. Sin embargo, la elección depende de que se esté dispuestos a asumir las actitudes requeridas.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar, para que, asumiendo actidues de conversión se pueda aceptar la invitación del Señor a participar de su vida y ser transformados por la unción de su Espíritu Santo.

El arzobispo también explicó que, a través de la celebración de la divina liturgia, es como la Jerusalén del cielo baja, para iluminar a todos los elegidos del Señor.

Por lo mismo, los hermanos participaron con mucha devoción y provecho en la celebración, presidida por el arzobispo y concelebrada por el Padre Jorge.

El domingo 15 de octubre, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, ubicada en Riverside, California.

Después de saludar a los hermanos, el arzobispo impartió un tiempo de formación, haciendo énfasis en que, la comprensión, especialmente de los escritos del Nuevo Testamento, requiere antes, la unción con el Espíritu Santo.

Seguidamente, el arzobispo invitó a los hermanos presentes a reconocerse pecadores y a la conversión, para poder recibir el perdón de los pecados y la unción del Espíritu Santo.

Los hermanos se reconocieron pecadores y el arzobispo procedió a impartir la absolución a los presentes.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cómo el Señor llama a todos a la participación en la vida divina, sin embargo, el ser elegidos, depende de la actitud que cada quien asuma.

Por lo mismo, los hermanos entraron en oración, implorando del Señor, la gracia de entregarse en las manos del Señor, para ser contado en el número de los elegidos.

En la comunidad Santa María de Guadalupe hay varios equipos de hermanas, encargada de hacer la limpieza en la iglesia y en las áreas adyacentes a la misma.

Reconociendo que se trabajo es un ministerio, potenciado por la acción del Espíritu Santo, el arzobispo oró por algunas de las hermanas presentes, implorando la unción del Espíritu Santo.

La visita a la comunidad Santa María de Guadalupe culminó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

Como el arzobispo enfatizó, la divina liturgia implica la actualización sacramental de la salvación lograda por el Señor, al morir y resucitar de entre los muertos. Por lo mismo, instó a quienes estaban preparados a recibir los divinos misterios.

Hace una semana, el Corepíscopo Abdulahad Shara falleció. Él fue la primera persona de la Iglesia Siro Ortodoxa que encontró el arzobispo y, luego, fue quien, enviado por Mor Clemis, llegó a Guatemala a enseñarnos el Padrenuestro en arameo y la liturgia. Además, jugó un papel de mucha importancia en el proceso de incorporación a la Santa Iglesia Siro Ortodoxa de Antioquía.

El arzobispo y nuestra Arquidiócesis mantiene un gran cariño y gratitud hacia el Padre. Dado que la vigilia del funeral se celebró en la Catedral de San Efrén, Burbank el 16 de octubre, mientras el arzobispo aún se encontraba en California, él llegó, acompañado por los padres Jorge y Felipe y por los hermanos Edgar, Jaqueline y Ashley.

Se tuvo la oportunidad, además de orar, de dar el pésame a su familia y de dialogar con Mor Clemis Kaplan.