El jueves 7 de septiembre, por la mañana, el padre Wilber condujo al arzobispo al predio en el que será construido el futuro templo de San Miguel Arcángel en Jojo, Oaxaca.

Después de llegar, ante la presencia del consejo pastoral y de construcción de la comunidad local, el arzobispo hizo la bendición del predio y exhortó a trabajar en unidad y armonía.

Durante la visita de noviembre del año pasado, el arzobispo hizo la bendición del predio en el que tendría lugar la comunidad de San Judas Tadel en Santa Ana de Zegache.

El jueves, aunque fuera solo con la participación de dos miembros del consejo pastoral local, el arzobispo llegó hasta la comunidad para bendecir la capilla provisional que estan terminando en el presente.

El mismo jueves 7 de septiembre, por la tarde, el arzobispo llegó hasta el lugar en donde tiene su sede el Centro Pastoral de San Juan Bautista, Zaachila.

La visita comenzó con una breve presentación de la identidad de los iglesia a los fieles del centro pastoral que estaban presentes en el momento de la llegada del arzobispo

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración de la reconciliación a miembros del centro pastoral San Juan Bautista de Zaachila.

Después de exhortar a reconocerse pecadores, el arzobispo procedió a administrar la absolución a los participantes.

Con ocasión de la visita del arzobispo, se prepartó que a la niña Venus, le fueran administrados los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo explicó el sentido de los sacramentos de la iniciación crisstiana y procedió a administrarlos.

También, con ocasión de la visita del arzobispo, se administró la crismación a Yamir y a Michelle que, además, es la mamá de la niña Venus, quien fue bautizada.

El arzobispo exhortó a los crismandos a esforzarse por dar testimonio del Evangelio a todos y en todas partes.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia con los hermanos de la comunidad de San Juan Baustista de Zaachila.

Concelebraron los padres de la Vicaría de Oaxaca: Wilber y José Juan. Todo el pueblo participó con mucha devoción y en actitud de sincera oración.

Antes de despedirse, el arzobispo invitó a algunos hermanos a acercarse y dar testimonio de la experiencia con la que el Señor los había bendecido en la celebración.

Cada uno de los hermanos agradeció la experiencia que había tenido y se comprometió a trabajar incansablemente para que la comunidad parroquial pueda ser más viva.

El viernes 8 de septiembre, por la mañana, en el Centro Misionero Santa María de Guadalupe de Santa María Coyotepec, Oaxaca, el arzobispo se reunió con los miembros del consejo pastoral de la vicaría de Oaxaca.

Se trató de un tiempo de intercambio y de formación, especialmente sobre la identidad de la iglesia y sobre la reestructuración de la Arquidiócesis de Centroamérica

Después de la formación, los miembros del consejo plantearon una serie de cuestiones sobre diferentes temas pastorales y organizativos al arzobispo.

El arzobispo fue respondiendo a cada una de las cuestiones con claridad, de manera que los participantes se mostraron satisfechos con las respuestas.

Hacia el mediodía del 8 de septiembre, el arzobispo administró el sacramento de la reconciiación a fieles del Centro Pastoral Santa María de Guadalupe.

Los hermanos se confesaron pecadores y el arzobispo invocó el Espíritu Santo, para el perdón de los pecados.

Dentro del marco de la celebración litúrgica, fueron presentados cinco hermanos de diferentes edades, para que les fueran administrados los sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo explicó cuáles son los compromisos que se asumen y procedió a la administración de los sacramentos.

También, dentro del marco de las celebraciones, cinco hermanos de la comunidad, recibieron la crismación, después de haber sido cuidadosamente preparados.

El arzobispo recordó cuáles son los compromisos que se asumen y les exhortó a cumplirlos, antes de administrar el sacramento.

También el niño Edy, miembro de la comunidad, fue preparado para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

Después de recordar el sentido de la ceremonia, el arzobispo oró sobre él, para pedir su perseverancia en la fe.

Al final de las celebraciones, el arzobispo presidió la celebración de la divina litugia, con los hermanos del Centro Pastoral Santa María de Guadalupe.

Concelebraron con el arzobispo los dos padres que forman parte de la Vicaría: Wilber y José Juan.

Antes de concluir la visita pastoral a Oaxaca, el arzobispo invitó a los hermanos que lo consideraran oportuno, que compartieran un testimonio de su experiencia de ser Iglesia.

Varios hermanos, de diferentes edades participaron, subrayando la experiencia especial y el cambio en sus vidas que se ha producido al incorporarse a la Santa Iglesia.

El sábado 10 de septiembre, el arzobispo llegó hasta el templo de El Ajusco, en una de las cimas de la Ciudad de México, para celebrar la liturgia y los sacramentos.

La celebración dio inicio con la administración del sacramento de la reconciliación, después de explicar a los hermanos aspectos sobre la identidad de la santa iglesia.

Con ocasión de las celebraciones, fueron presentados tres hermanos a quienes se les administraron los tres sacramentos de la iniciación cristiana.

El arzobispo explicó el sentido de la administración simultánea de los sacramentos de la iniciación cristiana y procedió a su administración.

Un número grande de hermanos que no habían recibido la crismación, fueron preparados catequéticamente para que, con ocasión de la visita del arzobispo fueran crismados.

El arzobispo explicó las implicaciones que tiene la administración del sacramento de la crismación y lo administró.

Finalmente, la visita al templo de El Ajusco, concluyó con la celebración de la divina liturgia. Concelebró con el arzobispo el padre Dionisio Montiel, presbítero y representante legal de la vicaría del centro de México.

Los hermanos participaron con devoción y un gran número de los participantes, se acercaron a recibir la comunión con los divinos misterios.

El mismo día sábado 10, por la tarde, en la sede de la parroquia de la Natividad de la Virgen María, de las Bombas, Ciudad de México, el arzobispo realizó la visita pastoral.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los numerosos hermanos que estaban participando en las celebraciones.

Los catequistas de la sede parroquial, prepararon a diez y siete hermanos para que se les administrara el sacramento de la crismación y la primera comunión.

El arzobispo explicó cuál es el sentido de la administración de estos sacramentos y procedió a su administración.

La visita a la parroquia de la Natividad de la Virgen María concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el Padre Dionisio Montiel, párroco local.

El arzobispo recordó el sentido de la celebración de la divina liturgia, como actualización del misterio de la encarnación de la Palabra viva de Dios, de su muerte y resurrección.

El sábado 10 de semptiembre, por la noche, se celebró la reunión del presbiterio de la vicaría del centro de México y el lugar en que tiene su residencia el Padre Henry, Secretario de la Asociación Religiosa. Participaron también el padre Dionisio Montiel, representante legal y el padre Carlos Mendoza, vocal.

El arzobispo enfatizó en aspectos relacionados con la comunicación, la vida fraterna, el sentido de la verdadera ortodoxia, como actitud fundamental de vida en el amor como los apóstoles y sobre la liturgia específica que identifica a la Arquidiócesis de Centroamérica.

También se recordó la actividad y entrega del padre Mario López, quien el Señor llamó a su presencia.