El viernes 11 de agosto, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la parroquia Inspiración del Espíritu Santo de Cuilco, Huehuetenango, para presidir el decanato del sur de Huehuetenango.

Se contó con la participación del padre Raúl López, del diácono Wilfredo y de numerosos delegados de las diferentes comunidades que integral del decanato.

Después de la formación impartida por el arzobispo, los líderes de los diferentes sectores pastorales del decanato, así como el presbítero presentaron el informe pastoral.

En general, se notó una estabilidad. Al final, el arzobispo exhortó a trabajar con un plan pastoral misionero activo.

Al final de la mañana, el arzobispo presidió la administración del sacramento de la reconciliación a los participantes en el decanato del sur de Huehuetenango.

Después de recordar que es indispensable confesarse pecadores, el arzobispo impartió la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo recordó cuáles son las condiciones para poder ser discípulos del Señor y participar de la presencia viva de su Reino.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a la oración pidiendo del Señor la gracia de saber renunciar y morir a sí mismos.

En el marco de las celebraciones litúrgicas, fue presentada el hermana María, para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

La hermana tiene una numerosa familia, todos muy activos en la vida de la Iglesia, por lo que se contó con su participación en la oración, mientras el arzobispo administraba la confirmación.

En esta ocasión, los que ejercen el ministerio de la predicación en las diferentes comunidades, estuvieron presentes para recibir la bendición, después de invocar el Espíritu Santo.

El arzobispo recordó cuáles son las actitudes que se deben asumir interiormente para poder ejercer el ministerio con la disponibilidad y eficacia que se esperan.

También fueron presentados dos hermanos para ser instituidos como ministros para la distribución de la comunión.

El arzobispo recordó cuáles son las características y actitudes que les deben distinguir y, después de ello, procedió a orar sobre ellos para que fueran instituidos en el ministerio.

La actividad del decanto del sur de Huehuetenango culminó con la celebración de la divina liturgia.

Presidió la celebración el arzobispo y concelebró el padre José Raúl López. Los hermanos participaron muy activamente y con mucha devoción.

El mismo viernes 11 de agosto, a media tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad del Centro de El Arenal, San Gaspar Ixchil, de Huehuetenango.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación a los participantes en el encuentro.

Durante la homilía el arzobispo explicó a los hermanos que la tierra que el Señor promete al nuevo Israel consiste en la llegada de su Reino a quienes le acogen.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, clamando del Señor el don de la humildad, para recibir el don del Espíritu Santo y la llegada del Reino.

La actividad en la comunidad de El Arenal culminó con la celebración de la divina liturgia.

Una característica especial de la comunidad es la participación de numerosos niños, los cuales lo hacen con mucha atención y sincera devoción.

El sábado 12 de agosto, por la mañana, en el centro de formación de Jumaj de Huehuetenango, el arzobispo se reunión con representantes de la comunidad central de Concepción Huista.

En la misma se acordó que los hermanos, aún perteneciendo a la parroquia Cristo Rey de Jacaltenango, serán atendidos pastoralmente por el padre Pedro Martínez.

Seguidamente, el arzobispo presidió el decanato del sur oriente de Huehuetenango, en el Centro de Formación de Jumaj, Huehuetenango.

Se contó con la participación de todos los presbíteros que atienden pastoralmente el área, así como de delegados de las parroquias y centros pastorales del área.

Después de la formación y de responder a numerosas preguntas de los hermanos, los presbíteros del área presentaron el informe de la situación pastoral.

En general se hizo énfasis en que, aún cuando haya numerosos desafíos, se está creciendo tanto en número como en identidad en todos los ligares.

Las celebraciones litúrgicas dieron inicio con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los participantes.

El arzobispo invitó a los hermanos a confesarse pecadores, por tratarse de la llave que abre a la efusión del Espíritu Santo y, seguidamente, se administró la absolución.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos que, para poder recibir el Reino de Dios, es indispensable renunciar a sí mismo, no haciendo de nada un sustituto del mismo Dios.

A la luz de la reflexión, invitó a los hermanos a entrar en profunda oración de súplica y de entrega en las manos del Señor.

Con ocasión de las celebraciones litúrgicas, se hizo la bendición de los predicadores de las diferentes comunidades del decanato del sur oriente de Huehuetenango.

El arzobispo les recordó que el único maestro es el Espíritu Santo, por lo que es indispensable renunciar a sí mismos, para poder cumplir el ministerio de predicación.

En la reunión precedente, los lectores del centro pastoral de San Sebastián Huehuetenango no pudieron participar para recibir la bendición de renovación.

Por lo mismo, en esta ocasión, el arzobispo les bendijo, después de recordarles cuáles son las características y estilo de vida para poder cumplir el ministerio.

Hace poco tiempo, el ministro de la comunión de la comunidad de Sacpic, de Santa Bárbara Huehuetenango falleció.

Por lo mismo, fue elegido un nuevo ministro y fue presentado al arzobispo para que, después de instruirlo, procediera a instituirlo para el ejercicio del ministerio.

También algunos acólitos de algunas comunidades del Decanato del sur oriente de Huehuetenango, no habían recibido la bendición para ejercer el ministerio.

Por lo mismo, fueron presentados al arzobispo para que les bendijera.

La actividad del decanato del sur oriente de Huehuetenango concluyó con la celebración de la divina liturgia.

La misma fue presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres Santos, Pedro Martínez, Yaider Jiménez, José Raúl López y Roberto Carlos. El diácono Enemesio ejercio su ministerio.

Los presbíteros y diáconos que hacen parte del decanato presbiteral del sur de Huehuetenango son Pedro Martínez, Yaider Jiménez, José Raúl López y Roberto Carlos Mungia. También los diáconos Wilfredo y Enemesio.

En la reunión se planificaron algunas de las actividades que se realizarán y se eligieron como decano al padre Roberto Carlos, vice-decano al padere José Raúl y secretario al diácono Wilfredo.

El domingo 13 de agosto, por la mañana, el arzobispo visitó la comunidad de El Granadillo de la parroquia San Ignacio de Antioquía de Colotenango.

Estuvo presente el párroco padre José Raúl López y representantes de las seis comunidades que actualmente forman la parroquia.

Después de la formación impartida por el arzobispo, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear preguntas y hacer comentarios a propósito de la formación.

Se enfatizó en la importancia de ser misericordiosos en la forma de evangelizar y de coordinar las comunidades, a ejemplo del Señor.

Los representantes de las diferentes comunidades de la parroquia de San Ignacio de Antioquía hicieron la presentación de la situación de las comunidades.

En general se expresó que se vive con compromiso y alegría en cada una de las comunidades.

Después de la formación y los diálogos comenzó la parte de las celebraciones litúrgicas.

Se administró el sacramento de la reconciliación a todos los participantes, después de animarles a confesarse pecadores y entregarse humildemente al Señor.

Durante la homilía, el arzobispo recordó que, para encontrarse con el Señor, es necesario reconocer la pequeñez y someterse totalmente a su voluntad.

Por lo mismo, envitó a los hermanos a entrar en oración de súplica para pedir esa gracia tanto por los presentes como por todos los miembros de la parroquia.

En cada una de las comunidades se cuenta con un predicador, el cual, en los días recientes, participó en un retiro de profundización y renovación espiritual.

Con ocasión de la visita del arzobispo, cada uno de los presbíteros renovó su compromiso de entrega y el arzobispo los bendijo.

La actividad pastoral concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre José Raúl López.

Los hermanos participaron con mucha devoción y, en su casi totalidad pudieron recibir los divinos misterios.