El domingo 19 de junio, al caer el día, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe ubicada en Riverside, California.

La visita pastoral comenzó con la formación para los hermanos. Dado que en Estados Unidos se celebra el tercer domingo de junio el día del padre, el arzobispo explicó cuál es la responsabilidad del padre, desde la perspectiva apostólica.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la liturgia de la reconciliación, en la que fue administrado el sacramento a quienes estaban necesitados.

Después de la invitación al reconocimiento de la propia pequeñez, el arzobispo invitó a los hermanos a confesarse pecadores y a abandonarse en las manos del Señor.

Después de la homilía, la cual giró en torno a la festividad del Misterio del Cuerpo y de la Sangre del Señor, el arzobispo invitó a todos los padres de familia presentes a acercarse para bendecirlos.

Después de orar por ellos, el arzobispo los bendijo e imploró que el Señor les librara de todos los males, para cumplir con fidelidad su misión como padres de familia.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los hermanos que estaban participando en la celebración.

En el contexto de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, exhortó a los hermanos a tomar conciencia de este inestimable don y a tratar de abrirse a él, para que produjera en cada quien, los milagros de transformación de la vida.

El lunes 20 de junio, por la noche, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, se reunieron los miembros del Consejo Pastoral, para participar en la liturgia de la reconciliación.

El arzobispo presidió la celebración y exhortó a los hermanos a reconocer el gran privilegio que implica ser elegido por el Señor para su servicio y, al mismo tiempo, la urgencia de reconocerse pobre y pecador.

Después de la homilía, el arzobispo exhortó a los hermanos a ponerse en oración de súplica por la propia conversión y por toda la parroquia de San Miguel Arcángel.

Los hermanos se pusieron en un tiempo de profunda oración, conscientes de la propia pequeñez y de la limitación radical para cumplir la misión que el Señor ha confiado, si no es con su gracia.

El arzobispo, seguidamente, presidió la celebración de la divina liturgia, la cual fue ofrecida, especialmente por las intenciones de toda la parroquia de San Miguel Arcángel.

Se oró por todos los bienhechores, especialmente por quienes han dedicado tiempo y recursos en esta fase de remodelación del templo parroquial.

Finalmente, se celebró la reunión mensual del consejo pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, presidida por el arzobispo.

Los hermanos presentaron un informe de las actividades que se han tenido y se planificó acerca de la continuación de los trabajos de remodelación y de todo lo referente a la bendición privada que se tendrá, si Dios le permite, el 16 de julio.

El viernes 24 de junio, Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista, el arzobispo llegó hasta San Juan Comalapa, para presidir las celebraciones en la Santa Iglesia Catedral.

La celebración comenzó con la Liturgia de la Palabra. A la luz de las enseñanzas de las lecturas bíblicas, el arzobispo invitó a los hermanos a emprender el camino de la conversión predicado por el Bautista, para participar de la misma misión que él tuvo.

Con ocasión de la festividad patronal de San Juan Bautista, Comalapa, además de los padres que ejercen el ministerio en la catedral, padres Rigoberto, Francisco y Maxi, participaron los padre Fredi Muz y Byron Coyote.

El arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia y los padres concelebraron. Durante la celebración, el arzobispo invitó a todo el pueblo a participar con actitud de conversión y humildad, para recoger los frutos propios de los divinos misterios.

Después de la celebración de la liturgia divina, los representantes de una estación de radio y de un canal de televisión locales, pidieron al arzobispo que les concediera una entrevista.

El arzobispo explicó en qué consiste el celebrar una fiesta patronal y exhortó a los que escucharán los mensajes a que, dejándose tranformar por la acción del Espíritu Santo, como lo hizo Juan, se viva en un ambiente de perdón, reconciliación, paz y unidad.

Seguidamente, los miembros de las diferentes organizaciones pastorales de la Catedral, pidieron al arzobispo que impartiera la bendición al cortejo procesional.

El arzobispo explicó a los hermanos que ese tipo de actividades tienen sentido si son expresión de una actitud de auténtica conversión y de sumisión total en las manos del Señor, como lo hizo San Juan Bautista.

Luego, el arzobispo salió al atrio de los templos que tiene la iglesia en San Juan Comalapa, para tener la oportunidad de saludar y bendecir a los fieles de la catedral.

Los hermanos recibieron la bendición con mucho gusta y saludaron al arzobispo muy afectuosamente.

Como ya se ha hecho tradición, con ocasión de la procesión que organiza la catedral para solemnizar la fiesta del santo patrono, San Juan Bautista, el arzobispo recorrió, delante del cortejo procesional las calles de la población.

El sentido de esta actividad es tener la oportunidad de acercarse a la población, entre los que hay numerosos que no hacen parte de la iglesia, para saludarla y bendecirla.

La visita concluyó con un breve saludo a miembros de algunos de los consejos que existen en el ámbito de la Catedral de San Juan Bautista, Comalapa.

Después de saludar a los hermanos, los padres de la catedral prepararon un almuerzo en el que participaron los padres invitados y el arzobispo. Se compartió con serenidad y alegría.