El primero de mayo, nuestro obispo presidió la celebración de la Eucaristía, para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de su madre, Doña Anna Oestmann de Aguirre.

Durante la homilía, el obispo, a la luz de las lecturas de la liturgia de los santos apóstoles Felipe y Santiago el Menor, que se celebran en ese día, explicó el misterio de la comunión de los santos e instó a todos los presentes a renovar el compromiso de fe y el testimonio que, como creyentes corresponde dar a cada cristiano.

Habiendo iniciado la celebración con la administración del sacramento de la Reconciliación, se dio la oportunidad de que la gran mayoría de participantes pudiera acudir a la comunión.

El jueves tres por la mañana, el obispo, acompañado de los Padres José Angel Núez y Freddy González, presidió la celebración del decanato de las Verapaces. Había representantes de las parroquias: Buen Pastor, Carchá, Lanquín, Balbatzul y de los Centros de Tomzul Oculá, Chitania, Chiacam, Chamelco y Cubulco.

Los representantes de las diferentes parroquias y de los centros pastorales dieron informe de la marcha de sus comunidades. En general se constató un crecimiento sostenido de las comunidades.

Durante el tiempo de formación el obispo respondió a diferentes cuestiones aportadas por los heramanos y siguió desarrollando el tema de la constitución de la Iglesia.

El tres por la tarde, el obispo llegó hasa el centro pastoral de Chitania, en donde los hermanos, con grandes esfuerzos han logrado construir un hermoso y espacioso templo que, actualmente, se encuentra en la fase de techado después de que fueron terminadas las paredes y la estructura metálica que sostendrá el techo.

La ceremonia había sido cuidadosamente preparada por los encargados de la comisión de Liturgia del Centro.

Un numeroso grupo de jóvenes había sido preparado para recibir la confirmación y asumir el compromiso de trabajar en la acción misionera.

También fueron instituidos varios ministros de la comunión los cuales servirán en diversas comunidades vecinas que reconocen a Chitania como su centro pastoral.

Especialmente significativa fue la ceremonia del envío misionero, en la que los jóvenes confirmados, encendieron su vela del cirio, como símbolo del compromiso de ser luz del mundo, a través de su vida y de su trabajo misionero.

Al caer del día, el obispo presidió la celebración de la Eucaristía con la comunidad católica renovada de San José en la ciudad de Cobán.

Algunas incompensiones han estado afectando a la comunidad en los tiempos recientes. El obispo exhortó a todos los presentes a superar las desaveniencias y a seguir trabajando en cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

A la hora de la comunión, todos los presentes que estaban preparados para recibir el sacramento, se acercaron a comulgar.

El viernes 4 por la mañana, Monseñor Eduardo llegó hasta la sede de la Parroquia de Pueblo Nuevo en el Ixcán, para presidir la celebración del Decanato de esa área geográfica.

La reunión comenzó con la exposición acerca de la situación que viven las diferentes comunidades. Aunque no fueron presentados problemas especiales sí fueron planteadas una serie de dudas acerca de cuestiones pastorales. Esto hizo que el diálogo se prolongara por largo tiempo.

Terminada la aclaración de las preguntas planteadas, el obispo prosiguió con el proceso de formación sobre cuestiones eclesiológicas.

Por la tarde del día cuatro, el obispo presidió la Eucaristía en la sede parroquia del Pueblo Nuevo, Ixcán, el Quiché.

Los hermanos servidores estuvieron presentes y, después de habe recibido la reconciliación, se contó con una numerosa participación en la comunión.

En la Eucaristía participaron también varios de los delegados de las demás comunidades que forman la parroquia, que habían llegado para participar en el decanato.

Al caer de la tarde del día cuatro, el obispo llegó, por primera vez, a la comunidad de San Antonio Tzejá, que recientemente ha ingresado a la Iglesia.

Habiendo comenzado hace tres meses con tres familias, en la actualidad cuenta ya con catorce familias que se han convertido, lo cual significa unas ciento cincuenta personas, dado que las familias son numerosas.

Una comitiva de delegados llegó hasta donde quedó el vehículo del obispo, para recibirlo y acompañarlo al lugar en donde se celebró la Eucaristía.

En la celebración participaron más de 300 hermanos. Además de los miembros de la comunidad, había invitadas otras comunidades vecinas que ya hacían parte de la Iglesia y otras que están considerando su conversión, para ingresar.

De entre las familias que se habían convertido, hubo varios niños a los que se les administró la Iniciación Cristiana.

También se instituyó a ministros de la comunión, para que puedan servir en la nueva comunidad con la distribución de la comunión, cuando no sea posible contar con la celebración de la Eucaristía.

El sábado 5, el obispo llegó hasta Yalicoc, Raxruha, para tener la reunión del decanato de Petén. Aunque esta comunidad hace parte de Alta Verapaz, eclesialmente pertenecen al decanato de Petén que, normalmente se reune en San Fernado Sayajché pero, que en esta ocasión fue trasladado a Yalicoc porque se celebraba la creación de la parroquia Católica Renovada de la Exaltación del Señor.

Durante una hora y media, los hermanos expusieron cómo marchan las diferentes comunidades. Entre los aspectos positivos se notó la formación de varias comunidades nuevas, especialmente en el área de Chisec y Fray Bartolomé de las Casas.

Concluida la exposición de los hermanos y dadas las respuestas a las preguntas que éstos habían planteado, el obispo dio formación acerca de las características de la Iglesia que Cristo fundó.

Por la tarde, se celebró la Eucaristía de creación de la Parroquia Católica Renovada La Exaltación del Señor, cuya sede se encuentra en el templo de Yalicoc, Raxruhá.

La parroquia está formada por comunidades de Raxruhá, Fray Bartolomé de las Casas y San Luís Petén.

Después de que el Secretario del nuevo Consejo Parroquial presentó la solicitud de creación de la parroquia y de que toda la Asamblea se comprometió a aceptar las cláusulas estipuladas para crear una parroquia, el obispo procedió a la lectura del Decreto de Creación de la Parroquia y a entregar el mismo al Presidente del Consejo, al Párroco y al Secretario.

Después de la entrega del Decreto se procedió a la entrega de los libros de Registro de los Sacramentos que serán llevados en las nueva parroquia.

Finalmente se procedió a la institución de nuevos ministros de la comunión para algunas de las comunidades que recientemente han ingresado en la Iglesia.

Por la tarde del día cinco, el obispo celebró la Eucaristía en la Comunidad de la Samaritana, parte de la parroquia de San Fernando, Sayajché, Petén.

Después de varios años de organización, bajo el liderazgo del hermano Tomás, la comunidad ha logrado construir su casa de oración y se ha organizado con diferentes ministerios.

Los hermanos se muestran muy contentos del proceso que se está siguiendo en la comunidad y renovron su compromiso de seguir trabajando con fidelidad en la obra misionera.

El domingo 6 por la mañana, el obispo llegó al centro pastoral de Chiacam, lugar en donde convergen tres comunidades.

Los hermanos han iniciado la construcción de un templo grande, con la esperanza de crecer y de poder ser erigidos en parroquia en el futuro.

Durante la homilía el obispo insistió en que los hermanos renueven su experiencia de la resurrección del Señor, como algo presente que transforme sus vidas.

Fueron instituidos tres ministros de la comunión, para servicio de varias de las comunidades que se coordinan en ese centro pastoral.

El domingo seis por la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta Camcal, del municipio de Cobán, para celebrar la Eucaristía y administrar la Confirmación y el envío misionero a un grupo de jóvenes.

El obispo felicitó a los hermanos a quienes había visitado hace poco más de año y medio, para bendecir el nuevo predio que habían logrado comprar.

Ahora los hermanos lograron edificar una pequeña cada de orción de madera y está ya a la mitad el levantado de las paredes de un espacioso templo de piedra, para servicio de la comunidad.

Un grupo de niños también aprovechó de la visita del obispo, para hacer su primera reconciliación y la comunión solemne.

Los jóvenes que fueron confirmados expresar con toda la fuerza, su compromiso a trabajar y vivir como lo hicieron los apóstoles a partir del día de Pentecostés.

El sábado 12, después de un viaje con ciertas peripecias, debido a que el aeropuerto de Guatemala fue cerrado cuando el avión en que viajaba Monseñor Eduardo, ya estaba en la pista, llegó hasta Los Ángeles California, para visitar las comunidades que forman la parroquia de San Miguel Arcángel.

El obispo pudo constar el entusiasmo con el que los hermanos, bajo la coordinación del Hermano León Velásquez, están tratando de organizarse para crecer y estructurarse plenamente como Parroquia Católica Renovada.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación.

Después durante la homilía el obispo, delineó cuáles deben ser las características de cristianos que verdaderamente creen en la resurrección del Señor.

A pesar de las dicultades que se afrontan, la comunidad está luchando por organizarse con todos los servicios y ministerios propios de una parroquia católica renovada.

Por la noche del día 12, el obispo visitó la comunidad Pacto Divino, en la sexta calle de Los Ángeles.

En esa ocasión, además de la celebración de la Eucaristía, los hermanos tuvieron una vigilia, a la cual invitaron a los hermanos de la comunidad "Restauración en el Espíritu Santo", por lo que Monseñor Eduardo no llegó hasta esta comunidad.

Además fueron invitado hermanos de otras comunidades, entre los que estaban los hermanos de una comunidad cuyos miembros provienen de San Antonio Sija, Quezaltenango, Guatemala.

La celebración se desarrolló en un ambiente de profunda oración y alegre alabanza al Señor.

El domingo 13, por la mañana, un nutrido número de hermanos asistió a la formación del DETYM, Los Ángeles.

El Obispo tuvo dos temas de formación: El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento y Los fundamentos bíblicos de la pastoral de la Iglesia.

Las clases fueron transmitidas a través de la red que, por internet está transmitiendo el equipo "Atrévete a conquistar almas para Cristo", coordinado por el hermano Ronaldo Velásquez.

El domingo por la tarde, el obispo celebró la Eucaristía para los paticipantes en la formación del DETYM y para algunos otros miembros de la comunidad parroquial que quisieron asistir.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en la necesidad de abrirse para recibir el amor de Dios, si se quiere ser fiel a la elección que el Señor ha hecho y dar abundancia de frutos para la cual nos ha elegido.

Los ministros de la comunión, hermano Padro y hermano Francisco, fueron losncargados de acompañar a obispo en la celebración, así como el hermano Jorge que además de leer, sirvió de acólito.

El 17 de mayo, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía y la iniciación cristiana de varios niños, con la comunidad católica renovada Efusión del Espíritu Santo, de Santiago Atitlán.

Los niños que fueron iniciados son todos hijos de padres que, desde hace varios años, hacen parte de la comunidad. El obispo inició explicando a éstos que los niños son iniciados en la vida cristiana en base a la fe de sus padres, por lo que les pidió que sumieran el compromiso de vivir como auténticos católicos renovados.

Los hermanos aumieron conscientemente la responsabilidad y además se comprometieron a involucarase más activamente en la acción evangelizadora de la comunidad.

La iniciación cristiana culminó cuando, en el momento de la comunión, a los niños fue administrado el cuerpo y la sangre del Señor.

La asistencia de hermanos a la celebración fue muy numerosa, al igual que el número que se acercó a recibir la sagrada comunión. Al inicio, el obispo había administrado la reconciliación a quienes la necesitaron.

El 17, al caer de la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad Pentecostés en Santiago Atitlán, Sololá.

La celebración inició con la administración de la Reconciliación.

Los hermanos están bien organizados y cuentan con diferentes ministerios litúrgicos. Los lectores se han preparado bien y ejercen su ministerio con competencia.

Después de la homilía se celebró la iniciación cristiana de varios niños.

El obispo exhortó a los padres a vivir activamente su compromiso cristiano para ayudar a que sus hijos vayan creciendo en la fe.

El viernes 18 por la mañana, el obispo llegó hasta Cuilco, Huehuetenango, para tener el Decanato con los hermanos de Cuilco, Tacaná y Nuava Omatenango de Chiapas.

Los representantes de cada una de las comunidades hicieron una breve exposición de la forma en que van marchando las comunidades. En general, el balance fue muy positivo.

Al final de la exposición el obispo respondió a las diferentes cuestiones dio criterios para afrontar los problemas que habían sido expuestos.

Al final los hermanos agradecieron al obispo la formación que recibieron y renovaron su compromiso de seguir trabajando con entusiasmo en el cumplimiento de la misión que n ha sido confiada.

Por la tarde el obispo inició las visitas pastorales en la comunidad de Santo Domingo, de la Parroquia de Cuilco.

En la gira le acompañó el Párroco de Cuilco, Padre Pedro Martínez.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación.

Durante la homilíael obispo exhortó a los fieles a superar algunos problemas de comprensión mutua que han tenido y a comprometerse, todos unidos, en la obra evangelizadora.

Hacia el caer de la tarde, el obispo llegó por primera vez a la comunidad de Las Pilas en Cuilco.

Esta comunidad se ha formado recientemente, sin embargo, muestra gran entusiasmo y dinamismo y, aunque ahora la casa de oración la tienen en un local provisional, se han empeñado en hacer los esfuerzos para construir lo antes posible, un templo permanente.

Con ocasión de la visita del obispo, se celebró la iniciación cristiana de varios niños, así como algunos matrimonios.

Terminado el ritual de iniciación cristiana, también se instituyó a uno de los servidores como Ministro de la Comunión y se instaló la presencia del Santísimo Sacramento en la comunidad.

Por la noche, el obispo llegó hasta la comunidad de Yulbá, también de la parroquia de Cuilco.

Al llegar pudo darse cuenta, con gran alegría, que finalmente el proyecto de construcción de un nuevo templo, está caminando aceleradamente. El mismo tendrá capacidad para el doble de fieles del actual y ya han terminado de levantar las paredes.

Dentro de la celebración se administró la iniciación cristiana a varios niños y jóvenes.

Durante la comunión, fue muy grande el número de fieles que acudieron a recibir el sacramento.

El sábado 19, con la participación de una gran cantidad de delegados de las comunidades, se celebró el Decanato-Asamblea en el centro de formación de Huehuetenango, para las comunidades del centro de Huehuetenango.

Se contó con la participación de unos 200 hermanos, así como de los tres presbíteros que atienden comunidades del área: los padres Marco Tulio Calderón, Pedro Martínez y Yaider Jiménez.

Después de escuchar la presentación de diferentes cuestiones, el obispo en la formación se centró en la explicación de los que segnifica la "Comunión de los Santos" y cómo se realiza la intercesión de los santos.

El ambiente fue de gran participación y entusiasmo. Todos los hermanos se comprometieron a seguir profundizando en los temas tratados y el obispo está pensando en la oportunidad de publicar una carta pastoral, precisamente sobre la cuestión de la Comunión e intercesión de los santos.

El sábado 19 por la noche, el obispo se reunió para celebrar la eucaristía con los hermanos que participaban ese fin de semana en la formación del DETYM Huehuetenango, sección 2.

Los hermanos participaron con gran devoción en el sacramento de la reconciliación, que fue administrado al inicio de la celebración.

Durnte la homilía, el obispo hizo énfasis en la misión que hemos recibido, a partir de la Ascención del Señor.

Los seminaristas encargados de impartir las clases en el DETYM, José Alfredo Hernández y José Raúl López, se muestran entusiasmados por la dedicación de los alumnos y por el interés que muestran en ir progresando en su formación.

El domingo de la Ascensión, 20 de mayo, el obispo llegó hasta la sede central de la Parroquia de Chiantla. La ocasión de la visita era la administración de la Confirmación a un buen número de jóvenes.

Participaron en la celebración más de 2000 hermanos, provenientes de las diferentes comunidades de la parroquia.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis que la confirmación de la crismación tiene como objetivo y meta, el participar activamente en la misión apostólica, que Cristo confió a los apóstoles, después de subir al cielo y enviarles el Espíritu Santo.

Concelebró con el obispo el párroco de la parroquia, Padre Marco Tulio Calderón.

Terminada la unción con el santo crisma, se hizo un tiempo prolongado de oración, invocando al Espíritu Santo, para que cada uno de los que habían sido ungidos, fuera capaz de cumplir a cabalidad la misión que se les confiaba.

La distribución de la comunión se prolongó durante largo tiempo, pues gran cantidad de los participantes se acercó a recibir la comunión.

El domingo 20 por la tarde, el obispo presidió la celebración eucarística con la comunidad de Chinacá en Huehuetenango.

Hasta el momento, el obispo había sido el encargado pastoral directo de las comunidades existentes en Huehuetenango.

Sin embargo, las cuatro comunidades existentes en el centro de Huehuetenango ahora se han incorporado pastoralmente dentro del Consejo Pastoral de la parroquia de Chiantla, por lo que en adelante, el encargado pastoral de las mismas, será el Padre Marco Tulio Calderón.

Durante la homilía el obispo exhortó a los fieles a que, a la luz del misterio de la Ascensión, cada uno de ellos asuma personalmente la misión que Cristo dejó a los apóstoles.

Durante la comunión, gran número de los participantes se acercaron a comulgar, pues la celebración había iniciado con la administración del sacramento de la Reconciliación.

El martes 22, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía en María Auxiliadora, La Ciénega, San Raymundo, con los miembros del Hogar para Señoritas Nuestra Señora de la Preciosísima Sangre.

La ocasión de la celebración fue el aniversario de la muerte de la madre de la hermana Mary Fawe Hellman, Fundadora y Directora del Hogar. Ella fue la bienhechora clave para llevar a cabo la construcción del hogar.

Durante la homilía el obispo, a la luz de la Palabra de Dios, animó a las participantes a prepararse al misterio de Pentecostés.

Entre las alumnas del hogar, hay varias hermanas y familiares de varios de nuestros seminaristas y muchas de las señoritas provienen de comunidades católicas renovadas. En la foto de la derecha, recibe la comunión Magdalena, hermana del seminarista Arturo Pedro Juan, proveniente de Primavera de Ixcán, Ixcán, el Quiché.

El 25 por la trade, el obispo llegó hasta la Parroquia de San Juan Bautista en Comalapa, para tener un encuentro con los dirigentes de las diferentes comunidades de la la Renovación Carismática.

El ambiente fue muy positivo y los hermanos se mostraron se mostraron sumamente interesados en poner el práctica las instrucciones que les iban siendo compartidas.

A los momentos de instrucción siguieron talleres, en los que todos los hermanos participaron con gran disponibilidad y provecho.

Al final del encuentro-retiro, la mayor parte de los hermanos expresó su comrpomiso de involucrarse activamente en la acción misionera, pues ese era el objetivo directo de la formación que se había dado.

Al final de la sesión, se hizo una oración y el obispo impartió la bendición a todos los asistentes.

El sábado 26, se realizó el retiro con los 120 hermanos que desde septiembre del año pasado se habían estado formando para realizar actividad misionera dentro de la parroquia.

La asistencia de los hermanos fue completa y muy activa y comprometida.

El obispo les presentó cuatro temas, habiendo sido seguido cada uno de ellos por un taller, para asegurar su comprensión.

Los hermanos también tuvieron tiempo para plantear dudas y aclarar puntos de vista, de tal forma que estén debidamente preparados para realizar la acción misionera.

Hacia el final de la tarde, el retiro concluyó con un tiempo de oración, pidiendo al Señor que el compromiso asumido sea cumplido con exactitud y fidelidad.

El 26 de mayo, Monseñor presidió la Eucaristía de Envío Misionero en la Catedral de San Juan Bautista.

Durante la homilía el obispo subrayó que a través de todo lo que realizamos, estamos abriéndonos para que lo sucedido en la Iglesia Primitiva, se convierta también en realidad en medio de nosotros.

En la celebración participaron los 120 hermanos que, al final, fueron enviados a la misión, así como un buen grupo de jóvenes.

Después de la comunión, el obispo recuerda a los misioneros cuál sería su misión y cuáles las implicaciones de la misma, para alcanzar los frutos deseados.

Cada uno de los misioneros se acercó a encender una vela, a partir del cirio pascual, para significar que su misión es participación en la misión y en la vida de Cristo resucitado.

Al final, inició un tiempo de oración, invocando, en el contexto de la vigilia de Pentecostés, la efusión del Espíritu Santo, sobre cada uno de los misioneros.

Concelebró con el obispo el padre Francisco Simón, co-párroco de la Catedral. En la foto de la derecha, el obispo, el padre Francisco y muchos de los participantes, oran sobre los hermanos que eran enviados en misión.

El domingo de Pentecostés, 27 de mayo, en el santuario del cerro de Guadalupe, el obispo se reunió con representantes de los jóvenes de la parroquia de San Juan Bautista, Comalapa, para celebrar el primer encuentro entre el obispo y los jóvenes.

La Asamble inició con la bienvenida al obispo, que estuvo a cargo del Coordinador de la Pastoral Juvenil de la Parroquia.

Durante la presentación de los diferentes temas de formación, el obispo fue insistiendo en la gran responsabilidad que tienen los jóvenes, para que logremos cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

Las presentaciones del obispo fueron seguidas por talleres de diálogo. los diferentes grupos fueron formados por los representantes de cada una de las comunidades juveniles. La finalidad de seguir esa forma de organización fue que se llegara a acuerdos que permitieran tener un seguimiento posterior en cada una de ellas.

Después de cada taller, los jóvenes tuvieron el tiempo necesario para exponer sus inquietudes y plantear diferentes cuestiones. Los diálogos fueron abiertos y amenos.

Al final del Encuentro, los jóvenes expresaron el deseo de que en el futuro se puedan seguir teniendo actividades de esta índole, para fortalecer el compromiso juvenil y la unidad parroquial.

El domingo de Pentecostés, el obispo presidió la Eucaristía de las cuatro de la tarde, en la Catedral de San Juan Bautista.

La Eucaristía, además de celebrar el Pentecostés, constituyó el marco en el que los jóvenes que habían participado en el Encuentro Juvenil, expresaran su compromiso misionero y fueran enviados a evangelizar.

Durante la homilía el obispo relacionó el misterio de Pentecostés con la misión que el Señor le ha confiado a nuestra Iglesia y exhortó a todo el Pueblo de Dios a involucrarse activamente en el cuemplimiento de esta misión.

La afluencia de fueles fue sumamente numerosa. Igualmente muchísimos se acercaron para participar en la comunión.

Después de la comunión, el obispo convocó a todos los jóvenes que asumirían el compromiso misionero. Unos 120 se acercaron.

Una de las formas privilegiadas de expresar su compromiso fue encender una vela del cirio pascual.

Después de la ceremonia de encender la vela, el obispo recordó cuáles deberían ser las características de vida y de misión de quienes se estaban involucrando en el envío misionero.

Finalmente doda la asamblea oró para que los jóvenes enviados, fueran capaces de cumplir con su misión.

Después de la bendición, los niños se acercaron para ser bendecidos especialmente y luego rociados con el agua bendita.