Con
gozo y gratitud nos acogemos a ti como a nuestra Madre; pues tu mismo Hijo Jesucristo te confió, desde la cruz,
el encargo de ser la Madre de la Nueva Creación.
Acompáñanos a lo largo
de nuestro éxodo, para que como tú, seamos capaces de reconocer la presencia del Reino de Dios, en cada persona y acontecimiento y en toda la creación.
Enséñanos
a vivir y a amar como tú lo hiciste. Que podamos hacer de toda nuestra vida un "SÍ" constante al proyecto del Padre; para que encarnando en nosotros el “HÁGASE EN MÍ, SEGÚN TU PALABRA", con tu generosa radicalidad, todos los seres humanos
lleguemos a ser Uno, como
el Padre y el Hijo son Uno, en el Espíritu Santo.
Amén.
“FIAT UT UNUM SINT”