El primero de enero, hacia el final de la mañana, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Tzisbaj, del municipio de Jacaltenango, Huehuetenango, en donde se habían dado cita líderes y representantes del nuevo Centro Pastoral Comunión en el Espíritu Santo, de la Región Huista.

La visita del arzobispo comenzó con la formación que se impartió para los servidores y los fieles.

El arzobispo habló acerca de lo que implia mantener la fidelidad a la enseñanza de los apóstoles, haciendo énfasis en el tema del amor, como característica fundamental de la fe y de la renovación en el Espíritu Santo.

Los hermanos tuvieron la oportunidad también de plantear una serie de cuestiones de su interés.

El primero de enero, hacia el mediodía, se celebró la reunión del consejo pastoral del centro pastoral Comunión en el Espíritu Santo, habiéndose contado con representantes de todas las comunidades, así como de los padres José Alfredo y Francisco y del diácono Luis Carlos.

Se habló acerca del espíritu de reconciliación que tiene que prevalecer en todas las actividades que se realicen, para marchar relamente con el espíritu que al Señor le agrada.

También se estableció cómo será la atención ministerial a las comunidades y cómo se espera que se organice cada una de las comunidades.

El martes primero por la tarde, el arzobispo presidió la celebración de la misa de año nuevo, con hermanos y líderes de las diferentes comunidades del centro pastoral Comunión en el Espíritu Santo, de la Regió Huista.

En el marco de la celebración, se administró la confirmación a nueve hermanos, dos hicieron la comunión solemne, se renovó a los ministros de la comunión y se bendijo al consejo pastoral del nuevo Centro Pastoral.

Durante la homilía el arzobispo explicó en qué consiste la pertenencia a la Alianza Nueva, sellada por Jesucristo y animó a los hermanos a comprometerse activamente a vivir de acuerdo con las características de ésta.

El miércoles 2 de enero, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nor occidente de Huehuetenango, en la sede parroquial de Guaxacaná, Nentón.

Asistieron delegados de la mayoría de las comunidades que forman la parroquia, así como los padres José Alfredo y Francisco Pastrana.

El arzobispo impartió la formación, los hermanos hicieron varias preguntas y se entabló un diálogo acerca de las perspectivas y estrategias misioneras de la iglesia.

El miércoes 2, después del medio día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Ojo de Agua, del municipio de Nentón, Huehuetenango, para visitar a los hermanos que forman la pequeña comunidad.

Aunque son pocas familias y la comunidad ha iniciado recientemente, los hermanos se sienten animados a persverar y a crecer en el número, la organización y las estructuras físicas.

El arzobispo animó a los hermanos a profundizar en el sentido de la fe y en el compromiso misionero que les corresponde asumir, para cumplir la misión que nos ha sido confiada.

El miércoles dos de enero, hacia el final del día, acompañado por los padres José Alfredo y Francisco, el arzobispo llegó hasta la comunidad de la fortuna.

Después de mucho entusiasmo y esfuerzo, los hermanos han logrado construir el templo de la comunidad.

Se trata de una estructura amplia que, aunque aún sólo tiene paredes, techo y ventanas y puertas, deja entrever que se tratará de una hermosa estructura, que servirá de estímulo para el crecimiento y organización de la comunidad local.

El jueves tres, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la sede parroquial provisional de Santa Eulalia, para presidir el decanato del centro de Huehuetenango.

Hubo representantes de las parroquias de Santa Eulalia, los Arcángeles, San José y Santa María de Guadalupe.

Participó un numeroso grupo de hermanos, representantes de la mayoría de las comunidades que participan en este decanato.

El arzobispo impartió la formación y luego se estableció un fructuoso diálogo con los hermanos, acerca de varios aspectos referentes a la vida y misión de la Iglesia.

El jueves 3, el arzobispo tuvo una reunión con los miembros del Consejo Pastoral de la parroquia de Santa María de Guadalupe de Soloma.

El tema a tratar fue el del número párroco de la parroquia local, padre Juan Arcadio Cuc Bol.

Los hermanos expresaron su gratitud por el nombramiento y su confianza de que el mismo tendrá una duración suficientemente prolongada, para poder dar la estabilidad de la que está necesitada la parroquia.

El arzobispo explicó diferentes aspectos referentes a la misión del presbítero y a la proyección pastoral futura de la parroquia, para cumplir con la misión que nos ha sido confiada.

El jueves 3, después del mediodía, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia en la sede parroquial de Soloma, Huehuetenango.

La razón de la celebración fue agradecer al Padre Pedro González por el tiempo en que ha sido párroco de la parroquia local y presentar al Padre Juan Arcadio, nuevo párroco local.

Durante la homilía el arzobispo explicó cuál es la organización e identidad de la iglesia apostólica, explicando que la presencia del presbítero es, hasta cierto punto, uno de los ejes de la vida eclesial, pues, a través de su ministerio, la Palabra Viva de Dios se hace presente en medio de su pueblo.

A media tarde el jueves 3, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Cololaj, San Rafael la Independencia, acompañado por el Padre Pedró González, quien ha sido el coordinador pastoral de la parroquia por casi un año y medio.

Se celebró la Divina Liturgia y se tuvo la oportunidad de compartir brevemente con los líderes y servidores de la comunidad.

El arzobispo animó a los hermanos a mantener vivo el impulso inicial que ha caracterizado a esta comunidad, para profundizar en la vida de fe y comprometerse en el crecimiento de la comunidad.

El jueves 3, al caer el día, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Pet, ubicada en una de las partes altas de Santa Eulalia, Huehuetenango.

Durante la homilía, exhortó a los hermanos a comprometerse en el trabajo espiritual, tratando de profundizar en la fe y de llevar el testimonio del Evangelio a todos los que aún no han renovado su vida.

Después de la misa, el arzobispo tuvo la oportunidad de dialogar ampliamente con algunos de los líderes de la comunidad, local, para que la comunidad y la parroquia se sigan consolidando y creciendo.

Acompañado del Padre Marcoss Caicedo, párroco local, el viernes 4 por la mañana, el arzobispo llegó hasta la lejana comunidad de Yulaurel, en la frontera con México, para visitar la comunidad y celebrar la Divina Liturgia.

Se trata de una comunidad de reciente fundación y, sin embargo, los hermanos, con gran esfuerzo, han logrado consstruir un templo para la comunidad.

El arzobispo felicitó a los hermanos por el progreso que han hecho y les animó a trabajar con mayor intensidad en el crecimiento espiritual y en el testimonio del Evangelio.

El viernes 4, hacia el mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Yalanhuitz, para visitar la comunidad y celebrar confirmaciones y el envío misionero de un numeroso grupo de hermanos.

El recibimiento se hizo a un par de kilómetros del templo, desde donde se emprendió una caminata hasta el templo de la comunidad.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir adelante en su compromiso evangelizador y a tratar de dar auténtico testimonio de lo que significa ser parte de la Iglesia Apostólica, madre de todas las iglesias.

El viernes 4 por la tarde, Mor Santiago Eduardo llegó hasta la comunidad de Pojom, del municipio de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango.

Esta comunidad ha sufrido una serie de problemas debido a las influencias de diferentes instituciones políticas y sociales que han tratado de manipular la situación comunitaria.

Después de muchas dificultades, la comunidad de nuestra iglesia ha vuelto a consolidarse. El templo estaba completamente lleno de fieles. El arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse a vivir en el amor y a ser testigos del evangelio de la reconciliación.

Se administró la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de hermanos.

El sábado 5, por la mañana, el arzobispo presidió la celebración del decanato del norte de Huehuetenango, en la sede de la parroquia de San Mateo Ixtatán.

Se contó con la participación de numerosos hermanos, procedentes de todos los sectores de la parroquia y de la mayoría de las comunidades.

Después de la formación, se estableció un diálogo muy interesante, tendiente a clarificar ideas y despejar dudas sobre temas bílicos y litúrgicos entre los hermanos.

El sábado cinco, al final de la mañana, el arzobispo presidió la celebración de la Divina Liturgia en el templo central de San Mateo Ixtatán.

Con ocasión de la celebración, se administró la confirmación y el envío misionero a un grupo de hermanos, al igual que los sacramentos de la iniciación cristiana a un adulto.

Los hermanos participaron con gran devoción y el arzobispo les exhortó a comprometerse por vivir como auténticos testigos del evangelio en todas partes.

El sábado cinco, por la tarde, Mor Santiago Eduardo presidió la celebración de la divina liturgia en la sede parroquial de la Epifanía, Nucá, Santa Cruz Barillas.

Con esa celebración, dio inicio una serie de actividades para celebrar el aniversario de la parroquia e, incluso, de la misma comunidad.

Se administró la confirmación y el envío misionero a varios hermanos.

El arzobispo exhortó a los hermanos a renovar la fe y a tener conciencia en la renovación en el Espíritu Santo es siempre un don que viene directamente de Dios, por lo que se necesita asumir un compromiso de continua conversión y renovada humildad.

El domingo 6 de enero, la actividad pastoral de arzobispo comenzó en la lejana comunidad Nueva Generación Maya, de Santa Cruz Barillas.

Se administró la confirmación y el envío misionero a un numeroso grupo de hermanos, que había sido esmeradamente preparado para asumir sus compromisos misioneros.

El arzobispo animó a los fieles a tratar de vivir con intensidad su compromiso misionero y a dejar que el Espíritu Santo les transforme hasta en lo más profundo de su ser.

El domingo 6, hacia el final de la mañana, el arzobispo hizo la primera visita a la comunidad de Peña Blanca, ubicada cercana a la forntera con México, en el municipio de Santa Criz Barillas.

Con ocasión de la visita, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a un niño y la confirmación y el envío misionero, a varios hermanos.

El arzobispo felicitó a los hermanos por los progresos que han hecho en la comunidad y les animó a seguir trabajando con renovado entusiasmo, en vivir su fe y en dar testimonio de la misma ante todos.

El domingo 6, después del mediodía, el arzobispo llegó, por primera vez, hasta la comunidad de San Pedro Montenegro, en la parte norte de Santa Cruz Barillas.

Esta comunidad, de reciente fundación, ha logrado construir su templo y se encuentra en pleno crecimiento y organización, para cumplir la misión que el Señor les ha confiado.

El arzobispo felicitó a los hermanos por haberse mantenido en fidelidad a la Iglesia y les animó a tratar de trabajar con renovado entusiasmo en el testimonio de la fe.

Al caer del día domingo 6, el arzobispo llegó hasta la remota comunidad de Yulmacap, del municipio de Santa Cruz Barillas, de Huehuetenango.

Se trató de la primera visita a la comunidad.

Se celebró, con ocasión de la visita, un matrimonio y se administró la confirmación y el envío misionero a numerosos hermanos.

El arzobispo animó a los hermanos a seguir profundizando en la fe apostólica y en asumir un compromiso sistemático, por dar testimonio del Evangelio ante todos los que aún no han sido renovados en su vida por el Espíritu Santo.

El lunes 7, acompañado por el Padre Hugo Patzán, párroco local, el arzobispo visitó la comunidad de Unión las Palmas, de Santa Cruz Barillas.

Fue recibido por los hermanos al ingreso de la comunidad y, después de una caminata, se llegó hasta el templo de la comunidad.

Se celebró la Divina Liturgia en la que se confirmó y dio el envío misionero a 22 hermanos, cuidadosamente preparados.

También se instituyó a un ministro de la comunión, para servicio de una nueva comunidad que se ha organizado en el sector dos de la parroquia de la Glorificación de María.

El lunes 7, hacia el mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de El Sagrado Corazón de Chancolín, Santa Cruz Barillas, para celebrar la Divina Liturgia.

Fue recibido por los hermanos dirigentes de la comunidad, quienes se habían preparado con gran entusiasmo para dar la bienvenida al aarzobispo.

Durante la homilía el arzobispo exhortó a los hermanos a comprometerse activamente por vivir una fe activa y un amor operante, que les lleva a trabajar con auténticos misioneros del Evangelio.

El lunes 7, por la tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Río Ermín, del municipio de Santa Cruz Barillas, en donde fue recibido por los hermanos, al ingreso de la comunidad.

La celebración se llevó a cabo en el salón comunal, dado que se contaba con la visita de hermanos de las comunidades vecinas.

Dentro del marco de la celebración, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a una niña, la confirmación y el envío misionero a un grupo de hermanos y se renovó la bendición para los ministros de la comunión y los catequistas de las comunidades que forman el sector tres de la parroquia de la Glorificación de María, de Santa Cruz Barillas.

El arzobispo animó a los hermanos aprofundizar en la fe y en el discernimiento espiritual, para poder cumplir con eficacia la misión que el Señor nos ha confiado.

El martes 8 de enero, con una buena participación de hermanos y la presencia del padre Hugo Patzán, párroco local, el arzobispo presidió la celebración del decanato del nor-oriente de Huehuetenango.

Se impartió la formación, la cual fue transmitida a través de la radio parroquial Radio Carisma, la Voz del Espíritu Santo.

Al final, los hermanos tuvieron la oportunidad de plantear una serie de preguntas, las cuales fueron respondidas por el arzobispo, para ayudar a que los hermanos profundicen en la fe y en el sentido de pertenencia a la iglesia apostólica.

Después de la reunión de Decanato, el párroco presentó al nuevo consejo pastoral y el consejo econónico, que tendrán a su cargo la coordinación de la Parroquia de la Glorificación de María, Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.

El arzobispo, junto a los presentes, hicieron una oración de bendición sobre los nuevos consejos. Además, el arzobispo exhortó a los hermanos a trabajar intensamente en el cumplimiento de la misión que tiene la Iglesia.

Finalmente, fueron presentandos, por los dirigentes de Radio Carisma, los nuevos aparatos que serán utilizados en una de las estaciones de transmisión de la radio y el arzobispo hizo la bendición de los mismos.

El martes 8, después del mediodía, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Capilla San Ramón, del municipio de Santa Cruz Barillas, para realizar una visita.

Los hermanos recibieron al arzobispo con gran alegría.

Se administró la confirmación y el envío misionero a dos hermanos y se celebró la Divina Liturgia.

En la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a vivir la fe como amor a los hermanos y compromiso en el testimonio misionero, como parte del mandato del mismo Señor.

La visita pastoral del arzobispo a la parroquia de la Glorificación de María terminó con una visita a la pequeña comunidad de La Campana Dos, la cual se ubica en la rivera del Río Ixcán, que separa el departamento de Huehuetenango de el de Quiché.

Los hermanos recibieron al arzobispo con gran alegría.

Durante la homilía, el arzobispo animó a los hermanos a asumir un auténtico compromiso de fe, tratando de recibir el amor de Dios, por la efusión del Espíritu Santo y de compartir con todos los que aún no están renovados espiritualmente, el testimonio de los dones que se han recibido.

Los hermanos agradecieron de diferentes maneras la presencia del arzobispo entre ellos.