El domingo primero de julio, nuestro obisp visitó la comunidad de Arenales en San Gaspar Ixchil, Huehuetenang.

El obispo pudo notar el entusiasmo y el continuado crecimiento que experimenta la comunidad.

Aunque todavía hay mucho adultos que no han podido regularizar su situación matrimonial para participar en la comunión, una multitud de niños se acerca a comulgar.

El domingo 1 por la tarde, el Obispo llegó por primera vez hasta el cantón Publo Nuevo, de la aldea Pueblo Viejo de Malacatancito, Huehuetenango.

El líder de la comunidad, conoció la Iglesia en el área de Cunén, el Quiché, cuando viajó a esas zonas por razón de negocios. Sin embargo, ahora que la Iglesia se ha afianzado ya en el Municipio de Malacatancito, los hermanos se han sentido apoydos y han comenzado a trabajar seriamente.

El líder de la Iglesia en Malacatancito es el Hermano Juventino y con su apoyo y entusiasmo, es que finalmente ha comenzado a trabajar esta comunidad.

El lunes 2 de julio, los seminaristas tuvieron el retiro bimestral ordinario.

En esta ocasión, nuestro obispo, fue el encargado de guiarlo.

La temática desarrollada en el retiro fue: "Las características de la espiritualidad cristiana de los primeros siglos".

La reflexiones tomaron en cuenta las directrices que emergen del Nuevo Testamento y de los Escritos de los Padres.

El obispo inició insistiendo en que la espiritualidad tiene como eje la vivencia de la presencia viva de Cristo, a través del Espíritu Santo en la vida de cada creyente y de todas la Iglesia.

Además de esta dimensión Cristocéntrica y Pneumática, el obispo señaló que la espiritualidad es Sacramental (porque la forma ordinaria de ir creciendo en ella es la vida sacramental), es progresiva (porque a través de ella se va realizando el procesos de deificación o divinización del creyentes), es carismática y eclesial.

Los seminaristas manifestaron que el retiro les ayudó a profundizar en su vocación y a consolidar diversos aspectos de su vida cristiana y vocacional.

El viernes 6, se llevó a cabo el Decanato del área de Nebaj, el Quiché.

Asistieron muchos hermanos y se inició compartiendo la experiencia tenida en los últimos meses.

Los representantes de las comunidades manifestaron que en la gran mayoría de comunidades se ha experimentado el ingreso de numerosos miembros nuevos. Además expresaron que la vida de las comunidades ha transcurrido en forma armónica.

El Padre Marco Tulio Calderón, encargado pastoral de la zona, también expreso con agrado que gran parte de las dificultades que se habían vivido en el pasado, han sido superadas exitosamente.

El obispo informó a los participantes a cerca de la marcha de la Iglesia y dio formación sobre elementos muy importantes de la historia de la Iglesia de los primeros siglos.

El 6 por la tarde, Monseñor Eduardo, acompañado del Padre Marco Tulio Calderón, llegó hasta la comunidad Pentecostés, en Salquil Grande, Nebaj.

Además de celebrar la Eucaristía, se administró la Iniciación Cristiana a 3 niñoes.

Al rito del bautismo y de la crismación, siguió, en el momento oportuno, la administración de la comunión.

La práxis de administrar la iniciación cristiana en forma completa, ha encontrado una amplia aceptación entre todo el pueblo de Dios.

Al caer de la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Xepiún. Con ocasión de la visita, además de la Eucaristía se celebró el matrimonio de dos parejas de hermanos.

La comunidad, según informe del Coordinador, hermano Francisco, ha experimentado cierto crecimiento en el último tiempo. Algunas familias se han incorporado.

La celebración del sacramento del matrimonio, constituye un momento importante dentro de la vida de las comunidades, pues completa el proceso de conversión e incorporación plena a la Iglesia de parte de los miembros.

El sábado 7, el obispo llegó hasta la comunidad de Chel, en donde se celebró el decanato de la zona de Chajul, el Quiché.

Los hermanos de esta zona, han dedicado su parroquia a los Bienaventurados mártires de Chajul. Se trata de numerosos hermanos Católico-Renovados que por causa de su fe, fueron martirizados durante el conflicto armado, entre los años 1982-1984.

El Padre Marco Tulio Calderón, dirigió la oración inicial, en la cual participaron todos los hermanos presentes.

En el informe que dieron los hermanos, se pudo notar el crecimiento y el proceso de maduración que han estado experimentando todas las comunidades. Entre las comunidades con mayor crecimiento has sido características la de Chel y la de Satzibán.

El 7 por la tarde, el obispo presidió la Eucaristía con algunos de los hermanos de Sotzil, Chajul.

Concelebró con el obispo el Padre Marco Tulio Calderón.

A la izquierda: momento de proclamación del Evangelio.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en el papel fundamental que debe jugar cada miembro en la vida de las comunidades, asi como en su proyección misionera.

El sábado 7, al caer de la tarde, el obispo presidió la Eucaristía con la Comunidad de La Perla, Chajul.

La visita se celebró con ocasión de la celebración del aniversario de la formación de la comunidad y de su ingreso a nuestra Iglesia.

Durante la homilía el obispo animó a que se siga trabajando intensamente en los proyectos pastorales que se han emprendido y a que se siga impulsando particularmente la evangelización

El sacramento de la reconciliación fue administrado el comienzo de la celebración. Esto hizo que una gran mayoría de los fieles estuiera preparado para recibir la sagrada comunión.

El domingo 8 por la mañana, contando con representantes de todas las comunidades de los Municipios de Cunén y Sacapulas, El Quiché, Monseñor Eduardo presidió la celebración del decanato de esa zona.

Expusieron acerca de la situación de las comunidades los coordinadores de las mismas. Luego el Padre Bernabé Mateo Nieto, encargado pastoral, expresó cuál es su percepción de la situación.

En general el balance fue muy positivo. Sin embargo se notó que en varias comunidades existe cierto conformismo y una falta de compromiso misionero, por lo que se plantearon diversas alternativas que pueden seguirse, para lograr responder a la misión que nos ha sido confiada.

Finalmente Monseñor Eduardo comentó las diferentes cuestiones expuestas y dio una amplia formación sobre las raíces históricas de la Iglesia que Cristo fundó y su desarrollo, a partir del testimonio de los apóstoles.

El domingo 8 por la tarde, nuestro obispo llegó hasta la parroquia de la Santísima Trinidad en Uspantán, para presidir la celebración Eucarística.

La parroquia, servida ministerialmente por el Padre Denis Obando, se encuentra desde principios de este año en un claro crecimiento. Son muchísimos los hermanos que se han convertido, provenientes de otras iglesias y son numerosos también quienes han retornado, después de la grave crisis que se vivió hace dos años.

Durante la homilía el obispo, a la luz de las lecturas, animó a los hermanos a seguir adelante en su compromiso misionero y a tratar de que el mandamiento del Señor, de hacer discípulos a todas las personas, constituya uno de los objetivos fundamentales de cada católico renovado.

Después de la homilía, se celebró la admisión de algunos hermanos dentro de la Iglesia. Algunos de ellos retornaban, otros ingresaban a la Iglesia.

El domingo 8 por la noche, se celebró el Decanato de las Parroquias de Uspantán y Chamá Grande y del Centro Pastoral de la Zona Reina.

El nuevo consejo de Uspantán pudo compartir con gozo, la experiencia positiva que ha vivido en los últimos tres meses.

Los hermanos de la Zona Reyna compartieron varias dificultades que han tenido, ante la llegada de personas ajenas a la Iglesia que han confundido a algunos hermanos que no estaban aún firmes en la fe. Los dirigentes de la comunidades que han permanecido fieles, se comprometieron a trabajar intensamente para recuperar a quienes han sido engañados y a impulsar el crecimiento de la Iglesia en esa zona, para poder contar en el futuro con una parroquia católica renovada.

El obispo explicó durante la formación, temas referentes a los fundamentos bíblicos de la Iglesia y a la forma en que algunos textos deben ser comprendidos, de acuerdo a la enseñanza de los Padres de la Iglesia.

Al final de la reunión, el Padre Denis presidió la oración de acción de gracias, por todos los beneficios recibidos y por el crecimiento que ha experimentado, en forma continuada la Iglesia.

El viernes 13 de julio, nuestro obispo se reunió con su Eminencia Mor Clemis Eugene Kaplan, Delegado Patriarcal de Su Santidad Ignacio, Patriarca Siro. Ortodoxo de Antioquía.

La finalidad del encuentro, realizado en la Cancillería de la Arquidiócesis del Oeste de los Estados Unidos, del Patriarcado, fue definir detalles acerca de la visita que, en nombre de Su Santidad, realizarán a nuestra Iglesia.

Su Eminencia Mor Clemis, presentó a nuestro Obispo, como signo de comunión, un hermosísimo juego de ornamentos utilizados para la celebración de la Divina Liturgia.

La visita a Guatemala será preparada por el Reverendo Corepíscopo Abdulahad Shara, quien compartirá elementos sobre la historia y la celebración de la Divina Liturgia de Santiago. Luego, durante la visita de Mor Clemis, se visitarán, con la ayuda de Dios, varias comunidades de la Iglesia.

El 14 por la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta la cabina 3 de Radio Nueva Vida de Nucá, ubicada en Los Angeles.

La ocasión de la visita fue transmitir el programa mensual, en el que, junto a temas de formación, se responde a preguntas de los hermanos.

La transmisión está resultando ser un medio eficaz por el que Monseñor Eduardo se puede poner en comunicación con miles de hermanos, tanto en Guatemala como en muchos otros lugares, pues la misma es hecha, además de a través de la Radio, por medio de la red.

Los responsables de la transmisión están haciendo grandes esfuerzos para mejorar su calidad y para que la misma llegue a muchos lugares.

El 14 por la trade, Monseñor Eduardo tuvo una reunión con los representantes de las diferentes comunidades que forman la parroquia Católica Renovada de San Miguel Arcángel en Los Ángeles.

El objetivo específico de la misma fue dialogar acerca de la urgencia que se siente de tratar de adquirir un local propio en el que la parroquia pueda tener su sede, pues al estar en diferentes locales alquilados, no se tiene toda la estabilidad institucional que se requiere de una parroquia.

Los hermanos se mostraron muy entusiasmados con la iniciativa y se comprometieron a hacer sondeos y tocar puertas, para lograr que el proyecto se realice, de acuerdo con lo que sea la voluntad del Señor.

El sábado 14 al caer de la tarde, nuestro obispo llegó hasta la sede central de la Parroquia de San Miguel Arcángel, ubicada en 227 E Jefferson, Los Angeles, para celebrar la Eucaristía con los fieles.

La comunidad participó con gran fervor y alegría.

El obispo los exhortó a que impulsaran constantemente la renovación de sus vidas, para gozar de la fortaleza y la alegría que el Señor quiere dar a quienes en Él confían.

Por la noche, Monseñor Eduardo inició, con la celebración de la Eucaristía, una noche de vigilia que tendrían los hermanos de la Comunidad Pacto Divino, de Los Ángeles.

El obispo les animó a que, durante el tiempo de oración se abrieran al Señor, para que Él les vaya fortaleciendo en la experiencia de su presencia en cada uno de los momentos de sus vidas.

Los hermanos participaron con gran devoción y entusiasmo.

Todos los servidores estaban particularmente agradecidos con el Señor porque, a pesar de las dificultades por las que han atravesado, el Señor le sigue bendiciendo y la comunidad se está consolidando.

Entrada la noche, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía con la Comunidad Restauración en el Espíritu Santo.

Los hermanos participaron con gran alegría y devoción, aunque una parte de los miembros no estuvieron presentes porque había muerto el día anterior una familiar de ellos.

La comunidad sigue creciendo en organización y está tratando de dar los pasos necesarios para que los fieles se identifiquen plenamente con la identidad y la vida de la Iglesia.

El domingo 15 el obispo tuvo, como sucede en sus visitas a Los Ángeles, la formación teológica y pastoral para los servidores.

En esta ocasión, por primera vez la formación íntegra, que duró casi tres horas, fue transmitida a través de Radio Carisma, La Voz del Espíritu Santo, de Santa Cruz Barillas.

Para terminar la actividad formativa, se celebró la Eucaristía con los hermanos que habían participado en la misma.

Los hermanos participaron activamente en la celebración.

El obispo, durante la homilía insistió en que cada uno de los miembros de la comunidad, debe abrirse para tener la experiencia de la elección del Señor para ser profeta y apóstol, de tal forma que pueda cumplir la misión confiada por el Señor.

Tanto los hermanos del Ministerio de Música como de los demás ministerios, participaron con gran entusiasmo y coordinación.

Queda por delante el compromiso de intensificar el trabajo para que se puedan ofrecer, en forma coordinada y permanente, todos los servicios requeridos de una parroquia.

El jueves 19, nuestro obispo celebró la Eucaristía con la comunidad Unción del Espíritu Santo en Santiago Atitlán, Sololá.

Durante la homilía el obispo invitó a los hermanos a que pongan íntegramente su confianza en el Señor, para poder tener éxito en todas las empresas que se realizan.

A la luz del profeta Isaías, subrayó que todos los esfuerzos que se hagan en cualquier campo, pero especialmente en el ámbito espiritual, son incapaces de alcanzarnos la salvación si no reconocemos nuestra fragilidad y limitaciones y aceptamos imitar la actitud de Jesús.

Hacia el caer de la tarde del día 19, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía con la comunidad Pentecostés. Dentro del marco de la misma se celebró la boda de dos parejas que, desde su infancia han sido miembros de la comunidad.

Al exhortar a los nuevos esposos a vivir en fidelidad, comentó las lecturas que presenta la liturgia, invitándoles a poner con confianza, en las manos del Señor todo su cansancio y limitaciones, para que Él les dé consuelo, paz y la alegría que buscan.

Al final de la celebración, se realizó una oración de acción de gracias y de bendición por los cinco hermanos que forman el Ministerio de Intercesión y que están cumpliendo el primer aniversario de haber iniciado su misión. Durante este período, son muchos los signos de la presencia divina que, por su intercesión se han realizado.

El viernes 20 por la mañana, el obispo llegó hasta la sede parroquial de Jacaltenango, para presidir la celebración del Decanato de las Comunidades de Jacaltenango y Concepción Huista.

Los líderes de las comunidades expusieron la situación de las mismas y al final el Padre Santo Acosta, párroco local, hizo una evaluación de la actividad.

El obispo al final expresó su satisfacción de ver que los problemas que se presentaron, indican que, efectivamente las comunidades están creciendo en la fe y en el compromiso misionero.

Una de las inquietudes planteadas fue el tipo de acompañamiento que se debe dar a los numerosos hermanos que están ingresando a las comunidades.

El obispo explicó cuáles deben ser las estrategias y los procesos a seguir.

Además explicó cuál es el contexto de los diálogos eclesiales que tenemos y cómo, a través de ellos tratamos de identificarnos plenamente con la Iglesia una, santa, católica y apostólica, como Cristo la fundó.

El 20 por la tarde, el obispo visitó por primera vez la comunidad de Ap, en Concepción Huista. Es una comunidad que ha construido un hermoso templo y cuenta también con numerosos hermanos.

Con ocasión de la visita del obispo, 8 niños fueron iniciados en la vida cristiana, 4 fueron confirmados y recibieron el envío misionero y un grupo de niños hizo su primera reconciliación y la comunión solemne.

En el contexto de la administración de la Iniciación, el obispo explicó que el principio de libertad de los cristianos se encuentra en que, por la Efusión del Espíritu Santo, se es constituido en Pueblo Sacerdotal, por lo que toda la actividad del cristiano alcanza una dimensión sacramental y espiritual.

A los hermanos que fueron confirmados, el obispo les insistió en la capacidad y el compromiso que asumen de vivir y trabajar como lo hicieron los apóstoles.

La iniciación cristiana concluyó con la administración del Cuerpo y la Sangre de Cristo a cada uno de los niños. Todos recibieron el Divino Sacramento con alegría. A los padres esto les ayuda para sentirse fortalecidos en la misión que asumen de educar a sus hijos en la fe.

El 20 por la noche, con la participación de muchísimos hermanos, Monseñor Eduardo, presidió la Eucaristía con la comunidad central de Jacaltenango.

Explicando las lecturas del día, el obispo dijo que por el Bautismo todos hemos entrado a formar un Pueblo Sacerdotal. Esto es lo que hace que el cristiano no deba más someterse a los prácticas del Antiguo Testamento y que su vida entera dquiera un sentido sacramental.

Después de la homilía fueron instituidos dos ministros de la comunión: uno para servir en la comunidad de Nueva Concepción el Olvido, del Municipio de Nentón - la cual cuenta actualmente con más de 150 miembros- y el otro para servir en la comunidad de Com.

El sábado 21, nuestro obispo llegó hasta la comunidad de Guaxacaná, para presidir la celebración del Decanato de Nentón.

Estuvieron presentes la mayoría de representantes de las comunidades católicas renovadas.

Los hermanos expusieron los logros y dificultades que han tenido.

En general hicieron un balance muy positivo de la actividad misionera que ha estado realizando el Hermano Amílcar entre las comunidades, así como de la formación que ha estado dando mensualmente el Seminarista José Alfredo Hernández.

El obispo durante la formación explicó el sentido que tienen varias expresiones que designan a la Iglesia que Cristo fundó.

Explicó la etimología e implicaciones de las palabras "cristiano", "católico" y "ortodoxo".

Por la tarde del día 21 de Julio, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía con algunos feligreses de la comunidad de Guaxacaná, Nentón, Huehuetenango.

Durante la homilía el obispo invitó a los hermanos a que, identificándose plenamente con lo que significa ser católico renovado y viviendo la vida en el Espíritu con intensidad, sean continuadores de la misión que el Padre confió a Jesús.

La celebración, habiendo iniciado con la administración de la Reconciliación a los que sintieron la necesidad de recibirla, permitió que una gran mayoría de los presentes, pudiera acercarse también a recibir la comunión.

Al caer de la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta La Trinidad, una aldea de Nentón, fronteriza con México. Los hermanos estaban llenos de gozo, pues en los últimos tres meses muchísimos hermanos se han convertido y han ingresado a la Iglesia.

Después de recibir al obispo, los hermanos caminaron hasta el lugar en donde se celebraría la Eucaristía en la que diversos hermanos -incluyendo adultos y niños- fueron iniciados en la vida cristiana y otros hicieron su comunión solemne.

El obispo invitó a los hermanos recién convertidos a seguirse formando en la fe, para que la vida que están iniciando llegue a su plenitud.

Durante la celebración fue instituido como ministros de la comunión el Hermano Sixto, líder de la comunidad.

Al final también quedó instalada la presencia permanente del Santísimo Sacramento, pues los hermanos, a pesar de las limitaciones que tienen, quieren tener la presencia sacramental y se comprometieron a seguir creciendo en la fe y dando testimonio misionero, para la consolidación y crecimiento de la comunidad.

El domingo 22, nuestro obispo había planificado visitar la comunidad de Ixcaná, ubicada en la parte alta del municipio de Nentón. Sin embargo, durante la celebración del Decanato, fue informado que la misma, por razones de accesibilidad y afinidad espiritual optó por incorporarse a la Parroquia Católica Renovada de San Mateo Apóstol, que, con la ayuda de Dios será creada el sábado 4 de Agosto, con lo cual la visita quedó pospuesta.

Eso permitió que, al recibir una invitación de varios hermanos de la Comunidad de Chacaj para conocer acerca de nuestra identidad, pudiera llegar hasta esa comunidad.

Durante cierto tiempo el obispo explicó las características de nuestra Iglesia y cómo la misma se identifica plenamente en la fe, la liturgia y la organización con la Iglesia primitiva, por lo cual se encuentra en diálogos con los antiguos patriarcados de que conservado íntegra la catolicidad y la apostolicidad de la Iglesia.

Respondió a varias preguntas de los presentes y les invitó a que oren y reflexionen para llegar a descubrir si el Señor les está llamando a emprender este camino que les llevará a la plena y genuina catolicidad y apostolicidad de su fe.

El miércoles 25 de julio, nuestro obispo llegó hasta San Juan Comalapa, para tener la primera evaluación con los misioneros que se comprometieron a impulsar la evangelización en la parroquia.

En general, la actividad fuen éxito. Uno de los equipos informó que, a través del trabajo misioneroue realizaron en estos dos meses, hay 20 familias que han ingresado a la Iglesia o han activado su participación y 30 más están en proceso de ingresar.

Otros equipos también ifnormaron acerca del igreso de nuevos miembros a las comunidades.

Algunos equipos que no habían trabajado activamente, se comprometieron a hacerlo en el futuo.

El próximo encuentro de evaluación se tendrá el último miércoles del mes de Septiembre.

En este tiempo la proyección misionera se enfocará en dos direcciones:

- Aquellos que aún no son miembros de la Iglesia dentro del centro de la población.

- Esforzarse por formar comunidades en las Aldeas, en donde no se ha logrado estabilizar la presencia de la Iglesia.

El jueves 26 por la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Pajomel, en Santa Cruz la Laguna, Sololá.

La comunidad celebraba un aniversario más de la institución del Santísimo Sacramento dentro del templo, así como la confirmación de diez hermanos.

Durante la homilía el obispo insistió en lo que implica la presencia del Santísimo Sacramento: no se trata simplemente de un presencia para adorar sino, sobre todo, de una presencia para alimentarse con ella, durante los períodos en los que no se puede celebrar la Eucaristía.

De esta manera, cada una de las comunidades puede mantener en forma continua la centralidad de Jesucristo, pan vivo bajadodel cielo, dentro de su vida comunitaria.

A los jóvenes y señoritas que renovaron su compromiso cristiano y asumieron la responsabilidad misionera, el obispo les insistio que era fundamental que trabajaran incansablemente en el anuncio del Evangelio.

el 26 al caer de la tarde, el obispo llegó hasta la comunidad de Chuitzanchaj, Santa Cruz la Laguna, para celebrar la Eucaristía con los hermanos.

Durante la homilía el obispo invitó a los fieles a renovar su compromiso misionero, como parte irrenunciable del ser manifestación de la Iglesia que el Señor fundó.

La ceremonía inició con la administración de la penitencia. Eso permitió que fuera muy numeroso el número e fieles que se acercaron a recibir la comunión.

El viernes 27 por la mañana, se celebró el Decanato del Centro de Huehuetenango, en el centro de la Parroquia de Santa Eulalia.

Por primera vez se celebró el Decanato en el lugar en que en el futuro será construida la parroquia Católica Renovada que, sin embargo, ya desde ahora cuenta con una construcción provisional amplia.

Asistieron delegados de las cuatro parroquias que componen este Decanato: Santa Eulalia, San José Quixabaj, Santos Arcángeles y Soloma.

Los representantes de las parroquias informaron inicialmente acerca de loas avances que se han dado: en los tres meses últimos se formaron o se adhirieron unas 6 comunidades y se notó un franco crecimiento en todas las comunidades.

Al final el obispo impartió l formación, explicando el sentido etimológico y su uso dentro del cristianismo de los términos: "católico" y "Ortodoxo".

Finalmente se habló de los preparativos que se hacen para la Eucaristía del Decanato que se celebrarí el domingo 5 de Agosto.

Al final de la reunión, fue presentada una familia nueva de San Sebastián Coatán que se ha convertido. Los hermanos hicieron la profesión de fe y luego todos oraron por ellos.

El 27 por la tarde el obispo llegó hasta la comunidadad central de San Rafael laIndependencia, ubicada en Jolomcú.

Durante la ceremonia se instituyó como ministro de la Comunión al hermano líder de la comunidad.

Despés de la oración de institución, tanto el obispo como el Padre Felipe, párroco y los antiguos ministros oraron por el nuevo ministro.

El obispo fue felizmente sorprendido por el número de feligreses que participaron. Eso es resultado de que, en los últimos meses, son muchas las familias que se ha incorporado a la Iglesia.

Por la noche del 27, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Ixtenam, de la parroquia de Santa Eulalia, para celebrar la institución de dos ministros de la comunión.

Era la primera vez que el obispo celebraba la Eucaristía en el nuevo templo que ha construido la comunidad.

El obispo les felicito y les animó a seguir trabajando en la evangelización y la expansión misionera.

Quienes fueron instituidos como ministros, manifestaron ante la comunidad su compromiso de auenticidad en su vida cristiana y de servicio al Pueblo de Dios. A la vez, la comunidad ratificó ante el obispo la elección de los candidatos para ejercer el ministerio de distribución de la comunión.

Al momento de la comunión se acercó a comulgar prácticamente la totalidad de quienes participaban en la Eucaristía.

El s´bado 28, con una numerosa concurrencia se celebró la Asamblea-Decanato del sur-occidente de Huehuetenango, en el Centro de Formación de la Iglesia.

Los hermanos, representantes de las diferentes parroquias y centros pastorales, presentaron una breve relación de la situación de las comunidades.

Con gran alegría se pudo constatar el generalizdo crecimiento de las comunidades, así como el ingreso de nuevas comunidades.

También los presbíteros que atienden las diferentes parroquias compartieron los éxis obtenidos a lo largo de los últimos meses.

El obispo durante la formación que impartió explicó ampliamente el proceso que seguimos en nuestros diálogos con las antiguas sedes apostólicas y el estado en que se encuentran nuestras relaciones.

Todos los hermanos manifestaron su satisfacción por cuanto informó el obispo e igualmente dieron su consentimiento para que se prosiga en los diálogos.

El 28 por la tarde, nuestro obispo llegó hasta la comunidad El Rodeo de Malacatancito, para celebrar la Eucaristía, con ocasión de la primera confesión y la comunión solemne de un grupo de jóvenes y niños.

Durante la homilía el obispo animó a los hermanos, que han ingresado a la iglesia recientemente, a que renueven su compromiso evangelizador y a que trabajen en las misiones, para que la presencia de la Iglesia pueda fortalecerse en esa área.

Los jóvenes y niños parecían estar bien preparados y dispuestos a vivir conscientemente los compromisos que conlleva la vida cristiana.

El domingo 29 por la mañana, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Cantzela en Aguacatán. Era la segunda visita a la comunidad, pero la primera vez que el encuentro se realizaba en la Casa de oración.

Durante la mañana, el obispo impartió formación a los delegados de las comunidades del Municipio de Aguacatán. Formadas formalmente existen dos comundades. Xenaxicul y Cantzela. Sin embargo, asistieron hermanos de otros lugares que están reflexionando acerca de la posibilidad de ingresar a la Iglesia.

El obispo respondió a numerosas interrogantes que tenían los hermanos y les animó igualmente, a renovar su compromiso misionero, para fortalecer la presencia de la Iglesia en ese Municipio.

Por la tarde, se celebró la Eucaristía con la comunidad de Cantzela y con representantes de la Comunidad de Xenaxicul.

Durante la ceremonia, varios hermanos de Canzela fueron iniciados a la vida cristiana, administrándoles los tres sacramentos que comprende la Iniciación Cristiana.

Cada vez los hermanos son más conscientes de lo fundamental que es que la administración de la iniciación cristiana se celebre en forma íntegra, de acuerdo a lo que se celebraba en la Iglesia de los primeros siglos y que han seguido celebrando hasta nuestros días, las iglesias del oriente.

De Xenaxicul llegaron dos parejas, las cuales contrajeron matrimonio. De esta forma, regularizaron sacramentalmente la unión y la familia que ya habían formado desde varios años atrás.