La celebració de la liturgia de la Semana Santa, la comenzó el obispo en la Parroquia de la Epifanía del Señor, Nucá, Santa Cruz Barillas, con la celebración dla procesión de ramos y luego de la Eucaristía.

Los hermanos habían preparado en un lugar algo de la carretera el lugar en donde se debería hacer la bendición de los ramos.

Fueron varios centenares de feligreses los que acompañaron el camino que recordaba el ingreso triunfal del Señor a Jerusalén.

Adelante del cortejo, el grupo de acólitos de la parroquia, daba el tono a la procesión.

Durante la homiía, el obispo hizo énfasis en que la alabanza que quiere el Señor es la de la propia conversión y la de una vida totalmente dispuesta a servir a Dios y amar a los hermanos.

Dado que la mayoría de feligreses ancianos de la parroquia, no comprende el castellano, después de la homilía, un traductor tradujo la homilía al idioma k'anob'al.

Por la tarde del Domingo de Ramos, el obispo llegó hasta la sede de la parroquia de la Glorificación de Santa María en el centro de Santa Cruz Barillas, para presidir la Eucaristía.

El Padre José Armando Hernández, quien, junto al padre Hugo Patzán trabaja pastoralmente en la parroquia concelebró con el obispo.

Previamente el padre había presidido la bendición de los ramos y el cortejo procesión hasta el ingreso del templo parroquial.

Más de 1500 hermanos participaron en la celebración de la Eucaristía. Todos estaban llenos de entusiasmo y dispuestos a prepararse para conmemorar los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor.

Durante la celebración, un buen númro de hermanos, cuidadosamente entrenados, recibió la confirmación y el envío misionero, en una ceremonia llena de significado.

También se celebró la institución de dos ministros de la comunión, para servicio de una nueva comunidad que se ha fundado en parte del Ixcán de Barillas.

Los nuevos ministros, junto a algunos de los ministros locales, hicieron la presentación de las ofrendas, como puede observarse en la foto de la izquierda.

El lunes 2 de abril por la mañana, se celebró el decanato del norte de Huehuetenanto en la sede parroquial de Santa Cruz Barillas.

Asistió una gran cantidad de hermanos de las diferentes comunidades. Fue particularmente notable la numerosa participación de hermanos de San Mateo Ixtatán. Estos presentaron durante la celebración del Decanato la solicitud de ser erigidos en Parroquia Católica Renovada.

Después de que los líderes de los diferentes sectores en que están organizadas las diferentes parroquias hicieron la presentación de una breve relación, tocó el turno a los tres presbíteros que trabajan en el área.

La presentación de los presbíteros inició con la que hiciera el padre José Armando Hernández.

Por último hizo la presentación el Padre Marcos Caicedo, Párroco de la Epifanía y, en lo futuro también de San Mateo.

El Padre Marcos explicó el proceso que se siguió en San Mateo para llegar hasta solicitar la creación de la Parroquia. Como respuesta a la solicitud y a las explicaciones que se dieron, se determió que la creación de la Parroquia de San Mateo se realizará el 4 de agosto.

El lunes 2 por la tarde, el obispo visitó la comunidad de Victoria Amelco. Con ocasión de la visita del obispo, el ministro de la comunión de la comunidad organizó, por primera vez, un grupo de lectores y de acólitos que, en el futuro seguirán ayudando en las celebraciones. En la foto, el obispo junto al ministro y a los lectores y acólitos.

Durante la celebración se realizó la iniciación cristiana de varios niños. Esta comenzó con la celebración del bautismo, luego de la crismación y finalmente de la comunión, como puede observarse en la foto de la izquierda.

También con ocasión de la visita. 6 niños hiciero su primera confesión y la comunión solemne.

El martes 3 por la mañana, el obispo llegó hasta la comunidad Nueva Jerusalén en San Mateo Ixtatán. Esta comunidad, de origen carismático pero que luego había pasado al protestantismo, se convirtió el año pasado, para ingresar en su totalidad a la iglesia, incluyendo el templo en el que se reúnen.

Con ocasión de la visita del obispo, tres parejas contrajeron matrimonio. Una de ellas, después de muchos años de sufrimiento y de haber pasado a través del proceso de discernimiento jurídico-pastoral, pudo alcanzar la regularización de su situación.

Era evidente el gozo y el compromiso que cada una de las parejas estaba experimentando, al poder dar estabilidad sacramental a su matrimonio.

La celebración, que comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación, contó con la participación de numerosos feligreses a la comunión.

A la izquierda, el hermano líder de la comunidad, se acerca a recibir la comunión.

El martes 2 por la tarde, el obispo llegó al centro de San Rafael la Independencia, para presidir la celebración Eucarística con la comunidad de Jolomcú.

Esta comunidad ha experimentado un notable crecimiento.

De acuerdo a las informaciones del párroco, el adre Luís Felipe Corimanya, hay un promedio de unos 500 hermanos que participa en las misas dominicales.

Como preparaciona la Pascua, la celebración comenzó con la administración del Sacramento de la Reconciliación a cada uno de los hermanos que se sintieron llamados a hacer la confesión de sus pecados y a recibir la absolución.

El miércoles 4 por la mañana, se celebró el decanato del centro de Huhuetenango en la iglesia San Miguelito de Santa Eulalia.

Participaron representantes de las cuatro parroquias que están incluidas en este decanato, así como los cuatro prebíteros que trabajan en las mismas.

Cada uno de los representantes de las parroquias o centros pastorales hizo la exposición de la situación en sus respectivas parroquias.

Por la relación hecha se pudo comprobar el sostenido crecimiento que se está experimentando en toda el área.

Los presbíteros que trabajan pastoralmente en el área son: Fredi Mux en Santa Eulalia, Felipe Corimanya en la Parrouia de los Santos Arcángeles, Bernabé Mateo en la Parroquia de San José y Orlando López, en la de Guadalupe, Soloma.

Los presbíteros también manifestaron su satisfacción acerca de la marcha que se está teniendo en los diferentes lugares.

Al finl de las presentaciones, el obispo inició con el tiempo de comentario y formación.

El tema que abordó fue: La iglesia que Cristo fundó, algunos equivocos acerca de su concepción. La formación inició con la explicación del sentido original del texto de Mt 16,18.

Por la tarde del día 4, el obispo se reunió con el consejo Parroquial de la parroquia católica renovada de Santa Eulialia.

La razón de la reunión fue tratar de buscar solución a algunas desveniencias suridas entre una de las comunidades y el consejo parroquial.

Después de estar diaogando durante buen tiempo y de que cada una de las partes expusiera su postura, se llegó al consenso de que las divergencias pueden ser resueltas en diálogos abiertos entre los líderes de la comunidad y el consejo parroquial, dado que se trata de divergencias que, de por sí, no son profundas.

El miércoes 4 por la tarde, el obispo presidió la celebración de la Eucaristía con la comunidad de Belén, Santa Eulalia.

Los hermanos habían preparado la visita con esmero. Se había elaborado una hermosa alfombra y un grupo grande de niños hizo su primera reconciliación y la comunión solemne.

Con el obispo concelebraron el párroco local, padre Fredi Mux y el párroco de la parroquia de San José, padre Bernabé Mateo.

A la izquierda: momento en que se da la absolución a quienes harían su comunión solemne.

El momento de la comunión fue particularmente solemne y emotivo. Los niños eran conscientes de la trascendencia del sacramento y de cómo eso les implica activamente a dar testimonio de la presencia viva de Cristo.

Al final, los niños pidieron al obispo que posara junto a ellos, para conservar un recuerdo de este día tan especial.

El miércoles 4 por la noche, el obispo llegó, por primera vez, a la comunidad San Carlos de San Juan Ixcoy, Huehuetenango.

Se trata de una nueva comunidad, formada por pocas familias, pero llena de entusiasmo de trabajar para formar una comunidad estable.

Los hermanos de Soloma son los que han tenido a su cargo la formación y acompañamiento de esta comunidad.

A la celebración llegó más de un hermano de otras comunidades lejanas que están dispuestas también a incorporarse a la iglesia, para responder a la llamada que el Señor les está haciendo.

Durante la homilía el obispo subrayó cuáles son las características de la Iglesias y cómo es importante que se descubra y asuma la gran bendición que implica el haber sido elegidos para vivir nuevamente la iglesia como Cristo la fundó.

El jueves 5 de abril, jueves santo, la actividad de Monseñor Eduardo comenzó en el centro de Nebaj, con la celebración del Decanato que abarca las comunidades de los municipios de Nebaj y de San Juan Cotzal.

La participación de los hermanos fue numerosa y todos manifestaron el compromiso que han asumido para trabajar por la organización y crecimiento de sus comunidades.

Como de costumbre, la reunión comenzó con la presentación de la situación de las comunidades, que hicieron los diferentes representantes.

A la derecha, el hermano Cayetano, representante de la comunidad de Salquilito, informando acerca de su comunidad.

Durante la intervención del obispo, se continuó con la formación sobre el tema: la misión que Jesús confió a los apóstoles.

El obispo tambien presentó al hermano Amílcar, quien trabajara como misionero en el área, tratando a animar la formación de nuevas comunidades y de acompañar el crecimiento de las ya existentes.

El jueves 5 por la tarde, el obispo llegó a la comunidad de Uchuch, Nebaj, para la celebración de la Eucaristía, dentro de la cual, además se celebró una boda.

Durante la homilía el obispo subrayó el sentido litúrgico que tiene el jueves santo.

A la luz de la palabra de Dios, el obispo recordó a los contrayentes la gracia que, a través del sacramento recibirían, para poder hacer de su hogar una genuina presencia de la Iglesia, amándose como Jesús ama a la Iglesia.

También se celebró la institución de una ministro de la comunión para servicio de la comunidad local.

El padre Marco Tulio, encargado pastoral de Nebaj, fue el encargado de hacer la presentación de la canddiata a ministro.

El jueves por tarde, el obispo presidió la celebración eucarística con la comunidad de Salquilito, en el centro de Nebaj.

Durante la homilía, a la luz de la lectura del Evangelio de Juan sobre el lavatorio de los pies, el obispo indicó que éste símbolo indicaba el lavatorio que Jesús hace de nuestros pecados, a través de su sangre derramada en la cruz e insitió en que seguir el mandato del Señor implica el compromiso en llevar el Evangelio a los que aún no lo conocen, para que sean purificados con la misma sangre de Cristo y regenerados a una nueva vida.

Durante la celebración una pareja de ancianos que, durante muchos años había convivido en una unión de hecho, celebró su boda y una hermana fue confirmada.

También a la luz de la fieta del amor de Cristo, el obispo animo a los esposos a renovar su compromiso de amor, amándose con un amor semejante al de Cristo, que dio la vida por nosotros.

El viernes santo, 6 de abril, el obispo comenzó la actividad pastoral en la comunidad de Ilom, en Chajul, en donde se celebró el Decanato de los centros pastorales de la Parroquia de Los Mártires de Chajul.

Hubo presencia de muchos hermanos, los cuales informaron del crecimiento que seha ado en las comunidades en los últimos meses.

La hermana Maribel, representante de la comunidad de Covadonga, a la derecha, mientras informa del ingreso de tres nuevas familias a la comunidad local, a pesar de que no cuentan con un templo y de que, el propietario de la finca, se opone a permitir la construcción de un templo. Esto ha llevado a que los hermanos se estén planteando la posibilidad de conseguir un área en las afueras de esa finca, para poder acoger a la creciente comunidad.

El hermano representante de Sajsibán, a donde el obispo llegaría por la tarde, para bendecir el templo, compartió la experiencia de haber construido el templo con los solo fondos locales, sin contar con la ayuda ni de la iglesia central ni de otra institución.

El obispo en respuesta enfatizó que nuestra situación es similar a la de los primeros cristianos: no tenemos ni oro ni plata para repartir, pero lo que tenemos, eso es lo que damos. En el nombre de Jesús, a las comunidades que están paralizadas se les ofrecen los medios para que se levanten y proclamen el Evangelio.

El viernes por la tarde, el obispo llegó hasta la comunidad de Sajsibán. Éste, aunque territorialmente hace parte de Nebaj, eclesialmente es parte de la parroquia de Chajul.

Hasta la comunidad, ubicada en la cima de una empinada montaña, se accede a través de una carretera rústica.

Los hermanos, que apenas se convirtieron a la Iglesia hace un par de años, han logrado construir en un lugar muy hermoso, un templo espacioso y bien terminado.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación.

La presencia de los fieles era muy numerosa, a pesar de que aún no habían llegado los representantes de las comunidades vecinas que llegarían hasta la vigilia que se celebraría más tarde.

Durante la homilía, centradas en torno a las lecturas del día y específicamente, de la pasión según San Juan, el obispo habló de la dimensión sacramental de la Iglesia y del papel fundamental que se le debe reconocer a la Virgen María dentro de la Iglesia, como fruto de la voluntad explícita de Cristo.

Terminada la homilía, se llevó a cabo la bendición del templo.

A la izquierda, el obispo mientras rocía el exterior de la iglesia, después de haberlo hecho en el interior. El obispo está acompañado por el Padre Marco Tulio Calderón, párroco local.

Durante la presentación de los dones, participaron los seminaristas José Alfredo Hernández, quien acompañaba al obispo y Robinson Cumes, quien hacía pastoral en el área.

El viernes santo 6 de abril, el obispo presidió la celebración conmemorando los treinta años del martirio de los Bienaventurados Mártires de Chel, Chajul, con los hermanos de la comunidad de Chel.

La celebración estuvo llena de emotividad, pues los hermanos reconocen en estos hermanos mártires, precisamente las semillas de la actual comunidad, así como del dinamismo misionero del que están llenos los hermanos.

El obispo hizo una relación entre la sangre derramada por Cristo y la sangre que, por Cristo y junto a la suya derramaron los 85 hermanos martirizados en Chel.

Un poco antes de la celebración, los hermanos de la comunidad habían compartido con el obispo la alegría de que siete familias están pasando por el proceso catecumenal, para ingresar como miembros de la Iglesia.

El sábado siente por la mañana, se celebró el decanado de Cunén y Sacapulas en Cunén, el Quché.

Fue muy nutrida la participación de hermanos a la reunión.

Los hermanos compartieron los logros que se han tenido.

A la derecha el hermano representante de la comunidad de Trigales informa del ingreso de unas 10 familias durante los últimos doce meses.

Las demás comunidades, aúnque no han experimentado un crecimiento tan fuerte, han estdo también en constante crecimiento y, sobre todo se han comprometido a organizarse mejor.

El Padre Bernabé Mateo, quien también es encargado pastoral de esta zona, hizo una relación de la situación en los últimos meses, señalando, junto a las fortalezas, también las debilidades que ha notado que se dan en las comunidades.

El obispo durante la formación animó a los hermanos a comprometerse incondicionalmente a hacer presente, con todas sus características, la iglesia que nació el día de Pentecostés, a lo que los hermanos respondieron con su disponibilidad a renovar este compromiso.

El sábado por la tarde, el obispo celebró la primera Eucaristía de Resurrección, con la counidad de San José-Laguna Seca de Cunén.

Se trata de una comunidad no muy grande, pero que tiene mucho entusiasmo y que manifestó su disponibilidad a comprometerse en la evangelización y a tratar de construir un templo para que puede realizar todas las actividades que le son propias.

La animación musical de la liturgia la tuvieron a su cargo representantes de la Comunidad de Santa Clara.

Después de la celebración, con sencillez, pero con el profundo afecto de los hermanos, el obispo compartió la comida con la familia en donde se encuentra ubicada la pequeña casa de oración.

Al caer de la tardel del sábado, el obispo llegó por primera vez a la comunidad de Chuatzeté en Sacapulas. Es una comunidad recién formada, que tiene pocas familias, pero llenas de entusiasmo para organizarse como auténtica comunidad católica renovada.

La celebración de la Pascua fue solemnizada, administrando la Iniciación Cristiana a un niño, hijo de una de las familias, miembros de la comunidad.

Como es habitual en la Iglesia, la iniciación cristina culminó con la administración de la Sagrada Comunión al neófito.

El domingo de Pascua, 8 de abril, el obispo celebró la Eucaristía con el personal encargado del centro de formación de Huehuetenango.

Los hermanos participaron con gran devoción y gratitud, especialmente los padres del hermano Carlos Muj, quienes debido a su edad y quebrantos de salud, están imposibilidades de acudir a la Santa Misa.

El domingo 8 por la tarde, se celebró una eucaristía muy hermosa en la parroquia de la Santísima Trinidad en Uspantán, el Quiché.

Durante la celebración un numeroso grupo de jóvenes y señoritas, recibió la confirmación de la efusión del Espíritu Santo.

Todos los hermanos habían sido cuidadosamente preparados por el párroco, padre Denis Obando y, provio a la ceremonia, como gesto de compromiso, firmaron un documento en el que se comprometían a trabajar en la acción misionera como lo hicieron los apóstoles.

La celebración contó con la participación de muchísimo hermanos, representantes de la diferentes comunidades.

Durante la celebración se dio la bienvenida a varias familias nuevas que se han incorporado a la iglesia y se anunció que una comunidad completa, formada por 22 familias, había optado por convertirse e incorporarse a la Iglesia, lo cual será celebrado cuando termine el proceso de preparación.

Cada uno de los hermanos que fue confirmado, a través de la santa unción, manifestó su disponibilidad a vivir y a trabajar como lo hicieron los apóstoles.

Después de la comunión, todos los confirmados se acercaron al cirio pascual, que había sido bendecido en la vigilia pascual, para encender las velas que simbolizaban el envío misionero.

Al final de la celebración, se celebró la juramentación del nuevo Consejo Parroquial, el cual durará en su cargo durante dos años.

Todos los miembros del nuevo consejo también optaron por encender una vela en el cirio pascual, para simbolizar que el ministerio que reciben se realizará como testimonio de que Cristo ha resucitado y como compromiso en llevar el Evangelio a todas las personas.

El 8 por la noche, se celebró la reunión de Decanato con los hemanos de Uspantán, la Zona Reyna y Chamá Grande.

Los representantes de las comunidades, al igual que el seminarista que hace pastoral en la Parroquia , José Manuel Castro y el Padre Denis, hicieron una relación de la forma en que está marchando el trabajo pastoral.

El balance fue muy positivo y se pudo notar que, después de la tremenda crisis que pasó la parroquia hace dos años, actualmente se ha logrado superar gran parte de los problemas y se está en claro crecimiento.

Durnte el tiempo de formación, el obispo siguió explicando el sentido de varios textos bíblicos que se refieren a la identidad y sentido de la iglesia.

Todos los participantes, al final de la reunión, renovaron el compromiso de seguir trabajando en la organización y crecimiento de sus comunidades, así como en la fundación de nuevas comunidades, a través de la acción misionera.

El lunes 9 por la mañana, el obispo, acompañado por el padre Denis Obvando y el seminarista José Alfredo Hernández, viajó hasta la orilla del río Chixoy, en la Zona Reyna, para llegar a la comunidad de Chamá Grande, Cobán, Alta Verapaz, en donde se crearía una nueva parroquia.

Apenas llegado a Chamá Grande, el obispo se reunió con el futuro Consejo Pastoral, para explicarle con detenimiento todas las implicaciones que tiene el ser creado como Parroquia, tanto en lo que se refiere a la pertenencia a la Iglesia, como a todos los registros que se deben tener, para garantizar la estabilidad y ofrecer un servicio efectivo a los feligreses.

El obispo indicó que, como parroquia, se tiene el compromiso de organizar todos los servicios de formación, de administración de sacramentos y de misión que deben caracterizar a la Iglesia. Además, se tienen que evitar todas las formas equívocas de acción que puedan confundir al pueblo de Dios.

Dado que varios hermanos no tienen una comprensión total del idioma castellano, el hermano Baldomero de Cobán y quien fuera el que originalmente organizó la comunidad, hizo una traducción de cuanto había dicho el obispo, antes de que los hermanos asumieran el compromiso de cumplir todo lo que e había dicho, para poder proceder luego a la celebración de la Eucaristía y a la creación de la parroquia.

Más de 1200 hermanos, provenientes de las diferentes comunidades que formarían la parroquia, habían llegado hasta Chamá Grande para la celebración de la Eucaristía.

Algunos de los presentes, habían tenido que caminar hasta 4 horas para poder llegar. Son las enormes distancias que le toca recorrer al Padre Denis cada mes, cuando va a visitar la comunidades.

Después de la homilía y de que toda la Asamblea ratificara la aceptación de los compromisos propios de una parroquia, el obispo procedió a leer el decreto de creació de la Parroquia Católica Renovada "La Natividad del Señor", con sede en Chamá Grande, Cobán, pero contando también con comunidades de la Zona Reyna, ubicadas a la ribera del río Chixoy.

Después de la lectura, el obispo entregó una copia del decreto de fundación al Hermano Antonio, presidente del Consejo Parroquial y otra al Padre Denis, párroco de la nueva parroquia.

Seguidamente se procedió a la entrega de los libros de Registro de Bautismo, Confirmación y Matrimonio. Desde que estas comunidades fueron constituidas en Centro Pastoral, se les había autorizado el uso provisional de hojas de registro de sacramentos, las cuales ahora deberán ser pasadas a los libros definitivos que fueron consigados con ocasión de la creación de la parroquia.

Seguidamente, se instituyó a ministros de la comunión para las comunidades que aún no contaban con ellos, de tal forma que, cuando el presbítero no puede celebrar la Eucaristía, se pueda tener la presencia del Santísimo Sacramento y participar en la comunión.

Los nuevos ministros fueron los encargados de presentar las ofrendas que luego serían consagradas dentro de la celebración eucarístic.

Terminadas las ceremonias de creación de la parroquia, el obispo concluyó la misión que había iniciado el jueves antes de la Semana Santa, con la celebración de la Misa Crismal.

A la izquierda: el obispo, junto al Padre Denis Obando, atravesando el río Chixoy, para llegar hasta el lugar en donde había quedado el vehículo.

El sábado 14 de abril por la tarde, el obispo, participó, como es habitual, en la transmisión radial que, desde Los Ángeles, California, se hace a través de Radio Nueva Vida, Nucá.

El encargado del programa, hermano Ronaldo Velásquez, junto a la hermana Ana, auxiliar de la trnasmisión, mientras participan en la transmisión.

El obispo abordó como tema: el sentido actual de la resurrección de Cristo.

Además le fueron hechas diferentes preguntas acerca de la forma como se organiza la Iglesia en Los Ángeles.

Sobre la resurrección, Monseñor Eduardo explicó que, a través de la vida sacramental, tenemos la posibilidad de acceder a la experiencia de Cristo resucitado con la misma realidad y fuerza que accedieron los apóstoles.

Sobre la organización pastoral, se habló acerca de las características de la Parroquia Católica Renovada de San Miguel Arcángel, que tiene su sede en 227 Jefferson Blvd. Los Ángeles.

Por la tarde se tuvo una celebración muy hermosa en la sede de la Parroquia de San Miguel Arcángel. En esa ocasión y, por primera vez, después de varios años, se celebró la iniciación cristiana de dos niños, fueron confirmados dos hermanos e hicieron su comunión solemne dos niños.

La celebraciónomenzó con la dministración del sacramento de la reconciliación a un pueblo numeroso que, lleno de gozo, celebraba al resurrección del Señor.

Los niños Bryan y Lydia Ana, fueron los iniciados a la vida cristiana.

Los padres de Bryan son originarios de Santa Cruz Barillas y los de Lydia Ana de Patalcal, San Mateo Ixtatán.

La iniciación cristiana comenzo con la administracion del bautismo, luego con la crismación y, finalmente, como puede observarse en la foto de la derecha, con la administración de la comunión.

Agustín y María fueron los niños que hiceron su primera confesión y la comunión solemne.

Eugenio Tomás y Candelario fueron confirmados. A la derecha: después de la comunión, ambos hacen compromiso de ser misioneros como los apóstole y reciben el cirio encendido, como símbolo de la misión que han recibido.

Por la noche el día 14, el obispo visitó la comunidad Restauración en el Espíritu Santo, ubicada en la tercera calle de Los Ángeles.

Los hermanos recibieron con gran alegría al obispo y la celebración comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación.

Durante la homilía el obispo subrayó el carácter actual que tiene la resurrección de Cristo, tomando como punto de referencia la lectura de la primera Carta de Juan, en la que se habla del testimonio que dan el agua, la sangre y el Espíritu Santo.

Al final de la celebración fueron bendecidos los hijos de dos familias, miembros de la comunidad que han nacido recientemente.

Con la asistencia de unos 28 hermanos, se realizó el domingo 15 la formación en el DEPARTAMENTO DE TEOLOGÍA Y FORMACIÓN MINISTERIAL PARA EL PUEBLO DE DIOS, en la sede de la parroquia de Los Ángeles.

En esa ocasión se inició con dos nuevos cursos: La Pneumatología y la Teolgía Pastoral.

Como conclusión de la primera formación se asumió el compromiso de tratar de que la formación teórica sirva para cuestionar también la organización que se tiene en la comunidad.

Al final de la formación los hermanos plantearon al obispo una serie de cuestiones acerca de los mecanismos para que la parroquia sea organizada en forma más funcional y pueda responder eficazmente a las expectativas y necesidades de los hermanos.

El 15 por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la celebración Eucarística con los alumnos del DETYM.

A la luz de las lecturas de la liturgia del día, el obispo invitó a los hermanos a abrirse a tener una experiencia eficaz de que Cristo ha resucitado, en sus propias vidas, especialmente a través de la vida sacramental, de tal forma que se pueda llegar a hacer realidad el "sentir común" que caracterizó a los primeros cristianos.

La celebración fue animada musicalmente por el ministerio del Hermano Ronaldo Velásquez, quien está en proceso de comprometerse activamente en el fortalecimiento de la Parroquia.

El miércoles 18, Monseñor Eduardo llegó a Comalapa para tener una nueva sesión de formación para la Gran Misión que se realizará en esa parroquia, a partir del día de Pentecostés.

El Padre Francisco Simón, co-párroco de la Catedral, tuvo a su cargo la oración inicial y la traducción al idioma k'akchiquel de las ideas fundamentales que dio el obispo, para asegurar que todos tuvieran una comprension correcta. Se notó el entusiasmo de los más ancianos, que no entienden el español, de que se les explicaran los conceptos en su propio idioma.

El objetivo de la reunión fue responder a preguntas y clarificar dudas que se tenían sobre los temas tercero y cuarto de la formación.

La formación se centró, particularmente, en torno a la explicación del texto de Mt. 16,18, desde la perspectiva patrística, de tal forma que los hermanos tengan seguros los fundamentos de la Iglesia que Cristo fundó y puedan dar testimonio de lo mismo.

El entusiasmo y la expectativa fueron notorios.

Al final de la sesión, hubo 9 hermanos más que se incorporaron como misioneros, llegando con eso el número a 124.

Se fijó también la ruta de trabajo que se seguirá. La próxima actividad será el retiro de profundización y envío misionero, que tendrá lugar el sábado 26 de mayo.

El día 25 el obispo tendrá un encuentro con las comunidades de la Renovación Carismática de la Parroquia y el día de Pentecostés, 27 de mayo, presidirá una Asamblea Juvenil también en Comalapa. El objetivo principal es animar a que todas la fuerzas vivas de la parroquia se involucren activamente en la acción misionera.

El viernes 20 por la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Chuitzanchaj. El fin de semana anterior ellos habían celebrado su aniversario, pero el obispo no pudo llegar para celebrar la Eucaristía, por lo que lo representó el Padre Juan Moisés Mendoza.

En esta ocasión vio el fervor y entusiasmo de los hermanos.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en la actualidad que tiene el misterio de la Resurrección de Cristo e invitó a los hermanos a abrirse para reconocer la presencia de Cristo resucitado, particularmente en la Fracción del pan.

La celebración inició con la administración del sacramento de la Reconciliación. Eso permitió que la gran mayoría de los fieles presentes pudieran recibir la sagrada comunión.

Hacia el caer de la tarde del día 20, el obispo llegó hasta la comunidad de Pajomel, en Santa Cruz la Laguna, Sololá, para hacer la visita mensual.

La visita del obispo inició con la administración del sacramento de la Reconciliación.

El obispo exhortó a los hermanos a que el tiempo de Pascua tiene que servir para prepararse a la misión de anunciar al Señor resucitado.

A la luz del Evangelio, les insistió en la urgencia de prepararse para dar testimonio del Señor.

La participación en la sagrada comunión fue muy numerosa.

Los hermanos por su parte se comprometieron a reflexionar acerca de las formas más adecuadas para realizar la misión evangelizadora.

El sábado 21 por la mañana Monseñor Eduardo llegó hasta la Aldea Xenaxicul, para iniciar su labor dando formación a los líderes de la Comunidad.

Todos habían salido a recibir al obispo, para acompañarle desde el lugar en que quedó el vehículo, hasta el templo en el que sería realizada inicialmente la formación.

Aunque la formación estaba originalmente pensada solamente para los servidores y líderes de Xenaxicul y Cancela, que son las dos comunidades establemente organizadas en Aguacatán, se contó también con la presencia de líderes de las comunidades Paraxtut y Puente Chuatuj de Sacapulas, El Quiché.

El tema que el obispo abordó giró en torno a "la Iglesia Católica que Cristo fundó, cuando envió el Espíritu Santo el día de Pentecostés" Los hermanos parecieron muy contentos de la formación, pues se les explicó el sentido original de textos en los que se explica la fundación de la Iglesia.

Terminada la formación, dio inicio la celebración del Aniversario de los hermanos de Xenaxicul.

Para tal ocasión se inició a la vida cristiana a ocho niños, se celebraron dos matrimonios y un grupo numeros de niños hizo su comunión solemne.

La ceremonia del bautismo fue particularmente significativa, porque a los hermanos se les había instruido cuidadosamente de cuál es el sentido y alcances del Bautismo.

Terminado el rito de bautismo y crismación, comenzó la celebración de los matrimonios. Ambas parejas ya habían formado anteriormente una familia, sin embargo, al recibir el sacramento, asumieron el compromiso de renovar su vida familiar en todos los niveles.

La distribución de la comunión comenzó administrándola a los 8 niños que habían sido iniciados a la vida cristiana. Luego a los que hacían la comunión solemne, a los esposos y luego a todo el pueblo de Dios.

El numero de participantes en la comunión fue muy numeroso.

El domingo 22 por la mañana el obispo llegó hasta la Comunidad Arenales en San Gaspar Ixchil, huehuetenango.

La razón principal de la visita fue la de bendecer el nuevo templo que los hermanos han construido con innmumerables sacrificios.

Con ocasión de la llegada del obispo también se administró la iniciación cristiana a 14 niños.

También fueron confirmados y recibieron el envío misionero dos hermanos.

Terminado el rito de Bautismo y Crismación, comenzó la bendición del nuevo templo de la comunidad.

En la foto de la derecha, todos los hermanos oran, mientras el obispo hace las oraciones rituales de bendición.

Al momento de la comunión, los niños que estaban siendo iniciados en la vida cristiana, fueron los primeros en recibirla. A la izquierda, la recibe el niño Jairo. Él es el segundo hijo de una familia que recientemente se convirtió e ingresó a la Iglesia, habiendo bautizado además de Jairo a Edgar, a Migdalia y a Mariela.

La ceremonia comenzó con la administración de la Reconciliación. Eso permitió que unos dos cientos hermanos se acercaran luego a participar en la comunión.

El domingo 22 por la tarde, el obispo visitó la comunidad de Xolbé en Sololá. Con la celebración de la Eucaristía los hermanos terminaron la Asamblea regular que habían iniciado desde primeras horas de la tarde.

La visita comenzó con la administración de la Reconciliación. En la foto de la izquierda, los hermanos oran para dar gracias al Señor, después de que han recibido la Absolución.

A pesar de ser pequeña, la comunidad está bien organizada.

Cuentan con el ministerio de música, que ha aprendido bien los cantos propios de la misa y con un ministerio de lectores que, igualmente se preparan bien para proclamar adecuadamente las lecturas dentro de la Liturgia.

Con la participación en la comunión, los hermanos sintieron que culminaban su Asamblea y se preparaban para ir a dar testimonio de Cristo Resucitado en medio de los demás.

El viernes 27, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Tzununá, en el municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá, para celebrar la Eucaristía y la comunión solemne de cinco niños, miembros de la Comunidad.

La celebración comenzó con la administración del Sacramento de la Reconciliación. Para los niños que hicieron su comunión solemne fue ocasión también de acercarse por primera vez a la reconciliación.

Durante la homilía el obispo recordó a los hermanos que la celebración de la pascua implica el renovar el encuentro con Cristo resucitado y el prepararse para vivir y trabajar como lo hicieron los apóstoles después del día de Pentecostés.

Al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad de Jaibalito, ubicada en la orilla del Lago de Atitlán.

La celebración dio inicio con la administración del Sacramento de la Reconciliación a todos los que quisieron acudir.

Durante la homilía el obispo exhortó a los hermanos a que renovaran su compromiso misionero, debido a que la autenticidad de la renovación en la vida en el Espíritu se conoce por los frutos y la dimensión misionera es uno de los frutos que no pueden faltar en un católico renovado.

Los hermanos acudieron en gran número a participar en la comunión con el cuerpo y la sangre del Señor.

El sábado 28 por la mañana el obispo llegó hasta la comunidad de Quiajolá, en San Sebastián Huehuetenango, para dar la formación trimestral a los servidores de las diferentes comunidades de esta zona. Estaban presentes varios servidores de la mayoría de comunidades.

A partir del inicio de este año, con la formación dada por el obispo y con la presencia de un misionero que trabaja con ellos, se ha logrado que el letargo en el que estaba la gran mayoría de las comunidades de esta área, sea superado. Ahora los hermanos están mostrando gran entusiasmo y las comunidades se encuentran en claro crecimiento.

Durante la formación el obispo continúo con la explicación del sentido y características de la Iglesia que Cristo fundó, cuando envió el Espíritu Santo sobre los apóstoles el día de Pentecostés. Los hermanos se han mostrado muy receptivos y entusiastas con la formación.

El 28 por la tarde, Monseñor Eduardo celebró la Eucaristía con los hermanos de la comunidad de Quiajolá, que, indudablemente, es la mejor organizada y más numerosa del Municipio de San Sebastián Huehuetenango.

Con ocasión de la visita del obispo se preparó la celebración de matrimonios, la iniciación cristiana de varios niños y la confirmación y envío misionero de algunos jóvenes.

Uno de los matrimonios que se celebraron fue de una pareja recién convertida que, además, celebró la iniciación cristiana de sus niños.

Desde que nuestra Iglesia ha comenzado a administrar la Iniciación Cristiana a los que son bautizados, se ha mostrado gran alegría entre todos los fieles.

La comunión con el cuerpo y la sangre del Señor, administrada a los que son bautizados y crismados, ha significado algo muy especial en la vida de la Iglesia. Aunque algunas veces hay pequeños inconvenientes en cuanto a laorma de hacer la administración, en general se ha tratado de una experiencia sumamente positiva.

El 28 por la noche el obispo presidió la celebración de la Eucristía en el Centro de Formación de Huehuetenango, con los alumnos de primero y quinto año del DETYM. Fue una hermosa ocasion también de encontrarse con los alumnos por primera vez desde que inició este curso académico.

Durante la homilía, el obispo, a la luz de las lecturas, hizo énfasis en la importancia de formarse, para poder cumpli la misión de la Iglesia en forma adecuada.

Los hermanos participaron activamente en toda la celebración.

A la derecha, algunos de los ministros de la comunión presentes, ofrecen el pan que más tarde será consagrado.

Los profesores en el presente ciclo del DETYM, son los seminaristas José Alfredo Hernández y José Raúl López. Los dos han hecho un esfuerzo grande para tratar de que los hermanos vayan teniendo una formación adecuada y accesible.

El domingo 29 por la mañana, Monseñor Eduardo comenzó su actividad pastoral en la comunidad de Tziminas, en la parte más montañosa del municipio de San Sebastián Huehuetenango. Los hermanos estaan celebrando un aniversario más de la comunidad.

Con ocasión de la visita del obispo, habían preparado la iniciación cristiana de varios infantes de la comundad.

A la izquierda, el obispo administra la comunión a uno de los niños que estaba siendo iniciado en la vida cristiana a través del bautismo y la crismación.

Hacia el medio día, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Chejoj, también en San Sebastián Huehuetenango.

Era la primera visita del obispo a la comunidad que, recientemente ha logado construir la primera parte de su templo.

Los hermanos habían preparado la iniciación cristiana de varios niños, la confirmación y envío misionero de jóvenes, la comuión solemne de un grupo e incluso dos matrimonios.

Fueron siete los niños iniciados en la vida cristiana.

La confirmación y el envío misionero fue administrado a nueve jóvenes.

Dos parejas unieron sus vidas a través del sacramento del matrimonio. Ambas eran recién convertidas y con la recepción del sacramento, podrán ahora participar plenamente en la vida de la Iglesia.

La administración de la comunión marcó el culmen de la iniciación cristiana para los niños.

Por la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Sipal en San Sebastián Huehuetenango, para la celebración de la Eucaristía.

Esta comunidad es la más antigua del municipio, sin embargo, diversos problemas organizativos, la ha dejado estancada en varios aspectos.

Durante la homilía el obispo animó a todos los participantes a emprender nuevamente un camino de compromiso y de misión activa.