Lecturas de la Liturgia Diciembre 2008


30 de Noviembre: PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Is 63,16b-17.19b;64,2b-7/ Sal 79 / 1Cor 1,3-9/ Mc 13.33-37 Morado

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5. Oración Colecta

+ Oremos: Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos para reconocer la presencia de Cristo, con la práctica de las obras de misericordia para que, podamos participar constantemente de la vida nueva de su Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 63,16b-17.19b;64,2b-7

Lectura del libro del profeta Isaías
Tú, Señor, eres nuestro padre; desde siempre eres nuestro redentor.
¿Por qué, Señor, haces que nos desviemos de tus caminos, y endureces nuestros corazones para que no te respetemos?
Cambia ya, por amor a tus siervos y a las tribus que te pertenecen.
Entonces tus enemigos conocerían tu nombre y las naciones temblarían ante ti.
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, cuando bajaste, las montañas temblaron ante ti.
Jamás se ha escuchado ni se ha visto que haya otro dios fuera de ti que haga tales cosas en favor de los que en él confían.
Tú aceptas a quien hace el bien con alegría y se acuerda de hacer lo que tú quieres. Tú estás enojado porque hemos pecado; desde hace mucho te hemos ofendido.
Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio; todos hemos caído como hojas marchitas, y nuestros crímenes nos arrastran como el viento.
No hay nadie que te invoque ni se esfuerce por apoyarse en ti; por eso te ocultaste de nosotros y nos has abandonado por causa de nuestra maldad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 79

R. Señor, Dios nuestro, muéstranos tu favor y sálvanos.
– Pastor de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines, ¡escucha! ¡Despierta y ven a salvarnos con tu poder! R.
– Dios todopoderoso, regresa, por favor; mira atentamente desde el cielo y ten consideración de esta vid, de la vid que tú mismo plantaste, del retoño que tú mismo afirmaste. R.
– Ayuda al hombre que has escogido, al retoño de hombre que tú mismo afirmaste, y nunca más nos apartaremos de ti. ¡Danos vida, y solo a ti te invocaremos! R.

8. Segunda Lectura: 1Cor 1,3-9

Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios

Hermanos: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz.
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia que Dios ha derramado sobre ustedes por medio de Cristo Jesús. Pues por medio de él Dios les ha dado toda riqueza espiritual, así de palabra como de conocimiento, ya que el mensaje acerca de Cristo se estableció firmemente entre ustedes. De este modo no les falta ningún don de Dios mientras esperan el día en que aparezca nuestro Señor Jesucristo. Dios los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda reprocharles nada cuando nuestro Señor Jesucristo regrese. Dios siempre cumple sus promesas, y él es quien los llamó a vivir en unión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 13.33-37

† Lectura del Evangelio según san Marcos

Jesús dijo a sus discípulos: “Por lo tanto, manténganse ustedes despiertos y vigilantes, porque no saben cuándo llegará el momento. Deben hacer como en el caso de un hombre que, estando a punto de irse a otro país, encargó a sus criados que le cuidaran la casa. A cada cual le dejó un trabajo, y ordenó al portero que vigilara. Manténganse ustedes despiertos, porque no saben cuándo va a llegar el señor de la casa, si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana; no sea que venga de repente y los encuentre durmiendo. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Hermanos y hermanas invoquemos a Dios Padre, origen de todo bien, para que nos ayude a esperar en la fe la venida del Salvador. Todos respondemos: R. Ven, Señor, y escúchanos.
– Por la Iglesia, extendida en el mundo: para que viva en actitud constante de pobreza y de servicio. Roguemos al Señor. R.
– Por los que aún no han recibido la Buena Noticia: para que la solidaridad de las comunidades cristianas los disponga para acoger más fácilmente a Cristo Jesús, el Salvador. Roguemos al Señor. R.
– Por la justicia y la paz del mundo: que los egoísmos y los intereses cedan el paso a la fraternidad verdadera. Roguemos al Señor. R.
– Por todos nosotros, reunidos en esta asamblea: para que mantengamos una actitud de espera vigilante y serena ante la venida de Cristo Jesús. Roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Que tu Santo Espíritu, Señor, venga en ayuda de nuestra debilidad, y que nuestro compromiso evangélico ayude a que crezcan los cielos nuevos y la tierra nueva que Cristo ya ha hecho germinar. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión

+ Por nuestra participación en esta Eucaristía, enséñanos, Señor, a no poner nuestro corazón en las cosas pasajeras, sino en los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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1 de Diciembre: LUNES – 1ª SEMANA DE ADVIENTO

Is 2, 1-5 / Sal 121 / Mt 8, 5-11                                                             Morado

6. Primera Lectura: Is 2, 1-5

Lectura del libro del profeta Isaías

Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:
En los últimos tiempos quedará afirmado el monte donde se halla el templo del Señor. Será el monte más alto, más alto que cualquier otro monte. Todas las naciones vendrán a él; pueblos numerosos llegarán, diciendo: “Vengan, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y podamos andar por sus senderos.”
Porque de Sión saldrá la enseñanza del Señor, de Jerusalén vendrá su palabra.
El Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra.
¡Vamos, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 121

R. ¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”!.
¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”! Jerusalén, ¡ya estamos dentro de tus puertas! R.
Jerusalén, ciudad construida para que en ella se reúna la comunidad. A ella vienen las tribus del Señor R.
Y ahora, por mis hermanos y amigos diré: “Que haya paz en ti. Por el templo del Señor nuestro Dios, procuraré tu bien.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 8, 5-11

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, un capitán romano se le acercó para hacerle un ruego. Le dijo: —Señor, mi criado está en casa enfermo, paralizado y sufriendo terribles dolores.
Jesús le respondió: —Iré a sanarlo.
El capitán contestó: —Señor, yo no merezco que entres en mi casa; solamente da la orden, y mi criado quedará sano. Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando le digo a uno de ellos que vaya, va; cuando le digo a otro que venga, viene; y cuando mando a mi criado que haga algo, lo hace.

Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: —Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe como este hombre. Y les digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a comer con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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2 de Diciembre: MARTES – 1ª SEMANA DE ADVIENTO

Is 11, 1-10/Sal 71/ Lc 10, 21-24                                                         Morado

6. Primera Lectura: Is 11, 1-10

Lectura del libro del profeta Isaías

En aquel día, del tronco de Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces.
El espíritu del Señor estará continuamente sobre él, y le dará sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, conocimiento y temor del Señor.
Él no juzgará por la sola apariencia, ni dará su sentencia fundándose en rumores. Juzgará con justicia a los débiles y defenderá los derechos de los pobres del país. Sus palabras serán como una vara para castigar al violento, y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
Siempre irá revestido de justicia y verdad. Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora.
En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71

R. ¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado!

Para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 10, 21-24

† Lectura del Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer.”

Volviéndose a los discípulos, les dijo a ellos solos: “Dichosos quienes vean lo que ustedes están viendo; porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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3 de Diciembre: MIÉRCOLES – San Francisco Javier

Is 25, 6-10a / Sal 22 / Mt 15,29-37                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Is 25, 6-10a

Lectura del libro del profeta Isaías

En el monte Sión, el Señor todopoderoso preparará para todas las naciones un banquete con ricos manjares y vinos añejos, con deliciosas comidas y los más puros vinos.
En este monte destruirá el Señor el velo que cubría a todos los pueblos, el manto que envolvía a todas las naciones.
El Señor destruirá para siempre la muerte, secará las lágrimas de los ojos de todos y hará desaparecer en toda la tierra la deshonra de su pueblo. El Señor lo ha dicho.
En ese día se dirá: “Este es nuestro Dios, en él confiamos y él nos salvó. Alegrémonos, gocémonos, él nos ha salvado.” La mano del Señor protegerá al monte Sión. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22

R. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.

El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas R.
Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 15,29-37

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Jesús salió de allí y llegó a la orilla del Lago de Galilea; luego subió a un cerro y se sentó. Mucha gente se reunió donde él estaba. Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos, que pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó. De modo que la gente estaba admirada al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos podían ver. Y comenzaron a alabar al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: —Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. No quiero mandarlos sin comer a sus casas, porque pueden desmayarse por el camino.
Sus discípulos le dijeron: —Pero ¿cómo podremos encontrar comida para tanta gente, en un lugar como este, donde no vive nadie?
Jesús les preguntó: —¿Cuántos panes tienen ustedes?
—Siete, y unos pocos pescaditos —contestaron ellos.
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, y ellos los repartieron entre la gente.Todos comieron hasta quedar satisfechos, y aun llenaron siete canastas con los pedazos sobrantes. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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4 de Diciembre: JUEVES – 1ª SEMANA DE ADVIENTO

Is 26,1-6 / Sal117 / Mt 7, 21.24-27                                                     Morado

6. Primera Lectura: Is 26,1-6

Lectura del libro del profeta Isaías
En ese día se cantará este canto en la tierra de Judá:
“Tenemos una ciudad fuerte; para salvarnos, el Señor levantó murallas y fortificaciones. Abran las puertas para que pase una nación justa que se mantiene fiel. Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti. Confíen siempre en el Señor, porque él es refugio eterno. Él hace caer a los orgullosos, y humilla a la ciudad soberbia derribándola hasta el suelo, para que los humildes y los pobres la pisoteen con sus pies.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117

R. Bendito el que viene en nombre del Señor.

Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. R.
Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor confiar en el Señor que confiar en grandes hombres. R.
¡Abran las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias al Señor! Esta es la puerta del Señor, y por ella entrarán los que le son fieles. Te doy gracias, Señor, porque me has respondido y porque eres mi salvador. R.
Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 7, 21.24-27

† Lectura del Evangelio según san Mateo

Jesús dijo a sus discípulos: “No todos los que me dicen: ‘Señor, Señor’, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. “ Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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5 de Diciembre: VIERNES – 1ª SEMANA DE ADVIENTO
Is 29, 17-24 / Sal 26 / Mt 9, 27-31                                                       Morado

6. Primera Lectura: Is 29, 17-24

Lectura del libro del profeta Isaías

Esto dice el Señor: Dentro de poco tiempo el bosque se convertirá en campos de cultivo y los campos de cultivo parecerán un bosque.
En ese día los sordos podrán oír cuando alguien les lea, y los ciegos podrán ver, libres de oscuridad y de tinieblas.
Los humildes volverán a alegrarse en el Señor, los más pobres se gozarán en el Dios Santo de Israel.
Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal, esos que acusan de crímenes a otros, y ponen trampas al juez, y con engaños niegan justicia al inocente.
Por eso, el Señor, el Dios de Israel, el que rescató a Abraham, dice: “De ahora en adelante Jacob no sentirá vergüenza, ni su rostro se enrojecerá, porque cuando sus descendientes vean lo que he hecho en su pueblo, reconocerán mi santidad y me temerán a mí, el Dios Santo de Israel. Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios, y los murmuradores aceptarán las enseñanzas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26

R. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 27-31

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, al salir Jesús, dos ciegos lo siguieron, gritando: —¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
Cuando Jesús entró en la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: —¿Creen ustedes que puedo hacer esto?
—Sí, Señor —le contestaron.
Entonces Jesús les tocó los ojos, y les dijo: —Que se haga conforme a la fe que ustedes tienen.
Y recobraron la vista. Jesús les advirtió mucho: — Procuren que no lo sepa nadie.
Pero, apenas salieron, contaron por toda aquella región lo que Jesús había hecho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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6 de Diciembre: SÁBADO – San Nicolás de Bari
Is 30, 19-21.23-26 / Sal 146 /  Mt 9,35 – 10 1.6-8                             Blanco

6. Primera Lectura: Is 30, 19-21.23-26

Lectura del libro del profeta Isaías

Esto dice el Señor: Pueblo de Sión, que vives en Jerusalén: ya no llorarás más. El Señor tendrá compasión de ti al oír que gritas pidiendo ayuda, y apenas te oiga, te responderá. Y aunque el Señor te dé el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción, él, que es tu maestro, no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: “Por aquí es el camino, vayan por aquí.” El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y la tierra producirá trigo abundante y fértil. En ese día tu ganado tendrá lugar en abundancia para pastar. Hasta los bueyes y los burros que trabajan en tus campos tendrán para comer el mejor y más exquisito forraje. Cuando llegue el día de la gran matanza y caigan las fortalezas, habrá ríos y torrentes de agua en todas las altas montañas y en las colinas elevadas. El Señor curará y vendará las heridas de su pueblo. Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete soles juntos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 146

R. Dichosos los que esperan en el Señor.

¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios! ¡A él se le deben dulces alabanzas! El Señor reconstruye a Jerusalén y reúne a los dispersos de Israel. R.
Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas. Él determina el número de las estrellas, y a cada una le pone nombre. R.
Grande es nuestro Dios, y grande su poder; su inteligencia es infinita. El Señor levanta a los humildes, pero humilla por completo a los malvados. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9,35 – 10 1.6-8

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Les dijo: “Vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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7 de Diciembre: SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

Is 40,1-5.9-11 / Sal 84 / 2 Pe 3, 8-14 / Mc 1, 1-8                              Morado

5. Oración Colecta

+ Oremos: Que nuestras responsabilidades terrenas no nos impidan, Señor, reconocer la venida de tu Hijo, y que la sabiduría que viene de Ti, nos disponga a recibirlo y a participar de su propia vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 40,1-5.9-11

Lectura del libro del profeta Isaías

El Dios de ustedes dice: “Consuelen, consuelen a mi pueblo; hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados.”
Una voz grita: “Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril.
Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa.
Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho.”
Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia.
Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá:
“¡Aquí está el Dios de ustedes!”
Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado.
Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 84

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos al Salvador.

Escucharé lo que el Señor va a decir; pues va a hablar de paz a su pueblo, a los que le son fieles. En verdad, Dios está muy cerca, para salvar a los que le honran; su gloria vivirá en nuestra tierra. R.
El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo. R.
El Señor mismo traerá la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, y le preparará el camino. R.

8. Segunda Lectura: 2 Pe 3, 8-14

Lectura de la segunda carta del apóstol Pedro

Queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. 
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. 
Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno.
Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 1, 1-8

† Lectura del Evangelio según san Marcos

Principio de la buena noticia de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.
Está escrito en el libro del profeta Isaías: “Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: ‘Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto.’ ”
Y así se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volverse a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdonara sus pecados. Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán.
La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; y comía langostas y miel del monte. En su proclamación decía: “Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua; pero él los bautizará con el Espíritu Santo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Salgamos al encuentro del Señor que se acerca a nosotros con designios de paz, y presentémosle confiados nuestra plegaria: A cada petición respondemos: R. Ven, Señor, no tardes.
Para que la Iglesia viva alegre sin inquietarse por nada y, llena de esperanza, crea que el Señor está cerca de ella. Roguemos al Señor. R.
Para que nuestra comunidad, con la ayuda de Dios, goce de seguridad, de alegría y de paz. Roguemos al Señor. R.
Para que el Señor, con su venida, conforte los corazones abatidos y fortalezca las rodillas que se doblan. Roguemos al Señor. R.
Para que nuestra fe crea firmemente en los dones que Dios nos promete y, ayudados por la gracia divina, nos dispongamos a recibir los auxilios que él nos envía. Roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor Dios, grande en el amor, que llamas a los humildes al esplendor de tu Reino, escucha nuestra oración y endereza nuestro camino hacia ti; abaja los montes elevados de nuestra soberbia, para que celebremos con fe ardiente la venida de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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8 de Diciembre: LUNES – Purísima Concepción
Gn 3, 9-15.20 / Sal 97 / Ef 1,3-6. 11-12 / Lc 1, 26-38           Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios todopoderoso, que llenando de gracia a santa María, desde su concepción, preparaste una morada digna para tu Hijo y, en atención a los méritos de la muerte redentora de Cristo, la preservaste de pecado, concédenos, por su maternal intercesión, vivir en tu presencia sin pecar. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Gn 3, 9-15.20

Lectura del libro del Génesis
Después que Adán comió del árbol, Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó: — ¿Dónde estás?
El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Entonces Dios le preguntó: — ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
El hombre contestó: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: — ¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió: —La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente: —Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97

R. Cantemos al Señor un canto nuevo,   pues ha hecho maravillas.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

8. Segunda Lectura: Ef 1,3-6. 11-12

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
Hermanos: Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.
En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38

† Lectura del Evangelio según san Lucas

En aquel tiempo, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: —María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: — ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Oremos, hermanos y hermanas, al Señor, que en María ha empezado la obra de santificación de los seres humanos, y pidámosle que la haga crecer hasta el día de la manifestación de su Hijo, Jesucristo. Todos respondemos: R. Ven, Señor, no tardes.
Para que el Señor, conceda a todos los miembros de la Iglesia ser reflejo de la santidad de la Madre de Jesucristo, roguemos al Señor. R.
Para que el Espíritu Santo, que engendró en las entrañas de María al Verbo eterno del Padre, llene el mundo con su fuerza y haga nacer en todos el deseo vivo de la venida del Reino, roguemos al Señor. R.
Para que todos nosotros, como María, nos preparemos a recibir a Jesucristo y nos dispongamos a celebrar santamente las próximas fiestas de su nacimiento, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor Dios nuestro, que has hecho resplandecer la aurora de la salvación en la Purísima Concepción de santa María, escucha nuestra oración y haz fecunda la acción santificadora de la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 

+ Que el Cuerpo de tu Hijo que hemos recibido, nos ayude, Señor, a superar nuestra fragilidad, pues nos reconocemos pecadores y, que la intercesión de santa María, la llena de gracia, nos ayude a entregarnos incondicionalmente a tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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9 de Diciembre: MARTES – 2ª SEMANA DE ADVIENTO
Is 40, 1-11 / Sal 95 / Mt 18, 12-14                                                      Morado

6. Primera Lectura: Is 40, 1-11

Lectura del libro del profeta Isaías

El Dios de ustedes dice: “Consuelen, consuelen a mi pueblo; hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados.”
Una voz grita: “Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril.
Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa.
Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán.
El Señor mismo lo ha dicho.” Una voz dice: “Grita”, y yo pregunto: “¿Qué debo gritar?”
“Que todo hombre es como hierba, ¡tan firme como una flor del campo! La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas.
Ciertamente la gente es como hierba.
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre.”
Súbete, Sión, a la cumbre de un monte, levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia.
Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: “¡Aquí está el Dios de ustedes!”
Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado.
Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre; anuncien día tras día su salvación. R.
Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones, Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” él gobierna a los pueblos con igualdad. R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que griten de alegría los árboles del bosque R.
Delante del Señor, que viene! ¡Sí, él viene a gobernar la tierra,  y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 18, 12-14

† Lectura del Evangelio según san Mateo

Jesús dijo a sus discípulos: “¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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10 de Diciembre: MIÉRCOLES – 2ª SEMANA DE ADVIENTO
Is 40,25-31 / Sal 102 / Mt 11,28-30                                                    Morado

6. Primera Lectura: Is 40,25-31

Lectura d del libro del profeta Isaías
El Dios Santo pregunta: “¿Con quién me van a comparar ustedes? ¿Quién puede ser igual a mí?”
Levanten los ojos al cielo y miren: ¿Quién creó todo eso?
El que los distribuye uno por uno y a todos llama por su nombre.
Tan grande es su poder y su fuerza que ninguno de ellos falta.
Israel, pueblo de Jacob, ¿por qué te quejas? ¿Por qué dices: “El Señor no se da cuenta de mi situación; Dios no se interesa por mí”? ¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído?
El Señor, el Dios eterno, el creador del mundo entero, no se fatiga ni se cansa; su inteligencia es infinita.
Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor.
Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102

R. Bendice al Señor, alma mía.

Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura R.
El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11,28-30

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, tomó Jesús la palabra y dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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11 de Diciembre: JUEVES – 2ª SEMANA DE ADVIENTO
Is 41,13-20 / Sal 144 / Mt 11,11-15                                                    Morado

6. Primera Lectura: Is 41,13-20

Lectura del libro del profeta Isaías
Yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano; yo te he dicho: ‘No tengas miedo, yo te ayudo.’ ”
El Señor afirma: “Israel, pueblo de Jacob, por pequeño y débil que seas, no tengas miedo; yo te ayudo.
Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu redentor.
Haré de ti un instrumento de trillar, nuevo y con buenos dientes; trillarás los montes, los harás polvo, convertirás en paja las colinas.
Los aventarás y el viento se los llevará; el huracán los desparramará.
Entonces tú te alegrarás en el Señor, estarás orgulloso del Dios Santo de Israel.
“La gente pobre y sin recursos busca agua y no la encuentra.
Tienen la lengua reseca por la sed; pero yo, el Señor, los atenderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en los cerros desiertos y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en ciénagas, haré brotar arroyos en la tierra seca.
En el desierto plantaré cedros, acacias, arrayanes y olivos; en la tierra seca haré crecer pinos juntamente con abetos y cipreses, para que todo el mundo vea y sepa, y ponga atención y entienda que yo, el Señor, he hecho esto con mi poder, que yo, el Dios Santo de Israel, lo he creado.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144

R. El Señor es bueno para con todos.
Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey; bendeciré tu nombre por siempre. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
¡Que se haga saber a los hombres tu poder y el gran esplendor de tu reino! Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11,11-15

† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la gente: Les aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
“Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los que usan la fuerza pretenden acabar con él. Todos los profetas y la ley fueron solo un anuncio del reino, hasta que vino Juan; y, si ustedes quieren aceptar esto, Juan es el profeta Elías que había de venir. Los que tienen oídos, oigan. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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12 de Diciembre: VIERNES – Ntra. Señora de Guadalupe
Zac 2,14-17 / Sal 95 / Lc 1, 39-45                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Zac 2,14-17
Lectura del libro del profeta Zacarías
El Señor afirma: “¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!” Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.” Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre; anuncien día tras día su salvación. R.
Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones, porque el Señor es grande y muy digno de alabanza: ¡más terrible que todos los dioses! R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! R.
¡Que griten de alegría los árboles del bosque, delante del Señor, que viene! ¡Viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 39-45
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: —¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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13 de Diciembre: SÁBADO – 2ª SEMANA DE ADVIENTO
Eclo 48, 1-4.9-11 / Sal 79 / Mt 17, 10-13                                          Morado

6. Primera Lectura: Eclo 48, 1-4.9-11
Lectura del libro del Eclesiástico
Vino un profeta como un fuego, cuya palabra era como un horno ardiente. Él les quitó la provisión de pan y en su celo los redujo a un pequeño número.
Por orden de Dios hizo que no lloviera, y tres veces hizo que cayera fuego.
¡Qué terrible eras, Elías! ¡No hay nadie tan glorioso como tú!
Fuiste arrebatado al cielo en un torbellino, entre tropeles de fuego.
Está escrito que Dios te tiene reservado para el tiempo en que vuelvas para calmar la ira de Dios, antes de que venga el día del Señor, para hacer que padres e hijos se reconcilien, y para restablecer las tribus de Israel. ¡Dichoso el que te vea antes de morir, y más dichoso tú que vives todavía! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 79
R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, que guías a José como a un rebaño, ¡escucha! ¡Mira con buenos ojos a Efraín, Benjamín y Manasés! R.
Dios todopoderoso, regresa, por favor; mira atentamente desde el cielo y ten consideración de esta vid, de la vid que tú mismo plantaste, del retoño que tú mismo afirmaste. R.
Pero ayuda al hombre que has escogido, al retoño de hombre que tú mismo afirmaste, y nunca más nos apartaremos de ti. ¡Danos vida, y solo a ti te invocaremos! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 17, 10-13
† Lectura del Evangelio según san Mateo

Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: — ¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
Y Jesús contestó: —Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a sufrir a manos de ellos.
Entonces los discípulos se dieron cuenta de que Jesús les estaba hablando de Juan el Bautista. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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14 de Diciembre: TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
Is 61,1-2a.10-11 / Lc 1,46-54 / 1 Ts 5,16-24 / Jn 1,6-8.19-28      Morado

5. Oración Colecta

+ Oremos: Mira, Señor, a tu pueblo que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación con corazón nuevo e inmensa alegría. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 61,1-2a.10-11

Lectura del libro del profeta Isaías  

El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; a anunciar el año favorable del Señor,
¡Cómo me alegro en el Señor!
Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria!
Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas.
Porque así como nacen las plantas de la tierra y brotan los retoños en un jardín, así hará el Señor que brote su victoria y que todas las naciones entonen cantos de alabanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Lc 1,46-54

R. Mi espíritu alaba la grandeza del Señor.

Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. R.
Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. R.

8. Segunda Lectura: 1 Ts 5,16-24

Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Tesalonicenses

Hermanos: Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús.
No apaguen el fuego del Espíritu. No desprecien el don de profecía. Sométanlo todo a prueba y retengan lo bueno. Apártense de toda clase de mal.
Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y cumplirá todo esto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1,6-8.19-28

† Lectura del Evangelio según san Juan

Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él. Y él confesó claramente: —Yo no soy el Mesías.
Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?
Juan dijo: —No lo soy.
Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?
Contestó: —No.
Le dijeron: —¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?
Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías. Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan, le preguntaron:
—Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Juan les contestó: —Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.
Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Confortados por el anuncio de la venida del Señor oremos, hermanos y hermanas, mientras esperamos confiadamente nuestra total liberación:
A cada petición, respondemos: R. Escúchanos, Padre.
Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida y la gobierne con su asistencia, roguemos al Señor. R.
Para que con la protección divina nuestros tiempos sean tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor. R.
Para que el Señor cure los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen y libre al mundo del mal, roguemos al Señor. R.
Para que quienes ahora recordamos con piedad la primera venida del Señor en la carne, participemos también con gozo de su gloriosa manifestación, recibiendo el Espíritu Santo, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha nuestra oración Señor, y renuévanos con el fuego de tu Espíritu Santo; haz que, avanzando por el camino de tus mandatos, anunciemos a todos la alegre noticia de la venida de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Que esta comunión nos purifique, Señor, de toda mancha y nos prepare así a celebrar dignamente la Navidad ya próxima. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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15 de Diciembre: LUNES – 3ª SEMANA DE ADVIENTO
Nu 24,2-7.15-17a / Sal 24 / Mt 21,23-27                                           Morado

6. Primera Lectura: Nu 24,2-7.15-17a
Lectura del libro de los Números
Al ver Balaam a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios se apoderó de él; entonces Balaam pronunció esta profecía: “Mensaje de Balaam, hijo de Beor, hombre de mirada penetrante, que al caer en éxtasis ve con más claridad, que recibe mensajes y tiene visiones de parte del Dios todopoderoso.
¡Jacob, qué bellas son tus tiendas! ¡Qué bello, Israel, tu campamento!
Parecen largas filas de palmeras, jardines junto a un río, áloes plantados por el Señor ¡cedros a la orilla del agua!
Israel tendrá agua en abundancia para beber y regar sus sembrados.
Su rey dominará a Agag; su poder real será muy grande.
Entonces Balaam pronunció esta profecía: “Mensaje de Balaam, hijo de Beor, hombre de mirada penetrante: Que al caer en éxtasis ve con más claridad, que conoce lo que el Altísimo conoce, que recibe mensajes y tiene visiones de parte del Dios todopoderoso.
Veo algo en el futuro, diviso algo allá muy lejos: es una estrella que sale de Jacob, un rey que se levanta en Israel. Le aplastará la cabeza a Moab, aplastará a todos los descendientes de Set. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24

R. Señor, enséñanos tus caminos.

Muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. ¡En ti confío a todas horas! R.
Señor, acuérdate del amor y la ternura que siempre nos has manifestado. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.

10. Evangelio: Mt 21,23-27

† Lectura del Evangelio según san Mateo

En aquel tiempo, Jesús entró en el templo. Mientras estaba allí, enseñando, se le acercaron los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos, y le preguntaron: —¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio esta autoridad?
Jesús les contestó: —Yo también les voy a hacer una pregunta: ¿Quién envió a Juan a bautizar, Dios o los hombres? Si ustedes me responden, yo les diré con qué autoridad hago esto.
Comenzaron a discutir unos con otros: “Si respondemos que Dios lo envió, nos dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’ Y no podemos decir que fueron los hombres, porque tenemos miedo de la gente, ya que todos creen que Juan era un profeta.” Así que respondieron a Jesús: —No lo sabemos.

Entonces él les contestó: —Pues yo tampoco les digo con qué autoridad hago esto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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17 de Diciembre: MIÉRCOLES – 3ª SEMANA DE ADVIENTO
Gn 49,2.8-10/ Sal 71 / Mt 1, 1-17                                                       Morado

6. Primera Lectura: Gn 49,2.8-10
Lectura del libro del Génesis
“Acérquense para oír, hijos de Jacob, escuchen a su padre Israel.
“Judá, tus hermanos te alabarán. Tomarás por el cuello a tus enemigos, y tus propios hermanos te harán reverencias. ¡Tú, Judá, hijo mío!
Eres como un cachorro de león cuando deja de devorar a su víctima: se agacha, se echa en el suelo, como si fuera un león grande.
¿Y quién se atreverá a molestarlo? Nadie le quitará el poder a Judá ni el cetro que tiene en las manos, hasta que venga el dueño del cetro, a quien los pueblos obedecerán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71

R. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Ofrezcan las montañas y los cerros paz y rectitud al pueblo. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados! R.
¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir! ¡Que domine de mar a mar, del río Éufrates al último rincón del mundo! R.
¡Que el nombre del rey permanezca siempre; que su fama dure tanto como el sol! ¡Que todas las naciones del mundo reciban bendiciones por medio de él! ¡Que todas las naciones lo llamen feliz! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 1, 1-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Esta es una lista de los antepasados de Jesucristo, que fue descendiente de David y de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac, este lo fue de Jacob y este de Judá y sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zérah, y su madre fue Tamar. Fares fue padre de Hesrón y este de Aram. Aram fue padre de Aminadab, este lo fue de Nahasón y este de Salmón. Salmón fue padre de Booz, cuya madre fue Rahab. Booz fue padre de Obed, cuya madre fue Rut. Obed fue padre de Jesé, y Jesé fue padre del rey David.
El rey David fue padre de Salomón, cuya madre fue la que había sido esposa de Urías. Salomón fue padre de Roboam, este lo fue de Abías y este de Asá. Asá fue padre de Josafat, este lo fue de Joram y este de Ozías. Ozías fue padre de Jotam, este lo fue de Acaz y este de Ezequías. Ezequías fue padre de Manasés, este lo fue de Amón y este de Josías. Josías fue padre de Jeconías y de sus hermanos, en el tiempo en que los israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia.
Después de la cautividad, Jeconías fue padre de Salatiel y este de Zorobabel. Zorobabel fue padre de Abihud, este lo fue de Eliaquim y este de Azor. Azor fue padre de Sadoc, este lo fue de Aquim y este de Eliud. Eliud fue padre de Eleazar, este lo fue de Matán y este de Jacob. Jacob fue padre de José, el marido de María, y ella fue madre de Jesús, al que llamamos el Mesías.
De modo que hubo catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta la cautividad de los israelitas en Babilonia, y otras catorce desde la cautividad hasta el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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18 de Diciembre: JUEVES – 3ª SEMANA DE ADVIENTO
Jr 23, 5-8 / Sal 71 / Mt 1, 18-24                                                          Morado

6. Primera Lectura: Jr 23, 5-8

Lectura del libro de Jeremías
El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré que David tenga un descendiente legítimo, un rey que reine con sabiduría y que actúe con justicia y rectitud en el país.
Durante su reinado, Judá estará a salvo, y también Israel vivirá seguro.
Este es el nombre con que lo llamarán: ‘El Señor es nuestra victoria.’ ”
El Señor afirma: “Vendrán días en que ya no jurarán diciendo: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto’, sino que jurarán diciendo: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los descendientes de Israel, del país del norte y de todos los demás países por donde los había dispersado.’ Y vivirán en su propia tierra.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 71
R. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. R.
Pues él salvará al pobre que suplica y al necesitado que no tiene quien lo ayude. Tendrá compasión de los humildes y salvará la vida a los pobres. R.
Bendito sea Dios, Señor y Dios de Israel, el único que hace grandes cosas; bendito sea por siempre su glorioso nombre. ¡Que toda la tierra se llene de su gloria! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 1, 18-24
† Lectura del Evangelio según san Mateo
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por nombre Emmanuel” (que significa: “Dios con nosotros”).
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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19 VIERNES – 3ª SEMANA DE ADVIENTO
Jue 13, 2-7.24-25a / Sal 70 / Lc 1, 5-25                                            Morado

6. Primera Lectura: Jue 13, 2-7.24-25a
Lectura del libro de los Jueces
En Sorá, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos, porque era estéril. Pero el ángel del Señor se le apareció a ella y le dijo: “Tú nunca has podido tener hijos, pero ahora vas a quedar embarazada y tendrás un niño. Pero no tomes vino ni ninguna otra bebida fuerte, ni comas nada impuro, pues vas a tener un hijo al que no se le deberá cortar el cabello, porque ese niño estará consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer, para que sea él quien comience a librar a los israelitas del poder de los filisteos.”
La mujer fue a contárselo a su marido, y le dijo: “Un hombre de Dios vino a donde yo estaba, y me impresionó mucho, pues parecía el ángel mismo del Señor. Ni yo le pregunté quién era, ni tampoco él me lo dijo. Lo que sí me dijo fue que yo voy a tener un hijo, y que desde ahora no debo tomar vino ni ninguna otra bebida fuerte, ni comer nada impuro, porque el niño va a estar consagrado a Dios como nazareo desde antes de nacer y hasta su muerte.”
A su tiempo, la mujer tuvo un hijo, y le puso por nombre Sansón. El niño crecía, y el Señor lo bendecía. Y un día en que Sansón estaba en el campamento de Dan, entre Sorá y Estaol, el espíritu del Señor comenzó a manifestarse en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 70
R. Que mi boca, Señor, no deje de alabarte.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! Dios mío, líbrame de las manos del malvado. R.
Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad. Aún estaba yo en el vientre de mi madre y ya me apoyaba en ti.
¡Tú me hiciste nacer! R.
Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho; ¡proclamaré que solo tú eres justo! Dios mío, tú me has enseñado desde mi juventud,  y aún sigo anunciando tus grandes obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 5-25

† Lectura del Evangelio según san Lucas

En el tiempo en que Herodes era rey del país de los judíos, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al turno de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón. Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; además, los dos eran ya muy ancianos.
Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le tocó el turno de oficiar delante de Dios, según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. En esto se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. Al ver al ángel, Zacarías se quedó sorprendido y lleno de miedo. Pero el ángel le dijo:
—Zacarías, no tengas miedo, porque Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo, al que pondrás por nombre Juan. Tú te llenarás de gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque tu hijo va a ser grande delante del Señor. No tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. Hará que muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su Dios. Este Juan irá delante del Señor, con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
Zacarías preguntó al ángel: —¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy muy anciano y mi esposa también.
El ángel le contestó: —Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios; él me mandó a hablar contigo y darte estas buenas noticias. Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; no podrás hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.
Mientras tanto, la gente estaba afuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario. Cuando al fin salió, no les podía hablar; entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas; y siguió así, sin poder hablar.
Cumplido su servicio, Zacarías se fue a su casa. Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de su casa, pensando: “El Señor me ha hecho esto ahora, para que la gente ya no me desprecie.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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20 de Diciembre: SÁBADO – 3ª SEMANA DE ADVIENTO
Is 7, 10-14 / Sal 23 / Lc 1, 26-38                                                        Morado

6. Primera Lectura: Is 7, 10-14

Lectura del libro del profeta Isaías

El Señor dijo a Ahaz: “Pide al Señor tu Dios que haga un milagro que te sirva de señal, ya sea abajo en lo más profundo o arriba en lo más alto.”
Ahaz contestó: “No, yo no voy a poner a prueba al Señor pidiéndole una señal.”
Entonces Isaías dijo: “Escuchen ustedes, los de la casa real de David. ¿Les parece poco molestar a los hombres, que quieren también molestar a mi Dios?
Pues el Señor mismo les va a dar una señal: La joven está encinta y va a tener un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. Ya llega el Señor, él es el rey de la gloria.
Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado; el que no adora ídolos R.
El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia. Así deben ser los que buscan al Señor, los que buscan la presencia del Dios de Jacob. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 26-38
† Lectura del Evangelio según san Lucas
A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: —María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: — ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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21 de Diciembre: CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
2Sa 7,1-5.8b-12.14a.16 / Sal 88 / Rom 16,25-27 / Lc 1,26-38     Morado
5. Oración Colecta

+ Oremos: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el anuncio del ángel la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
6. Primera Lectura: 2Sa 7,1-5.8b-12.14a.16
Lectura del segundo libro de Samuel
Cuando el rey David estuvo ya instalado en su palacio, y el Señor le había concedido la paz con todos sus enemigos de alrededor, le dijo a Natán, el profeta: —Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios habita bajo simples cortinas.
Y Natán le contestó: —Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo del Señor.
Pero aquella misma noche, el Señor se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él. Dile a mi siervo David que yo, el Señor todopoderoso, le digo: ‘Yo te saqué del redil, y te quité de andar tras el rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel; te he acompañado por dondequiera que has ido, he acabado con todos los enemigos que se te enfrentaron, y te he dado gran fama, como la que tienen los hombres importantes de este mundo. Además he preparado un lugar para mi pueblo Israel, y allí los he instalado para que vivan en un sitio propio, donde nadie los moleste ni los malhechores los opriman como al principio, cuando puse caudillos que gobernaran a mi pueblo Israel. Yo haré que te veas libre de todos tus enemigos. Y te hago saber que te daré descendientes, y que cuando tu vida llegue a su fin y mueras, yo estableceré a uno de tus descendientes y lo confirmaré en el reino. Yo le seré un padre, y él me será un hijo. Tu dinastía y tu reino estarán para siempre seguros bajo mi protección, y también tu trono quedará establecido para siempre.’ ” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88

R. Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. R.
Hiciste una alianza con David; prometiste a tu siervo escogido:  “Haré que tus descendientes reinen siempre en tu lugar.” R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ Y yo le daré los derechos de hijo mayor, por encima de los reyes del mundo. Mi amor por él será constante, y mi alianza con él será firme. R.

8. Segunda Lectura: Rom 16,25-27
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes firmes conforme al evangelio que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su designio secreto, el cual estuvo oculto desde antes que el mundo existiera, pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno. Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan. ¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,26-38

† Lectura del Evangelio según san Lucas
A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: — ¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: —María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
María preguntó al ángel: — ¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles

+ Pidamos, hermanos y hermanas, el auxilio del Señor; para que, apiadado del pobre y del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males. A cada petición respondemos. R. Ven, Señor, a liberarnos.
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María, y, como ella, conserven su palabra en el corazón, roguemos al Señor. R.
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas, descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche, sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor. R.
Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos, y a vivir sobria y honradamente esperando la aparición definitiva de Cristo, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor Dios, que has mostrado la fuerza de tu amor eligiendo a María para que se encarnara tu Hijo; escucha muestras plegarias y haz que nosotros sepamos acoger y engendrar espiritualmente a tu Hijo, escuchando tu palabra y obedeciendo en la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Tú que nos has dado en este sacramento la prenda de nuestra salvación, concédenos, Padre todopoderoso, prepararnos cada día con mayor fervor para celebrar dignamente el nacimiento de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

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22 de Diciembre: LUNES – 4ª SEMANA DE ADVIENTO
1Sm 1,24-28 / 1 Sm 2 / Lc 1,46-56                                                    Morado

6. Primera Lectura: 1Sm 1,24-28  

Lectura del primer libro de Samuel

Cuando Ana le quitó el pecho a Samuel, y siendo todavía él un niño pequeño, lo llevó consigo al templo del Señor en Siló. También llevó tres becerros, veintidós litros de trigo y un cuero de vino. Entonces sacrificaron un becerro y presentaron el niño a Elí. Y Ana le dijo:
—Perdone usted, señor, pero tan cierto como que usted vive es que yo soy aquella mujer que estuvo orando al Señor aquí, cerca de usted. Le pedí al Señor que me diera este hijo, y él me lo concedió. Yo, por mi parte, lo he dedicado al Señor, y mientras viva estará dedicado a él. Entonces Elí se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, delante del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De 1Sm 2

R. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.

Señor, yo me alegro en ti de corazón porque tú me das nuevas fuerzas. Puedo hablar contra mis enemigos porque tú me has ayudado. ¡Estoy alegre! R.
Él destruye los arcos de los poderosos, y reviste de poder a los débiles; los que antes tenían de sobra, ahora se alquilan por un pedazo de pan; pero los que tenían hambre, ahora ya no la tienen. La mujer que no podía tener hijos, ha dado a luz siete veces; pero la que tenía muchos hijos, ahora está completamente marchita. R.
El Señor quita la vida y la da; nos hace bajar al sepulcro y de él nos hace subir. El Señor nos hace pobres o ricos; nos hace caer y nos levanta. R.
Dios levanta del suelo al pobre y saca del basurero al mendigo, para sentarlo entre grandes hombres y hacerle ocupar un lugar de honor; porque el Señor es el dueño de las bases de la tierra, y sobre ellas colocó el mundo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1,46-56
† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, María dijo: “Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. ¡Santo es su nombre!
Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian. Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes.
Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia. Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes.”
María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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23 de Diciembre: MARTES – 4ª SEMANA DE ADVIENTO
Mal 3, 1-4.23-24 / Sal 24 / Lc 1, 57-66                                              Morado

6. Primera Lectura: Mal 3, 1-4.23-24
Lectura del profeta Malaquías
El Señor todopoderoso dice: “Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean!”
Pero ¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas. El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Leví, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos.
“Miren ustedes: Voy a enviarles al profeta Elías, antes que llegue el día del Señor, que será un día grande y terrible. Y él hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendré y castigaré su país, destruyéndolo por completo.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 24
R. Levántense, porque se acerca su salvación.
Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos; guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y Salvador. R.
El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia! R.
El siempre procede con amor y fidelidad, con los que cumplen su alianza y sus mandamientos. El Señor es amigo de quienes lo honran, y les da a conocer su alianza. R.
9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 57-66

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Al cumplirse el tiempo en que Isabel debía dar a luz, tuvo un hijo. Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. A los ocho días, llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. Pero su madre dijo: —No. Tiene que llamarse Juan.
Le contestaron: —No hay nadie en tu familia con ese nombre.
Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: ‘Su nombre es Juan.’ Y todos se quedaron admirados. En aquel mismo momento Zacarías volvió a hablar, y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. Todos los que lo oían se preguntaban a sí mismos: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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24 de Diciembre: MIÉRCOLES – Vigilia de Navidad
Is 9, 1-3.5-6 / Sal 95 / Tito 2, 11-14 / Lc 1, 67-79                             Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios nuestro, que incesantemente revives en nosotros la gozosa experiencia de la salvación, concédenos que, así como celebramos a tu Hijo, llenos de júbilo, como a nuestro redentor, así también le acojamos como al salvador compasivo que establece tu Reino entre nosotros. Amén.

6. Primera Lectura: Is 9, 1-3.5-6

Lectura del libro del profeta Isaías
Al principio Dios humilló a Galilea, tierra de Zabulón y de Neptalí, región vecina a los paganos, que se extiende desde el otro lado del Jordán hasta la orilla del mar; pero después le concedió mucho honor.
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas.
Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo.
Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha, como se alegran los que se reparten grandes riquezas.
Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar.
Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Hoy nos ha nacido el Salvador.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que griten de alegría los árboles del bosque. R.
Delante del Señor, que viene! ¡Sí, él viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

8. Segunda Lectura: Tito 2, 11-14

Lectura de la carta del apóstol Pablo a Tito
Hermanos: Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza, el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 1, 67-79
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirino gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.
Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas.  De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos. Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.”
En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos y hermanas, en esta noche en que se ha manifestado la bondad de Dios, nuestro Salvador, hecho hombre, elevemos nuestras súplicas, confiando no en las obras de nuestra justicia, sino en la infinita misericordia de Dios, que es nuestro Padre. Respondemos: R. Escúchanos Padre.
Por la santa Iglesia de Dios: para que espere con fe y reciba con gozo a Jesucristo, a quien María concibió y dio a luz, roguemos al Señor. R.
Por los que sufren hambre, enfermedad o soledad: para que sean confortados por el nacimiento de Cristo, roguemos al Señor. R.
Por las familias de nuestra comunidad: para que aprendan a recibir a Cristo, acogiéndolo en los pobres, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor, Dios nuestro, que te encomiende nuestras súplicas santa María, que mereció llevar en su seno a Dios, hecho hombre, Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Concédenos, Señor, sacar nuevas fuerzas de esta celebración anual del nacimiento de tu Hijo, que se ha hecho nuestro alimento en este sacramento de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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25 de Diciembre: JUEVES – Navidad
Is 52, 7-10 / Sal 97 / Heb 1, 1-6/ Jn 1, 1-18                                       Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios nuestro, que de modo admirable creaste al ser humano a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquél que ha querido participar de nuestra humanidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 52, 7-10

Lectura del libro del profeta Isaías

¡Qué hermoso es ver llegar por las colinas al que trae buenas noticias, al que trae noticias de paz, al que anuncia la liberación y dice a Sión: “Tu Dios es rey”! ¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz y a una dan gritos de triunfo, porque ven con sus propios ojos cómo vuelve el Señor a Sión.
¡Estallen en gritos de triunfo, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha tenido compasión de su pueblo, ha liberado a Jerusalén!
El Señor ha mostrado su poder a la vista de todas las naciones.
Por toda la tierra se sabrá que nuestro Dios nos ha salvado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97

R. Toda la tierra ha visto al Salvador.
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.
Canten himnos al Señor al son del arpa, al son de los instrumentos de cuerda. Canten con alegría ante el Señor, el Rey, al son de los instrumentos de viento. R.

8. Segunda Lectura: Heb 1, 1-6

Lectura de la carta a los Hebreos

En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y ha llegado a ser superior a los ángeles, pues ha recibido en herencia un título mucho más importante que el de ellos.
Porque Dios nunca dijo a ningún ángel: “Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.”
Ni dijo tampoco de ningún ángel: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí.”
Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice: “Que todos los ángeles de Dios lo adoren”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 1-18

† Lectura del Evangelio según san Juan

En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.  Él estaba en el principio con Dios.  Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.  En él estaba la vida,  y la vida era la luz de la humanidad.  Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.
Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.  Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él,  les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios,  no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro, porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios;  el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos y hermanas, al Señor que, siendo rico, se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza. A cada petición respondemos: R. Ven, Señor, ven, Salvador.
Por la santa Iglesia, para que todos sus fieles vivan con alegría y anuncien con valentía el misterio del Hijo de Dios, único Señor y Salvador de toda la humanidad, roguemos al Señor. R.
Para que los que buscan la verdad descubran el Evangelio y acojan con alegría la buena nueva del nacimiento de Cristo, roguemos al Señor. R.
Por los que en estos días de Navidad lloran la ausencia de los seres queridos, para que no pierdan la esperanza de reencontrarlos en el Reino de Dios, roguemos al Señor. R.
Por los que aún no han llegado a reconocer a Jesucristo como su salvador, para que la gracia del Espíritu Santo toque sus corazones y lleguen a alcanzar la fe, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Muestra, Señor, tu bondad al pueblo que te implora, y haz que los que celebramos con gozo el nacimiento de tu Hijo consigamos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Concédenos, Dios misericordioso, que el salvador del mundo, que hoy nos ha nacido para comunicarnos su vida divina, nos dé también el don de su inmortalidad. El cual vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

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26 de Diciembre: VIERNES – San Esteban
Hch 6, 8-10; 7, 54-59 / Sal 30 / Mt 10, 17-22                                          Rojo

6. Primera Lectura: Hch 6, 8-10; 7, 54-59

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo. Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban; pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo.
Cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron y rechinaron los dientes contra Esteban. Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Entonces dijo: —¡Miren! Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre a la derecha de Dios.
Pero ellos se taparon los oídos, y dando fuertes gritos se lanzaron todos contra él. Lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon; los que hacían de testigos contra él dejaron sus ropas al cuidado de un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oró, diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: “¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!”
Habiendo dicho esto, murió. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30

R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! He puesto mi confianza en el Señor. Tu amor me trae gozo y alegría. R.
Mira con bondad a este siervo tuyo, y sálvame, por tu amor. Con la protección de tu presencia los libras de los planes malvados del hombre R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 17-22

† Lectura del Evangelio según san Mateo

Jesús envió a sus discípulos con estas instrucciones: “Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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27 de Diciembre: SÁBADO – San Juan Evangelista
1 Jn 1, 1-4 / Sal 96 / Jn 20, 2-8                                                           Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 1, 1-4
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
Queridos hermanos: Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida. Esta vida se manifestó: nosotros la vimos y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes esta vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos ha manifestado. Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo. Escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 96
R. Alégrense, justos, con el Señor.
¡Alégrese toda la tierra! ¡Alégrense las islas numerosas! ¡El Señor es Rey! Está rodeado de espesas nubes; la justicia y el derecho sostienen su trono. R.
Las montañas se derriten como cera ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra. Los cielos anuncian su justicia; todos los pueblos ven su gloria. R.
La luz brilla para el hombre bueno; la alegría es para la gente honrada. ¡Alégrense en el Señor, hombres buenos, y alaben su santo nombre! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 2-8
† Lectura del Evangelio según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos; pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar, y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas; y además vio que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado, y creyó. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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28 de Diciembre: DOMINGO – La Sagrada Familia
Eclo 3, 2-6.12.14 / Sal 127 / Col 3, 12-21 / Lc 2, 22-40                  Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Señor y Dios nuestro, tú que nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo, el modelo perfecto para nuestras familias, concédenos practicar sus virtudes y estar unidos por los lazos de tu amor, para que compartamos la alegría de tu casa. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Eclo 3, 2-6.12.14

Lectura del libro del Eclesiástico
El Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la madre sea respetada por ellos.
El que respeta a su padre alcanza el perdón de sus pecados, y el que honra a su madre reúne una gran riqueza.
El que respeta a su padre recibirá alegría de sus propios hijos; cuando ore, el Señor lo escuchará.
El que honra a su padre tendrá larga vida; el que respeta a su madre será premiado por el Señor, Hijo mío, empéñate en honrar a tu padre; no lo abandones mientras tengas vida.
Socorrer al padre es algo que no se olvidará; será como ofrecer sacrificio por los pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 127

 R. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. R.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. R.
Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra. ¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión! ¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida! R.

8. Segunda Lectura: Col 3, 12-21
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Colosenses
Hermanos: Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Sobre todo revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión. Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
Que el mensaje de Cristo permanezca siempre en ustedes con todas sus riquezas. Instrúyanse y amonéstense unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos espirituales Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Esposas, sométanse a sus esposos, pues este es su deber como creyentes en el Señor. Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza.
Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto agrada al Señor. Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 22-40

† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.
También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos, hermanos y hermanas, a Jesucristo el Señor, quien para santificar la familia quiso compartir la vida de un hogar humano. A cada petición respondemos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que el Señor, mantenga en paz y armonía a todas las familias cristianas, roguemos al Señor. R.
Para que los novios se preparen santamente para su matrimonio, roguemos al Señor. R.
Para que Dios ilumine y consuele a las familias desunidas, a los esposos que han de vivir separados por el trabajo, a los hijos de los divorciados, a los hogares sin hijos y a los que lloran la muerte de sus familiares, roguemos al Señor. R.
Para que nos esforcemos por vivir en paz con nuestros familiares y con los miembros de nuestra comunidad, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Señor Dios nuestro, que has querido que tu Hijo, fuera miembro de una familia humana, escucha nuestras súplicas y haz que los padres de familia participen de la generosidad de tu amor, y que sus hijos crezcan en sabiduría y gracia ante ti y ante la humanidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Padre lleno de amor, concede a los que acabamos de alimentarnos con este sacramento celestial, imitar siempre los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superando las pruebas de cada día, gocemos de la gloria de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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29 de Diciembre: LUNES – Tiempo de Navidad
1 Jn 2,3-11 / Sal 95 / Lc 2, 22-35                                                        Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 2,3-11  
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hermanos: Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo. Pero si alguno dice: “Yo lo conozco”, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos unidos a él. El que dice que está unido a Dios, debe vivir como vivió Jesucristo.
Queridos hermanos, este mandamiento que les escribo no es nuevo: es el mismo que ustedes recibieron desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron. Y, sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, que es verdad tanto en Cristo como en ustedes, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera. Si alguno dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano vive en la luz, y no hay nada que lo haga caer. Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R. Alégrese el cielo y goce la tierra.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
El Señor hizo los cielos. ¡Hay gran esplendor en su presencia! ¡Hay poder y belleza en su santuario! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2, 22-35
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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30 de Diciembre: MARTES – Tiempo de Navidad
1 Jn 2,12-17 / Sal 95 / Lc 2,36-40                                                       Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 2,12-17
Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hijitos, les escribo a ustedes porque Dios, gracias a Jesucristo, les ha perdonado sus pecados. Padres, les escribo a ustedes porque han conocido al que ya existía desde el principio. Jóvenes, les escribo a ustedes porque han vencido al maligno.
Les he escrito a ustedes, hijitos, porque han conocido al Padre. Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que ya existía desde el principio. Les he escrito también a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y han aceptado la palabra de Dios en su corazón, y porque han vencido al maligno.
No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas. Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Alaben al Señor, todos los pueblos.

Den al Señor, familias de los pueblos, den al Señor el poder y la gloria; den al Señor la honra que merece. R.
Entren a sus atrios con ofrendas, adoren al Señor en su hermoso santuario. ¡Que todo el mundo tiemble delante de él! R.
Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” Él afirmó el mundo, para que no se mueva; él gobierna a los pueblos con igualdad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2,36-40

† Lectura del Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, estaba en el templo una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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31 de Diciembre: MIÉRCOLES – Tiempo de Navidad

1 Jn 2, 18-21 / Sal 95 / Jn 1, 1-18/                                                      Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn  2,18-21

Lectura de la primera carta del apóstol Juan
Hijitos, esta es la hora última. Ustedes han oído que viene el Anticristo; pues bien, ahora han aparecido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la hora última. Ellos salieron de entre nosotros; pero en realidad no eran de los nuestros, porque si lo hubieran sido se habrían quedado con nosotros. Pero sucedió así para que se viera claramente que no todos son de los nuestros.
Cristo, el Santo, los ha consagrado a ustedes con el Espíritu, y todos ustedes tienen conocimiento. Les escribo, pues, no porque no conozcan la verdad, sino porque la conocen; y ustedes saben que ninguna mentira puede venir de la verdad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95

R. Alégrense los cielos y la tierra.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre; anuncien día tras día su salvación. R.
¡Que se alegren los cielos y la tierra! ¡Que brame el mar y todo lo que contiene! ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él! ¡Que griten de alegría los árboles del bosque, delante del Señor, que viene! R.
¡Sí, él viene a gobernar la tierra, y gobernará a los pueblos del mundo con justicia y con verdad! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 1, 1-18

† Lectura del Evangelio según san Juan

En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.  Él estaba en el principio con Dios.  Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.  En él estaba la vida,  y la vida era la luz de la humanidad.  Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.
Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.  Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él,  les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios,  no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro, porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios;  el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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