LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE JULIO 2011

 

Julio 2011

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1 de Julio: VIERNES – SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Dt 7, 6-11 / Sal 102 / 1 Jn 4, 7-16 / Mt 11, 25-30                              Blanco

6. Primera Lectura: Dt 7, 6-11
Lectura de libro del Deuteronomio
Ustedes son un pueblo apartado especialmente para el Señor su Dios; el Señor los ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra, para que ustedes le sean un pueblo especial.
“Si el Señor los ha preferido y elegido a ustedes, no es porque ustedes sean la más grande de las naciones, ya que en realidad son la más pequeña de todas ellas. El Señor los sacó de Egipto, donde ustedes eran esclavos, y con gran poder los libró del dominio del faraón, porque los ama y quiso cumplir la promesa que había hecho a los antepasados de ustedes. Reconozcan, pues, que el Señor su Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su alianza generación tras generación, para con los que le aman y cumplen sus mandamientos; pero que destruye a aquellos que le odian, dándoles su merecido. ¡Sin tardanza da su merecido a los que le odian! Cumplan, pues, los mandamientos, leyes y decretos que en este día les ordeno que pongan en práctica. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es tierno y compasivo.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.
El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados. R.

8. Segunda Lectura: 1 Jn 4, 7-16
Lectura de la primera carta del Apóstol Juan
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 25-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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2 de Julio: SÁBADO – INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Hch 1,12-14 / Sal 45, 11-12.14-17 / Lc 2,41-51                               Blanco

6. Primera Lectura: Hch 1,12-14
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Desde el monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén: un trecho corto, precisamente lo que la ley permitía caminar en sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Celote, y Judas, el hijo de Santiago. Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 45
R. Mi corazón se alegra por el Señor, mi salvador.
- El rey desea tu belleza; él es tu señor, y debes obedecerlo. Los más ricos del pueblo procuran con regalos ganarse tu favor. R.
- ¡Aquí entra la princesa, en toda su hermosura! ¡Su vestido es de brocado de oro! Espléndidamente vestida la llevan ante el rey, seguida de sus damas de honor. R.
- Avanzan con gran alegría; alegres entran en el palacio del rey. Tus hijos, oh rey, ocuparán el trono de tus antepasados, y harás que gobiernen en todo el país. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 2,41-51
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.
Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo: —Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Jesús les contestó: —¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no entendieron lo que les decía.
Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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3 de Julio: DOMINGO – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Zac 9, 9-10 / Sal 144 / Rm 8, 9.11-13 / Mt 11, 25-30                           Verde

5. Oración Colecta
+ Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar desde ahora de la vida nueva que nos conduce a la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

6. Primera Lectura: Zac 9, 9-10
Lectura del libro del profeta Zacarías
El Señor dice: ¡Alégrate mucho, ciudad de Sión! ¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén! Tu rey viene a ti, justo y victorioso, pero humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una burra. Él destruirá los carros de Efraín, los caballos de Jerusalén y los arcos de guerra. Anunciará paz a las naciones y gobernará de mar a mar, del Éufrates al último rincón del mundo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Acuérdate, Señor, de tu misericordia.
Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey; bendeciré tu nombre por siempre. Diariamente te bendeciré; alabaré tu nombre por siempre. R.
El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.
Tu reino es un reino eterno, tu dominio es por todos los siglos. El Señor sostiene a los que caen y levanta a los que desfallecen. R.

8. Segunda Lectura: Rm 8, 9.11-13
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Ustedes ya no viven según esas inclinaciones, sino según el Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios vive en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes. Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza débil. Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 25-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones, respondiendo: Escucha, Señor a tu pueblo.
- Oremos al Padre por nuestro Obispo y por los que sirven al pueblo de Dios, para que con fuerza y sabiduría sirvan santamente a las comunidades. Oremos. R.
- Oremos para que Dios, que es la verdadera paz y el origen de toda concordia, transmita la paz del cielo a la tierra. Oremos. R.
- Pidamos que el Señor nos sostenga y perseveremos en el camino de Cristo; y por los que viven en pecado, para que se conviertan y renueven. Oremos. R.
- Oremos, por los difuntos, para que el Señor, por su gran misericordia, los tenga entre los santos y elegidos. Oremos. R.
+ Escucha, Padre, nuestras oraciones e ilumínanos con la luz de tu Espíritu, para que experimentemos la fuerza de Cristo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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4 de Julio: LUNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 28, 10-22 / Sal 90 / Mt 9, 18-26                                                             Verde

6. Primera Lectura: Gn 28, 10-22
Lectura del libro del Génesis
Jacob salió de Beerseba y tomó el camino de Harán. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó como almohada una de las piedras que había en el lugar, y se acostó a dormir. Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes. Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido.”
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: “En verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.” Tuvo mucho miedo, y pensó: “Este lugar es muy sagrado. Aquí está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!”
Al día siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la puso de pie como un pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. En ese lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel. Allí Jacob hizo esta promesa: “Si Dios me acompaña y me cuida en este viaje que estoy haciendo, si me da qué comer y con qué vestirme, y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios. Esta piedra que he puesto como pilar, será casa de Dios; y siempre te daré, oh Dios, la décima parte de todo lo que tú me des. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 90
R. Señor, en ti confío.
- El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: “Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!” R.
- Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! R.
- “Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 18-26
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Mientras Jesús hablaba, un jefe de los judíos llegó, se arrodilló ante él y le dijo: —Mi hija acaba de morir; pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a la vida.
Jesús se levantó, y acompañado de sus discípulos se fue con él. Entonces una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre, se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: —Ánimo, hija, por tu fe has sido sanada.
Y desde aquel mismo momento quedó sana.
Cuando Jesús llegó a casa del jefe de los judíos, y vio que los músicos estaban preparados ya para el entierro y que la gente lloraba a gritos, les dijo: —Sálganse de aquí, pues la muchacha no está muerta, sino dormida. La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir; luego entró y tomó de la mano a la muchacha, y ella se levantó. Y por toda aquella región corrió la noticia de lo que había pasado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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5 de Julio: MARTES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 32, 22-32 / Sal 16 / Mt 9, 32-38                                                             Verde

6. Primera Lectura: Gn 32, 22-32
Lectura del libro del Génesis
En aquellos días, todavía de noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo lo que tenía. Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. Entonces el hombre le dijo: —Suéltame, porque ya está amaneciendo.
—Si no me bendices, no te soltaré —contestó Jacob.
—¿Cómo te llamas? —preguntó aquel hombre.
—Me llamo Jacob —respondió él.
Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
—Ahora dime cómo te llamas tú —preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó: —¿Para qué me preguntas mi nombre?
Luego el hombre lo bendijo allí mismo. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.” Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando. Por eso hasta el día de hoy los descendientes de Israel no comen el tendón que está en la coyuntura de la cadera, porque Jacob fue golpeado en esa parte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 16
R. Señor, escucha nuestra súplica.
- Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. R.
- ¡Que venga de ti mi sentencia, pues tú sabes lo que es justo! Tú has penetrado mis pensamientos; de noche has venido a vigilarme; me has sometido a pruebas de fuego, y no has encontrado maldad en mí. R.
- He seguido firme en tus caminos; jamás me he apartado de ellos. Oh Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras. Dame una clara muestra de tu amor, tú, que salvas de sus enemigos a los que buscan protección en tu poder. R.
- Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas. Pero yo, en verdad, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 9, 32-38
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía: — ¡Nunca se ha visto en Israel una cosa igual!
Pero los fariseos decían: —Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos.
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: —Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL O
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6 de Julio: MIÉRCOLES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a / Sal 32 / Mt 10, 1-7                                   Verde

6. Primera Lectura: Gn 41, 55-57; 42, 5-7.17-24a
Lectura del libro del Génesis
Cuando los habitantes de Egipto comenzaron a tener hambre, fueron a pedirle trigo al faraón. Entonces el faraón les dijo a todos los egipcios: “Vayan a ver a José, y hagan lo que él les diga.”
Cuando el hambre se extendió por todo el país, José abrió todos los graneros donde había trigo, para venderlo a los egipcios; pues el hambre era cada vez peor. Y venían de todos los países a Egipto, a comprarle trigo a José. Los hijos de Israel fueron entre otros que también iban a comprar, porque en toda la tierra de Canaán había hambre.
José era el gobernador del país, y el que vendía trigo a la gente que llegaba de todas partes. Cuando sus hermanos se presentaron ante él, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente. José reconoció a sus hermanos en cuanto los vio; pero hizo como que no los conocía, y les preguntó en forma brusca: —¡Ustedes!, ¿de dónde vienen?
—Venimos de Canaán, a comprar trigo —contestaron ellos.
José los tuvo presos a todos ellos durante tres días, pero al tercer día les dijo: —Yo tengo temor de Dios. Hagan esto y se les perdonará la vida: si son de veras honrados, dejen en la cárcel a uno de sus hermanos, y los demás vayan y lleven trigo para que coman sus familias. Tráiganme luego a su hermano menor, y veremos si han dicho la verdad. Si no, morirán.
Ellos aceptaron, pero se decían el uno al otro: —Verdaderamente nos portamos muy mal con nuestro hermano, pues no le hicimos caso cuando nos rogaba que le tuviéramos compasión, aunque veíamos que estaba afligido. Por eso ahora nos ha venido esta aflicción.
Y Rubén les contestó: —Yo les dije que no le hicieran daño al muchacho; pero no me hicieron caso, y ahora tenemos que responder por su muerte.
Ellos no sabían que José les entendía, porque él había estado hablándoles por medio de un intérprete. José se apartó de ellos y se puso a llorar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
- Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio, cántenle un nuevo canto, ¡toquen con arte al aclamarlo! R.
- El Señor hace fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los proyectos del Señor permanecen firmes para siempre. R.
- Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 1-7
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, que después traicionó a Jesús.
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: “No vayan a las regiones de los paganos ni entren en los pueblos de Samaria; vayan más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 de Julio: JUEVES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5 / Sal 104 / Mt 10, 7-15                                 Verde

6. Primera Lectura: Gn 44, 18-21.23b-29; 45, 1-5
Lectura del libro del Génesis
Judá se acercó a José y le dijo: —Yo le ruego a usted, señor, que me permita decirle algo en secreto. Por favor, no se enoje conmigo, pues usted es como si fuera el mismo faraón. Usted nos preguntó si teníamos padre o algún otro hermano, y nosotros le contestamos que teníamos un padre anciano y un hermano todavía muy joven, que nació cuando nuestro padre ya era anciano. También le dijimos que nuestro padre lo quiere mucho, pues es el único hijo que le queda de la misma madre, porque su otro hermano murió. Entonces usted nos pidió que lo trajéramos, porque quería conocerlo. Nos dijo que si él no venía con nosotros, no volvería a recibirnos.
“Cuando regresamos junto a mi padre, le contamos todo lo que usted nos dijo. Entonces nuestro padre nos ordenó: ‘Regresen a comprar un poco de trigo’; pero nosotros le dijimos: ‘No podemos ir, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros; porque si él no nos acompaña, no podremos ver a ese señor.’ Y mi padre nos dijo: ‘Ustedes saben que mi esposa me dio dos hijos; uno de ellos se fue de mi lado, y desde entonces no lo he visto. Estoy seguro de que un animal salvaje lo despedazó. Si se llevan también a mi otro hijo de mi lado, y le pasa algo malo, ustedes tendrán la culpa de que este viejo se muera de tristeza.’
José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: “¡Salgan todos de aquí!” Así que ninguno de sus siervos estaba allí con José cuando él se dio a conocer a sus hermanos.
Entonces se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón. José les dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía?
Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo: —Por favor, acérquense a mí.
Cuando ellos se acercaron, él les dijo: —Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron a Egipto; pero, por favor, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Recordemos los prodigios del Señor.
- Hizo venir hambre a aquella tierra, y les quitó todo alimento. Pero envió delante de ellos a José, al que habían vendido como esclavo. R.
- Le lastimaron los pies con cadenas; ¡lo aprisionaron con hierros! La palabra del Señor puso a prueba a José, hasta que se cumplió lo que José había anunciado. R.
- El rey, el que gobernaba a mucha gente, ordenó que le dieran libertad; lo nombró amo y señor de su casa y de todo cuanto tenía. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 7-15
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
“No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento. “Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí. Al entrar en la casa, saluden a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, su deseo de paz se cumplirá; pero si no lo merece, ustedes nada perderán. Y si no los reciben ni los quieren oír, salgan de la casa o del pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. Les aseguro que en el día del juicio el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de la región de Sodoma y Gomorra.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Julio: VIERNES – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 46, 1-7.28-30 / Sal 36 / Mt 10, 16-23                                                     Verde

6. Primera Lectura: Gn 46, 1-7.28-30
Lectura del libro del Génesis
Israel se puso en camino con todo lo que tenía. Cuando llegó a Beerseba, ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. Esa noche Dios habló con Israel en una visión, llamándolo por su nombre, Jacob. Y él contestó: —Aquí estoy.
Entonces Dios dijo: —Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación. Iré contigo a Egipto, y yo mismo sacaré de allí a tus descendientes. Además, cuando mueras, José estará a tu lado.
Después Jacob se fue de Beerseba. Los hijos de Israel pusieron a su padre, y a los hijos y mujeres de ellos, en las carretas que el faraón había enviado para llevarlos. Jacob y todos los suyos se fueron a Egipto, y se llevaron sus vacas y ovejas y todo lo que habían llegado a tener en Canaán. Todos sus hijos, hijas, nietos y nietas, se fueron con él.
Jacob envió antes a Judá a ver a José, para que viniera a recibirlo a la región de Gosen. Cuando llegaron a Gosen, José ordenó que prepararan su carro para ir a recibir a su padre. Cuando se presentó delante de su padre, lo abrazó y estuvo llorando largo rato sobre su hombro. Entonces Israel le dijo a José: —Después de verte personalmente y encontrarte vivo todavía, ¡ya puedo morirme! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 36
R. La salvación del justo es el Señor.
- Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel. Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. R.
- El Señor cuida de los que viven sin tacha, y la herencia de ellos durará para siempre. En épocas malas, cuando haya hambre, no pasarán vergüenza, pues tendrán suficiente comida. R.
- Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia. R.
- La ayuda a los hombres buenos viene del Señor, que es su refugio en tiempos difíciles. El Señor los ayuda a escapar. Los hace escapar de los malvados, y los salva, porque en él buscaron protección. R.
9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 16-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a los discípulos: “¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades, los golpearán en las sinagogas y hasta los presentarán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podrán dar testimonio de mí delante de ellos y de los paganos. Pero cuando los entreguen a las autoridades, no se preocupen ustedes por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras. Pues no serán ustedes quienes hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán. Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; pues les aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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9 de Julio: SÁBADO – 14ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Gn 49, 29-33; 50, 15-24 / Sal 104 / Mt 10, 24-33                                        Verde

6. Primera Lectura: Gn 49, 29-33; 50, 15-24
Lectura del libro del Génesis
Un día, Jacob dio esta orden a sus hijos: “Ya me falta poco para morir. Entiérrenme junto a mis antepasados en la cueva que está en el terreno de Efrón el hitita, allá en la tierra de Canaán; es decir, la cueva que está en Macpelá, frente a Mamré, la que Abraham compró junto con el mismo terreno de Efrón, para que fuera el sepulcro de la familia. Allí enterraron a Abraham y a su esposa Sara, a Isaac y a su esposa Rebeca, y allí también enterré a Lía. El terreno y la cueva que allí está fueron comprados a los hititas.”
Cuando Jacob terminó de dar estas instrucciones a sus hijos, volvió a acostarse y murió. Como Jacob había muerto, los hermanos de José pensaron: “Tal vez José nos odia, y se va a vengar de todo el mal que le hicimos.” Entonces le mandaron a decir: “Antes de que tu padre muriera, nos ordenó que te dijéramos: ‘Por favor, te pido que perdones la maldad y pecado de tus hermanos, que tan mal te trataron.’ Por eso te rogamos que perdones nuestra maldad, pues somos siervos del Dios de tu padre.”
Mientras los mensajeros le daban este mensaje, José lloraba. Entonces llegaron sus propios hermanos, se inclinaron delante de él hasta tocar el suelo con la frente, y le dijeron: —Aquí nos tienes. Somos tus esclavos.
Pero José les contestó: —No tengan miedo. Yo no puedo ponerme en lugar de Dios. Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente. Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos.
Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño.
José y la familia de su padre siguieron viviendo en Egipto. José vivió ciento diez años, y llegó a ver a los bisnietos de Efraín. También alcanzó a recibir como miembros de la familia a los hijos de su nieto Maquir, que era hijo de Manasés.
Un día José les dijo a sus hermanos: “Me falta poco para morir, pero Dios vendrá a ayudarlos, y los sacará de este país para llevarlos a la tierra que les prometió a Abraham, Isaac y Jacob.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. Cantemos la grandeza del Señor.
- ¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Canten himnos en su honor. ¡Hablen de sus grandes hechos! R.
- Siéntanse orgullosos de su santo nombre. ¡Siéntase alegre el corazón de los que buscan al Señor! Recurran al Señor, y a su poder; recurran al Señor en todo tiempo. R.
- Ustedes, descendientes de su siervo Abraham; ustedes, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el Señor, nuestro Dios; ¡él gobierna toda la tierra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 24-33
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus apóstoles: “Ningún discípulo es más que su maestro, y ningún criado es más que su amo. El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si al jefe de la casa lo llaman Beelzebú, ¿qué dirán de los de su familia?
“No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a la luz del día; y lo que les digo en secreto, grítenlo desde las azoteas de las casas. No tengan miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; teman más bien al que puede hacer perecer alma y cuerpo en el infierno.  “¿No se venden dos pajarillo por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
“Si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Julio: DOMINGO – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 55, 10-11 / Sal 64 / Rm 8, 18-23 / Mt 13, 1-23                                        Verde

5. Oración Colecta
+ Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo, y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 55, 10-11
Lectura del libro del Profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 64
R. Señor, cólmanos de tus bendiciones.
Tú tienes cuidado de la tierra; le envías lluvia y la haces producir; tú, con arroyos caudalosos, haces crecer los trigales. R.
¡Así preparas el campo! Tú empapas los surcos de la tierra y nivelas sus terrones; ablandas la tierra con lluvias abundantes y bendices sus productos. R.
Tú colmas el año de bendiciones, tus nubes derraman abundancia; los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala. R.
Los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡todos cantan y gritan de alegría! R.

8. Segunda Lectura: Rm 8, 18-23
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que hasta ahora la creación entera se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. Y no solo ella sufre, sino también nosotros, que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que vamos a recibir. Sufrimos profundamente, esperando el momento de ser adoptados como hijos de Dios, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 1-23
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Un día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas.
Les dijo: “Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras, sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan.”
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: ‘Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán. Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane.’
 “Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.
“Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Presentemos nuestras súplicas al Señor, que escruta el corazón de todos. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
- Pidamos la sabiduría del Hijo de Dios para los que proclaman la palabra divina y para todos los ministros que sirven a la Iglesia, roguemos al Señor. R.
- Por Israel, el pueblo de la antigua alianza, por los cristianos separados y por los que no conocen a Dios, invoquemos al Señor, roguemos al Señor. R.
- Por los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, por los débiles y oprimidos, y por los justos que sufren persecución, roguemos al Señor. R.
- Invoquemos con fe al Señor para que conceda paz y felicidad de los que ahora estamos aquí en la casa del Señor, roguemos al Señor. R.
+ Padre, escucha, nuestras oraciones y concédenos confiar plenamente en tu Hijo amado, para que, llenos del Espíritu Santo, anunciemos al mundo el Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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11 de Julio: LUNES – SAN BENITO, ABAD

Ex 1, 8-14.22 / Sal 123 / Mt 10, 34-42; 11, 1                                            Blanco

6. Primera Lectura: Ex 1, 8-14.22
Lectura del libro del Éxodo
Después hubo un nuevo rey en Egipto, que no había conocido a José, y que le dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; así que debemos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque puede ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vayan de este país.”
Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, usaba para almacenar provisiones. Pero mientras más los maltrataban, más aumentaban. Así que los egipcios les tenían mucho miedo.
Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. Les amargaron la vida sometiéndolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad. El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: “Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 123
R. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
- Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte —que lo diga ahora Israel—, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres se levantaron para atacarnos, nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros. R.
- Entonces las aguas nos habrían arrastrado; ¡un río habría pasado sobre nosotros! ¡Entonces las aguas turbulentas habrían pasado sobre nosotros! ¡Bendito sea el Señor, que no dejó que nos despedazaran con sus dientes! R.
- Nos hemos escapado de la trampa como un ave que escapa del cazador; la trampa se rompió, y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, creador del cielo y de la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 10, 34-42; 11, 1
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus apóstoles: “No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes. “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío; y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.
“El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá igual premio que el profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá el mismo premio que el justo. Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio.”
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de aquella región.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 de Julio: MARTES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 2, 1-15a / Sal 68 / Mt 11, 20-24                                                              Verde

6. Primera Lectura: Ex 2, 1-15a
Lectura del libro del Éxodo
Un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu, la cual quedó embarazada y tuvo un hijo. Al ver ella que el niño era hermoso, lo escondió durante tres meses; pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo; además le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él.
Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo: —Este es un niño hebreo.
Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón:—¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño?
—Ve por ella —contestó la hija del faraón.
Entonces la muchacha fue por la madre del niño, y la hija del faraón le dijo: —Toma a este niño y críamelo, y yo te pagaré por tu trabajo.
La madre del niño se lo llevó y lo crió, y ya grande se lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó Moisés, pues dijo: —Yo lo saqué del agua.
Cuando Moisés era ya hombre, salió un día a visitar a sus hermanos de raza y se dio cuenta de que sus trabajos eran muy duros. De pronto vio que un egipcio estaba golpeando a uno de sus hermanos hebreos. Entonces miró bien a todos lados y, al no ver a nadie por allí, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente volvió a salir, y vio que dos hebreos se estaban peleando. Entonces preguntó al que maltrataba al otro: —¿Por qué golpeas a uno de tu propia raza?
Y aquel hebreo le contestó: —¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso piensas matarme, como mataste al egipcio?
Al oír esto, Moisés tuvo miedo, pues se dio cuenta de que ya se había descubierto la muerte del egipcio. En efecto, en cuanto el faraón supo que Moisés había dado muerte a un egipcio, lo mandó buscar para matarlo; pero Moisés huyó y se fue a vivir a la región de Madián. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 68
R. Busquen al Señor y vivirán.
- Me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente. R.
- Pero yo, Señor, a ti clamo. Dios mío, ¡ayúdame ahora! Por tu gran amor, ¡respóndeme! Por tu constante ayuda, ¡sálvame! R.
- Pero a mí, que estoy enfermo y afligido, levántame, Dios mío, y sálvame. Alabaré con cantos el nombre de Dios; lo alabaré con gratitud. R.
- Al ver esto, se alegrarán los afligidos y se animará el corazón de los que buscan a Dios; pues el Señor escucha a los pobres y no desprecia a los suyos que están presos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 20-24
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús comenzó a reprender a los pueblos donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían vuelto a Dios. Decía Jesús: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre ustedes, ya hace tiempo que se habrían vuelto a Dios, cubiertos de ropas ásperas y ceniza. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ustedes será peor que para la gente de Tiro y Sidón. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás levantado hasta el cielo? ¡Bajarás hasta lo más hondo del abismo! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, esa ciudad habría permanecido hasta el día de hoy. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para ti será peor que para la región de Sodoma.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 de Julio: MIÉRCOLES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 1-6.9-12 / Sal 102 / Mt 11, 25-27                                                       Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 1-6.9-12
Lectura del libro del Éxodo
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián, y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, que se llama Horeb. Allí el ángel del Señor se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio cuenta de que la zarza ardía con el fuego, pero no se consumía. Entonces pensó: “¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.”
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés!
—Aquí estoy —contestó Moisés.
Entonces Dios le dijo: —No te acerques. Y descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.
Y añadió: —Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Mira, he escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los maltratan mucho. Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.
Entonces Moisés le dijo a Dios: —¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?
Y Dios le contestó: —Yo estaré contigo, y esta es la señal de que yo mismo te envío: cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en este monte. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
- Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
- Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
- El Señor juzga con verdadera justicia a los que sufren violencia. Dio a conocer sus caminos y sus hechos a Moisés y al pueblo de Israel. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 25-27     
† Lectura del Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido.”
“Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 de Julio: JUEVES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 3, 13-20 / Sal 104 / Mt 11, 28-30                                                            Verde

6. Primera Lectura: Ex 3, 13-20
Lectura del libro del Éxodo
Moisés le respondió al Señor: —El problema es que si yo voy y les digo a los israelitas: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes,’ ellos me van a preguntar: ‘¿Cómo se llama?’ Y entonces, ¿qué les voy a decir?
Y Dios le contestó: —YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a los israelitas: ‘YO SOY me ha enviado a ustedes.’
Además, Dios le dijo a Moisés: —Di también a los israelitas: ‘El Señor, el Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes.’ Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todos los siglos. Anda, reúne a los ancianos de Israel y diles: ‘El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo que ha puesto su atención en ustedes, y que ha visto el trato que les dan en Egipto. También me dijo que los va a librar de los sufrimientos en Egipto, y que los va a llevar al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra donde la leche y la miel corren como el agua.’ Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al rey de Egipto, y le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Por lo tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.’ Sin embargo, yo sé muy bien que el rey de Egipto no los dejará salir, si no es por la fuerza. Por lo tanto, yo mostraré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las cosas asombrosas que haré en su país; después de eso el faraón los dejará salir. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 104
R. El Señor nunca olvida su alianza.
- ¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones. Recuerden sus obras grandes y maravillosas, y los decretos que ha pronunciado R.
- Ni aunque pasen mil generaciones se olvidará de las promesas de su alianza, de la alianza que hizo con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.
- Dios hizo grande en número a su pueblo, y más fuerte que los egipcios. Pero hizo que los egipcios se pusieran en contra de su pueblo y engañaran a los siervos de Dios. R.
- Entonces Dios envió a su siervo Moisés, y a Aarón, a quien había escogido, y ellos realizaron señales de Dios en el desierto: ¡grandes maravillas en la tierra de Cam! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 11, 28-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 de Julio: VIERNES – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 11, 10; 12, 1-14 / Sal 115 / Mt 12, 1-8                                                   Verde

6. Primera Lectura: Ex 11, 10; 12, 1-14
Lectura del libro del Éxodo
Moisés y Aarón hicieron muchas maravillas delante del faraón, pero como el Señor lo había hecho ponerse terco, el faraón no dejó salir de Egipto a los israelitas.
El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo: “Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: ‘El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor, lo he dicho. ‘La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. Este es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Cumpliré mis promesas al Señor.
- ¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
- Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. ¡Oh Señor, yo soy tu siervo! ¡Yo soy el hijo de tu sierva! Tú has roto los lazos que me ataban. R.
- En gratitud, te ofreceré sacrificios, e invocaré, Señor, tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 1-8            
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel tiempo, Jesús caminaba un sábado entre los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas de trigo y a comer los granos. Los fariseos lo vieron, y dijeron a Jesús: —Mira, tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado.
Él les contestó: — ¿No han leído ustedes lo que hizo David en una ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Pues entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados a Dios, los cuales no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes. ¿O no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes en el templo no cometen pecado aunque no descansen el sábado? Pues les digo que aquí hay algo más importante que el templo. Ustedes no han entendido el significado de estas palabras: ‘Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios.’ Si lo hubieran entendido, no condenarían a quienes no han cometido ninguna falta. Pues bien, el Hijo del hombre tiene autoridad sobre el sábado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 de Julio: SÁBADO – 15ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 12, 37-42 / Sal 135 / Mt 12, 14-21                                                          Verde

6. Primera Lectura: Ex 12, 37-42
Lectura del libro del Éxodo
Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar. Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 135
R. Demos gracias al Señor, porque él es bueno.
- Al que nos recuerda cuando estamos abatidos, porque su amor es eterno. Al que nos libra de nuestros enemigos, porque su amor es eterno. R.
- Al que hirió al primer hijo de toda familia egipcia, porque su amor es eterno. Extendiendo su brazo con gran poder, porque su amor es eterno. R.
- Al que partió en dos el Mar Rojo, porque su amor es eterno. Al que hundió en el Mar Rojo al Faraón y su ejército, porque su amor es eterno. R

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 14-21   
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los fariseos comenzaron a hacer planes para matar a Jesús. Jesús, al saberlo, se fue de allí, y mucha gente lo siguió. Jesús sanaba a todos los enfermos, y les ordenaba que no hablaran de él en público. Esto fue para que se cumpliera lo que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: “Aquí está mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien me deleito. Pondré sobre él mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones. No protestará ni gritará; nadie oirá su voz en las calles. No romperá la caña quebrada ni apagará la mecha que apenas humea, hasta que haga triunfar la justicia. Y las naciones pondrán su esperanza en él.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Julio: DOMINGO – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Sab 12, 13.16-19 / Sal 85 / Rom 8, 26-27 / Mt 13, 24-43        Verde

5. Oración Colecta
+ Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Sab 12, 13.16-19
Lectura del libro de la Sabiduría
No existe ningún Dios, fuera de ti, que tenga todo bajo su cuidado y a quien tú tengas que dar cuentas de si has juzgado rectamente o no; porque tu poder es la base de tu justicia, y como eres el dueño de todos, de todos tienes compasión.
Tú despliegas tu fuerza ante aquellos que dudan de tu gran poder, y confundes a los que, conociéndolo, se muestran insolentes; pero, precisamente porque dispones de tan gran poder, juzgas con bondad y nos gobiernas con gran misericordia, porque puedes usar de tu poder en el momento que quieras.
Actuando así, enseñaste a tu pueblo que el hombre justo debe ser bondadoso, y llenaste a tus hijos de una bella esperanza, al darles la oportunidad de arrepentirse de sus pecados. Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 85
R. Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas; eres todo amor con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, ¡atiende mi plegaria! R.
Oh Señor, tú has formado a todas las naciones, y ellas vendrán a ti para adorarte y para glorificar tu nombre. Porque solo tú eres Dios; ¡tú eres grande y haces maravillas! R.
Pero tú, Señor, eres Dios tierno y compasivo, paciente, todo amor y verdad. Mírame, ¡ten compasión de mí! R.
8. Segunda Lectura: Rom 8, 26-27
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos 
Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 24-43
+ Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús contó a la multitud esta parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: ‘Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ El dueño les dijo: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Los trabajadores le preguntaron: ‘¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?’ Pero él les dijo: ‘No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.’ ”
Jesús también les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas.”
También les contó esta parábola: “El reino de los cielos es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa.” Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Pidamos, hermanos, al Dios de misericordia que auxilie nuestra pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea. A cada petición respondemos: Escúchanos, Señor.
- Por la paz y concordia de las Iglesias, por la unión de todos los cristianos y por nuestra salvación, roguemos al Señor. R.
- Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor. R.
- Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y por todos los que sufren, roguemos al Señor. R.
- Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios, por los que hacen el bien a nuestra Comunión y por los que ayudan a los pobres, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo reunido para celebrar el domingo, y haz que, escuchando la palabra de tu Hijo y comiendo su pan de vida, lo reconozcamos como el verdadero profeta y como el buen pastor que nos guía hacia las fuentes de vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Que el Cuerpo de tu Hijo, que hemos recibido en comunión, sea para nosotros principio de vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.


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18 de Julio: LUNES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 14, 5-18 / Ex 15 / Mt 12, 38-42                                                               Verde

6. Primera Lectura: Ex 14, 5-18
Lectura del libro del Éxodo
El rey de Egipto recibió aviso de que los israelitas se habían escapado. Entonces el rey y sus funcionarios cambiaron de parecer en cuanto a ellos, y se dijeron: “¿Pero cómo pudimos permitir que los israelitas se fueran y dejaran de trabajar para nosotros?”
En seguida el faraón ordenó que prepararan su carro de combate, y se llevó a su ejército. Tomó seiscientos de los mejores carros, además de todos los carros de Egipto, que llevaban cada uno un oficial. El Señor hizo que el faraón se pusiera terco y persiguiera a los israelitas, aun cuando ellos habían salido ya con gran poder.
Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas, y los alcanzaron a la orilla del mar, junto a Pi-hahirot y frente a Baal-sefón, donde estaban acampados. Cuando los israelitas se dieron cuenta de que el faraón y los egipcios se acercaban, tuvieron mucho miedo y pidieron ayuda al Señor. Y a Moisés le dijeron: —¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué nos sacaste de Egipto? Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: ‘Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!’
Pero Moisés les contestó: —No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven. Ustedes no se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes.
Entonces el Señor le dijo a Moisés: —¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los israelitas que sigan adelante! Y tú, levanta tu bastón, extiende tu brazo y parte el mar en dos, para que los israelitas lo crucen en seco. Yo voy a hacer que los egipcios se pongan tercos y los persigan; entonces mostraré mi poder en el faraón y en todo su ejército, y en sus carros y caballería. Cuando haya mostrado mi poder en el faraón, y en sus carros y caballería, los egipcios sabrán que yo soy el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Éxodo 15.
R. Alabemos al Señor por su victoria.
- “Cantaré en honor del Señor, que tuvo un triunfo maravilloso al hundir en el mar caballos y jinetes. Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Él es mi Dios, y he de alabarlo; es el Dios de mi padre, y he de enaltecerlo. R.
- El Señor es un gran guerrero. El Señor, ¡ese es su nombre! El Señor hundió en el mar los carros y el ejército del faraón; ¡sus mejores oficiales se ahogaron en el Mar Rojo! R.
- Cayeron hasta el fondo, como piedras, y el mar profundo los cubrió. Oh, Señor, fue tu mano derecha, fuerte y poderosa, la que destrozó al enemigo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 38-42
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron a Jesús: —Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa.
Jesús les contestó: —Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra. Los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás. También la reina del Sur se levantará en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Julio: MARTES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 14, 21-31; 15, 1a / Ex 15 / Mt 12, 46-50                                                Verde

6. Primera Lectura: Ex 14, 21-31; 15, 1a
Lectura del libro Éxodo
Moisés extendió su brazo sobre el mar, y el Señor envió un fuerte viento del este que sopló durante toda la noche y partió el mar en dos. Así el Señor convirtió el mar en tierra seca, y por tierra seca lo cruzaron los israelitas, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda. Toda la caballería y los carros del faraón entraron detrás de ellos, y los persiguieron hasta la mitad del mar; pero a la madrugada el Señor miró de tal manera al ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, que provocó un gran desorden entre ellos; descompuso además las ruedas de sus carros, de modo que apenas podían avanzar. Entonces los egipcios dijeron: —Huyamos de los israelitas, pues el Señor pelea a favor de ellos y contra nosotros.
Pero el Señor le dijo a Moisés: —Extiende tu brazo sobre el mar, para que el agua regrese y caiga sobre los egipcios, y sobre sus carros y caballería.
Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al amanecer, el agua volvió a su cauce normal. Cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con el mar, y así el Señor los hundió en él. Al volver el agua a su cauce normal, cubrió los carros y la caballería, y todo el ejército que había entrado en el mar para perseguir a los israelitas. Ni un solo soldado del faraón quedó vivo. Sin embargo, los israelitas cruzaron el mar por tierra seca, entre dos murallas de agua, una a la derecha y otra a la izquierda.
En aquel día el Señor salvó a los israelitas del poder de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. Al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado contra Egipto, mostraron reverencia ante el Señor y tuvieron confianza en él y en su siervo Moisés. Entonces Moisés y los israelitas entonaron un canto en honor del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Éxodo 15
R. Alabemos al Señor por su victoria.
- Soplaste con furia, y el agua se amontonó; las olas se levantaron como un muro; ¡el centro del mar profundo se quedó inmóvil! El enemigo había pensado: ‘Los voy a perseguir hasta alcanzarlos, y voy a repartir lo que les quite hasta quedar satisfecho. Sacaré la espada, y mi brazo los destruirá.’ R.
- Pero soplaste, y el mar se los tragó; se hundieron como plomo en el agua tempestuosa. Oh, Señor, ¡ningún dios puede compararse a ti! ¡Nadie es santo ni grande como tú! ¡Haces cosas maravillosas y terribles! ¡Eres digno de alabanza! ¡Desplegaste tu poder y se los tragó la tierra! R.
- Oh, Señor, llévanos a vivir a tu santo monte, al lugar que escogiste para vivir, al santuario que afirmaste con tus manos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 12, 46-50
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que deseaban hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo. 
Pero él contestó al que le llevó el aviso: —¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Entonces, señalando a sus discípulos, dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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20 de Julio: MIÉRCOLES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 16, 1-5.9-15 / Sal 77 / Mt 13, 1-9                                                            Verde

6. Primera Lectura: Ex 16, 1-5.9-15
Lectura del libro Éxodo

Toda la comunidad israelita salió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí. Era el día quince del mes segundo después de su salida de Egipto. Allí, en el desierto, todos ellos comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón. Y les decían:—¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allá nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos hasta llenarnos, pero ustedes nos han traído al desierto para matarnos de hambre a todos.
Luego Moisés le dijo a Aarón:—Di a todos los israelitas que se acerquen a la presencia del Señor,  pues él ha escuchado sus murmuraciones.
En el momento en que Aarón estaba hablando con los israelitas, todos ellos miraron hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en una nube. Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:—He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: ‘Al atardecer, ustedes comerán carne, y por la mañana comerán pan hasta quedar satisfechos. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios.’
Aquella misma tarde vinieron codornices, las cuales llenaron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se decían unos a otros: “¿Y esto qué es?” Y Moisés les dijo:—Este es el pan que el Señor les da como alimento. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. ¡Dios los trajo con su poder!  
Quisieron ponerle a prueba pidiendo comida a su antojo. Hablaron contra él, diciendo: “¿Acaso puede Dios servir una mesa en el desierto? R.
Sin embargo, Dios dio órdenes a las nubes y abrió las puertas del cielo; ¡hizo llover sobre su pueblo el maná, trigo del cielo, para que comieran! R.
¡El hombre comió pan de ángeles! ¡Dios les dio de comer en abundancia! El viento del este y el viento del sur soplaron en el cielo; ¡Dios los trajo con su poder! R.
Hizo llover carne sobre su pueblo; ¡llovieron aves como arena del mar! Dios las hizo caer en medio del campamento y alrededor de las tiendas de campaña. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 1-9
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas.
Les dijo: “Un sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 de Julio: JUEVES – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 19, 1-2.9-11.16-20b / Dn 3 / Mt 13, 10-17                                            Verde

6. Primera Lectura: Ex 19, 1-2.9-11.16-20b
Lectura del libro del Éxodo
Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí al tercer mes de haber salido de Egipto. Después de salir de Refidim, llegaron al desierto del Sinaí y acamparon allí mismo, frente al monte.
El Señor le dijo: —Mira, voy a presentarme ante ti en medio de una nube espesa, para que la gente me oiga hablar contigo y así tengan siempre confianza en ti.
Moisés le repitió al Señor la respuesta del pueblo, y el Señor le dijo: —Ve y prepara al pueblo hoy y mañana para que me rinda culto. Deben lavarse la ropa y prepararse para pasado mañana, porque pasado mañana bajaré yo, el Señor, al monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí echaba humo debido a que el Señor había bajado a él en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y todo el monte temblaba violentamente. El sonido de trompetas fue haciéndose cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le contestaba con voz de trueno.
El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí, y le pidió a Moisés que subiera a ese mismo lugar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Daniel 3
R. A ti gloria y alabanza por los siglos.
- Bendito tu nombre santo y glorioso, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de todo honor y de toda gloria por siempre. R.
- Bendito eres tú, que te sientas en trono de rey, digno de todo honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres tú, que estás sentado sobre querubines y con tu mirada penetras los abismos, digno de honor y de toda alabanza por siempre. R.
- Bendito eres en la bóveda del cielo, digno de alabanza y de gloria por siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 10-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: “A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: ‘Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán.
“Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane.’
 “Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 de Julio: VIERNES – SANTA MARÍA MAGDALENA

Cant 3, 1-4 / Sal 62 / Jn 20, 1.11-18                                                         Blanco

6. Primera Lectura: Cant 3, 1-4
Lectura del libro del Cantar de los Cantares
En mi cama, por las noches, busqué al amor de mi vida. Lo busqué y no lo encontré. Entonces me levanté y recorrí la ciudad buscando al amor de mi vida por las calles y las plazas. Lo busqué y no lo encontré.
Pregunté a los guardias que hacen la ronda de la ciudad: “¿No han visto ustedes al amor de mi vida?”
Apenas me había alejado de ellos, cuando encontré al amor de mi vida. Lo tomé de la mano, y sin soltarlo lo llevé a las habitaciones de mi madre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 62
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, pues tengo sed de ti; mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua. R.
¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria, pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré. R.
Toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración. Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría. R.
Pues tú eres quien me ayuda. ¡Soy feliz bajo tus alas! Mi vida entera está unida a ti; tu mano derecha no me suelta. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 1.11-18
† Lectura del Evangelio según san Juan
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada.
María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro, y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies.  Los ángeles le preguntaron: —Mujer, ¿por qué lloras?
Ella les dijo: —Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.
Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él. Jesús le preguntó: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: —Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.
Jesús entonces le dijo: — ¡María!
Ella se volvió y le dijo en hebreo: — ¡Rabuni! (que quiere decir: “Maestro”).
Jesús le dijo: —No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.
Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 de Julio: SÁBADO – 16ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 24,3-8 / Sal 49 / Mt 13,24-30                                                                  Verde

6. Primera Lectura: Ex 24,3-8
Lectura del libro del Éxodo
Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:—¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!
Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel. Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. Después tomó el libro de la alianza y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:—Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo: —Esta es la sangre que confirma la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, sobre la base de todas estas palabras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 49
R. Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré.
El Señor, el Dios de los dioses, ha hablado; ha llamado a los que habitan la tierra del oriente al occidente. Dios resplandece desde Sión, la ciudad de belleza perfecta. R.
“Reúnan a los que me son fieles, a los que han hecho una alianza conmigo ofreciéndome un sacrificio.” Y el cielo declara que Dios es juez justo. R.
¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios; cumple al Altísimo tus promesas! Llámame cuando estés angustiado; yo te libraré, y tú me honrarás.” R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mt 13,24-30
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús les contó esta otra parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: ‘Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ El dueño les dijo: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Los trabajadores le preguntaron: ‘¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?’ Pero él les dijo: ‘No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.’ ” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Julio: DOMINGO – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

1 Re 3, 5.7-12 / Sal 118 / Rm 8, 28-30 / Mt 13, 44-52              Verde

5. Oración Colecta
+ ¡Oh Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo la guía de tu Espíritu, de tal manera utilicemos los bienes del mundo, que nos ayuden a crecer en vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: 1 Re 3, 5.7-12
Lectura del primer libro de los Reyes
Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: “Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.”
Salomón le respondió: “Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia. Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?”
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición, y le dijo: “Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oír y gobernar, voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligencia como nadie las ha tenido antes que tú ni las tendrá después de ti. Además, te doy riquezas y esplendor, cosas que tú no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Tus mandatos son maravillosos, Señor.
Tú, Señor, eres todo lo que tengo; he prometido poner en práctica tus palabras. Para mí vale más la enseñanza de tus labios, que miles de monedas de oro y plata. R.
¡Que tu amor me sirva de consuelo, conforme a la promesa que me hiciste! Muéstrame tu ternura, y hazme vivir, pues me siento feliz con tu enseñanza. R.
Por eso yo amo tus mandamientos mucho más que el oro fino. Por eso me guío por tus preceptos y odio toda conducta falsa. R.
Tus mandatos son maravillosos; por eso los obedezco. La explicación de tus palabras ilumina, instruye a la gente sencilla. R.

8. Segunda Lectura: Rm 8, 28-30
Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito. A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio parte en su gloria. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 44-52
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a la multitud: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
“Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla.
“Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”
Jesús preguntó: –¿Entienden ustedes todo esto? –Sí     –contestaron ellos.
Entonces Jesús les dijo: —Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas. Palabra del Señor.Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+   Pidamos el auxilio del Espíritu Santo, para que ruegue con nosotros por las necesidades del mundo. Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
- Por los que empiezan a conocer a Cristo, pidamos para ellos el favor de Dios todopoderoso. Roguemos al Señor. R.
- Por nuestro pueblo, por todos los que habitan en él, y por todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor la paz y la prosperidad. Roguemos al Señor. R.
- Por los que persiguen a la Iglesia y por los pecadores que viven intranquilos, pidamos para ellos la luz del Espíritu y la conversión. Roguemos al Señor. R.
- Por nosotros y por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el reino de su Hijo. Roguemos al Señor. R.
+ Señor, que cada domingo nos invitas a participar del pan vivo bajado del cielo; escucha nuestras oraciones y haz que, compartamos nuestro pan, para que quede satisfecha toda hambre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Señor, que esta celebración en la que recordamos la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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25 de Julio: LUNES – SANTIAGO APÓSTOL

Hch 4, 33; 5,12a. 27-33; 12, 1b-2 / Sal 66 / Mt 20, 20-28                          Rojo

6. Primera Lectura: Hch 4, 33; 5,12ª.27-32; 12,1b-2
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los apóstoles daban un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos.
Por medio de los apóstoles se hacían muchas señales y milagros entre la gente. Al llegar, los llevaron ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo: —Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.
El rey Herodes comenzó a perseguir a algunos de la iglesia. Ordenó matar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 66
R. Oh Dios, que todos los pueblos te alaben.
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga!
¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 20, 20-28
† Lectura del Evangelio según san Mateo
La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor. Jesús le preguntó: — ¿Qué quieres?
Ella le dijo: —Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Jesús contestó: —Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?
Ellos dijeron: —Podemos.
Jesús les respondió: —Ustedes beberán este trago amargo, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo, sino que se les dará a aquellos para quienes mi Padre lo ha preparado.
Cuando los otros diez discípulos oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó, y les dijo: —Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud. Palabra del Señor. Gloria a ti,Señor Jesús.


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26 de Julio: MARTES – SANTOS JOAQUÍN Y ANA

Ecclo 44, 1.10-15 / Sal 131 / Mt 13, 16-17                                        Blanco

6. Primera Lectura: Ecclo 44, 1.10-15
Lectura del libro del Eclesiástico
Voy a hacer el elogio de los hombres buenos, nuestros antepasados de épocas diversas. Aquellos, fueron hombres de bien, y su esperanza no terminará.
Sus bienes se conservan en su descendencia, y su herencia se transmitió a sus nietos.
Por su fidelidad a la alianza, se mantiene aún su descendencia, y gracias a ellos viven las generaciones siguientes.
Su recuerdo permanecerá siempre, y sus buenas acciones no se olvidarán.
Sus cuerpos fueron enterrados en paz, y su fama durará por todas las edades.
La asamblea celebrará su sabiduría, y el pueblo proclamará su alabanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 131
R. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
El Señor hizo a David un firme juramento, juramento del que no va a desdecirse: “Pondré en tu trono a uno de tus descendientes.” R.
¡El Señor ha escogido el monte Sión! ¡Lo ha elegido para vivir allí! “Este es el monte donde siempre quiero estar; en él viviré, porque así me agradó.” R.
“Allí haré que renazca el poder de David. Ya he preparado una lámpara para el rey que he escogido. A sus enemigos los llenaré de vergüenza, pero a él lo cubriré de esplendor.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 16-17
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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27 de Julio: MIÉRCOLES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 34, 29–35 / Sal 98 / Mt 13,44-45                                                            Verde

6. Primera Lectura: Ex 34,29-35
Lectura del libro del Éxodo
Bajó Moisés del monte Sinaí llevando las dos tablas de la ley; pero al bajar del monte no se dio cuenta de que su cara resplandecía por haber hablado con el Señor. Cuando Aarón y todos los israelitas vieron que la cara de Moisés resplandecía, sintieron miedo y no se acercaron a él. Pero Moisés los llamó, y cuando Aarón y todos los jefes de la comunidad volvieron a donde estaba Moisés, él habló con ellos. Poco después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les dio todas las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Luego que terminó de hablar con ellos, se puso un velo sobre la cara.
Cuando Moisés entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo y se quedaba así hasta que salía. Entonces comunicaba a los israelitas las órdenes que había recibido del Señor. Al ver los israelitas que la cara de Moisés resplandecía, él volvía a ponerse el velo sobre la cara, y se lo dejaba puesto hasta que entraba a hablar de nuevo con el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 98
R. ¡Alaben al Señor, nuestro Dios!
¡Alaben al Señor, nuestro Dios, y arrodíllense delante de sus pies! ¡Dios es santo! R.
Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes; Samuel está entre los que alabaron su nombre. El Señor les respondía cuando ellos pedían su ayuda. R.
Dios habló con ellos desde la columna de nube, y ellos cumplieron sus mandatos y la ley que les dio. R.
Alaben al Señor nuestro Dios, ¡arrodíllense ante su santo monte! ¡Nuestro Dios, el Señor, es santo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13,44-45
† Lectura del Evangelio según san Mateo
“El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
“Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 de Julio: JUEVES – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Ex 40, 14-19.32-36 / Sal 83 / Mt 13, 47-53                                                 Verde

6. Primera Lectura: Ex 40, 14-19.32-36
Lectura del libro del Éxodo
Moisés hizo todo tal como el Señor se lo había ordenado. Y así, al comenzar el segundo año después de la salida de Egipto, el día primero del mes primero, fue instalado el santuario. Moisés instaló el santuario y puso sus bases, colocó las tablas, puso los travesaños, levantó los postes, extendió la tienda de campaña sobre el santuario, y colocó la cubierta para la parte superior de la tienda, tal como el Señor se lo había ordenado. Después Moisés tomó las tablas de la ley y las puso en el arca de la alianza; luego le puso al arca los travesaños, y su tapa para la parte superior, y la llevó al interior del santuario; colgó entonces el velo y cubrió el arca, tal como el Señor se lo había ordenado.
Al terminar Moisés la construcción, la nube cubrió la tienda del encuentro y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no podía entrar en la tienda del encuentro porque la nube se había asentado sobre ella y la gloria del Señor llenaba el santuario. Cuando la nube se levantaba de encima del santuario, los israelitas levantaban su campamento y seguían su camino, pero si no se levantaba la nube, tampoco ellos levantaban su campamento, sino que esperaban hasta que la nube se levantaba. A lo largo de todo el viaje de los israelitas, y a la vista de todos ellos, la nube del Señor estaba sobre el santuario durante el día, y durante la noche había un fuego sobre él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 83
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
- ¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ¡Con todo el corazón canto alegre al Dios de la vida! R.
- Aun el gorrión y la golondrina hallan lugar en tus altares donde hacerles nido a sus polluelos, oh Señor todopoderoso, Rey mío y Dios mío. R.
- ¡Felices los que viven en tu templo y te alaban sin cesar! ¡Felices los que en ti encuentran ayuda, irán sus fuerzas en aumento. R.
- ¡Más vale estar un día en tus atrios, que mil fuera de ellos! Prefiero ser portero del templo de mi Dios, que vivir en lugares de maldad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 13, 47-53
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Dijo Jesús a sus discípulos: “Sucede con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.”
Jesús preguntó: — ¿Entienden ustedes todo esto?
—Sí —contestaron ellos.
Entonces Jesús les dijo: —Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas.  Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 de Julio: VIERNES – SANTA MARTA

1Jn 4, 7-16 / Sal 33 / Jn 11, 19-27                                                            Blanco

6. Primera Lectura: 1 Jn 4, 7-16 
Lectura de la Primera carta del Apóstol Juan
Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios mostró su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.
Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.
Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Bendigo al Señor en todo momento
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 11, 19-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Muchos judíos habían ido a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirlo; pero María se quedó en la casa. Marta le dijo a Jesús: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas.
Jesús le contestó: —Tu hermano volverá a vivir.
Marta le dijo: —Sí, ya sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último.
Jesús le dijo entonces: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Ella le dijo: —Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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30 de Julio: SÁBADO – 17ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Lv 25, 1.8-17 / Sal 66 / Mt 14, 1-12                                                             Verde

6. Primera Lectura: Lv 25, 1.8-17
Lectura del libro del Levítico
El Señor dijo a Moisés en el Sinaí: “Deben contar siete semanas de años, es decir, siete años multiplicados por siete, lo cual dará un total de cuarenta y nueve años, y el día diez del mes séptimo, que es el Día del perdón, harán sonar el cuerno de carnero en todo el país. El año cincuenta lo declararán ustedes año santo: será un año de liberación, y en él anunciarán libertad para todos los habitantes del país. Todo hombre volverá al seno de su familia y a la posesión de sus tierras. El año cincuenta será para ustedes año de liberación, y en él no deberán sembrar, ni cortar el trigo que nazca por sí mismo, ni podar los viñedos ni recoger sus uvas, porque es un año santo y de liberación para ustedes. Comerán solo lo que la tierra produzca por sí misma.
“En este año de liberación todos ustedes volverán a tomar posesión de sus tierras. Si alguien vende o compra a otra persona algún terreno, no trate de aprovecharse de ella; el que compra debe pagar según el tiempo transcurrido desde el año de liberación, y el que vende debe cobrar según los años de cosecha que aún falten: cuantos más años de cosecha falten, mayor será el precio; si quedan pocos años, el precio será menor, pues lo que se vende es el número de cosechas.
“No abuse nadie de nadie. Muestren reverencia por su Dios, pues yo soy el Señor su Dios.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
- Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
- Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
- La tierra ha dado su fruto; ¡nuestro Dios nos ha bendecido! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Por aquel mismo tiempo, Herodes, que gobernaba en Galilea, oyó hablar de Jesús y dijo a los que tenía a su servicio:—Ese es Juan el Bautista. Ha resucitado, y por eso tiene poderes milagrosos.
Es que Herodes había hecho apresar a Juan, y lo había encadenado en la cárcel. Fue a causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo, pues Juan decía a Herodes: —No puedes tenerla por mujer.
Herodes quería matar a Juan, pero temía a la gente, porque todos tenían a Juan por profeta. En el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías salió a bailar delante de los invitados, y le gustó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle cualquier cosa que le pidiera. Ella entonces, aconsejada por su madre, le dijo: —Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Esto entristeció al rey Herodes, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran. Envió, pues, a que cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. Luego la pusieron en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.
Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 de Julio: DOMINGO – 18ª SEMANA TIEMPO ORDINARIO

Is 55, 1-3 / Sal 144 / Rm 8, 35.37-39 / Mt 14, 13-21                                   Verde

5. Oración Colecta
+ Dios nuestro, que en la transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito fortaleciste nuestra fe con el testimonio de Moisés y Elías y nos dejaste entrever la gloria que nos comunicas, como hijos tuyos, concédenos seguir el Evangelio de Cristo para compartir con él la herencia de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.
6. Primera Lectura: Is 55, 1-3
Lectura del profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Todos los que tengan sed, vengan a beber agua; los que no tengan dinero, vengan, consigan trigo de balde y coman; consigan vino y leche sin pagar nada. ¿Por qué dar dinero a cambio de lo que no es pan?
¿Por qué dar su salario por algo que no deja satisfecho?
Óiganme bien y comerán buenos alimentos, comerán cosas deliciosas.
Vengan a mí y pongan atención, escúchenme y vivirán.
Yo haré con ustedes una alianza eterna, cumpliendo así las promesas que por amor hice a David.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Abres, Señor, tu mano, y nos sacias de favores.
El Señor es tierno y compasivo, es paciente y todo amor. El Señor es bueno para con todos, y con ternura cuida sus obras. R.
Los ojos de todos esperan de ti que tú les des su comida a su tiempo. Abres tu mano, y con tu buena voluntad satisfaces a todos los seres vivos. R.
El Señor es justo en sus caminos, bondadoso en sus acciones. El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad. R.

8. Segunda Lectura: Rm 8, 35.37-39
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los Romanos
Hermanos: ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?
Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 14, 13-21
+ Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús recibió la noticia de la muerte de Juan el Bautista, se fue de allí él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida.
Jesús les contestó: –No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.
Ellos respondieron: –No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: —Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, al Padre, que al revelarnos a su Hijo, nos muestra la esperanza a la que nos llama. Respondemos a cada petición: Te rogamos, Señor, óyenos.
- Para que Dios nos conceda encontrar el gozo en el hecho de que Él se nos da como pan vivo bajado del cielo, roguemos al Señor. R.
- Para que quienes se sienten atraídos por Jesús y su Evangelio, encuentren quién los ayude a llegar a la fe plena en Jesucristo, roguemos al Señor. R.
- Para que Dios fortalezca a los enfermos, con la esperanza de que su frágil condición será transformada por la acción de Jesucristo, roguemos al Señor. R.
- Para que el Señor, nos conceda el espíritu de contemplación y oración, de manera que gustemos ya desde ahora el gozo del cielo, roguemos al Señor. R.
+ Escucha nuestra oración, Señor, e ilumínanos con tu gracia, para que vivamos siempre en el amor de Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión
+ Que la comunión que hemos recibido nos asemeje, Señor, cada día más a tu Hijo, cuya gloria quisiste manifestarnos en su Transfiguración. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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