LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE MAYO 2011

 

Mayo 2011

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1 de Mayo: SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA


Hch 2, 42-47 / Sal 117 / 1 Pe 1,3-9 / Jn 20, 19-31                           Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios de eterna misericordia, que reavivas la fe de tu pueblo con la celebración de las  fiestas de pascua, aumenta en nosotros tu gracia para que comprendamos a fondo la inestimable riqueza del bautismo que nos  ha purificado, del Espíritu que nos ha dado una vida nueva y de la Sangre que nos ha redimido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Hch 2, 42-47
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los creyentes eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la oración.
Todos estaban asombrados a causa de los muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los apóstoles. Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre sí; vendían sus propiedades y todo lo que tenían, y repartían el dinero según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el templo, y en las casas partían el pany comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día el Señor hacía crecer la comunidad con el número de los que él iba llamando a la salvación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 117

R. Den gracias al Señor, porque su amor es eterno.
Que digan los israelitas: “El amor del Señor es eterno.” Que digan los sacerdotes: “El amor del Señor es eterno.” Que digan los que honran al Señor: “El amor del Señor es eterno.” R.
La piedra que los constructores despreciaron se ha convertido en la piedra principal. Esto lo ha hecho el Señor, y estamos maravillados. Este es el día en que el Señor ha actuado: ¡estemos hoy contentos y felices! R.
Por favor, Señor, ¡sálvanos! Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendecimos a ustedes desde el templo del Señor. El Señor es Dios; ¡él nos alumbra! R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 1,3-9
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Esto nos da una esperanza viva, y hará que ustedes reciban la herencia que Dios les tiene guardada en el cielo, la cual no puede destruirse, ni mancharse, ni marchitarse. Por la fe que ustedes tienen en Dios, él los protege con su poder para que alcancen la salvación que tiene preparada, la cual dará a conocer en los tiempos últimos.
Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas. Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.
Ustedes aman a Jesucristo, aunque no lo han visto; y ahora, creyendo en él sin haberlo visto, se alegran con una alegría tan grande y gloriosa que no pueden expresarla con palabras, porque están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 20, 19-31
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al llegar la noche del día de la resurrección, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: — ¡Paza ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús les dijo otra vez: — ¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Y sopló sobre ellos, y les dijo: —Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Tomás, uno de los doce discípulos, al que llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Después los otros discípulos le dijeron: —Hemos visto al Señor.
Pero Tomás les contestó: —Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo podré creer.
Ocho días después, los discípulos se habían reunido de nuevo en una casa, y esta vez Tomás estaba también. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo:— ¡Paz a ustedes!
Luego dijo a Tomás: —Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!
Tomás entonces exclamó: — ¡Mi Señor y mi Dios!
Jesús le dijo: — ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que siempre intercede por nosotros. Respondemos: Señor, escúchanos.
Que Cristo, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y fortalezca sus voluntades, roguemos al Señor. R.
Que Cristo, haga que todos los pueblos gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos, roguemos al Señor. R.
Que Cristo, destructor de la muerte y médico de toda enfermedad, ayude a los débiles y desdichados y aleje todos los males, roguemos al Señor. R.
Que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra comunidad y nos conceda la paz y la alegría, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que en este día, has reunido a tu Iglesia que peregrina por el mundo, escucha nuestra oración y abre nuestros corazones para que entendamos las Escrituras y reconozcamos a tu Hijo al partir el pan. El, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia recibida en este sacramento nos impulse siempre a servirte mejor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


PERIPLOS DEL OBISPO
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2 de Mayo: LUNES – 2ª Semana de Pascua

Hch 4,23-31 / Sal 2 / Jn 3,1-8                                                             Blanco

6. Primera Lectura: Hch 4,23-31
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pedro y Juan, ya puestos en libertad, fueron a reunirse con sus compañeros y les contaron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Después de haberlos oído, todos juntos oraron a Dios, diciendo: “Señor, tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, dijiste por medio del Espíritu Santo y por boca de nuestro patriarca David, tu siervo: ‘¿Por qué se alborotan los pueblos? ¿Por qué hacen planes sin sentido? Los reyes y gobernantes de la tierra se rebelan, y juntos conspiran contra el Señor y contra su escogido, el Mesías.’
“Es un hecho que Herodes y Poncio Pilato se juntaron aquí, en esta ciudad, con los extranjeros y los israelitas, contra tu santo siervo Jesús, a quien escogiste como Mesías. De esta manera, ellos hicieron todo lo que tú en tus planes ya habías dispuesto que tenía que suceder. Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo. Muestra tu poder sanando a los enfermos y haciendo señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús.”
Cuando acabaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y anunciaban abiertamente el mensaje de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. Dichosos los que se refugian en el Señor.
¿Por qué se alborotan los pueblos paganos? ¿Por qué hacen planes sin sentido? Los reyes y gobernantes de la tierra se rebelan, y juntos conspiran contra el Señor y su rey escogido. Y gritan: “¡Vamos a quitarnos sus cadenas! ¡Vamos a librarnos de sus ataduras!” R.
El Señor, el que reina en el cielo, se ríe de ellos; luego, enojado, los asusta; lleno de furor les dice:  “Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.” R.
Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes. ¡Los harás pedazos como a ollas de barro!” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3,1-8
† Lectura del Evangelio según san Juan
Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo: —Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él.
Jesús le dijo: —Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó: — ¿Y cómo puede uno nacer de nuevo cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer?
Jesús le contestó: —Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: ‘Todos tienen que nacer de nuevo.’ El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 de Mayo: MARTES – LA SANTA CRUZ

Nm 21, 4-9 / Sal 77 / Flp 2,6-11 / Jn 3, 13-17                                       Rojo

6. Primera Lectura: Nm 21, 4-9
Lectura del libro de los Números
Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente perdió la paciencia y empezó a hablar contra Dios y contra Moisés. Decían:—¿Para qué nos sacaron ustedes de Egipto? ¿Para hacernos morir en el desierto? No tenemos ni agua ni comida. ¡Ya estamos cansados de esta comida miserable!
El Señor les envió serpientes venenosas,  que los mordieron, y muchos israelitas murieron. Entonces fueron a donde estaba Moisés y le dijeron:—¡Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti! ¡Pídele al Señor que aleje de nosotros las serpientes!
Moisés pidió al Señor que perdonara a los israelitas, y el Señor le dijo:—Hazte una serpiente como esas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire hacia la serpiente del asta, y se salvará.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 77
R. Pueblo mío, atiende a mi enseñanza.
Pueblo mío, atiende a mi enseñanza; ¡inclínate a escuchar lo que te digo! Voy a hablar por medio de refranes; diré cosas que han estado en secreto desde tiempos antiguos. R.
Si Dios los hacía morir, entonces lo buscaban; se volvían a él y lo buscaban sin descanso; entonces se acordaban del Dios altísimo que los protegía y los rescataba.R.
Pero con su boca y su lengua le decían hermosas mentiras, pues nunca le fueron sinceros ni fieles a su alianza.R.
Pero Dios tenía compasión, perdonaba su maldad y no los destruía; muchas veces hizo a un lado el enojo y no se dejó llevar por la furia.R.

8. Segunda Lectura: Flp 2,6-11

 

Lectura de la carta del Apóstol Pablo a los Filipenses
Hermanos: Cristo Jesús, aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Por eso Dios le dio el más alto honor y el más excelente de todos los nombres, para que, ante ese nombre concedido a Jesús, doblen todos las rodillas en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y todos reconozcan que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 13-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
“Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.
“Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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4 de Mayo: MIÉRCOLES – 2ª Semana de Pascua

Hch 5,17-26 / Sal 33 / Jn 3,16-21                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Hch 5,17-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El sumo sacerdote y los del partido de los saduceos que estaban con él, se llenaron de envidia, y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y los sacó, diciéndoles: “Vayan y, de pie en el templo, cuenten al pueblo todo este mensaje de vida.” Conforme a esto que habían oído, al día siguiente entraron temprano en el templo y comenzaron a enseñar.
Entonces, el sumo sacerdote y los que estaban con él llamaron a todos los ancianos israelitas a una reunión de la Junta Suprema, y mandaron traer de la cárcel a los apóstoles. Pero cuando los guardias llegaron a la cárcel, no los encontraron. Así que volvieron con la noticia, diciendo:
—Encontramos la cárcel perfectamente cerrada, y a los soldados vigilando delante de las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.
Al oírlo, el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes se preguntaban en qué iría a parar todo aquello. En aquel momento llegó uno, que les dijo: —Los que ustedes metieron en la cárcel, están en el templo enseñando al pueblo.
El jefe de la guardia, junto con los guardias, fue a buscarlos; pero no los maltrataron, porque tenían miedo de ser apedreados por la gente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Si el pobre invoca al Señor, él lo escucha y lo libra.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes! R.
Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor. Recurrí al Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. R.
Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. R.
El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3,16-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree  en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
“El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 de Mayo: JUEVES – 2ª Semana de Pascua

Hch 5, 27-33 / Sal 33 / Jn 3, 31-36                                                     Blanco

6. Primera Lectura: Hch 5, 27-33
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días los guardias llevaron a los apóstoles ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo:—Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.
Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz. Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados. De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.
Cuando oyeron esto, se enfurecieron y quisieron matarlos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 33
R. Si el pobre invoca al Señor, él lo escucha y lo libra.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía! R.
El Señor está en contra de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. R.
El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. El hombre honrado pasa por muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 3, 31-36
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a Nicodemo: “El que viene de arriba está sobre todos. El que es de la tierra es terrenal, y habla de las cosas de la tierra. Pero el que viene del cielo está sobre todos, y da testimonio de lo que ha visto y oído; pero nadie acepta su testimonio. Pero si alguien lo acepta, confirma con ello que Dios dice la verdad; pues el que ha sido enviado por Dios, habla las palabras de Dios, porque Dios da abundantemente su Espíritu. El Padre ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todas las cosas. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo, no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL O
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6 de Mayo: VIERNES – 2ª Semana de Pascua

Hch 5, 34-42 / Sal 26 / Jn 6, 1-15                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Hch 5, 34-42 
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Entre las autoridades judías había un fariseo llamado Gamaliel, que era un maestro de la ley muy respetado por el pueblo. Este se puso de pie y mandó que por un momento sacaran de allí a los apóstoles. Luego dijo a las demás autoridades: —Israelitas, tengan cuidado con lo que van a hacer con estos hombres. Recuerden que hace algún tiempo se levantó Teudas, alegando ser un hombre importante, y unos cuatrocientos hombres lo siguieron. Pero a este lo mataron, y sus seguidores se dispersaron, y allí se acabó todo. Más tarde, en los días del censo, se levantó Judas, el de Galilea, y logró que algunos lo siguieran; pero también lo mataron, y todos sus seguidores se dispersaron. En este caso, yo les aconsejo que dejen a estos hombres y que no se metan con ellos. Porque si este asunto es cosa de los hombres, pasará; pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos. Tengan cuidado, no se vayan a encontrar luchando contra Dios.
Ellos le hicieron caso. Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús; después los soltaron. Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios les había concedido el honor de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús. Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, tanto en el templo como por las casas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. Solo una cosa he pedido al Señor, estar en su templo.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Solo una cosa he pedido al Señor, solo una cosa deseo: estar en el templo del Señor todos los días de mi vida, para adorarlo en su templo y contemplar su hermosura. R.
Pero yo estoy convencido de que llegaré a ver la bondad del Señor a lo largo de esta vida. ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 6, 1-15
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús se fue al otro lado del Lago de Galilea, que es el mismo Lago de Tiberias. Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos. Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos. Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe: — ¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?
Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer. Felipe le respondió: —Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco.
Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo: —Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para tanta gente?
Jesús respondió: —Díganles a todos que se sienten.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: —Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.
Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. La gente, al ver esta señal milagrosa hecha por Jesús, decía: —De veras este es el profeta que había de venir al mundo.
Pero como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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7 de Mayo: SÁBADO – 2ª Semana de Pascua

Hch 6, 1-7 / Sal 32 / Jn 6, 16-21                                                         Blanco
6. Primera Lectura: Hch 6, 1-7
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
En aquel tiempo, como el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega  comenzaron a quejarse de los de habla hebrea,  diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda. Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes, y les dijeron: —No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración. Así que, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos. Nosotros seguiremos orando y proclamando el mensaje de Dios.
Todos estuvieron de acuerdo, y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, uno de Antioquía que antes se había convertido al judaísmo. Luego los llevaron a donde estaban los apóstoles, los cuales oraron y les impusieron las manos. 
El mensaje de Dios iba extendiéndose, y el número de los creyentes aumentaba mucho en Jerusalén. Incluso muchos sacerdotes judíos aceptaban la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R.El amor del Señor llena toda la tierra.
Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos, la alabanza es hermosa. Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio. R.
La palabra del Señor es verdadera; sus obras demuestran su fidelidad. El Señor ama lo justo y lo recto; ¡su amor llena toda la tierra! R.
Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 16-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús bajaron al lago, subieron a una barca y comenzaron a cruzar el lago para llegar a Cafarnaúm. Ya estaba completamente oscuro, y Jesús no había regresado todavía. En esto, el lago se alborotó a causa de un fuerte viento que se había levantado. Cuando ya habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús, que se acercaba a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: —¡Soy yo, no tengan miedo!
Con gusto lo recibieron en la barca, y en un momento llegaron a la tierra adonde iban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Mayo: TERCER DOMINGO DE PASCUA

Hch 2, 14.22-33 / Sal 15 / 1 Pe 1, 17-21 / Lc 24, 13-35                  Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Señor, tú que nos has renovado en el espíritu al devolvernos la dignidad de hijos tuyos, concédenos reconocer, llenos de júbilo y esperanza, que el día glorioso de la resurrección ha llegado para nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Hch 2, 14.22-33
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El día de Pentecostés, Pedro se puso de pie junto con los otros once apóstoles, y con voz fuerte dijo a la multitud: “Escuchen, israelitas, lo que voy a decir: Como ustedes saben muy bien, Dios demostró ante ustedes la autoridad de Jesús de Nazaret, haciendo por medio de él grandes maravillas, milagros y señales. Y a ese hombre, que conforme a los planes y propósitos de Dios fue entregado, ustedes lo mataron, crucificándolo por medio de hombres malvados. Pero Dios lo resucitó, liberándolo de los dolores de la muerte, porque la muerte no podía tenerlo dominado. El rey David, refiriéndose a Jesús, dijo: ‘Yo veía siempre al Señor delante de mí; con él a mi derecha, nada me hará caer. Por eso se alegra mi corazón, y mi lengua canta llena de gozo. Todo mi ser vivirá confiadamente, porque no me dejarás en el sepulcro ni permitir que se descomponga el cuerpo de tu santo siervo. Me mostraste el camino de la vida, y me llenarás de alegría con tu presencia.”
“Hermanos, permítanme decirles con franqueza que el patriarca David murió y fue enterrado, y que su sepulcro está todavía entre nosotros. Pero David era profeta, y sabía que Dios le había prometido con juramento que pondría por rey a uno de sus descendientes. Así que, viendo anticipadamente la resurrección del Mesías, David habló de ella y dijo que el Mesías no se quedaría en el sepulcro ni su cuerpo se descompondría. Pues bien, Dios ha resucitado a ese mismo Jesús, y de ello todos nosotros somos testigos. Después de haber sido enaltecido y colocado por Dios a su derecha y de haber recibido del Padre el Espíritu Santo que nos había prometido, él a su vez lo derramó sobre nosotros. Eso es lo que ustedes han visto y oído.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del Salmo 15
R. Señor, enséñanos el camino de la vida.
¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección! Yo te he dicho: Tú, Señor, eres mi todo; tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos. R.
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches. Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. R.
Por eso, dentro de mí, mi corazón está lleno de alegría. Todo mi ser vivirá confiadamente, pues no me dejarás en el sepulcro, ¡no abandonarás en la fosa a tu amigo fiel! R.
Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti. R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 1, 17-21
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Si ustedes llaman “Padre” a Dios, que juzga a cada uno según sus hechos y sin parcialidad, deben mostrarle reverencia durante todo el tiempo que vivan en este mundo. Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha. Cristo había sido destinado para esto desde antes que el mundo fuera creado, pero en estos tiempos últimos ha aparecido para bien de ustedes. Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, el cual lo resucitó y lo glorificó; así que ustedes han puesto su fe y su esperanza en Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Lc 24, 13-35
† Lectura del Evangelio según san Lucas
El mismo día de la resurrección, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban hablando de todo lo que había pasado. Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos. Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era. Jesús les preguntó:— ¿De qué van hablando ustedes por el camino?
Se detuvieron tristes, y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó: — ¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
Él les preguntó: — ¿Qué ha pasado?
Le dijeron: —Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero ya hace tres días que pasó todo eso. Aunque algunas de las mujeres que están con nosotros nos han asustado, pues fueron de madrugada al sepulcro, y como no encontraron el cuerpo, volvieron a casa. Y cuentan que unos ángeles se les han aparecido y les han dicho que Jesús vive. Algunos de nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Jesús no lo vieron.
Entonces Jesús les dijo:— ¡Qué faltos de comprensión son ustedes y qué lentos para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?
Luego se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas.
Al llegar al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba a seguir adelante. Pero ellos lo obligaron a quedarse, diciendo:—Quédate con nosotros, porque ya es tarde. Se está haciendo de noche.
Jesús entró, pues, para quedarse con ellos. Cuando ya estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció. Y se dijeron el uno al otro:— ¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Sin esperar más, se pusieron en camino y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a sus compañeros, que les dijeron:—De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón.
Entonces ellos dos les contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan. Palabra del Señor. Gloriaati,SeñorJesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos para que todos los seres humanos, participemos responsablemente en la obra de la salvación. Respondemos: R. Venga a nosotros tu Reino, Señor.
Para que la comunidad cristiana persevere en la fe y dé testimonio de la renovación en el Espíritu con obras de paz, roguemos al Señor. R.
Para que todas las familias compartan los dones de verdad y gracia que han recibido, y den razón de la esperanza en Cristo resucitado, roguemos al Señor. R.
Para que todos los cristianos, que reconocen a Cristo en la Palabra y en la fracción del pan, sepan reconocerlo en los pobres, roguemos al Señor. R.
Para que los renacidos en el bautismo rechacen toda forma de violencia y de mentira, y se adhieran a la verdad de Cristo Señor, roguemos al Señor. R.
Para que, al terminar nuestra celebración, toda nuestra vida anuncie al mundo la reconciliación y la paz, roguemos al Señor. R.
+ Padre, que en Cristo resucitado has comenzado la nueva creación, haz que, con la gracia del Espíritu Santo, anunciemos el Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén

21. Oración después de la Comunión 
+ Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos y condúcelos al gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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9 de Mayo: LUNES – 3ª Semana de Pascua

Hch 6,8-15 / Sal 118 / Jn 6,22-29                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Hch 6,8-15  
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo. Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban; pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo. Pagaron entonces a unos para que afirmaran que lo habían oído decir palabras ofensivas contra Moisés y contra Dios. De este modo alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley; por lo cual atacaron a Esteban, lo apresaron y lo llevaron ante la Junta Suprema. Además buscaron testigos falsos, que dijeron: —Ese hombre no deja de hablar contra este santo templo y contra la ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el templo y que va a cambiar las costumbres que nos dejó Moisés.
Las autoridades y todos los que estaban allí sentados, al mirar a Esteban, vieron que su cara era como la de un ángel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Dichoso el que camina con vida intachable.
Aunque hombres poderosos tramen hacerme daño, este siervo tuyo meditará en tus leyes. Yo me alegro con tus mandatos; ellos son mis consejeros. R.
Te he expuesto mi conducta, y me has respondido. ¡Enséñame tus leyes! Dame entendimiento para seguir tus preceptos, pues quiero meditar en tus maravillas. R.
Aléjame del camino de la mentira y favoréceme con tu enseñanza. He escogido el camino de la verdad y deseo tus decretos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,22-29
† Lectura del Evangelio según san Juan
Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del lago se dio cuenta de que los discípulos se habían ido en la única barca que allí había, y que Jesús no iba con ellos. Mientras tanto, otras barcas llegaron de la ciudad de Tiberias a un lugar cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias. Así que, al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió también a las barcas y se dirigió a Cafarnaúm, a buscarlo.
Al llegar ellos al otro lado del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo viniste acá?
Jesús les dijo: —Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.
Le preguntaron: — ¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos?
Jesús les contestó: —La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Mayo: MARTES – 3ª Semana de Pascua

Hch 7,51-59 / Sal 30 / Jn 6,30-35                                                            Blanco

6. Primera Lectura: Hch 7,51-59
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días Esteban dijo a la gente: “Ustedes siempre han sido tercos, y tienen oídos y corazón paganos. Siempre están en contra del Espíritu Santo. Son iguales que sus antepasados. ¿A cuál de los profetas no maltrataron los antepasados de ustedes? Ellos mataron a quienes habían hablado de la venida de aquel que es justo, y ahora que este justo ya ha venido, ustedes lo traicionaron y lo mataron. Ustedes, que recibieron la ley por medio de ángeles, no la obedecen.”
Cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron y rechinaron los dientes contra Esteban. Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Entonces dijo: — ¡Miren! Veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre a la derecha de Dios.
Pero ellos se taparon los oídos, y dando fuertes gritos se lanzaron todos contra él. Lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon; los que hacían de testigos contra él dejaron sus ropas al cuidado de un joven llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban oró, diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 30
R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé tú mi roca protectora, ¡sé tú mi castillo de refugio y salvación! ¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! R.
En tus manos encomiendo mi espíritu; ¡rescátame, Señor, Dios de la verdad! He puesto mi confianza en el Señor. Tu amor me trae gozo y alegría. R.
Mira con bondad a este siervo tuyo, y sálvame, por tu amor. Con la protección de tu presencia los libras de los planes malvados del hombre R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,30-35
† Lectura del Evangelio según san Juan
Le preguntaron a Jesús: — ¿Qué señal puedes darnos, para que al verla te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio a comer pan del cielo.’
Jesús les contestó: —Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
Ellos le pidieron: —Señor, danos siempre ese pan.
Y Jesús les dijo: —Yo soy el pan que da vida.  El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Mayo: MIÉRCOLES – 3ª Semana de Pascua

Hch 8,1-8 / Sal 65 / Jn 6, 35-40                                                          Blanco

6. Primera Lectura: Hch 8,1-8
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Aquel día comenzó una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén. Todos, menos los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y de Samaria. Algunos hombres piadosos enterraron a Esteban y lloraron mucho por él. Mientras tanto, Saulo perseguía a la iglesia, y entraba de casa en casa para sacar a rastras a hombres y mujeres y mandarlos a la cárcel.
Pero los que tuvieron que salir de Jerusalén anunciaban la buena noticia por dondequiera que iban. Felipe, uno de ellos, se dirigió a la principal ciudad de Samaria y comenzó a hablarles de Cristo. La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él. Muchas personas que tenían espíritus impuros eran sanadas, y los espíritus salían de ellas gritando; y también muchos paralíticos y tullidos eran sanados. Por esta causa hubo gran alegría en aquel pueblo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra.
Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas. Díganle a Dios: “Tus obras son maravillosas. R.
Todo el mundo te adora y canta himnos a tu nombre.” Vengan a ver las obras de Dios, las maravillas que ha hecho por los hombres. R.
Convirtió el mar en tierra seca, y nuestros antepasados cruzaron el río a pie; ¡alegrémonos en Dios! Con su poder, gobierna para siempre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 35-40
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a la gente: —Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed. Pero como ya les dije, ustedes no creen aunque me han visto. Todos los que el Padre me da, vienen a mí; y a los que vienen a mí, no los echaré fuera. Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado,  sino que los resucite en el día último. Porque la voluntad de mi Padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 de Mayo: JUEVES – 3ª Semana de Pascua

Hch 8,26-40 /Sal 65 / Jn 6,44-52                                                        Blanco

6. Primera Lectura: Hch 8,26-40
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, un ángel del Señor le dijo a Felipe: “Levántate y vete al sur, por el camino de Jerusalén a Gaza.” Este camino pasa por el desierto. Felipe se levantó y se fue; y en el camino se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario, tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y leyendo el libro del profeta Isaías.
El Espíritu le dijo a Felipe: “Ve y acércate a ese carro.” Cuando Felipe se acercó, oyó que el etiope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó: — ¿Entiende usted lo que está leyendo?
El etiope le contestó: —¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?
Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. La parte de la Escritura que estaba leyendo era esta: “Fue llevado como una oveja al matadero; como un cordero que se queda callado delante de los que lo trasquilan, así tampoco abrió él la boca. Fue humillado, y no se le hizo justicia; ¿quién podrá hablar de su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.”
El funcionario etiope le preguntó a Felipe: —Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etiope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús. Más tarde, al pasar por un sitio donde había agua, el funcionario dijo: —Aquí hay agua; ¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado?
Entonces mandó parar el carro; y los dos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe, y el funcionario no lo volvió a ver; pero siguió su camino lleno de alegría. Felipe se encontró en Azoto, y pasó de pueblo en pueblo anunciando la buena noticia, hasta llegar a Cesarea. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Alaben al Señor todos los habitantes de la tierra.
¡Naciones, bendigan a nuestro Dios! ¡Hagan resonar himnos de alabanza! Porque nos ha mantenido con vida; no nos ha dejado caer. R.
¡Vengan todos ustedes, los que tienen temor de Dios! ¡Escuchen, que voy a contarles lo que ha hecho por mí! Con mis labios y mi lengua lo llamé y lo alabé. R.
¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6,44-52
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a la gente: “Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre,  que me ha enviado; y yo lo resucitaré en el día último. En los libros de los profetas se dice: ‘Dios instruirá a todos.’  Así que todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí. No es que alguno haya visto al Padre; el único que lo ha visto es el que procede de Dios. Les aseguro que quien cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan que da vida. Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; pero yo hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.”
Los judíos se pusieron a discutir unos con otros: — ¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 de Mayo: VIERNES – 3ª Semana de Pascua

Hch 9, 1-20 / Sal 116 / Jn 6, 53-60                                                     Blanco

6. Primera Lectura: Hch 9, 1-20
Lectura de los Hechos de los Apóstoles
Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes en el Señor. Por eso, se presentó al sumo sacerdote, y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los que seguían el Nuevo Camino, tanto hombres como mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del cielo brilló de repente a su alrededor. Saulo cayó al suelo, y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
Saulo preguntó: “¿Quién eres, Señor?” La voz le contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer.”
Los que viajaban con Saulo estaban muy asustados, porque habían oído la voz pero no habían visto a nadie. Luego, Saulo se levantó del suelo; pero cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber nada.
En Damasco vivía un creyente que se llamaba Ananías, a quien el Señor se le presentó en una visión y le dijo: “¡Ananías!” Él contestó: “Aquí estoy, Señor.”
El Señor le dijo: “Levántate y vete a la calle llamada Derecha, y en la casa de Judas pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. Está orando, y en una visión ha visto a uno llamado Ananías que entra y pone sus manos sobre él para que pueda ver de nuevo.”
Al oír esto, Ananías dijo: “Señor, muchos me han hablado de ese hombre y de todos los males que ha causado en Jerusalén a tu pueblo santo. Y ahora ha venido aquí, con autorización de los jefes de los sacerdotes, a llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.”
Pero el Señor le dijo: “Ve, porque he escogido a ese hombre para que hable de mí a la gente de otras naciones, y a sus reyes, y también a los israelitas. Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa.”
Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él, y le dijo: —Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.
Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado. Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco.
Luego Saulo comenzó a proclamar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 116
R.Vayan a todo el mundo y proclamen el Evangelio.
Naciones y pueblos todos, alaben al Señor. R.
Pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 6, 53-60
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los judíos: —Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre.
Jesús enseñó estas cosas en la sinagoga en Cafarnaúm.
Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron: —Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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14 de Mayo: SÁBADO – SAN MATÍAS, APÓSTOL

Hch 1, 15-17.20-26 / Sal 112 / Jn 15, 9-17                                           Rojo

6. Primera Lectura: Hch 1, 15-17.20-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Por aquellos días Pedro se dirigió a los hermanos reunidos, que eran como ciento veinte personas, y les dijo: “Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por medio de David, ya había dicho en la Escritura acerca de Judas, el que sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús. Pues Judas era uno de los nuestros, y tenía parte en nuestro trabajo.
En efecto, el libro de los Salmos dice: ‘Que su casa se vuelva un desierto, y que nadie viva en ella.’ Y también: ‘Que otro ocupe su cargo.’
“Tenemos aquí hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús estuvo entre nosotros, desde que fue bautizado por Juan hasta que subió al cielo. Es necesario, pues, que uno de ellos sea agregado a nosotros, para que junto con nosotros dé testimonio de que Jesús resucitó.”
Entonces propusieron a dos: a José, llamado Barsabás, y llamado también Justo, y a Matías. Y oraron así: “Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos cuál de estos dos has escogido para que tome a su cargo el servicio de apóstol que Judas perdió por su pecado, cuando se fue al lugar que le correspondía.”
Lo echaron a la suerte, y esta favoreció a Matías, quien desde aquel momento quedó agregado a los once apóstoles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 112
R. Lo puso el Señor entre los jefes de su pueblo.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor, desde ahora y para siempre. R.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. Dios está sobre todas las naciones; su gloria por encima de los cielos. R.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada y, sin embargo, se digna bajar su mirada para ver tierra y cielo? R.
Levanta del polvo al desvalido y saca al indigente de la basura, para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 9-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”.
“Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 de Mayo: CUARTO DOMINGO DE PASCUA

Hch 2, 14a.36-41 / Sal 22 / 1 Pe 2, 20b-25 / Jn 10, 1-10                Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo muriera en la Cruz para salvar a toda la humanidad, concédenos aceptar por su amor la cruz del sufrimiento, para participar de los frutos de su redención. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Hch 2, 14a.36-41
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El día de Pentecostés, Pedro se puso de pie junto con los otros once apóstoles, y con voz fuerte dijo a la multitud: “Sepa todo el pueblo de Israel, con toda seguridad, que a este mismo Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.”
Cuando los allí reunidos oyeron esto, se afligieron profundamente, y preguntaron a Pedro y a los otros apóstoles:—Hermanos, ¿qué debemos hacer?
Pedro les contestó:—Vuélvanse a Dios y bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados, y así él les dará el Espíritu Santo. Porque esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y también para todos los que están lejos; es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.
Con estas y otras palabras, Pedro les habló y les aconsejó, diciéndoles: — ¡Apártense de esta gente perversa!
Así pues, los que hicieron caso de su mensaje fueron bautizados; y aquel día se agregaron a los creyentes unas tres mil personas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 2, 20b-25

 

Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Si sufren por haber hecho el bien, y soportan con paciencia el sufrimiento, eso es agradable a Dios. Pues para esto los llamó Dios, ya que Cristo sufrió por ustedes, dándoles un ejemplo para que sigan sus pasos. Cristo no cometió ningún pecado ni engañó jamás a nadie. Cuando lo insultaban, no contestaba con insultos; cuando lo hacían sufrir, no amenazaba, sino que se encomendaba a Dios, que juzga con rectitud. Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados. Pues ustedes andaban antes como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto a Cristo, que los cuida como un pastor y vela por ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra en el redil de las ovejas por la puerta es un ladrón y un bandido. Pero el que entra por la puerta es el pastor que cuida las ovejas. El portero le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja por su nombre, y las ovejas reconocen su voz; las saca del redil, y cuando ya han salido todas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. En cambio, a un desconocido no lo siguen, sino que huyen de él, porque desconocen su voz.”
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir.
Jesús volvió a decirles: “Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí, fueron unos ladrones y unos bandidos; pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos.
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Levantemos, nuestros ojos a Cristo, y pongamos en él, con toda confianza, las necesidades de la humanidad. Respondemos: Te rogamos, Señor, óyenos.
Para que los obispos, presbíteros y diáconos, apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor. R.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos se arraigue con fuerza en nuestro mundo, y se alejen el odio y las guerras, roguemos al Señor. R.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren, encuentren en Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor. R.
Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad, de manera que germinen vocaciones al ministerio eclesial, roguemos al Señor. R.
+ Señor, escucha nuestra oración y sostennos con la fuerza de tu Espíritu, para que no nos separemos de Jesucristo, nuestro pastor y guía. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Señor nuestro Jesucristo, tú que nos has redimido por medio de la cruz y nos has hecho partícipes de tu Cuerpo, concédenos participar también de la gloria de tu resurrección. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


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16 de Mayo: LUNES – 4ª Semana de Pascua

Hch 11,1-18 / Sal 41/ Jn 10,1-10                                                        Blanco

6. Primera Lectura: Hch 11,1-18
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea recibieron noticias de que también los no judíos habían aceptado el mensaje de Dios. Pero cuando Pedro volvió a Jerusalén, lo criticaron algunos de los creyentes procedentes del judaísmo. Le preguntaron: — ¿Por qué fuiste a visitar a los que no son judíos, y comiste con ellos?
Pedro les contó desde el principio todo lo que había pasado. Les dijo: —Yo estaba en la ciudad de Jope, y mientras oraba tuve una visión: Vi algo parecido a una gran sábana que, atada por las cuatro puntas, bajaba del cielo hasta donde yo estaba. Me fijé bien para ver lo que había dentro, y vi cuadrúpedos y fieras, reptiles y aves. Y oí una voz, que me dijo: ‘Levántate, Pedro; mata y come.’ Yo contesté: ‘No, Señor, porque nunca ha entrado en mi boca nada profano ni impuro.’ Entonces la voz del cielo me habló de nuevo, diciéndome: ‘Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano.’ Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a subir al cielo. En aquel momento, tres hombres enviados desde Cesarea a buscarme llegaron a la casa donde estábamos. El Espíritu me mandó que, sin dudarlo, fuera con ellos. Y también fueron conmigo estos seis hermanos. Todos entramos en casa de cierto hombre, que nos contó cómo en su casa había visto a un ángel, que puesto de pie le había dicho: ‘Manda a alguien a la ciudad de Jope para que haga venir a Simón, que también es conocido como Pedro; él te dirá cómo puedes salvarte, tú y toda tu familia.’ Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo vino sobre ellos de igual manera que al principio vino sobre nosotros. Entonces me acordé de lo que había dicho el Señor: ‘Es cierto que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.’ Pues bien, si Dios les da también a ellos lo mismo que nos ha dado a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?
Cuando los hermanos de Jerusalén oyeron estas cosas, se callaron y alabaron a Dios, diciendo: — ¡De manera que también a los que no son judíos les ha dado Dios la oportunidad de volverse a él y alcanzar la vida eterna! Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 41
R. Como ciervo sediento en busca de un río, así te busco, Dios mío.
Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios? R.
Recuerdo cuando yo iba con la gente, conduciéndola al templo de Dios entre gritos de alegría y gratitud. ¡Qué gran fiesta entonces! R.
Envía tu luz y tu verdad, para que ellas me enseñen el camino que lleva a tu santo monte, al lugar donde tú vives. R.
Llegaré entonces a tu altar, oh Dios, y allí te alabaré al son del arpa, pues tú, mi Dios, llenas mi vida de alegría. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10,1-10
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra en el redil de las ovejas por la puerta es un ladrón y un bandido. Pero el que entra por la puerta es el pastor que cuida las ovejas. El portero le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja por su nombre, y las ovejas reconocen su voz; las saca del redil, y cuando ya han salido todas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. En cambio, a un desconocido no lo siguen, sino que huyen de él, porque desconocen su voz.”
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les decía.
Jesús volvió a decirles: “Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí, fueron unos ladrones y unos bandidos;  pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta:  el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos.
“El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Mayo: MARTES – 4ª Semana de Pascua

Hch 11,19-26 / Sal 86 / Jn 10,22-30                                                  Blanco

6. Primera Lectura: Hch 11,19-26
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Después de la muerte de Esteban, comenzaron a perseguir a los creyentes, por lo que algunos tuvieron que huir a Fenicia, Chipre y Antioquía. Allí anunciaron a los judíos el mensaje del evangelio, pero no a los demás. Sin embargo, algunos creyentes de Chipre y de Cirene llegaron a la ciudad de Antioquía y hablaron también a los no judíos, anunciándoles la buena noticia acerca de Jesús, el Señor. El poder del Señor estaba con ellos, y así fueron muchos los que dejaron sus antiguas creencias y creyeron en el Señor.
Los de la iglesia de Jerusalén, al conocer esta noticia, mandaron a Bernabé a Antioquía. Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Les aconsejó a todos que con corazón firme siguieran fieles al Señor. Porque Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y así mucha gente se unió al Señor.
Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 86
R. Que canten al Señor todos los pueblos.
Los cimientos de la ciudad de Dios están sobre los montes santos. El Señor ama las puertas de Sión más que a todas las casas de Jacob. Ciudad de Dios, qué cosas tan hermosas se dicen de ti. R.
“Entre los pueblos que me conocen puedo nombrar a Egipto y Babilonia, Filistea, Tiro y Etiopía; todos ellos nacieron en ti.” De la ciudad de Sión dirán: “Este y aquel nacieron en ella.” El Altísimo mismo la ha afirmado. R.
El Señor escribe en el libro donde constan los nombres de los pueblos: “Este nació en ella.” Y los que cantan y los que bailan dicen: “Mi hogar está en ti.” R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 10,22-30
† Lectura del Evangelio según san Juan
Era invierno, y en Jerusalén estaban celebrando la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. Jesús estaba en el templo, y andaba por el Pórtico de Salomón. Entonces los judíos lo rodearon y le preguntaron: — ¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó: —Ya se lo dije a ustedes, y no me creyeron.  Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno solo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Mayo: MIÉRCOLES – 4ª Semana de Pascua

Hch 12, 24-25; 13,1-5a / Sal 66 / Jn 12, 44-50                                 Blanco

6. Primera Lectura: Hch 12, 24-25;13,1-5a
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El mensaje de Dios iba extendiéndose y era anunciado en todas partes.
Cuando Bernabé y Saulo terminaron su trabajo en Jerusalén, volvieron llevándose con ellos a Juan, que también se llamaba Marcos.
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes, el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: “Sepárenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual los he llamado.”
Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron.
Enviados por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo se dirigieron a Seleucia, y allí se embarcaron para la isla de Chipre. Al llegar al puerto de Salamina, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 66
R. ¡Oh Dios, que todos los pueblos te alaben!
Que el Señor tenga compasión y nos bendiga, que nos mire con buenos ojos, para que todas las naciones de la tierra conozcan su voluntad y salvación. R.
Que las naciones griten de alegría, pues tú gobiernas los pueblos con justicia; ¡tú diriges las naciones del mundo! R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos; ¡que todos los pueblos te alaben! ¡Que Dios nos bendiga! ¡Que le rinda honor el mundo entero! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 12, 44-50
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo con voz fuerte: “El que cree en mí, no cree solamente en mí, sino también en el Padre, que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve también al que me ha enviado. Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad. Pero a aquel que oye mis palabras y no las obedece, no soy yo quien lo condena; porque yo no vine para condenar al mundo, sino para salvarlo. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien lo condene: las palabras que yo he dicho lo condenarán en el día último. Porque yo no hablo por mi cuenta; el Padre, que me ha enviado, me ha ordenado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para vida eterna. Así pues, lo que yo digo, lo digo como el Padre me ha ordenado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Mayo: JUEVES – 4ª Semana de Pascua

Hch 13, 13-25 / Sal 88 / Jn 13, 16-20                                                Blanco

6. Primera Lectura: Hch 13, 13-25
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo y sus compañeros se embarcaron en Pafos y viajaron a Perge, en la región de Panfilia; pero Juan los dejó y volvió a Jerusalén. De Perge pasaron a Antioquía de Pisidia. Allí, el sábado, entraron en la sinagoga y se sentaron. Después de la lectura de la ley y de los profetas, los jefes de la sinagoga los invitaron: —Hermanos, si tienen algo que decir para dar ánimo a la gente, díganlo ahora.
Entonces Pablo se levantó y, pidiéndoles con la mano que guardaran silencio, dijo: —Escuchen ustedes, israelitas, y también ustedes, los extranjeros que tienen temor de Dios. El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados; hizo de ellos una nación grande cuando todavía estaban viviendo como extranjeros en Egipto, y después, con su poder, los sacó de aquella tierra. Dios soportó su conducta en el desierto unos cuarenta años, y destruyó siete naciones en el país de Canaán, para dar sus tierras a nuestros antepasados. Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años.
“Después les dio caudillos, hasta los días del profeta Samuel. Entonces ellos pidieron un rey que los gobernara, y Dios, durante cuarenta años, les dio como rey a Saúl, hijo de Quis, que era de la tribu de Benjamín. Más tarde, Dios quitó de su puesto a Saúl, y les dio por rey a David, de quien dijo: ‘He encontrado que David, hijo de Jesé, es un hombre que me agrada y que está dispuesto a hacer todo lo que yo quiero.’ Uno de los descendientes de este mismo David fue Jesús, a quien Dios envió para salvar a Israel, como había prometido. Antes que Jesús viniera, Juan anunciaba el mensaje a todo el pueblo de Israel, diciéndoles que debían volverse a Dios y ser bautizados. Y cuando Juan se iba acercando al fin de su vida, dijo: ‘Yo no soy lo que ustedes piensan; pero después de mí viene uno a quien yo ni siquiera merezco desatarle las sandalias de los pies.’ Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 88
R. Proclamaré que tu amor es eterno.
Señor, siempre diré en mi canto que tú eres bondadoso; constantemente contaré que tú eres fiel. Proclamaré que tu amor es eterno; que tu fidelidad es invariable, invariable como el mismo cielo. R.
¡He encontrado a mi siervo David! Con mi aceite sagrado lo he designado rey, y nunca le faltará mi ayuda. Con mi poder lo fortaleceré. R.
Aplastaré a sus enemigos; ¡los quitaré de su vista! ¡Destrozaré a los que lo odian! Él contará con mi amor y fidelidad, y por mí aumentará su poder. Él me dirá: ‘Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege.’ R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 13, 16-20
† Lectura del Evangelio según san Juan
Después que Jesús lavó los pies a sus discípulos, les dijo: “Les aseguro que ningún servidor es más que su señor,  y que ningún enviado es más que el que lo envía. Si entienden estas cosas y las ponen en práctica, serán dichosos.
“No estoy hablando de todos ustedes; yo sé quiénes son los que he escogido. Pero tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: ‘El que come conmigo, se ha vuelto contra mí.’ Les digo esto de antemano para que, cuando suceda, ustedes crean que Yo Soy. Les aseguro que el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 de Mayo: VIERNES – 4ª Semana de Pascua

Hch 13, 26-33 / Sal 2 / Jn 14,1-6                                                        Blanco

6. Primera Lectura: Hch 13, 26-33
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo dijo en la sinagoga de Antioquía: “Hermanos descendientes de Abraham, y ustedes, los extranjeros que tienen temor de Dios: este mensaje de salvación es para nosotros. Pues los que vivían en Jerusalén, y sus jefes, no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen en la sinagoga cada sábado; así ellos mismos, cuando condenaron a Jesús, cumplieron esas profecías. Y aunque no encontraron en él ningún motivo para darle muerte, pidieron a Pilato que mandara matarlo. Luego, cuando ya habían hecho todo lo que se decía de él en las Escrituras, lo bajaron de la cruz y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó. Y, durante muchos días, Jesús se apareció a los que lo habían acompañado en su viaje de Galilea a Jerusalén; y ahora ellos son testigos de Jesús ante el pueblo.
“Así que nosotros les estamos anunciando a ustedes esta buena noticia: La promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, nos la ha cumplido a nosotros, que somos los descendientes. Esto lo ha hecho al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.’” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 2
R. “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.”
“Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.” Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. R.
Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡Los harás pedazos como a ollas de barro!” R.
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia; inclínense ante él con temblor. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 14,1-6
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez  para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy.”
Tomás le dijo a Jesús: —Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó: —Yo soy el camino,  la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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21 de Mayo: SÁBADO – 4ª Semana de Pascua

Hch 13,44-52 / Sal 97 / Jn 14,7-14                                                     Blanco

6. Primera Lectura: Hch 13,44-52
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El sábado de la semana siguiente, casi toda la ciudad se reunió para oír el mensaje del Señor. Pero cuando los judíos vieron tanta gente, se llenaron de celos y comenzaron a contradecir a Pablo y a insultarlo. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, les contestaron:
—Teníamos la obligación de anunciar el mensaje de Dios en primer lugar a ustedes, que son judíos; pero ya que ustedes lo rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, nos iremos a los que no son judíos. Porque así nos mandó el Señor, diciendo: ‘Te he puesto como luz de las naciones, para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra.’
Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y comenzaron a decir que el mensaje del Señor era bueno; y creyeron todos los que estaban destinados a tener vida eterna. Así se predicó el mensaje del Señor por toda aquella región. Pero los judíos hablaron con algunas mujeres piadosas y honorables, y con los hombres importantes de la ciudad, y los incitaron a comenzar una persecución contra Pablo y Bernabé, para echarlos de la región. Entonces estos sacudieron el polvo de sus pies en señal de protesta contra aquella gente, y se fueron a Iconio. Pero los creyentes estaban llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 97
R. ¡Todo el mundo ha visto la victoria de nuestro Dios!
¡Canten al Señor una canción nueva, pues ha hecho maravillas! ¡Ha alcanzado la victoria con su gran poder, con su santo brazo! R.
El Señor ha anunciado su victoria, ha mostrado su justicia a la vista de las naciones; ha tenido presentes su amor y su lealtad hacia el pueblo de Israel. R.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista la victoria de nuestro Dios! Canten a Dios con alegría,  habitantes de toda la tierra; den rienda suelta a su alegría y cántenle himnos. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 14,7-14
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
Felipe le dijo entonces: —Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
Jesús le contestó: —Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 de Mayo: QUINTO DOMINGO DE PASCUA

Hch 6, 1-7 / Sal 32 / 1 Pe 2,4-9/ Jn 14, 1-12                                     Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, obtengamos la libertad y participemos de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Hch 6, 1-7
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 
En aquel tiempo, como el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega comenzaron a quejarse de los de habla hebrea, diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda. Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes, y les dijeron:
—No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración. Así que, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos. Nosotros seguiremos orando y proclamando el mensaje de Dios.
Todos estuvieron de acuerdo, y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, uno de Antioquia que antes se había convertido al judaísmo. Luego los llevaron a donde estaban los apóstoles, los cuales oraron y les impusieron las manos.
El mensaje de Dios iba extendiéndose, y el número de los creyentes aumentaba mucho en Jerusalén. Incluso muchos sacerdotes judíos aceptaban la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. El Señor cuida siempre de quienes confían en su amor.
Aclamen al Señor, hombres buenos; en labios de los buenos, la alabanza es hermosa. Den gracias al Señor al son del arpa, cántenle himnos con música de salterio. R.
La palabra del Señor es verdadera; sus obras demuestran su fidelidad. El Señor ama lo justo y lo recto; ¡su amor llena toda la tierra! R.
El Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor, para salvarlos de la muerte y darles vida en épocas de hambre. R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 2,4-9
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Acérquense, al Señor, la piedra viva que los hombres desecharon, pero que para Dios es una piedra escogida y de mucho valor. De esta manera, Dios hará de ustedes, como de piedras vivas, un templo espiritual, un sacerdocio santo, que por medio de Jesucristo ofrezca sacrificios espirituales, agradables a Dios. Por eso también dice la Escritura: “Yo pongo en Sión una piedra que es la piedra principal, escogida y muy valiosa; el que confíe en ella no quedará defraudado.”
Para ustedes, que creen, esa piedra es de mucho valor; pero para los que no creen se cumple lo que dice la Escritura: “La piedra que los constructores despreciaron, se ha convertido en la piedra principal.”
Y también esto otro: “Una roca, una piedra con la cual tropezarán.”
Pues ellos tropiezan al no hacer caso del mensaje: ese es su merecido.
Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para que anuncien las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 14, 1-12
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy.”
Tomás le dijo a Jesús: —Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.
Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
Felipe le dijo entonces:Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
Jesús le contestó: —Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre, ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos a Cristo, camino, verdad y vida; y pidámosle por las necesidades de todo el mundo, repitiendo: Por tu misericordia, Señor, óyenos.
Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han consagrado a la extensión de su reino, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, piedra angular del edificio, ilumine con el anuncio evangélico a los pueblos que aún desconocen la buena nueva de la resurrección, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de los que lloran y aleje el dolor y las penas de los que sufren, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo nos conceda ser, con nuestra alegría evangélica, sal y luz para los que desconocen la victoria de la resurrección, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que en Jesucristo has hecho que todo sea nuevo, escucha nuestra oración y haz que te amemos a ti y a los hermanos, para que el mundo te conozca a ti y a tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Señor, tú que nos has concedido participar en esta Comunión, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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23 de Mayo: LUNES – 5ª Semana de Pascua

Hch 14, 5-18 / Sal 113b / Jn 14, 21-26                                              Blanco

6. Primera Lectura: Hch 14, 5-18
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En Iconio, tanto los judíos como los no judíos se pusieron de acuerdo con las autoridades para maltratar y apedrear a Pablo y Bernabé. Pero ellos, al saberlo, se escaparon a Listra y Derbe, pueblos de Licaonia, y a la región de alrededor, donde también anunciaron la buena noticia.
En Listra había un hombre que no podía andar. Nunca había andado, porque era cojo de nacimiento. Este hombre estaba sentado, oyendo lo que Pablo decía, y Pablo se fijó en él y vio que tenía suficiente fe para ser sanado. Entonces le dijo con voz fuerte: — ¡Levántate y ponte derecho sobre tus pies!
El hombre se puso en pie de un salto, y comenzó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, la gente empezó a gritar en la lengua de Licaonia: — ¡Dioses en forma de hombre han bajado a nosotros!
Y tomaron a Bernabé por el dios Zeus, y a Pablo por el dios Hermes, porque era el que hablaba. El sacerdote de Zeus, que tenía su templo a la entrada del pueblo, trajo toros y adornos florales; y él y la gente querían ofrecerles un sacrificio. Pero cuando Bernabé y Pablo se dieron cuenta, se rasgaron la ropa y se metieron entre la gente, gritando: —Pero señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos hombres, como ustedes. Precisamente hemos venido para anunciarles la buena noticia, para que dejen ya estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. Aunque en otros tiempos Dios permitió que cada cual siguiera su propio camino, nunca dejó de mostrar, por medio del bien que hacía, quién era él; pues él es quien les manda a ustedes la lluvia y las buenas cosechas, y quien les da lo suficiente para que coman y estén contentos.
Pero aunque les dijeron todo esto, les fue difícil impedir que la gente les ofreciera el sacrificio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 113
R. Señor, ¡glorifícate, por tu amor y tu verdad!
Señor, glorifícate a ti mismo, y no a nosotros; ¡glorifícate, por tu amor y tu verdad! ¿Por qué han de preguntar los paganos dónde está nuestro Dios? R.
Nuestro Dios está en el cielo; él ha hecho todo lo que quiso. Los ídolos de los paganos son oro y plata, objetos que el hombre fabrica con sus manos. R.
¡Que el Señor, creador del cielo y de la tierra, les dé a ustedes su bendición! El cielo pertenece al Señor, y al hombre le dio la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Jn 14, 21-26
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.”
Judas (no el Iscariote) le preguntó: —Señor, ¿por qué vas a mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo?
Jesús le contestó: —El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama, no hace caso de mis palabras. Las palabras que ustedes están escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.
“Les estoy diciendo todo esto mientras estoy con ustedes; pero el Defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Mayo: MARTES – MARÍA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS

Ap 21, 1-5ª / Jdt 16, 13-15 / Jn 19, 25-27                                          Blanco

6. Primera Lectura: Ap 21, 1-5ª

Lectura del libro del Apocalipsis
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar. Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: “Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.”
El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: De Judit 16
R. ¡Señor, tú eres grande y glorioso, admirable por tu poder!
Voy a cantar a Dios una canción nueva: ¡Señor, tú eres grande y glorioso, admirable por tu poder invencible! R.
Que te sirvan todos los seres que creaste; tú hablaste, y comenzaron a existir, enviaste tu soplo, y se formaron; nadie puede resistir a tu voz de mando. R.
Las montañas se estremecen desde sus cimientos y se confunden con los mares, las rocas se derriten como cera delante de ti; pero a aquellos que te reverencian les muestras tu bondad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 19, 25-27
† Lectura del Evangelio según san Juan
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre:—Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego le dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 de Mayo: MIÉRCOLES – 5ª Semana de Pascua

Hch 15, 1-6 / Sal 121 / Jn 15, 1-8                                                       Blanco

6. Primera Lectura: Hch 15, 1-6
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Por aquel tiempo, algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los hermanos que no podían salvarse si no se sometían al rito de la circuncisión, conforme a la práctica establecida por Moisés. Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión con ellos, y por fin Pablo, Bernabé y algunos otros fueron nombrados para ir a Jerusalén a tratar este asunto con los apóstoles y ancianos de la iglesia de aquella ciudad.
Enviados, pues, por los de la iglesia de Antioquía, al pasar por las regiones de Fenicia y Samaria contaron cómo los no judíos habían dejado sus antiguas creencias para seguir a Dios. Y todos los hermanos se alegraron mucho con estas noticias.
Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos fariseos que habían creído, se levantaron y dijeron: —Es necesario circuncidar a los creyentes que no son judíos, y mandarles que cumplan la ley de Moisés.
Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 121
R. ¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”!
¡Qué alegría cuando me dicen: “Vamos al templo del Señor”! Jerusalén, ¡ya estamos dentro de tus puertas! R.
Jerusalén, ciudad construida para que en ella se reúna la comunidad. A ella vienen las tribus del Señor para alabar su nombre. R.
Como se le ordenó a Israel. En ella están los tribunales de justicia, los tribunales de la casa real de David. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 1-8
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí.
“Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego.
“Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas,  pidan lo que quieran y se les dará. En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Mayo: JUEVES – 5ª Semana de Pascua

Hch 15, 7-21 / Sal 95 / Jn 15, 9-11                                                          Blanco

6. Primera Lectura: Hch 15, 7-21
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Después de mucho discutir, Pedro se levantó y dijo a los apóstoles y a los ancianos:—Hermanos, ustedes saben que hace tiempo Dios me escogió de entre ustedes para anunciar la buena noticia a los no judíos, para que ellos crean. Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, pues les dio el Espíritu Santo a ellos lo mismo que a nosotros. Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también ha purificado sus corazones por medio de la fe. Ahora pues, ¿por qué desafían ustedes a Dios imponiendo sobre estos creyentes una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido llevar? Al contrario, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos.
Todos se callaron y escucharon mientras Bernabé y Pablo hablaban de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: —Hermanos, óiganme: Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice en la Escritura: ‘Después de esto volveré y reconstruiré la caída choza de David; reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar, para que los demás busquen al Señor junto con todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre. El Señor, que dio a conocer estas cosas desde tiempos antiguos, ha dado su palabra.’
“Considero, por lo tanto, que no se les debe imponer cargas innecesarias a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios. Basta con escribirles que se aparten de todo lo que haya sido contaminado por los ídolos, que eviten los matrimonios prohibidos y que no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre. Porque desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de Moisés, la cual se lee en las sinagogas cada sábado.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 95
R.Canten al Señor, bendigan su nombre.
Canten al Señor una canción nueva; canten al Señor, habitantes de toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Anuncien día tras día su salvación. Hablen de su gloria y de sus maravillas ante todos los pueblos y naciones. R.
Digan a las naciones: “¡El Señor es Rey!” Él afirmó el mundo, para que no se mueva; él gobierna a los pueblos con igualdad.. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 9-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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27 de Mayo: VIERNES – 5ª Semana de Pascua

Hch 15,22-31 / Sal 56 / Jn 15,12-17                                                        Blanco

6. Primera Lectura: Hch 15,22-31
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia, decidieron escoger algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé. Nombraron a Judas, que también se llamaba Barsabás, y a Silas, hombres de importancia entre los hermanos, y con ellos mandaron la siguiente carta:
“Nosotros los apóstoles y los ancianos hermanos de ustedes saludamos a nuestros hermanos que no son judíos y que viven en Antioquía, Siria y Cilicia. Hemos sabido que algunas personas se han ido de aquí sin nuestra autorización, y que los han molestado a ustedes con sus palabras, y los han confundido. Por eso, de común acuerdo, nos ha parecido bien nombrar a algunos de entre nosotros para que vayan a verlos a ustedes junto con nuestros muy queridos hermanos Bernabé y Pablo, quienes han puesto sus vidas en peligro por la causa de nuestro Señor Jesucristo. Así que les enviamos a Judas y a Silas: ellos hablarán personalmente con ustedes para explicarles todo esto. Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga aparte de estas cosas necesarias: que no coman carne de animales ofrecidos en sacrificio a los ídolos, que no coman sangre ni carne de animales estrangulados y que eviten los matrimonios prohibidos. Si se guardan de estas cosas, actuarán correctamente. Saludos.”
Así que ellos, después de despedirse, se dirigieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación le entregaron la carta. Cuando los hermanos la leyeron, se alegraron mucho por el consuelo que les daba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 56
R. Te alabaré con himnos, Señor, en medio de pueblos.
Mi corazón está dispuesto, Dios mío, mi corazón está dispuesto a cantarte himnos. Despierta, alma mía; despierten, arpa y salterio; ¡despertaré al nuevo día! R.
Te alabaré con himnos, Señor, en medio de pueblos y naciones. Pues tu amor es grande hasta los cielos; tu lealtad alcanza al cielo azul. Dios mío, tú estás por encima del cielo. ¡Tu gloria llena toda la tierra! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15,12-17
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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28 de Mayo: SÁBADO – 5ª Semana de Pascua

Hch 16,1-10 / Sal 99 / Jn 15, 18-21                                                    Blanco

6. Primera Lectura: Hch 16,1-10
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Pablo llegó a Derbe y Listra, donde encontró a un creyente llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio hablaban bien de él. Pablo quiso que Timoteo lo acompañara, pero antes lo hizo circuncidar para que no se ofendieran los judíos que vivían en aquellos lugares, ya que todos sabían que el padre de Timoteo era griego. En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaron a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén. Así que las iglesias se afirmaban en la fe, y el número de creyentes aumentaba cada día.
Como el Espíritu Santo no les permitió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, atravesaron la región de Frigia y Galacia, y llegaron a la frontera de Misia. De allí pensaban entrar en la región de Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Así que, pasando de largo por Misia, bajaron al puerto de Tróade. Allí Pablo tuvo de noche una visión; vio a un hombre de la región de Macedonia, que puesto de pie le rogaba: “Pasa a Macedonia y ayúdanos.” En cuanto Pablo tuvo esa visión, preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la buena noticia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 99
R. ¡Canten al Señor con alegría, habitantes de toda la tierra!
Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! R.
Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! R.
Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 18-21

† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo. Acuérdense de esto que les dije: ‘Ningún servidor es más que su señor.’ Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; y si han hecho caso de mi palabra, también harán caso de la de ustedes. Todo esto van a hacerles por mi causa,  porque no conocen al que me envió. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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29 de Mayo: SEXTO DOMINGO DE PASCUA

Hch 8, 5-8.14-17 / Sal 65 / 1 Pe 3, 15-18 / Jn 14, 15-21                 Blanco

5. Oración Colecta
+ Oremos: Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con amor y alegría la victoria de Cristo resucitado, y que el misterio de su pascua transforme nuestra vida y se manifieste en nuestras obras. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura:Hch 8, 5-8.14-17
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, Felipe se dirigió a la principal ciudad de Samaria y comenzó a hablarles de Cristo. La gente se reunía, y todos escuchaban con atención lo que decía Felipe, pues veían las señales milagrosas hechas por él. Muchas personas que tenían espíritus impuros eran sanadas, y los espíritus salían de ellas gritando; y también muchos paralíticos y tullidos eran sanados. Por esta causa hubo gran alegría en aquel pueblo.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén supieron que los de Samaria habían aceptado el mensaje de Dios, mandaron allá a Pedro y a Juan. Al llegar, oraron por los creyentes de Samaria, para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había venido el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos; solamente se habían bautizado en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos, y así recibieron el Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 65
R. Aclamen al Señor en todo el mundo.
Canten a Dios con alegría, habitantes de toda la tierra; canten himnos a su glorioso nombre; cántenle gloriosas alabanzas. Díganle a Dios: “Tus obras son maravillosas.” R.
Todo el mundo te adora y canta himnos a tu nombre.” Vengan a ver las obras de Dios, las maravillas que ha hecho por los hombres. R.
Convirtió el mar en tierra seca, y nuestros antepasados cruzaron el río a pie; ¡alegrémonos en Dios! Con su poder, gobierna para siempre; vigila su mirada a las naciones. R.
¡Vengan todos ustedes, los que tienen temor de Dios! ¡Escuchen, que voy a contarles lo que ha hecho por mí! ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración ni me negó su amor! R.

8. Segunda Lectura: 1 Pe 3, 15-18
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: No tengan miedo a nadie, ni se asusten, sino honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen, pero háganlo con humildad y respeto. Pórtense de tal modo que tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal de su buena conducta como creyentes en Cristo, se avergüencen de sus propias palabras. Es mejor sufrir por hacer el bien, si así lo quiere Dios, que por hacer el mal. Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre. Él era inocente, pero sufrió por los malos, para llevarlos a ustedes a Dios. En su fragilidad humana, murió; pero resucitó con una vida espiritual. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 14, 15-21
† Lectura del Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes”.
“No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán, y vivirán porque yo vivo. En aquel día, ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes están en mí, y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos: Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos, nuestras súplicas al Padre, diciendo: Escúchanos, Padre.
Para Cristo conceda a la Iglesia ser, con firmeza y valentía, testimonio perseverante de su resurrección, roguemos al Señor. R.
Para que el resucitado, que dio a los apóstoles su paz, la conceda también en abundancia a todos los pueblos, roguemos al Señor. R.
Para que Cristo transforme los sufrimientos de los enfermos y de los moribundos en gozo que nadie les pueda quitar, roguemos al Señor. R.
Para que el que tiene las llaves de la muerte y de su reino nos conceda celebrar un día su resurrección, roguemos al Señor. R.
+ Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo, para que vivamos por medio de él, escucha nuestra oración y danos tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Dios todopoderoso y eterno,   que en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio Pascual en el que acabamos de participar por medio de la Comunión, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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30 de Mayo: LUNES – 6ª Semana de Pascua

Hch 16, 11-15 / Sal 149 / Jn 15, 26-16, 4a.                                       Blanco

6. Primera Lectura: Hch 16, 11-15
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
Nos embarcamos, en Tróade, y fuimos directamente a la isla de Samotracia, y al día siguiente llegamos a Neápolis. De allí fuimos a Filipos, que es una colonia romana y una ciudad muy importante de esa parte de Macedonia. Allí estuvimos algunos días. El sábado salimos a las afueras de la ciudad, junto al río, donde pensamos que había un lugar de oración de los judíos. Nos sentamos y hablamos del evangelio a las mujeres que se habían reunido. Una de ellas se llamaba Lidia; era de la ciudad de Tiatira y vendía telas finas de púrpura. A esta mujer, que adoraba a Dios y que estaba escuchando, el Señor la movió a poner toda su atención en lo que Pablo decía. Fue bautizada, junto con toda su familia, y después nos rogó: —Si ustedes juzgan que de veras soy creyente en el Señor, vengan a alojarse en mi casa.
Y nos obligó a quedarnos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 149
R. El Señor ama a su pueblo.
Canten al Señor un canto nuevo; alábenlo en la comunidad de los fieles. Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión, porque Dios es su Creador y Rey. R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle himnos al son de arpas y panderos. Porque el Señor se complace en su pueblo; da a los humildes el honor de la victoria. R.
Alégrense los fieles con el triunfo, y aun dormidos canten de alegría. Haya alabanzas a Dios en sus labios. ¡Esto será una honra para todos sus fieles! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 15, 26-16, 4a.
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Defensor que yo voy a enviar de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él será mi testigo. Y ustedes también serán mis testigos, porque han estado conmigo desde el principio.
“Les digo estas cosas para que no pierdan su fe en mí. Los expulsarán de las sinagogas, y aun llegará el momento en que cualquiera que los mate creerá que así presta un servicio a Dios. Esto lo harán porque no nos han conocido, ni al Padre ni a mí. Les digo esto para que, cuando llegue el momento, se acuerden de que yo se lo había dicho ya. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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31 de Mayo: MARTES – 6ª Semana de Pascua

Hch 16, 22-34 / Sal 137 / Jn 16, 5b-11                                              Blanco

6. Primera Lectura: Hch 16, 22-34
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, la gente se levantó contra Pablo y Silas, y los jueces ordenaron que les quitaran la ropa y los azotaran con varas. Después de haberlos azotado mucho, los metieron en la cárcel, y ordenaron al carcelero que los vigilara con el mayor cuidado. Al recibir esta orden, el carcelero los metió en el lugar más profundo de la cárcel y los dejó con los pies sujetos en el cepo.
Pero a eso de la medianoche, mientras Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los otros presos estaban escuchando, vino de repente un temblor tan fuerte que sacudió los cimientos de la cárcel. En el mismo momento se abrieron todas las puertas, y a todos los presos se les soltaron las cadenas. Cuando el carcelero despertó y vio que las puertas de la cárcel estaban abiertas, sacó su espada para matarse, pues pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó: — ¡No te hagas ningún daño, que todos estamos aquí!
Entonces el carcelero pidió una luz, entró corriendo y, temblando de miedo, se echó a los pies de Pablo y de Silas. Luego los sacó y les preguntó: —Señores, ¿qué debo hacer para salvarme?
Ellos contestaron: —Cree en el Señor Jesús, y obtendrás la salvación tú y tu familia.
Y les hablaron del mensaje del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. A esa misma hora de la noche, el carcelero les lavó las heridas, y luego él y toda su familia fueron bautizados. Los llevó después a su casa y les dio de comer, y él y su familia estaban muy contentos por haber creído en Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 137
R. Señor, tu mano me salva.
Te daré gracias, Señor, de todo corazón; te cantaré himnos delante de los dioses. Me arrodillaré en dirección a tu santo templo para darte gracias por tu amor y tu verdad. R.
Pues has puesto tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste, y aumentaste mis fuerzas. R.
Despliegas tu poder y me salvas de la furia de mis enemigos. ¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Jn 16, 5b-11
† Lectura del Evangelio según san Juan
Jesús dijo a sus discípulos: —Ninguno de ustedes me pregunta a dónde voy; al contrario, se han puesto muy tristes porque les he dicho estas cosas. Pero les digo la verdad: es mejor para ustedes que yo me vaya. Porque si no me voy, el Defensor no vendrá para estar con ustedes; pero si me voy, yo se lo enviaré. Cuando él venga, mostrará claramente a la gente del mundo quién es pecador, quién es inocente, y quién recibe el juicio de Dios. Quién es pecador: el que no cree en mí; quién es inocente: yo, que voy al Padre, y ustedes ya no me verán; quién recibe el juicio de Dios: el que gobierna este mundo, que ya ha sido condenado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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