LECTURAS BÍBLICAS PARA LA LITURGIA

 

IGLESIA EN MARCHA

EL PAN VIVO DE CADA DÍA

 
PERIPLOS D


LECTURAS DE FEBRERO 2011

 

Febrero 2011

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1 de Febrero: MARTES – 4ª Semana tiempo Ordinario


Heb 12,1-4 / Sal 21 / Mc 5,21-43                                                            Verde

6. Primera Lectura: Heb 12,1-4
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios.
Por lo tanto, mediten en el ejemplo de Jesús, que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores; por eso, no se cansen ni se desanimen. Pues ustedes aún no han tenido que llegar hasta la muerte en su lucha contra el pecado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 21
R. Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Delante de los que te honran te cumpliré mis promesas. Coman, ustedes los oprimidos, hasta que estén satisfechos; alaben al Señor, ustedes que lo buscan, y vivan muchos años. R.
Razas y naciones todas, gente de todos los rincones de la tierra: acuérdense del Señor, y vengan a él; ¡arrodíllense delante de él! Inclínense y adórenlo solo a él todos los que viven en abundancia, todos los que han de volver al polvo, pues en sí mismos no tienen vida. R.
Mis descendientes adorarán al Señor y hablarán de él toda la vida; a los que nazcan después, les contarán de su justicia y de sus obras. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 5,21-43
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se le reunió mucha gente, y él se quedó en la orilla. En esto llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que al ver a Jesús se echó a sus pies y le rogó mucho, diciéndole: —Mi hija se está muriendo; ven a poner tus manos sobre ella, para que sane y viva.
Jesús fue con él, y mucha gente lo acompañaba apretujándose a su alrededor. Entre la multitud había una mujer que desde hacía doce años estaba enferma, con derrames de sangre. Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, sin que le hubiera servido de nada. Al contrario, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Jesús, esta mujer se le acercó por detrás, entre la gente, y le tocó la capa. Porque pensaba: “Tan solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.” Al momento, el derrame de sangre se detuvo, y sintió en el cuerpo que ya estaba curada de su enfermedad. Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de él, se volvió a mirar a la gente, y preguntó: —¿Quién me ha tocado la ropa?
Sus discípulos le dijeron: —Ves que la gente te oprime por todos lados, y preguntas ‘¿Quién me ha tocado?’
Pero Jesús seguía mirando a su alrededor, para ver quién lo había tocado. Entonces la mujer, temblando de miedo y sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y le contó toda la verdad.
Jesús le dijo: —Hija, por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad.
Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga a decirle al padre de la niña: —Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más al Maestro?
Pero Jesús, sin hacer caso de ellos, le dijo al jefe de la sinagoga: —No tengas miedo; cree solamente.
Y no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba, entró y les dijo: —¿Por qué hacen tanto ruido y lloran de esa manera? La niña no está muerta, sino dormida.
La gente se rió de Jesús, pero él los hizo salir a todos, y tomando al padre, a la madre y a los que lo acompañaban, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: —Talitá, cum (que significa: “Muchacha, a ti te digo, levántate.”)
Al momento, la muchacha, que tenía doce años, se levantó y echó a andar. Y la gente se quedó muy admirada. Pero Jesús ordenó severamente que no se lo contaran a nadie, y luego mandó que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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2 de Febrero: MIÉRCOLES – LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Mal 3, 1-4 / Sal 23 / Heb 2, 14-18 / Lc 2, 22-40                                Blanco

6. Primera Lectura: Mal 3, 1-4
Lectura del libro del profeta Malaquías
El Señor todopoderoso dice: “Voy a enviar mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor, a quien ustedes están buscando, va a entrar de pronto en su templo. ¡Ya llega el mensajero de la alianza que ustedes desean!”
Pero ¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas. El Señor se sentará a purificar a los sacerdotes, los descendientes de Leví, como quien purifica la plata y el oro en el fuego. Después ellos podrán presentar su ofrenda al Señor, tal como deben hacerlo. El Señor se alegrará entonces de la ofrenda de Judá y Jerusalén, igual que se alegraba de ella en otros tiempos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 23

R. ¿Quién es el Rey de la gloria? ¡Es el Señor!
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! R.
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! R.
¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el Rey de la gloria! R.

8. Segunda Lectura: Heb 2, 14-18
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Así como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo. De esta manera ha dado libertad a todos los que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida. Pues ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham. Y para eso tenía que hacerse igual en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio:Lc 2, 22-40
† Lectura del Evangelio según san Lucas
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor.
Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.” Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque ya he visto la salvación que has comenzado a realizar a la vista de todos los pueblos, la luz que alumbrará a las naciones y que será la gloria de tu pueblo Israel.”
El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: —Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.
También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS D
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3 de Febrero: JUEVES – 4ª Semana tiempo Ordinario

Heb 12, 18-19.21-24 / Sal 47/ Mc 6, 7-13                                              Verde

6. Primera Lectura: Heb 12, 18-19.21-24

Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Ustedes no se acercaron, como los israelitas, a algo que se podía tocar y que ardía en llamas, donde había oscuridad, tinieblas y tempestad; ni oyeron el sonido de la trompeta ni la voz de Dios. Los que oyeron esa voz rogaron que no les siguiera hablando, Tan espantoso era lo que se veía, que el mismo Moisés dijo: “Estoy temblando de miedo.”
Ustedes, por el contrario, se han acercado al monte Sión, y a la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial, y a muchos miles de ángeles reunidos para alabar a Dios, y a la comunidad de los primeros hijos de Dios inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos, a los espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos, a Jesús, mediador de una nueva alianza, y a la sangre con que hemos sido purificados, la cual nos habla mejor que la sangre de Abel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 47

R. Oh Dios, en medio de tu templo, pensamos en tu amor.
¡El Señor es grande! ¡Nuestro Dios es digno de alabanza en su ciudad y en su santo monte! ¡Qué hermosa altura la del monte Sión, allá, en el extremo norte! R.
¡Es la alegría de toda la tierra! ¡Es la ciudad del gran Rey! Dios está en los palacios de Jerusalén; Dios se ha dado a conocer como un refugio seguro. R.
En la ciudad de nuestro Dios, el Señor todopoderoso, hemos visto con nuestros ojos lo mismo que nos habían contado: ¡Dios afirmará para siempre a Jerusalén! R.
Oh Dios, en medio de tu templo pensamos en tu gran amor. Oh Dios, por toda la tierra eres alabado como corresponde a tu nombre. Con tu poder haces plena justicia. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 7-13

† Lectura del Evangelio según san Marcos

Jesús recorría las aldeas cercanas, enseñando. Llamó a los doce discípulos, y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros. Les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino solamente un bastón. No debían llevar pan ni provisiones ni dinero. Podían ponerse sandalias, pero no llevar ropa de repuesto.
Les dijo: —Cuando entren ustedes en una casa, quédense allí hasta que se vayan del lugar. Y si en algún lugar no los reciben ni los quieren oír, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, para que les sirva a ellos de advertencia.
Entonces salieron los discípulos a decirle a la gente que se volviera a Dios. También expulsaron muchos demonios, y curaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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4 de Febrero: VIERNES – 4ª Semana tiempo Ordinario

Heb 13,1-8 / Sal 26 / Mc 6, 14-29                                                           Verde

6. Primera Lectura: Heb 13,1-8
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: No dejen de amarse unos a otros como hermanos. No se olviden de ser amables con los que lleguen a su casa, pues de esa manera, sin saberlo, algunos hospedaron ángeles.
Acuérdense de los presos, como si también ustedes estuvieran presos con ellos. Piensen en los que han sido maltratados, ya que ustedes también pueden pasar por lo mismo.
Que todos respeten el matrimonio y mantengan la pureza de sus relaciones matrimoniales; porque Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio
No amen el dinero; conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.” Así que podemos decir con confianza: “El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Que me puede hacer el hombre?”
Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su fe.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? R.
Aunque un ejército me rodee, mi corazón no tendrá miedo; aunque se preparen para atacarme, yo permaneceré tranquilo. R.
Cuando lleguen los días malos, el Señor me dará abrigo en su templo; bajo su sombra me protegerá. ¡Me pondrá a salvo sobre una roca! R.
Y yo, Señor, busco tu presencia. ¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres tú! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 14-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, el rey Herodes oyó hablar de Jesús, cuya fama había corrido por todas partes. Pues unos decían: “Juan el Bautista ha resucitado, y por eso tiene este poder milagroso.”
Otros decían: “Es el profeta Elías.”
Y otros: “Es un profeta, como los antiguos profetas.”
Al oír estas cosas, Herodes decía: —Ese es Juan. Yo mandé cortarle la cabeza y ahora ha resucitado.
Es que, por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: “No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano.”
Herodías odiaba por eso a Juan, y quería matarlo; pero no podía, porque Herodes le tenía miedo, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Y aunque al oírlo se quedaba sin saber qué hacer, Herodes escuchaba a Juan de buena gana. Pero Herodías vio llegar su oportunidad cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus jefes y comandantes y a las personas importantes de Galilea. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó, y el baile gustó tanto a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: —Pídeme lo que quieras, y te lo daré.
Y le juró una y otra vez que le daría cualquier cosa que pidiera, aunque fuera la mitad del país que él gobernaba. Ella salió, y le preguntó a su madre: —¿Qué pediré?
Le contestó: —Pídele la cabeza de Juan el Bautista.
La muchacha entró de prisa donde estaba el rey, y le dijo: —Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se puso muy triste; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que mandó en seguida a un soldado con la orden de llevarle la cabeza de Juan. Fue el soldado a la cárcel, le cortó la cabeza a Juan y se la llevó en un plato. Se la dio a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.
Cuando los seguidores de Juan lo supieron, recogieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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5 de Febrero: SÁBADO – 4ª Semana tiempo Ordinario

Heb 13, 15-17.20-21 / Sal 22/ Mc 6, 30-34 Verde

6. Primera Lectura: Heb 13, 15-17.20-21

Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Debemos alabar siempre a Dios por medio de Jesucristo. Esta alabanza es el sacrificio que debemos ofrecer. ¡Alabémoslo, pues, con nuestros labios! No se olviden ustedes de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen; porque estos son los sacrificios que agradan a Dios.
Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, porque ellos cuidan sin descanso de ustedes, sabiendo que tienen que rendir cuentas a Dios. Procuren hacerles el trabajo agradable y no penoso, pues lo contrario no sería de ningún provecho para ustedes.
Que el Dios de paz, que resucitó de la muerte a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, quien con su sangre confirmó su alianza eterna, los haga a ustedes perfectos y buenos en todo, para que cumplan su voluntad; y que haga de nosotros lo que él quiera, por medio de Jesucristo. ¡Gloria para siempre a Cristo! Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor; nada me falta.
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas R.
Me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 30-34
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús les dijo: —Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo.
Porque iba y venía tanta gente, que ellos ni siquiera tenían tiempo para comer. Así que Jesús y sus apóstoles se fueron en una barca a un lugar apartado. Pero muchos los vieron ir, y los reconocieron; entonces de todos los pueblos corrieron allá, y llegaron antes que ellos. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud, y sintió compasión de ellos, porque estaban como ovejas que no tienen pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL O
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6 de Febrero: DOMINGO QUINTO ORDINARIO

Is 58,7-10 / Sal 111 / 1 Cor 2,1-5 / Mt 5, 13-16                         Verde

5_to_a.jpg5. Oración Colecta
+ Oremos: Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 58,7-10
Lectura del libro del Profeta Isaías
Esto dice el Señor: “Comparte tu pan con el hambriento y recibe en tu casa al pobre sin techo; viste al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes.
Entonces brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá.
Entonces, si me llamas, yo te responderé; si gritas pidiendo ayuda, yo te diré: ‘Aquí estoy.’
Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros ni les levantas calumnias, si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 111

R. ¡El hombre justo será siempre recordado!

Brilla una luz en la oscuridad para los hombres honrados, para el que es compasivo, clemente y justo. El hombre de bien presta con generosidad y maneja con honradez sus negocios. R.
Por eso jamás llegará a caer. ¡El hombre justo será siempre recordado! No tiene miedo de malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
Su corazón está firme; no tiene miedo, y aun mira con burla a sus enemigos. Reparte limosna entre los pobres, su generosidad es constante, levanta la frente con honor. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 2,1-5

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos, cuando yo fui a hablarles del designio secreto de Dios, lo hice sin hacer alardes de retórica o de sabiduría. Y, estando entre ustedes, no quise saber de otra cosa sino de Jesucristo y, más estrictamente, de Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo, y cuando les hablé y les prediqué el mensaje, no usé palabras sabias para convencerlos.
Al contrario, los convencí haciendo demostración del Espíritu y del poder de Dios, para que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 13-16

† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.
“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Oremos al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien. Respondemos todos: R. Señor ten piedad.
Para la Iglesia santa del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor. R.
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de la humanidad, pidamos el Espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus pueblos, roguemos al Señor. R.
Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús, el Salvador, roguemos al Señor. R.
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa muerte, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Dios nuestro, que nos has confiado la misión de proclamar el Evangelio, escucha las oraciones de tu familia y susténtanos con tu Espíritu, para que tu palabra sea acogida por todos con corazón generoso y abierto y dé fruto abundante en todo el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Señor, tú que has querido hacernos participar de un mismo pan, concédenos vivir de tal manera unidos en Cristo, que nuestro trabajo sea eficaz para la salvación del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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7 de Febrero: LUNES – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 1, 1-19 / Sal 103 /  Mc 6, 53-56                                                         Verde

6. Primera Lectura: Gn 1, 1-19
Lectura del libro del Génesis
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.
Entonces Dios dijo: “¡Que haya luz!”
Y hubo luz. Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad y la llamó “día”, y a la oscuridad la llamó “noche”. De este modo se completó el primer día.
Después Dios dijo: “Que haya una bóveda que separe las aguas, para que estas queden separadas.”
Y así fue. Dios hizo una bóveda que separó las aguas: una parte de ellas quedó debajo de la bóveda, y otra parte quedó arriba. A la bóveda la llamó “cielo”. De este modo se completó el segundo día.
Entonces Dios dijo: “Que el agua que está debajo del cielo se junte en un solo lugar, para que aparezca lo seco.”
Y así fue. A la parte seca Dios la llamó “tierra”, y al agua que se había juntado la llamó “mar”.
Al ver Dios que todo estaba bien, dijo: “Que produzca la tierra toda clase de plantas: hierbas que den semilla y árboles que den fruto.”
Y así fue. La tierra produjo toda clase de plantas: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto. Y Dios vio que todo estaba bien. De este modo se completó el tercer día.
Entonces Dios dijo: “Que haya luces en la bóveda celeste, que alumbren la tierra y separen el día de la noche, y que sirvan también para señalar los días, los años y las fechas especiales.”
Y así fue. Dios hizo las dos luces: la grande para alumbrar de día y la pequeña para alumbrar de noche. También hizo las estrellas. Dios puso las luces en la bóveda celeste para alumbrar la tierra de día y de noche, y para separar la luz de la oscuridad, y vio que todo estaba bien. De este modo se completó el cuarto día. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 103
R. El Señor goce con sus obras.
¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! ¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; te has envuelto en un manto de luz. R.
Pusiste la tierra sobre sus bases para que nunca se mueva de su lugar. El mar profundo cubría la tierra como si fuera un vestido. El agua cubría las montañas. R.
Tú envías el agua de los manantiales a los ríos que corren por las montañas. A la orilla de los ríos anidan las aves del cielo; ¡allí cantan, entre las ramas de los árboles! R.
¡Cuántas cosas has hecho, Señor! Todas las hiciste con sabiduría; ¡la tierra está llena de todo lo que has creado! ¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 6, 53-56
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos cruzaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. Corrieron por toda aquella región, y comenzaron a llevar en camillas a los enfermos a donde oían decir que estaba Jesús. Y dondequiera que él entraba, ya fuera en las aldeas, en los pueblos o en los campos, ponían a los enfermos en las calles y le rogaban que los dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban, quedaban sanos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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8 de Febrero: MARTES – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 1, 20-31; 2, 1-4a / Sal 8 / Mc 7, 1-13                                                Verde

6. Primera Lectura: Gn 1, 20-31; 2, 1-4a
Lectura del libro del Génesis
Luego Dios dijo: “Que produzca el agua toda clase de animales, y que haya también aves que vuelen sobre la tierra.”
Y así fue. Dios creó los grandes monstruos del mar, y todos los animales que el agua produce y que viven en ella, y todas las aves.
Al ver Dios que así estaba bien, bendijo con estas palabras a los animales que había hecho: “Que tengan muchas crías y llenen los mares, y que haya muchas aves en el mundo.” De este modo se completó el quinto día.
Entonces Dios dijo: “Que produzca la tierra toda clase de animales: domésticos y salvajes, y los que se arrastran por el suelo.”
Y así fue. Dios hizo estos animales y vio que todo estaba bien.
Entonces dijo: “Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.”
Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, y les dio su bendición: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran.”
Después les dijo: “Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento. Pero a los animales salvajes, a los que se arrastran por el suelo y a las aves, les doy la hierba como alimento.”
Así fue, y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día.
El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación. Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 8
R. Señor, soberano nuestro, ¡tu nombre domina en toda la tierra!
Cuando veo el cielo que tú mismo hiciste, y la luna y las estrellas que pusiste en él, pienso: ¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él? R.
Pues lo hiciste casi como un dios, lo rodeaste de honor y dignidad, le diste autoridad sobre tus obras. R.
Lo pusiste por encima de todo: sobre las ovejas y los bueyes, sobre los animales salvajes, sobre las aves que vuelan por el cielo, sobre los peces que viven en el mar, ¡sobre todo lo que hay en el mar! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 1-13
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, se acercaron los fariseos a Jesús, con unos maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén. Estos, al ver que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin haber cumplido con la ceremonia de lavárselas, los criticaron. (Porque los fariseos y todos los judíos siguen la tradición de sus antepasados, de no comer sin antes lavarse las manos debidamente. Y cuando regresan del mercado, no comen sin antes cumplir con la ceremonia de lavarse. Y aun tienen otras muchas costumbres, como lavar los vasos, los jarros, las vasijas de metal y las camas.) Por eso, los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?
Jesús les contestó: —Bien habló el profeta Isaías acerca de lo hipócritas que son ustedes, cuando escribió: ‘Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto: sus enseñanzas son mandatos de hombres.’ Porque ustedes dejan el mandato de Dios para seguir las tradiciones de los hombres.
También les dijo: —Para mantener sus propias tradiciones, ustedes pasan por alto el mandato de Dios. Pues Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y ‘El que maldiga a su padre o a su madre, será condenado a muerte.’ Pero ustedes afirman que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: ‘No puedo ayudarte, porque todo lo que tengo es corbán’ (es decir: “ofrecido a Dios”); y también afirman que quien dice esto ya no está obligado a ayudar a su padre o a su madre. De esta manera ustedes anulan la palabra de Dios con esas tradiciones que se trasmiten unos a otros. Y hacen otras muchas cosas parecidas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PERIPLOS DEL OBISPO
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9 de Febrero: MIÉRCOLES – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 2, 4-9.15-17 / Sal 103 /  Mc 7, 14-23                                                Verde

6. Primera Lectura: Gn 2, 4-9.15-17
Lectura del libro del Génesis
Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.
Cuando Dios el Señor hizo el cielo y la tierra, aún no había plantas ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra, ni había nadie que la trabajara. Sin embargo, de la tierra salía agua que regaba todo el terreno. Entonces Dios el Señor formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente.
Después Dios el Señor plantó un jardín en la región de Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado. Hizo crecer también toda clase de árboles hermosos que daban fruto bueno para comer. En medio del jardín puso también el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le dio esta orden: “Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 103
R. ¡Bendeciré al Señor con toda mi alma!
¡Bendeciré al Señor con toda mi alma! ¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; te has envuelto en un manto de luz. R.
Todos ellos esperan de ti que les des su comida a su tiempo. Tú les das, y ellos recogen; abres la mano, y se llenan de lo mejor R.
Si les quitas el aliento, mueren y vuelven a ser polvo. Pero si envías tu aliento de vida, son creados, y así renuevas el aspecto de la tierra. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 14-23
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente, y dijo: —Escúchenme todos, y entiendan: Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro.
Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. Él les dijo: —¿Así que ustedes tampoco lo comprenden? ¿No entienden que nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, para después salir del cuerpo?
Con esto quiso decir que todos los alimentos son limpios. Dijo también:
—Lo que sale del hombre, eso sí lo hace impuro. Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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10 de Febrero: JUEVES – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 2, 18-25 / Sal 127 /  Mc 7, 24-30                                                       Verde

6. Primera Lectura: Gn 2, 18-25
Lectura del libro del Génesis
Dios el Señor dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él.” Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedó. Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada para él. Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un sueño profundo y, mientras dormía, le sacó una de las costillas y le cerró otra vez la carne. De esa costilla Dios el Señor hizo una mujer, y se la presentó al hombre, el cual, al verla, dijo: “¡Esta sí que es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se va a llamar ‘mujer’, porque Dios la sacó del hombre.”
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Tanto el hombre como su mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza de estar así. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
7. Salmo Responsorial: Del salmo 127

R. Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente.
Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. R.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo. R.
Así bendecirá el Señor al hombre que lo honra. ¡Que el Señor te bendiga desde el monte Sión!¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7, 24-30
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, se dirigió Jesús a la región de Tiro. Entró en una casa, sin querer que nadie lo supiera; pero no pudo esconderse. Pronto supo de él la madre de una muchacha que tenía un espíritu impuro, la cual fue y se arrodilló a los pies de Jesús. La mujer no era judía, sino originaria de Sirofenicia. Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: —Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.
Ella le respondió: —Pero, Señor, hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
Jesús le dijo: —Por haber hablado así, vete tranquila. El demonio ya ha salido de tu hija.
Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a la niña en la cama; el demonio ya había salido de ella. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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11 de Febrero: VIERNES – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 3, 1-8 / Sal 31 / Mc 7,31-37                                                                Verde

6. Primera Lectura: Gn 3, 1-8
Lectura del libro del Génesis
La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer: —¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
Y la mujer le contestó: —Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
Pero la serpiente le dijo a la mujer: —No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 31

R. Feliz aquél al que sus pecados le han sido perdonados.

Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna. R.
Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste. R.
Por eso, en momentos de angustia los fieles te invocarán, y aunque las aguas caudalosas se desborden, no llegarán hasta ellos. R.
Tú eres mi refugio: me proteges del peligro, me rodeas de gritos de liberación. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 7,31-37

† Lectura del Evangelio según san Marcos

En aquel tiempo, Jesús volvió a salir de la región de Tiro y, pasando por Sidón, llegó al Lago de Galilea, en pleno territorio de la Decápolis. Allí le llevaron un sordo y tartamudo, y le pidieron que pusiera su mano sobre él. Jesús se lo llevó a un lado, aparte de la gente, le metió los dedos en los oídos y con saliva le tocó la lengua. Luego, mirando al cielo, suspiró y dijo al hombre: “¡Efatá!” (es decir: “¡Ábrete!”)
Al momento, los oídos del sordo se abrieron, y se le desató la lengua y pudo hablar bien. Jesús les mandó que no se lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, tanto más lo contaban. Llenos de admiración, decían: “Todo lo hace bien. ¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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12 de Febrero: SÁBADO – 5ª Semana tiempo Ordinario

Gn 3, 9-24 / Sal 89 /  Mc 8, 1-10                                                              Verde

6. Primera Lectura: Gn 3, 9-24
Lectura del libro del Génesis
Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás?
El hombre contestó: —Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Entonces Dios le preguntó: —¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
El hombre contestó: —La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: —¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió: —La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente: —Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
A la mujer le dijo: —Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
Al hombre le dijo: —Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.
El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran, y dijo: “Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo. No vaya a tomar también del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre.”
Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado. Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 89
R. Señor, tú has sido nuestro refugio por todas las edades.
Desde antes que se formaran los montes y que existieran la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios. R.
Haces que el hombre vuelva al polvo cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.” En verdad, mil años, para ti, son como el día de ayer, que pasó. ¡Son como unas cuantas horas de la noche! R.
Arrastras a los hombres con violencia, cual si fueran solo un sueño; son como la hierba, que brota y florece a la mañana, pero a la tarde se marchita y muere. R.
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría. ¡Señor, vuélvete a nosotros! ¿Cuánto más tardarás? ¡Ten compasión de estos siervos tuyos! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 1-10
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Un día en que de nuevo se había juntado mucha gente y no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: —Siento compasión de esta gente, porque ya hace tres días que están aquí conmigo y no tienen nada que comer. Y si los mando sin comer a sus casas, pueden desmayarse por el camino, porque algunos han venido de lejos.
Sus discípulos le contestaron: —¿Pero cómo se les puede dar de comer en un lugar como este, donde no vive nadie?
Jesús les preguntó: —¿Cuántos panes tienen ustedes?
—Siete —contestaron ellos.
Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y se los iba dando a sus discípulos, para que ellos los repartieran entre la gente, y así lo hicieron. Tenían también unos cuantos pescaditos; Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y también mandó repartirlos. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y recogieron los pedazos sobrantes en siete canastas. Los que comieron eran cerca de cuatro mil. Luego Jesús los despidió, subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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13 de Febrero: DOMINGO SEXTO ORDINARIO

Ecclo 15,16-21 / Sal 118 / 1 Cor 2, 6-10 / Mt 5, 17-37                        Verde

6_to_a.jpg5. Oración Colecta

+ Oremos: Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Ecclo 15,16-21

Lectura del libro del Eclesiástico

Si quieres, puedes cumplir lo que él manda, y puedes ser fiel haciendo lo que le gusta. Delante de ti tienes fuego y agua; escoge lo que quieras. Delante de cada uno están la vida y la muerte, y cada uno recibirá lo que elija.
La sabiduría del Señor es muy grande; él es muy poderoso y lo ve todo. Dios ve a todos los seres que creó, y se da cuenta de todo lo que el hombre hace. Él a nadie ha ordenado pecar, ni deja sin castigo a los mentirosos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R. Felices los que siguen la enseñanza del Señor.
Felices los que se conducen sin tacha y siguen la enseñanza del Señor. Felices los que atienden a sus mandatos y lo buscan de todo corazón. R.
Tú has ordenado que tus preceptos se cumplan estrictamente. ¡Ojalá yo me mantenga firme en la obediencia a tus leyes! R.
¡Concédele vida a este siervo tuyo! ¡Obedeceré tu palabra! Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu enseñanza. R.
Señor, enséñame el camino de tus leyes, pues quiero seguirlo hasta el fin. Dame entendimiento para guardar tu enseñanza; ¡quiero obedecerla de todo corazón! R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 2, 6-10
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Entre los que ya han alcanzado la madurez en su fe usamos palabras de sabiduría. Pero no se trata de una sabiduría propia de este mundo ni de quienes lo gobiernan, los cuales ya están perdiendo su poder. Se trata más bien de la sabiduría oculta de Dios, del designio secreto que él, desde la eternidad, ha tenido para nuestra gloria. Esto es algo que no han entendido los gobernantes del mundo presente, pues si lo hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria.
Pero, como se dice en la Escritura: “Dios ha preparado para los que lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado.” Estas son las cosas que Dios nos ha hecho conocer por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 17-37
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.
“Porque les digo a ustedes que, si no superan a los maestros de la ley y a los fariseos en hacer lo que es justo ante Dios, nunca entrarán en el reino de los cielos.
“Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo: ‘No mates, pues el que mate será condenado.’ Pero yo les digo que cualquiera que se enoje con su hermano,  será condenado. Al que insulte  a su hermano, lo juzgará la Junta Suprema; y el que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno.
“Así que, si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda.
“Si alguien te lleva a juicio, ponte de acuerdo con él mientras todavía estés a tiempo, para que no te entregue al juez; porque si no, el juez te entregará a los guardias y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.
“Ustedes han oído que se dijo: ‘No cometas adulterio.’ Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseo a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
“Así pues, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y échala lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo vaya a parar al infierno.
“También se dijo: ‘Cualquiera que se divorcia de su esposa, debe darle un certificado de divorcio.’ Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada, comete adulterio.
“También han oído ustedes que se dijo a los antepasados: ‘No dejes de cumplir lo que hayas ofrecido al Señor bajo juramento.’ Pero yo les digo: simplemente, no juren. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni juren ustedes tampoco por su propia cabeza, porque no pueden hacer blanco o negro ni un solo cabello. Baste con decir claramente ‘si’ o ‘no’. Pues lo que se aparta de esto, es malo.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Imploremos, hermanos, al Dios de misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden. Respondemos todos: R. Te lo pedimos Padre, escúchanos.
Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de la santa Iglesia y por la unión de todos los seres humanos, roguemos al Señor. R.
Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor. R.
Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor. R.
Por nuestros familiares y amigos que han muerto en la esperanza de la resurrección: que Dios les conceda el reposo eterno, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Gracias, Señor, por escuchar benignamente nuestras súplicas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Señor, aviva cada vez más en nosotros el deseo de recibir este pan eucarístico, por medio del cual nos comunicas Tú la vida verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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14 de Febrero: LUNES – 6ª Semana tiempo Ordinario

Gn 4,1-15.25 / Sal 49 / Mc 8,11-13                                                         Verde

6. Primera Lectura: Gn 4,1-15.25
Lectura del libro del Génesis
El hombre se unió con su esposa Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: “Ya tengo un hijo varón. El Señor me lo ha dado.” Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín se dedicó a cultivar la tierra.
Pasó el tiempo, y un día Caín llevó al Señor una ofrenda del producto de su cosecha. También Abel llevó al Señor las primeras y mejores crías de sus ovejas. El Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda, por lo que Caín se enojó muchísimo y puso muy mala cara. Entonces el Señor le dijo: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él.”
Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Entonces el Señor le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano Abel?
Y Caín contestó: —No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?
El Señor le dijo: —¿Por qué has hecho esto? La sangre de tu hermano, que has derramado en la tierra, me pide a gritos que yo haga justicia. Por eso, quedarás maldito y expulsado de la tierra que se ha bebido la sangre de tu hermano, a quien tú mataste. Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte sus frutos. Andarás vagando por el mundo, sin poder descansar jamás.
Entonces Caín respondió al Señor: —Yo no puedo soportar un castigo tan grande. Hoy me has echado fuera de esta tierra, y tendré que vagar por el mundo lejos de tu presencia, sin poder descansar jamás. Y así, cualquiera que me encuentre me matará.
Pero el Señor le contestó: —Pues si alguien te mata, será castigado siete veces.
Entonces el Señor le puso una señal a Caín, para que el que lo encontrara no lo matara. Adán volvió a unirse con su esposa, y ella tuvo un hijo al que llamó Set, pues dijo: “Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, al que Caín mató.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 49
R. Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza.
El Señor, el Dios de los dioses, ha hablado; ha llamado a los que habitan la tierra del oriente al occidente. No te censuro por los sacrificios y holocaustos que siempre me ofreces. R.
“¿Qué derecho tienes de citar mis leyes o de mencionar mi alianza, si no te agrada que yo te corrija ni das importancia a mis palabras? R.
Calumnias a tu hermano; ¡contra tu propio hermano lanzas ofensas! Todo esto has hecho, y me he callado; pensaste que yo era igual que tú. Pero voy a acusarte cara a cara, ¡voy a ajustarte las cuentas! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8,11-13
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llegaron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús. Y para tenderle una trampa, le pidieron que hiciera alguna señal milagrosa que probara que él venía de parte de Dios. Jesús suspiró profundamente y dijo: —¿Por qué pide esta gente una señal milagrosa? Les aseguro que no se les dará ninguna señal.
Entonces los dejó, y volviendo a entrar en la barca se fue al otro lado del lago. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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15 de Febrero: MARTES – 6ª Semana tiempo Ordinario

Gn 6, 5-8; 7, 1-5.10 / Sal 28 / Mc 8, 14-21                                             Verde

6. Primera Lectura: Gn 6, 5-8; 7, 1-5.10
Lectura del libro del Génesis
El Señor vio que era demasiada la maldad del hombre en la tierra y que este siempre estaba pensando en hacer lo malo, y le pesó haber hecho al hombre. Con mucho dolor dijo: “Voy a borrar de la tierra al hombre que he creado, y también a todos los animales domésticos, y a los que se arrastran, y a las aves. ¡Me pesa haberlos hecho!”
Sin embargo, el Señor miraba a Noé con buenos ojos.
Después el Señor le dijo a Noé: “Entre toda la gente de este tiempo, solo tú vives de acuerdo con mi voluntad. Por lo tanto, entra en el arca junto con tu familia. Toma siete machos y siete hembras de todo animal puro, pero solo un macho y una hembra de los impuros. Toma también siete parejas de cada clase de aves, para que se conserve su especie en el mundo, porque dentro de siete días haré que llueva durante cuarenta días y cuarenta noches. ¡Voy a borrar de la tierra todo lo que vive, y que yo he creado!” Y Noé hizo todo tal como el Señor se lo había ordenado.
A los siete días, el diluvio comenzó a inundar la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 28
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Alaben al Señor, seres celestiales: alaben el poder y la gloria del Señor, alaben el glorioso nombre del Señor, adoren al Señor en su hermoso santuario. R.
La voz del Señor resuena sobre el mar; el Dios glorioso hace tronar: ¡el Señor está sobre el mar inmenso! La voz del Señor resuena con fuerza; la voz del Señor resuena imponente R.
En su templo, todos le rinden honor. El Señor gobierna las lluvias; ¡el Señor gobierna cual rey eterno! R.
9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 14-21
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, los discípulos se habían olvidado de llevar algo de comer, y solamente tenían un pan en la barca. Jesús les advirtió: —Miren, cuídense de la levadura de los fariseos  y de la levadura de Herodes.
Los discípulos comentaban entre sí que no tenían pan.
Jesús se dio cuenta, y les dijo: —¿Por qué dicen que no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Tienen tan cerrado el entendimiento? ¿Tienen ojos y no ven, y oídos y no oyen?  ¿No se acuerdan? Cuando repartí los cinco panes entre cinco mil hombres, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron?
Ellos contestaron: —Doce.
—Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas recogieron?
Contestaron: —Siete.
Entonces les dijo: —¿Todavía no entienden? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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16 de Febrero: MIÉRCOLES – 6ª Semana tiempo Ordinario

Gn 8, 6-13.20-22 / Sal 115 / Mc 8, 22-26                                               Verde

6. Primera Lectura: Gn 8, 6-13.20-22
Lectura del libro del Génesis
Después de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había hecho y soltó un cuervo; pero el cuervo volaba de un lado para otro, esperando que la tierra se secara. Después del cuervo, Noé soltó una paloma para ver si la tierra ya estaba seca; pero la paloma regresó al arca porque no encontró ningún lugar donde descansar, pues la tierra todavía estaba cubierta de agua. Así que Noé sacó la mano, tomó la paloma y la hizo entrar en el arca.
Noé esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma. Ya empezaba a anochecer cuando la paloma regresó, trayendo una ramita de olivo en el pico. Así Noé se dio cuenta de que la tierra se iba secando. Esperó siete días más, y volvió a enviar la paloma; pero la paloma ya no regresó.
Cuando Noé tenía seiscientos un años, la tierra quedó seca. El primer día del mes primero, Noé quitó el techo del arca y vio que la tierra estaba seca. Luego Noé construyó un altar en honor del Señor, tomó animales y aves puros, uno de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor. Cuando al Señor le llegó este olor tan agradable, dijo: “Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre, porque desde joven el hombre sólo piensa en hacer lo malo. Tampoco volveré a destruir a todos los animales, como lo hice esta vez.
“Mientras el mundo exista, habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano y días con sus noches.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 115
R. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
¿Cómo podré pagar al Señor todo el bien que me ha hecho? ¡Levantaré la copa de la salvación e invocaré su nombre! R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. Mucho le cuesta al Señor ver morir a los que lo aman. R.
Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, en los atrios del templo del Señor, ¡en medio de ti, Jerusalén! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 22-26
† Lectura del Evangelio según san
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Llevaron un ciego a Jesús, y le rogaron que lo tocara. Jesús tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Le mojó los ojos con saliva, puso las manos sobre él y le preguntó si podía ver algo. El ciego comenzó a ver, y dijo: —Veo a los hombres. Me parecen como árboles que andan.
Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el hombre miró con atención y quedó sano. Ya todo lo veía claramente. Entonces Jesús lo mandó a su casa, y le dijo: —No vuelvas al pueblo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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17 de Febrero: JUEVES – 6ª Semana tiempo Ordinario

Gen 9, 1-13 / Sal 101 /  Mc 8.27-33                                                        Verde

6. Primera Lectura: Gen 9, 1-13

Lectura del libro del Génesis
Dios bendijo a Noé y a sus hijos, con estas palabras: “Tengan muchos hijos y llenen la tierra. Todos los animales del mundo temblarán de miedo delante de ustedes. Todos los animales en el aire, en la tierra y en el mar, están bajo su poder. Pueden comer todos los animales y verduras que quieran. Yo se los doy. Pero hay una cosa que no deben comer: carne con sangre, porque en la sangre está la vida. Yo pediré cuentas a cada hombre y a cada animal de la sangre de cada uno de ustedes. A cada hombre le pediré cuentas de la vida de su prójimo.
“Si alguien mata a un hombre, otro hombre lo matará a él, pues el hombre ha sido creado a imagen de Dios. Pero ustedes, ¡tengan muchos hijos y llenen el mundo con ellos!”
Dios también les dijo a Noé y a sus hijos: “Miren, yo voy a establecer mi alianza con ustedes y con sus descendientes, y con todos los animales que están con ustedes y que salieron del arca: aves y animales domésticos y salvajes, y con todos los animales del mundo. Mi alianza con ustedes no cambiará: no volveré a destruir a los hombres y animales con un diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio que destruya la tierra. Esta es la señal de la alianza que para siempre hago con ustedes y con todos los animales: he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal de la alianza que hago con la tierra. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 101
R. El Señor, desde el cielo, se ha fijado en la tierra.
Todas las naciones y reyes de la tierra honrarán el nombre glorioso del Señor cuando él reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, cuando atienda a la oración del desamparado y no desoiga sus ruegos. R.
Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte R.
Para que en Sión, en Jerusalén, se proclame y se alabe el nombre del Señor cuando gentes de todas las naciones se reúnan para adorarlo. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8.27-33
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos fueron a las aldeas de la región de Cesarea de Filipo. En el camino, Jesús preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros dicen que eres Elías, y otros dicen que eres uno de los profetas.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Pedro le respondió: —Tú eres el Mesías.
Pero Jesús les ordenó que no hablaran de él a nadie.
Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole: —¡Apártate de mí, Satanás!  Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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18 de Febrero: VIERNES – 6ª Semana tiempo Ordinario

Gn 11, 1-9 / Sal 32 / Mc 8, 34-39                                                 Verde

6. Primera Lectura: Gn 11, 1-9
Lectura del libro del Génesis
En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Un día se dijeron unos a otros: “Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego.” Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Después dijeron: “Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.”
Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y pensó: “Ellos son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo. Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre ellos.”
Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra, y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó Babel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 32
R. Feliz el pueblo que el Señor ha escogido como suyo.
El Señor hace fracasar por completo los proyectos de los pueblos paganos, pero los proyectos del Señor permanecen firmes para siempre. R.
Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor, el pueblo que ha escogido como suyo. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres R.
Desde el lugar donde vive observa a los que habitan la tierra; él es quien formó sus corazones y quien vigila todo lo que hacen. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 8, 34-39
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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19 de Febrero: SÁBADO – 6ª Semana tiempo Ordinario

Heb 11, 1-7 / Sal 144 / Mc 9, 1-12                                                          Verde

6. Primera Lectura: Heb 11, 1-7
Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.
Por fe sabemos que Dios formó los mundos mediante su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de cosas que no podían verse.
Por fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el que ofreció Caín, y por eso Dios lo declaró justo y le aceptó sus ofrendas. Así que, aunque Abel está muerto, sigue hablando por medio de su fe.
Por su fe, Henoc fue llevado en vida para que no muriera, y ya no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Henoc había agradado a Dios. Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.
Por fe, Noé, cuando Dios le advirtió que habían de pasar cosas que todavía no podían verse, obedeció y construyó la barca para salvar a su familia. Y por esa misma fe, Noé condenó a la gente del mundo y fue heredero de la justicia que se obtiene por la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 144
R. Bendeciré tu nombre, Señor, por siempre.
Diariamente te bendeciré; alabaré tu nombre por siempre. El Señor es grande y muy digno de alabanza; su grandeza excede nuestro entendimiento. R.
De padres a hijos se alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos. Se hablará de tu majestad gloriosa, y yo hablaré de tus maravillas. R.
¡Que te alaben, Señor, todas tus obras! ¡Que te bendigan tus fieles! ¡Que hablen del esplendor de tu reino! ¡Que hablen de tus hechos poderosos! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9, 1-12

† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, Jesús se fue a un cerro alto llevándose solamente a Pedro, a Santiago y a Juan. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su ropa se volvió brillante y más blanca de lo que nadie podría dejarla por mucho que la lavara. Y vieron a Elías y a Moisés, que estaban conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: —Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Es que los discípulos estaban asustados, y Pedro no sabía qué decir. En esto, apareció una nube y se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: “Este es mi Hijo amado: escúchenlo.” Al momento, cuando miraron alrededor, ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
Mientras bajaban del cerro, Jesús les encargó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado. Por esto guardaron el secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar. Le preguntaron a Jesús: —¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero?
Él les contestó: —Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. ¿Y por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado? Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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20 de Febrero: DOMINGO SÉPTIMO ORDINARIO

Lev 17, 1-2.17-18 / Sal 102 / 1 Cor 3, 16-23 / Mt 5, 38-48                  Verde

7_to_a.jpg5. Oración Colecta

+ Oremos: Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Lev 17, 1-2.17-18
Lectura del libro del Levítico
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Dile a la comunidad israelita lo siguiente: “Sean ustedes santos, pues yo, el Señor su Dios, soy santo.
“No abrigues en tu corazón odio contra tu hermano.
“Reprende a tu prójimo cuando debas reprenderlo. No te hagas cómplice de su pecado. 
“No seas vengativo ni rencoroso con tu propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R. El Señor es tierno y compasivo.
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre. Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. R.
Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades, quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura. R.
El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecados. R.
Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente. El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos. R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 3, 16-23

Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios

Hermanos: ¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos.
Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se cree sabio según la sabiduría de este mundo, vuélvase como un ignorante, para así llegar a ser verdaderamente sabio. Pues la sabiduría de este mundo es pura tontería para Dios. En efecto, la Escritura dice: “Dios atrapa a los sabios en la propia astucia de ellos.” Y dice también: “El Señor sabe que los pensamientos de los sabios son tonterías.” Por eso, nadie debe sentirse orgulloso de lo que es propio de los hombres; pues todas las cosas son de ustedes: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro; todo es de ustedes, y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 5, 38-48
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo les digo: No resistas al que te haga algún mal; al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que se lleve también tu capa. Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos. A cualquiera que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado.
“También han oído que se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.’ Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así. Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Hermanos y hermanas: Invoquemos a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde que merezca obtener lo que pedimos. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Por la santa Iglesia: para que el Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones del mundo, roguemos al Señor. R.
Por los que tienen autoridad en el mundo: para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza, roguemos al Señor. R.
Por los que nos desprecian a causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor. R.
Por nosotros y por nuestros familiares: que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos reúna un día a todos en su Reino, roguemos al Señor. R.
+ Oremos: Escucha, Señor, nuestras oraciones y danos un corazón nuevo: para que seamos capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
21. Oración después de la Comunión 
+ Que el Cuerpo de Cristo, que nos has dado Señor, en este sacramento, sean para todos nosotros una prenda segura de vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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21 de Febrero: LUNES – 7ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 1,1-10 / Sal 92 / Mc 9, 14-29                                                          Verde

6. Primera Lectura: Eclo 1,1-10
Comienzo del libro del Eclesiástico
Toda sabiduría viene del Señor y está siempre con él.
¿Quién puede contar los granos de la arena del mar, las gotas de lluvia, o los días de la eternidad?
¿Quién puede medir la altura del cielo, la anchura de la tierra, o la profundidad del abismo?
La sabiduría fue creada antes que todo lo demás; la inteligencia para comprender existe desde siempre.
¿Quién ha descubierto la raíz de la sabiduría? ¿Quién conoce sus secretos? Solo hay uno sabio y muy temible: el Señor, que está sentado en su trono.
Él fue quien creó la sabiduría.
La observó, la midió y la derramó sobre todas sus obras.
Él se la dio en alguna medida a todo ser viviente, y en abundancia a sus amigos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 92
R. ¡El Señor se ha vestido de esplendor y de poder!
¡El Señor es Rey! ¡El Señor se ha vestido de esplendor y se ha rodeado de poder! R.
Él afirmó el mundo, para que no se mueva. Desde entonces, Señor, tu trono está firme. ¡Tú siempre has existido! R.
Oh Señor, tus mandatos son muy firmes. ¡La santidad es el adorno eterno de tu templo! R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9, 14-29
† Lectura del Evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, cuando regresaron a donde estaban los discípulos, los encontraron rodeados de una gran multitud, y algunos maestros de la ley discutían con ellos. Al ver a Jesús, todos corrieron a saludarlo llenos de admiración. Él les preguntó: —¿Qué están ustedes discutiendo con ellos?
Uno de los presentes contestó: —Maestro, aquí te he traído a mi hijo, pues tiene un espíritu que lo ha dejado mudo. Dondequiera que se encuentra, el espíritu lo agarra y lo tira al suelo; y echa espuma por la boca, le rechinan los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que le saquen ese espíritu, pero no han podido.
Jesús contestó: —¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Traigan acá al muchacho.
Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero cuando el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, el cual cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. Jesús le preguntó al padre: —¿Desde cuándo le sucede esto?
El padre contestó: —Desde que era niño. Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
Jesús le dijo: —¿Cómo que ‘si puedes’? ¡Todo es posible para el que cree!
Entonces el padre del muchacho gritó:—Yo creo. ¡Ayúdame a creer más!
Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro, diciendo: —Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno que salgas de este muchacho y que no vuelvas a entrar en él.
El espíritu gritó, e hizo que le diera otro ataque al muchacho. Luego salió de él, dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso de pie.
Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron a solas: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu?
Y Jesús les contestó: —A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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22 de Febrero: MARTES – CÁTEDRA DE SAN PEDRO

1 Pe 5, 1-4 / Sal 22 / Mt 16,13-19                                            Blanco

6. Primera Lectura: 1 Pe 5, 1-4
Lectura de la primera carta del Apóstol Pedro
Hermanos: Quiero aconsejar ahora a los ancianos de las congregaciones de ustedes, yo que soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo,  y que también voy a tener parte en la gloria que ha de manifestarse. Cuiden de las ovejas de Dios que han sido puestas a su cargo; háganlo de buena voluntad, como Dios quiere, y no forzadamente ni por ambición de dinero, sino de buena gana. Compórtense no como si ustedes fueran los dueños de los que están a su cuidado, sino procurando ser un ejemplo para ellos.  Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de la gloria, una corona que jamás se marchitará. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 22
R. El Señor es mi pastor; nada me falta.
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas. R.
Haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. R.
Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. R.
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 16,13-19
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron:—Algunos dicen que Juan el Bautista; otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o algún otro profeta.
—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? —les preguntó.
Simón Pedro le respondió:—Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Entonces Jesús le dijo:—Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sino porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra  voy a construir mi iglesia;  y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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23 de Febrero: MIÉRCOLES – 7ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 4,11-19 / Sal 118 / Mc 9,38-41                                                       Verde

6. Primera Lectura: Eclo 4,11-19
Lectura del libro del Eclesiástico
La sabiduría instruye a los que la buscan; los guía como si fueran hijos suyos.
Los que la aman, aman la vida; los que la buscan con afán, agradan al Señor.
Los que la retienen, recibirán honor de él; dondequiera que vivan los bendecirá el Señor. Servirla a ella es servir al Dios santo; el Señor ama a los que la aman.
El que la obedece, juzgará a las naciones; el que le hace caso, vivirá en la casa de ella. Disimuladamente caminará con él. Lo pondrá primero a prueba y cuando tenga lleno de ella el corazón, volverá a él para guiarlo y revelarle sus secretos. Pero si él se desvía, lo rechazará y lo entregará a su ruina. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R.Los que aman tu enseñanza gozan de mucha paz.
Los que aman tu enseñanza gozan de mucha paz, y nada los hace caer. R.
Yo obedezco tus preceptos y mandatos; ¡tú conoces toda mi conducta! R.
Brote de mis labios la alabanza, pues tú me has enseñado tus leyes. Entonen mis labios un canto a tu promesa, porque todos tus mandamientos son justos. R.
Señor, ¡deseo que me salves! ¡Yo me siento feliz con tu enseñanza! Quiero vivir para alabarte; que tu justicia me ayude. R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mc 9,38-41
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Juan le a Jesús dijo:—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
Jesús contestó:—No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Cualquiera que les dé a ustedes aunque solo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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24 de Febrero: JUEVES – 7ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 5,1-10 / Sal 1 / Mc 9, 42-50                                                 Verde

6. Primera Lectura: Eclo 5,1-10
Lectura del libro del Eclesiástico
No confíes en tu riqueza, ni digas: “Tengo suficiente.” No confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos. No digas: “Nadie puede contra mí”, porque el Señor te pedirá cuentas. No digas: “Pequé, y nada me sucedió.” Lo que pasa es que Dios es muy paciente. No confíes en su perdón para seguir pecando más y más. No digas: “Dios es muy compasivo; por más que yo peque, me perdonará.” Porque él es compasivo, pero también se enoja, y castiga con ira a los malvados. No tardes en volverte a él; no lo dejes siempre para el día siguiente. Porque, cuando menos lo pienses, el Señor se enojará, y perecerás el día del castigo. No confíes en riquezas mal habidas, pues de nada te servirán el día del castigo. No avientes el trigo a cualquier viento, ni camines en cualquier dirección. Sé constante en tu manera de pensar, y no tengas más que una palabra. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 1
R.El Señor cuida el camino de los justos.
Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. R.
Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hace, le sale bien! R.
Con los malvados no pasa lo mismo, pues son como paja que se lleva el viento. El Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malos lleva al desastre. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 9,42-50
† Lectura del Evangelio según san Marcos
“A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que lo echaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtatela; es mejor que entres manco en la vida, y no que con las dos manos vayas a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtatelo; es mejor que entres cojo en la vida, y no que con los dos pies seas arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo; es mejor que entres con un solo ojo en el reino de Dios, y no que con los dos ojos seas arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga.
“Porque todos serán salados con fuego. La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo podrán ustedes hacerla útil otra vez? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.” Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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25 de Febrero: VIERNES – 7ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 6,5-17 / Sal 118 / Mc 10,1-12                                                              Verde

6. Primera Lectura: Eclo 6,5-17
Lectura del libro del Eclesiástico
La conversación agradable atrae muchos amigos, y al que habla amablemente todos lo saludan.
Que sean muchos tus amigos, pero amigo íntimo solo uno entre mil. Si consigues un amigo, ponlo a prueba; no confíes demasiado pronto en él. Porque algunos son amigos cuando les conviene, pero no cuentas con ellos cuando los necesitas. Hay amigos que se vuelven enemigos y te hacen quedar mal hablando de tus pleitos. Algunos son amigos a la hora de comer, pero cuando te va mal no los encuentras. Mientras te vaya bien, serán uña y carne contigo; pero cuando te vaya mal, te abandonarán. Si algo malo te ocurre, se vuelven en contra tuya y se esconden de ti. Aléjate de tus enemigos y cuídate de tus amigos.
Un amigo fiel es una protección segura; el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio; su valor no se mide con dinero.
Un amigo fiel protege como un talismán; el que honra a Dios lo encontrará.
El amigo es igual a uno mismo, y sus acciones son iguales a su fama. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 118
R.¡Señor, enséñame tus leyes!
Me alegraré con tus leyes y no me olvidaré de tu palabra. R.
Abre mis ojos, para que contemple las maravillas de tu enseñanza. R.
Dame entendimiento para seguir tus preceptos, pues quiero meditar en tus maravillas. R.
Dame entendimiento para guardar tu enseñanza; ¡quiero obedecerla de todo corazón! Llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él está mi felicidad. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 10,1-12
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Jesús salió de Cafarnaúm y fue a la región de Judea y a la tierra que está al oriente del Jordán.  Allí volvió a reunírsele la gente, y él comenzó de nuevo a enseñar, como tenía por costumbre. Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron si al esposo le está permitido divorciarse de su esposa.
Él les contestó:—¿Qué les mandó a ustedes Moisés?
Dijeron:–Moisés permitió divorciarse de la esposa dándole certificado de divorcio.
Entonces Jesús les dijo:—Moisés les dio ese mandato por lo tercos que son ustedes. Pero en el principio de la creación, ‘Dios los creó hombre y mujer. Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.’ Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. Jesús les dijo:—El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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26 de Febrero: SÁBADO – 7ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 17, 1-13 / Sal 102 / Mc 10,13-16                                                    Verde

6. Primera Lectura: Eclo 17,1-13
Lectura del libro del Eclesiástico
El Señor formó de tierra al hombre, y a la tierra lo hace volver. Le ha señalado un contado número de días, y le ha dado poder sobre todo lo que hay en la tierra.
Le dio autoridad semejante a la suya, ¡lo hizo a su propia imagen!
Hizo que todas las otras criaturas lo temieran, y le dio dominio sobre fieras y aves. Le dio inteligencia, habla, ojos, oídos y mente para entender.
Dotó a los hombres de razón y juicio, y les mostró el bien y el mal. Les inspiró que le tuvieran reverencia, y les mostró sus grandes obras, para que ellos después las contaran a otros y alabaran su santo nombre. Les dio también conocimiento, y les dejó una ley que da vida. Hizo una alianza eterna con ellos, y les promulgó sus decretos. Ellos vieron la grandeza de la gloria de Dios y oyeron su majestuosa voz.Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 102
R.El amor del Señor es eterno.
El Señor es, con los que lo honran, tan tierno como un padre con sus hijos; pues él sabe de qué estamos hechos: sabe bien que somos polvo. R.
La vida del hombre es como la hierba; brota como una flor silvestre: tan pronto la azota el viento, deja de existir, y nadie vuelve a saber de ella. R.
El amor del Señor es eterno para aquellos que lo honran; su justicia es infinita por todas las generaciones, para los que cumplen con su alianza. R.

9. Aleluya.
10. Evangelio: Mc 10,13-16
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo:—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 

Y tomó en sus brazos a los niños, y los bendijo poniendo las manos sobre ellos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

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27 de Febrero: DOMINGO – 8ª Semana tiempo Ordinario

Is 49, 14-15 / Sal 61 / 1 Cor 4, 1-5 / Mt 6, 24-34                                   Verde

8_to_a.jpg5. Oración Colecta
+ Oremos: Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

6. Primera Lectura: Is 49, 14-15
Lectura del libro del profeta Isaías
“Sión decía: ‘El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí.’ Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 61
R. Solo en Dios encuentro paz.
Solo en Dios encuentro paz; mi salvación viene de él. Solo él me salva y me protege. No caeré, porque él es mi refugio. R.
Solo en Dios encuentro paz; pues mi esperanza viene de él. Solo él me salva y me protege. No caeré, porque él es mi refugio. R.
De Dios dependen mi salvación y mi honor; él es mi protección y mi refugio. ¡Pueblo mío, confía siempre en él! ¡Háblenle en oración con toda confianza! R.

8. Segunda Lectura: 1 Cor 4, 1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol Pablo a los Corintios
Hermanos: Ustedes deben considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los designios secretos de Dios. Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que me juzga es el Señor. Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mt 6, 24-34
† Lectura del Evangelio según san Mateo
Jesús dijo a sus discípulos: “Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.
“Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
“¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo,  se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Con qué vamos a vestirnos?’ Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

13. Oración de los Fieles
+ Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades. Respondemos todos: R. Te rogamos, Señor, óyenos.
Pidamos al Señor que vivifique a su Iglesia y la haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo, roguemos al Señor. R.
Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para el bienestar de todos los pueblos, roguemos al Señor. R.
Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal, roguemos al Señor. R.
Oremos por el pueblo aquí reunido, para nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo, roguemos al Señor. R.
+ Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que tu palabra nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

21. Oración después de la Comunión 
+ Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces, nos hagas algún día, participar de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


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28 de Febrero: LUNES – 8ª Semana tiempo Ordinario

Eclo 17,19-28 / Sal 31 / Mc 10,28-31                                                     Verde

6. Primera Lectura: Eclo 17, 19-28
Lectura del libro del Eclesiástico
Todos los hechos de los hombres son para Dios claros como el sol. Siempre tiene presente lo que hacen.
No se le ocultan sus malas acciones, y se da cuenta de los pecados que cometen. Él recuerda siempre la limosna que da el hombre, y guarda como la niña de sus ojos sus buenas acciones. Después les dará su recompensa, según lo que merezca cada uno.
A los que se arrepienten les concede el volverse a él, y consuela a los que han perdido la esperanza.
Vuélvete a Dios y deja el pecado; ora en su presencia y disminuye tus ofensas.
Vuélvete al Altísimo, apártate de la maldad y odia de todo corazón la idolatría.
En el reino de la muerte nadie puede alabar al Altísimo; solo los que viven pueden darle gracias. El muerto, como si no existiera, no puede alabarlo; el que vive y está sano es quien puede alabar al Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

7. Salmo Responsorial: Del salmo 31
R. Señor: Tú eres mi refugio: me proteges del peligro.
Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna. R.
Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste. R.
Por eso, en momentos de angustia los fieles te invocarán, y aunque las aguas caudalosas se desborden, no llegarán hasta ellos. R.
Tú eres mi refugio: me proteges del peligro, me rodeas de gritos de liberación. R.

9. Aleluya.

10. Evangelio: Mc 10, 17-27
† Lectura del Evangelio según san Marcos
Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó:—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
Jesús le contestó:—¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: ‘No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.’
El hombre le dijo:—Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven.
Jesús lo miró con cariño, y le contestó:—Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
El hombre se afligió al oir esto; y se fue triste, porque era muy rico.
Jesús miró entonces alrededor, y dijo a sus discípulos:—¡Qué difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios!
Estas palabras dejaron asombrados a los discípulos, pero Jesús les volvió a decir:—Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
Al oírlo, se asombraron más aún, y se preguntaban unos a otros:—¿Y quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les contestó:—Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


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